Derechos: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Aviso: este fic contiene twincest (Fred/George), así que si no os gusta y os molesta no continueís leyendo ni dejeis mensajes criticando la pareja. Gracias.

Secuela de "Amor de ¿Hermanos?"

AMOR DE AMANTES

Capitulo 1: Aniversario

Fred abrió los ojos pesadamente. Sintió un peso sobre él y dirigió su mirada hacía un lado y vio una melena pelirroja que se recostaba sobre su pecho que emanaba un aroma ya conocido. Enredó sus dedos entre un mechón rojo juguetonamente, mientras observaba a su pareja. Hoy iba a ser un gran día.

Las cosas no estaban yendo como el había esperado. Todo parecía mucho más complicado. Tenían que esconderse de todos, cuando él lo que más deseaba era gritarle a los cuatro vientos cuanto le amaba.

Pero lo peor era cuando iban a la Madriguera. Allí todo se volvía más difícil. Tenían que fingir delante de sus seres más queridos que seguían siendo los mismos de antes, que eran aquellos hermanos bromistas que siempre lo hacían todo los dos juntos. Y, en el fondo, seguían siendo igual que antes, pero había una diferencia: ya no eran simplemente hermanos, ahora eran amantes. Fred deseaba poder compartir su felicidad con su familia, pero era algo imposible. Y lo lamentaba.

Esa situación les había hecho madurar más que cualquier otra cosa. Habían tenido que volverse más discretos cuando había gente alrededor. Cualquier descuido podía descubrirlos y no se lo podían permitir. La gente los repudiaría y se alejarían de ellos. Y las consecuencias no solo las sufrirían ellos, sino que también el resto de la familia Weasley.

Él lo llevaba todo bastante bien teniendo en cuenta las circunstancias, pero George parecía que le costaba más hacerse a esa situación. Incluso había perdido su buen humor y sus ganas de bromear y de reír. Ya no era la misma persona con la que había compartido toda su infancia.

Fred temía que se cansara algún día de todo eso y se marchara. Si algo así llegaba a pasar, sabía que no iba a poder soportarlo. No podría vivir si lo perdía, no ahora que había descubierto lo que es el verdadero amor.

Por suerte, Lee Jordan los apoyaba. Sin él, ya se hubieran hundido en la desesperación. Cuando estaban con el podían ser ellos mismo, sin esconderse. En esos momentos sentían que eran una pareja normal, podían darse la mano delante de él, rozarse, besarse... Podían hacer todo lo que pueden hacer dos personas que se quieren.

Fred observó el rostro relajado se su amado. Parecía tan feliz cuando dormía. Lo amaba tanto. Podría pasarse días enteros mirándole, sin siquiera pestañear.

¿Por qué la gente no podía comprender que se amaban como había hecho su amigo?

Ellos no tenían la culpa de haberse enamorado. Y un amor tan bonito no podía tener nada malo¿verdad?

¿Qué hay de malo en amar a alguien?

Daba igual que fueran hermanos. Pero la gente no sabía ver eso.

Mmmmm...

Buenos días, mi amor.- susurro cariñosamente con una sonrisa.

Buenos días.- Fred lo besó tiernamente.

¿Sabes que día es hoy- preguntó con una sonrisa divertida.

El 13 de marzo, creo. ¿Por qué?

No se te puede haber olvidado que día e hoy.- contestó Fred en un tono asustado.

Como se me iba a olvidar que hoy es nuestro aniversario, bobo.- respondió con una amplia sonrisa- Con todas las veces que me lo has recordado durante la semana...- dijo con sarcasmo.

Bueno, parece que no te haga ilusión que hoy celebremos que llevamos dos años juntos. Si no quieres, no te doy tu regalito.

¿Regalo¿Me has comprado un regalo? Yo no pude comprarte nada esta semana. Con mama todo el día encima de mí no me ha dado tiempo.- dijo tristemente.

No pasa nada. No necesito que me compres nada. Supongo que podremos encontrar alguna forma para que me recompenses.

¿Así? Pues creo que se me acaba de ocurrir una forma. Pero primero mi regalo.

Espera, que lo busco.- Fred abrió el cajón y saco un paquete.- Aquí lo tienes.

¿Qué ser�, qué ser�- canturreaba mientras abría el paquete. De golpe, su cara cambio a una de sorpresa y ¿decepción? Fred rió ante eso.

¿No te gusta?

¿Bombones- preguntó no muy convencido.- Sí, sí, me gustan mucho. No necesito nada más.

