JUGANDO A ENTRENAR

Bueeeno...ahí va al fin el tercer capítulo del Jugando a Entrenar. Al fin. Antes de que me amenazéis : tengo exc...de acuerdo, me habéis pillado, no tengo excusa excepto que éstas últimas semanas mi imaginación estaba en alguna isla del Caribe tomándose un refresco y sin intención de volver.

Pues aquí os dejo un capítulo un poco más largo que el anterior ( para compensar ) y espero que disfrutéis de los personajes nuevos que, aunque salen en el final, creo que son monos. nn.

"Vamos...dame la mano, mi niña..". Un chico de piel morena, rubio, de ojos castaños, sonriendo, le tendió la mano a la chica.

Ella, con los ojos llenos de lágrimas de felicidad, le alargó la suya. El corazón le palpitaba muy fuerte, y le parecía que iba a desmayarse.

El cielo estaba azul, y el sol brillaba con fuerza, pero no hacía calor.

Ni frío.

Todo era perfecto. La brisa soplaba suavemente y hacía que el pelo del chico ondeara siguiendo un ritmo continuo, y que la hierba del campo donde se encontraban se moviera lentamente.

Yuri abrazó a su novio con fuerza, las lágrimas recorriéndole las mejillas.

Él también lloraba.

Tenía que marcharse. Ella se iba, y dejarían de estar juntos, de verse cada día, de hacer planes para ir al instituto al que iban a entrar juntos.

...juntos.

" Para siempre, Yuri...me lo prometiste..." susurró él cerrando los ojos con fuerza y apretándola más junto a él. La chica solo sollozó, consciente de que no iba a encontrar motivos para consolar a la persona que más quería en el mundo. Él le colocó un anillo en el dedo con delicadeza y la besó.

De repente la brisa dejó de soplar.

El cielo se oscureció y el sol dejó paso a nubes negras que no presagiaban nada bueno.

El chico agarró el brazo de Yuri, asustado.

Ella quiso protegerle, pero no tuvo tiempo.

La hierba creció de repente dando lugar a unas enredaderas que la cogieron de los brazos y la apartaron de él. Él lloraba. Ella gritaba su nombre.

Se estaban alejando.

Cada vez le veía más lejos.

" ¡¡¡YURI!¡¡¡ VUELVE!" Ella oía la voz del chico con perfecta claredad. Le pidió ayuda. Él estaba arodillado en el suelo, impotente.

Y de pronto, dejó de verle.

Dejó de oírle.

En algun lugar rodeado de prados, una chica se despertó lanzando un grito sofocado.

Yuri Takasegawa respiró agitadamente, sudada, y miró a su alrededor sin saber demasiado bien donde se encontraba.

De repente, la puerta se abrió de golpe para dejar paso a una niña muy parecida a ella, pero claramente más pequeña. La niña saltó a la cama de su hermana mayor, visiblemente preocupada, y murmuró :

" Yuri! Que ocurre? Porque has gritado? "

La mayor, ya más calmada, dijo apresuradamente :

" No ha sido nada, Rei. Una pesadilla. " Ante la mirada inquisitiva de Rei, añadió : " de verdad. "

La pequeña asintió con la cabeza, comprendiendo, y dijo en voz baja :

" Has vuelto a soñar...con él?..."

Yuri afirmó con un gesto, y pasó la mano por encima del anillo que llevaba en el dedo. El anillo que hacía semanas que no se quitaba...porque se lo había dado su...

BUM

Interrumpiendo las cavilaciones de la chica, Yûsuke Urameshi entró en la habitación con un pijama de ositos y medio atontado.

" Donde está! " dijo entrecerrando los ojos y mirando a su alrededor.

" Donde está quién, Yûsuke? " preguntó Rei mirándole divertida.

" Quién va a ser! Pues To...oh..." – Yûsuke miró a su alrededor y de pronto abrió los ojos. " Eh, que hago en ésta habitación! "

" Esto tendrías que preguntártelo a ti mismo, no crees? " dijo Yuri irónicamente y levantándose de la cama. La chica nunca había sido partidaria de la ropa complicada, así que iba vestida con una camisa gris de tirantes y unos pantalones cortos que le iban grandes. El pelo, como siempre desde que había llegado en la casa, estaba sujetado por una goma de color morado.

