Notas1.- ¡Hola a todos!, bueno, hoy es catorce de mayo y por fin he terminado la quinta parte de esta historia. Les agradezco de todo corazón que estén leyendo, para mí es muy importe recibir todos sus comentarios. En el capítulo anterior James se enteró de parte de la verdad y apareció Moony-Adulto, Hermione se recuperó y al final Harry recibió una foto de sus padres cuando eran jóvenes. Por otra parte Lily y Peter (del pasado) se perdieron en el bosque y un extraño fénix  apareció. La trama ya está formándose, les ruego paciencia, tengo muchos planes para los Merodeadores en el tiempo de Harry. En este episodio la historia da otro giro (por algo este escrito se llama "girahistoria"), este giro es necesario para escenas posteriores!... como adelanto les comento que James por fin habla con Harry, y nuestro Harry se reencuentra con su antiguo profesor Lupin. ¡Y claro, de nueva cuenta sale Lily! Como anexo les recuerdo que lo que está en negritas es otro tiempo; también uso los apodos de los merodeadores en inglés y español.

¡En fin, mejor me dejo de discursos!, gracias por estar aquí, los dejo con la lectura.

Fanfiction: Harry Potter

~girahistoria~

Por CieloCriss

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La metamorfosis

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La cicatriz en forma de rayo se dibujó en la mente de Lily; en esa imagen la herida brillaba y tenía como fondo una piel clara, lisa… era la frente de una persona. A Lily se le entumió el estómago al ir percibiendo cada vez mejor al portador de esa cicatriz. Tenía el cabello negro, desparpajado y rebelde; usaba anteojos que enmarcaban unos ojos parecidos a los suyos, eran verdosos, profundos y a la vez  solitarios. ¿Quién era ése chico?, por un momento pensó que se trataba de James, pero no, había varias diferencias. De cualquier manera, ¿por qué estaba viendo a ese muchacho en su mente?, ¿qué rayos le estaba pasando?

"¿Quién eres?, ¿Por qué se me oprime el pecho al ver esa cicatriz tan brillante?" trató de comunicarse con su visión, pero no tuvo éxito. Peter Pettigrew la sacó de sus reflexiones al recordarle que estaban en medio del Bosque Prohibido, con el fénix de Dumbledore por delante.

—¡Pero es imposible que se trate de Fawkes! – dijo Wormtail, comiéndose las uñas de la mano izquierda, con la derecha sujetaba a Lily.

—¿Por qué?, ¡estoy segura de que es él!

—Eso no puede ser — se entercó Peter —, la última vez que nos castigaron de gravedad a los cuatro nos mandaron con el profesor Dumbledore, ¡y vimos a Fawkes!, fue hace unos días, y era un anciano, estaba por morir… aunque no sé cuánto tarden los fénix en nacer y crecer.

—Ya veo —opinó Lily, olvidándose de su alucinación.

—¡A lo mejor sí es él y ha venido por nosotros al enterarse de que nos perdimos!—se animó Peter.

El canto se intensificó  con gloria grandiosa… era afrodisíaco escuchar ese cálido sonido. Peter se enrojeció del gozo, Lily sintió euforia, pero a la vez percibía que debía trascender de ese canto, era un mensaje… ¿de James?

Fawkes — habló, se fue acercando lentamente, Colagusano la había soltado porque seguía encantado por el canto — ¿Tú sabes donde están James y los muchachos?... has querido que me comunique con James Potter, ¡me has conectado con él! ¿A que sí?

Hubo un silencio extraño, Peter lamentó dejar de oír al ave, se entretuvo viendo el rojizo pelaje, legendario y mágico.  Lily Evans llegó hasta  el fénix, se arriesgó a acariciarlo, ella sentía el misterio en su sangre, por eso necesitaba respuestas.

—¡Lily, ven acá! —rogó Peter, con pánico de acercarse, estaba poniéndose nervioso, porque una vez cesado el canto, ecos de voces, provenientes del futuro, estaban comenzando a vibrar en su corazón:

"Tengo que admitir; Peter, que me cuesta comprender por qué un hombre inocente se pasa doce años convertido en rata"

"Pero tú, Peter... no entiendo cómo no comprendí desde el primer momento que eras tú el espía. Siempre te gustó tener amigos corpulentos para que te prote­gieran, ¿verdad? Ese papel lo hicimos nosotros: Remus y yo... y James..."

—¿Quién, quién me habla? —gimió Peter, sorprendido, parecía que esa voz, llena de ira, salía de sí mismo. Al merodeador lo estremecieron las palabras, porque hablaban sobre él, sobre su gusto por estar con los que él consideraba fuertes, sobre que era un espía…

Por su parte, Lily seguía tocando a Fawkes. El ave pió con fuerza y comenzó a llorar, las lágrimas cayeron en la túnica de la chica. La luz dejó de ser intensa,  se fue diluyendo, como si las penumbras de la noche escasearan el brillo. 

—¿Qué es esto? —preguntó Lily a Peter, alzando una cadena de la que colgaba un extraño artefacto, la cadena estaba en el pecho del Fénix, y parecía un reloj de arena.

—¡Pero ¿Cómo es que Fawkes tiene ése artefacto?!

—¿Sabes qué es?

—Sirius y James construyeron uno de esos, es un aparato que te puede llevar a otro tiempo, o al menos eso me dijeron… ¡Ahora recuerdo Lily!, ellos querían probarlo hoy—informó el lento de Wormtail, apenas recordando.

—Entonces, es un giratiempo, he oído sobre ellos — las lágrimas del fénix aumentaron, aunque el ambiente era frío, daban una sensación de calidez inigualable, Lily volvió a ver la cicatriz en su mente, pero esta vez no se le oprimía el pecho ni le causaba  ningún dolor, era como si Fawkes estuviera ayudándola a comprender mejor. —¿Por qué lloras, Fawkes?

Pero el hermoso pájaro comenzó a desaparecer en lugar de responder la pregunta de la muchacha hija de muggles. Se acabó la luz, reinaron las tinieblas. En el sitio en donde antiguamente se hallaba el ave apareció un pergamino, Peter se acercó al reconocerlo como el mapa del merodeador.

—¿Qué hace este mapa aquí?

—¿Cómo, un mapa?, pero Peter, ¡no hay nada escrito en él! — dijo Lily, con admiración indudable.

—¡Juro que mis intenciones no son buenas! —replicó Colagusano, convencido de que se trataba del mapa que él y sus amigos habían creado. Era demasiado similar como para ser otro, por otra parte el gordito dudaba que alguien más en todo el mundo mágico optara por crear ese tipo de cosas. Lo más probable era que todo se tratara una broma de sus amigos —¡ No aparece nada!... ¡Juro que mis intenciones no son buenas!

En el pergamino comenzaron a aparecer letras con mucha lentitud, Lily tembló al darse cuenta de que la letra se parecía un poco a la de James Potter.

En esta ocasión, jurar sobre tus intenciones no será suficiente para que nos reencontremos se escribió.

—¿Qué rayos?, ¡ahora sí que tengo miedo! — admitió Peter —¡No es el mapa, aunque se ve como el mapa que hicimos los chicos y yo!

—Peter, el fénix nos dejó su giratiempo… y si James, Sirius y Remus usaron uno para cambiar de tiempo, ¡debemos seguirlos! —mandó decidida Lily, tenía la seguridad de que los merodeadores necesitaban de su ayuda.

Wormtail tragó saliva de manera ruidosa, miró con temor a Lily,  la palabra traición resonó varias veces en su infantil mente.

--

—¡Auch!

—Cuidado Sirius, ya ni Peter se hubiera golpeado con las estalactitas tantas veces como tú— se burló James, observando el pasadizo secreto por el que caminaban.

—Cállate James, Peter ya hubiera rodado causando una avalancha, no es mi culpa que el tiempo cambie las dimensiones de la cueva. Ustedes muy felices porque están más bajos que yo, y tío Lupin parece tener memorizado el camino.

—Es verdad... oye Lupin, ¿se ha seguido usando el pasadizo de la bruja tuerta, verdad?

—Así es —respondió Remus-adulto, con mucha tranquilidad.

—¿Quién lo ha transitado? ¿Quién lo ha descubierto? ¡GRRR!, un momento, ¿dónde habrá quedado nuestro mapa del Merodeador?

—¿Tú sabes? —preguntó el joven Remus a su Yo adulto.

—Según tengo entendido, lo tiene Harry, y le ha sacado bastante provecho.

—¡Claro, debe pertenecerle a Harry!, seguramente se lo heredamos porque es la única descendencia de los merodeadores...

—Quien sabe, Sirius. Aún no sabemos si Peter tuvo hijos. —recordó James, entonces se dirigió a Remus-grande —Lupin, no sabemos nada de Colagusano, ¿nos puedes dar noticias de él?

El Profesor Lupin se estremeció, sin embargo disimuló bien. Él no podía decirles lo que había sucedido con Colagusano... no era su deber. Junto con Dumbledore había acordado que sería el mismo Sirius Black /del futuro, claro/, quien les diría la verdad, y la visita a Canuto no iba a ser hoy.

—Después de llegar a Hogsmeade viajaremos a la casa de una vieja amiga, ¿queda entendido, chicos?

—¿Entonces no iremos a visitarme? —se desilusionó Sirius, bufando.

—Hoy no, Sirius.

—Vaya...

—¿Por qué nos trasladamos por el pasadizo en vez de con el modo ordinario?

—Por seguridad y comodidad, Remus —dijo Lupin, sonriéndoles. —. No nos conviene que algún Mortífago se entere de que James Potter /que parece Harry Potter/ anda rondando por ahí con dos muchachos más.

—Pero cuando fue el ataque contra Hermione y los muggles varios mortífagos nos vieron—recordó James.

—Incluso uno de ellos, aquél de estatura baja y mano plateada parecía conocernos —recordó Sirius.

—Es que estoy seguro de que nos conocía, Sirius. —agregó James —La forma en como nos miró y apuntó; en verdad me asombré porque su reacción al vernos fue peor que la de Snape, parecía que éramos sus peores pesadillas.