¿Nada más? Entonces la otra parte del regalo me la puedo quedar para mí.- Fred se levantó y sacó un paquete de debajo de la cama.- Ten, ábrelo.

George empezó a romper el papel emocionado como si de un niño pequeño se tratase. Fred lo miraba con una sonrisa divertida en el rostro. Se sentía tan bien cuando lo veía volver a ser como el de antes.

Cuando al fin abrió el paquete, los ojos se le iluminaron.

Uno es para ti y el otro es para mí.- explicó Fred sacándolos de la caja para que pudiera contemplarlos mejor.

Es... es... fantástico. No tengo palabras. ¿Por qué te has gastado tanto dinero? No hacia falta. Me hubiera conformado con algo más barato.

Pero yo no. Quería comprarte algo digno de ti. Así ya no tendrás que pararte en el escaparate para verlo cada vez que pasemos por delante. Así iremos los dos igual.

¿Alguien podría preguntar por ellos?

Bueno, tampoco será la primera vez que llevemos algo igual. Ya nos inventaremos cualquier excusa.

Gracias, muchas gracias, Fred.- George se abalanzo sobre su amante y lo beso en señal de agradecimiento.- Te quiero.

Fred lo atrajo hacia si mismo en un abrazo. El beso se alargó, mientras Fred se recostaba sobre su amante. Cuando se separaron para respirar, George comenzó a besarle el cuello. Subió a la oreja, mordisqueándola juguetonamente dejando olvidado sobre la cama un cajita con dos hermosos anillos de plata.

Las manos de Fred desabrochaban los botones del pijama de su hermano. Y su lengua comenzó a recorrer la suave piel. Besó uno de los sonrosados pezones, lamiéndolo y mordiéndolo mientras su mano estimulaba el otro.

George se deshizo de la ropa de Fred y lo beso con lujuria. Sentía su propio miembro erecto, rozándose con el de su gemelo.

Noto como unas manos le acariciaban suavemente el torso. Fred, mientras, movía las caderas tratando de volver a sentir el roce de sus miembros a la vez que una de sus manos viajaba hacía la erección de su amado.

Fred se situó entre las piernas de George. Lentamente se inclinó para lamer el palpitante miembro a lo que George respondió arqueándose y dejando escapar un gemido.

Sin dejar de atender la erección de su amado abrió un cajón de la mesilla y cogió un pequeño frasco que había sobre la mesita.

Fred.- susurro entre jadeos.

Fred destapó el frasco y derramo un poco de la sustancia en la entrada de su amado, mientras con la otra mano seguía acariciando el miembro su gemelo. Introdujo un dedo y empezó a moverlo en círculos. Otro dedo lo siguió moviéndose en el interior y luego otro más los imitó. Uno de los dedos rozó la próstata, enviando fuertes oleadas de placer por toda la columna vertebral. George se arqueó y gimió con fuerza ante aquel roce.

Cuando lo notó preparado, retiró la mano. George se quejó ante la retirada de esos dedos, pero Fred pronto introdujo su miembro y empezó a moverse lentamente en su interior. Poco a poco, el ritmo de las embestidas fue aumentando mientras George se aferraba a él sin dejar de gemir.

Pronto los nombres de ambos llenaron la habitación mezclándose con los gemidos que escapaban de sus gargantas.

Finalmente, George se derramó en la mano de Fred, quien poco después se vino en su interior.

Fred salió del interior de su amante abrazándole posesivamente.

Te amo George.- dijo besándole dulcemente.

Yo también te amo.

Se quedaron un rato abrazados el uno al otro sobre la cama en silencio. Ninguno quería separarse de aquella sensación cálida que les proporcionaba el otro cuerpo. Cuando estaban así, sentían que valía la pena todo el sufrimiento que comportaba esa relación.

Ahora vuelvo.- dijo George levantándose rápidamente de la cama y desapareció por la puerta.

Fred mientras esperaba cogió uno de los anillos y se lo coloco en el dedo observándolo. No se lo iba a quitar nunca.

Al cabo de un rato volvió George con un sobre entre las manos.

Esto es para ti.

Pero habías dicho que no me habías comprado nada.

Te dije que no había comprado nada esta semana. Esto lo tengo ya hace más de un mes preparado. Espero que te guste.

Abrió el sobre intrigado. Dentro había dos billetes de avión para Italia y unas llaves. Fred alzó una ceja interrogante.

Yo también llevo varios meses ahorrando para poder hacerte este regalo.

¿Nos vamos de viaje a Italia?

Si. Siempre quisimos ir allí.

