Weno, primero a por los reviews n-n
Michel 8 8 8: Gracias por tu review! No he podido visitar mucho el últimamente pero cuando las clases/padres/tiempo/de nuevo los padres XD me lo permitan me leo tus fics. ¡Seguro que son geniales! Je je je, sí, lo de hacer una versión de un caso se está extendiendo mucho XDD el caso es que yo tenía este fic empezado desde hace muuuuuucho tiempo XDDD solo que no lo había colgado… n-nUuuU
Azu: Tú siempre de las primeras en mandarme reviews n.n qué menos se puede esperar de mi crítica oficial UoU así que ya sabes… UoU sigue así XDDD ¿Qué no parece un fic mío? Vaya… n.nU gracias… XDDDD no se si tomármelo como un cumplido o que XDDDD ¿Yo rascándome la barriga durante todo el curso y sin escribir? XD Que va, hija… (cara angelical)
Minako Kudo: Wolas Minako! nOn ¡Me alegro mucho de que me hayas reviewado! Me alegra que te guste este fic, espero que este chap no te decepcione! n.nU Muchas gracias por todo y espero no tardar demasiado en colgar los siguientes chaps! .n
Maggie-chan: ¿Te ha gustado el trozo de dormir al raso? Me encantó escribirlo XD Ya sé, ya sé… Shin y Ran les cortaron un poquito el rollo al pasar por ahí XD pero si todos se declaran a la primera de cambio el fic pierde interés no? (cara maligna) (Y no es porque me guste hacer sufrir un poco a los personajes, noooooooooooo XD)
Iliath: Woo, tú
por aquí, iliath! nOn conan o no conan? Yo toy en la misma
situación XDDDD si, el colegio afecta mucho… demasiado…
voy a replantearme seguir yendo a clases… >:-) je je je
XDDDD
Malale: Ains male, no podía publicar el
nuevo chap sin un review tuyo XDDD ¿A que es divertido que
Heiji y Shinichi se peleen? XDDD Vale, vale, continuaré el fic
¬¬U entre azu (q se hace 5 cuentas nuevas para llegar a los 5
reviews) y tu (q me amenaz… digo… me sugieres por el msn que
continúe) no voy ni a poder respirar XDDDD
Disclaimer: Ni Shinichi TOT ni ningún personaje de Detective Conan me pertenece (y al paso que voy me da que mi paga no llegará para comprárselos a Aoyama-sama TT)
Shinichi,
que fue el primero en llegar, giró el pomo de la puerta del
ático con violencia.
-
¡Mierda¡Está cerrada con llave¡Eh,
Hattori! – gritó al recién llegado - ¡Ayúdame
con esta puerta – Y, hombro con hombro, tras unos pocos golpes,
derribaron la en apariencia frágil puerta de madera, para
revelar una tétrica escena. Alguien se encontraba muerto en
esa habitación. Junto a ellos entró Chie,
cautelosamente.
- La…
la araña… ¡Es la maldición de la
araña…! – gritó la anciana, totalmente
aterrorizada. Nobukazu Takeda colgaba del techo, ahorcado, envuelto
entre cientos de hilos, simulando una diabólica telaraña.
Capítulo 2: Una visión aterradora
¿La
maldición de la araña? - pensaron ambos detectives a
la vez. El ruido de muchos pasos apresurados provenientes de la
escalera hizo que Shinichi se colocara delante de la puerta, para
impedir el paso de los que se acercaban para no contaminar las
pruebas de la habitación.
-¡Hay
que descolgarle…! – gritó Ryuji desesperado - ¡…y
llamar a una ambulancia!
- Es tarde – cortó Heiji, con
una voz suave – Hay que llamar a la policía. El cuerpo ya
está frío. Debe hacer una hora que está muerto –
añadió con voz profesional ante la atónita
mirada de los presentes.
-¿Pero
qué dices? – exclamó Yuzo nervioso – ¡Bájenlo
de ahí! – Shinichi se acercó más a la puerta
impidiendo la entrada.
-En la
escena de un crimen no se puede pasar – el tono tranquilo de Heiji
retumbó por toda la sala. Parecía como si la palabra
crimen hubiera hecho más eco que las demás, pues ahora
resonaba en las cabezas de todos. "Crimen…" – Yo también
recibí una carta: "El próximo domingo, antes de que
el sol se ponga, vendrás a la casa Takeda de la Cañada
Maldita. Si no lo haces, otra marioneta viviente caerá víctima
de la araña" La carta no parecía una broma, así
que vine hasta aquí precisamente para evitar más
crímenes y resolver los anteriores…
- Pero hemos llegado
tarde… - le interrumpió Shinichi desde la puerta
-¿Y
qu-quién eres tú? – dijo Ryuji mirando a Heiji con
asombro – pensé que Kudo era él, el detective –
señaló a Shinichi
-Es
cierto, él es Kudo, el detective adolescente de Tokio pero…
-¿Pero…?