—¿Qué estás diciendo, James? —Lupin paró en seco, su cuestión tenía un tono de susto muy claro para los tres jóvenes. También se detuvieron y miraron la espalda de Lunático-adulto con desconcierto.

—¿Sucede algo, Tío Lupin?... lo que dijo James es verdad. El sujeto denigrante ese fue con quien nos enfrentamos, pero parecía tener miedo de nosotros por algo.

—Y nosotros, confiándonos del miedo nos acercamos y fue ahí cuando me hirió —agregó Remus-chico.

—El hombrecito terminó huyendo como si nos lo fuéramos a comer.

—¿Dices que tenía una mano plateada?

—Sí.

"Según recuerdo, cuando Colagusano ayudó a que Voldemort renaciera, Harry le dijo a Sirius que Peter perdió la mano para echarla al caldero... entonces, después Voldemort le puso una nueva mano color plata.... entonces Peter Pettigrew ya ha visto a James, Sirius y... a mi Yo-pequeño. Esto tendré que consultarlo con Sirius, pero al menos, después del plan de Dumbledore, nadie reconocerá a estos chicos como los antiguos merodeadores. Figg se encargará de todo".

—¿En qué piensas? —preguntó Remus —, ¿Acaso en el mortífago miedoso?

—A lo mejor fue nuestro enemigo cuando nos enfrentábamos a Voldemort, ya saben, más o menos por las épocas en la que James aún era soltero y cosas así... aunque, ¿cómo saberlo si aún no vivimos eso?... nosotros aún estamos en quinto grado, mitad del curso—dijo Sirius, medio despreocupado.

—¿Y Harry también tiene mi capa invisible?

—Claro James. Y con ella vaya que se ha metido en problemas. En una ocasión la usó para salvar la vida de un Hipogrifo que criaba Hagrid en su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas

—¿Quieres decir que Hagrid es MAESTRO?, ¡En la vida!... Autos voladores y dementes, Hagrid de maestro... luego resultará que contratan profesores farsantes y los elfos domésticos hacen una organización en defensa de sus derechos.

—Bueno Sirius, yo mejor no te respondo a eso.

Sirius se quedó pensando en las posibilidades de que eso fuera cierto, pero consideró que era nula la probabilidad de que los Elfos domésticos reclamaran sus derechos, ya que éstos eran felices 'sufriendo'... claro que Black ignoraba las ideas utópicas e idealistas de Hermione Granger y tampoco sabía que en segundo curso Harry y los demás alumnos de Hogwarts habían tenido a un maestro fraudulento que se hacía llamar Lockart.

—Estamos cerca de la salida. Qué bueno, ya quiero ver con quien nos llevarás.

—Saldremos con mucho cuidado. Llegando a Honeyducks a cada uno le daré un poco de polvos Flu para que corran a la chimenea y se transporten. ¿Recuerdan dónde está la chimenea?, si lo hacemos con presteza nadie se dará cuenta.

—Sí, está a mano derecha, a un par de metros—recordó Remus.

—Bien, entonces, manos a la obra, ¡hemos llegado!... Sirius, tú irás primero.

El Profesor Lupin le dio a cada chico un puño de polvos.

—¡Andando Sirius!

—Este... tío Lupin, ¿cómo quieres que me vaya si no me has dicho adonde voy?

—Ahh, es verdad. Deberás decir: "A La Metamorfosis"

—¿Metamorfosis?, ¿qué clase de nombre es ese? —cuestionó el chico Potter.

—A saber las rarezas de la gente, Cornamenta. —respondió Sirius.

Sirius era el más veloz de sus amigos. Probablemente James era mejor transformado en ciervo o volando escobas, pero a la hora de correr, el joven Black movía sus piernas ágilmente y con ligereza; no tuvo problemas para llegar a la chimenea de Honeyducks y gritar el nombre asignado. James le siguió y tampoco tuvo complicaciones.

—Ahora es tu turno, Remus.

—¿No podemos parar y comprar pepas de todos los sabores?

—Este... te prometo que de regreso compraremos caramelos.

—¡Genial!... ¿Sabes?

—Qué sucede, Remus.

—Me parece que cuando platico contigo siento un cosquilleo especial... posiblemente no tendré hijos en tu futuro, pero al estar contigo siento como si nos uniera un lazo fraternal.

—Tienes razón. Lo que nos sucede es muy singular —Remus-grande no esperaba esa declaración por parte de su Yo-pequeño, pero se entusiasmó mucho al tiempo en que se intimidaba —. Ahora habrá que seguir a los chicos, o terminarán de causarle un infarto a nuestra anfitriona.

—De acuerdo.

Y ellos /aunque suene redundante/ tampoco fueron vistos por los que estaban en la tienda mágica.

--

Sirius Black había aparecido en una casa. Y no una casa de mago como La Madriguera, sino una casa de muggle. Había miles de retratos de mininos que no se movían. A Sirius no le cabía en la cabeza cómo las fotografía muggles podían ser tan estáticas. Sintió molestia al percibir hedor desagradable, pero supuso que se debía al aturdimiento que siempre causan las chimeneas como vías de transporte. Sirius prefería aparecerse y desaparecerse, pero aún no tenía edad para eso. Se limpió la ceniza de la cara, y sintió que sus rodillas se doblaban y lo hacían caer.

—¡James, me tumbaste, qué bestia! —renegó Sirius, al sentir que su amigo Potter se había estampado en él al salir disparado de la chimenea.

—Tú tienes la culpa por no quitarte—dijo James estirándose con calma y poniéndose de pie sin cuidado de no pisar a su amigo. —¡Madre mía, qué lugar es este!

—Hasta ahora, Gatolandia.

—Mira Sirius, es el Señor Paws

—¿El señor qué? ¿Un gato es un Señor?

—Es el gato que me enseñó la señora rara del carro que nos dio un aventón al Callejón Diagon ayer.

—¿Y recuerdas al gato?... es que vimos tantos gatos...

James sintió que alguien le agarraba los cachetes y se los estrujaba. Se desprendió de la brusca caricia, miró hacia atrás para encontrarse con una viejecita delgada, curiosa, con sonrisa maniática.

—¡La anciana de ayer! —se asombró Sirius —Pensé que tío Lupin nos traería con alguien interesante y sano de mente.

—¡Silencio maleducado jovencito Sirius! —regañó la señora, sacando un paraguas de la nada para estamparlo en el cráneo de Black.

—¿De dónde sacó eso?, o sea que usted es una bruja, además, conoce a Sirius.

—¡Eureka Señor Potter! —dijo la ancianita con una sonrisa angelical —, pero preferiría que Remus les explicara... ¡LUPIN!

En ese momento las dos versiones de Remus salieron de la chimenea. Lupin se puso de pie primero y Remus, aún estando en el suelo, dijo:

—Huele a repollo.

--

Harry tenía la mirada perdida en el horizonte de la esquina izquierda de su cuarto, había telarañas, al verlas recordó a Ron. Si tía Petunia veía que no había limpiado ahí, creería que su sobrino /loco, como todos los magos, y sin conciencia, como su hermana/ estaba haciendo un criadero de horrorosos arácnidos. Al menos eso pensaba Harry cuando quería olvidar los últimos acontecimientos. Se sentía aislado, también solo, ya había respondido todas las lechuzas y esperaba con ansias el regreso de las mismas; la verdad era que le preocupaba mucho Hermione, porque estaba lastimada por culpa de Voldemort, ¿estaría fuera de peligro y en casa de los Weasley como había dicho Ron? ¿Y los Weasley estaban bien protegidos?... el pobre Harry no tenía minuto sin suspiros, a cada segundo el reloj de su esperanza estaba escueto y enmarañado.

Comió otra rebanada del pastel que Hagrid le había dado, no sabía porqué, pero estaba pasable, incluso hasta rico. Su amigo el guardián de las llaves se estaba superando en el arte culinario, o al menos eso pensaba ingenuamente el vástago de Lily y James, porque ignoraba que Remus Lupin, venido del pasado, había ayudado en la elaboración del alimento. Con melancolía observaba la fotografía que le habían obsequiado, la traía entre sus manos y analizaba cada detalle de sus padres y demás personajes. En primer plano estaban James Potter, su madre Lily Evans y un chico gordito y despistado que seguramente era Colagusano... aún se veía irradiado de niñez, con la estupidez y cobardía por delante, pero asimismo la ternura y fidelidad de su parte... no entendía a ese sujeto. Más atrás aparecía su padrino, luchando con otro chico que quedaba de espaldas, se peleaban por una escoba, aunque el atacante era Sirius, ya que el otro chico sólo intentaba defenderse, Harry supuso que se trataba del Profesor Lupin, su antiguo maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras. Al fondo había más niños y niñas con túnicas brillantes y negras de la escuela de Hechicería más destacada de toda Gran Bretaña: Hogwarts.

—Oye, muchacho ¿Qué esperas? —bufó tío Vernon, golpeando la puerta con su palo de golf —Baja inmediatamente.

¿Bajar?, ¿qué querrían los Dursley esta vez?, Harry se acomodó los lentes y guardó la foto en su bolsillo, por última vez se asomó por su ventana para ver si veía a alguna lechuza, no había rastro de ellas. Con desánimo se dirigió a la cocina, tía Petunia estaba haciendo un almuerzo, mmmh, a lo mejor habría salida.

—Buenos días... ¿van a alguna parte? —preguntó tratando de parecer un poco interesado.

—¡Él no puede ir, no quiero que vaya! —gruñó Dudley.

—Vamos a jugar golf, por supuesto que tú no irás, podrías arruinarlo todo—respondió de mala gana, tío Vernon. —Aunque casi  decidimos llevarte para que cargaras con los palos de golf, pero traeremos carrito y tía Marge nos acompañará.

—Ahhh.

—Así que vete alistando, le llamaré a la Señora Figg para que te cuide.

—Puedo quedarme en silencio en mi habitación, no es necesario que...