Y ¿las llaves para que son?

He alquilado una casita para que estemos tú y yo. La conseguí muy barata y podemos ir siempre que queramos. Allí podremos hacer lo que nos de la gana sin tener que preocuparnos por si alguien nos esté viendo.

Fred se quedó en silencio uno rato mirando los billetes. Le había sorprendido mucho ese regalo. Era lo último que se hubiera esperado recibir.

¿No...¿No te gusta- preguntó preocupado George.- Pensé que iba a hacerte ilusión. Llevábamos mucho tiempo hablando de hacer un viaje.

Claro que me ha hecho ilusión. Es que no me lo esperaba precisamente de ti.

¿Qué quieres decir con eso- preguntó ofendido.¿Por qué no iba a poder hacer yo un regalo así? Te recuerdo que somos iguales, así que si tú puedes hacer regalos fantásticos, yo también puedo.

No lo dudo. Es que últimamente parecía que no te importara demasiado lo nuestro. Te veía como ausente. Ni siquiera querías salir conmigo. Íbamos de casa a la tienda y de la tienda a casa. Y cuando salías a otro sitio, nunca lo hacías conmigo.

Lo se y lo siento. Pero es que no lo soporto. Siempre que estoy contigo fuera de estas paredes tengo miedo de no poder resistirme y hacer algo que ponga en evidencia lo nuestro. No me siento seguro lejos de casa. Por eso cogí lo del viaje y la casa. Allí no tendré que preocuparme por nada. Podremos estar tú y yo. Podremos ir de fiesta, a pasear a la playa, a cenar a un restaurante y... ya se me ocurrirán más cosas para hacer.- dijo esto último con una sonrisa provocativa.

Creo que me gusta el plan. ¿Cuando nos vamos?

Tranquilo. Tenemos tiempo. Además, la semana que viene es el cumpleaños de Bill y tendremos que ir a casa para celebrarlo. Después nos podemos ir de vacaciones los dos juntitos.

Pero queda mucho para eso.- dijo Fred haciendo un puchero.

Ten por seguro que no vamos a perder el tiempo.

Te veo cambiado, George. Como más animado.

Si. Ya llevamos dos años juntos. Ya es hora de disfrutarlo de verdad. ¿No?

Ese es mi George. Por fin ha vuelto.

Oye.- dijo golpeándole con la almohada.- Si vas a seguir así me voy yo solo.

No. Me portare bien, lo juro. Seré un niño bueno.

No se porque pero no me fió mucho. El adjetivo bueno no pega contigo. Sois incompatibles.

Si, pero tu me quieres por eso. Además, tú siempre fuiste peor que yo. Y sino pregúntale a mama. Siempre fuiste el más revoltoso de los dos. Siempre nos metíamos en problemas gracias a tus geniales ideas.

No te quejes tanto. Nunca te obligué a hacer las bromas. ¿Me vas a decir qué no te lo pasabas bien?

Merecían la pena los castigos, que risa. Mira que llegamos a liarla bien. Como hecho de menos esos días.

Fueron unos buenos años. Lo que daría porque todo volviera a ser igual que antes.

Quizás, si no nos hubiéramos enamorado el uno del otro, nada de esto hubiera pasado y todo sería como aquellos días.

¿Te arrepientes de lo nuestro? Porqué yo no lo hago.- declaró Fred.- Me da igual dejarlo todo, si tu estás conmigo. Eres lo más importante para mí. Siempre he estado contigo, lo hemos hecho todo los dos juntos... no puedo separarme de ti ahora. Te necesito, George. Te necesito a mi lado.

Y yo. Nunca podré arrepentirme de esto. Sé que piensas que la presión acabara haciendo que me aleje, pero no lo voy a hacer. No voy a irme. No esta en mis planes abandonarte y permitir que todo los sacrificios que hemos hecho estos dos años sean vanos. Tengo fe en que un día encontraremos la manera de poder tenerlo todo y de estar tranquilos y felices.

Fred miró los anillos y el sobre que le había regalado su pareja aleatoriamente. Los dos primeros años de relación no habían sido todo lo que deseaban, pero este próximo iba a ser un gran año para ellos, de eso estaba completamente seguro.

Continuará...

Notas:

Gracias a todos los que leyeron la otra historia sobre estos dos. Aquí he puesto el lemon (si se le puede llamar así a lo que haya salido) que muchas me pidieron.

¿La resta de los Weasley debería enterarse de la relación de los gemelos¿Se lo tomarían bien¿Mal? Se aceptan sugerencias.