Una luz apareció de repente en el claro de un espeso bosque inhóspito. La luz fue aumentando en intensidad hasta que tres figuras fueros escupidas desde su mismo centro a una velocidad tremenda.
En cuando las figuras entraron en contacto con el suelo rodaron ágilmente para terminar agazapados con sus manos y sus rodillas en contacto con el suelo cubierto de hierva, mirando sus ambientes, verificando cualquier señal de peligro.
Tras varios minutos de silencio uno de ellos habló al fin.
.- Eso ha sido un poco áspero no?.
.-Ni que lo digas.- Dijo una voz femenina.- Y lo peor es el dolor de cabeza espantoso.
.-Si, alguien tiene la más mínima idea de donde estamos?.- Preguntó el último de ellos mirando fijamente en el cielo.
.-No, pero parece que no hay ningún peligro inmediato.
.-en cuando le ponga las manos encima a ese fantasma le voy a hacer desear que estuviera muerto.- Dijo el pelirrojo.- Estoy completamente agotado...
.-Esto no es normal.- dijo la hembra.- la primera vez no sucedió esto. Yo tb estoy tremendamente cansada.
.-Hermione, alguna sugerencia de lo que ha pasado?- preguntó el chico con ojos verdes.
.-Lo único que se me ocurre es que para terminar el ritual el huevo utilizó parte de nuestra energía, por eso estamos tan cansados.
.-Que quiere decir esto exactamente?.- Preguntó el chico pelirrojo con cara de no entender nada de nada.
.-Pues que sea donde sea donde estamos necesitó más energía que la que en principio estaba calculada y la cogió de donde pudo. Solo espero que no fuera excesiva. De lo contrario, es posible que no podamos volver a casa...
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En otro tiempo y lugar una figura fantasmal más pálida de lo normal miraba fijamente el centro de un circulo ahora en llamas donde se encontraba un huevo humeante que hacia solo unos instantes había brillado como el mismo sol.
A su lado, un hombre mayor, del que algunos decían que tenía más de 150 años de edad y había visto más que la mayoría de los magos actuales. Su cara decía que esta era la primera vez que veía algo parecido. El director del colegía de magia más prestigiosa de Inglaterra.
.-Esto no puede ser bueno.- Dijo este en un susurro pasando su mirada una vez más el huevo un tanto resquebrajado que estaba ante él.
.-No, no lo es. Se suponía que tenía que durar tres viajes. No se donde se encuentran ahora los chicos pero desde luego a agotado la energía del huevo hasta un punto sin retorno.
.-Podrán regresar?- Preguntó un joven que no había dicho nada hasta ahora. El primo del chico de ojos verdes.
.-Eso espero hijo, eso espero. Lo que si puedo asegurarte que no podrá haber un tercer viaje... Godric, donde demonios has enviado a tu descendiente...
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Después de recuperarse del viaje durante tres días sin atreverse a moverse del lugar donde habían aparecido de repente los chicos decidieron que había llegado el momento de emprender su viaje. Un viaje que tenía como fin aprender lo que fuera que se suponía que aprendían en este lugar.
Decidieron dirigirse hacía el norte. El día anterior Ron había discernido a lo lejos lo que parecía una pequeña columna de humo a no más de medio camino de viaje, como no sabían muy bien donde se encontraban decidieron no aparecerse, una habilidad recientemente adquirida gracias a ser los aprendices de Albus Dumbledore. Por desgracia no habían podido completar su aprendizaje en animagus, solo llevaban unos días bajo la estrecha vigilancia de McGonagall y únicamente habían iniciado su meditación para conocer cual sería su forma final.
Según McGonagall, el animal escoge a mago, no al revés, igual que las varas. Según ella todos tenemos un animal que nos representa, que se ajusta a nuestra personalidad como un guante, que es parte de lo que nosotros somos.
La razón por la que no muchos magos escogen volverse un animago, registrado o no, es la tremenda cantidad de tiempo que consume volverse uno, cuanto más conozcamos de ese animal, cuanto más pronto aceptemos las cualidades de ese animal como si fueran nuestras más sencillo y rápido se volverá el cambio.
