Una carta manuscrita, es de Grissom y me sorprende en el mismo instante en que leo sus primeras palabras:

"Sara, mi amor..."

Que coincidencia, comienza igual que una de aquellas cartas en las que me prometía amor eterno, sigo leyendo más abajo;

No sabía como decirte todo esto, así que recurro a lo que es más fácil para mi, escribirlo en vez de dar la cara, como siempre.

Necesito disculparme por todo lo que te he hecho, por todo el mal que he podido causarte y por todas las veces en las que me has puesto entre la espada y la pared y yo no he sabido decidirme por ti, lo siento mucho.

Quizá creas que me olvidé de todo aquello al venir a Las Vegas, que no te tuve en mis pensamientos y en mi corazón y que no recordaba todo lo que me hiciste sentir...

No lo he olvidado antes, ni podría olvidarlo ahora.

¿Recuerdas el día en que nos conocimos? Claro que te acordarás, no sueles olvidar ese tipo de cosas.

Aún puedo oir tu voz, tu postura al acercarte a mi, tu mirada llena de chispa y tu sonrisa siempre permanente en la boca, cuando me sorprendiste con una pregunta al acabar la clase, esa clase que te habías pasado entera hablando con tu compañera de al lado...

Recuerdo la manera en que me hiciste aquel comentario, con ese aspecto de indiferencia tan característico tuyo:" Muy interesante el ejemplo de la mosca del vinagre para apoyar su teoría de los distintos insectos que van apareciendo en un cadáver a lo largo del proceso de la putrefacción"

Me di la vuelta, y me sorprendí al verte ahí parada felicitándome por un comentario tan absurdo para explicar otro concepto más importante.

¿De veras le ha gustado? Creí que no estaba prestando atención a la explicación...

Bueno, eso puede parecer a simple vista, pero estoy llena de sorpresas, Gil.

No podrías haber contestado nada mejor, esa sería una de las frases que marcaría esta historia.

Fue la manera en que dijiste mi nombre la que hizo que me quedara sin saber que decir, cosa que se ha repetido en multiples ocasiones.

¿Le he ruborizado, Sr Grissom? Lo siento, no era mi intención

(No, claro que no lo era, tu intención era volverme loco por ti, y lo conseguiste)

¿Cúal es su nombre? Pregunté,queriendo saber quien había logrado esa emoción en mi, tan desconocida...

Sara Sidle.

Srta Sidle, le sugiero que si no tiene interés en mi clase no intente ganar puntos conmmigo acercandose después a mi y haciendo comentarios ingeniosos acerca de mis explicaciones, es mejor que se quede en su casa estudiando y no perdiendo el tiempo con la entomología.

Pero si yo no...( decidiste callar, y tu sonrisa se borró)

Sólo pretendías conocerme mejor, pero eso, y lo descubriste poco a poco, es algo muy difícil.

Esa fue la primera vez que te hice daño, de las muchas que ha habido...

No puedo perdonarme cada uno de los fallos que me ha ido alejando cada día más de ti, no puedo olvidar la primera vez que te besé, y cada uno de los días que pasé a tu lado.

Porque tú, y sólo tú me has hecho sentir cómo un niño, indefenso ante tu presencia, descolocado a cada momento, sin saber que puede venir después, y enamorado hasta la locura, descubriendo en mi sentimientos olvidados y que prometí a mi mismo no volver a sentir nunca...

Nadie debería sentirse culpable por amar, pero yo lo hice, y al volver a sentir amor volví a escapar de eso, y me alejé de ti, algo que jamás podré perdonarme.

Quiero que todo vuelva a ser cómo antaño, que volvamos a aquellos meses en San Francisco, y que nada, nunca me haga alejarme de ti.

Sé que viniste aquí por mi, y por eso no pienso dejar que te vuelvas a ir, no podría vivir ahora que estoy seguro de que no puedo pasar más tiempo sin tenerte.

Espero tu respuesta y que no sea demasiado tarde.

Te quiere...

Gil Grissom