Marzo de 1940, Grânari, Rumania

Un joven limpiaba sus runas debajo de un árbol, su caballo descansaba a un lado y su elegante uniforme le daba importancia a un campesino como el, criado bajos las reglas estrictas de su padre, ciertamente su alemán no era bueno, pero había pasado exitoso su examen, su cabello avellanado estaba cubierto por su gorra juego a su uniforme gris,

sus padres estaban muy orgullosos por el, los árboles se mecieron con el viento, se levanto y subió a su corcel blanco, sencillamente hermoso, tomo el estandarte de metal y lo alzo orgulloso, espoleo el caballo con las botas un poco debajo de las rodillas, negras y relucientes.

Traize Khushrenada Dietrich, tenia dos años de no pisar su tierra, cabalgaba sobre las praderas apurando su paso, recorrió los viejos caminos, salto las charcas y se dejo emocionar, llego con la velocidad de un rayo hasta el campamento, se encargo muy bien de su caballo y salto hasta su catre

El joven que dormía a un lado se despertó sobresaltado mirando paranoico su entorno, entonces después de ubicarse soltó un bufido para su compañero no sin antes insultarlo brevemente.

Traize tomo su libro favorito eh intento leer, pero estaba tan contento que no pudo ni con la primera palabra, tomo las cartas de su madre revisando nuevamente cada parte, podía incluso ver figuras formadas casualmente con las letras, los párrafos y los signos, ya después de un rato se aburrió, por lo que llevo su mano al pecho una ves mas, sintió el fino escudo bordado en su uniforme, y las palabras de ese día le vinieron a la mente,

"Yo te juro, Führer y Canciller del Reich, fidelidad y valor. Prometo obediencia hasta la muerte a ti y a los superiores por ti designados. Que Dios me ayude"-

sonrió, aun escuchaba los himnos a sus espaldas, muerto de cansancio se durmió en sus recuerdos, recuerdos de gloria y fama, recuerdos en la vieja Alemania de sus ancestros, sus propios y únicos recuerdos.

Despertó muy temprano cuando su capitán les pateo las camas, se ducho con agua fría en las regaderas instaladas, se vistió con su uniforme limpio, le dio de comer a Epyon y listo para su paseo volvió a la cabalgata por los prados, esta ves tomando su dirección al norte, en compañía del soldado que dormía en la cama de aun lado.

Llevaban ya tiempo platicando, los temas se agotaron y llegaron a la parte que su compañero odiaba, y que por algún motivo Traize se esforzaba en tomar.

"entonces...tienes pesadillas?"- pregunto el joven Traize mirando a su perdido amigo

"si, todo el tiempo..., sabes...hace mucho que no creo en los ideales..., lo pierdes todo en un combate real"- Franz Braum miraba los campos de cultivo allá en la lejanía , tenia cierto toque de melancolía en sus palabras,- "Traize...vine escapando de la guerra...pero se que no tardara en alcanzarnos..."-

"jajaja estas loco, que acaso no crees en el poder del hombre prefecto!"- Traize se rio con ganas y acelero su marcha

su risa aun se oía a la distancia, Franz suspiro, no había nada que cambiara el pensamiento de los nacionalistas, en especial de estos, los recién egresados soldados de elite de alguna comarca perdida en el mapa, lejos de Alemania, los "Volksdeutschen"(1) , sedientos de combates y llenos de inexperiencia, el también espoleo su caballo para darle alcance.

llegaron a una pequeña casita al mas puro estilo rumano, de esa arquitectura antigua tipo edad media , con un pozo a unos metros, el molino rodeado de sembradíos; de ella salieron dos figuras bajas y cansadas, los padres de Traize, Ágatha Dietrich y Gustav Khusrenada

el joven los abrazo sediento de su cariño, y ambos lo recibieron con infinita alegría, la madre con algunas lagrimas perladas sobre su mejillas llenas de arrugas, cuando la euforia del recuentro hubo finalizado entraron a la modesta casa, era suficiente mente cómoda para gente pobre de las montañas

Franz se sentó en una silla y miro el fuego mientras escuchaba a la mujer parlotear de lo joven y guapo que era su hijo, en cambio el padre se había mantenido callado, viéndolo de manera muy fija, atento a sus movimientos, si... el padre lo vigilaba muy de cerca, seguro que no veían mucha gente de fuera.

"y tu?"- pregunto la cortante voz del hombre

"me llamo Franz Braum, vengo de Munich"-

"que relación tienes con Traize"-

"padre..."-

"cállate, deja que responda"-

Traize frunció los labios pero respeto la palabra de su padre, como siempre desde que recordaba, aun que estaba seguro de cual era el tipo de pregunta

"pues...es mi amigo, lo conozco de este unidad, nos juntamos para entrar a Rumania"-

"antes donde estabas!"- pregunto el padre con el seño fruncido, como juzgándole para darle una aceptación

"estaba de servicio, soy veterano de la "blitzkrieg" (2), pero me pude trasladar gracias a un tío en el alto mando"-

"y le das la espalda a la madre patria!"- pregunto horrorizada la mujer

"no señora..., pero usted no imagina el horror de la batalla, y es mejor que Traize no la conozca"- Franz suspiro, siempre era lo mismo, siempre le acusarían de traidor, si no fuera por ese tío suyo...hace mucho que lo hubieran matado

"Bah, tonterías, Alemania tiene todas las de ganar, ya veras..."- dijo el padre con fastidio,-"lo que necesita mi hijo es un verdadero combate, tiene que ser un hombre como su padre, solo espero que no te incomode con su "enfermedad""-

"cual enfermedad?"- pregunto curioso, Traize parecía muy sano..

