LoS bAnDidOs

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Prologo

Pasaron dos minutos, cuatro, hasta sesenta; y aquella clase parecía no terminar. Al fin, tras un sueño profundo sobre los pupitres y mensajes secretos fugases, se dio por terminada la sesión de Historia de la Magia ese viernes gris.

La ultima de las aburridas clases de diciembre terminaba ¡Gracias al señor del Quidditch! Y, como un viernes apropiado, esa noche debían festejar. No había duda ni pretexto para no brindar con toda la sala por sobrevivir una semana mas.

-"Listo para la noche, ¿Paddy?".-

-"Mas que listo, Prongs, mas que listo".-

Eran, sobre todo, insoportables juntos aquellos dos para los Slytherins, pero, al contrario de ellos, para las demás casas eran toda una leyenda; una leyenda hermosa y atrayente, sin duda. Los Merodeadores.

James Potter, Sirius Black y Remus Lupin. No había en el colegio mejor surtido de rostros ni cuerpos como aquellos. Jóvenes valientes, alegres y decentes. De eso habían muchos testigos. Con las jóvenes, caballeros; amigos sinceros, pero, por completo sin duda ni comparación enemigos letales de los Slytherins.

-"¿Crees que salga 'la rarita' a la fiesta?".-Pregunto, de pronto, Black cuando, andando, una muchedumbre se cruzo frente a ellos en medio pasillo.

-"Espero que no. La arruinaría toda".- Pregunto sarcástico James.

-"Si seguro".- Contesto Sirius.

-"¿Qué intentas insinuar, Black?".-Inquirió inquieto Potter.

-"No intentes negarlo ahora, Potter, te conozco, me conoces, nos conocemos y sabes que se que alguien... si, alguien, te copio desprevenido y anda rondando tu cabeza".-

-"Pues no se de que hablas".-Respondió Potter, jugando un los hilos finales de su bufanda.

-"¡Oh! Si lo sabes... ¿Que pasa con...?".-

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-"¡Lily Evans!".-Vociferaron

Hubo una rápida apertura de esmeraldas pupilas seguida de un lento caído de parpados pesados. -"No grites, tengo mollera".-

-"Eres la prefecta, mira que ejemplo nos das".-

La oji-verde murmuro algo parecido a... nada. –"¿Qué quieres?".-

-"No fuiste a ninguna clase".-Dijo alguien sentada sobre Lily en el centro del lecho.-"A ninguna Lily, a ninguna... y sabes lo que me preocupa, que no me llevaste contigo".-

-"Perdoname, ahora, déjame dormir".-

-"La noche es para dormir".-Dijo Eland.-"El día no y es de día".-

-"Pero ya casi es de noche".-Soltó la pelirroja irguiéndose bajo Eland.

-"Te fuiste de loca anoche cuando esta noche es la bebedera. Lo siento, tendrás que acompañarme hoy".-

-"Déjame recuperar energías".-

-"Vale, vale, pero primero fírmame esto".-

-"¿Para que? ¿Qué es?".-Pregunto la pelirroja

-"Es una carta compromiso donde aseguras acompañarme de noche".-

-"No hace falta".-Dijo la pelirroja estrujando los ojos.-"Soy una mujer de palabra".-

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De los tres, no había duda, Remus era el mas serio. Llevaba consigo siempre una mirada de extraño cansancio y misterio. Su delgado cabello castaño claro combinaba con su bronceada tez dándole marco perfecto a sus pupilas miel.

Pocos en Hogwarts con su mente matemática para los diseños de cualquier estructura. Ni traía a cuanto tan oportunamente como refrán, una sentencia o un adagio. De trampas, juegos, planes; todo, nada era obstáculo ni siquiera difícil para su mente. Poseía la inteligencia y habilidad que pocos; y también una rudeza salvaje cada que la luna llena se posaba en mitad del oscuro cielo.

Entre los otros dos, Sirius y James, no había diferencias aparentes ante los ajenos que no gozaban de compartir con ellos la intimidad.

Sirius- joven adinerado –Black. No había titubeo, si eres un Black significa que desde tu nacimiento estas podrido en dinero. No había niño en la escuela que contara un chascadillo con mas gracia que el, ni sabia historias mas estupendas, ni tenia el máximo record de salidas con chicas.

Andaba siempre con aire superior y altanera como Potter. Y no era para menos siendo un Black... o un Potter. Pero, quien sabe si para su desgracia o fortuna, tenia corazón.- Aunque poca conciencia-.

