Holaaaaaa! lo se.. lo se... tardé demasiado en actualizar.. leí sus reviews... y les agradezco un montón que me los hayan mandado... espero que sigan escribiéndome jeje.. de cualquier forma prometo no tardar tanto para actualizar la prox. vez... pasa q anduve con varias complicaciones que me impidieron publicar antes: nuevo trabajo (me iba a las 8 de la mañana y volvía muerta a las 9 de la noche), se me rompió la computadora con todo lo que tenía escrito hasta el momento... me fui de vacaciones a la playa... algo mas q me olvido tbn... no me acuerdo...

En fin.. sigo con la historia.. pienso terminarla.. aunque le falta bastante todavía...


SONRISA IMAGINARIA

CAPÍTULO 10:

Faye las arrastró hacia el jardín, ya que con la música tan fuerte no podían oír ni sus propios pensamientos.

- Debemos participar en esa subasta – les dijo solemnemente – nuestro honor está en juego.

Milla bufó molesta.

- Estas loca? Esas cosas son una tontería.

Acaso no escucharon a ... a.. Gin..como se llama?

Malfoy – respondió ella de mal humor – el maldito traidor...

- Que? – Faye la observó confundida.

- Nada... hablaba para mi misma. Su nombre es Draco Malfoy... ese imbécil – agregó en voz baja.

Las tres la miraron de forma extraña. Acaso se le había dado por hablar sola?

- Bien... Malfoy nos envió un claro desafío y debemos responderle..

- Faye.. has tomado demasiada cerveza... acaso estás loca? – Milla comenzaba a hartarse. Cruzó los brazos adoptando una actitud obstinada – yo no entro.

- Como quieras... alguna de ustedes se apunta?

Paso – respondió Ginny. No le interesaba aguantar burlas del Slytherin si llegaba a subir para ver cuanto ofrecerían por ella. Conociéndolo, pagaría a todos para que no lo hicieran.

- Vamos chicas... Liza... tu que dices?

- Yo también paso. No sirvo para esas cosas..

Faye bajó los brazos derrotada.

- de acuerdo... ninguna participará...

-que te detiene? – preguntó Milla levantando una ceja.

- No quiero hacerlo sola... U.u

Ginny estaba decidida a no poner un pie en aquella "subasta". Aunque por un instante se imaginó... muchos pujando por ella... la mirada de superioridad que dirigiría a Malfoy...

Gin... – el codazo nada delicado de Milla le dio de lleno en las costillas – vámonos. Quiero bailar.

- Ve tu – respondió ella. No tenía ánimos de contonearse entre un montón de ebrios de manos largas – necesito aire fresco.

Intentó salir nuevamente al jardín, pero estaba lloviendo.