—¡Calla!, ¿y dejar que destruyas la casa? ¡Como mínimo esos amigos tuyos entran por el drenaje esta vez! —se exaltó su tía, Harry no creía que fuera la misma señora que le había dado el día anterior los guantes de su mamá.

—Nadie de ellos vendrá.

—Lo siento ya está decidido, le llamaré a la señora Figg.

—Pero...

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—¿Cómo que huele a repollo, joven Lupin?, verdaderamente se oyó despectivo su exclamación.

—Lo que pasa es que... —trató de defender Moony-adulto.

—¡Silencio Remus!, le estoy pidiendo al chico que me explique el porqué dijo "huele a repollo" de forma despectiva. —renegó la anciana, mirando a Remus-joven con escrutinio.

—Bueno... lo lamento, no me gusta el olor al repollo.

—Por eso mismo te explicaba que siempre he tenido un olfato fino, desde joven —intervino el profesor Lupin, defendiéndose—Mira Arab...

—¡Madame Metamorfosis!, así deberás llamarme, nada de nombres originales, que no tengo deseo que estos tres sepan quien soy.

—Por el contrario a nosotros nos gustaría saber quien es, ya que estamos en su casa por algo—comentó James, algo extrañado.

—Chicos, les presento a Madame Metamorfosis—inició Remus-adulto—. Estamos aquí por órdenes de Dumbledore, quien ha tenido que salir de urgencia hacia Azkaban por razones que después sabrán. Dumbledore desea protegerlos y arreglar su giratiempo, pero en vista de que no ha podido hacerlo, quiere tomar precauciones, y justamente Madame Metamorfosis va a ayudarnos.

—¿O sea que tú conoces a esta mujer, tío Lupin? —indagó Sirius.

—Tengo el gusto—contestó Lupin, desviando su gris vista para no sonreír de forma inapropiada, sabía que la mujer que tenía enfrente era bastante especial y podía deducir varias cosas con una sonrisa simpática, como "ironía" —Ella es parte de una organización muy importante.

—¡La Orden del Fénix!

—Así es Remus—admitió su Yo-adulto.

—Eso quiere decir que estamos muy cerca del vecindario donde vive mi hijo—dijo James, entonces infirió: —. En pocas palabras, esta mujer sabe quién es Harry y quienes somos nosotros, ayer nos recogió por estos rumbos y nos llevó al callejón Diagon.

—Buena deducción, pero temo que demasiado obvia, señor Potter. De cualquier modo he de admitir que estoy muy atenta de Harry Potter todo el tiempo, he sido su niñera por largos años.

"Pobre de mi ahijado, con esa señora tan loca e inundada de gatos" pensó Sirius, divirtiéndose al imaginar escenas.

—¿Esa es la forma en la que Dumbledore lo ha protegido?

—Una de las maneras—respondió Lupin—. Madame Metamorfosis ha sido una buena guardiana y lo seguirá siendo. En verdad es muy creativa.

—¡Pues claro que lo soy, Remus!

—¿Entonces nos llevarán a ver a Harry Potter? —preguntó Sirius.

—No va a ser posible, Sirius.  Es muy peligroso.

Los tres bajaron la cabeza, Madame Metamorfosis los condujo a la cocina, donde se sentaron en un comedor viejo y grasoso. La cocina era un desastre, los pilotos de las estufas estaban encendidos y muchas ollas con repollo estaban hirviendo. Había matraces, tubos de ensayo, mecheros, frascos y muchas cosas más. Por si fuera poco, en el horno había un enorme comal con olor a poción de Snape.

—¡Impresionante! —dijeron al mismo tiempo los dos Remus.

—Sirius, creo que tienes razón, Madame Metamorfosis está un poco afectada—musitó James quedamente, nunca había visto que una bruja usara artefactos —para experimentos.

—¿Un poco afectada? ¿No te parece que estás siendo muy considerado?

—Sirius, James, por favor, bajen la voz; ya se habrán dado cuenta que esta bruja es algo temperamental, le gustan las cosas a su manera.

—Aún no nos has dicho qué hacemos aquí—pidió James, tragando saliva ruidosamente al ver a la anciana con un mandil muggle de gatos de todas formas y colores. Traía en sus delgadas manos dos palitas de cocina y unos artefactos muy raros que ni siquiera podían describirse.

—Es hora de comenzar la operación, primero pincharé a James—dijo muy contenta, aunque al chico Potter se estremeció del susto al ver que alzaba uno de esos aparatos raros que tenía una aguja no muy recomendable para la felicidad.

—Espera un poco, los pobres aún no saben nada, ¿podrías explicarles qué haremos? —rogó de buena manera Lunático-adulto.

—¿Y si mejor los hago sufrir un poco? —Remus negó, entonces la ancianita suspiró con resignación—Que conste Remus, que me hubiera gustado hacerlos sufrir para cobrarme una de tantas que me hicieron estos pillos, pero te consideraré porque sé que de más grandes comenzaron a comportarse como caballeros...

—Eso quiere decir que la conocemos, ¿por qué no la recuerdo con exactitud?

—Porque estoy disfrazada, pequeño Remus, pero esa es otra historia. Si están aquí es porque Dumbledore quiere que cursen el quinto grado de Hogwarts sin ser descubiertos, me ha escrito diciéndome que necesita que los encubra con una de mis metamorfosis para que nadie los reconozca, así podrán estar a salvo.

—¿Algo así como la poción multijugos? —cuestionó Black con desconfianza.

—Más o menos. Haremos la pócima de la metamorfosis, un invento reciente y personal. —miró de forma espeluznante al los chicos, volvió a sonreír como maniática—.Voy a pincharles el dedo para sacarles sangre con estas modernas lancetas, luego mezclaré sus tres tipos de sangre y les daré nuevas características que resultarán de la mezcla de los tres.

—... es decir que yo podría verme afectado por los genes de mis amigos, ¿no es así?

—Muy listo, muy listo James. Y como ya me cansé de palabrería, ven para que te piche.

—A mí no me agrada la idea—sinceró Remus-chico un poco temeroso, pues creía que su condición de licántropo alteraría a sus amigos, por otra parte no podía decirle nada a la señora, porque no sabía si ella sabía su secreto.

—James, Sirius, Remus, no deben temer, Arabe... ¡es decir!, Madame Metamorfosis, es gente de confianza. —animó Lupin, dándole un empujoncito a Potter, quien aún no lucía muy convencido.

Arabella Figg (porque ese, ya sabrán ustedes, es su verdadero nombre) acercó la lanceta a James; Sirius y los Remus miraban muy interesados el palidecer del chico Potter.

—Esto parece una enfermería muggle, Lily me ha hablado de ellas—renegó Potter sentándose para desviar la vista de la aguja—pero todo sea para que tenga más libertad de ver a Harry.

Madame Metamorfosis, jaló el brazo de James y lo hizo estirar su mano, en el dedo índice atascó la lanceta en la yema, y la brillante sangre de James comenzó a fluir hasta caer en un matraz estratégicamente acomodado.

La primera gota que cayó en el matraz hizo una explosión pequeña en la mezcla que ya estaba iniciada, salió humo del frasco, luego adquirió un color muy raro: rojo oscuro con brillos amarillos.

—Mh, interesante. —opinó para sí misma Arabella.

—¿Qué sucede, Madame Metamorfosis?, ¿algo salió mal?

—Nada de eso, Lupin. Aunque creo que la sangre de James en sí es una sangre rara. El rojo me indica su casa: Gryffindor, y el brillo dorado no es común, generalmente encuentro brillos plata, azules o cobres, los dorados son más escasos. El tipo de magia que tiene James no es usual y para su edad está bastante desarrollada.

—¡Wuaau! ¿Todo eso supo con la sangre de James? —se admiró Remus-chico, abriendo más los ojos.

"Debe ver que puedo convertirme en animago, por eso le parece magia avanzada... supongo que no hay muchos jóvenes de 15 que lo hayan logrado, pero es admirable lo que esta señora puede hacer con una muestra de sangre, debe ser muy hábil... con razón Dumbledore la usa para proteger a Harry, aunque yo creo que mi hijo estaría mejor con Remus o Sirius, no sé porqué si Sirius es su  padrino no está con él, ¿le habrá pasado algo malo a mi amigo?, ¡eso también lo descubriré!"

—James, es mi turno, quítate de la silla —mandó Black, mientras Figg le daba a James un trozo gordo de algodón con alcohol muggle.

Potter regresó con los Lupin, Sirius esperó con ansias que le atascaran la aguja para ver sus brillos y colores.

Madame Metamorfosis atascó nuevamente la lanceta, con un poco de más fuerza que la vez anterior.

—¡Auch!

—Nadie dijo que no dolía—rió la mujer, recogiendo la muestra sanguínea.

Hubo una explosión más fuerte, con menos humo, la mezcla también era roja, aunque el tono de rojo era más claro, los brillos eran color plata, con azules entrelazados.

—¿Y...? ¿Qué tan grandioso soy yo? —preguntó con curiosidad.

—Hubo una explosión más fuerte, seña que no sabes controlarte en ocasiones, ¡ja!, no me extraña... en efecto, eres un Gryffindor, con magia desarrollada y brillos de dos tipos.

—Ya ven, eso es bueno.

—Todo tiene su doble filo, dos brillos son más difíciles de controlar que uno. —dijo seriamente Figg—Que pase de una buena vez el joven Lupin, que ya quiero terminar para seguir con mis trabajos.

—Pero es que... yo... no creo que sea conveniente mezclar mi sangre con la de James y Sirius...

—¿Porque eres licántropo?, bah, no pasa nada. Sólo debes tener cuidado el día en que te transformes en hombre-lobo, ese día no te debes tomar la poción—con un poco de más seguridad Moony se acercó para ser pinchado. Su sangre al contacto con la mezcla se volvió güinda, con pocos brillos de indescifrable color. —Si tu sangre sale así es por tu transformación en hombre-lobo, pero filtrándola quedará del color de la de James, con brillos cobrizos... sin duda otro Gryffindor.

