Autor: Txiri E-mail:
Pareja Harry/ Severus
Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
Capítulo 9: Reacciones:
A la mañana siguiente la pareja se despertó con el ulular de una lechuza, que les resultaba vagamente familiar. Severus conocía al ave, era una de las lechuzas de Howarts. Se acercó a quitarle la carta y se impresionó al ver que iba dirigida a Harry.
-Es para ti.
-Serán los TIMOS y la lista de libros.
Harry abrió la carta bastante nervioso, y mientras leía el pergamino su rostro fue cambiando lentamente de expresión hasta que llegó al final de la carta, donde la sorpresa y felicidad iluminaba su joven rostro,
-¿Y?- interrogó Severus.
-He aprobado todo excepto adivinación. Lo increíble es que superé expectativas en todo- dijo incrédulo- el curso que viene me tendrás que volver soportar en pociones.
-¿En serio?- la verdad es que por una parte se alegraba, pues sabía que el chico quería estudiar para ser Auror, pero por otra le aterraba le idea de Harry con pancita y en un laboratorio de pociones.- Déjame verlas.
Harry le extendió la hoja de notas.
-Te felicito Harry, aunque no se como lo lograste.
-Digamos que sin un temido profesor de pociones que me critica hasta respirar, me salen bien las cosas.
-Bajemos a desayunar- cortó antes de empezar una pelea con el joven.
-Buenos días- les saludó la voz de Remus en cuanto entraron al comedor- ¿Qué tal ayer el médico?
-Bien, pero me dio un montón de pociones para tomar. Dice que tengo carencia de vitaminas y minerales, y el hierro bajo.
-Debes hacer caso Harry- dijo el licántropo
-No, si yo me encargo de que se tome todo- contestó Severus con picardía, recordando la noche anterior.
-Me llegaron las notas de los TIMOS- dijo el muchacho cambiando de tema.- Y también la lista de materiales.
-¿Entonces, porque no vamos hoy de compras?- propuso Lupin después de haber visto las notas del joven.
Se pasaron el día haciendo compras sin ningún contratiempo, exceptuando la discusión que habían tenido Harry y Severus por quien pagaba los libros de Harry, cosa que al final terminó haciéndolo Snape.
La semana paso sin nada fuera de lo común. Las mañanas eran un poco caóticas pues Harry se despertaba corriendo al baño, ya que la poción contra las nauseas no le hacia mucho efecto. Después de ducharse Severus bajaba a desayunar mientras Harry lo hacia en la habitación, puesto que el aroma a café no le sentaba muy bien a su estómago. Por eso prefería desayunar solo alegando que los demás no debían cambiar sus hábitos por él.
Esa mañana Harry se despertó tarde igual que llevaba haciendo desde que estaba en esa casa. Se asustó al no sentir el cuerpo de Severus a su lado, pues aunque Severus se despertara antes, siempre lo esperaba. Por eso al no verlo a su lado se preocupó, pero tuvo que olvidarse por un momento de su preocupación, ya que las nauseas llegaron con fuerza haciéndole correr al baño. Cuando salió estaba más relajado, pues había recordado que ese día los profesores tenían reunión.
Desayunó tranquilamente, para después coger el libro que estaba leyendo y salir al jardín con intención de pasar allí la mañana. Pero cuando no llevaba ni una hora, apareció Lur.
-Hola Harry, ¿qué tal dormiste?
-Buenos días Lur, bastante bien, ¿y tú?
-Muy bien. He recibido una carta de Dumbledore informándome de que hoy hay reunión de la orden y que tengo que llevarte a ti también al cuartel.
-¿Pero porqué? Yo no quiero pisar de nuevo esa casa.
-Lo se Harry, pero no te puedo dejar solo, además estarán tus amigos.
-Diga lo que diga no servirá de nada, ¿verdad?
-No.
Dos horas más tarde los dos se encontraban en la puerta de Grimauld Place. Harry pensaba en cómo les diría que estaba embarazado, y lo más importante, cómo se lo tomarían. ¿Y si lo odiaban? Además que estar en esa casa no le hacia sentirse nada seguro, tenía miedo, miedo de que sus amigos no aceptaran su nuevo estado. Lur sentía el miedo de Harry y lo entendía, ella estaría igual si pisara de nuevo la casa en la que había vivido hasta los 5 años, porque aunque su papá pensara que no se acordaba, ella tenía recuerdos de su otro padre y los años vividos con él.
