Sasuke y el príncipe mimado.
By:
Vodka

Warnings: Shonen Ai, AU, OoC.
A/N: Hum. Las advertencias, son demasiado obvias. Respecto al AU... no estoy seguro, porqué... bueno, cuando lo lean, verán. Y pues el OoC... todos están fuera de personaje xD!...
Disclaimer: Poner a dos chicos haciendo cochinadas, no me da la autoría de ellos :D, todos los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto u.ù...

Capítulo III: Iruka, el rey arrogante.

Cuando por fin llegó al castillo, se encontró con una fortaleza de piedra blanca, con tejados anaranjados por doquier, con vitrales en las cinco torres visibles. A su alrededor, había un foso y un puente que era la entrada al palacio. El fideo se detuvo y los dos hombres bajaron a Sasuke. La cara de los guardias parecía como la piedra, dura y sin emociones. Por lo que rápidamente, Sasuke, perdió la idea de hacer cualquier pregunta.

Sasuke caminó por largos corredores de brillantes pisos blancos y paredes pálidas, con los dos hombres a su lado. Perdió la cuenta por cuantas puertas había pasado, sólo sabía que en el fondo se encontraba una destellante puerta dorada.

Al pasar las puertas, se encontró en un salón enorme, con cientos de ventanas, por donde entraba el sol, reflejándose en el brillante suelo blanco, haciéndolo verse más blanco que en la habitación anterior. Había muchos hombres, vestidos de blanco, con una espada en la espalda. En el centro, justo donde Sasuke caminaba, había una alfombra anaranjada con ribetes dorados. En el fondo, un hombre. Vestido con una capa del mismo color de la alfombra, con cuello blanco, Iruka estaba sentado en el trono, donde fungía como mandatario del pequeño reino. En ese momento, Sasuke se dio cuenta que nadie lo había acompañado ahí. Había caminado sólo todo ese trayecto.

–Por fin has llegado. – Le dijo Iruka con desagrado. Pensé que no ibas a acceder–

–¿Por qué pensaste eso? – Le pregunto Sasuke, indiferente. ¡Él sabía que todo esto estaba mal! Iruka no era rei, y Naruto no era un príncipe. Ni Tsunade una vendedora de comida. Ni Gai... él probablemente si, pero no le conocía esa faceta. El pensar esto, le sacó una sonrisa. Y oyó al rey llamar su nombre.

–¡UCHIHA! – Le gritó el rey Iruka.

–huh... – volteó con su típica mirada con el seño fruncido, pero sin expresión en los ojos.

–Ponme más atención. – le espetó el rey. Iruka aclaró la garganta y uno de los hombres de blanco, sacó un báculo de oro, con una esfera redonda color anaranjado, en la punta. – Como rey de Kinaru, te proclamo... Nuevo juguete del príncipe –El rey sonrió de forma burlona– y asistente personal. Tienes más derechos sobre los demás, pero no sobre la realeza y los ministros del palacio. Ahora... acércate chico. –

Sasuke se acercó, desconfiado, por el tono con que hablaba el rey.

Iruka, se aproximó a la oreja del chico y susurró algo, que hizo que el muchacho cambiara su expresión facial, a terror total.

–¡Guardias! – exclamó el rey levantando una mano. Tres hombres se acercaron e hicieron una exagerada caravana. –¡Llévenlo a la habitación del príncipe! –

Los guardias indicaron a Sasuke que pasara frente a ellos. Sin despedirse, Sasuke se desplazó por el amplio salón, con los hombres detrás de él. Al pasar la puerta, los hombres agarraron a Sasuke por los brazos y lo llevaron como si fuera un delincuente. Por más que forcejeaba, Sasuke no lograba librarse de los fuertes guardias. Y así subieron tres pisos, tras jaloneos y un reverendo escándalo, llegaron a una puerta pequeña, con tres cerraduras de plata. Uno de los hombres, abrió las puertas y lanzó a Sasuke dentro.