Sasuke y el príncipe mimado.
By:
Vodka

Warnings: Shonen Ai, AU, OoC.
A/N: Hum. Las advertencias, son demasiado obvias. Respecto al AU... no estoy seguro, porqué... bueno, cuando lo lean, verán. Y pues el OoC... todos están fuera de personaje xD!...
Disclaimer: Poner a dos chicos haciendo cochinadas, no me da la autoría de ellos :D, todos los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto u.ù...

Capítulo V: La despedida.

Sasuke abrió los ojos y lo primero que vio, fue la ventana de vidrios, despedazarse sobre el. En menos de medio segundo, estuvo fuera de la cama, con Naruto entre sus brazos. Los afilados vidrios cayeron en el colchón, haciendo un sonido vibrante y aterrador.

–¿Qué pasa, Sasuke? – preguntó Naruto frotándose los ojos. Por el vidrio, entraba un hombre vestido con ropas oscuras y una capa negra con nubes. –¡I...ITACHI!

–Lo sé... – Sasuke empezó a paralizarse. Sintió un miedo fuera de éste mundo. Cuando se dio cuenta, estaba inmóvil, con Naruto en los brazos.

–Sa… Sasuke… Tenemos que irnos... – dijo Naruto, sus palabras temblaban y su mirada no se alejaba de Itachi, quien los veía, sin decir palabras. –Sa... su... ke... –

Dentro de él, había una batalla titánica. Su razón y su físico no respondían. El miedo lo paralizaba y lo iba consumiendo segundo a segundo.

Itachi se acercó a Sasuke y a Naruto. Cuando estuvo muy cerca, sacó de debajo de la capa, una mano y agarró fuertemente al rubio por el cuello.

–¡Sasuke! – gritó Naruto. Sasuke seguía paralizado. Las venas de su cuerpo se marcaban de sobremanera, por la forma que luchaba consigo mismo. –¡Ayúdame! –

El hombre empezó a levantar a Naruto del suelo, quien se paraba de puntas para no sentirse ahogado, hasta que no pudo mas. Se levantó más de cinco centímetros del suelo.

Itachi acercó su cara a la de Naruto, quien ahora, estaba posicionado a su altura. Sacó su lengua y lamió los labios del rubio, quien apretaba sus manos sobre la del otro. Naruto empezó a perder la fuerza. La mano de Itachi sangraba. Naruto, con su último esfuerzo de infringirle daño, le clavó las uñas y le abrió la piel.

–Ayúdame… – dijo Naruto con su último aliento, seguido de una pesada y sonora exhalación. Sasuke lo vio. Dentro de su cerebro, algo se reventó. Más allá de su propia razón, estaba su corazón.

Sasuke se levantó rápidamente embistió a Itachi, haciendo que soltara a Naruto. Itachi se levantó de nuevo. Sasuke agarró un vidrio de los que estaban clavados en la cama y atacó a Itachi, pero no le sirvió de nada, porque era muy lento para su contrincante.

Naruto se levantó del suelo, tosiendo, con una mano en el cuello. Sasuke peleaba con Itachi, a dos metros de distancia del rubio. Sasuke era bueno, sin embargo, Itachi era mucho mejor que él. Sasuke no lo había tocado ni siquiera una vez.

Naruto, sigilosamente, se acercó a la cama y arrancó un vidrio pequeño, que él pudiese usar en caso de ataque.

Sasuke trataba lo más que podía. Su cuerpo estaba dando más del cien porciento y no podía seguir peleando. Era tan doloroso. Entonces, un golpe en la cabeza, hizo que cayera al suelo, perdiendo todas las posibilidades de ganar. Sasuke se levantó con ayuda de sus manos y su piernas, pero Itachi lo empujó y lo hizo caer en su espalda. Sasuke no oía nada, no sentía nada y a duras penas podía ver la forma de Itachi frente a él.