"padre..."- Traize se sonrojo

"no te lo ah dicho?...bueno es mejor que lo sepas de su padre que de algún vecino"- el hombre miro a su mujer, la cual asintió afirmativamente,-"es medio raro..., le gusta tocarse con otros hombres, le gustan esas cosas de marica"-

"padre...yo.."-

"pense que el ejercito lo iba enderezar, pero al verle llegar acompañado..de otro hombre...pensé que..."-

Franz miro a su amigo sorprendido, pues el ejercito había echo un magnifico trabajo, bueno no era cualquier ejercito claro, eran de la "Waffen Ss", la elite..., las fuerzas especiales, lo mejor de lo mejor, y por un instante fugas se sintió orgulloso de eso, pero se desvaneció por completo por una preocupación enorme

Si Traize no se cuidaba ...estaría en peligro

"señor...seria bueno que no lo comentara con otros chicos de la tropa, es mejor dejarlo aquí entre nosotros.."-

"si, tienes razón, es parte de la vergüenza de la familia, pero mi hijo se ah arreglado, se lo debo al Führer"-

"s s..si..." -dijo dudoso

"ah esos extranjeros..."- dijo la mujer mientras cosía una camisa muy blanca y hermosa

"cuales extranjeros?"- pregunto Traize desesperado de cambiar el tema

"ah es verdad, tu no conoces a los extranjero que compraron las tierras monte arriba"- dijo su padre con mucha molestia

"son un chico, mas o menos de tu edad, y una chica pequeña, sin duda son ricos, ahora tiene la mas grande de las tierras de viñedos del pueblo"-

"tal ves deberíamos darles una visita mañana"- dijo Traize mirando a su compañero

"es verdad..., ah pero ahora será mejor regresar a las barracas"-

"se van!"-

"si señora, nadie tiene permitido venir, nos escapamos, por que teníamos que pasear a los corceles"-

"esta bien entonces, hijo mío te extrañaremos"-

la mujer los cargo de comida y vino caseros en un paquete envuelto, lo guardaron y se despidieron una ves mas de la mujer

De regreso Traize miro el gran castillo que se asomaba por la colina, seguro los ricos habían comprado aquel castillo, y sobre todo se hacían ricos con sus recursos, si ...eso tenían que investigarlo, pero ahora era muy noche para eso.

Rumania tenia un clima frió, por lo que no se sorprendió cuando la neblina amaneció con el sol, un oscuro paisaje que inspirara novelas acerca de místicas y horribles criaturas nocturnas, pero para el, era la paz y tranquilidad que buscaba

Este lugar perdido de la modernidad, un pueblo atrasado, al que apenas llegaban los nuevos ordenes mundiales, con su pequeño y mísero ejercito, su dictador de adorno y su realeza extinta (lo ultimo lo inquietaba un poco, pero hasta ese día no había problema); apoyados por la gran Alemania , aun que ese apoyo se había convertido ante sus azules ojos en un dominio total.

Si, estaba preocupado, pero pensando estar seguro mas lejos de la guerra en Francia y Polonia, había escapado a este nuevo refugio, su nombre y sangre inglesa lo habían llevado hasta las Eslavas tierras Rumanas;

Así es como el Marques Milliardo Peacecraft había comprado los viñedos mas grandes, condicionado un castillo viejo y desabitado y se había mudado con su única familia, su pequeña hermana

Ese día salía al jardín, con sus pantalones bombachos color negro, y la gran camisola blanca, el chaleco le completaba el traje típico, su cabello largo y rubio estaba atado en una coleta, así solo parecía un hombre pobre y normal.

Las ventanas de la mansión se abrieron y por ellas una niña rubia asomo su cabeza, sonriendo a su hermano, entonces una música comenzó a sonar, habían traído sus discos de acetato favoritos y con ellos bailaban todas las noches para olvidar que podían estar en peligro

Por que Relena solo veía la verdad que su hermano no admitía, se habían quedado atrapados en la vieja Rumania, seria imposible cruzar a Inglaterra, no podían mandar ni recibir mensajes, nada, estaban perdidos en mitad de guerra

Pero su hermano seguía jugando a ser el granjero, seguía con su actitud aliviada, y parecía no querer creer que un día, entrarían militares o civiles a su mansión, destruirían todos sus recuerdos y se robarían las joyas familiares

A ella en el mejor de los casos la violarían y dejarían vivir, pero el moriría, además la gente del pueblo los odiaba, a pesar de haber llegado hace poco.

El disco dejo de tocar, y ella regreso al aparato para poner otro disco de Jazz, la ventana le mostraba el camino, completamente alejado de la ciudad

Dos figuras cabalgaban hacia ellos, su uniforme los delataba, eran dos hombres de la "Maria Theresa", la caballería montada formada por alemanes extranjeros,

"MILIIIII, CORRE MILI, VIENE SOLDADOS, VIENEN!"- grito desde la ventana, su hermano que llevaba un carreta volteo al camino, pero en ves de alertarse, sonrió complacido y camino para recibir a las inesperadas visitas

"buenos días..."-

"buenos..."- dijo Franz bajando de su caballo, Traize lo siguió

"en que puede ayudarlos un granjero como yo?"-

"tu cuerpo es demasiado delicado para ser un granjero"-

Miliardo comenzó a sudar frió

"no, se equivoca, no es lo que usted piensa"-

"esta tratando de decir que nos equivocamos!"-

"jajaja no, claro que no"-

"se ríe de mi?"- pregunto Traize con una extraña molestia en su rostro, en su interior se debatían unos sentimientos terriblemente equívocos

"reirce de un rostro tan hermoso, jajaja no lo creo"-

Franz miro a su amigo, lo miro bien, estaba sonriendo al extranjero, mientras este le devolvía la mirada, esto era malo, muy malo

"basta caballero!"- la advertencia iba dirigida a ambos, aun que cada quien la recibió a su modo –"quiero ver sus papeles de inmediato"- se endureció su voz

el hombre de cabello largo y rubio entro corriendo a su casa, en busca de sus famosos papeles, aun que claro, tenían unos falsos