– preguntaron los asistentes
-Yo soy
Heiji Hattori, el más famoso detective de Kansai – Heiji se
puso en una misteriosa y deslumbrante postura, que bien podría
haber sido de Kogoro, mientras su pobre amigo lo miraba.
-Siempre
igual ¬¬Uuuu - pensó. Mientras todos miraban
estupefactos al joven, Shinichi aprovechó para abandonar su
puesto en la puerta y empezar a buscar pruebas. Algo brilló en
la oscuridad. El chico lo alumbro con la linterna. Era un pequeño
objeto metálico… algo así como… ¿una
chincheta?
-¿Qué
hace una chincheta aquí? – susurró para sus adentros
– Bueno, parece haber estado aquí mucho tiempo, porque la
cabeza está oxidada, pero la punta está impecable, eso
quiere decir que ha sido arrancada de donde estaba hace poco...
Y
mientras tanto, los presentes cuchicheaban entre ellos, hablando de
ese tal Hattori…
-He oído
que es un detective medio loco de Osak… - susurró Yuzo, pero
ese fue el último comentario que hicieron, ya que Heiji les
cortó la conversación
- ¡Eso ahora da igual¡Hay que llamar a la policía!
-¡Yo
voy! – se ofreció Miyuki, antes de bajar las escaleras a
toda prisa
-Pero si
fuera un asesinato… ¿cómo iba a escapar el asesino? – Preguntó Yuzo.Heiji examinó la habitación. Sólo había
una puerta, la que ellos habían roto para entrar, vigas,
telarañas, y una pequeña ventana, bastante alta.
-
Por ahí – señaló el de Osaka, triunfante
-Esa
ventana es demasiado pequeña. Sólo podría salir
por ahí un niño - Cortó Ryuji
-Te han
fastidiado la teoría Hattori – comentó Shinichi –
Además, si la puerta la tuvimos que derribar porque estaba
cerrada con llave por dentro, eso significa…- Que tenemos un
asesinato en una habitación cerrada – finalizó el
joven
-Ha sido
la araña – la anciana Chie se acercó a los jóvenes
– la majestuosa araña trepó por el edificio con sus
ocho patas, atrapó a través de la ventana a Nobukazu
con sus hilos y le mató… Quería castigar a Nobukazu
por haber construido ese cobertizo… es terrible, terrible…
ustedes son detectives, pero si dicen que fue un crimen, sufrirán
también la maldición… - y la señora siguió
murmurando su monólogo, escaleras abajo, hasta que ya nadie
pudo oír la voz de la anciana
-¿Qué
es eso de la araña? – preguntó el joven de Tokio
preocupado
-Ah…
una vieja leyenda del lugar… - respondió Ryuji, aún
asombrado por la intervención de Chie – Dicen que hace mucho
tiempo vivía en esta cañada una mujer muy hermosa, que
detenía a los viajeros y les preguntaba: "¿Crees que
existe el paraíso¿Cómo es¿Te gustaría
ir?" Los viajeros, embriagados, seguían a la mujer al
interior del bosque y nunca volvían a aparecer. Un
marionetista, picado por la curiosidad, creó una marioneta de
un hombre a tamaño natural y esperó que la mujer
viniera. Cuando ella apareció intentó seducir a la
marioneta como a tantos otros, pero al ver que no reaccionaba se
enfadó. De pronto la mujer se transformó en una temible
araña, y el marionetista, que había estado escondido,
empezó a lanzarle flechas con fuego. Finalmente, la araña
huyó, y murió calcinada en el interior del bosque. Se
construyó un templo dedicado a "la majestuosa araña"
donde murió, y bautizaron el lugar como "la cañada
maldita"
-Bah, no
es más que una vieja leyenda… - cortó Heiji
-Dicen
que el cobertizo está construido donde se encontraba el templo
– agregó Yuzo – Pese a la oposición de todos los
habitantes, Nobukazu construyó el cobertizo encima de donde
había estado el templo. Siempre decía que si la araña
aparecía se libraría de ella con una de sus marionetas,
como en la leyenda…
-Y tres
años después de la construcción del cobertizo,
su hija y su mujer, Misa y Kinuyo, se ahorcaron aquí…
Tardamos mucho en encontrarlas… y sus cuerpos estaban llenos de
telas de araña, fue algo horrible… Tres años más
tarde de sus muertes encontramos a Negishi, un socio de mi hermano,
también ahorcado aquí… pero esta vez cubierto de
hilos… de esos que se usan para las marionetas, al igual que mi
hermano – señaló hacia el cadáver, que aún
seguía colgando – Si se dan cuenta, parecen hilos de araña
-Claro,
por eso la llaman la "mansión de la araña de la
cañada" – intervino Shinichi
-Sí…
alguien intenta aprovechar la maldición para matar a gente…
- le contestó su amigo
-De
hecho - comentó Ryuji de pasada - al lugar al que han ido sus amigas con Robert es la cañada,
donde dicen que aparecía la araña
-¿Qué!