Un grupo de chicos situados unos metros mas adelante llamaron su atención de inmediato. Brad Thompson, antiguo amigo y novio suyo se hallaba entre ellos. Pero no era el único conocido. Entre ellos había otra cara familiar, aunque a diferencia del primero con quien todavía se llevaba muy bien a pesar de todo lo ocurrido entre ellos, este segundo individuo le traía tan solo recuerdos desagradables.
Avanzó hacia ellos, respirando hondo para calmar aquella sensación extraña que creía lentamente en su interior y procuró adquirir una mirada de despreocupación.
- Hola Brad - saludó mientras le tocaba el hombro para llamar su atención.
Todos callaron al instante, y él volteó junto a los demás al escuchar la voz de la pelirroja.
- Ginny! Como has estado- preguntó con sincera alegría. Si bien las cosas no habían funcionado bien entre ellos cuando intentaron andar juntos, ambos mantenían entre ellos una buena amistad, aunque algo desgastada durante el último año ya que él se había mudado.
Luego de charlar unos minutos entre ellos, Brad se volvió para presentarla al resto del grupo que la observaban con curiosidad.
- Chicos... ella es...
- Virginia Weasley - intervino la voz fría de Malfoy. No le hacía gracia ver como ella lo había ignorado. Que rayos le sucedía?
- Ginny Weasley - aclaró la joven mirándolo desafiante.
Brad los observaba divertido. No ignoraba el odio que ella sentía por Malfoy. Era un muggle, y nada sabía del mundo mágico ni sobre Howarts, pero Ginny le había platicado acerca de un muy molesto rubio que la atormentaba durante sus días de escuela. Al principio no había relacionado los nombres, pero en ese momento todo venía a su memoria.
A pesar de todo decidió hacerse el desentendido, al menos en un principio.
- Se conocen- preguntó dirigiéndose a Malfoy. Intentó que su voz sonara genuinamente sorprendida.
Íbamos a la misma escuela - respondió él escuetamente sin dejar de mirarla.
Nada parecía indicar que habían pasado la noche juntos. Se miraban como dos antiguos enemigos.
- me sorprendes pequeña Weasley - continuó él acentuando el "pequeña" mientras sus amigos soltaban risitas burlonas. Brad frunció el ceño. A donde quería llegar aquel?
- Quieres algo de mi, Malfoy- preguntó ella indiferente aunque ya había formado dos o tres imágenes mentales del rubio asándose a fuego lento mientras soltaba chillidos de terror. No! Mejor... lo recordó como el pequeño hurón que rebotaba en los pisos de Howarts. Sonrió sin darse cuenta. Pequeña Weasley..pequeña Weasley un cuerno!
- Que podría tener alguien como tu que me interesara- contestó con una mueca mientras los demás celebraban el doble sentido de la frase.
Pero Ginny no se inmutó. Continuaba sonriendo.
- Tengo algo en la cara que resulta gracioso- preguntó molesto al ver que no iba a obtener la respuesta airada que buscaba.
- En realidad varias cosas... pero nada en particular.
- Entonces por que sonríes?
- Acabo de recordar a un precioso hurón saltarín que chillaba de miedo con cada rebote.
Para los demás, el comentario no tenía coherencia. Muchos la tildaron de loca mientras se volvían hacia un grupo de chicas recién llegadas de polleras cortas y sonrisas bobas.
A pesar de la ofensa, el correspondió a su sonrisa.
- has cambiado... ya no eres la misma niñita asustada que se escondía tras sus hermanos.
Al oír mencionarlos se puso tensa. Apretó los puños y dientes, esperando el comentario por el cual seguramente perdería su preciosa cabellera platinada. Ella misma le arrancaría pelo por pelo. Le dirigió una mirada de advertencia.
- de hecho... deberías agradecerle a tu patético hermano por morir... te ha liberado.
Brad protestó ruidosamente, pero ambos lo ignoraron.
- tu no eres quien para mencionar el nombre de mi hermano, maldito hijo de asesinos, jamás serás digno de recordarlo siquiera - se volteó hacia su amigo - Discúlpame Brad, pero prefiero alejarme... ya nos veremos - dijo apretando los dientes en un vano intento por contener su furia.
El correspondió a su saludo y tras verla alejarse a grandes pasos antes de volverse hacia su amigo para reclamarle por sus comentarios. El se encogió de hombros. Al parecer había logrado borrar el recuerdo de la noche anterior, y aquellos malditos sentimientos que había empezado a sentir por la pelirroja. Prefería su odio.

Ginny se alejó todavía murmurando por lo bajo. De pronto se sintió cansada de todo y decidió volver al departamento. Paseó la vista por el lugar, buscando a sus amigas para avisarles, pero al no ver ninguna cara familiar, decidió irse directamente. De cualquier forma terminarían tan ebrias que no se darían cuenta de su ausencia.

La lluvia la hizo dudar un instante, pero apretó los puños y se sumergió bajo la cortina de agua, que arreciaba. No se percató de una sombra oscura que la seguía a tan solo unos metros.

Todo estaba oscuro como la boca del lobo. Algo perdida, se dio cuenta que ya no sabía que dirección seguir. Estaba muy lejos del apartamento... y ya no oía la música de la fiesta como para orientarse.

