Lunes 27 de septiembre del 2004. Ni siquiera me habia dado cuenta que el 20 cumplí un año en

Disclamer: YGO no me pertenece, para salud mental de todos sus protagonistas...


Martes, 29 de Junio de 2004

De América con amor.

Capítulo 3.

El día había llegado. El desayuno estaba servido y rebosaba en fibra, azúcar y leche. Atemu y Yugi se miraron... ellos no lo habían hecho, y aunque lo hubieran intentado no lo hubieran logrado, ya que eran horribles en la cocina.

Poco después entró Jounou acomodándose la camiseta. Definitivamente, él tampoco lo había hecho.

--¿Dónde está tu prima? –preguntó el más bajo. Katsuya puso cara de espanto y contestó con otra pregunta.

--¡¿Dónde está Atemu?!

--....Jounou, ¿tu prima no está contigo?

--No, no, no, Setsuna es capaz de estar en el infierno y estar bien, ¡¿dónde está Atemu?!

Motou rió ante la preocupación de su amigo.

--Setsuna debe estar en la cocina. No me explico otra manera de que haya desayuno en esta casa –dijo con la típica sonrisa que lo caracterizaba.

--¿Desayuno?

Las risas en el interior de la cocina (que se hallaba junto al comedor en donde todo tipo de manjares deliciosos estaban desplegados) llamaron la atención de ambos muchachos.

--¡Cocinas delicioso!

--Me alegra que te guste...

--¿Y dónde aprendiste a cocinar? , pensé que en América todos tenían amas de casa y todo eso...

--Jajaja, no es así en todos lados. La mayoría de mis amigos las tienen, pero yo no. A mi mamá no le agradan mucho que digamos.

--Ya veo...

Cuando Jounou y Yugi entraron, Atemu se alejó rápidamente de la muchacha, que miraba con cierto aire de confusión la pulcra hilera de pastillas de colores.

--Set...

--¿Eh? –su mirada se iluminó y una gran sonrisa apareció en su rostro -¡Hola primo!, ¿cómo dormiste?

--Bien. ¿Y tú?, ¿cómo te sientes?

--De maravilla. Buenos días Yugi.

--Buenos días Setsuna.

--Oigan muchachos, hice el desayuno, espero que no les haya molestado. Compré algunas cosas en el almacén que está en la otra cuadra, hice algunas cosas ricas para que después podamos salir a pasear. ¿No se negarán verdad?, pasemos a la mesa, ¡quiero que coman lo que preparé! –dijo emocionada saltando en su lugar -¿Comerán verdad?, si no lo hacen los freire a todos en aceite.

--Tranquila Setsuna –dijo Atemu en tono grave y seductor –ya probé algunas cosas... "tuyas", y estoy seguro que lo demás también me encantará...

Yugi dio un brinco cuando sintió el gutural gruñido que escapaba de la garganta de su mejor amigo.

--Eh... ¿vamos a la mesa Setsuna? –preguntó con todo inocente, jalando a la muchacha de un brazo.

--Ustedes dos no tarden. Si no aparecen ¡rodarán cabezas!

En cuanto el pequeño y ella salieron, Atemu cambió su postura de galán por una de "sálvenme quien pueda".

--¿Qué pasa Jounou? –preguntó intentando desviar la conversación -¿Tienes algún problema a la garganta?, dicen que hacer gargaras con bicarbonato es bueno...

El pobre ex faraón vio que estaba realmente bajo peligro cuando vio como el, ya, alborotado cabello de su amigo comenzaba a erizarse.

--Em... ¿no estás enojado verdad Jounou?, no estaba haciendo nada, solo ayudaba... Tú sabes, acaba de llegar al país, necesita confianza, alguien que la apoye... Y, bueno, como tu estabas durmiendo...

Lentamente, Atemu fue acercándose a la puerta, hasta poder salir rápidamente de ella, antes que Katsuya pudiera evitarlo.

--¡Espera que te atrape Faraón!

Atemu cruzó el pasillo y Jounouchi lo siguió rápidamente. Con solo extender el brazo lo alcanzaría y haría una nueva decoración de "vísceras de Atemu en las paredes", pero en cuanto sus dedos se aferraron a la camiseta negra del egipcio, Jounou sintió algo que trababa sus piernas y lo llevaba pesadamente al suelo, arrastrando a Atemu con él.

