Los personajes no me pertencen
¡Por fin tengo una correspondencia decente! Gracias por sus reviews.
Para mala suerte de Harry, Draco se había tenido que sentar junto a él en el autobús. Mientras el instructor trataba de mantener callados a los chicos, Harry se estaba entreteniendo viendo por la ventana. No habían salido todavía de la ciudad y a él eso le daba mala espina. De repente vio algo que lo atemorizó
Bienvenidos al Aeropuerto Internacional de Londres
Para la mala suerte de ambos, el campamento no se realizaba en Inglaterra, sino en América; para ser más exactos: Colombia. Harry nunca se había montado en un avión y mucho menos Malfoy. Así que cuando trataron de subirlo no quiso. Un militar lo entró a la fuerza y lo amarró bien a su asiento. El avión despegó y para el colmo Draco estaba a su lado. Le molestaba la idea de que aquel campamento durara más que el tiempo que el disponía para las vacaciones.
Después den una eternidad en el avión llegaron a tierra firme, pero el viaje todavía no terminaba, pues al campamento sólo se llegaba a 2 horas en autobús. Las curvas, el vuelo y otros factores tenían a Malfoy enfermo, quien vomitó varias veces en el trayecto final. Esa vez Harry se aseguró sentarse lejos de él.
Por fin habían llegado. El campamento era un lugar de mala muerte. El salón de reunión no tenía sillas, así que debían permanecer de pie. El instructor tomó la palabra.
- Todos ustedes están aquí el día de hoy por ser unos críos malcriados y desobedientes. Sus padres no los quieren. Ellos quieren a unos críos que les obedezcan y no hagan desastres – gritaba – Y eso es lo que haremos. Nosotros le forjaremos el carácter con mano dura. Los haremos sufrir hasta que se porten bien. Y ahora las reglas:
1) Seguirán las reglas al pie de la letra.
2) Obedecerán a los instructores, o si no, se les aplicara un severo castigo.
3) los chicos no pueden entrar a la cabaña de las chicas. El castigo por esto es no comida y 10 latigazos.
4) Y la regla más importante de todas: no se metan con los narcotraficantes ni con los paramilitares porque el presupuesto no cubre rescates.
- Así que, ¡Qué esperan mamitas para irse a sus camas! Mañana los quiero aquí a las 0500 horas. – terminó el discurso.
Eran más de las 9 de la noche cuando el discurso se terminó. Las chicas eran pocas, así que solo había una cabaña para chicas. Los chicos estaban divididos en varias cabañas. Los instructores se dieron cuenta de que Malfoy no pertenecía a los campistas pero les importó muy poco, así que terminó con Harry en la misma cabaña que el chico rubio y el de la hermana gritona.
- Mi nombre es Aoshi – saludo el que tenía la hermana. Era de unos 14 años, tenía cabello negro y ojos azules claros. – El es mi amigo Okita – dijo refiriéndose al chico rubio de igual edad que estaba a su lado – ¿Son nuevos?
- Eh, sí. Soy Harry (ya que ellos no habían dicho su apellido el no tenia por que hacerlo), y este bodoque es Draco
- Draco – dijo con tono burlón el que se llamaba Okita – no sonaría mejor si te decimos dragón.
- Miserable – alcanzó a decir Malfoy – ya te las veras conmigo
- ¿Quieres pelear? – instó Okita pero Aoshi lo detuvo.
Los chicos se repartieron los camarotes. Harry escogió uno de los de arriba. Draco estaba bajo él. Los otros dos se dieron unos buenos golpes por el otro camarote de arriba. Aoshi ganó.
Los despertaron unos toques de trompeta alrededor de las 5 menos 10 AM. Draco no salió a tiempo. Uno de los militares lo sacó en pijamas.
– ¡Quiero 20! ¡AHORA!- Obviamente Draco nunca había hecho lagartijas o pechadas, y no tenía la menor idea de lo que le estaba diciendo el instructor.
- Disculpe, pero no se de que me esta hablando – dijo algo soñoliento
- No te hagas el payaso güero.
- ¿Güero? Qué rayos… - pero no pudo terminar porque el enfadado militar lo agarró por el cogote y lo puso boca abajo
- ¡UNO! – Dijo haciendo a Malfoy moverse – ¡DOS! – siguió vociferando. Aquello era una humillación pública. Harry se estaba muriendo de risa así como muchos otros pero no duró mucho. A otro instructor no le pareció tan gracioso. Así que todos tuvieron que hacer 20, y muchos con mucho esfuerzo (entre ellos nuestro debilucho Harry).
Después de 2 horas de intenso ejercicio matutino, el sol apenas se asomaba. Era hora del desayuno. Pero antes todos se tenían que duchar. El área de las duchas era asquerosa. Apenas si había una división entre la parte de las chicas y la de los chicos. No había divisiones entre las tres duchas de mala muerte de cada lado. Una horrible realidad para nuestros lindos y bien cuidados chicos ingleses: bañarse desnudos junto a otros chicos.
A Harry le tocó con Aoshi y Okita, así que, para su suerte no se tenía que avergonzar por el tamaño de su animalito. El piso estaba lamoso, los grifos eran una porquería y el agua estaba helada y turbia. A Draco no le fue tan bien con las duchas. Primero se resbaló con toda la lama que había. Después se acabó el jabón. Para el colmo, le toco bañarse entre dos abusadores muy musculosos que se burlaban de el por su palidez y por su animalito.
Después de la tortura en las duchas. El desayuno. El nutritivo menú de aquella mañana era: Plátanos verdes con huevo frito y salami (salchichón) del malo. Harry y Draco no tenían la menor idea de que eran aquellos víveres. Pero cuando se tiene hambre se come hasta piedras. Claro que después el desayuno tuvo sus consecuencias.
Las demás actividades del día consistían en un reconocimiento de la zona. Limpiar el campamento - Porque el presupuesto no cubre mucamas. Así que aquí esta el horario de limpieza de hoy- dijo el instructor después de que llagaron exhaustos.
A Harry le toco limpiar el patio junto a algunas chicas. Al güero le toco el baño, o sea, los inodoros, junto a un chico con cara de imbécil. Draco no había tenido un buen día. Le habían picado un monto de mosquitos, el sol lo estaba quemando, tenia que limpiar la asquerosidad del baño y le dolía el estomago por el desayuno. Harry no estaba mejor, pero por lo menos no tenía que limpiar el baño.
Otro turno de duchas. La cena. Harry estaba excepcionalmente hambriento al igual que Draco.
- ¡Tú! – Llamó uno de los instructores – Eres el molestoso Dursley. Tienes que sentarte con las chicas. – Harry puso cara de extrañado – Además, según este informe debemos ponerte mas ejercicios y menos comida – el estomago de Harry protestó primero que su boca – Ahora ve a sentarte.
Las chicas cenaban vegetales y ensalada. Los chicos, no mejor, arroz, habichuelas y un miserable trocito de carne.
Aquello era una total pesadilla. Los grillos no los dejaban dormir y menos el estómago medio vacío de Harry quejándose. Además de los vientos huracanados (intestinales) de los otros. Una total pesadilla.
Bien, su opinion es importante para mi, así que REVIEWS.
