¡Hola a todos! Espero que este chap les guste. Contestaré sus reviews al final porque no quiero... y no hagan trampa, primero lean la historia y luego los reviews. Por si acaso los personajes no me pertenecen, son de J.K. Y el estribillo que hay por ahí, esde la peli, pero modificado...
Sonó la corneta a las 0450 horas.
- Déjenme dormir – se quejó Draco cuando Aoshi lo movió. Pero se levantó corriendo cuando le recordaron que si no, lo harían hacer 50. Ese día el horario era ejercicios, ejercicios intensos y deportes.
Los primeros ejercicios eran supuestamente de calentamiento, pero muchos de los campistas quedaron con un dolor intenso. Luego el desayuno. Lamentablemente para Harry, a él le sirvieron menos, y eso ya era menos. Ni siquiera la tía Petunia le había matado de hambre de esa manera. El desayuno de ese día era yuca con cebolla y queso frito. Les aseguro que a ningún extranjero, estadounidense o europeo les gusta la yuca. Así que ya saben la expresión de la cara de nuestros protas.
- ¡Bien chamacos! – Comenzó a decir el instructor – ahora es que comienzan los verdaderos ejercicios. Primero, todos tienen que dar unas 15 vueltas por todo el campamento. Bien ¡Qué esperan! Uno, dos, uno, dos… - comenzó a decir mientras los chicos y chicas comenzaban a trotar. 10 minutos después. Muy bien, ah0ra vamos alternar el ejercicio con deportes saludables. Para comenzar todos van a jugar un poco de baloncesto.
Harry por lo menos había practicado este deporte cuando asistía junto a su primo a la escuela. Draco no sabía ni siquiera que era eso.
Draco estaba en un equipo distinto al de Harry e increíblemente a él era que le daban todos los golpes. El equipo de Harry ganó, no porque él estuviera, sino porque eran muy violentos. Luego del baloncesto les tocaba competencia con obstáculos. Mas tarde jugaron balón mano y obvio, al güero era que se le pegaban todas las bolas.
Luego de un ajetreado y horrible día todos estaban ansiosos de una buena cena. Decepción. Los demás, incluyendo a Draco, les toco una miseria de plátano maduro con salami del malo (de nuevo), a Harry, que estaba sentado en la mesa de las chicas, al igual que ellas, tuvo que conformarse con ensalada de lechuga, repollo y zanahorias. Al parecer un instructor oyó las quejas generales.
- ¿Qué se creen chamacos? ¿Acaso quieren caviar y sushi? ¡Pues no! Ustedes cenan eso porque el presupuesto no cubre todo, porque si les damos mucho, no comerán la semana que viene, si les damos cosas finas tampoco habrá para los días siguientes. ¡Así que confórmese, carajo! – hubo un silencio general.
- Todavía tengo hambre - se quejó Harry mientras preparaban sus camas para acostarse
- Y a mí me duele el cuerpo – dijo Draco poniendo énfasis de que al él le dolía más.
- Ya cállense – dijo Aoshi quien ya estaba durmiendo
- Sí que son débiles – se burló Okita mientras arreglaba su cama - ¿Acaso nunca fueron con los Boy Scout?
- No – dijo Draco indignado
- Acaso te crees el muy muy – dijo Harry secundando la indignación de Draco
- No, pero mi padre es muy estricto, como es policía siempre me ha enviado a este tipo de campamentos. Aunque claro, jamás había venido a uno tan malo donde no hay casi de nada.
Okita se acostó y se durmió en seguida al igual que Draco. Harry no podía dormirse tan rápido, a pesar del dolor físico a él le dolía más el alma.
Los tres siguientes días de la semana fueron más o menos iguales a los dos primeros. Escasa comida, baños pocos higiénicos, muchos ejercicios y ahora habían implementado caminatas por los alrededores.
A Draco los días no le parecieron tan buenos. En el tercer día trató de defenderse de la crítica de uno de los chicos más molestosos. Lo único que consiguió fue un ojo morado. Los instructores se quejaron de que el causaba muchos problemas. A Harry le pareció que a ellos no le importaba que "el güero" fuera golpeado, pues el no era del campamento exactamente.
La actividad del día siguiente era marchar por el campo. Todo iba saliendo de maravillas. Ya habían marchado cerca de 1 milla cuando corearon la siguiente canción.
- "Mamá se dio la vuelta y le dijo a papá" – coreó primero el instructor
- "Mamá se dio la vuelta y le dijo a papá" – dijeron los campistas
- "¡Ay, quiero más!"
- "¡Ay, quiero más!"
- "Instrucción"
- "Instrucción"
- "Um que bueno"
- "Um que bueno"
- "Desde la mañana hasta el amanecer"
- "Desde la mañana hasta el amanecer"
- "Me la paso corriendo hasta más no poder"
- "Me la paso corriendo hasta más no poder"
- "¡OH! güero eres un hijo de p…"
- "¡OH! güero eres un hijo de p…"
- ¿Qué? – dijo Malfoy, que entendía que cuando decían güero se referían a él, pero que no sabia que significaba el resto pues para el colmo ellos estaban cantando la estrofa en español. En el campamento les habían estaba enseñando un poco de español para un fin no muy claro.
- Nada, nada – le dijo Okita entre risas
- ¿Qué fue lo que dijeron sobre mí? – exigió Draco sin levantar mucho la voz, pues sabia que le mandarían a hacer flexiones si hablaba alto.