Al contrario de ella, su hermana odiaba ir sencilla. Rei iba metida dentro de un pijamito rosa chillón súper ajustado en el que se podía leer la frase " Soy chica, y qué? " rodeada de brillos y purpurinas, al principio agradables pero que luego cansaban la vista. De todas formas eso no era un problema porque cada día lleveba uno diferente.

Urameshi no se complicaba la vida y su pijama de ositos dormidos le sentaba de maravilla.

La puerta volvió a abrirse dejando entrar a Kazuma Kuwabara y a Hiei, que no habían reparado el uno con el otro y intentaron entrar en la misma vez ; provocando una dolorosa chocada y la consecuente discusión.

" Si vais a romper algo como de costumbre, procurad que no sea nada de mi habitación, por favor. " dijo Yuri, de muy mal humor, pasando entre los dos y saliendo al pasillo.

Ya estaba harta.

Desde que se había tenido que alejar de su hogar y encerrarse en aquella horrible casa en quién sabe que país no había logrado tener ni un solo segundo de intimidad.

Ni siquiera podía tener una pesadilla sin que cuatro personas entraran a su habitación.

Horrible.

Dio una patada en la pared mientras andaba por los claros pasillos de la casa. Por todo el piso resonaban las voces de Kuwabara y Hiei, cada vez más elevadas. De repente, alguien le agarró de la camisa y tiró de ella.

Yuri se giró rápidamente y se encontró con el pequeño Ryo. El niño, medio muerto de sueño, murmuró con voz somnolienta :

" ..que son esos gritos..? que pasa..? "

La chica se agachó a su lado sonriendole y le contestó :

" No pasa nada, tranquilo. Ésos dos que vuelven a pelearse. Que te parece si bajamos a desayunar? "

Ryo asintió con la cabeza y bajaron al comedor cojidos de la mano.

Yuri se sentía bien con los niños pequeños. No sabía porqué, pero con ellos le era más fácil mostrar sus verdaderos sentimientos. No podías esconderles nada y quizá eso hiciera que fuera más abierta con ellos.

" Ahora vuelvo, voy a la cocina! " dijo Ryô una vez allí, soltándose de la mano de la muchacha.

Yuri miró como el pequeño de la casa se alejaba entre saltitos y cantando una canción muy flojito, y se sentó en la mesa, cansada.

Allí topó con la mirada de un chico pelirrojo, con el pelo largo, de ojos verdes penetrantes y con la sonrisa que no había cambiado desde el primer momento que la vio. Frustrada, Yuri suspiró y murmuró un hola desganado.

" Buenos días...qué tal todo? " dijo Kurama intentando entablar conversación.

" Perfecto " respondió Yuri con una gran dosis de ironía. " Absolutamente perfecto " .

Kurama, mientras se echaba azúcar en el vaso de leche que tenía delante, simuló no haber captado el sarcasmo.

" He oído gritos arriba hace un rato...ha pasado algo? "

Yuri rugió, ya exasperada, y dijo de muy mal humor :

" Depende de lo que hayas oído. Si has escuchado parte de la disputa entre aquellos dos imbéciles, que probablemente se hayan matado ( ojalá! ), entonces podemos decir que si, ha pasado algo, pero si estás refiriéndote al grito que he pegado porque he tenido una pesadilla y por el cual mi habitación se ha llenado de gente, entonces NO HA PASADO NADA, solo que al final, cuando me harte de estar en ésta maldita casa, con éstos malditos idiotas y con absolutamente nada de intimidad, que ni se puede tener una simple pesadilla sin que vengan a molestarme, ENTONCES PASARÁ, ESTO DE LO ASEGURO! " Yuri dio un puñetazo en la mesa y se levantó, muy enfadada, dirigiéndose a la puerta.