– ambos se dieron la vuelta para mirar a Ryuji – No puede ser –
a cada uno se le vino la imagen de su amiga de la infancia…
-¿Dónde
está esa cañada! – Shinichi cogió a Ryuji por
los hombros, un poco más fuerte de lo normal
-A-a unos
10 km… - contestó asustado
-Pero el
único coche se lo ha llevado Robert – Yuzo miró a
Heiji, temeroso de que éste lo zarandeara igual que Shinichi a
Ryuji. Pero éste sólo se encaró al joven de
Tokio.
-¡Kazuha
no tiene su móvil¡Tenemos qué hacer alg…!
-¿Móvil! – ¡Le regalé uno a Ran
hace unas semanas! – gritó mientras corría hacia el
pasillo, donde se encontraba el teléfono de la casa. Miyuki
aún seguía hablando con la policía - ¡Mierda¡Y mi móvil está sin batería! – Shinichi
sacó su teléfono del bolsillo, rezando para que no
tuviera razón, pero no, el aparatito no se encendía…
- ¡Hattori, necesito un teléfono, rápido! –
volvió a gritar, esta vez sin darse la vuelta.
-Toma –
alguien desde detrás le alcanzó un móvil – un
móvil… es lo que necesitas ¿no? – ofreció
una voz femenina, suave. El joven se dio la vuelta rápidamente
- ¡Ran!
-¡Kazuha! – el grito de alivio de Heiji se
pudo oír a través de las finas paredes de la casa
-¿Qué
pasa? – preguntaron las dos, extrañadas
-Cuando
les dije que el lugar al que han ido estaba maldito se pusieron
pálidos y echaron a correr como posesos buscando un móvil
– Ryuji había aparecido por detrás
- ¿Estaban
preocupados? – preguntaron con una sonrisa
-Claro
que no – respondieron, rojos, y con el orgullo dolido
-¿Y
esa maldición? – preguntó Ran
-Bah, una
tontería… – le contestó su amigo
-Venga,
cuéntamela – insistió la karateka, zarandeando
suavemente el brazo del joven
-No, que
si no por la noche te entra miedo y después te vienes a dormir
a mi cama – respondió Shinichi, intentando recuperar un poco
de orgullo. PLOC
-¡AY!
– se quejó el chico, con un gran chichón en la cabeza
-Baka…
¬¬ - susurró Ran, con el puño levantado
mientras los de Osaka miraban divertidos la escena, aunque a Kazuha
le había pasado lo mismo: una marca de pellizcón en el
brazo izquierdo de Heiji lo demostraba. De pronto alguien interrumpió
la tranquilidad de los jóvenes
-¡Es
terrible! – Miyuki llegó corriendo a donde se encontraba el
grupo – La lluvia ha producido desprendimientos por la zona y la
policía no podrá venir hasta mañana
-Pues si
no hay más remedio… - cortó Heiji
-…Nosotros haremos la inspección preliminar. Miyuki¿podría
pedirle a Robert que nos deje su cámara?
-Voy –
susurró antes de darse la vuelta con rapidez
-¿Ustedes
harán la inspección preliminar? – Kazuha miró
con escepticismo a los dos detectives
-En fin,
nosotras nos vamos a dormir – Ran agarró del brazo a Kazuha
y la arrastró fuera de la habitación – Oyasumi nasai,
tantei-san - Y después de guiñarle un ojo a Shinichi
salieron hacia su cuarto. Por supuesto nuestro detective, asombrado,
no pudo evitar que Heiji viera el terrible color rojo de su cara,
teniendo que aguantar las bromas por parte de éste.
¡Ran!
– susurró Kazuha, que caminaba junto a la karateka con paso
ligero - ¿t-tu has… has…? – intentó preguntar -
¿Cómo…?
-Pues…
- Ran vaciló su respuesta y miró al suelo – tenía
que vengarme de él por haberse reído de mí antes
– respondió, levantando su cabeza y mirando a Kazuha, con
una cara de un tono enrojecido más suave.