- No creo que te interese saberlo – dijo Harry también entre risas
- Si, si quiero
- Pues te dijeron que eres un hijo de… - al oír la palabra Draco se detuvo, llamando la atención del instructor.
- ¡Qué te paso güero! – vociferó, pero antes que dijera otra cosa Draco le cayó encima y comenzaron a pegarse mutuamente. Media hora después Draco estaba ante el instructor general. Él lo estaba agarrando a Draco, con mucha fuerza por el brazo, y Draco estaba bastante adolorido.
Los instructores quedaron de acuerdo que aquella actitud era ofensiva, y justo ese tipo de conductas era lo que trataban de erradicar. Fue castigado. Pasaría el día siguiente con una dieta de castigo y tendría que limpiar TODO el campamento sin ayuda de nadie.
Al día siguiente lo despertaron mucho más temprano que de costumbre. Draco tenía que limpiar todo. Para su mala suerte, la dieta de castigo consistía en habichuelas. Sí, habichuelas. De desayuno le tocaba habichuelas, al igual que en la comida y que en la cena. Todo el día fue molestado por los otros, que a pesar de sus actividades se las arreglaban para ensuciar todo. Cuando por fin llegó la noche Draco estaba cansado y adolorido, con el orgullo por debajo del suelo al igual que su autoestima. Aunque tenía la satisfacción de molestar a los otros tres chicos mediante sus gases intestinales, pues las habichuelas ya estaban haciendo su efecto.
Al fin sábado. Eran un bello día, el día perfecto de verano, pero lamentablemente para Harry y Draco estaban dentro de ese horrible campamento. Estaban en el "salón de actos". Había una conferencia sobre lo que harían ese día. Ya el desayuno había pasado. Draco estaba incomodo. Desde la noche no había podido dormir bien por los gases. Harry estaba soñoliento, porque el discurso era aburrido. Bostezó.
- Muy bien críos – dijo muy animado el instructor – el día de hoy no será para ustedes, ni de ejercicios ni de deportes. Será de camping. Sí mocosos, podrán ir a jugar con tierra, ver y trepar árboles. Pero no crean que les daremos un día libre, no señor. Se dividirán por cabañas, recolectaran especies que les adremos en una lista y tendrán que estar aquí con ellas a las 1300 horas. Pero les advierto, el presupuesto no cubre heridas, ni enfermedades contagiosas, tampoco accidentes, por lo tanto tengan cuidado y sino les espera lo único que tenemos, limón con sal. Pueden retirarse.
Ya estaban en la salida. Los cuatro pensaban que por fin algo sería más divertido, hasta que… un extraño sonido se oyó.
- Draco, ¿Seguro que estás bien? – dijo Aoshi preocupado, pues el ruido había sido muy grande
- No, tengo que ir al baño - dijo con la cara de desesperado
Bien te esperaremos, mejor anda antes de que te pase algo embarazoso – dijo Okita. Draco corrió hacia los baños. Alivio. Pero no. Horror, tenia diarrea.
- Chicos, creo que deberían irse sin mí, – vocifero para que lo escucharan – creo que estoy enfermo.
- Bueno, si tú lo dices – dijo Harry y se marcharon antes de que olieran algo desagradable.
Minutos después. "Uf, parece que por fin tendré descanso" – pensó Draco. Pero cuando fue a coger más papel higiénico ¡Sorpresa! Ya se le había acabado. No se le ocurría nada. Como estaba en un intervalo de inactividad, se para por la necesidad y fue hasta el retrete vecino. Nada. En el otro tampoco. No había más papel higiénico en el baño de los chicos. Volvió a su retrete en otro ataque de diarrea. No le quedaba otra opción.
- ¡Papel! - gritó. Pero nadie le respondió. – ¿Acaso no hay alguien que pueda pasarme un papel? – pero todavía nada. Draco se pasó las siguientes horas entre churria y churria gritando ¡PAPEL! Pero el campamento estaba vacío.
- Fue divertido – dijo Harry con un montón de hierbas en la mano
- Si, especialmente cuando un "fortachón" como Manuel se cae así – secundó Okita
- ¿Me pregunto cómo estará el güero? – se preguntó Aoshi
- Pues me imagino que aburrido en el baño – dijo riéndose Okita, que por cueto no estaba muy lejos de la verdad.
El grupo se dirigió directo al salón de actos. Al terminar unos chicos se dirigieron al baño, pero salieron corriendo apenas se asomaron al área. Sus razones eran dos: el mal olor que había y que alguien estaba ahí trancado. Buscaron a uno de los instructores. El hombre entró. Y lo oyó bien claro: papel… papel… quiero papel…
- Güero de la porra – dijo – ya te acabaste el rollo de la semana. El presupuesto no cubre más que un papel por sanitario a la semana. Así que tendrás que buscarte algo con que limpiarte, y luego ambientar este lugar que apesta a habichuelas podridas.
Draco no pudo más que verlo con unos ojos de odio. No más papel. Que se limpiara con ¿Qué? Y lo peor de todo, que se quejara del vaho a habichuelas, cuando fueron ellos que lo provocaron. El teniente se marchó. "Papel" – se dijo Draco viendo su hermosa, blanca y limpia mano…
Jejeje... que les pareció, yo no se de ustedes pero a mi me gusta la ultima parte, jajaja...