--Que demonios...

--Auch...

Ambos chicos levantaron las cabezas, dispuestos a reclamarse su poco decorosa visita al suelo, cuando un par de piernas llamaron su atención.

--¿Setsuna?

--¿Set?

--....Dije claramente que no tardaran a la mesa... -susurró. Los muchachos tragaron con dificultad mientras Yugi veía con algo de pena desde la mesa. Setsuna realmente se veía amenazadora.


--¿También irás hoy a trabajar Seto?, es sábado...

--Tengo algunos trámites por terminar, creo que estaré de vuelta antes del almuerzo.

--¿Almorzaremos juntos?, ¡estupendo!

El CEO sonrió y desordenó el cabello de su (cada día menos) pequeño hermano.

--¿Y tú qué harás durante la mañana?

--Atemu y Yugi están juntando al grupo. Parece que Jounouchi va a presentar a su prima.

--¿A la Loca?

--Sip.

El ceño de Kaiba se frunció un poco al recordar esa odiada frase... "Era una broma".

--Esa chica va a meter al Perro en muchos problemas.

--¿Tú crees?

--Claro. Procura que no te arrastre a ninguno de ellos. Si lo hace, lo mataré.

--Si claro Hermano –dijo con ironía –Lo matarás pedacito por pedacito...

Kaiba le dio la espalda a Mokuba solo para hacer un puchero. El muchacho cada día estaba más irónico (y menos disimulado) con respecto a su "Tema Cachorro"

--Declárate de una vez.

--¿Declararme?, estas loco.

--No lo estoy. Ya verás que si no haces algo Mai te lo quitará...

--¿Mai?... ¡¿Mai?!, ¡¿esa zorra oxigenada?!

--Esa misma hermano.

--Pe... -por un momento el reflejo de un espejo ubicado en una pared lo sorprendió e intentó retomar su postura –... me voy

--Bien –suspiró -¿Me llevas al parque?

--...Claro.


Atemu y Yugi sonreían mientras veían los circulitos rojos que aparecían en las mejillas pálidas de Setsuna cada vez que la cuchara llena de helado entraba en su boca. Parecía como si la muchacha no comiera nunca algo tan azucarado como eso.

--La verdad es que tuve todo estos dulces prohibidos durante muchos años –les dijo. –Solo me autorizaron hace dos años... ¡por eso no pierdo oportunidad!

De inmediato tres copas heladas más aparecieron. Chirimoya, lúcuma y crema al whisky, cada una con su baño de chocolate líquido y galletas oblea. Los Motou volvieron a sonreír mientras pedían hamburguesas y bebidas.

--Nyaaaa, delicioso... -exclamó cuando todo el helado que había pedido se había terminado -¿Y a qué hora conoceré a los demás?

--A la hora de almuerzo –dijo Yugi terminando con su sándwich.

--Oooo... ¿y dónde esta Jounou? –preguntó viendo hacia todos lados –No lo veo desde que entramos...

--Está ahí fuera –dijo Atemu señalando al joven duelista. Setsuna miró hacia el lado y de inmediato su sonrisa se borró. Jounou no estaba solo.

--¿Quién es esa? –interrogó bruscamente sin apartar la vista de su primo.

--¿Ella?, Es Mai, la novia de Jounouchi –contestó el Hikari con cara inocente y un tono de burla que Setsuna no logró percibir.

--¡¿SU qué?!

Con las manos firmemente puestas sobre el cristal de la ventana, con el ceño fruncido y el flequillo erizándose a cada segundo de gruñido poderoso y gutural, los Motou se preguntaron si esa familia no tendría "realmente" algo que ver con canes.

Sin embargo ninguno de los dos pudo evitar asustarse. Si en el desayuno Setsuna se veía amenazadora, ahora se veía realmente peligrosa.

--Con que una novia...

Rápidamente y antes que cualquiera de sus acompañantes pudiera evitarlo, la muchacha salió con paso firme y largo hacia su primo, que conversaba tranquilamente en la esquina con la rubia.

--Una novia... -una risa cruel salió de sus labios. ¿Cómo se había atrevido a ocultarle que tenía novia? -Una novia...