Franz miro a su amigo de nuevo,-"que sucede, acaso ese hombre te coqueteaba?"-

"estas celoso?"-pregunto atrevidamente

"Claro que no, pero...compórtate hombre, pensé que estabas curado"-

"y lo estoy..., estas delirando Franz, el tipo no me coqueteaba, solo intenta salvar su pellejo"-

"si, pero…."- no muy convencido se callo debido a que el rubio regresaba, su pequeña hermana detrás de el

"aquí los tengo herr (4)…"-

"Traize…"-

"Herr Traize"- murmuro su nombre con un encanto muy sensual, Traize los sostuvo unos momentos pero no dejaba de ver fijamente al extranjero, demasiado fijas sus miradas, explorándose mutuamente, Franz cada ves mas molesto arrebato los documentos

los leyó con atención, buscando algún error para poder llevarlos arrestados a ambos, que los investigaran sobre todo en caso de tener algún secreto, por que estaba seguro que tenían uno, si no, de donde sacarían el dinero para tan grande mansión¿tan solo de las cosechas del vino, pero ahora no tenia la demando deseada, el vino francés estaba siendo muy explotado, no tenia sentido…

Franz regreso su mirada a la escena, Traize seguía embelezado por el joven, su acento era demasiado notorio, probablemente ingles, aun que sus papeles dijeran que provenía de otro pueblo de Rumania, un poco mas alejado

"asi que vienen de Sovata…."-

"Si.."- respondió con seguridad aun que solo empeorando la mentira

"No pareces ser Rumano, menos de Sovata..., Ahí los muchachos usan el cabello muy corto…"-

"en serio?...no lo creo….todos lo usan largo…., bueno yo lo uso largo por que….es un …por que me veo bien"- el pobre Miliardo no sabia como inventar una mentira creíble

"Deja al joven, tiene razón en dos cosas, En Sovata usan así el cabello, y se ve muy hermoso así"- dijo Traize

"tu no te metas Traize"-

" Soy Rumano de nacimiento, me dices que no se distinguir las costumbres de los pueblos"-

Franz frunció el seño, Traize estaba comportándose como un idiota, sin lógica, pero era su amigo, después lo reprendería

"no digo eso…., todo en orden joven Carol Ionesco"- regreso los papeles a Miliardo

"que bello nombre tiene usted joven Carol…"-

"Traize, tenemos cosas que hacer!"- Franz tomo a Traize de la chaqueta y lo condujo hasta su caballo, a empujones logro que subiera

"Herr Traize, si usted pudiera…"- Miliardo se quedo callado mirando sus papeles falsos, con su nombre falso, y su inventada vida

"si dígame?"-

"si usted gusta venir a tomar el te, mañana por la tarde"-

"joven Carol, usted me honra, claro que estaré aquí"-

"Que!"- Franz no podía creer esto, que no estaba en su sano juicio!

"hasta pronto entonces…."-

los hermanos entraron por las puertas, y corrieron secretamente a las ventanas para verlos partir, Franz aun confundido, molesto y enojado no podía decir nada, no sabia por donde empezar

"se lo que piensas"- dijo Traize en medio del silencio, mientras cabalgaban por en medio de unos árboles muy frondosos

"Que pienso?"- dijo Franz de manera muy rasposa

"que estoy actuando mal, y estas enojado, pero escucha, se que piensas que ocultan algo, yo también lo creo…"-

"si claro, y tu manera de apoyarme es restarme autoridad…"-

"somos de igual rango"-

"si pero ese joven y la niña no me miraran con respeto"-

"eso es lo que realmente te molesta?. Pues lo siento, pero quiero indagar en su secreto, es por eso que actué así, no pienses que quiero tener algo con ese joven, no me gusta…tan los hombres, ni ese, ni ninguno…"-

"Traize, sabes lo que le hacen a los muchachos como tu en Berlin…"- Traize negó con la cabeza, y Franz continuo con su voz rasposa-" los encarcelan, los ponen a trabajar, los maltratan y los violan, pero sobre todo, los matan…son perseguidos, son tachados, imagina a las familias!"-

"Eso no importa, ahora estoy en una misión para el Reich"-

"Traize, por dios, esta bien…..has lo que quieras, mañana yo no vendré contigo, por que no soporto pensar lo que te depara el futuro con esas acciones, tampoco te denuncio yo mismo, por que te aprecio mas de lo que te imaginas"-

" Franz…., descuida…no sucederá nada malo…"- Traize sonrió a su mejor amigo y continuaron hasta llegar a las barracas, parecía muy seguro de sus palabras, aun que por dentro lo consumiera el miedo.

"Miliardo, estas loco!"-

"tranquila Relena, parece una buena persona"-

"y como invitarlo a tomar el te, es como gritar, hola somos ingleses!"-

"perdoname, lo olvide"-

"esos sujetos no son idiotas, de seguro ya lo saben…"-

"pero no parecen malos!"-

"El león no es como lo pintan Miliardo, ellos no parecen malos….según tu..., pero si lo son, son Alemanes, tu leíste el periódico, recuerdas!"- Relena estaba muy preocupada, la niña tenia una conducta muy seria, como si de una señora se tratase, regañando a su hermano mayor, que a diferencia se comportaba como un niño

"Mañana serviré Café…"- fue una simple divagación que por fin desespero a su hermana, la niña salio dando un tremendo portazo que retumbo en toda la casa-" umm Relena se preocupa mucho, esto de la guerra la pone muy estresada, ya no debería leer esos periódicos, desde mañana se lo prohibiré…"-

se levanto del sillón, y apago el fonógrafo, ya era demasiado tarde para volver al trabajo, hoy se dormiría temprano

Por la mañana Traize tuvo practica, marcharon sin ninguna dirección, corrieron a los caballos para ejercitar sus músculos, y construyeron un puesto de observación a la salida del pueblo, que en su opinión no era necesario

"para que ponemos esto, quien nos va atacar….los Soviéticos, jajajajajajaja"- todos los soldados comenzaron a reír, tenia ya casi un 9 meses del pacto de no agresión con la Unión soviética. Parecía que serian uno de sus grandes aliados….

