Bueno, ¡aquí esta la continuación de la historia! Ya os dije que va para largo. Bueno, primero que nada quiero darle las gracias a Shumara, me encantó encontrar mi primer review y me alegra que te haya gustado la leyenda, y espera porque ¡aún hay más! Me alegro que no te parece lioso, supongo que soy yo la que me lío cuando la estoy escribiendo. Bueno, te he hecho caso y no ha tardado en subir otra parte, porque en realidad esto no está dividido en capítulos. Bueno, gracias Shumara, y besos desde Costa Rica.

******************

Esa noche, al entrar a cenar al gran comedor algo llamó poderosamente la
atención de todos, la chica de la mañana estaba sentada al lado de
Dumbledore. Rumores y especulaciones empezaron a correr por doquier, pero
Dumbledore los mandó a callar.
James y Lupin no parecían cansarse de molestar a Sirius, por lo que este
la miró despreciativamente un momento y no volvió a ver a la mesa
principal, no les iba a dar más motivos para reírse de él.
Cuando al fin hubo silencio Dumbledore se puso de pie y procedió a calmar
la sed de información del estudiantado.

- Hoy es un día muy especial - dijo con esa voz suave pero al mismo
tiempo firme que le caracteriza - hoy ha llegado al colegio esta
muchacha que está aquí a mi lado, su nombre es Sara Parker, recibirá
clases aquí en el colegio a partir de la otra semana y espero que la
reciban como debe ser y la hagan sentir parte del colegio. Se supone
que deberíamos proceder a la ceremonia de la selección pero Sara no
puede ser seleccionada, porque ella es una fénix, de la estirpe del
reinado de Inglaterra.

Las palabras de Dumbledore fueron como encender una caja de pólvora, los murmullos llenaron el salón. Los cuatro amigos se vieron entre sí, claro que conocían la leyenda de los fénix pero ¿era posible que hubiese una fénix en Hogwarts?

-Estoy seguro de que conocen la leyenda -- dijo Dumbledore devolviendo
el silencio al gran salón - e independientemente de que crean en ella
o no, Sara realmente es una guardiana del fuego, lo cual nadie puede
poner en duda -murmullos de aceptación, se dudaba de la leyenda del
origen de los magos, no de la existencia de los fénix- y su fuego es
el mismo que alumbró en sus días a Godric Gryffindor, Rowena
Ravenclaw, Salazar Slytherin y Helga Humplepuff, y el sombrero
seleccionador a declarado que ella habría sido instruida por los
cuatro y la luz que vive en ella es mayor a la suya, por lo cual le
es imposible clasificarla. Mañana se dará lugar al baile oficial de
bienvenida de Sara a las 8 de la noche, el cual espero que todos
disfruten. Mañana Sara les dirigirá unas palabras.

Sirius se atrevió a ver a la chica que estaba sonrojada bajo la mirada de todo el colegio pero mantenía la frente en alto y había en sus ojos cierta mirada retadora. "Una estirpe de princesas" pensó. Algo de esto se debe haber reflejado en su cara porque James dijo:

-Así es Canuto, parece que tienes buen gusto, no es cualquier chica
¿eh? Es una fénix de la estirpe de la princesas de Inglaterra.

-¿Así que ahora quieres ser príncipe? - dijo Lupin en broma - nos
invitas a vuestro castillo, a menos que se olvide de sus pobres
amigos...

-Tienes posibilidades - dijo James - después de todo eres de sangre
noble. ¿no?

-¡YA DEJENME EN PAZ! - les gritó Sirius poniéndose de pie - me voy a
la torre, no tengo hambre.

James y Lupin intercambiaron miradas asombradas mientras Sirius se iba.

-¿Lo seguimos? - preguntó Lupin preocupado

-Naa - dijo James sirviéndose más pollo - está de mal humor, mejor que
se le pase, además, el banquete está muy bueno.

-Parece que nos pasamos, ¿no? - dijo Lupin

-No, lo que pasa es que DE VERDAD le gusta, y mucho.

-Canuto enamorado , ¿quién lo iba a decir?

Sara, desde la mesa principal había seguido con la mirada a Sirius salir del salón y había sonreído imperceptiblemente.