Según Hermione, que se había leído todos los libros que habían pasado por sus manos el proceso no estaba exento de dolor, era una lucha constante entre el animal y tu por controlar la mente primaria. Cuando más grande el animal, más lucha nos daría sucumbirlo a nosotros. Según ella era imposible volverse un animago mágico aunque era un punto en el que no se ponían de acuerdo en los libros, según algunos autores el hecho de que nadie a su conocimiento se hubiera vuelto uno no significaba a la fuerza que no pudiera realizarse, el animal es quien escoge al mago, según algunas teorías más alocadas si alguien representase fielmente las habilidades de una criatura mágica técnicamente sería posible volverse una de ellas aunque dudaban que alguien consiguiera dominar a su bestia interior para realizar el cambio, por no decir que el poder detrás de esa persona tendría que ser al menos equivalente a su representación animal.
Sin más preámbulos emprendieron su viaje hacia un nuevo horizonte.
Después de varias horas corriendo por el bosque no habían encontrado hasta el momento ningún signo humano. Nada que les indicase que estaban acercándose a una zona habitada por el hombre. Se habían cruzado con algún animas pequeño, que había sido habido de esconderse de ellos.
Según sus cálculos no podían encontrarse lejos de donde habían vislumbrado el humo aunque bien podría tratarse de algún fuego accidental o producto de algún animal mágico. A fin de cuentas los dragones eran famosos por crear estragos con su aliento.
Después de otra hora vislumbraron lo que parecía un pequeño camino, nada demasiado grande y poco frecuentado si tenemos encuentra que estaba lleno de hierva, sin una idea mejor decidieron seguirlo para ver donde les llevaba, Siempre era mejor que yendo sin rumbo en medio de un bosque.
Tras cinco minutos, el camino les llevó a un pequeño claro donde lo que podía describirse como una pequeña choza, fabricada en fango y con un techo hecho de hojas secas se encontraba orgullosamente en él. El primer signo de civilización pensaron al mismo tiempo. Al menos su habitante podrá decirles donde estaban.
Al dar un paso hacia la cabaña se les erizaron el vello de los brazos.
.-Eso era un pupilo mágico.- Dijo Hermione rápidamente.
.-Si, sin lugar a dudas, el dueño ha de tratarse de un mago.- Dijo Ron orgulloso de su suposición.
.-Hay alguien en casa?.- Preguntó Harry lo suficientemente fuerte como para que el habitante de la cabaña pudiera oirle. A fin de cuentas no sabían nada de cuales eran las costumbres de donde se encontraban, bien pudiera ser que no fueran bien recibidas las visitas inesperadas y teniendo en cuenta que se trataba de un mago mejor guardar las apariencias.
Ninguna contestación. Decidieron arriesgarse y echar un vistazo en su interior. Al intentar abrir la puerta se dieron cuenta que estaba bien cerrada, seguramente por medio de algún hechizo para guardar el retiro. Sin querer entrar sin ser invitador se dirigieron sigilosamente hacia la ventana más próxima para intentar ver si el dueño estaba o no en su interior.
Las ventanas estaban tan sucias que nada del interior de la cabaña podía verse por ella, pero antes de poder decidir que hacer proximante una voz les sobresaltó.
Rápidos como el rayo los tres se separaron y sacaron sus crys (los cuchillos fremen) y echaron un vistazo hacia donde había venido la voz.
Un hombre viejo estaba ante ellos, vestido íntegramente por una túnica blanca roida en varios lugares, una larga barba blanca, un poco sucia y llena de hiervas como si hiciera algún tiempo que no la cepillasen adecuadamente y unos ojos azules chispeantes que hacían parecer a los de Dumbledore meros ojos sin vida.
Cuando el desconocido posó su mirada en Ron este pensó que estaban mirándole su misma alma pero guardó la mirada fija como un signo desafiante. Cuando los ojos del desconocido se posó en Hermione estos parecieron reconocerla durante unos instantes fugaces antes de volver a pronunciar lo que sin lugar a dudas eran unas palabras amenazadoras en un idioma que no comprendían.
Hermione fue la primera en hablar.
.-Lo sentimos señor, pero no entendemos nada de lo que nos está diciendo.- Dijo esta tan tranquilamente como pudo.
Los ojos del hombre no mostraron ningún signo pero un pequeño temblor de su mano izquierda les hizo comprender que les había entendido. Tras unos segundos de espera, como si el desconocido estuviera recordando que decir...
.-Quienes sois y que estáis haciendo en mi casa. RESPONDET y dios os ayude si me mentís.
.-Nos hemos pedido señor, nunca nos habíamos adentrado tanto en el bosque y...