Sin embargo algo jaló de ella desde el cuello de su camiseta, dejándola a medio camino de su venganza por falta de confianza.

--¿Qué...?

--¿Qué haces Loca?, ¿vas a molestar a tu primo mientras está con su novia?-siseó con maldad y rabia contra sus propias palabras.

¡Novia! La sola repetición de esa palabra por parte de Seto Kaiba (con su voz inconfundible, aún para ella, vivo significado del despiste), le hizo hervir la sangre.

--Suéltame... -le reclamó intentando que los dedos del castaño soltaran su ropa -¡Suéltame!

Lamentablemente su berrinche llegó hasta los oídos de su primo, quien volteó la cabeza encontrándose con la linda escena de Setsuna forcejeando con Kaiba. De inmediato se olvidó de Mai y corrió hasta ellos, viendo en el camino que el CEO finalmente solo ponía su mano sobre el hombro de su prima mientras esta hacía un puchero de campeonato. La normalidad hubiera sido que hubiera saltado sin pensarlo sobre el castaño para golpearlo hasta cansarse... pero conocía a Setsuna demasiado bien como para pensar que ella no tenía parte en eso.

--¡Setsuna! –gritó atrayendo la atención de ambos. De reojo, pudo ver como Mokuba estaba con lo Motou mas atrás, mirando la escena y comentando. -¿Qué pasa?

La Katsuya dio un respingo y tomó la mano de Kaiba, pasándola por su cuello, como si este la estuviera abrazando.

--Kaiba me invitó a salir y estábamos discutiendo el lugar.

Jounou se puso blanco ante las palabras, pero rápidamente recobró el color. Kaiba aprovechó la posición de su brazo para hacer presión y comenzar a ahogar a la muchacha durante algunos segundos.

--Estaba celosa porque estabas con ella –dijo simplemente, soltándola. El rubio miró hacia atrás, viendo que Mai se acercaba, y devolvió la vista al frente, para observar a su prima con media sonrisa.

--¿Celosa?, Setsuna...

--¡Yo no estoy celosa! –dijo ella con voz clara, haciéndose la desentendida. –Son divagues del Chico Tímido y Kawaii... –dicho esto le dio la espalda a ambos y enfiló hacia los Motou.

--Estaba tremendamente celosa –dijo Kaiba en voz alta, viendo la oportunidad de vengarse en aquél infantil berrinche... aunque eso significara una charla con el Perro.

--Setsuna...

--Es mentira.

--La hubieras visto Perro. Imagina que me doy el trabajo de hablar contigo para poder compartir con alguien su rabieta de celos incontrolados...

--¡¡Eso es mentira!! –gritó con las mejillas sonrojadas y las manos en puños -¡Es culpa de Jounou por no decirme quien demonios es su pareja!

--¿Mi... pareja?

--Claro –repuso más calmada –Si el chico Kawaii –apuntando a Seto, quien de inmediato se tensó con cara de "quiero matarte" .- o..... –hizo un respingo y miró a Mai, quien había preferido pasar de largo... -¿cómo le digo?

--Mai.

--¿Mai?

--Mai.

--Oh.

--¿Hacen buena pareja no lo crees? –preguntó mordazmente Kaiba, como su hubiera hablado en voz alta sin quererlo, aunque por dentro se moría de rabia y concordaba completamente con el desacuerdo de la americana con respecto a la rubia.

--¿Realmente piensas eso Kaiba? –inquirió de vuelta Setsuna, descolocando brevemente el castaño. –Yo pensaba que estabas interesado en mi primo.

--¿Yo?, ¿qué demonios te hace pensar eso? –inmediatamente Kaiba se maldijo por tan estúpida y evidente pregunta. La muchacha había tomado aire y se preparaba para contestar y él no tenía nada en mente para interrumpirla...

--¡¡Podrían tomarme en cuenta!!

El grito de Jounou hizo que incluso los demás, que esperaban en la esquina, lejos del alboroto, voltearan.

--¿Porqué tanto grito primo?

--Si, ¿porqué aúllas tan temprano?

--¿Qué demonios haces tú aquí Kaiba?

--Vine a dejar a Mokuba.

--¿Y porqué aún no te has ido?

--Porque almorzaremos juntos. Además, con tu prima cerca no dejaré a mi hermano solo.

