Capítulo 1

"Un invitado"

El despertador empezó a sonar, eso daba entender a su dueña que eran aproximadamente las 7:00 de la mañana. Ella extendió su brazo y apagado el reloj todavía desde sus sabanas.

Hiromi, ya levántate hija, acuérdate que tu papá te pidió de favor que fueras a recoger al nieto de su amigo- se escucho la voz dulce de una señora que provenía de la planta baja.

La joven se levanto de su cama y su froto los ojos, se puso sus sandalias y se dirigió al cuarto de baño. Después de poco tiempo salió lista para poder ir a desayunar. Bajo las escaleras de maderas y se dirijo a la cocina la cual tenia un exquisito olor a mantequilla , mermelada y pan casero.

Buenos días mamá- ella dijo a su madre acercándosele para darle un beso en la mejilla.

Buenos días hija-ella dijo mientras se acercaba al fregadero para dejar un recipiente lleno de migajas de pan.

¿Mamá donde esta papá?-pregunto la joven de cabello café mientras se sentaba en una silla.

Hija, pero si serás despistada .Tu padre te había dicho que iría con el abuelo para ver como estaba, no ves que últimamente ha estado enfermo, por esa razón te pidió el favor que fueras al pueblo y que recogieras al muchacho que iba a llegar

¿No ha llamado esta Akido?-

No hija, Hiromi arregla la mesa por favor, que tu hermano ha de estar apunto ed llegar de ordeñar a las vacas y ha de estar hambriento.

Muy bien mamá-

La joven de cabello oscuro se acerco a una vitrina y saco platos y vasos, se los llevo a la cocina y arreglo la mesa.

Ya regrese madre- dijo un joven alto de cabello oscuro.

¿Me trajiste lo que te pedí?-dijo la señora mientras sacaba el pan del horno.

Si mira mamá esta recién ordeñada- dijo señalando el bote que traía en una mano.-Hiromi que haces levantada desde tan temprano- interrogo el joven mientras veía a su hermana que arreglaba la mesa.

Es que, mi papá me pidió que le hiciera un favor, y pues tengo que ir al pueblo-

¿Y para que tendrías que ir al pueblo?-

Es que tengo que ir a recoger a una persona-

¿A una persona?-

Si a un familiar de un amigo de papá-

¿Mamá, tu sabes quien es?-

Claro que se quien es, y te va a dar gusto volver a verle- dijo la señora mientras ponía el pan recién horneado en la mesa.

¿Yo lo conozco?-

Si-la señora no hizo mas que sonreír.

Aquellas tres personas desayunaron y no volvieron a hablar mas del tema en ese instante. Cuando todos ya habían terminado de desayunar, la iglesia del pueblo se escuchaba levemente. La campana de la iglesia siempre tocaba a las 8:00 de la mañana para llamar a misa y siempre se escuchaba muy leve en la casa de esta familia.

Hija, es mejor que ya te vayas yendo al pueblo, por que tal vez no vayas a llegar a la hora.-

Si mamá-

¿No querrás que nuestro invitado se desespere esperando a que vayan por el verdad? –

No mamá, como crees-

Hiromi llevo su plato al fregadero y se dirigió a la puerta de la cocina. Su mamá la fue a acompañar a la puerta y le dijo:

Cuídate mucho hija-

Si mamá, adiós hermano-

Adiós Hiromi-

Ella llevaba un vestido fresco ya que era primavera en aquellas fechas, mientras iba para el pueblo le encantaba ver los pájaros volar y escuchar su canto. Ella siempre elegía el camino que iba por el río, le encantaba el olor de el, su agua que era tan cristalina ,que aunque esta se perturbara se podía ver el reflejo de quien la mirara.

Creo que hoy será un día muy bello- pensó la joven mientras se sentaba en una roca que estaba al lado del rió.

Desde ese lugar se podía apreciar el pueblo, no era una muy grande, eso se podía percatar desde donde ella lo veía, pero se veía algo agradable.

Creo que será mejor que ya llegue al pueblo-dijo mientras se paraba.

Hiromi camino en dirección al pueblo. No tardo mucho en llegar, las casas se veían lindas, todo ahí parecía ser tan lindo, a la joven desde chica siempre había tenido gusto de ir a visitar al pueblo. Por que siempre le compraban cosas, aunque ella no era ambiciosa, si no que sabia que lo hacían para demostrarle cariño.

Al llegar al pueblo ella se dirigió a la estación del tren y se sentó en una banca que estaba a la salida de esta.

Ya muy pronto va hacer la hora- pensó ella mientras veía el reloj que estaba en la estación del tren el cual marcaba que faltaban 5 minutos para las 9:00.

Pasaron los 5 minutos y ella vio como empezaba a salir gente, al ver tanta gente recordó una cosa que se le había olvidado , la cual era muy importante.

¡Nooo!- ella grito levemente mientras se pegaba en la cabeza, ella no podía creer como se le había olvidado ese pequeño detalle.

Por que seré tan despistada. Como se me fue a olvidar preguntarle a mi papá como era la persona que esperaba, ni siquiera pregunte su nombre, Dios mío que voy a hacer- y se dejo caer en la banca donde hace rato esta sentada.

Mmm...disculpe señorita- se escucho una voz que se acercaba a la muchacha.

Disculpe me habla a mi- ella dijo mientras alzaba su mirada y vio a un joven alto, delgado, bien parecido, pero con una mirada sin sentimientos.

Si ¿me preguntaba si usted conoce a la familia Tatibana?-el pregunto mientras erguía su cuerpo y veía con curiosidad el pueblo.

Si, mi padre me envió para que lo viniera a recoger- dijo la joven mientras se paraba y sonreía dulcemente.

El joven se sonrojo al ver que aquella señorita le había sonreído, el no estaba acostumbrado a ese trato con las mujeres, por que su abuelo le había dicho era mejor no involucrarse tanto con la gente, por que esta te podía hacer daño.

Mucho gusto soy Hiromi Tatibana-ella dijo mientras le brindaba al chico una sonrisa.

El por su parte no podía creer lo que estaba pasando, una muchacha no había hablado con el desde hace tiempo, mas bien dicho , una muchacha nunca había platicado con el, con excepción a su mamá.

Mucho gusto me llamo Kai Hiwatari- dijo el volviendo a la expresión seria que tenia cuando había llegado.

Creo que ya es hora de irnos por que mi mamá me dijo que no me tardara mucho.

Esta bien

Mmm... ¿pero no te molestaría caminar a casa?

No, no hay problema

Todo el camino a la casa de los Tatibana fue silencio ella volteaba a ver al joven de vez en cuando, pero el parecía que pensaba en muchas cosas y no se daba cuenta que la chica lo observaba. Ella como de costumbre se fue por el río, por que prefería el río a ir por el camino de arena, por el cual se sentía el calor muy fuerte, mientras tanto que por el río se sentía una brisa fresca.

Este lugar sigue tan bello como antes- el joven comento a lo cual la muchacha volteo asombrada del comentario del joven y después cambio su asombro por una sonrisa.