Al entrar en la casa a Harry se le formó un nudo en la garganta, pues todo estaba igual que la última vez que estuvo allí, y eso le recordó a Sirius.
-¡Harry, al fin llegáis!- le sobresaltó la voz de la señora Weasley.- Lur cariño, Charlie está en el comedor,- dijo dirigiéndose a la chica. A ésta le brillaron los ojos al oír esto y salió rápidamente hacia el comedor,- los demás te esperan en el comedor Harry, ¿por qué no pasas?
-Gracias.
Harry entró en el comedor encontrándose con Ron, Hermione, Ginny y los gemelos, y con una escena que no esperaba, Charlie y Lur se estaban besando.
--Harry, Charlie y yo estamos saliendo desde hace casi dos años y...
-Tranquila Lur, no tienes por que darme explicaciones.- respondió sonriendo.
-Hola Harry, ¿qué tal estás?- saludó Hermione, abrazándolo.
-¿Qué tal compañero?
-Bien, ¿Y vosotros?
-Bien, acabando los deberes- respondió Ginny, señalando las hojas que tenía en la mesa.
-Quiero hablar con vosotros- dijo él. Lur lo miro animándole.
-Ir arriba chicos, la reunión esta apunto de comenzar, así Harry aprovechará para deciros lo que sea que os tenga que decir- dijo Charlie.
Los más jóvenes de la casa se encaminaron hacia arriba, Harry iba el último, retorciéndose las manos nerviosamente pues no sabía como se tomarían su nuevo estado. Entraron en la habitación del tapiz, pero Harry no se atrevió a mirar si seguía ahí y se sentó directamente en el sofá.
-¿Te llegaron los TIMOS?
-Sí, ¿y a ti?
-Sí, pero seguro que no es eso de lo que querías hablar.
-No. Sentaros por favor.
Todos obedecieron enseguida, acomodándose en los sofás que adornaban la estancia.
-¿Y bien, Harry?- preguntó Fred, impacientemente.
-Eso compañero, que nos tienes en ascuas.
-Estoyembarazado- dijo de carrerilla.
-¿Qué tu qué?
-Estoy embarazado.
-No, no, eso no es verdad- empezó a decir Ron, alejándose de Harry.
-Ron.
-¿Qué Hermione? Vale que "acepte" que esté con el cretino grasiento, pero no me pidas que acepte que está embarazado de…de ese- dijo mientras salía de la habitación furiosamente.
Harry miro a los otros con miedo de que pensaran lo mismo.
-Felicidades- dijo Fred mientras lo abrazaba.
-Serás un gran padre- comentó George.
-Harry me alegro muchísimo, ese pequeño tendrá muchos tíos.
-Gracias chicos, pero Ron…
-No, por él no te preocupes, sabes como es, recapacitará o si no nosotros nos encargaremos de él, ¿verdad hermano?
-Oh, ¡por supuesto! Ya verás como vuelve rogándote perdón.
Harry les sonrío, aunque realmente no se lo terminaba de creer. Se levantó con la intención de bajar y hablar con Severus para poder salir de esa casa que le dañaba mucho. En el camino se encontró a Tonks, que subía para decir a los chicos que la reunión había terminado.
-Felicidades Harry.
-Gracias.- dijo apagado, mientras seguía acercándose al comedor.
-¿Qué le pasa?- preguntó la mujer de pelo rosa a los jóvenes.
-Ron –respondió simplemente Ginny.
Mientras tanto Harry ya había llegado al comedor y miraba a Severus implorante. Este último al darse cuenta de que le miraban se dio vuelta para encontrarse con los tristes ojos de Harry.
-¿Qué ocurre Harry?- preguntó acercándose al joven.
-Yo...¿podemos irnos?
-Sí, por supuesto.
Continuará.……
Siento el retraso pero es que he estado muy ocupada con los trabajos de la uni.