Todo estaba borroso. Vio que su hermano levantaba la mano, pero no podía hacer nada. Su cuerpo estaba tan pesado. Vio que algo bloqueaba su vista. Después sintió un peso caer sobre él. Sobre su cara, a la altura de su nariz, percibió una suave esencia tan familiar. Tan suave y tan hermosa. Sentía ganas de llorar y no sabía porqué. Ese olor hacía que sintiera una bonita sensación de tibieza, en su abdomen. Recordó… recordó a, su príncipe. Al príncipe mimado, conocido como Touzuma, pero al que él estaba empeñado en llamarlo Naruto. Cuando abrió los ojos, después de varios segundos de sentir ese hermoso olor, se encontró con el cabello rubio cerca de su nariz. Itachi estaba de pie, frente a ellos.

Capítulo VI: ¡No llores¿Es lo único que sabes hacer?

–Na… ¿Naruto? – Sasuke acarició el cabello. Itachi hizo un ruido sordo al caer al suelo y explotar en una nube de humo. –Na...ruto... ¿Qué pa.. pasa? –

Sasuke movió la cabeza para tratar de entrar en sus cinco sentidos de nuevo.

–¿Naruto? – volvió a preguntar. Naruto estaba sobre él. Se movió lentamente y lo vio. Sus ojos estaban entreabiertos. –¿Estás... bien? –

Sasuke vio con cautela el cuerpo y vio algo que jamás hubiera deseado ver. En el abdomen del rubio, estaba un kunai encajado. La sangre corría lentamente por su cuerpo. Al lado de donde estaba Itachi, estaba ese pedazo de vidrio, cubierto con la sangre del atacante.

–Naruto… NARUTO…– Sasuke había entrado en pánico. Puso la mano en su nuca y se hincó a su lado. –Naruto, por favor... aguanta... –

–Lo… derroté… solito…– dijo Naruto con una sonrisa. Su voz sonaba exageradamente amarga.

–Naruto, no… Naruto…– Sasuke sintió una tristeza horrible. Su corazón parecía estar siendo estrujado. –No, Naruto. Mi príncipe. No... –

Sasuke empezó a llorar abrazado de Naruto.

–N…no llores... – Naruto posó su mano en la mejilla del chico. – ¿Es… lo único… que sabes… hacer? –

Sasuke acercó sus labios a los de Naruto y lo besó sutilmente. Cuando el chico de cabellos negros, se separó, sintiendo un sabor a hierro en los labios. Esto lo hizo llorar aún más.

–No quiero… que … me dejes. – Decía Sasuke entre suspiros. Su cara, estaba triste. Sus ojos hinchados de tanto llorar. –No quiero quedarme solo, príncipe. –

–Por favor no llores. – Naruto cariciaba la cara del otro chico. –No me gusta... verte... llorar. –

–No, no te mueras. – Sasuke se limpió las lágrimas. –¡NO TE MUERAS, NARUTO! –

–Me gusta… que me llames Naruto… me hace… sentirme una persona –común…– decía Naruto viendo a los ojos a Sasuke, quien moría de tristeza. – Te... quiero... porque... tu me... tra..tas diferente. No. Te... amo, porque... me tratas... diferente. –

–Mi amor… –dijo Sasuke en un tono ahogado por el sonido pesado de retener la tristeza en su garganta.

–Yo… te esperaré… en las puertas… del cielo, Sasuke. – dijo el rubio mientras sonreía. Un hilo de sangre, salió por su boca y resbaló por su mejilla. Al caer al suelo, se esparció formando una esfera perfecta. Así, la vida de Naruto se desvaneció.

–No te mueras, Naruto. – Sasuke lo abrazó con cuidado. –No me dejes solo.

Naruto no contestaba.

–No quiero… ¡No quiero! – Sasuke gritó fuertemente, con el cuerpo del rubio en sus manos. Sus alaridos de profunda pena, llenaron la habitación inmediatamente. Una y otra vez. Entonces se oía gritar a sí mismo.

Y abrió los ojos.