AMOR DE AMANTES
Nota: este es el último capitulo, aunque lo más seguro es que ponga un epilogo. Espero que os guste.
Capitulo 4: RECONCILIACIONES
Fred ese día se levantó de mejor humor. La conversación de la mañana anterior con sus hermanos mayores le había animado un bastante y le había devuelto la esperanza. Ni siquiera las miradas que su hermano pequeño le había dirigido esos días iban a conseguir estropearle el día. No. Ese era su día.
Después de desperezarse, se ducho rápidamente y se arreglo con la mejor ropa que tenía allí. Quería estar perfecto. Ese día estaba dispuesto a ir en busca de George y recuperarlo, no volvería si no era con él.
No sabía como podía acabar todo, pero iba a luchar por su amor.
Salió de su dormitorio y bajó las escaleras. Se sorprendió al no escuchar el típico escándalo que se creaba en la cocina por las mañanas, cuando todos se peleaban por el desayuno. Entonces recordó que le habían dicho que iban a ir toda la familia al Londres muggle a comprar algo que no había escuchado bien de que se trataba. Él, les había contestado, prefería quedarse y aprovechar para hacer unos recados pendientes.
Fred llegó a la cocina pensando en que podía preparase para desayunar. Él no estaba muy acostumbrado a preparar la comida. De eso solía encargarse George, normalmente. Para su alivió, sobre la mesa encontró el desayuno ya preparado: dos platos con tostadas y dos tazas de café.
¿Había alguien más en la casa, se preguntó al ver que habían dos cosas de cada. Se sentó a la mesa dispuesto a esperar a la otra persona. Él pensaba que se habían marchado todos.
Entonces, en ese momento, entró alguien a quien no esperaba ver allí.
.-¿George?.- preguntó totalmente confundido..- ¿Qué haces aquí?
.-Me esperaba un recibimiento más cariñoso..- dijo en tono irónico..- ¿Tú qué crees? He venido a hablar contigo.
.-Como habías dejado muy claro que lo mejor era no volver a vernos...
.-Tienes razón. Pero creo que hay muchas cosas que tenemos que solucionar. Esto no puede continuar así.
.-Estoy de acuerdo contigo. Hoy mismo pensaba ir a buscarte.
.-Ya era hora. Esperaba que salieras detrás de mí el mismo día que me fui..- añadió en tono de broma.
.-Insististe mucho en que no te buscara. Pensé que lo mejor era dejarte solo un tiempo.
.-Me ha ido bien para aclarar mis ideas.
.-¿Han sido Bill y Charlie los que te han ido a buscar?
.-¿Ellos? No Por cierto¿como lo averiguaron?
.-Son muy perspicaces. Se ve que hacía tiempo que lo sospechaban desde que les pareció ver como nos besábamos. No tuve más remedio que contarles la verdad. Insistieron en ayudarme a recuperarte.
.-Precisamente no han sido ellos quién han venido a buscarme. Pero lo ha hecho otra persona que te va a sorprender mucho cuando sepas quién es.
.-Pero si no lo sabe nadie más. ¿Ha sido Lee?
.-Frío. ¿No lo adivinas?
.-Nada más queda Ron que lo sepa. Pero él no...
.-Has acertado..- dijo George con una sonrisa.
.-¿Ron?.- Fred no cabía en su asombro..- Pero si... No, no lo creo.
.-Parece ser que encontró algo que le ablandó el corazón.
"George estaba tumbado sobre el sofá del piso que hasta ahora había compartido con su hermano y amante. Se sentía solo y sin ganas de nada. Empezaba a arrepentirse de haberse marchado de aquella manera, aunque seguía convencido de que aquello era lo mejor para los dos. No obstante, eso no hacía que disminuyera su añoranza.
Lo echaba tanto de menos...
Esos últimos días los había pasado tumbado en el sofá o en la cama y mirando por la ventana embobado. No había salido para nada y, sino hubiera sido por su amigo Lee Jordan, ni siquiera hubiera comido. No había imaginado en ningún momento que se sentiría así, no tenía ganas de hacer nada, solo de tumbarse y recordar aquello que el mismo había dejado escapar. .
De repente, mientras él recordaba uno de los momentos felices que había pasado junto a Fred, alguien llego por la chimenea. En un principio había pensado que debía ser Lee, pero cual fue su sorpresa al encontrarse a su hermano Ron.
.-George, me gustaría hablar contigo..- dijo el menor de los pelirrojos directamente mientras se sentaba a su lado en el sofá.
.-Si vienes a decirme lo que piensas de la relación entre Fred y yo, mejor márchate. No estoy de humor para escucharte.