--No le haré nada al encanto de tu hermano Kaiba, quizás si fuera un par de años mayor si, pero ahora no... –cortó ella con frialdad. –Mejor me voy, si sigo aquí arruinarán mi sesión de "conociendo a los amigos de Jounou"

No más de tres pasos fueron dados antes que el mundo comenzara a girar nuevamente. Setsuna sintió la voz alarmada de Jounouchi y una exclamación de parte del castaño, pero a lo lejos, como si estuvieran a gran distancia. De pronto todo se apagó, sin importar que fuera medio día y solo pudo ver oscuridad antes de sentir el duro suelo bajo su mejilla.


No quería abrir los ojos. Sabía lo que le esperaba. Su primo la regañaría, el médico la regañaría también, todos estarían preocupados y, si tenía suerte, tanto su doctor de cabecera como sus padres ya estarían enterados.

--Dios, ¿porqué tengo que tener tan mala suerte? –se preguntó enterrándose en las sábanas tanto como el suero en su brazo derecho se lo permitía.

Mentalmente comenzó a hacer recuento de las cosas que había hecho. Había tomado las pastillas, se había dado un baño, un buen desayuno y muchos... helados. Helados, maldición.

--Te dio una fuerte alza de glicemia Setsuna... -dijo una voz masculina y madura a su lado –Igual que cuando eras pequeña... no has cambiado nada. Sabes que las sobredosis de azúcar te dañan.

Lentamente abrió los ojos y vio a un hombre de tez blanca y cabello cano, de afable sonrisa e impecable delantal. En el bolsillo del mismo podía leerse, bordado con pulcras letras, "Otomo Sanosuke"

--¿Tienes a mano algún registro de tus pastillas?

--...En la mochila, una libreta negra...

El hombre revisó y miró los datos contenidos en la pequeña libreta. Luego la cerró y dejó donde estaba.

--Tu primo está afuera un poco nervioso. Shizuka también está, y todos sus amigos. Incluso Kaiba-san está en el pasillo esperando el resultado.

--Jounou debe estar furioso...

--Está más preocupado que furioso.

--Mierda... -maldijo apretando las sábanas de su cama. –siempre lo arruino...

--Iré a hablar con ellos, ¿está de acuerdo?

--¿Qué les dirá?

--Una alza de glicemia y la consiguiente reacción de tus pastillas. Nada de lo demás...

--¿De...? –Los ojos oscuros de Otomo se clavaron en la mirada escarlata de su paciente.

--Tu médico de cabecera me llamó en cuanto te dio la autorización de viajar. Sabes que tienes que estar ubicable por cualquier problema como este...

--...¿Usted tampoco me dirá como estoy realmente? –preguntó con voz seria, pero temblorosa.

--...No me corresponde Pequeña... pero no pienses lo peor. Las cosas van mejor de lo que crees.

Un gruñido de la chica le indicó al médico que ella ya no apetecía su presencia en la habitación. Sería mejor ir a hablar con sus familiares antes que al joven Katsuya le diera un ataque de nervios.

--Cuando termine de hablar con tu familia podrás irte.

Con pasos tranquilos el doctor se retiró y dejó sola a Setsuna pensando.

--Ni siquiera sé porqué me sigue molestando... Nunca me lo han dicho de todas maneras.

.........Flash Back

--No tienes porqué preocuparte. Sé que suena riesgoso, pero hemos tomado todas las medidas necesarias para que las pruebas sean exitosas.

--¿Y cómo sabré que está funcionando?

--Porque no necesitarás la quimioterapia. Las pastillas reemplazarán todo el tratamiento nuclear.

--Sigo sin poder comer tantos helados como pueda... ¿a eso se le puede llamar "mejora"?... Yo creo que no...

Con un suspiro esperó que la enfermera llegara para quitarle el suero. Lo cierto era que sabía de sobra como sacárselo, pero la retaban por eso, así que prefirió esperar. Además, mientras más tarde se enfrentara a la ira de su primo, más tiempo de vida tendría.

--Al parecer... este viaje no será tan fácil como esperaba...


Jounouchi se levantó de su silla rápidamente al ver al médico que estaba atendiendo a Setsuna acercarse. Las manos le temblaban levemente, y solía apretar la mano de Shizuka, que estaba entrelazada a la suya.