—¿Y si un Slytherin, Hufflepuff o Ravenclaw pasa por ese proceso su sangre saldrá verdosa o azul?

—Claro que sí, la prueba de la lanceta es tan efectiva como el sombrero seleccionador—dijo orgullosa Arabella—yo la descubrí y si sigo con mis estudios  ¡pronto seré reconocida como la inventora más grande del siglo! Jajajajajaja.... errr, pero no me escuchen y vayan a ver el televisor  para que termine la poción.

—¿El qué?

—¿¡Cómo!?, no saben?... se lo he dicho a Dumbledore, todos los magos y brujas deberían cursar estudios muggles como asignatura obligatoria. Es el único aparato que dejé en funcionamiento, bloqueé el teléfono y el fax para que nadie nos interrumpa.

—Creo que sería conveniente que antes de eso eligieran sus nuevos nombres para las falsas identidades, por el apellido no hay problema, digamos que alguien ya los adoptó.

—¿Seremos tus hijos? ¡no no no!, quizás tus sobrinos—se ilusionó Remus-chico.

—Creo que eso sería inapropiado, no les conviene que un licántropo sea su tutor. De cualquier modo ya tienen tutor, luego la conocerán. — dijo Lupin.

"Con que no sea Madame Metamorfosis…"pensó Sirius.

—Ahhh—corearon James y Remus.

—¿Podemos elegir cualquier nombre?... entonces me llamaré Jim, es como decir James, y así no estaré confundido, recuerdo que mi bisabuela materna me decía así.

—Bueno, me parece sabia decisión, ¿y ustedes dos?; Remus, escoge un nombre bueno ¿Ok?

—Trataré—respondió el chico a su Yo-adulto.

Lunático y Canuto se alejaron un rato y cuchichearon un momento, luego volvieron con las sonrisas muy satisfechas.

—¡Tenemos la solución! —entonó como si fuera canto Sirius, para ese entonces Madame Metamorfosis ya no les oía, estaba mezclando las pociones con el repollo.

—¿Cuál? —preguntaron James y el Profeso Lupin.

—Como dice James, es necesario elegir un nombre que no nos confunda o podríamos descubrirnos nosotros mismos, por eso mi buen amigo Moony y yo llegamos a una solución. Yo seré SIMUS

—¿SIMUS?

—¿Qué tiene de malo?

—Harry tiene un compañero que se llama Seamus Finnigan.

—¿Y?, eso no importa.

—¡Ajá! —rió James—Es SI por SIrius y MUS por ReMUS.

—¡Acertaste!

—Eso quiere decir que Remus...

—Bueno, según Sirius el nombre de Rerius no se oye tan raro—mencionó el castaño cenizo con vergüenza.

—¡Claro que es bueno!, tiene el RIUS de Sirius.

—Pero Padfoot, honestamente no creo que exista el nombre de Rerius. —aclaró Prongs, con una falsa seriedad.

—Al menos es más original que decir JIM

—Hasta eso—apoyó Remus-chico.

—Bueno, hagan lo que quiera, ¿verdad Lupin?

El profesor asintió y los llevó hacia la sala para que vieran televisión. Se sentaron en unos sillones forrados con plástico y calientes. Los Remus miraban cómo James y Sirius intentaban entender la mecánica del televisor.

—Lily me enseñó a usarlo, a través del televisor se ven a las personas... a veces pienso que los muggles tienen su gracia porque son ingeniosos y se las arreglan sin magia. —dijo James mientras veía calmadamente los botones—. Supongo que debe ser el botón más grande el del encendido, ¿Será ese, Lupin?

—Sólo púlsalo James, no creo que explote o algo así. —dijo el adulto.

Sirius en tanto estaba viendo el trasero del televisor, siguió un cable negro con la mirada hasta llegar al enchufe, estaba desconectado.

—Hey James, primero hay que meter esto en esos hoyos que están en la pared—avisó.

Sirius vio los orificios que le permitirían la electricidad, sintió curiosidad e internó dos de sus dedos a los hoyos... una fuerte corriente eléctrica lo hizo gritar, el toque eléctrico le atravesó el cuerpo, lo hizo temblar hasta que por fin, gracias a un milagro, sacó la mano del sitio y cayó de espalda con los cabellos aún más alborotados.

—¡Madre mía, Sirius! —gritó James, riendo entre dientes—Te nos pudiste morir por andar de imprudente.

—A...a-pa-ra-tooo... en..endemo-niaaa-do.

Lupin levantó al muchacho y lo acomodó al lado de su Yo-joven, luego se retiró, parecía dirigirse a la cocina para ayudar a la misteriosa Madame maniática.

—No te preocupes James, no creo que seas igual de bestia que Canuto, sólo prende la cosa esa—pidió Lunático, ante la mirada inconforme de Black.

—Bueno, es que estaba pensando en NO ver la televisión. Ahora que tu Yo-grande se ha ido, quisiera echar un vistazo rápido a la casa de los Dursley. Sé que aún no sería  conveniente presentarme ante Harry y decirle que soy James, pero podremos espiarlo, como el otro día. —Prongs encendió el aparato, y en efecto, funcionó, le subió el volumen después de varios experimentos; en ese instante la cabeza comenzó a estallarle del dolor, pero no hizo caso del mismo y se acercó a sus amigos para planear el escape.

Sin embargo dicho plan no se pudo realizar, cuando James y compañía iban a huir aparecieron los adultos cargando con tres vasos de plástico de colores, esos vasos tenían bebida adentro y los chicos pensaron que a lo mejor era la dichosa pócima.

—Como soy muy precavida ya tenía todo listo—dijo la anciana de Madame Metamorfosis—. Nada más tomé las muestras y las mezclé con el caldo especial de repollo mágico. Andando chicos, tómense la poción.

—¿Y esos vasos, Madame M.? —preguntó Lupin.

—Es que los muchachos son unos inconscientes y no quiero que rompan nada en mi casa.

Los tres merodeadores agarraron un vaso. El de James era lila, el de Remus azul y el de Sirius rosa fosforescente; el contenido era el mismo: una sustancia viscosa y marfil.

Dugh... ¿en serio debo tomarte esta infamia?

—Así es Sirius, no tenemos otra opción.

—¿Qué le hizo a la poción, Madame M.?, ¿en verdad mezcló el DNA de los tres?

—Ajá, hice una mezcla perfecta y exacta. —presumió Arabella Figg—¡Y más vale que la engullan!, su sabor no es tan malo.

Los tres tomaron la poción al mismo tiempo. Sirius, del asco, dejó caer el vaso que ensució la alfombra, Arabella pareció decirle a Lupin-adulto ¿Ves?, te lo dije, ya ensuciaron el tapete.

Cada uno empezó a experimentar cambios extraños. James sintió que le molestaban los lentes, y ganaba un poco de estatura. Su cabello negro estaba volviéndose más claro y liso, mientras que su nariz se respingaba un poco y sus manos se achicaban ligeramente. Sirius comenzó a ver borroso, también su cabello se aclaró y se volvió menos rebelde, por último, Remus Lupin chico vio que su cabello se oscurecía y su arraigada palidez desaparecía un poco para ser sustituía por unas mejillas sonrosadas y unas cejas más gruesas y oscuras, sintió intensas nauseas. El iris de los ojos de los tres no era el mismo. Los ojos de James eran grises, los de Sirius oscuros y los de Remus azules.

—¡No veo nada! —se quejó Black.

James se quitó los lentes y los acomodó en el rostro de Sirius, que aunque había cambiado, aún tenía la misma esencia.

—¿Qué tal ahora?

—Mucho mejor...

—Al parecer te intercambié mi vista y color de ojos Canuto.

—Pues deja decirte algo: estás bien ciego.

—Haré como si no hubiera oído eso—se alegró James, volteando a ver a un sorprendido Remus que se tocaba los cabellos casi negros y parados—¡Vaya Remus!, tú pareces tener el cabello de Sirius, jeje.

—Y a ti se te aclaró el cabello—dijo Sirius.

—Hice unos excelentes cambios, los tres parecen hermanos o primos, ¿verdad Profesor Remus? —presumió Arabella a Remus, más al fondo de la habitación.

—Ya lo creo, se ven bien, muy buen trabajo, Arabella-.

—¡Mi nombre es Madame Metamorfosis!

—Upss, lo siento, de cualquier forma los muchachos no nos oyeron—se disculpó el antiguo merodeador. —Entonces la poción es diaria...

—Oh sí, pero la muestra de sangre rinde un mes, así que no se desangrarán, le mandaré muchos frascos a Dumbledore para que se los administre.

—Te lo agradezco profundamente, gracias al repollo-metamorfosis estaremos mucho más tranquilos en Hogwarts... de cualquier modo si James, Remus y Sirius continúan aquí Voldemort terminará acosándolos, por ello tendré que hacerle una visita a Mundugus Fletcher para ver si encuentra algo extraño en el giratiempo... Oye Arabella, ¿ha estado bien Harry?

—Pues me supongo que sí, ya no lo veo tan seguido como antes, los Dursley...

**DING DONG**

La señora Figg se rascó la cabeza en señal de desagrado, ella y Remus avanzaron hasta la puerta mientras su plática seguía interrumpida.

—Es muy posible que sea otro de esos vendedores muggles con mi "quemagrasa-automático3000". —recordó Madame M.

—¿De qué hablas?

Arabella abrió la puerta sin pensar mucho, la figura esquelética de Petunia Dursley apareció tras el marco, a su lado estaba Harry Potter, quien al ver a Lupin, casi se desmaya de la impresión.

 "¡¡Esto no me puede estar pasando!! Es Harry, y yo tengo aquí a su padre y tíos... Oh no, ¡¿por qué Figg no me dijo que vendría hoy?!... ¡Caramba!, ¡descubrirá que Arabella es bruja!, bueno, eso no importa".