.-No vengo por eso. Bueno, si. Pero no es lo que tú piensas.
.-Entonces ¿qué es?
.-Es difícil de decir.
.-No tengo todo el tiempo del mundo, así que ves al grano.
.-Bueno... No puedo decir que entienda lo vuestro ni que me parezca correcto, es como si hubiera sido yo el que por ejemplo se hubiera enamorado de Giny. ¿Vosotros lo hubierais encontrado normal?
.-No lo se. No se como hubiera reaccionado ante eso.
.-Tú me conoces y sabes lo impulsivo que soy, que siempre hablo antes de pensar y que acabo diciendo cosas que no pienso de verdad. Ahora lo he pensado mejor y he cambiado de opinión sobre vosotros. Me siento culpable por todas aquellas cosas que os dije.
.-¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?.- preguntó sorprendido. Una disculpa de su hermano era lo último que se hubiera esperado. Aunque era algo típico en él. Primero explotaba y, luego, se arrepentía. En el fondo, tenía un corazón de pan.
.-EL otro día escuche hablar a Bill y a Charlie. Decían que necesitabais el apoyo de las personas queridas y que ellos os ayudarían en todo. Creían que si vosotros estabais enamorados de verdad, no había nada que se pudiera hacer y que ellos querían lo mejor para vosotros. AL principio no lo comprendí. No podía entender como os sentíais hasta que encontré la carta que le dejaste a Fred antes de marcharte. Eso me ayudo a comprender tus sentimientos. Después de eso estuve pensando y ¿sabes? Por fin supe a que se referían ellos.
.-Me alegro que no ya no te demos asco, pero has llegado tarde. Lo nuestro ya ha terminado.
.-No, no ha terminado. Mientras tú le quieres y el te quiere, esto no va a acabar. ¿Sabes? Fred lo está pasando muy mal. Está siempre deprimido y casi no habla. Y tú no pareces estar mejor.
.-Ron, no entiendes nada.
.-Lo entiendo mejor de lo que crees. Lo que sucede es que eres un cobarde y te da miedo enfrentarte al mundo exterior. Fred haría cualquier cosa por ti y tú se lo pagas abandonándolo con excusas que no tienen razón de ser. Él se merece alguien que no se avergüence de estar con él y que sea capaz de dar la cara por esa relación. Parece que esa persona no eres tú. Me avergüenza ser tu hermano..- dijo el más joven con un tono de reproche y a la vez de preocupación.
.-Tú no sabes que es tener que esconderse todo el tiempo. No sabes que es que la gente te mire con aso como hiciste tú la primera vez. No te pienses que todo esto no me afecta. No puedes imaginarte como me duele estar sin él, sobretodo después de todo lo que hemos sacrificado este tiempo. Me paso las noches enteras despierto pensando en él y...- en ese momento el rostro de George ya estaba bañado en lágrimas.
.-Tú mismo lo estás diciendo. ¿No lo ves¿No crees que estéis sufriendo más separados de lo que lo haréis si seguís juntos?
.-¿Por qué haces esto?
.-Porqué sois mis hermanos. ¿Recuerdas todas las veces que he estado mal yo? Siempre veníais vosotros dos con alguna de vuestras bromas. Decíais que os divertía molestarme...
.-Nos gustaba molestarte. Todavía nos gusta.
.-Bueno... lo se, pero también se que lo hacíais para animarme. Claro que admitirlo hubiera dañado vuestra reputación. Ahora es mi turno ayudaros.
.-No pareces tú..- dijo George algo más animado..- ¿Le has dicho todo esto a Fred?
.-No, eso lo harás tú. Él ya tenía a esos dos. Eras tú el que necesitaba que viniera alguien a abrirte los ojos..- contestó Ron levantándose..- Voy a marcharme que mama pensará que me he fugado como tu. Reflexiona un poco y piensa en como está Fred.
.-Lo haré. Te lo prometo, hermanito.
Después de que Ron desapareciera, George se fue a su habitación. Allí estaban las cosas de Fred mezcladas con las suyas. Todo le recordaba a él. Cogió un marco que había sobre la mesita de noche. En la foto salían los dos abrazándose con una sonrisa. Eren felices. Quizá Ron tuviera razón..."
.-Así es como fue todo. Parece que nuestro querido hermanito ha madurado y nosotros sin darnos cuenta. – Acabó de decir George con una sonrisa.
.-Todavía sigo sin creerlo. ¿Seguro que era él?.- dijo en tono de broma..- Y ¿pensaste anoche sobre esto?.-
.-Sí.
.-¿Qué vas a hacer?.- preguntó Fred angustiado por la respuesta.