.-MENTIRA!.- Un aura mágica muy poderosa rugió desenfrenada desde el mismo centro de ese viejo. Nuestros amigos se pusieron más alerta que nunca, solo en Dumbledore o a Voldemort habían visto semejante poder.
.-Mi nombre es Bakka (Harry) y estos son Auliya (Hermione) y Cheops (Ron). Y su nombre es?.- Preguntó este intentando que ese hombre no les considerase una amenaza.
El viejo siguió sin quitarle la vista a Hermione hasta que pasados unos largos segundos contestó:
.-Merlín, mi nombre es Merlín.
Nuestros amigos abrieron la boca asombrados, si fuera cierto... Si este hombre fuera el mayor mago de todos los tiempos, el creador de la magia moderna.
.-Dios santo.- Dijo Hermione sin poder contenerse…. .- El mago Merlín?
.-El único que existe a mi conocimiento... Decidme pequeños habéis oído hablar de mi?
Los tres chicos cabecearon al unísono sin querer decir palabra.
.-Entonces creo que es el momento de que poner las cartas sobre la mesa. Soy el único en todo la isla que conoce vuestro idioma, donde y cuando lo aprendí no es de vuestra incumbencia pero si puedo decir una cosa sin temor a equivocarme. Vosotros no sois nacidos aquí, de modo que ya podéis empezar desde el principio y más os vale que sea creíble...
Los tres se miraron, para ellos resultaba obvio que su viaje a este lugar era para poder aprender del mejor, en este caso el propio Merlín, tenían que ganar su confianza y eso pasaba por contarle su vida a este completo desconocido.
.-Bien, yo empezaré,- dijo Harry muy tranquilo.- Todo empezó...
Tras empezar a contar Harry la historia, la edad pareció aparecer de repente en Merlín. Cuanto horror deparaba el futuro. Después de más de una hora de narrar lo que la vida de los tres había sido entraron en la cabaña antes de comer algo y continuar con la historia.
Cuando finalizó el más gran mago de todos los tiempo miró fijamente a Hermione y empezó a hablar.
.-Ahora lo entiendo todo... Ahora estamos en lo que antiguamente se llamaba la Atlántida, Avalon, como yo la nombré cuando viajé a vuestro hogar. Hace ya algún tiempo, todas las criaturas mágicas formaron su propia nación, los hombres y mujeres Vivian libres, tanto si tenían el don de la magia como si no... Esa nación se nombró Atlántida. Durante centenares de años esa nación floreció como ninguna otra con la ayuda de todas las criaturas, los magos y los humanos. Pero como en todas las historias siempre hay quien quiere más, más poder. Una gran guerra surgió en la nación más poderosa de todas. Una guerra que si ganada por el lado equivocado destruiría no solo este continente, si no todo el mundo conocido. Con la ayuda de los más poderosos magos de la luz, una cúpula fue creada encerrando en su interior a atacantes y defensores. Una cúpula de tal poder que separó la Atlántida del resto del mundo e impidió que la guerra se propagara por doquier. Me gustaría decir que esa lucha ya ha finalizado pero no es así. Las fuerzas del mal sigue existiendo aun ahora después de más de 200 años de lucha, esperando vencer o escapar de la cúpula que mantiene sus fuerzas oscuras cautivas.
Yo por mi parte ya nací cuando la cúpula fue creada, yo soy lo que aquí denominamos un creador, un mago con la capacidad de crear nuevos hechizos y maldiciones. Yo en mi ansia por conocer el mundo exterior, conseguí crear un hechizo que me permitió escapar de la cúpula ir a donde nunca antes otro había ido. Entonces era joven... no más de 90 años y mis ansias de conocimiento eran muchas.
Llegué a un mundo primitivo, donde los magos y brujas prácticamente no existían, donde hacer la magia en publico era considerado herejía. Allí viví muchas aventuras e intenté traspasar algunos de mis conocimientos. 8 jóvenes fueron mis aprendices. Dionisius Gryffindor, Jonathan Slytherin, Revecca Hufflepuff, Nostradamus Fenix, Morgana Le Fay, Arturo Pendragón, Lancelot Morianor y mi muy estimada Eleonor Ravenclaws.
A ellos les acogí como aprendices, les enseñé los principios de la magia, les enseñé el secreto de mezclar los ingredientes para crear pociones que les ayudaran en sus vidas, a todos les quise como a mis propios hijos y tal vez algo más.