—¡Buenas tardes Señora Figg!, Oh, ha pasado algo extraño, le marco y marco a su número y no me contestan, estuve preocupada—mintió Petunia—, espero no le moleste cuidar a Harry—(quien por cierto tenía la boca abierta de la impresión ¿Qué hacía el Profesor Lupin en casa de su anciana niñera rara y fanática de gatos?) —Vernon y yo llevaremos a mi Duddy a su primer partido de golf, y Harry no podrá asistir.

—¡Me quedo! —dijo rápidamente Harry.

Arabella aún no contestaba, miraba con 'inocencia' a Petunia, en realidad tenía ganas de ahorcarla.

—Bueno, supongo que no habrá problema, señora Dursley.

—Oh gracias, ¡hasta pronto! —dijo con hipocresía nuevamente, sonriendo con cizaña y huyendo hacia el carro de su marido (otro nuevo que le había dado la compañía, Vernon hacía sonar el motor para que los vecinos se enteraran, era sublime cuando alguien le decía: Lindo auto).

—¡Profesor Lupin! —gritó Harry muy contento—, le creí cuando me dijo que nos veríamos en otra ocasión, pero juro que jamás imaginé que justo aquí.

—Arabella Figg, te han descubierto—sonrió Lupin, mientras que la ancianita fruncía el ceño—. Como podrás imaginarte Harry, esta señora y yo nos conocemos.

—Ah Remus, guarda silencio ¿Quieres?, has arruinado el especial vínculo que tenía con Harry; seguramente ya no querrá ver más mis álbumes de gatos—bufó la señora, cruzando los brazos del enojo.

Harry Potter no terminaba de entender qué estaba pasando.

—Me da un gusto enorme verte de nuevo, Harry, Sirius me ha contado sobre que habías crecido mucho, pero no le creí del todo. No conoces a Sirius, pero cuando habla de ti se exalta, estoy seguro de que mejor padrino no pudiste conseguirte—sinceró Remus, un tanto nervioso porque cerca de ahí estaban los merodeadores y no tardarían en darse cuenta de la presencia de Harry.

—¿Ha visto a Sirius, profesor Lupin?

—En estos momentos anda de viaje, pero ha pasado algunos días en mi casa. Generalmente los dos andamos fuera cumpliendo órdenes de Dumbledore. ¡Ah, y no te preocupes por Arabella Figg!, esta señora ha estado cuidando de ti desde que eras un bebé. Se instaló como tu vecina y se cambió de personalidad por órdenes de Dumbledore.

El joven con cicatriz en la frente no se creía lo que oía. ¿Su pedante y aburrida niñera una bruja disfrazada?, ¿no era esto un sueño?, a lo mejor sí, porque ver al amigo de su padre en esa casa era tan improbable como si Hermione reprobara algún examen.

—Oh Harry, no quería que lo descubrieras aún, pero quizás fue mejor... apuesto a que no pasaste buenos ratos en esta casa, pero tenía que ser así, ¿comprendes? —dijo Arabella con la primera sonrisa no maniática del día, no habló con su voz de señora, sino con una voz joven y de terminación dulce.

—Arabella fue una gran amiga de tus padres.

—Claro que sí, Lily era única, y James también me simpatizaba, era el negociante de su grupo.

—¿Cómo?

—Es una larga historia que luego te contaré—cortó Lupin—. En estos momentos tengo que retirarme unos minutitos...

Remus desapareció velozmente sin que Harry pudiera siquiera parpadear, aún estaba confundido, no sabía qué rayos sucedía. Arabella Figg no perdía detalle alguno de Harry, seguramente el chico estaba asustado por todo lo que estaba pasado.

—Tu profesor vendrá en un instante, fue a arreglar unos asuntillos, ¿por qué no pasas de una buena vez?...

—Sí.

—Vamos Harry, que no voy a comerte. Sí, es verdad, soy bruja, pero tuve que fingir demencia por largos años, no te lo imaginas, pero fue divertido hacerte creer que era una anciana excéntrica..

—...

—No te preocupes por eso. ¿Gustas una cerveza de mantequilla?

Harry asintió mientras pasaba, de repente escuchó ¡¡HARRY ESTÁ AQUÍ!! y Arabella sonrió con nervios.

—Lupin trae a unos invitados suyos, cuando los chicos vengan, no deberás decirles quien soy ¿Queda claro?... La verdad es que no me gusta que descubran mi identidad original.

Caminaron hasta la sala, Harry por fin pudo ver a los que habían emitido esos gritos anteriormente. Se trataba de tres chicos muy parecidos que seguramente eran hermanos. El más alto tenía anteojos y ojos marrones, la mirada astuta, cabello café oscuro y un tanto lacio, sonreía muy contento, pero por alguna extraña razón a Harry le vinieron a la mente las caras traviesas de Fred y George Weasley. Los otros dos tenían la misma estatura y el cabello casi igual, uno con ojos grises y mirada soñadora, el otro con mirada azul despistada. ¡Un momento!... Harry recordó esos ojos grises, los había visto antes en algún lugar.

—Ahh, hola de nuevo Harry—dijo Lupin con más calma, su nerviosismo era cosa del pasado, su sonrisa amable estaba ahí, impresa para la eternidad.

El vástago de los Potter pensó que el profesor Lupin lucía mejor que nunca, estaba mucho más recuperado que la última vez que lo había visto... aquél día se había despedido de él mientras éste hacía su maleta para irse lejos... muy lejos.

Harry asintió a su antiguo maestro, detectó que los tres muchachos visitantes lo miraban con sumo interés, especialmente uno de ellos.

—Tuve que ausentarme para hablarle a estos chicos de ti. Querían conocerte Harry, ya que han escuchado mucho de tu nombre—comenzó Lunático, con serenidad—; son Simus, Rerius y Jim McGonagall; los tres son sobrinos de la profesora McGonagall y cursarán quinto grado contigo...

—Mucho gusto—saludó Harry.

"¿¡MCGONAGALL es la tutora?!!" se escandalizó Sirius, atónito "Seguro que nos quieren tener bien controlados.... Wooowww, es una pesadilla... pero bueno, no pensaré en esa aberración de destino, este es un momento importante para Jim, je-je-je, es decir, James... ¡nada más hay que ver la mirada boba que le lanza a su hijo!; lo digo mil veces, ¡James y Lily no merecen morir!" reflexionó.

"Así que la tutora que se hará cargo de nosotros es McGonagall, no me extraña, después de todo es la jefa de Gryffindor, y la mano derecha de Dumbledore en Hogwarts, será muy estricta" pensó Remus.

"Estoy viendo a Harry Potter, Lily, a nuestro hijo... todos lo han dicho, tiene tus ojos. Sí, ya sé que antes lo había espiado, pero comprende Lily que estoy consternado, por primera vez voy a hablarle".

—Mi nombre es Jim—el padre de Harry se acercó a él, le ofreció la mano con temblorosa emotividad, le sonrió y siguió mirándolo con mucha intensidad—: espero seamos buenos amigos.

—¡Así será! ¿Verdad Harry? —siguió el Profesor Lupin.

Los Potter siguieron mirándose. Anteriormente Harry había visto los ojos de Remus y esos mismos ojos plateados estaban ahora en el rostro de su papá, recordó entonces cuando había recibido en su casa a tres vendedores dementes, quizá habían sido esos tres chicos, pero ¿cómo saberlo?.

—Yo también lo espero—sinceró Harry—. Mi nombre es Harry Potter.

—Sí, ya lo sabemos. Eres famoso en asuntos mágicos, amigo—intervino Sirius—. Yo soy Simus, y dime ¿Tía Minerva te ha hablado de nosotros?

—Si te refieres a la profesora McGonagall ya debes saber que no es de muchas palabras—respondió Harry, algo divertido.

—Eso es verdad, Simus, ya conoces a la tía—siguió Remus—, mi nombre es Rerius, me da gusto conocerte.

—¡Excelente chicos, ahora pasen a la sala para que el profesor Lupin y yo les traigamos bebidas!, ¿vamos Remus?

—En un momento regreso—dijo Lupin.

—Profesor Lupin

—¿Qué sucede Harry?

—Se trata de Hermione, es que... me preguntaba si usted sabría algo de ella.

—Ella está fuera de peligro, así que ten calma. Cuando Dumbledore lo consienta, estoy seguro de que tu padrino y yo te llevaremos con los Weasley para que la veas.

—Gracias...

Desde la cocina se escuchó la voz de Madame Metamorfosis.

—Remus, con un carajo, ¡ven a ayudarme!, ¿qué no ves que soy una 'pobre viejecita'?.

—... ahora regreso, chicos—avisó el antiguo profesor, con una gota de sudor en la cabeza.

James Potter estaba muy desconcertado, no sabía qué decir y cómo comportarse, lógicamente Harry no sospechaba que él era su padre venido del pasado, pero aún así el futuro progenitor estaba contrariado y nervioso. Sentía muchas emociones vibrar dentro de su ser, todas unidas en una gran cadena de sentimientos que lo apresaban a una realidad distinta. ¿Qué le preguntaría para no decir alguna imprudencia? ¿Realmente podría cambiar el pasado si se lo prometía?... deseaba, ante todo, mostrarse ante Harry como su futuro papá, pero justamente pensaba que eso sería realmente incómodo, por eso era mejor seguir una farsa, al menos por el momento. James quería tener bien clara su relación con su hijo... siendo adolescente no podía asumir su rol de padre, pero tampoco un rol de amigo. Suspiró resignado e hizo un último esfuerzo por recuperar la cordura para entablar una plática decente.

—Harry, tienes qué contarnos todo sobre Hogwarts, pasadizos secretos, lugares prohibidos, chicas bonitas. ¡Queremos saber de todo! —rogó Simus (Sirius), cruzando los brazos con actitud de interés. —Nosotros estuvimos muchos años en el extranjero por el trabajo de nuestros padres, pero ahora estamos estacionados en el colegio... se dice que Hogwarts es el lugar más seguro de todo el mundo mágico, por eso estamos con tía Minerva.