Ya por la tarde Traize tuvo el día libre, por lo que se dirigió a las duchas, el agua helada refrescaba un poco su cuerpo, quedo bien limpio y se puso el uniforma mas impecable de su armario, peino su cabello y se baño con la colonia, incluso afeito su barba. Y cuando estuvo seguro de verse bien salio de la barraca

Afuera Franz participaba con los demás muchachos en una carrera de obstáculos, había mucho dinero sobre una gorra

"me voy…"- le anuncio discretamente

Franz se quito la chaqueta, y después la camisa.-"que bien…"-

"me pones atención?…"-

"si claro….que te vaya bien"-

Franz corrió con sus compañeros, dejo a Traize con las palabras aun en la boca, seguro aun estaba enfadado y poco convencido

"gracias…."- le murmuro al aire

de camino se sintió solitario, como el día en que conoció a Franz, ambos cabalgaban juntos sin hablar, sin mirarse en el silencio de la marcha, hasta que la broma de su compañero les saco la risa a ambos, se vieron mutuamente y siguieron riendo, ahora ya con el hielo derretido, por que comenzaron a platicarse muchas cosas

llego mas rápido de lo esperado, enlazo a Epyon en un árbol cercano y se acerco a la puerta nervioso, dio un par de golpes en ella, y de inmediato Carol estaba parado sonriéndole

"pase por favor…"-

"como esta usted hoy?"- pregunto cortésmente, mientras Miliardo le pedía con ambas manos su saco y la gorra

"bastante bien, que tal usted Herr Traize?"-

"algo cansado, pero no pensaba perderme su invitación"-

"oh discúlpeme si lo hice venir en mal momento"-

"para nada"-

"tome asiento por favor, debe estar muy cansado, el ejercito es muy duro no?"-

"algunas veces…"- dijo Traize

"se ve usted muy bien de uniforme, además siempre eh pensado que los Alemanes se ven muy elegantes…"-

"aquí entre nosotros, soy mitad Alemán…"-

"en serio?...sabe….yo soy Ingles…"- Ups…le dije la verdad…solo espero no lo tome mal…

"si, me doy cuenta…, ese acento suyo es muy distintivo"-

"desde cuando lo sabe?"-

"desde ayer que le conocí"-

"y por que me cubrió, su compañero lucia enfadado"-

"por que usted tiene algo muy curioso"-

"si seguimos así, me enamorare pronto de usted…"-

"Asi como?..."-

Miliardo se sonrojo como un tomate clonado con una manzana y una sandia.

"joven Carol…"-

"me…me llamo…Miliardo… Peacecraft"-

"vaya…miente demasiado, tal ves lo que dijo sobre nosotros es mentira también"-

"No, es que usted sabe…hay que tomar medidas…son tiempos de guerra"- Miliardo se acerco y le tomo la mano.-"en lo de enamorarme de usted no miento….creo…..creo que ya sucedió"-

Traize apretó la mano de Miliardo, se acercaron lo suficiente para un beso, sus respiraciones chocaron, sus mejillas se sonrojaron

Y Relena entro en ese momento por la puerta del pasillo

"Miliardo!"- dijo muy sorprendida

"oh dios Relena…"-

Y comenzó una interminable disputa entre los hermanos, Traize dejo de comprender cuando comenzaron a hablar en Ingles, pero la niña parecía muy enfadada, casi loca de ira

"Fräulein (4) Relena…"- dijo el para llamar la atención de la chica.-"que le tiene tan molesta?"-

"Usted por supuesto!"-

"pero que eh echo para ganarme su enojo?"-

"Usted no entiende….son cosas de Miliardo!"-

"Relena, siempre has sabido que soy homosexual…no hagas escándalo por eso"- Miliardo estaba avergonzado

"pones en peligro nuestras vidas!"-

"vete de aquí pequeña exagerada, ve a dormir o has algo!"-

"degenerado!"- fue lo ultimo que grito Relena

"lo siento muchísimo Herr Traize…"- una duda se albergo en su pensamiento, dejándole sentimientos desagradables como el miedo a ser rechazado, como cuando vivía en Inglaterra y sus vecinos hablaban de el.-"tal ves lo incomodo con esto…yo solito me hice la idea de que usted me correspondía pero…"-

"no tengo idea de lo que habla…"-

"me refiero a que….si usted tiene gusto por los varones…"-

"algunas veces….pero usted es demasiado lindo para resistirme a su encanto"-

"Oh ….gracias Herr Traize"-

"Hermoso joven Miliardo….puede que yo no tenga la suficiente experiencia, se nota que viene de la ciudad, yo solo soy un granjero, pero aun así…..me gustaría que fuera mi amante…"- Traize se sonrojo pero se mantuvo fijo, expectante de la respuesta, con su porte elegante

"Oh dios Herr Traize, por un momento pensé que no lo pediría!"-

Miliardo se levanto de su silla y abrazo el fornido cuerpo del militar, fue cogido en esos tiernos brazos que acariciaron sus caderas.

A veces cuando deseas algo, no hay manera de detenerlo, no importa cuales sean las creencias, o cuantas veces te mientas y trates de negar que sientes, cuantas cubiertas inventes a tu alrededor, al final el negarlo carecerá de sentido, será otra mentira que se lleve el aire.

La camisa parda de Traize se deslizo hasta el piso, las insignias y adornos cayeron de igual manera, mientras Miliardo sujetaba las grandes y lustradas botas militares, forcejeando con ellas por no querer salir de los pies de su dueño, y cuando lo hubo logrado el pantalón voló lejos de la cama.