-Sí…
vale… - la chica de Osaka desvió la mirada, con una leve
sonrisa de incredulidad que la de Tokio no pudo evitar notar
-No funciona… como hace tres años que no se utiliza deben haber cortado la luz…
-Pues tendremos que hacerlo con nuestras linternas – suspiró Heiji Unos ruidos de ropa en movimiento salían del dormitorio de las chicas. Ropa, libros, objetos personales… todo se encontraba tirado encima de la cama, y en medio de ellos una chica sacaba todo su equipaje de una maleta con leve desesperación. Las gotas de lluvia seguían golpeando el tejado.
-Qué raro…-¿Qué pasa? – preguntó Kazuha, que acababa de soltarse su lazo
-Es que siempre llevo conmigo un muñequito que me da suerte, pero no lo encuentro… y yo juraría que lo tenía antes de montar en la furgoneta….
-¿No se te habrá caído en el coche? – sugirió la otra chica
-Tendré que esperar hasta mañana – susurró tristemente mientras dejaba quieto el poco equipaje que le quedaba dentro de la maleta: un reproductor de CD's, unas camisas y un pequeño libro...
-¡Si quieres vamos juntas a buscarlo¡Sé donde están las llaves del coche y aquí tengo mi linterna! – Kazuha se levantó de un salto y levantó a Ran con ella
-¿No deberíamos quedarnos…? Seguro que esto a los chicos no les…
-¡Bah, pasa de ellos! – respondió con una sonrisa – sólo será un momento – Ran solo tuvo tiempo de coger un paraguas antes de que Kazuha la arrastrara con ella al jardín. Ninguna de las dos notó una fría mirada dirigida hacia ellas…
-¿Está
ahí? – preguntó esperanzada la judoka
-No lo
veo… - suspiró la chica de Tokio – Se me debió caer
en el mirador…
-Bueno,
también se te pudo caer al subir al coche ¿no? Recuerda
que se te cayó el bolso y se te salieron las cosas… Además,
empezaba a anochecer… ¿Le tienes mucho cariño a ese
muñequito?- Sí… - susurró apenada
-¿No
será por casualidad un muñequito que te regaló
Kudo, verdad? – Ran se sonrojó y miró sorprendida a
su amiga – ¡No disimules, se te nota en la cara! – rió
– ¡Lo de Kudo no tiene remedio! Todavía no se te ha
declarado, mira que tarda…
-P-pero
Kazuha, Shinichi no me… no le… - tartamudeó
-¡No
seas boba! Pero si se nota a la legua que está babeando por
ti… - Ran simplemente bajó la cabeza, totalmente sonrojada
-¿Era
por aquí? – preguntó la chica de Osaka, cambiando de
tema – El coche estaba aparcado frente al cobertizo, y Robert lo
arrancó y nos recogió por aquí…
-Sí…
y justo cuando íbamos a entrar se me cayó el bolso y…
- la linterna empezó a parpadear, avisando de su corto límite
de vida
-¡A
la linterna se le están agotando las pilas!
-¿Cuántas
necesita?
-Mmm,
dos… - respondió, mirando la tapa de la parte trasera
-¡Yo
tengo en mi reproductor de Cd's¡Ahora las traigo! – Ran
se alejó rápidamente, intentando no mojarse con la
lluvia, mientras la otra joven se quedaba parada en el sitio,
dirigiendo la escasa luz hacia unos matorrales.
-¿Eh?
– Kazuha se agachó, intrigada, y recogió una bolita
blanca. Empezó a examinarla de cerca, distraídamente,
sin darse cuenta de que una sombra se acercaba a ella por detrás,
sosteniendo en sus manos un aparato de descargas eléctricas,
con un aire nada inocente.
-Ha
venido… - susurró una de las gemelas
-Sí…
ha venido – contestó la otra, desde el otro lado del futón
-Tú
también los has visto…
-Los
hilos de la araña… los hilos…
-Qué
miedo… - rió una con satisfacción
-Qué
miedo, qué miedo… – susurró la otra, con una
sonrisa de delicia
Notas de la autora¡Bien¡Lo conseguí¡Termine el file 2! Mira que me costó… ¬¬ Con tanto examen trimestral, tanto trabajo y tanta clase no he tenido tiempo ni de respirar…¬¬ Bien, bien… supongo que todo el mundo sabrá lo que pasa después, en el siguiente file ¿no? pero… ¿y si lo cambio un poquito >:-) No sé… algo más… dramático, más peligroso para los protagonistas, je je je… ya veré, ya veré… >:-) He llegado a los 6 reviews! Y mira que pensé que no llegaría ni a los 5 n.nUuu doomo arigatoo! Para el siguiente necesito por lo menos 5 otra vez n.nU
Sigan mandando reviews, o-negai shimasu!-