Que haría?

Maldijo por enésima vez su carácter impulsivo... y a Draco Malfoy, quien la había obligado a alejarse de la fiesta. Bueno... no la había sacado de los pelos, pero era inaguantable respirar el mismo oxígeno.

Una mano emergió de la oscuridad y tiró de su brazo. Asustada, pegó un grito y manoteó esperando golpearle. Sintió el rostro del atacante estrellarse contra su palma y el quejido del otro. Sin perder un solo segundo se alejó corriendo, sin tener la menor idea hacia donde se dirigía. Sintió la presencia del desconocido muy cerca suyo... hasta el cayó sobre ella logrando que ambos se tropezaran.

Soltó un par de maldiciones coloridas que harían a su madre horrorizarse e intentó ponerse de pie para escapar, pero la voz conocida de un muy odiado rubio la detuvo.

- quédate quieta Weasley! – chilló Malfoy

que rayos quieres? – preguntó aún asustada. No confiaba en él.

Enfermarás si te quedas aquí parada en medio de la lluvia – dijo él asiendo caso omiso a su pregunta y a su miedo.

Eso no es tu problema...

Es cierto... no lo es – aceptó él sin variar su expresión.

Ginny se quedó sin preguntas. No lograba entender que quería. Retrocedió unos pasos.

El suspiró y avanzando la tomó de un brazo.

- Vamos...

- Estás loco? Jamás iría contigo a ningún lado... – gritó intentando desasirse.

El masculló algo.

- que dices? – preguntó Ginny

que no tengo tiempo para caprichos de niñitas histéricas – respondió antes de alzarla y cargarla como un saco de patatas – irás conmigo quieras o no.

Ginny pataleó y chilló pidiendo auxilio todo el camino, pero fue inútil. El rubio tenía demasiada fuerza y no había gente a sus alrededores que pudieran escucharla.

Llegaron frente a un apartamento. Para aquel entonces, la pelirroja había ya dejado de retorcerse comprendiendo que era inútil, y había adoptado una expresión resignada.

- me puedes decir al menos a donde me llevas? De quien es este lugar?

- mío

Guardó silencio. El miedo renació en sus entrañas una vez mas. Para que quería Malfoy llevarla hasta su departamento? No podía ser nada bueno...

Draco giró la llave y entró, aun con ella sobre su hombro. La dejó caer frente a un sillón y desapareció unos minutos. Al volver, tenía en sus manos, dos vasos con una bebida de aspecto peculiar. Se sentó frente a ella y le alargó uno.

bébelo.. es whisky de fuego.

Acaso crees que soy tan tonta como para aceptar algo que proviene de ti? Me quieres emborrachar?

- Tranquila.. no es lo que estás pensando – respondió aunque una sonrisa apareció en su rostro – jamás te tocaría un pelo Weasley.. no me interesas.

De acuerdo. Tendría que haber sentido alivio. Pero... el alivio no apareció, aunque si unas ganas increíbles de romperle la cabeza con el vaso que tenía en las manos.

- no lo estaba pensando – aclaró aunque sabía que se estaba ruborizando. Maldita sea! Por que había tenido que salir pelirroja? Todos sabían que los pelirrojos se ruborizaban por cualquier cosa.

Pero él no respondió. Aunque su sonrisa burlona le dejó ver que ambos sabían la verdad.

Apuró el trago, de repente necesitaba alcohol. En seguida el calor de la bebida bajó por su garganta y comenzó a marearse.

mas! – exigió alargándole el vaso. El se encogió de hombros y sirvió otro poco para ambos.

- Que pasa Malfoy? Temes que se te acabe o simplemente no aguantas mas que eso? – que hacía desafiándolo? Ohh.. estoy mareada..- pensó.

Él frunció el ceño, y llenó los vasos hasta arriba.

- vamos a ver cuanto aguantas.. – murmuró. Y ambos tomaron al mismo tiempo.