.-He llegado a la conclusión de que Ron tiene razón. Tú y yo somos lo suficientemente fuertes para enfrentarnos a lo que haga falta. Estuve recordando el día que empezó todo. Dijiste que era nuestra última oportunidad de ser felices y que si no nos arriesgábamos nos íbamos a arrepentir toda la vida.
.-Lo recuerdo todo como si fuera ayer..- añadió con una mirada perdida en los recuerdos de aquel día.
.-Tenías razón. Durante el tiempo que estuvimos juntos fui el ser más feliz del mundo, hasta que el miedo me venció, deje de arriesgarme y estos días han sido los peores que soy capaz de recordar. No sabes cuanto me arrepiento de haberme ido. No sabes cuanto te he necesitado.
.-Y ¿qué vas a hacer si alguien más se entera¿Volverás a salir huyendo?.- dijo mientras le daba un mordisco a la tostada y bebía un poco de café.
.-Entiende que dudes de mi, pero créeme, no volverá a pasar. No se vivir sin ti, llevo toda mi vida a tu lado y mira como he acabado todas las veces que me he separado de ti. Tu cariño, tu sentido del humor, tus caricias, tus besos... todo tú me eres imprescindible.
.-Hace unos días no pensabas lo mismo..- contestó Fred en tono de reproche. Quería asegurarse que no volvería a fallarle.
.-Si que lo pensaba, pero no era consciente. El miedo al rechazo fue más fuerte. Cuando Ron me dijo que se avergonzaba de ser mi hermano porque no era capaz de luchar por lo nuestro, me di cuenta que lo único que me importa es que mis hermanos, mis padres y, sobretodo, tú no me rechacéis, los demás me dan igual, que piensen lo que quieran, yo tengo mi conciencia muy tranquila. No estamos haciendo nada malo.
.-¿Has pensado que si mama se entera no lo aceptará tan fácilmente?
.-Eso ya lo se, pero mientras tenga el apoyo de mis hermanos podré soportarlo. Jamás pensé que iban a tomárselo tan bien. Ahora se que mi miedo era totalmente infundado. Además, yo soy un Gryffindor ¿no? se supone que tengo que ser valiente y no un cobarde que es como me he comportado hasta ahora.
.-Supongo que todo esto quiere decir que quieres volver a intentarlo ¿no?
.-Si, si tú estás dispuesto, claro. Entenderé que no te fíes de mí, pero quiero que sepas que no volverá a pasar. Pero espero que quieras darme otra oportunidad. Esta vez no voy a fallarte.
.-No seas bobo, George. Como no te voy a dar otra oportunidad. Es lo que he estado esperando desde que te has ido. – dijo Fred acercándose a él..- Ya creía que te habías cansado de mí.
.-Nunca..- George acabó de romper la distancia y lo besó..- Jamás olvides que te amo.
.-Yo también te amo.
.-¿Por qué no vamos a un sitio más cómodo?.- preguntó George con una sonrisa pícara..- Tenemos que recuperar el tiempo perdido. ¿No crees?
.-Si. Vas a tener que compensarme por esto.
.-Estaré encantado de hacerlo.
George se levantó de la silla y cogió a su pareja de la mano arrastrándolo hasta el salón. Allí lo tumbo sobre el sillón colocándose encima de él. Empezó a desvestirlo mientras se besaban ansiosos.
Cuando acabó de quitarle la camisa, empezó a besarle el torso y a jugar son sus pezones haciendo que de la garganta de Fred se escaparán gemidos de placer. Y, en ese momento, oyeron un ruido a sus espaldas.
Los dos levantaron la cabeza y lo que vieron hizo que desearán que la tierra los tragara. Molly Weasley se encontraba parada ante ellos, con los ojos abiertos como platos, incapaz de reaccionar.
Poco a poco, empezaron a llegar la resta de la familia. Todos los miraban igual de sorprendidos, excepto los que ya sabían de su relación. Esos los miraban con una sonrisa cómplice.
Se taparon con lo primero que encontraron y se levantaron para dar la cara ante su familia.
.-Papa, mama, Fred y yo somos pareja. Estamos juntos desde hace algunos años y vamos a seguir estándolo aunque vosotros no lo aceptéis. Nos gustaría tener vuestro consentimiento, pero no vais a hacernos cambiar de opinión.
Ante las palabras de George, Arthur empalideció y Molly cayó al suelo de la impresión. Por su lado, Fred se alegró de que el otro hubiera tenido el valor suficiente para decir eso.
Gracias a Chisse, a Fantasma de la niebla y a Mirels por vuestros comentarios. Espero que este capitulo os guste tambien.