—Seguramente dicen eso porque Dumbledore es el mago más espléndido de todos los tiempos—agregó Rerius (Remus) —... y aunque el Ministerio de Magia no quiere creer en el retorno de Voldemort, saben que es mejor seguir teniendo a Albus Dumbledore como Director de Hogwarts.

Harry estaba muy asombrado por la información que tenían los muchachos. Para ser sobrinos de McGonagall eran bastante abiertos y agradables, no es que Minerva McGonagall fuera pedante, pero muy reservada sí.

—Yo también pienso que Dumbledore es el mejor mago de la actualidad, y le soy totalmente fiel—dijo algo apenado, pero decidido.

—¡Eso está muy bien! —agregó Simus (Sirius), aplaudiendo con efusividad—, pero mejor hablemos de cosas menos tétricas, ¡quiero saber todo lo que sucede en este tiempo!

—¿En este tiempo?

James le dio un codazo nada discreto a su "hermano".

—Quiso decir "en este colegio" —corrigió, hablaba casi como un tartamudo, Harry no comprendía los nervios del muchacho, pero al verlo se daba cuenta que era un chico especial, sentía ñáñaras en el vientre—. Somos algo desastrosos, nos gusta la acción, por eso mi hermano quiere saber cómo es el sitio. Tía Minerva nada más nos ha hablado de las cuatro Casas, piensa que estaremos en Gryffindor.

—Esa es mi casa—se alegró Harry—. Ojalá y sí queden, podría mostrarles algunos sitios, eso creo... lo elemental radica en ciertos pasadillos y en que no-debemos-ir al bosque prohibido.

—¿Y has ido Harry? —preguntó ilusionado Sirius "Espero que sí, ¡debe ser un digno sucesor de los merodeadores!".

—Un par de veces. —respondió Potter, no entendía porqué, pero se sentía en confianza con esos recién conocidos.

—¡Genial! —siguió diciendo Simus, mientras se acomodaba los lentes que anteriormente necesitaba James.

—También leímos en El Profeta que ganaste el Torneo de los Tres Magos—comentó Rerius—, debes estar muy orgulloso.

Para sorpresa de los jóvenes, el rostro de Harry se ensombreció. Ellos no sabían la tragedia real porque se habían limitado a robar el diario mágico, que era sólo un conjunto de mentiras que ensombrecían la verdad porque el ministerio así lo deseaba. Cedric Diggory no se mencionaba en El Profeta.

—Perdón, ¿dije algo malo? —preguntó Remus, arrepentido.

Harry negó, James se rascó el cráneo con expresión preocupada. ¿Qué cosa ocultaba Harry?, ¡Era injusto que la verdad siempre estuviera envuelta de mentiras!

Para sorpresa de los merodeadores Harry dijo:

—El Torneo no tuvo ganador porque el verdadero triunfador está muerto.

—¿Cómo? —preguntaron los chicos.

—¿Saben del retorno de Voldemort?, creo que sí, hace un momento los oí nombrarlo... es extraño que las personas no le digan a Voldemort  Quien-Ustedes-Saben.

—Es realmente tonto llamar así a alguien que ya se consiguió un apodo. Trastornar el nombre es seña de miedo de cobardes. —opinó Jim (James) McGonagall—. O en su defecto: mala costumbre. ¿No crees Harry?

El muchacho de la cicatriz asintió.

—Pues sí, sabemos lo del regreso de Voldemort, pero ignoramos todo lo demás—admitió Simus.

—Sólo les diré, que el verdadero ganador del Torneo de los Tres Magos, se llamaba Cedric Diggory, él pertenecía a Huplepuff, era el orgullo de su Casa, y de todo el colegio... llegó a la final por sus méritos y triunfó aún después de muerto. Seguramente la Profesora McGonagall tendrá tiempo de contarles todo.

Los tres merodeadores sabían que ya no debían preguntar más por ese asunto, después lo investigarían.

—¿Qué haces en casa de Madame Metamorfosis, Harry?

—Generalmente me quedo aquí cuando mis tíos van a salir a pasear.

—¿Tíos muggles?

—Sí...

—¿Y te tratan bien esos muggles? —indagó James con rapidez.

—Bueno...

Arabella Figg y Remus Lupin regresaron con las cervezas de Mantequilla. Otra vez la Madame Metamorfosis utilizaba vasos de plástico. Le dio a cada uno un vaso y se retiró para cuidar de sus repollos; Sirius intentó beber pero un mareo lo invadió, le sudaron las manos, negó con la cabeza muy extrañado y siguió atento. Harry estaba muy a gusto platicando con esos muchachos, pero tenía deseos de charlar a solas con el profesor Lupin. No sabía que lo echaba tanto de menos. Por un momento pensó en lo genial que hubiera sido ver a su padre al lado de sus mejores amigos...

—Jim, Rerius, Simus, será mejor que nos vayamos a Hogwarts, deben regresar con McGonagall, yo tengo asuntos pendientes.

—¡Pero Lupin! ¡No es justo, apenas y hemos charlado con Harry! —renegó Jim.

—Ya tendrán tiempo para eso, estarán los cuatro en el quinto grado. Creo que lo mejor será que le pidan a Madame Metamorfosis unos cuantos polvos Flu para nuestro viaje.

—Está bien... —contestaron algo desanimados.

Remus y Sirius se despidieron de Harry con un gesto, pero James lo consideró insuficiente, por lo que se acercó más a su futuro hijo.

—En verdad Harry no tienes idea del gusto que me ha dado charlar contigo. —sinceró un poco más controlado que antes, hacía gran esfuerzo para no flaquear y contarle toda la verdad—, aunque ya nos veremos nuevamente en el colegio... cualquier cosa que se te ofrezca, no dudes en acudir a mí y a mis hermanos, estaremos en el colegio.

Harry se sintió conmovido de una manera especial, pero siendo él mucho más tímido que James, se limitó a asentir muy agradecido.

—No veremos pronto.

Jim se apresuró a alcanzar a sus hermanos, subió por las escaleras y desapareció de la vista de Harry. Remus entonces prosiguió su despedida.

—Hay muchas cosas que deberíamos platicar, ya que ha pasado mucho tiempo. Desgraciadamente tengo algo de prisa. Has de estar preguntándote el porqué he traído a estos chicos conmigo ¿Verdad?, bueno, digamos que era parte de un mandato de Dumbledore.

—Profesor Lupin, ojalá podamos vernos de nueva cuenta.

—Ya lo creo Harry, nos veremos muy seguido el próximo curso. Verás: Este año hay un peligro reinante y el colegio estará muy protegido de cualquier ataque mortífago. Lo único que tienes qué hacer para encontrarme, es ir a la Casa de los Gritos... aunque, siendo honesto, es posible que vuelva a impartir clases.

—¡Eso estaría genial!, usted ha sido el mejor profesor que hemos tenido en la asignatura.

—Pues Ojoloco Moody debió hacerlo bien.

—Usted sabe que no era el verdadero Moody...

—Es cierto, desgraciadamente cierto. —Lupin se puso serio e indagó a Harry: —Quería hacerte esta pregunta, pero no te había visto, Harry... dime ¿Hubiera sido mejor matar a Colagusano aquella noche en la que descubrimos su traición?

—... si eso hubiera pasado posiblemente Voldemort no habría renacido ¿No es así?

—Así es.

—No, no me arrepiento. Sigo creyendo en que mi padre no hubiera querido que sus amigos se volvieran asesinos por causa de una rata... sí, ya sé que Peter Pettigrew ayudó a Voldemort pero... pero tarde o temprano Voldemort regresaría.

—Debes saber porqué regresó Peter con Voldemort: fue por miedo a nosotros, sus antiguos amigos. Colagusano siempre se refugia en los que cree fuertes cuando tiene miedo... sin embargo, he estado pensando mucho en esto, no se lo he dicho a Sirius porque su odio lo ciega... Harry, es posible que haya sido benéfico dejar a Peter vivo, ¡nunca se sabe!, podría darnos una sorpresa novedosa, como cuando era un crío.

—Eso mismo me dijo Dumbledore hace dos años.

—Pues nunca dudes eso. —Lupin se puso su sombrero,  volteó hacia Harry por última vez—En casa de Arabella Figg estarás bien protegido... incluso me atrevo a asegurar que el verano entero estarás vigilado por el bien... Voldemort debe estar organizándose, Dumbledore dirige un plan muy bueno para impedir que las fuerzas del mal crezcan... habrá que tener paciencia y estar preparados... y Harry...

—Mande profesor...

—Este verano deberás tener muy presente a James y Lily. Si el vínculo protector que tu madre creó para protegerte se ha roto, habrá que fortalecer el cariño tan especial que une a los padres con los hijos... Hasta luego.

¡SSSLUPPP! Lupin desapareció. Arabella llegó entonces hasta Harry, traía unos álbumes.

—Querido Harry, sigamos con la tradición ¿No te gustaría ver fotos de mis gatos por centésima vez?

Harry puso sus ojos en blancos. Las palabras de Remus Lupin y la mirada ansiosa de Jim McGonagall lo acompañaron todo el día.

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Jamás creyó que sus patas lanudas y negras iban a volver a pisar ese tenebroso sitio. Se lo había jurado: nunca más iba a volver a Azkaban, al menos no estando vivo. Con sus cuatro extremidades siguió adentrándose en el enorme calabozo infernal: estaba en el reino del sufrimiento, la tensión vivía en el aire… el dolor azotaba corazones buenos y malos, los hacía desfallecer… la soledad y la locura aniquilaban todo indicio de vida. Azkaban, al menos en el mundo de los magos, era el infierno vivo, el único sitio en donde no cabía la felicidad en ningún hueco. Hocicos se deslizó hábilmente por los pasillos, husmeaba temblorosamente mientras se lamentaba por haber faltado a su juramento. Sirius Black había vuelto a entrar a Azkaban por dos cosas, la primera era su venganza contra Voldemort y Wormtail, la segunda causa se llamaba Harry Potter, quien era su ahijado. Ésas eran sus razones de ser, vivir para proteger a Harry y para vengar a James y a Lily, ¡sólo así podría descansar en paz!