Minutos mas tarde, reían a carcajadas porque una mosca se había parado sobre un papel. Una mosca? O dos? Había empezado a ver doble...


Miles de pequeñas agujitas la estaban picando. Molesta, se revolvió pero el dolor no disminuyó. Finalmente abrió un ojo.

- ouhhhhh

Mala idea. Volvió a cerrarlo. La luz del sol estaba demasiado fuerte. Se llevó la mano a la frente.

- mi cabeza.. – murmuró mientras alargaba la otra mano para prender la pequeña lámpara que tenía en la mesita de luz.

Pero lo que tocó no era la lámpara. Era blandito... y tibio... y parecía una persona. Un momento! Una persona?

"Maldición"

De pronto lo recordó. La fiesta...la lluvia... Malfoy... ouch...

No, no podía ser Malfoy.

Entreabrió los ojos con cuidado, ya que seguía mareada. Se sentó en la cama y miró a su lado.

Rayos! El conocido rubio platino de la maldita serpiente. Que hacía Malfoy en su habitación? Miró a su alrededor... esta no era su habitación.

Ohhhh que problema... se tapó la cara con las manos y se tiró hacia atrás, olvidándose que no estaba sola.

- Tranquila... no pasó nada – murmuró una voz, algo ronca a su lado.

- Que?

Que no pasó nada – repitió mientras giraba su cuerpo hasta ponerse frente a ella – buen día Weasley – saludó sonriendo malicioso.

Ginny reparó en un pequeño detalle. Malfoy no tenía camisa. Tendría pantalones? Y ella... no estaba mejor. En ropa interior se sentía sin ninguna protección.

- estás seguro que nada pasó? – le preguntó mirándolo ceñuda. Esperó a sentir algún dolor... pero nada. Debía ser cierto lo que decía.

Tiró de las sábanas para envolverse en ellas, pero Draco no se lo permitió.

- nada de eso. No te las llevarás al baño...me moriría de frío.

- Bien!

Estaba claro que era un desafío... y ella no pensaba negarse. Apretando los dientes apartó las sábanas con decisión y se encaminó al baño, tomando su ropa del suelo... (que hacía su ropa en el suelo?). Sentía los grises ojos de su enemigo en la espalda... o quizás mas abajo.. no quería pensarlo.

Cerró la puerta y se miró en el enorme espejo. Tenía el cabello revuelto y los ojos delataban su sueño. Abrió la canilla y se mojó la cara.

estoy en problemas...

Tras cambiarse, y muy consciente de que tendría que soportar las miradas maliciosas del rubio de allí en adelante, salió a reunirse con él.

- el desayuno está listo – anunció Draco con la misma sonrisa que tenía desde que despertó.

- No gracias..me voy – respondió ella de mal humor. Mas tarde se encargaría de encararlo y preguntarle que había sucedido la noche anterior. Con el mal humor actual y la resaca no sentía muchos ánimos de hacerlo en aquel momento.


- Llega tarde señorita Weasley – observó Miss Weston mirándola con reprobación.

Lo lamento. Me han informado mal la hora.. no volverá a suceder – respondió mirando ceñuda a Gwendoline que intentaba, sin lograrlo ni por asomo, adoptar una expresión inocente.

La joven le había informado de esa reunión... pero había un pequeño detalle. Le había dicho que era mas tarde de lo que había sido en realidad.

Tomó asiento frente a ella, prometiéndole mentalmente una cruel y dulce venganza. Si se andaba con mucho cuidado, hasta podría utilizar la varita para llevarla a cabo. Un cruciatus estaría bien, aunque el dolor sería momentáneo y sin recuerdos... no... para esa clase de chicas lo mejor era hacerlas quedar en ridículo. Un Tarantallegra? En medio del comedor? Quizás...

Señorita Weasley, le estoy hablando! – chillo una voz enfadada. Ginny despertó de sus sueños y parpadeó confundida.

Q.. que?