--Doctor...

--Jóvenes –les dijo con una sonrisa -¿Pasamos a mi oficina?

Mai, Mokuba, Yugi y Atem prefirieron esperar, sorprendiéndose al ver que Kaiba caminaba a paso firme junto a los hermanos. Mentalmente, Otomo agradeció el gesto... eso le haría más fácil la plática que tendría después con el CEO.

--Bien –comenzó al ver que estaban todos –Déjenme decirles que no tienen de qué preocuparse. Setsuna está estable, no hay alteraciones de ningún tipo ni es necesario algún tipo de medicación o internación...

--Doctor, pero ella tiene...

--Lo sé. Es leucémica. Su ficha también está en este hospital, aquí comenzó su tratamiento, y yo mismo firmé hace 10 años la autorización de traslado urgente a Estados Unidos.

Los hermanos quedaron en silencio, pero Sanosuke pudo ver como sus facciones se relajaban, dando paso a la confianza. Solo el castaño permanecía impasible, pero con los ojos llenos de interés en sus palabras.

--La causa del desmayo fue un alza de azúcar, tan simple como eso. Algunos de los componentes de las pastillas que está tomando son sensibles a ese tipo de cambios, y eso desencadenó la reacción de la inconsciencia y la palidez. Solo deben cuidar ahora su alimentación y negarle todo tipo de azúcar por cuatro días. Deberá endulzar con sacarina o con miel, comer mucho vegetal y beber mucho líquido que le permita mover toda esa glicemia que quedó. Algo de ejercicio no le haría mal, un desayuno balanceado y almuerzo al medio día. Solo tres comidas al día y libres de grasas, frituras y dulces.

Kaiba apretó los puños con rabia. ¿Qué se creía ese médico al decir todo eso?, Él sabía perfectamente que los hermanos vivían separados y que las condiciones económicas de ninguno daban para tal clase de cuidados. Shizuka lo había comentado en el pasillo, ese doctor era el médico de cabecera de su madre y conocía toda su historia familiar. Dominó no era una ciudad grande y toda la zona conocía a Jounouchi y sabía que vivía de mala manera con un padre alcóholico. ¿Acaso no pensaba?.

Otomo nuevamente dirigió su vista hacia Seto, y este pareció sorprenderse de algo que entendía recién en ese momento. ¿Porqué el médico lo había dejado entrar?, ¿porqué daba todos esos consejos sabiendo que los hermanos no podrían solventarlos?

--¿Solo eso doctor? –preguntó el rubio con decisión. Shizuka asintió y el joven CEO los miró sin entender... ¿acaso estaban aceptando la responsabilidad de un tratamiento?, si bien las indicaciones no requerían de grandes sacrificios económicos, si necesitaban un tiempo y dedicación de los que los hermanos no disponían. Según lo que escuchaba de Mokuba, Shizuka trabajaba con su madre en la tienda de ropa que esta tenía, y Jounouchi ya había mostrado su negativa a llevar a la americana a su casa, por lo que tendría que vivir con ella en el hotel si pretendía cumplir con lo que el médico estaba poniendo en tablas.

--¿Están seguros de poder hacerlo? –preguntó bruscamente, sacando a los hermanos de su concentración.

--Es exactamente la misma pregunta que iba a plantearles muchachos –dijo Otomo, sorprendiéndolos a todos. –Los conozco muchachos... aunque Jounouchi no venga hace años a atenderse, tengo algunas nociones sobre sus vidas actuales.

--¿Entonces para qué les da indicaciones que sabe que no pueden cumplir? –gruñó Kaiba, poco menos que furioso.

--Lamentablemente no puedo indicar otra cosa Kaiba-san. Y aquí es donde quisiera que usted interviniera.

Shizuka y Jounouchi miraron sin entender al médico, y pronto desviaron los ojos hacia Seto, que estaba tan confundido como ellos.

--Me gustaría pedirle personalmente que usted se hiciera cargo de la convalecencia de Setsuna.

--¡¿Qué?!

--¡Claro que no! –gritó el rubio, poniendo ambas manos sobre la mesa -¡Eso no se puede!, ¡yo me encargaré de ella!