El nombre de Black estaba en la lista negra del Ministerio, desde hacía dos años había logrado escapar de la prisión, y desde entonces había sido prófugo. Nuevamente presenciaba el retorno del Señor Tenebroso, pero esta vez no se confiaría, protegería con su vida al hijo de su mejor amigo. ¿Qué hacía dentro de una tumba como Azkaban?, Sirius recordaba el preocupado rostro de Moony al saber lo que había planeado hacer, ciertamente las órdenes de Dumbledore no eran exactamente esas, pero Padfoot insistía en que Voldemort jamás pensaría que la Orden del Fénix actuaría con tanta irracionalidad. Porque claro que era irracional introducirse a una prisión que probablemente ya estaba en manos del enemigo. Entiende Moony, que si no lo hacemos, jamás sabremos si los Dementores estarán de nuestro lado en la guerra contra Voldemort… además, ha habido demasiado silencio en Azkaban en estos últimos días, necesitamos adentrarnos a la prisión, y eso sólo lo puedo hacer yo, por mi forma de animago y porque conozco el lugar. Es arriesgado, pero necesario. había dicho a Lupin, antes de encaminarse sin permiso de Albus a esa ambiciosa misión.

Hocicos realmente no había tenido tanta complicación para entrar a la prisión. Ni siquiera vio a los Dementores en custodia de las puertas, no había nadie. "¿Realmente habrán asaltado la prisión?" pareció indagarse, pero no se asegura su pensamiento, pues siendo un perro, pierde ciertas facultades. En esta ocasión, Sirius iba prevenido, no bastaba la precaución de poder convertirse en can. Su cuerpo peludo y azabache estaba cubierto por un pedazo de capa invisible que lo hacía imperceptible para casi todo el mundo.

Era extraño, el animago ilegal cada vez se ponía más en guardia  debido a la impresión. Había mucho silencio en la prisión, no se oían los gritos de dolor. Y lo peor era que las celdas estaban vacías, ¡no había nadie en Azkaban!... zangoloteó la cabeza, sus orejas caninas se movieron levemente y siguió revisando; olfateó, al hacerlo percibió muchos olores, el de la muerte, la sangre y la destrucción. Su oído, fino, como el de la mayoría de los perros, creyó distinguir un chillido de rata que hasta le sonó vagamente familiar. Hocicos gruñó, evitó ladrar de la ira ¿Sería Colagusano?, de nuevo olfateó con sumo cuidado, el olor a Peter estaba oculto entre los demás hedores. Alzó su vista, dos ojos rojos estaban cerca de él… ¡era Peter!, ¿la rata podría verlo a pesar de que traía la capa invisible?, Canuto hubiera querido matar al traidor de una mordida, los impulsos de coraje lo llamaban a hacer eso. Se detuvo al percibir que se acercaba un siseo espeluznante, era una víbora, estaban entrando al caldazo. Era Nagini, junto a su amo, Voldemort.

—Estás aquí ¿Cierto Colagusano? —habló con ironía quien-ustedes-saben—A pesar de que vacié la prisión puedo intuirte. ¿Y piensas que tu condición de rata te ocultará la ineptitud?, que sepas Colagusano, que a Lord Voldemort nadie lo engaña.

Hocicos tembló notoriamente, ¡estaba en la boca del lobo!, si era cierto lo que decía Tom Riddle y nadie lo engañaba, era posible que ya lo hubiera visto (aún bajo la capa invisible, pero no podía precisar si Voldemort conocía su cara de animago). Sirius no podía permitirse morir ahí. Se ocultó en una de las esquinas mientras Wormatil cambiaba de forma.

—Mi señor… yo soy, su más fiel vasallo.

—Te advertí Colagusano que si tu lealtad volvía a fallar, Lord Voldemort no te perdonaría, ¿y qué haces a cambio, inútil traicionero?, huyes de la redada por haber visto a… ¿A quien Colagusano?

—¡A nadie mi señor! ¡Lo juro! —mintió mientras recordaba haber visto a sus amigos, los merodeadores, de jóvenes.

—¡¡Crucio!! —gritó Voldemort, gozando el momento en el que Peter se revolcaba en el suelo del dolor justo enfrente de donde estaba Padfoot, quien miraba azorado la maldad pura del maldito Señor Tenebroso—. No saldrás de aquí Colagusano, hasta que expliques tu acto de cobardía.

Peter se hincó y besó la túnica del abominable ser, quien lo pateó asqueado.

—No vuelvas a tocarme ¿Queda entendido?

—Sí mi señor, ¡y gracias! ¡Gracias amo!

—¡Crucio! —volvió a decir Voldemort—Esto para que pienses en lo que has hecho, y confieses a quien le has aplicado la maldición del Morbo Afligí, sabes que siempre me doy cuenta de quién mi recita mi adorada nueva creación.

Voldemort no debió darse cuenta de la presencia de Hocicos porque estaba demasiado preocupado por los pasos de Wormtail, sabía que al asqueroso traidor le había pasado algo, algo con relación al odioso mocoso causa de su ruina: Harry Potter.

Nagini sacó la lengua y no salió tras su amo, pareció oler a Sirius, sin embargo los berridos de Colagusano eran tan intensos que opacaban toda la celda mientras se retorcía. Voldemort llamó a su víbora, quien olvidó a la presencia del extraño y siguió a su amo.

"Azkaban… es territorio de Voldemort ahora, ¡tengo qué salir de aquí y avisar a Dumbledore inmediatamente!"

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Lily y Peter estaban perdidos. Por primera vez comprendían porqué el Bosque Prohibido estaba prohibido. De día era hermoso y excitante, de noche despertaba temor en los corazones. Sin duda alguna Peter, convertido en rata, ya había deambulado por los alrededores cuando había luna llena, pero siempre había estado con sus amigos, y él solo no podía recordar cómo retornar al colegio.

Después de la aparición de Fawkes, quien les había dejado el pergamino extraño y el giratiempo, los chicos habían intentado encontrar a los merodeadores sin éxito alguno.

—¡Estoy segura de que los locos usaron el giratiempo y algo malo pasó! — renegó Lily, lamentándose profundamente—… por eso escucho la voz de James diciéndome cosas extrañas.

—Pero Lily, no creo que debas preocuparte por eso—dijo Peter—¡Hay que buscar la manera de salir de aquí!, ¡hay cosas terribles en este bosque, créeme!

—¡Peter, se trata de tus amigos! ¿Qué no estás preocupado por ellos?

—Tengo… algo de miedo… y sé que Sirius y James están bien, lo mismo que Remus, saben cuidarse mejor que nosotros.

Lily no siguió discutiendo.

—¡Debemos usar este giratiempo!, o si no, debemos hacer que este pergamino nos muestre su secreto—se entercó, mientras dejaba de abrazarse a sí misma para abrir el supuesto "mapa".

Pettigrew pensaba en que ya estarían buscándolos, seguramente los castigarían por un año, pero todo era mejor que estar solos y abandonados en el bosque. Temió que algún mortífago los atacara "¿Por qué tienen qué ser tan poderosos?" se indagó mientras por fugaces segundos imaginaba su muerte a causa de los amigos del Señor Tenebroso… él no querría morir así.

Varios relámpagos brillaron en el firmamento.

—¡Lumos! —gritó Lily, mientras observaba el vacío pergamino—¡Vamos, muéstrate!, dame una prueba de que quieres ayudarnos.

En ese instante la chica sintió un entumecimiento conocido, casi juró ver que el pergamino dejaba salir humo en forma de ondas. Escuchó de nuevo la joven voz de James.

"Estoy viendo a Harry Potter, Lily, a nuestro hijo... todos lo han dicho, tiene tus ojos. Sí, ya sé que antes lo había espiado, pero comprende Lily que estoy consternado, por primera vez voy a hablarle"

La muchacha exclamó una onomatopeya del asombro. Casi sin pensar, susurró un nombre que más adelante sería una parte importante de su corazón.

—¿Harry Potter?

El pergamino se volvió verde, las letras aparecieron doradas:

Ahora que has dicho su nombre, podremos reencontrarnos, Lily

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Continuará…

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Notas2.- ¡Bueno ¿Qué les ha parecido?!, espero que les haya agradado… al menos tiene partes semi-cómicas y luego hay contraste . Como ven, hay un gran misterio por descubrir, sabrá Dios qué será ese pergamino que tienen Lily y el futuro traidor (como dice Dikana, Peter aún no es la maldita rata, está en vías de desarrollo, por eso no seré tan mala con él); por cierto ¿Qué les pareció la aparición de Sirius Black adentrándose en Azkaban para investigar?. Ojalá que el rollo de la Metamorfosis no haya estado muy incoherente, mi intención es que Harry pueda convivir con su padre y amigos sin que la verdad se descubra antes de tiempo (pero vaya que se va a descubrir!!), Dumbledore consideró que no era conveniente que Harry se enterara de la estancia de los merodeadores (seguro que los reconocería, más con la foto que Harry recibió en su cumpleaños por parte de James), por eso el Director  le rogó a Arabella Figg que  le ayudara con la metamorfosis (por cierto, lamento si Arabella me quedó algo demente, pero tomen en cuenta que ella está interpretando su papel de 'anciana-muggle-excéntrica'… luego sabremos más sobre ella). En cuanto a los nombres 'falsos' /Simus, Rerius y Jim/, busqué unos que no confundieran mucho, pero si tienen complicaciones con ello, usaré cursivas en éstos. ¿Qué más?, Ah, claro, Ron y Hermi no salieron esta vez, pero reaparecerán pronto, también Azkaban será un escenario importante a brevedad posible… por cierto, ¿se fijaron que James, Sirius y Remus en este capítulo tuvieron instantes en los que se sintieron mal? (ésa es una pista para el siguiente episodio, que se titula: La Pócima de la Verdad (James se pondrá a realizar ciertas investigaciones, ¡no te lo pierdas!)).