La mirada de tristeza al recordar viejos recuerdos era patente en sus palabras, nuestros amigos estaban completamente atónitos, los libros de historia eran inciertos sobre esa época en particular, lo único que destacaban era que Merlín había sido el mecías de la magia moderna y ahora comprendían la razón, había enseñado personalmente a algunos de los hombres y mujeres que después de él tb habían creado historia. Demonios, se puede decir que incluso su escuela había sido creada gracias a sus enseñanzas.
.-Pero una vez más, el mal consiguió salirse con la suya. Yo nunca sospeché de ella, Morgana Le Fay era una chiquilla adorable, su mente estaba llena de preguntas que necesitaban respuestas. Como yo, era una creadora, su mente era capaz de crear y modificar hechizos. Cuando Arturo la rechazó su corazón se volvió amargo y resentido y emprendió el camino que llevó a su destrucción.
Los siete restantes y yo, creamos la mesa redonda con la intención de contener la oleada de guerra y destrucción de Morgana con su conocimiento originó. Mucha gente unió nuestra causa al igual que muchos otros la de ella.
La lucha no era fácil, el ejercito creado por Morgana era terrible, con su conocimiento creo maldiciones horribles que sembraban el terror entre los mortales. Tres eran particularmente malvadas y destructivas. La maldición del dolor Cruciatus, el control mental Imperio, y la peor de todas la maldición de la matanza Avada Kedavra. Muchas veces pienso que si su don se hubiera utilizado para el bien hubiera conseguido eliminar todo el mal del mundo. No había forma de escudarse de esas tres maldiciones en particular. Lo intenté, por dios juro que lo intenté, pero no encontré la forma de desviar esas maldiciones, desde entonces que sigo intentándolo aunque aquí nadie las conoce considero una responsabilidad dotar al mundo de una protección.
Debéis prometerme que mientras estéis en este reino, NUNCA y repito NUNCA utilizares ninguna de esas maldiciones, ya es suficiente complicado tal como están las cosas para que hallan 3 maldiciones sin forma de pararlas. Esas tres maldiciones son un enigma intelectual. No es que no haya maldiciones horribles o capaces de matar en nuestros días, pero normalmente requieren mucha fuerza del echador, mucho tiempo o las dos cosas al mismo tiempo y SIEMPRE HAY UNA PROTECCION. Pero esas tres maldiciones escapan a mi comprensión. Se lanzan en segundos y no necesitas ser un mago especialmente poderoso, solo necesitas estar deseoso de matar, controlar o causar dolor para que funcionen correctamente sin que nada pueda detenerlas.
Yo siempre he pensado que la magia no es blanca o negra, sino que es la razón de lanzarla lo que la hace buena o mala. Pero esas maldiciones parecen creadas con un único fin. Destruir.
Durante unos minutos nadie dijo nada. Ninguno de ellos esperó la narración que el anciano les había dado. Una lección de historia aterradora.
.-Que vamos ha hacer ahora?.- Preguntó finalmente Ron.
El anciano les miró uno a uno antes de responder.
.-Haremos lo que se supone que habéis venido a hacer aquí, entrenar... Aunque soy un hombre viejo aun dispongo de un poco de conocimiento que os puede venir bien. Ahora a la cama
Los tres se acurrucaron en el suelo de la cabaña, a escasos metros de donde se encontraba dormitando el viejo Merlín. Antes de dormirse repasaron los eventos de los últimos meses.
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Durante el mes de agosto los chicos trabajaron duramente junto al profesor Dumbledore entrenando en su curso de aparición y concentrándose principalmente en lo que tendrían que saber para poder pasar en diciembre en sus EXTASI para concentrarse de lleno, después de eso en su maestría.
La memoria fotográfica de los chicos más su insaciable ansia de conocimiento fueron de gran ayuda, así como la forma clara y concisa de enseñar del que según muchos era el mago más poderoso de su tiempo, claro está si descontamos a Voldemort.
Los chicos empezaron tb a aprender por su cuenta la teoría detrás de la transformación animaga para que lo más pronto posible poder empezar con la practica. Hermione se había encargado en recopilar, gracias a los fondos ilimitados de Harry los mejores textos sobre la materia, haciendo resúmenes concisos de lo que sería necesario, para ello habían creado una cuenta a nombre de Wilson Fénix y Dobby se encargaba de buscarles el material. De ese modo creían que el ministerio no sabría que eran simples chicos de 16 años los que pretendían aprender tan restringido material.