*********

La cena de esa noche estaba precedida por Dumbledore que tenía a su
lado a esa chica, a Sara. Ron la miró sonriente, Hermione no parecía
muy feliz de verla ahí y Harry la miró intrigado, esta lo miró
directamente a los ojos y parecía que quería decirle algo, pero
Dumbledore se inclinó hacia ella a decirle algo, y desvió su mirada.
Dumbledore les dirigió un pequeño discurso de bienvenida sobre Sara,
después de todo casi todo el colegio sabía quien era gracias al
Profeta, reiterando su promesa de que ella no era un peligro, pero no
mencionó su apellido, que era lo que a Harry realmente le importaba.
Cuando explicó porque no podía ser seleccionada la chica se puso de
pie para asombro de todos y lo interrumpió.

-¿Qué sucede? - preguntó Dumbledore con el ceño fruncido

-Quiero ser seleccionada

-No puedes...

-Si voy a ser alumna de Hogwarts debo estar en una casa

-Sara...

-¡Yo no soy mi madre! ELLA no fue seleccionada, pero yo quiero
intentarlo.

Dumbledore la miró en silencio y asintió. La profesora McGonogall
salió del comedor y al rato volvió con el sombrero.

-Procedamos - dijo Dumbledore resignadamente.

-Sara se probó el sombrero. Escuchó la vocecilla en su cabeza.

-Eres una fénix, ya hace unos años dije que no podía clasificarte, tu
fuego...

-Yo soy más que mi fuego - lo interrumpió Sara - mira, por favor.

-Bueno, humm..... eres amibiciosa y hay unos sentimientos muy
encontrados en ti, podrías ir a Slytherin...

-¡No!

-¿Porqué?

-Él nunca me habría aceptado, soy demasiado muggle.

-En eso tienes razón, en cuento a Humplepuff, no es lo tuyo, eres
perezosa.

-Totalmente verdad.

-Ravenclaw o Griffindor.

-¿Aja?

-Eres muy lista, pero siento que eres muy valiente también. ¿Dónde te
pongo?

-Con mi padre

-¿Gryffindor?

-Sí, el no habría querido que rompiera su recién iniciada tradición.

-¿segura?

-Sí.

-Bien, entonces serás ¡GRYFINDOR!

Sara se quitó el sombrero y miró a Dumbledore con una sonrisa de
triunfo. La mesa de Gryffindor estalló en aplausos y gritos y llevó un
buen rato calmar el alboroto.

-Bien, bien, - dijo Dumbledore - tenemos una nueva Gryffindor, deberás
seguir las reglas de las casas y los puntos y ...

-Claro - lo cortó Sara

-Pero no puedes vivir en la torre

-Lo sé

Se oyeron protestas de los Gryffindors, pero Hermione dijo:

-Claro que no, hasta que no aprenda a controlar el fuego es un peligro
que inciende a alguien

-¡Hermione! - le reprochó Ron

Dumbledore volvió a hablar

-Mañana tendrá lugar el baile de recibimiento, a las 8 de la noche,
espero que lo disfruten.

-¿Puedo ir a mi mesa? - preguntó Sara impacientemente mirando a los
Gryffindors

-Claro.

Sara se dirigió a la mesa donde fue recibida con aplausos y apretones de
manos. Como pudo de acercó a Harry y le murmuró al oído, "Te espero a la
orilla del lago a las 9"
Harry asintió mirándola a los ojos y ella le sonrió. Por un momento,
solo un momento...

******************

Cuando Peter, James y Lupin subieron a la torre encontraron a Sirius en la habitación buscando desesperadamente entre los baúles.

-Hey Canuto, ¿qué pasa? - le preguntó James

-Mi libro de Transfiguración, no sé que lo hice - gruño Sirius
buscando debajo de la cama .

-¿No lo llevaste hoy al lago? - le preguntó Peter

-¡Oh rayos! - exclamó - claro que sí. Y ese trabajo es para mañana.

-Te presto mi libro si quieres, ya lo terminé - le dijo Lupin
ofreciéndole el suyo

-No, mejor bajo a buscarlo, sino de fijo que ya no lo encuentro.

-Llévate la capa- le dijo James tendiéndosela - ya es tarde.