Pregunté donde estaba su informe – repitió con impaciencia mal reprimida Miss Weston, tamborileando los dedos sobre la mesa. Todos los demás la observaban con caras de poker, a excepción de dos o tres que ostentaban una enorme sonrisa.

Ella rebuscó en su mochila y sacó una carpeta de plástico con un par de hojas adentro. Sin decir una palabra se lo entregó y volvió a su asiento.

- Bien... prosigamos – dijo la mujer aún con el ceño fruncido – la mayoría de las notas y entrevistas han sido asignadas, sin embargo algo ha quedado para usted, Weasley.

Tras hacer varios comentarios sobre los trabajos anteriores, puso fin a la reunión y todos se levantaron apresuradamente.

Ginny se acercó a ella y tocó su hombro.

- Disculpe.. aún no me ha dicho que es lo que tengo que hacer yo.

Ella le dirigió una mirada molesta y se dirigió hacia una pequeña mesa repleta de papeles haciéndole una seña para que la siguiera.

Todos los meses publicamos una pequeña nota, o entrevista si quieres llamarlo así, sobre la vida y actividades de algún alumno destacado. Eso nos permite conocer mas acerca de nuestros estudiantes estrella. Esta vez, tú serás la encargada de hacerla – tras revolver unos instantes le entregó una hoja de papel escrita - Aquí está el nombre del alumno, datos generales y algunos puntos para que te guíes. Quiero el informe en dos semanas.

Ginny lo tomó y sin darle siquiera una ojeada, salió rápidamente, segura que si permanecía un solo segundo mas con ella, le lanzaría algún maleficio.

Necesitaba su cuota diaria de azúcar y tras pasar por la cafetería para comprar dos enormes rosquillas rellenas, salió del edificio para devorarlas tranquilamente sentada a los pies de algún árbol.

Tiró su mochila junto a ella y dio un gran mordisco a la primera, logrando que una enorme sonrisa de satisfacción, apareciera en su rostro. Ya sin molestos ruidos de panza, volvió a sacar la hoja que Miss Weston le había entregado. Tenía curiosidad. Quien sería el estudiante estrella?

El nombre del alumno estaba en letras mayúsculas y resaltado por un recuadro a color. El cielo se volvió gris en un segundo, el aire mas frío, los sonidos dieron paso al silencio mas ensordecedor. No podía ser!

En efecto, Draco Malfoy era el estudiante estrella del mes. Letra por letra, unidas para conformar su nombre, escritas en ese maldito papel.

Reprimió las ganas de romperlo en pedacitos muy pequeños. Acaso los astros se confabulan en su contra? La tutoría, el encontrárselo en las fiestas... y ahora esto? Por un momento pensó en volver hasta la sala de reuniones y tratar de cambiar la nota.. pero desechó la idea casi al instante. Allí la consideraban una inútil, una irresponsable. Les demostraría que podía con cualquier cosa, incluso si ese cualquier cosa implicaba tener que compartir el mismo oxígeno que Malfoy mas tiempo del necesario.

Volvió a guardar la hoja en su carpeta, incapaz de seguir mirando el nombre del rubio. Lo que mas le molestaba era la sonrisa estúpida que aquel esbozaría cuando le explicara que tenia que entrevistarlo. Que clases de preguntas debía hacerle? Cual fue tu papel en la guerra contra Voldemort? A cuantas personas asesinaste? Por que rayos no estás en Azcabán pudriéndote con tu padre?

"Esto es una gran tontería"..