De un momento a otro habían llegado a la habitación con una intención poco inocente, sus manos se acariciaban, sus piernas se entrelazaron, sus sentidos exaltados, con el corazón dando la cara por ellos, hay momentos en los que es mejor desconectar el cerebro y dejarse llevar, ellos no eran los perfectos amantes pero lo intentaban con cada beso.

Tan romántico y dulce como un soneto, paseándose rítmicamente por su cuerpo, a veces tiene arrebatos de pasión, con notas graves igual que los gemidos de sus gargantas, envueltos en su propia música, bailando interminablemente

Y de una estocada su miembro corrompe su entrada, un lugar calido jamás explorado, y reclama su nombre entrando varias veces, sus voces se funden en un "te amo", Traize en una cabalgata nocturna recorre las piernas de otro hombre, cada roce los une. Y todo tiene sentido, las respuestas llegan antes del orgasmo.

La noche se ilumina, sus corazones florecen, ambos terminan, caen uno encima del otro, muy juntos se cubren con una manta. La neblina comienza a cubrir la madrugada, y el tiempo tiene rato que dejo de correr. Se quedan dormidos.

Esa misma noche mientras ellos se amaban, del otro lado del continente, una feroz batalla comenzaba, desde el cielo llegaban los invasores Alemanes, tomando posición entre los molinos holandeses. Mientras que los bombardeos destruían la ciudad, y el puerto de la haya era destruido, una noche agitada en violencia, y cuando la mañana despertó a los holandeses estos ya estaban bajo el poderío Alemán, la maquina de guerra continuaba con su expansión.

En la mañana del 10 de mayo de 1940 el periódico dominical anunciaba la muerte, con letras grandes y llamativas, "Holanda Cae!...

Traize regresa igual de silencioso que el día de ayer, pero ahora no se siente solo, de echo se siente lleno de vida, feliz como hacia mucho no estaba, en el cuartel los muchachos lo embroman, ríen tratando de adivinar el aspecto de la "chica" con la que durmió, Franz no puede evitar molestarse.

Es increíble como pasa el tiempo cuando uno la esta pasando bien, parecía que apenas ayer Traize conocía a Miliardo, y que tenían unas horas de hacer el amor sobre una ciénaga primaveral, oh que corrían como dos niños aventando bolas de nieve, parecía poco tiempo en si, pero el mundo seguía, el tiempo corría, los meses se terminaron y paso un año…

El mejor año de sus vidas, celebraron en privado, bebieron del vino cosechado por ambos, bailaron jazz como cuando Miliardo vivía en Inglaterra eh iba a clubs secretos para homosexuales, hicieron el amor muchas veces, se disfrutaron al máximo….

La puerta es tocada con desesperación, Traize asoma el rostro por una ventana, afuera se encuentra Franz, con el rostro lívido. Baja corriendo las escaleras que pronto aprendió de memoria, cada escalón era un recuerdo, abre la puerta

"Que sucede, estas bien?"-

"tenemos que irnos, deprisa!"- ordeno nervioso

"por que?"-

"hoy pasaran revista en el cuartel, además están llegando reservas y tropas, algunos panzers, sabes lo que significa?"-

"no…, no entiendo"-

"nos enviaran al frente, estoy seguro"-

"que?...a donde?..."-

"no lo se!"-

"debes estar paranoico, aun que si tenemos que estar listos entonces vamos, supongo no hay tiempo"-

Traize arreglo su uniforme y tomo su gorra del perchero, ambos salieron deprisa a montar a sus respectivos caballos

"Traize, a donde vas?"- grito Miliardo desde la ventana

"Tengo algo urgente, nos vemos después"- levanto la mano en despedida y las dos figuras salieron al galope

el pueblo era un caos total, carros militares, motos, tanques, caballos, y muchos hombres armados, bajaban cajas repletas de suministros, y todos se movían como una colonia de hormigas preparándose para la siguiente campaña

llegaron justo a tiempo para la revisión, sus superiores inspeccionaron todo, y les hicieron examen medico a los caballos, mientras ellos eran entrevistados uno por uno

"nombre?"- pregunto el hombre sentado en un escritorio improvisado al aire libre

" Traize Khushrenada Dietrich"-

"de que compañía?"-

" XXII Freiwilligen-Kavallerie Division der SS "Maria Theresa"(5)."-

"que tal sus vacaciones joven?"- pregunto el hombre escribiendo en la maquina

"señor?...no comprendo"- Traize tenia el rostro descompuesto, el sudor corría de su cien

"si, usted sabe, como su compañía no ah visto combate, imagino que hicieron de las suyas en este pueblo, debo decir que a los del alto mando casi olvidan que los dejaron aquí"-

"ah…si …señor…"- Traize no imaginaba la finalidad de estas preguntas, pero suspiro al darse cuenta que no tenían nada que ver con Miliardo

"como esta físicamente?"-

"sano"-

"y su cartilla no tiene ningún sello, hijo…"-

"si pero…no me atrevo a pedir mi cambio señor"-

"no se preocupe, mas que de ganar la cruz de hierro, sea un héroe nacional"-

El hombre estampo un sello sobre su cartilla, era la firma que acreditaba

"iras al frente.."- fue lo ultimo que dijo el hombre, antes que otros dos soldados quitaran al pobre y impactado Traize de la silla

unas horas mas tarde, los amigos se sentaron sobre sus camas, ambos en silencio.