Sirius la tomó y se fue rápidamente. Llegó adonde habían estado en la mañana, ahí estaba el libro, debajo del árbol. Se acercó y lo tomó. Entonces levantó la vista al otro lado del lago y vio algo que le paró el corazón, o mejor dicho, lo puso a mil por hora. Ahí, tendida en el suelo, mirando el cielo estaba Sara. Se veía preciosa.

-"Parece una diosa" - pensó Sirius. La luz de las estrellas se
reflejaba en el lago y este en la túnica azul de una tela que parecía
demasiado delgada y que se amoldaba perfectamente a su cuerpo. Los
ojos le brillaban intensamente no se había dado cuenta de que él
estaba allí.

-"Acércate" - le dijo una voz en la cabeza - "es tu oportunidad, no
hay nadie más, no se van a reír de ti"

-"No me importa que se rían de mí" - dijo Sirius a la voz

-"Sí, claro. Por eso has pasado de mal humor todo el día. No seas
tonto. Ve, y háblale"

-"No, ¿por qué habría de hablarle?, es solo una chica más "

-"Si es solo una chica más, ¿por qué no le hablas"

Antes de que este debate interior terminara Sirius se encontró mirando a Sara de mucho más cerca y una voz que no parecía la suya dijo:

-Hola

La muchacha no lo volvió a ver, pero respondió el saludo.

-Hola

-"Perfecto"- pensó Sirius - ¿ahora que digo?

-¿Que haces aquí? - le preguntó ella antes de que el buscara un tema
de conversación- creía que los estudiantes no podían salir del
castillo después de las 9.

-No, no podemos. Dejé mi libro de transfiguración aquí hoy en la tarde
y lo necesitaba.

-Ah. - la chica aún no lo había mirado, lo cual le estaba molestando.
Pensó en irse, pero parecía que estaba clavado ahí

-¿Y tú que estás haciendo? - le preguntó Sirius tras un corto
silencio.

-Veo las estrellas

-¿Ah?

-Sí, es una noche hermosa, sin luna. Me encanta ver las estrellas, tan
misteriosas, tan hermosas y tan lejanas. Me encantan las noches sin
luna.

Sirius sonrió recordando las aventuras de la última luna llena.

-¿quién eres? - le preguntó ella

-Mi nombre es Sirius Black

Sara lo volvió a ver por primera vez y sonrió "el chico de ojos azules".

-Soy Sara Parker, ya lo oíste

-Sí, en la cena

-¿Quieres acompañarme?

-¿A qué?

-A ver las estrellas. Ven, acuéstate aquí a la par

-"Que tontería" - pensó Sirius, pero cuando se dio cuenta ya estaba
junto a ella.

-¿Sabes de donde viene tu nombre, Sirius?

-De la enfermera, probablemente

-¿Ah?

-Nada, es que mis padres no sabían que nombre ponerme, así que no sé
de donde lo sacaron.

-Me refiero a que significa, de donde viene.

-Creo que es una estrella

-Así es - dijo ella sonriendo y volviendo a ver el cielo - es aquella
de allá.

-¿Cuál?

-La más brillante, aquí - Sara tomó la mano de Sirius y con ella
señalo la estrella que estaba justamente sobre ellos

-Sirius, la estrella más brillante del firmamento.

Se volvieron a ver y Sara le soltó la mano, y desvió la mirada. Sentía una sensación extraña en el estomago. Sirius también había sentido como un corrientazo cuando ella le había tomado la mano y cuando lo había mirado...

-Así que te gusta la astronomía - comentó Sirius que no sabía porqué
el silencio lo ponía muy incomodo

-Así es.

-Supongo que te va a ir muy bien en eso entonces.

-Creo que es en lo único

-¿Porqué?

-Soy un fiasco con la varita, siempre termino explotando cosas.

-No te preocupes por eso, los profesores son buenos, y si te cuesta
mucho yo podría ayudarte.

-¿En serio? Es muy lindo de tu parte, gracias.

-¿cuando empiezas a recibir clases? - dijo Sirius tratando de no
ruborizarse

-Pasado mañana, con Transfiguración

-McGonogall

-Se ve muy estricta - aventuró Sara

-Lo es.