- Rayos!
Ya estaba llegado tarde a clase y la mochila se había roto en medio del pasillo. Afortunadamente este se encontraba ya medio vacío. Murmurando maldiciones por lo bajo se dispuso a recoger los libros regados por el suelo.
Se puso de pie apresuradamente y continuó su carrera hasta el salón. Una puerta se abrió de golpe y un joven salió por ella. Ginny no pudo detenerse a tiempo y ambos chocaron. Los libros y mochilas volaron por el aire una vez mas y ambos cayeron al suelo.
- tu si que eres torpe - bramó una voz airada.
- Genial- chilló la joven al reconocer el dueño de aquella voz - mi día mejora minuto a minuto.
- Weasley... siempre acostumbras a correr en lugares públicos? Debo recordarte que no es de personas civilizadas, pero dado tu caso creo que puedo comprenderlo.
Ginny prefirió no contestar. Conocía muy bien la forma de insultar de Draco y sabía que la mejor manera de corresponder sus ataques eran fingir que no tenían efecto en ella. Se puso de pie tras recoger sus cosas.
- Tienes suerte de no estar en Howarts, niña - dijo Malfoy mientras se ponía de pie y sacudía el polvo de la ropa y libros - o Griffindor habría perdido muchos puntos por tu causa.
- Puede ser - replicó ella mordaz, incapaz de contenerse - pero Howarts hoy es tan solo un recuerdo. Por lo tanto puedo decirte lo que tenga ganas.
Y se alejó antes de que él otro pudiera replicar.
"tanto para mi" pensó sonriente mientras entraba al salón.

Hizo una inclinación de cabeza a la profesora y buscó con la mirada un asiento. La clase no tenía muchos estudiantes, por lo que vio que todas las miradas se habían centrado en ella un instante.

Un par de ojos oscuros atrajeron su atención. Cerca suyo, dos chicas cuchicheaban sin dejar de mirarla. La primera era morocha, de tez clara y cara de "haber chupado un limón", la segunda era la clásica fea, pelo teñido de rojo oscuro, nariz y labios grandes.

Evitó poner los ojos en blanco, y les dirigió una de aquellas miradas "yo-soy-mejor-que-ustedes-supérenlo" que habría hecho llorar de orgullo a los gemelos, y sonrió cuando ellas apartaron la mirada y cerraron la boca.

La clase continuaba, pero Ginny no prestaba atención. Escribía en su cuaderno. Cada tanto sorprendía a alguna de las dos observándola, pero había adoptado la actitud "miss princesa de hielo a lo cual nada ni nadie puede afectar" y devolvía las miradas descaradamente.

Faye la esperaba a la salida, para ir a comer juntas.

- arpías a la derecha – susurró en cuanto se reunió con ella señalándolas con la cabeza.

Asintiendo sin decir una sola palabra, ambas avanzaron con paso orgulloso y lanzando risitas. Como si estuvieran sincronizadas, miraron de arriba abajo a aquellas dos, y sonriendo maliciosamente continuaron su camino.

- Vaya... esto de sentirme una Malfoy comienza a gustarme – comentó en cuanto las tuvieron lejos – creo que siempre tuve mi lado..mm.. como decirlo..

- Cruel?

- Naahh..no es para tanto – respondió la pelirroja sacudiendo la cabeza.

Milla y Liza se reunieron con ellas en la cafetería. Sonrieron al verlas acercarse, preguntándoles con una mirada el motivo de sus risas.

- Aplicando actitud... – respondió Faye simplemente.

Ginny fue a comprar su comida. Estaba eligiendo que bebida llevar cuando alguien dio unos golpecitos en su hombro.

- Ginny? Ginny Weasley? – preguntó una voz vagamente familiar.

Ella giró curiosa. Una joven de cabellos castaños la miraba sonriente.

- Lavender?

En efecto. Frente a ella tenía a Lavender Brown, y a un chico rubio que reconoció como Seamus Finnigan.

La joven asintió.

- Como has estado? – preguntó Ginny mientras señalaba una coca-cola al vendedor.

Las miradas de ambos se entristecieron.

- ahora... bien. Tomó un tiempo superar lo que pasó.

Aquel fatídico día. Lavender, Parvati Patil, Dean Thomas y Seamus Finnigan habían salido a recorrer los alrededores de Howarts, probablemente buscando algún sitio tranquilo donde los estudiantes no les interrumpieran. Voldemort y sus mortífagos habían irrumpido de pronto, sorprendiendo a los cuatro jóvenes, que atinaron a sacar sus varitas y apuntarles temblorosos. A la órden de sus compañeros, Lavender salió corriendo para avisar a Dumbledore y demás profesores.

