Lamento que este Chap sea un poco corto y tal vez no tan graciosos pero la Uni me esta matando y los exámenes ya están cerca. Espero de todos modos que les guste…
Y los personajes no me pertenecen
Ya era de noche. Por fin le habían dado algo para parar la diarrea y ahora estaba felizmente recostado en la cama. Nunca había pensado en lo reconfortante que era su cama y su casa a pesar de que eran frías. Todo era por su culpa. Si él no hubiese visto a Harry no estaría ahí. Se las cobraría. Cayo en un profundo sueño mientras pensaba como se vengaría de todo.
Era un día hermoso. Domingo. Después de los ejercicios matutinos, todos tuvieron que escuchar la predica de un pastor. Draco no le hizo gracia pero se contuvo. Ya tenía su plan hecho. Luego de la prédica, los chicos tenían cierto tiempo libre. Los rebuseros ya iba directo a donde el güero, pero este se defendió verbalmente rápido.
- Ustedes no me querrán pegar el día de hoy. Todavía siento como las habichuelas pasean por mis tripas y yo no creo que quieran oler nada… - dijo sabiamente Draco. Los chicos se quedaron viéndolo – pero si quieren pegarle a alguien ¿Por qué no le pegan al chico al cicatrizado chico aquel? Yo diría que la esta pasando muy bien. – para su suerte, los rebuseros pensaron que él tenia razón y no le pegaron, sino que se dirigieron hacia donde estaba Harry, conocido por Dudley.
Harry vio que unas sombras se le acercaban, se volteó para ver quiénes eran pero en eso lo agarraron y le pegaron. Solo minutos después lo soltaron y fue porque los instructores se acercaban. Le sangraba la nariz, sus lentes estaban rotos y sentía hinchada la cara. Además del dolor en el resto del cuerpo. Los instructores parecieron no darse cuanta de que estaba herido.
- Bien chicos, como han progresado mucho en esta semana les tenemos una sorpresa. Tendrán 5 horas para disfrutar del agua dulce del arroyo cercano. Así que busquen con que bañarse y en marcha.
Los chicos fueron a la cabaña a busca unos pantalones cortos, pues no tenían traje de baño. Draco le preguntó a Harry burlonamente que le había pasado. Harry no contestó. Draco había logrado su objetivo, y quien sabe si le dejaban de pegar.
La noticia del arroyo les cayó anillo al dedo pues la humedad y el calor los tenían asqueados. El arroyo no era tan arroyo, pues poseía un regular caudal, lo suficiente para zambullirse bien. El agua estaba fresca y cristalina. Todos estaban pasando un buen rato. Okita ya se estaba aburriendo de todo. Todos incluyendo el güero la estaban pasando bien, pero por alguna extraña razón él no se sentía satisfecho. Tenia que hacer algo. Se le ocurrió una idea. Haría que los chicos se pelearan. Se le ocurrió hacer una pelea entre Harry y el güero porque ambos parecían no llevarse bien. ¿Pero que comenzaría la pelea? Ambos tenían sus diferencias y no se hablaban entre ellos si podían. Tenia que ser un tema bueno. Pero ¿Cuál?
Mientras Okita se cocinaba el cerebro Harry estaba flotando en sus pensamientos. Gracias a los ejercicios estaba tan cansado en las noches que no soñaba nada, pero ahora había vuelto a su mente la imagen de Sirius cayendo. En parte era su culpa y sentía que la conciencia jamás lo dejaría en paz. Por su parte Draco estaba alejado del grupo. Quería evitar los golpes si era posible.
- Oye ¿En qué piensas? - le preguntó Aoshi a Okita
- Estoy algo aburrido
- ¿Por qué? El agua esta buena…
- Sí, pero no hay acción
- ¿Acción? ¿Que tipo de acción?
- Acción de violencia…
- ¿Qué tramas? – le pegunto intrigado Aoshi, pues sabia que su amigo era algo hiperactivo y molestoso.
- Pues quiero ver medir fuerzas entre Harry y el güero
- Ah. ¿Pero como harás eso?
- No sé, ¿Los has oído discutir por algo?
- Si, creo que el güero considera que es culpa de Harry el que esté aquí
- Hum… eso suena bueno
Okita y Aoshi estuvieron tramando un rato como iban a hacerle para tener algo de acción violenta. Quedaron de acuerdo y fueron de inmediato a hacerlo. Okita no se llevaba con el güero así que le tocó a Aoshi meter en él el gusanito del enojo. Aoshi le estuvo halando de lo injusto que era el campamento, de lo horrible que era el clima y así logró que Draco soltara su enojo. A decir verdad estaba demasiado enojado. Había tenido que soportar en una semana demasiadas cosas para alguien como él.
Por otra parte Okita estaba haciendo lo mismo con Harry, quien no estaba molesto. Pero le molestaba Draco. Ambos consiguieron su objetivo y poco a poco los dirigieron uno al otro, cara a cara. Draco comenzó.
Empezó diciéndole que era su culpa que él estaba en ese estúpido campamento. Harry se defendió con la verdad, pues solo era culpa de Draco haber ido a molestarlo y que se lo llevaran. Pero después ambos comenzaron a discutir por lo del papá de Draco y otras cosas que pasaron en el colegio el año pasado y pronto estuvieron agarrados a puños. Todos estaban viendo la pelea, es más, hasta estaban habían apuestas y como estaban "solos" mejor.
El pleito duró un buen rato. Ninguno ganó, pues los instructores oyeron el escándalo y ahora ambos estaban de castigo. Para suerte de Draco no había dieta de habichuelas esta vez. Tenían que limpiar el campamentos dos días consecutivos y para empeorar estarían atados juntos con grilletes. Apenas podían separarse medio metro uno de otro. Lo único bueno era que estaban atados por los pies, así que podían ir al baño con privacidad.
En la cena ocurrió algo gracioso. Harry tenía que sentarse con las chicas y Draco tuvo que cambiarse de mesa. La cena era siempre ensalada para las chicas. Todas veían a los dos con indiferencia, pero lo que ocurrió dejo a Harry preocupado un buen tiempo. Estaba comiendo gustosamente su escasa ensalada cuando de repente del plato salio caminando, vivita y coleando, una gran cucaracha. Draco casi vomita y a Harry le estaba dando indigestión. Miranda, una joven alta y morena le dijo que eso pasaba a seguido. Harry estaba asqueado ¿Cuántas de esas se había comido?
Esa no fue una noche grata. Draco tenia una pierna alzada y Harry otra colgando. Draco estaba muy cansado y hasta estaba roncando. Harry por su parte no podía dormir. Aunque la pelea le alejó el pensamiento de Sirius de su mente, este había regresado. Además el incidente de la cucaracha todavía estaba presente en su mente también. Lamentablemente se enteró que el campamento duraba unas tres semanas, así que le faltaba sufrir dos semanas más al lado de la persona a quien mas odiaba, cucarachas y mosquitos, reemplazando al estúpido de su primo.
¿Y bien? Espero sus reviews y hasta pronto.
Neville Longbotton, el niño que vivió; pronto…