¡Y de nuevo gracias por leer!, no te olvides de darme tu review, o si lo prefieres, mándame un correo a mi nuevo mail: cielocriss@graffiti.net

Bueno, ahora paso a mi parte favorita, contestación de comentarios n__n.-

*Lykos: ¡Hola!, espero no me haya tardado mucho en continuarle, asimismo ojalá y el fic te siga gustando; sobre tu pregunta acerca de si Lily viajará al futuro, creo que te la responderé en los capítulos venideros, y sobre la verdad con referencia a Peter, te recomiendo que no te pierdas los próximos dos capítulos, tratan sobre eso. ¡Gracias por leer!, en cuanto a lo de las parejas, también lo sabrás más adelante, si te soy sincera aún no sé a quien juntar.

*Padme: Holapa!, espero este cap también te haya gustado. Creo que la plática entre Harry y James (más bien Jim) no fue muy intensa, pero sé que habrá otras ocasiones en las que podrán hacerse muy buenos amigos. Sobre las parejas, pues el tiempo lo dirá, y no te preocupes por Ginny, pues es poco probable que se quede con Harry. La historia alterna de Lily ya está cobrando un poco más sentido, quien sabe si luego cambie de tiempo, n__n… gracias por leer!, esperaré tu comentario.

*Shagy Sirius: Gracias por leer mi fic. Como pudiste haberte dado cuenta, las conexiones siguen entre Lily y James, incluso la rata también escuchó ciertas cosillas que en un futuro le dicen sus amigos cuando son enemigos; Harry ya entró más en acción, como la historia comenzó con la perspectiva de los Merodeadores me resultó difícil meter rápidamente a Harry, pero ya estoy nivelando sus apariciones. En verdad espero te siga gustando, todos los misterios se irán resolviendo poco a poco.

*Vicu-malfoy: Me da mucho gusto que mi fanfic te esté agradando, espero no arruinar la historia para que siga siendo de tus favoritos (todo un honor para la autora). Creo que hice sufrir mucho a James, éste debería rebelarse y contarle todo a Harry y los demás, ya verás luego qué pasa. Snape hará sus apariciones a brevedad posible, en estos momentos está en una misión (sabrás cuál misión en el próximo capítulo)… bueno, y realmente lamento que la rata haya salido mucho en este episodio, desgraciadamente su "presencia" es necesaria en ocasiones, al menos para el desarrollo de la trama, trataré de tratarla más mal n_n.  Y en cuanto al reencuentro de los Sirius, te adelantaré que será algo imprevisto y próximo. ¡Gracias por leer!

*Joyce Granger: Qué bueno que el capítulo pasado te gustó, espero que este también. Y bueno… James sí lloró, pero claro que lo hizo porque en realidad había motivo, ¿verdad que debió verse adorable?, sin duda alguna tienes un hermoso amor platónico. Por cierto, ¡Claro que no me he olvidado del fic!, si la escuela lo permite lo iré publicando con más prisa, yo no quiero que ustedes lo olviden por culpa de mis tardanzas (así que prometo no tardarme mucho). Gracias por seguir leyendo, Respondiendo a vuestra pregunta, soy de México, ¿y tú?

*Arwen Black:  Te agradezco que leas mi fic, y que como dices tú, te encante. Te prometo sacar más a los lindos Slytherins, ya verás que Malfoy saldrá mucho cuando inicien clases, son un elemento primordial para que Hogwarts siga siendo divertido a pesar de la época de terror que se avecinda. Por supuesto que los encuentros entre los Black serán pronto, y a los Potter les espera una gran sorpresa… y bueno, considero que Harry quedó algo afectado por lo de Cedric, por eso está algo prudente, pero no creas que se quedará con los brazos cruzados. Ojalá mi fic no te haya decepcionado, espero tu comentario.

*Las Merodiadoras: ¡Gracias por leer girahistoria!... y qué bueno que te está gustando, en verdad a mí me gusta mezclar los géneros, por eso trato que haya de todo en el desarrollo del fic. Sobre las parejas, ya verás luego la que resulta, hay muchas opciones. Espero no haber tardado mucho en seguirle y ojalá que te haya agradado…¡Gracias por tus ánimos!, te avisaré por e-mail sobre su publicación.

*Rosemary Black: ¡Gracias por leer mi historia!, espero te siga gustando, prometo esforzarme para que se ponga interesante.

*Dadaiiro: ¡Amiga!, espero que te hayan gustado las escenas que le adherí al fanfic!, ya verás luego como me complico la vida con la trama como en todos mis fanfics. A James le tocó sufrir el pasado capítulo, pero a cambio esta vez hice que se sintiera feliz porque después de todo pudo ver a Harry y charlar con él con su identidad falsa.  Sobre Fletcher y Minerva, pues… creo que sí hubo algo por ahí, en un pasado remoto, ya verás luego. Sí que está raro verse a sí mismo, por eso los Lupin no sabían cómo reaccionar, me pareció difícil escribir eso… jeje, pero espero no haya quedado tan mal.  Creo que a Lily le espera una misión que no se imagina… y en cuanto al detalle de los guantes de Petunia… pues ni yo sé cómo redacté la escena, pero claro que Harry cuidará de su tesoro, después de todo es muy poco lo que puede tener de sus padres y de James ya tiene la capa invisible ¿verdad?, como mínimo esos guantes son mágicos…  En verdad agradezco tus comentarios, ya sabes que siempre me animas mucho, ¡gracias Jess!, espero ver Hechizo al Pasado muy pronto en la red. ¡Nos vemos!

*Dikana: ¡Muchísimas gracias por leer!, en serio hermana, gracias por tus comentarios, me animas mucho, no importa si tardaste en dejar comentario, yo entiendo que tienes muchas cosas qué hacer, y además tienes que seguirle a R (ya quiero saber qué pasa!!). Creo que este fic está un poco loco, ya ves… hago que los chicos se disfracen para ver a Harry, Sirius se cree un 'paladín del bien',  los salva un carro salvaje de un ataque mortífago… jeje, pero me alegra que logre despertar tu interés, no hay nada mejor que lograr que alguien se meta en la historia que vive dentro de mi mente. Ciertamente la reacción de Wormtail al ver a los chicos tuvo que ser así, el muy cerdo (o rata) debería arrepentirse de todos los males que ha causado!, pero bueno, no hablemos más de ese inquilino. Qué bueno que no te decepcionó el cap 4… ojalá que el encuentro de los Remus y la conexión entre Lilyy James no hayan resultado un fiasco, a veces no sé ni lo que escribo… Sobre las dos cosas que Remus cambiaría, luego quizá las cambie con el giratiempo y ya sabrás cuales serán. Los guantes de Lily… pues a lo mejor sí guardan un misterio, ni yo misma lo sé con precisión… y ¿Sabes?, a mí también me gusta que haya en James un aire paternal. Bueno Karpil-chan, espero este cap no haya quedado tan mal!!, ojalá os guste. Tú también cuídate mucho ¿Ok?

*Chica: ¡Gracias por leer mi fic!, me animas mucho, espero que te siga gustando. Realmente me da gusto leer tu comentario, y le agradezco a quien te  recomendó mi fic (o sea a Pil-chan n___n)…. Y claro, agradezco que te tomaras el tiempo y la molestia de leerlo. ¡Gracias una vez más!

*Hikari Takaishi Y: ¡Vaya!, qué gusto tenerte en mi fic, amiga, en verdad es un honor. Ya en la carta te comenté porqué no te había hablado mucho de él, pero no sabes el gusto que me dio que lo leyeras, ¡Gracias Glen-chan!, me haces muy feliz con eso. Espero no haberte decepcionado con este cap… ahhh, con que adoras a Remus y a Sirius… ¡pues yo también, espero eso se note!, aunque quizá los haga sufrir un "poco", pero ya sabes como soy. Las conexiones entre Lily y James seguirán, y espera el encuentro de los Sirius, espero que sí quede coherente, se me hará complicado plasmar lo que tengo planeado, pero con tus ánimos tendré que hacerlo bien!... esta vez no tardé tanto en publicar, y poco a poco los misterios irán saliendo a la luz, ¡gracias por tus felicitaciones, gracias en verdad!... y sobre la pareja, ya verás después, ¡hasta pronto!, esperaré ansiosa tu comentario, y también el adelanto de tus fanfics, me tienes en ascuas… ¡gracias otra vez!, ¡Cuídate!

*Ginny W-P: ¡Hola Ginny!, ya actualicé de nuevo, qué bien que te sigue agradando, y en verdad lamento haber hecho sufrir a 'Jim'… pero ya lo recompensaré, lo prometo. Lily seguirá saliendo y muy pronto Sirius  verá a su yo 'grandote'.

Raquel: ¡Raquel!, qué gusto que te dieras una vuelta por este fic, es un honor que lo empezaras a leer, ¡gracias!, y espero que te siga gustando. Escribo de HP desde el año pasado, pero sólo había hecho un fic, y cómico. Espero darme una vuelta por el tuyo, seguro estará genial.  Bueno, otra vez te doy las gracias y prometo esforzarme para que esta historia te agrade. Suerte y Cuídate.

AIOV: Holapa sobricousino, me da gusto ver tu comentario, espero te haya gustado el capítulo, hay cosas nuevas en él que tú no sabías. Y sí fui mala con James, pero así es la vida, y los pobres merodeadores no la han pasado nada bien en sus vidas. Ya le seguiste a tu fic?, espero me escribas pronto, yo por mi parte prometo no tardar mucho, pero eso sí!, cuídate y salúdame a todos. Cuando vayas a Guamúchil le dices a Babe que me escriba al menos una vez en su vida. ¡Gracias por leer Champs-kun, para mí significa mucho!

Un agradecimiento especial a mi amiga Lara por sus comentarios en el mail y a mi prima Caro-chan por su carta, ¡gracias! Y espero les siga gustando.

Y a los que leyeron y no dejaron comentario, también les agradezco.

¡Hasta pronto!

Se despide, CieloCriss