-Háblame de los profesores - dijo Sara incorporándose para sentarse y
ver bien a Sirius - ¿cómo son?

-¿De todos? - preguntó Sirius que se sentía algo incómodo al estar ahí
acostado mientras ella lo moraba intensamente

-Empieza por ella.

Pronto Sirius se encontró contándole sobre las lecciones con los distintos profesores y algunas de las memorables experiencias que James y él principalmente habían sufrido, como la vez que hicieron explotar un caldero en pociones. Sara se reía de las cosas que le contaba y de vez en cuando hacía comentarios. No sabían cuanto llevaban hablando hasta que el tema parecía estar agotado.
-Creo que entre tu y Severus me han puesto al día de lo que pasa aquí.

-Snivelius - murmuró Sirius

-¿Cómo lo dijiste?

-Ah, es un apodo.

-Veo que el afecto es mutuo.

-¿Te habló de mí?

-Bueno, después del espectáculo con el calamar...

Sirius se puso rojo, pero Sara no lo notó, se puso de pie rápidamente y dijo:

-Alguien viene

-¿Qué? - le preguntó Sirius

-Del castillo, oí abrirse la puerta. Tengo oídos muy sensibles.

Sirius miró en dirección al castillo y percibió la forma de un ciervo a la entrada de este.

-Cornamenta - susurró

-Mejor nos vamos - dijo Sara - no deberías estar afuera.

-Sí, claro - dijo Sirius poniéndose de pie y recogiendo el libro y la
capa

-Fue divertido hablar contigo - le dijo Sara al parecer no muy segura
de cómo despedirse de él.

-Sí, lo fue - dijo Sirius mirando nervioso, James pronto los vería

-Bueno, nos vemos.

-Sí, nos vemos.

Sara le sonrió y se fue rápidamente caminando en dirección contraria al castillo y desapareció doblando entre la maleza. Sirius la vio marcharse y se quedó sonriendo. En eso sintió llegar al venado y como este se transformó.

-Sirius ¿estás bien? - preguntó preocupado James

-Sí, ¿porqué? - preguntó Sirius recuperando la seriedad y volviéndolo
a ver

-¿qué estás haciendo? ¡Llevas casi dos horas aquí! Estábamos
preocupados.

-Estaba viendo las estrellas.

-¿Qué? - preguntó James viéndolo como para comprobar que no estaba
bromeando y luego como si estuviera preocupado de su salud mental -
¿te sientes bien?

-Sí, definitivamente muy bien, vamos que es tarde.

-Sí, vamos - dijo James inseguro

-¡Veamos quien llega primero al castillo! - lo retó Sirius y
transformándose en un gran perro negro empezó a correr hacia este,
James todavía algo preocupado se transformó y lo siguió.

***********

-No vayas - le dijo Hermione a Harry cuando llegaron a la torre y él
subió por la capa

-¿Por qué no? - preguntó Harry algo molesto

-No sé, no me inspira confianza

-¡Hermione! - dijo Ron poniendo los ojos en blanco - no le hagas caso,
Harry.

-Tengo que ir - dijo Harry a modo de disculpa - eh... no me esperen

Salió por el retrato sin decir nada más. Ella estaba ahí, sentada junto
al lago, viendo el cielo.

-Hola

-¡Hola, Harry! ¿Sabías que "Sirius" es el nombre de la estrella más
brillante del firmamento?

-Eh... no.

-Sí, mira es esa, justo encima.

-Ah, ya.

-Aquí se conocieron ellos... - dijo Sara soñadora.

-¿quienes?

-Mamá y papá

-Mira, creo que yo...

-Primero que nada tengo que pedirte perdón - dijo Sara
interrumpiéndolo- te lo dije de una manera muy precipitada pero sino
sé que Dumbledore me hubiera hecho jurar que no te diría nada.

-Entonces ¿de verdad crees que eres hija de Sirius?

-No lo creo, lo soy.

-Él nunca... nunca te mencionó o algo así - dijo Harry retador

-Eso es porque no sabía de mí.

-¿Qué?

-Mira, creo que lo mejor es que te cuente mi historia primero, si
quiero que confíes en mí. Si no quieres, vete y pregúntale a
Dumbledore, si prefieres la versión a medias.