--Jounouchi... -Sanosuke paseó la mano por su cabello y suspiró –sé que quisieras poder atenderla tú mismo, pero entiende que no puedes... Si uno de tus amigos no puede hacerlo por ti, o a menos que la madre de tu hermana pusiera una persona por una semana a dedicarse exclusivamente a la alimentación de tu prima... tendré que verme en la obligación de internarla...

--¡Entonces es mejor que vuelva a casa!

--Eso sería peor. Estuve revisando el itinerario personal que tu prima lleva en cuanto al consumo de sus pastillas... Al parecer el desfase de horas entre Estados Unidos y Japón confundió un poco a Setsuna con respecto a los horarios... Cabe la posibilidad que su organismo esté hipersensible debido a la ingesta doble de algún medicamento, o a la falta del mismo.

--Entonces no fue una simple alza de glicemia... -dijo Shizuka –es un conjunto de cosas...

--Cosas que no son de preocupación. –dijo con voz firme Otomo –Es común que los pacientes en algún momento se equivoquen y consuman mas o menos de lo que corresponde... las dosis tienen eso previsto. –durante largos momentos el silencio reinó entre los jóvenes mientras eran observados por el mayor. -¿y bien Kaiba-san?, ¿qué me dice?

--...Si digo que no quedaré como un ogro insensible... Y ciertamente eso no soy...

--¿Entonces debo indicar su dirección como posible contacto?

La fría mirada del joven empresario hizo temblar por un momento la seguridad del médico, pero las razones eran más poderosas que los sentimientos. Setsuna debía continuar su tratamiento con rigurosidad y, si bien el incidente era pequeño e insignificante, no quería arriesgar el trabajo de tantos años.

--Quiero hablar con usted a solas –ordenó el Ceo, dando por entendido a los hermanos que debían retirarse.

--Kaiba...

--Sal Perro, dije que tengo que hablar con este señor.

La pelirroja tomó la mano de su hermano, intentando aplacar cualquier ademán de pelea que surgiera entre ambos.

--Dejémoslo hermano... Permiso...

Ambos salieron de la pequeña oficina y Seto aprovechó para sentarse con esos aires de superioridad con los que parecía haber nacido.

--Usted me va a explicar todo esto, porque a ellos podrá mentirles, pero a mí no.


Setsuna ya estaba en compañía de Atemu y los demás cuando Jounou y su pequeña hermana aparecieron. En cuanto la americana vio a su primo, corrió a refugiarse tras el antiguo faraón, que gustoso la llenó de palabras tiernas de protección y galanura, sin embargo, antes que cualquiera reaccionara, los brazos del rubio cachorro se cerraron sobre su prima en un abrazo asfixiante y sobreprotector. Casi de inmediato comenzaron los reproches, los "te dije que te cuidaras", las regañadas, los "qué hubiera pasado si..." y demases cosas que Setsuna había escuchado durante toda su vida.

--Estoy bien... solo me pasé con los helados...

--¡Pero...!

--Jounouchi .-le interrumpió con voz fuerte -...Solo quiero irme... no quiero pasar mis vacaciones en un hospital...

--Debemos esperar Set-chan... -dijo Shizuka.

--Pero... el doctor dijo que podía irme en cuanto hablara con ustedes...

--¿Qué les dijo el médico muchachos? –preguntó Yugi. -¿Les dio alguna indicación?

--Pues... si, nos dio algunas cosas... pero no podemos cumplirlas nosotros... -dijo Jounou casi con vergüenza en la voz

--¿Entonces....?

--El doctor le pidió a Kaiba-san que se encargara de Setsuna –dijo Shizuka viendo que su hermano se negaba a aceptar aún esa opción.

--¡¿Qué?! –gritaron todos, incluyendo a la morena de mirada color sangre.

--Se necesita una rigurosa alimentación durante al menos una semana, y algunas otras cosas que, según el doctor, se cumplirían en la Mansión Kaiba...

--¡Genial! –exclamó Mokuba, adelantándose, e intentando subir el ya alicaído ánimo de los presentes –Todos tendrán excusas para ir a la casa y podremos usar todas esas cosas que mi hermano me compra y que no uso nunca...

--Es una buena idea –secundó Yugi.

--A mi también me parece... -apoyó Atemu también. –Una princesa en una mansión es lo más adecuado.