Parvati fue la primera en caer. Torturada con varios "cruciatus" y finalmente eliminada por un mortífago a quien no pudieron reconocer ya que estaba encapuchado, no tuvo fuerzas para resistir por mucho tiempo.

Seamus había caído inconsciente tras unos arbustos, producto de un golpe dado por otro de los hombres del mago oscuro, quien se olvidó de él creyéndolo muerto. De esa manera había logrado salvar su vida. Dean no corrió con tanta suerte. Un simple Avada Kedavra acabo con su vida.

Ginny sabía todo esto. Luego de finalizada la guerra y los funerales de sus amigos y compañeros, no había vuelto a ver a nadie, a excepción de Hermione, la cual estaba tan shokeada por lo sucedido que hubiera sido lo mismo que seguir sola. No lo había querido de otra forma... no lo hubiera soportado.

Pero el tiempo cura las heridas, por lo menos las mas leves, y el dolor no la corroía cada vez que se encontraba un mago. Las pesadillas ya no la atormentaban de noche.


Hermione avanzó por los pasillos con desgano. Acababa de salir de una de las sesiones con Miss Dawson, tan inútil como todas las anteriores. Aquella mujer jamás sería capaz de comprender el dolor que ella sentía. No podía explicarle todo lo que había sucedido... el dolor de los cruciatus, las lágrimas de miedo derramadas mientras intentaban defender Howarts de los ataques de Voldemort y sus mortífagos, la desesperación al ver caer a sus amigos, la angustia al despertar y descubrir que estaba sola... nadie era capaz de comprender lo que había sufrido.. ni sus padres, ni sus amigos... ni siquiera sus mismos compañeros.
Todos habían sufrido pérdidas... pero estaba completamente segura..nadie se sentiría jamás como ella.
Hasta Ginny estaba recuperándose. Lo notaba al leer sus cartas, llenas de noticias y chismes. Su amiga le suplicaba que le respondiera, pero no estaba lista. No aún.
Necesitaba mantenerse alejada del mundo mágico... de cualquier forma sus padres le habían prohibido volver, horrorizados al enterarse todo lo que había sucedido durante los siete años que su hija estuvo como pupila en aquel colegio. Ella no había protestado. Ya nada le quedaba allí... nada, mas que malos recuerdos.
Harry... Ron... ansiaba con todas sus fuerzas volver a verlos. Si tan solo tuviera la varita de Voldemort, al menos podía revertir los hechizos y hablar con ellos... o con sus sombras.
Al igual que Harry cuando Sirius había desaparecido tras el velo, había buscado sus fantasmas en el castillo, convencida momentáneamente que estarían allí, sonriéndole como siempre. Pero Nick Casi-Decapitado había borrado sus esperanzas de un plumazo.
Los gritos y lamentos aun resonaban en sus oídos... durante las noches, en sueños, durante el día en forma de imágenes momentáneas, de sonidos y formas que la atormentaban.
Por algún acontecimiento muggle, del cual Ginny no tenía idea, la universidad les había dado una semana de asueto.
Las hermandades comenzaban a planificar grandes fiestas, tanto de día como de noche, compitiendo entre ellas por la popularidad y los títulos de líderes indiscutidos. Sin embargo, ese sábado, primer día de vacaciones, las tres integrantes del dormitorio, mas una cuarta, que exceptuando el hecho que dormía en otro lado siempre estaba allí, no tenían ganas de ir a una reunión planeada por la KGE.
Mientras Faye y Milla competían por la mitad de una bolsa de papas fritas y Ginny escribía en su diario, Liza se limitó a encender la televisión y pasar los canales sin detenerse a ver ninguno con mayor detenimiento.
La pelirroja estaba sumida en sus pensamientos, escribiendo con rapidez. Desde el diario de Tom Riddle, jamás había vuelto a escribir nada, sin embargo, quizás por intentar revivir recuerdos felices y desahogarse, ya que la tristeza poco a poco volvía a invadirla, había comprado uno y se disponía a escribirlo todo, desde su infancia hasta aquel día, poniendo hincapié en describir cada detalle, especialmente sobre sus años en la escuela mágica.
Las primeras semanas se había ocupado de hablar de su familia, de sus primeros recuerdos y anécdotas de cuando era pequeña... las bromas de sus hermanos, los aires de Percy desde que entró a Howarts.. los ratos compartidos con Bill, Charly o Ron. Pero ese día había llegado al momento de su vida del cual realmente quería escribir: sus años en Howarts.
Ya iba por el momento en el cual despertaba en la cámara de los Secretos y encontraba a Harry, el cual había arriesgado su vida para salvarlo, cuando el rumor de voces que se desprendían de la televisión y una imagen fugaz, captaron totalmente su atención, logrando que el diario pasara momentáneamente al olvido. Saltó de la cama con este aun en las manos y se acercó a donde Liza pasaba los canales con expresión de aburrimiento.
- Detente- gritó nerviosamente - vuelve a poner el canal anterior - le pidió mientras se dejaba caer a su lado.
El noticiero había mencionado algo que le había interesado...de hecho, algo que le interesaba muchísimo. Liza la miró interrogante, pero hizo lo que su amiga le pedía.
- hace apenas un año se ha hecho un descubrimiento sorprendente, del cual se mantuvo un secreto absoluto... hasta el día de hoy - estaba diciendo el locutor - en Brighton, ha surgido un enorme castillo donde antes se encontraba un depósito de basura. Su aparición continúa siendo un absoluto misterio. Según una placa encontrada sobre la entrada, el nombre de tal lugar es Howarts.

