Sasuke y el príncipe mimado.
By: Vodka
Warnings: Shonen Ai, AU, OoC.
A/N: Hum. Las advertencias, son demasiado obvias. Respecto al AU... no estoy seguro, porqué... bueno, cuando lo lean, verán. Y pues el OoC... todos están fuera de personaje xD!...
Disclaimer: Poner a dos chicos haciendo cochinadas, no me da la autoría de ellos :D, todos los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto u.ù...
Capítulo II: El nuevo juguete del príncipe.
Se despertó gritando con ira. Volteó hacia un lado y se encontró a una chica de cabello rosa curándole las heridas. La chica se quedó paralizada por unos instantes y después, ambos se calmaron.
– Uh... Tú. – dijo Sasuke de forma despectiva. La chica lo observó y siguió limpiándole la cara.
–Parece que no te alegra verme, Uchiha. – Dijo después de pasados dos minutos de silencio. Pasaba dejó el trapo húmedo dentro de un recipiente con agua y tomó unas pinzas con una torunda de algodón en la punta. Lo mojó con una sustancia tan rosa como su cabello y tocó suavemente su brazo, donde el chico tenía una enorme raspadura. Sasuke dio un respingo y en su garganta se notó el dolor que le causaba, ya que había detenido un grito. –Tanto que te he ayudado. Y me pagas con desprecio. –
–Ugh... Sakura... – expresó Sasuke con un sonido gutural. Era imposible descifrar lo que trató de decir. Lo que él trató de dar a entender, era como una seña de aprobación.
–Pobre Uchiha. Siempre está metido en problemas. – dijo Sakura que empezó a vendarle el brazo con una tela verde y pegajosa. –Y según veo, te estás metiendo en problemas muy grandes. –
–¿Grandes? – preguntó. Él sabía que tener problemas con la realeza no era nada bueno, pero al fin de cuentas, era Naruto. O algo así.
–Mira que andar jugando con el príncipe. Eso me recuerda la vez que peleaste con el príncipe del reino del desierto. Siempre has sido un falócrata sin sentido común. – Sakura tomó una venda de tela normal y la enredó en su brazo. –Espero ésta vez, tengas más cuidado. El rey es muy peligroso. Hace lo que sea por proteger a su amado hijo. –
–El príncipe parece un típico niño mimado. – dijo Sasuke con indiferencia.
–Si vas a estar con él... te recomiendo que lo trates bien. No sólo el rey lo ama, todo el pueblo lo hace. – dijo la chica. Con sus manos, recortaba un pequeño cuadrito de la tela verde y la tela normal y los unía. Después, los pegaba en las heridas de la frente de Sasuke.
–No voy a estar con él. Espera te refieres a... – Sasuke se detuvo. Su cerebro corría a mil por segundo, pensando muchas cosas posibles y más probables, pero sólo una le golpeaba la parte de atrás de su cerebro y pugnaba por salir.
–¿Ya te elegió, sabes? Ya es tarde. Su padre mandará por ti para llevarte al castillo hasta que el príncipe se canse de su nuevo juguete humano. – Sakura se levantó con las medicinas en las manos. –Y tienes que hacerlo. Si no, te lanzarán fuera del reino y ahí están todos los Itachi. Cientos de copias de tu hermano. ¿No querrás ir ahí donde están tantos Itachi, verdad? –
Sasuke sintió un escalofrío y volteó la cabeza hacia otro lado. Sakura sonrió. El suelo empezó a temblar de nuevo, justo como aquella vez cuando se llevaron al principe Naruto.
La puerta de la vivienda se abrió tan violentamente que las bisagras se arrancaron de la pared.
–¡Señores, señores! – dijo Sakura levantando las manos. –Uchiha está dispuesto a cooperar. ¿Verdad Uchiha? – Sasuke solo dio un corto bufido.
Los dos soldados que habían entrado, escoltaron a Sasuke a un fideo gigante que estaba fuera de la casa. Uno de ellos volvió a la habitación y se dirigió hacia Sakura. – Gracias por su cooperación, señorita Haruno. –
–Fue un placer. (Inner Sakura: Si no me pagan la puerta los demando! Shannarou!)
Sasuke, montado en un fideo gigante con dos hombres a su lado, se desplazó por todo el reino, por la calle principal, donde había muchos comercios y por consiguiente, muchas miradas curiosas. Sasuke podía oír a la gente decir: "¿Él es el nuevo juguete?" o "Espero no lo haga llorar como el último."
Mientras cruzaba la ciudad en un gigantesco fideo con cara, Sasuke veía rostros conocidos como el de Gai sensei, quien estaba ebrio con una botella con un líquido rosa, o el rostro de Temari y Tsunade, que vendían comida en un puesto. "Es mejor pasar de ser un buen ninja a un juguete, que a un vendedor de comida o un borracho cualquiera. Claro, quitándole la parte del viaje en un fideo gigante" pensó Sasuke dándose ánimos. Y recorrió de nuevo sus palabras. Él era un juguete.