Con ese cuerpo esbelto, blanca piel y ojos grises como la corteza del catalana, y vivaces, que se oscurecían o aclaraban según su animo, era extraordinariamente apuesto.

James, James Potter por igual, era asombrosamente parecido a Sirius. Mismo carácter, cuerpo, gustos, preferencias, desgracias, iguales en lo igual. Solo que James, un tanto mas aficionado al Quidditch, un tanto mas altanero y un tanto... no, un mucho mas despeinado que Sirius, poseía grandes iris llamativos, ¿Cafés, grises? ¡Quien sabe! Ambos, si acaso. Era una extraña combinación de un gris pálido y arena clara que poseía en sus pupilas tras redondas gafas negras.

Entre hombres, los tres, eran motivo de exaltación y orgullo. Entre las mujeres mas hermosas, hombres caballeros y valientes, se habían ganado el apodo "Los Bandidos de amores".

No había niña, mujer, dama que dijera que no. Nada era problema para ellos con las mujeres. Aunque claro, Las raras, no entraban en su lista.

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Aquella tarde había pasado todo muy rápido. El trabajo para el maestro de pociones le había impedido una noche de sueño y descanso, y ahora, tras entregar el trabajo de toda la noche, el maestro le salía con 'Puedes mejorar'.

Sus verdes pupilas se movían con avidez sobre un libro curiosamente enorme y girado hacia abajo. No leía. Eso era seguro he imposible teniendo el libro al revés.

-"No sabia que podías leer las letras volteadas y fingir tan bien".-

-"Omg...".-

Eland se hinco para quedar a la altura de Lily. Era ella bella, si, muy bonita. Su tez era blanca, blanca hasta la palidez, y su cabello negro, lacio al inicio y enroscado al final pasando sus hombros; y en sus ojos, había algo que, cuando los miraban todos quedaban helados por una atracción irresistible que ejercía o que sufrían por verla unido a la fascinación de contemplar sus pálidas pupilas gris-azulado. Parecía que su mirada penetraba hasta el alma de quien la viera. Eran engañosas sus pupilas, iris de alucinación y mentira cuando ella lo requería.

Lily, por el contrario, eran, sus ojos verdes, todo reflejo de su sentir. Veraces, exentos de hipocresía o simulación. Sencillos y candorosos, con más o menos claro sentido irónico. Su tez, clara, transparente mostraba gran diferencia con sus cabellos granate y labios amapola.

-"Que importa lo que dijo el profesor ese... salgamos hoy a bailar. En las fiestas de Diciembre jamas sales, a ninguna. Y quiero que me acompañes".-

-"Te dije ya que si".-

-"Tus 'Sis' son unos completos 'Nos' lo sabes".-

-"Entonces no".-Dijo la pelirroja

-"Te reto".-Soltó Eland. Conociendo el orgullo de Lily y su lema "Jamas rechaces una trampa, te tenderán otra".-"A que te quites tu ropa de abuelita por una noche y te diviertes conmigo".-

-"Pero en las fiestas están los Merodeadores".-Dijo Lily con una mueca de asco.

-"Ignorémoslos. Te prometo que tu primera fiesta de Diciembre será un éxito total para ti. Doy mi palabra".-

-"Ehm... no se... es que... bueno, yo.. tu sabes...".-

El sol se escondía tras los montes. La tarde se hacia noche irremediablemente. Y aquella hora en la Sala Común de Gryffindor, con las dos niñas únicamente habitándola se reino por completo de los leves rayos de sol que entraban tímidos por los ventanales.

Era hora de irse a sus dormitorios. Los alumnos empezarían a llegar para la fiesta. Y Lily no querría estar allí para verlos, no, no, era muy penoso aquello. Además tenia sueño.

-"Noohh, tu no te vas a dormir. Ya basta de andarte escondiendo de todos...

-"Abuelita Evans, hace días que no te veía. Seguías en la biblioteca, seguro".-Dijo un chico alto acabado de entrar en la sala.

-"Cállate Potter".-Dijo Eland.

-"Si mami, mamita...".-Se burlo James.-"Abuela, te quedaras a leer esta noche, verdad. No te atrevas a bajar a la fiesta. Nos aburrirías a todos".-

Eland tenia razón. Basta de andarse escondiendo y vestidos de su abuela; ya no quedaban con la época...

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Fin del Prologo.

Espero les haya gustado... ¡¡¡Dejen Reviews!!!

Eliz, Enuma Elisha

M.O.D.

M.O.S.