"entonces?..."- pregunto preocupado Franz

"pues iré"-

"Traize, puedo escribirle una carta a mi tío, puede que tarde un poco de tiempo el sacarnos de las listas, pero estoy seguro que podrá"-

"no, esta bien…iré al frente…"-

"pero, no sabes lo que dices"-

"ya tome una decisión"-

"esta bien…., yo iré contigo"- Franz se levanto de su cama y se sentó justo aun lado de Traize

"tu puedes salvarte!"-

"pero no quiero dejar solo a mi amigo"-

"Franz….yo…gracias por ser mi amigo, pero no hay que ser pesimistas, puede que nos salvemos ambos, yo se que eres muy escurridizo, saldremos de esta"- le dio un golpe amistoso en el hombro

tuvieron una semana muy dura, los entrenaron en todo tipo de cosas, no tuvieron ni un descanso en la semana, ni siquiera los dejaron salir de las barracas, hasta el siguiente sábado, Traize pudo tramitar un permiso, cosa que jamás había necesitado antes, tardo mucho en estar listo, y Franz había dicho algunas mentiras para cubrirle

pero todo valió la pena cuando beso los tiernos labios de Miliardo, tenerlo sobre su piernas le hizo olvidar la realidad, platicar con el lo relajo, verlo por unas horas

"Milie…"- murmuro Traize desesperado por que su rubio de cabello largo se detuviera, dejara de robarle besos, dejara de tentarlo, si comenzaban el no podría irse hasta terminar, y simplemente tenia que regresar al cuartel a tiempo

"por que no…"-

"tengo que ir a dormir al cuartel"-

"por que, por que están tan estrictos, tiene que ver con las tropas que llegaron, sucede algo?"- Miliardo se sentó en la cama asustado

"la verdad si….partiremos en campaña, sonaran idiotas las ordenes, pero hay que ir al frente soviético"-

"pero que hay del pacto firmado, se supone que Alemania y la Unión soviética son aliados"-

"ah…yo que se…ordenes son ordenes"- respondió resignado

"cuando te vas!"-

"en un par de semanas, puede que no te vea en todo ese tiempo"-

"no te vayas!"-

"me matarían si me quedo, seria traición"-

"promete que volverás!"-

"volvere, lo juro"-

se dieron un beso largo y tierno, después siguieron platicando, dos horas mas tarde, los 3 habitantes de la casa cenaban tranquilamente

"Herr Traize, admito que me acostumbre a su presencia, y puede que hasta le extrañe"- dijo Relena con cierto toque cómico

"vaya pensé que jamás me aceptaría como pretendiente de su hermano"-

"no me había dado el tiempo para conocerlo, Miliardo tenia razón, usted no es malo"-

"pero tengo mi sentido del deber, por eso iré a pelear"- Traize tenia un brillo en sus ojos

"puede ir, pero aquí tendrá un hogar donde regresar"-

"muchas gracias Fräulein Relena"- Traize sonrió a la chica

y cuando termino miro el reloj sobre la pared, ya era hora de volver, no quería que le dieran un castigo administrativo o algo peor

"tal ves no pueda venir en los siguientes días…."-

"no importa, cuando partas estaré en el pueblo para despedirte, como a los otros muchachos"-

" solo ten cuidado, mis padres podrían estar ahí también"-

"ire con Relena"-

"quiero que te cuides y que no te preocupes por mi, te escribiré a nombre de tu hermana, así no sospecharan"-

"sera difícil no preocuparme, pero escuchare la radio y esperare tus cartas"-

se abrazaron, y Traize murmuro en el cuello de su hombre, -"te amo", salio de la casa y se alejo sin mirar atrás. Sentía en el profundo de su pecho que dejaba lo mejor de su vida en esa casa, en ese pueblo……y el tenia que volver!

Al día siguiente volvió a estar lleno de obligaciones, y como esperaba no pudo irlo a ver, la semana después de esa sucedió lo mismo, solo que el 22 de junio de 1941, Alemania le declaro oficialmente la guerra a la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas

Y la marcha en campaña fue prevista para el 23 de ese mes, Traize marchaba hacia la salida del pueblo, Franz a su lado, ambos cargando sus mochilas y los rifles. Los corceles siguiendo sus pasos, la gente del pueblo victoreaba a sus hijos, a los muchachos que partían por una Europa unificada, no tenia mucho sentido sacrificar a sus hijos por un ideal impuesto, pero aun que se negaran no había opción alguna

Miliardo corría buscando entre las filas a su querido amante, lo encontró y por mas que grito su nombre, el ruido de la gente se trago su sonido, como todos mantenía la esperanza de verle marchar de regreso

Los dos jóvenes atravesaron Ucrania en una marcha sin descanso, a veces cabalgaban entre las filas de hombres, que eran tan largas y ruidosas, las noches fueron solitarias y frías, a veces dormían sobre el césped de una gran campo, apenas con una manta para cubrirse, y si tenían suerte, había camas suficientes en barracas encontradas por el camino, conocieron un montón de gente y se sorprendieron de no ser los únicos que pensaban, estar marchando a la muerte

Mi querida Relena:

El día de mi partida no te vi, me hubiera gustado ver tus bellos ojos por ultima ves, antes de irme en esta marcha, nadie parece estar enterado de nuestro pequeño secreto, estoy seguro que ni mi padre lo imagina; tiene apenas unas semanas que salimos pero ya extraño tu cuerpo, y no hay nada mejor para mi, que recordar nuestras noches en la cama,

Hasta ahora todo esta bien, solo estoy cansado de caminar, espero que cuando regrese estés igual de lindo que cuando te deje en el pórtico de tu casa

Att. Traize

Se enteraron de noticias nuevas y viejas, sobre las leyendas de combate, y otros cuentos de victorias, y al final por fin encontraron la batalla cerca de las fronteras rusas

Los disparos atravesando los campos, y los cuerpos detenían su camino, una bala le arranco la vida a su amigo Bernd, apenas dos días de conocerlo, y al día siguiente ganaban el terreno, se sorprendieron de poder avanzar rápido y sin seguridad por los pueblos rusos

Era una verdadera sorpresa el haber llegado tan lejos y con nada mas que rasguños, claro eso pensaban hasta que el invierno ruso los sorprendió, hacia tanto frió que sus huesos dolían, las entrañas se apretaban y mordían sus labios, se convirtieron en blancos fáciles con sus uniformes grises resaltando en la blanca nieve