-No, te oiré.

-Bien, creo que ya sabes algo sobre mi madre.

-Era mortífaga.

-Sí, era idiota, mejor dicho. Verás, no le tengo cariño al recuerdo de
mi madre.

-¿Por qué?

-Es difícil amar a una madre que te odia desde el mismo día que
naciste. Yo era la causa de su próxima muerte, tan joven aún... mi
abuela vivió casi 200 años y ella murió en los 20.

-Es imposible que Sirius...

-Mira, la historia se remonta al Colegio, pero de esto no se mucho.
Ellos dos se conocían del Colegio y desde entonces se gustaban... pero
era una relación rara. Todo lo que sé lo se gracias al diario de mi
madre. Trató de destruirlo antes de irse pero ya estaba algo débil,
así que fue rescatado y lo leí a su debido tiempo. La relación entre
ellos no era principalmente amorosa sino más bien parecía una
competencia para ver quien hería más al otro. Pero se amaban, de
verdad se amaban. Cuando se formó la primera orden del fénix, Sirius
formó parte de ella, como bien sabes, pero Dumbledore no admitió a mi
madre, no confiaba en ella. No sé porqué, pero no lo hacía. Mi madre
se enojó mucho, y Sirius también, pero Dumbledore fue inflexible. Mi
madre le pidió a Sirius que no entrara él tampoco, pero él siempre
entró. Has de saber que mi madre no quería a Dumbledore, y menos aún a
tu padre (tampoco sé porque). Ella se peleó con Sirius, se enojó
montones y después se fue. Estaba dolida y resentida y Voldemort
utilizó eso muy bien. La gran idiota se unió a los mortifagos y al
lado oscuro. Dumbledore se dio cuenta demasiado tarde de la cantidad
de poder que había enviado directo a las manos de Voldemort, pero no
trató de recuperarla. Mi padre sin embargo, él no quería dejarla
perderse. La buscó, trató de convencerla, pero como todo entre ellos,
ella no cedió y él no aceptó su proposición de ir con ella. Ninguno de
los dos iba a dejar su bando pero aún así estaban enamorados. De ves
en cuanto se veían a escondidas, olvidando que una era mortífaga y el
otro parte de la orden. Pero Dumbledore los descubrió. Sé que tuvo un
gran pleito con mi padre y casi lo expulsa de la orden, pero James
intercedió por él. Le prohibieron terminantemente ver a mi madre y
ella no lo buscó más después de que él le dijo que se quedaba en la
Orden. Así pasaron casi tres años sin verse... Luego, una noche Peter
Petigreew (sabes muy bien de quien hablo) le dijo a mi padre que
Dumbledore quería que fuera al bar los Tres Dragones, en Kent, para
una misión especial. Mi padre llegó y se encontró con mi madre. Tres
años hacía que no la veía. Pronto se vieron, hablaron, el lugar se
hizo incómodo y decidieron buscar algo más íntimo. La pasión contenida
de tres años brotó entre ellos, una cosa llevó a la otra y esa noche
fui concebida. Más tarde, cuando mi madre descansaba al lado de mi
padre empezó a llorar. Sirius le preguntaba que le pasaba hasta que le
dijo con la voz entrecortada que Voldemort la había enviado allí, para
tenerlo a él fuera del camino. ¿Qué quieres decir? Le preguntó Sirius,
pero creo que él ya sabía la respuesta: "Es él Sirius, Peter es el
traidor"

-¿Quieres decir...? - la interrumpió Harry.

-Sí, yo fui concebida la noche que se marcó esa cicatriz en tu frente.
Ya conoces el resto, Sirius fue a buscar a Peter y luego a tu casa. Al
día siguiente atacó a Peter y él escapó terminando mi padre atrapado.

-¡¿Por qué tu madre no dijo nada?! - gritó Harry - ¡Se supone que lo
amaba ¿no?!

-Lo hizo - dijo Sara con una nota de amargo resentimiento - buscó a
Dumbledore y se lo contó todo, pero él no le quiso creer.

-¡¿Que?!

-Sí, lo de Peter, lo de la noche anterior, todo.

-Pero, pero...