- QUE?


bien... aca termina el décimo capítulo... espero les haya gustado.. lo hice mas largo que lo usual para compensar el tiempo que estuve sin publicar..

respondo sus rr:

SaraMeliss: porqueeeeeee?

GinnyMalfoy: lamento no haber podido publicar antes..última vez q tardo tanto..y si.. algunos personajes tenían que desaparecer del mapa para todo lo que se viene.. igual la muerte que menos me gustó fue la de Dumbledore...me cae muyy bien..je

Saiko Katsuka: jaja la personalidad agresiva de Ginny es mas o menos la misma que la mía... no tanto.. pero no soy de quedarme callada... los encuentros Draco-Ginny van aumentando a medida que pasan los capítulos.. se que hasta ahora la hisotira fue lenta..pero en mi opinión fue necesario..no se..

Moni Weasley: gracias...si.. ya estoy completamente curada..me alegro que te guste mi fic! nn

Ivita Black: otros saludos tbn de argentina..jej.. d que parte sos? gracias x el rr!

Itzi: jajajaj me encantó tu rr... me hiciste reír mucho... gracias x las opiniones... me alegra que te guste.. es mi primer fic de HP y le tengo cierto cariño.je

Tania Stratman: Wow... me impresiona que las escenas te llegran tanto..me alegra mucho saber que puedo lograr que alguien se emocione con lo que escribo... me tienta mucho lo de las amenazas.. si..algo así voy a poner quizás... aunque mas adelante..recién ahora se empieza a descubrir Howarts...

Ego: jjajaja hola soooooooooffff... hace tiempo quería responderte el rr.. así q peor q yo y jose juntas es mucho.. pero...mmmmmm.no te falta mucho.. creo q nos superas a las dosssss! (ya espero réplicas airadas de tu parte..jaj)..así q "querida y adorada prima"... ? mirale tuuu...jej..nahh..mentira... sos mi prima adorada... y la última cosa.. ya perdiste la cordura.. (me encantó lo de forzando sonrisa)...

Tania: jaja graciasssssss... aca lo tenés..

Anzu: seeeeeeee...lo voy a terminar.. no pienso dejarlo por la mitad..

Tania Stratman: ahí te lo dejé.. espero te guste