Kurama, que se había quedado con la boca un poco abierta pero con la misma expresión relajada, la siguió rápidamente y antes de que pudiera marcharse la cogió por el brazo y, con esfuerzo porque ella se debatía entre sus brazos, le dijo :

" Yuri, por favor! Esto no tiene sentido! Quizá sea cierto que no tengas intimidad, pero ninguno de nosotros la tenemos, y no nos comportamos así! Creís que habías superado ésa fase, éstos últimos días estabas más tranquila...pero que demonios te ha pasado! "

Yuri le miró unos segundos, y se sintió un poco culpable.

Era cierto que desde que habían empezado los entrenamientos, Kurama había sido el que más se había preocupado para que no estuviera triste o de mal humor...no había hecho nada que pudiera molestarla, y aún así, cuando se enfadaba, era siempre el chico quién pagaba el pato.

Aunque quizás...quizás era esa sonrisa amable que siempre llevaba en la cara...siempre riendo, siempre haciéndolo todo por los demás...

Yuri murmuró un apenas inteligible "lo siento", dio un fuerte tirón del brazo de Kurama, a quien le pilló por sorpresa y no logró sujetarla, y se fue corriendo sin girarse.

El zorro miró como se alejaba con una expresión de preocupación en el rostro, pero no tuvo tiempo de lamentarse porque enseguida los demás bajaron entre ruido, al mismo tiempo que Ryô volvía de la cocina con el bote de cacao en polvo, un vaso de leche que parecía que fuera a caérsele y pan con mantequilla.

" Que ha sido ése portazo? " dijo Rei mirando fijamente a Kurama.

" Tu hermana...parece que no está de humor..." murmuró él. Rei asintió con la cabeza, apenada, y contestó :

"Me parece que te va a ser difícil entrenarla hoy. "

Pero Yûsuke, que ya se había despertado del todo, dijo muy animado :

" Eso tiene solución! He recibido un mensaje de Koenma ; hoy no vamos a entrenar. Chicos, tenemos visita! "

Los demás escucharon la noticia sorprendidos.

" Visita? Quién? " preguntó Naoya, que había bajado detrás de Hiei y Kuwabara ( que, por cierto, se miraban asesinamente ) .

" SORPRESAAA! " la voz de Botan resonó por el comedor. La puerta estaba abierta, y algunas personas estaban entrando en la estancia.

Mientras los chicos ( menos Yûsuke, que sonreía satisfecho ) y Rei miraban a los que acababan de llegar atónitos, ellos lucían sonrisas resplandecientes y miraban a su alrededor.

Botan, Keiko, Shizuru, Atsuko y Shiori conversaban animadamente, mientras unos abuelos que parecían muy agradables les seguían.

Dos chicas muy parecidas de dieciséis o diecisiete años, rubias y con unos ojos azules muy grandes que recordaban a los de Naoya, buscaron a su hermano pequeño entre los detectives y lo encontraron junto a Ryô. Naoya, embobado, les saludó.

Una mujer de unos veinticinco o treinta años, que parecía muy buena persona, con el pelo ondulado a media espalda y unos ojos de color miel, entró detrás de ellas conversando con...

...un chico rubio...

...de piel morena...

...de ojos castaños...

...alguien que se había aparecido en los sueños de Yuri no hacía demasiado...

Aquí se acaba el tercer capítulo. No me alargo y contesto las reviews :

HAKU : no, no tengo intención de que se coman aún XDDD...

HITOKI – CHAN : otra forma de decir sujetador? Sostén, sostenidor...espero hacerme entender... .

DARK ARTEMISA : odias a Rei? Bueno, a mi tampoco me cae demasiado bien. Pretendía que fuera una niña dulce y agradable y se me acabó convirtiendo en Mary-Sue... UU... eso si, no se parece en nada a su hermana fuera del físico P.

ROMY-THE-RED-ROSE, SHADY10, ALE HARU Y NURI, NAOKO HARADA, RACHELKIAWA, TITO Y PU PIKUN gracias por vuestros ánimos, me alegro de que os guste el fic ;). Espero vuestras reviews, hasta el próximo capítulo!