Jounouchi había abierto la boca para recalcar su negativa a esa idea, pero el piropo lanzado por el yami y el sonrojo de su prima le hicieron olvidarse de todo.

--¡¡Atemu!!

--¿Qué?

--¡No te atrevas a coquetearla!

--Pero si yo no...

--¡Que no te atrevas!


--¿Y bien?, espero su explicación...

--...Kaiba-san... primero quiero que entienda que no estoy mintiendo...

--Esconder la verdad y mentir es casi lo mismo.

--Bien –dijo en un suspiro –en vista que no puedo evadir su instinto, le explicaré, pero le pido que sea cuidadoso con la información que le daré.

--Habla.

--Esta bien. Setsuna es parte de un nuevo tratamiento experimental contra distintos tipos de cáncer que se ha llevado a cabo a nivel mundial en los países más desarrollados del mundo.

--¿Y eso que tiene de especial como para guardarlo en tanto secreto?

--...60 leucémicos como ella comenzaron hace 5 años el tratamiento Kaiba-san... y solo Setsuna ha sobrevivido hasta ahora... Algo en su cuerpo permite que el tratamiento nuevo funcione con mucha efectividad, y es necesario que descubramos que es, pero para eso la necesitamos en perfecto estado y con sus pastillas al día...

--Además de necesitarla enferma.

--¿Qué quiere decir?

--Ciertamente 5 años es muy poco tiempo para ver claras y definitivas mejorías en una enfermedad como el cáncer, pero si ella se recuperara, obviamente no podrían saber que hace que ella viva y los otros no...

--Esa es una suposición que me ofende profundamente... -pero se detuvo al ver que Kaiba se levantaba.

--Investigaré por mi cuenta el tratamiento. Más le vale que no haya información importante que no me informe.

--¿Informar?

--Mañana al mediodía quiero que envíe a mi casa en carta certificada un reporte completo sobre este nuevo tratamiento... No quiero que omita nada...

--¡Pero esos datos los maneja su médico y los institutos epidemiológicos estadounidenses!

--Pues consígalos... mientras me hablaba parecía muy informado...

Sin decir más, el CEO se retiró de la oficina pensando que acababa de perder su único oasis de tranquilidad en el mundo entero... su propia casa...

Continuará.

Notas: ¡Hooola!, por fin salió este cap. Ya era hora. Primero que nada quiero agradecer a los que leyeron "Némesis" y muchas gracias por sus reviews!!

Ahora contestemos los rev de aquí:

Ookamipr: ¿Cierto que si?, Seto puede ser muy diferente de lo que el resto ve, pero es terco y no le gusta mostrarse.

Kaiba Shirou: Un poco tarde pero llegó

Kokoro Yana: Kaaaasan! Aquí va otro capítulo, ojala que te haya gustado.

Nakokun: Lo de Setsuna era un recuerdo solamente, la quimioterapia la había usado hacía muchos años, en este cap se nota un poco eso, por eso tiene el pelo largo nuevamente. De todas maneras gracias por recordarme esos detalles, a mí siempre se me pasan.

K-RO: Me alegra mucho que te haya gustado. Si antes Kaiba estaba loco con Setsuna, imagina como será tenerla en su propia casa las 24 horas XD, ahora si que el CEO sabrá lo que es estar molesto . gracias por el review

Itsuki Toshi: Jejeje, parece que los Dioses tardan un poco en procesar las peticiones de que no tarde… Pero en fin, aquí esta el otro cap. Y en cuanto al kilo de imaginación…. Dudo que valga mucho XD

Ashura: Jejeje, este capítulo fue un poco más serio que el segundo, pero creo que en el siguiente habrá mas risas con la llegada de Setsuna a la casa de Kaiba.

Guerrera Lunar: Jajaja eso de sacar a relucir la parte estúpida de Seto me hizo reír mucho!, pero es la verdad. Al principio pensé que era DEMASIADO estúpido para ser Kaiba pero…. Lo de los helados traerá unos problemas más, pero no mucho, y no hay que preocuparse que si algo no voy a hacer en este fic, es matar a Setsuna… en los primeros capítulos.

Gracias a todos por sus palabras! Nos vemos en el siguiente capítulo.

Ishida Rio.-