-No le creyó, punto. Mi madre era perseguida por su condición de
mortífaga y como no podía ser encerrada y menos aún podían matarla fue
devuelta al exilio. Antes de irse buscó a Dumbledore de nuevo, le dijo
que no solo había mandado a un hombre inocente a la cárcel, sino que
ella llevaba en su vientre a la hija de Sirius Black. Adivina que, de
nuevo no le creyó. Mi madre se fue renunciando al mundo mágico para
siempre, y me abandonó a los tres años, creyendo que estando lejos mío
no moriría a los 5 años. Fui criada como muggle, pero yo sabía algunas
cosas, tenía una carta que me había dejado mi madre y luego su mejor
amiga, que me crió había encontrado el diario y me lo dio. Así lo supe
todo. Pero yo estaba totalmente incomunicada del mundo mágico.

-Pero si Dumbledore no le creyó a tu madre, ¿cómo supo que era verdad?

-Cuando mi padre murió , -esto no lo entiendo muy bien- descubrió que
la "llama" de los Black no estaba extinta o algo así, eso sólo podía
significar que mi madre había dicho la verdad y Sirius Black tenía una
hija. Me buscó, cuando me encontró fingí que no sabía nada. Me dio
parte de la historia que yo conocía, pero omitió ciertos detalles...
luego me contó lo de que Voldemort había vuelto y la muerte de mi
padre y me pidió que viniese con él.

-¿Por qué aceptaste?

-No pienso unirme a los mortífagos, lo último que quiero en esta
tierra es ser como ella. No, yo quiero seguir los pasos de mi padre,
vine a acabar lo que él empezó. Vine a pelear con Voldemort, y a
conocerte a ti, que pareces ser lo que él más quería en esta tierra y
en quien vertió todo el amor paternal que debió haber sido mío. No te
preocupes, no te lo reprocho para nada. Sé que me hubiera buscado si
hubiese sabido...
Harry miro ese rostro tan triste y tan lleno de esperanzas frustradas.
No podía más que creerle, además de que algo en ella, aunque no sabía
qué le recordaba a su padrino, ella era un reflejo suyo en la tierra.
Harry sonrió.

-¿Qué quieres saber?

-¿Sobre mi padre?

-Sí.

-Todo.

-Bueno, todo empezó hace tres años cuando escapó de Azkaban...

Las siguientes dos horas transcurrieron con el relato de Harry sobre su
padrino y como lo había conocido, como lo había salvado de los
dementores, como había vuelto en cuarto año para el Torneo de los Tres
Magos, como había vivido encerrado en Grimmuld Place y finalmente el día
de su muerte. Harry trató de no omitir ningún detalle, describiendo a su
padrino tal y como lo tenía en la memoria. Sara estaba extasiada. Cuando
Harry llegó al final de su relato tenía los ojos llenos de lágrimas, pero
no le importó. Sara lo miro intensamente y le dijo:

-Quería conocerte porque creí que tu compartías mi dolor, pero estaba
equivocada, nuestros dolores son muy distintos: yo lloro el padre que
nunca tuve, tu lloras al que perdiste. Lo querías mucho, ¿verdad?

Harry solamente asintió.

-He estado en Grimmuld, no puedo creer que Dumbledore lo obligara a
vivir allí encerrado - dijo Sara con furia.

-Sólo quería tenerlo con vida - dijo débilmente Harry.

-No lo creo, había algo más. La verdad no confío mucho en él, como te
abras dado cuenta.

-¿Quiénes más saben que tu eres hija de Sirius?

-Dumbledore y tú. Nada más. No quiere que mi apellido se revele, Fudge
cree que no tengo la menor idea de quien es mi padre. Mi madre no
tiene muy buena reputación.

-¿Pero porque no quiere que se sepa?

-Problemas - dijo Sara con una mueca. Poco después se dieron cuenta de que era muy tarde y Harry volvió al castillo, como les había pedido Ron y Hermione no lo esperaban. Se acostó sin cambiarse y sin darse cuenta de lo cansado que estaba se durmió.

*********

Bueno, ahí está la segunda parte. Espero que os haya gustado y prometo poner lo que sigue MUY pronto, pero por favor ¡DEJAD REVIEWS!