"Franz…..tengo tanto frió, que si orino saldrán hielos!"- murmuro Traize

Franz se quito la bufanda para hablar, la nieve callo de sus hombros cuando tomo aire para sacar las palabras, pero al final no pudo decir nada

De repente Epyon callo sobre la nieve, el animal estaba totalmente congelado, Traize callo al suelo con el cuerpo del animal, los demás soldados se quedaron parados, ninguno quiso detenerse ayudar, podrían peder la energía de sus cuerpos, se debilitarían y morirían de frió

Pero a Franz no le importaba eso, por lo que bajo de su caballo de un salto y trato de quitar el cuerpo para liberar a Traize, este se lo agradeció con la mirada, sus uniformes estaban húmedos y cuando llego la noche, ambos tenían fiebre, una fiebre tan terrible que el medico los daba por muertos, como a otros 7 soldados, algunos no pasaron la noche,

Encendieron una fogata para asar salchichas, pero cuando las sacaban del fuego estas se volvían a enfriar en unos segundos. No sentían los dedos, y sufrían shoks cuando mataban a sus compañeros y la sangre corría derritiendo la nieve

A veces mentían las manos en esos charcos rojos para calentarse con la sangre tibia de un muerto. Traize intentaba escribir con un lápiz muy pequeño sobre un papel húmedo

Querida Relena.

Estoy pasando los días mas terribles de mi existencia, el frió mata mas hombres que el mismo enemigo, pero aun así no, nos rendimos, estamos muy cerca de una ciudad importante, no puedo decir cual; Franz aun esta conmigo, el pobre no ah dicho nada desde hace días, parece que perdió el habla de la impresión, yo estoy bien hasta el momento, con nada mas grave que un resfriado, la peor de mis penas es no tenerte en mis brazos, la Biblia dice que nuestro amor se condena con el infierno, vaya que ganas me dan de estar ahí!

Att. Traize...

Cuando termino la mando con el mensajero, este partía esa tarde de regreso a Rumania, en conjunto de miles de muertos y heridos, los suministros se terminaban y necesitaban un buen cargamento para el asedio de Stalingrado

Podían ver desde su posición, los edificios de la ciudad, algunos destruidos por un bombardeo de la Luftwaffe (6) pero aun de pie y en llamas, esperando a sus invasores, un suspiro se formo como vaho, aun lejos, pero sabia que para medio día estarían ahí, tratando de entrar a la fuerza, y así fue

Justo cuando caminaban por la entrada del la ciudad, una lluvia de balas los recibió, ambos jóvenes corrieron a refugiarse a la sombra de un tanque Panzer MkIII cubierto de la gran y orgullosa bandera nazi, con su color rojo y su esvástica, que serpenteaba por las ruinas, los rifles y ametralladoras dispararon sus respuestas, apuntando a las ventanas aparentemente abandonadas, el grito de algún herido se escucho sobre los disparos, algunas ordenes en ruso, un compañero suyo arrojo una granada por la ventana de un negocio, todo era una maldita confusión, y la nieve no los dejaba alejarse a un sitio seguro

En una batalla es difícil pensar en otra cosa que no sea la muerte, pero Traize pensaba en Miliardo en cada segundo, imaginaba que diría si le viera correr como una rata entre escombros, sin bañarse en muchos días, con el cabello y la barba larga, el uniforme de verano tan delgado y siempre húmedo, aquellas botas que le lastimaban los pies, seguro sentiría asco de mirarlo

Hacia mucho tiempo que no recordaba que día era, o cual era la noche, simplemente peleaba con la ferocidad que su cuerpo le permitía, la nieve a veces tan dura que le costaba correr y el frió era de 60° bajo cero

El desastre es sus líneas comenzaba a hacerles perder batallas, y de un día para otro estaban atrapados en la ciudad, los tanques rusos T34 avanzaban lentamente por la espesa nieve, rugiendo sus cañones y las ametralladoras, aplastando los cuerpos inertes de sus compañeros.

Bajas incontables alemanas, ya no tenían municiones, ya no había suministros, comían la carne de los caballos muertos, y masticaban nieve cuando tenían sed

"Franz…no te duermas"- murmuro Traize viendo a su convaleciente compañero

"creo que voy a morir…"- respondió con su voz atormentada

"no digas tonterías, tal ves deberíamos escapar de aquí!"-

"no hay manera"- da un estornudo.-"seria traición, recuerda que no esta permitido el retroceder"-

"no me importan esas ordenes, escuche anoche decir a Anton que piensa escapar del cerco"-

"los rusos nos matarían…., son muchos"-

"pero si escapamos mas, seria mas fácil, algunos morirán en el intento pero diario muere alguien"-

"podriamos ser nosotros"-

"el que no arriesga, no gana"-

"esta bien si somos varios"- Franz volvió a estornudar

"trataremos de convencer a mas muchachos"- una sonrisa asomo su rostro, como hace varios meses no aparecía

Esa noche un grupo de alrededor de 30 soldados habían decidido abandonar sus posiciones, no importando las ordenes de mantener el terreno, sabían que si ser quedaban los matarían, pero de igual manera podrían morir al escapar, las probabilidades eran bajas, pero en su desesperación intentarían lo que fuera

A las 3 de la madrugada comenzó su pequeña operación, el primer hombre en salir del edificio que usaban de cuartel murió atravesado por el arma de un franco tirador, dos jóvenes se acercaron para buscarlo, apuntando cuidadosamente a las ventanas, escucharon el fuego intenso que se desato al matar a aquel hombre

Se dio la clara señal de correr, el caballo de Franz, había resistido mas tiempo de lo esperado, era un corcel fuerte y orgulloso que a pesar de las condiciones seguía en pie de lucha, esa noche cargo los pesados cuerpos de dos amigos, y corrió como alma que se la lleva el diablo por entre la noche, saltando de momento los montículos de nieve

Detrás de ellos corrían mas soldados, unos cabalgaban aun, y escucharon la muerte del soldado que intento escapar en una moto, la gasolina del aparato se había congelado y no pudo escapar a tiempo,