Los maestros habían aprendido rápido y bien una vez solucionados los primeros problemas y ahora los 3 profesores eran muy respetados entre sus alumnos.
Algunas correrías por el bosque les habían enseñado el arte de sigilo como solo unos auténticos Fedaykin podían hacerlo. Invisibles a sus enemigos, rápidos y mortales como una unidad.
Lo que más le gustó a ojo loco sin lugar a dudas fue el lenguaje secreto que los chicos utilizaban para comunicarse, un lenguaje de signos que permitía mantener una irrelevante conversación a los ojos mundanos mientras mediante signos y una entonación perfecta permitía transmitir mensajes ocultos a un desconocido. En un principio había querido enseñárselo a los demás aurores pero los chicos le convencieron diciendo que era útil mientras el enemigo lo desconociera, si un infiltrado de Voldemort conociera su significado deberían usar nuevos códigos y ya no sería tan eficaz, el riesgo era demasiado grande.
La relación entre Sirius y Snape, aunque tensa, parecía haber llegado a una tregua no escrita, aunque en una conversación solo hacía falta que uno dijera blanco para que inmediatamente el otro dijera negro durante su entrenamiento y misiones formaban, junto al profesor Lupin un trío increíblemente bien compensado y eficaz.
Justamente eso fue lo que más conversaciones nocturnas provocó en nuestros amigos. Ellos eran tres y cuando luchaban juntos todas las cualidades se sumaban formando un contrincante mucho más difícil de batir que por separado por esa razón decidieron que en la orden del fénix formarían grupos de 3 componentes que llamarían unidad, estos tres tendrían que hacerlo todo juntos para compenetrarse entre ellos, para las acciones más grandes varias unidades se sumarían para desempeñar tareas más complicadas pero siempre que se dividieran lo harían como una unidad.
La única excepción serían los gemelos Weasley, ellos, al ser gemelos compartían una comprensión solo comparable a la que tenían Ron Hermione y Harry de modo que añadirles otro compañero solo les hacía restar eficacia y precisión a sus acciones. Estos eran auténticos genios creando tácticas de distracción y cada vez más inventos eran destinados a este fin. El caos era su mejor arma y se movían como auténticos fantasmas cuando la ocasión lo requería.
Neville y Ginny muy a su sorpresa eran especialmente talentosos en combate cuerpo a cuerpo, con arma blanco o con la cerbatana, lo único que les hacía falta era un tercer integrante para convertirles en una fuerza a corta distancia que haría temblar a los más finos seguidores de Voldemort. En estos momentos ese espacio lo ocupaba el primo de Harry que aunque talentoso en lucha muggle, el hecho que no pudiera intercambiar entre lucha mágica y muggle era en cierta manera un lastre para él. Con un poco de suerte con la llegada de los Fremen podría ocupar su verdadero lugar en el orden.
Pero no todo eran buenas noticias, tras semanas de investigación seguían sin conocer el paradero de los fremen renegados. Horas y horas perdidas en la biblioteca, tanto en la de Hogwarts como en la real academia Inglesa no habían dado los frutos deseados. Según todos sus sospechas el lugar más seguro era el amazonas aunque sin ningún dato aproximado era como buscar una aguja en un pajar, kilómetros y kilómetros de selva inhóspita habían servido para que múltiples tribus desaparecieran en su espesura. Nombres como el pueblo invisible, los hijos de la noche poblaban las leyendas y escritos de los historiadores ninguno de los cuales se asemejaba a lo que esperaban de los auténticos Fremen. Pero claro, no eran los auténticos fremen a los que buscaban, si no a los deshechos que quedaban.
Eso complicaba un poco la búsqueda, cualquiera podría ser el que ellos estaban buscando o ninguno por lo que sabían. La única opción por el momento era seguir con su investigación hasta más adelante.
Bueno, hasta aquí el capitulo espero que le haya gustado.
En el próximo, en que espero no tardar tanto. Ejjejej. Espero que les guste el encuentro con el GRAN MERLÍN, la tabla redonda, los inicios de las maldiciones etc etc, ha sido un capitulo un tanto raro pero espero mejorar con la practica.
Un saludo y no se impacienten. Gracias...