Todos esos hombres llegaron con suerte, habían escapado de dos ejércitos, por que los Alemanes ahora los castigarían por la traición, eligieron una ruta diferente, con un camino mas difícil pero mas seguro

No se detuvieron ni por que estaban cansados, tenían que estar escondidos, algunos fueron recibidos en casas, algunos tomaron otras rutas para llegar a sus pueblos

Como Traize y Franz, que habían tomado el largo camino a Rumania, justo cuando pasaban por un pueblo de ucrania, se habían lanzado al rió, ahí desaprecio toda la ropa, los uniformes flotaron rió abajo, mientras ellos desnudos corrían entre la ropa recién lavada de una mujer gorda, robaron pantalones y camisas, en un mercado robaron pan y manzanas

Eran libres, estaban mas repuestos del combate, ya no tenían miedo, y en pocos días llegaron directo a la casa de Miliardo, se escondieron en los viñedos hasta que oscureció y tocaron la puerta a media noche

"quien es?"- pregunto la voz insegura de Miliardo

"soy yo"- respondió Traize saliendo de su escondite

"Traize, oh dios mío, pensé que estabas muerto!"- se abrazaron como locos, se robaron un par de besos, y ambos lloraron de alegría, por fin juntos después de 3 años de no verse

"perdona que dejara de escribirte, pero era difícil en el frente, en especial por que estuvimos rodeados mucho tiempo por rusos, no podíamos salir!"-

"entonces como llegaron, y sus uniformes, Franz estas bien?"-

-"los aventamos al río, es peligroso que nos vean con ellos"- respondió el otro

"vamos entren, ya me contaran todo después de que cenen, y se bañen"-

"tal ves primero quiero dormir!"- respondió Franz divertido y muy feliz de estar por fin en un lugar "seguro"

se podría decir que nadie esperaba, o imaginaba que hubiera dos ex soldados escondidos en la casa de un extranjero, y que uno de ellos era el amante, aun así cuando la ocupación de Alemania se vio interrumpida por el avance soviético sus vidas estuvieron de nuevo en peligro

los rusos habían comenzado a ganar la guerra en sus frentes, por lo que llegaron a Rumania y con intención de usarla de igual manera de base de operaciones, los soviéticos se creían libertadores de la misma manera en la que se creyeron los Alemanes, solo que los rusos eran mas violentos y desorganizados en su avance

una mañana un grupo de soldados llegaron hasta la mansión, esperaban robarle al dueño buenos vinos, algunas joyas y si había mujeres, satisfacer sus necesidades

"que quieren?"- pregunto Miliardo, había aprendido a ser una persona segura, ya le había mentido a un ejercito, podría con este

"venimos a requisarle sus vienes"-

"usted esta mal, con quien creen que tratan?"-

ambos rusos se quedaron mirando

"Soy el Marques Miliardo Peacecraft, de las comarcas Inglesas, si quieren requisar mis vienes tendrán problemas con la realeza"-

los soldados no entendieron bien eso, pero se marcharon impresionados, volvieron días mas tarde acompañados de uno de sus generales, Miliardo volvió a explicar quien era, esta ves el general entendió perfectamente

Rusia era aliado de Inglaterra, por lo tanto debían respetar al muchacho, el mismo expedía una orden que alejaba cualquier tropa de la casa, por eso mismo jamás encontraron a los dos fugitivos escondidos en el sótano

Para la caída del III Reich, y la dominación soviética de ese lado del mapa, en el año de 1945, se habían abierto de nuevo las rutas, por lo que en pocos meses Miliardo volvía con su amada familia, incluyendo a dos refugiados Alemanes, que escaparon de los juicios militares, además del bloque socialista

Años mas tarde comenzaría la guerra fría, por lo que agradecieron al ingles el sacarlos del país. En cuando a Traize y Miliardo, mantuvieron una relación amorosa y un poco mas libre en Londres, y aun que el primero jamás volvería a Rumania, hasta la muerte de sus padres. Jamás se lamento de su decisión; murió a los 89 años, rodeado de nietos y bis nietos, una familia muy numerosa y unida, en compañía de su amante Miliardo, que murió un año después de la tristeza que sentía de perder a su amor.

Franz Braum si regreso a Alemania en 1950, muchos años estuvo decepcionado, el muro de Berlín lo tenia muy deprimido, hasta que conoció a la chica que seria su esposa, tuvo 5 hijos de los cuales uno se enlisto en el ejercito a pesar de las negaciones de su padre, el murió a los 53 años, cuando callo de una escalera, rompiéndose el cuello.

Relena P. vivió a lado de su hermano, hasta que se independizo, se caso muy joven y acepto tener a los hijos de Traize, los cuales criaron su hermano y cuñado como propios, fue una muchacha viva y alegre, Murió de vejes a los 91 años de edad, contó una historia de amor en guerra hasta los últimos años de su vida.

/Fin/

Comentarios de la Autora:

Aviso que hay un error muy grande en este fic, y que aposté con una amiga a ver si lo encontraba alguna lectora inteligente, si no lo encuentran mejor para mi XDDDDD, si lo hace algun de ustedes, pues me avisan y yo personalmente les doy su premio

Un fic personalizado escrito por mi….de lo que quieran, de la pareja que quieran, y que termine como quieran.

Si nadie lo encuentra, pues gana ella….jajajajaja

Espero con muchas ganas los Reviews, después de todo este capitulo tiene un final feliz, y yo quiero reviews por eso!

Att. Lady Une Barton

(1) Alemanes que Vivian por varias generaciones fuera de Alemania, pero que aun se consideraban ciudadanos del Reich.

(2)Así se le dice a la guerra Relámpago en Polonia

(3)Herr, es Señor

(4)Lo mismo pero Señorita

(5)División de Caballería de los SS "Maria Theresa".

(6)Fuerzas aéreas Alemanas