¡Aquí está el siguiente capítulo! Espero que os guste y que me dejéis REVIEWS ¡¡¡¡¡Por favor!!!!!! Decidme que os gusta, que no, que prefieren, que predicciones tienen, que le cambiarían, etc... No he vuelto a ponerlo, pero por si acaso, recordaros que ninguno de estos personajes me pertenecen, son propiedad de JK Rowling y Warner Brothers. Yo sólo he agregado a las Sara... Gracias a Shumara, Aru, Draco girl, Isabelle Black y Renialt Shirou por sus reviews, significa mucho para mí. Por eso os dedico este capítulo a las cinco, y ¡adelante con vuestras historias! Bueno, a los que la han leído y no dejan reviews, gracias por leerlo, y espero que este capítulo os guste tb. Ok!!! Las contestaciones a los reviews al final. ¡Aquí va la historia!

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Los preparativos para el baile de la noche eran por todo lo alto. Todo el día habían llegado periodistas de distintos países del mundo, pues los fénix eran de incumbencia de toda la comunidad mágica. Sirius y sus amigos miraban los preparativos con impaciencia. Habían estado practicando el hechizo que utilizarían todo el día. Lupin había puesto varios peros al asunto, sin embargo finalmente accedió porque parecía que al fin Sirius volvía a la normalidad y sus amigos se veían muy dispuestos y lo tenían todo bien planeado. Además, la idea era excelente y viendo todos esos preparativos se emocionaban más, aunque también les daba un poco de nervios, pues la broma iba en grande y había muchos periodistas allí. Colagusano estaba nervioso porque los atraparan, por lo que habían resuelto que Sirius y James la harían directamente y Lupin y Peter los ayudarían a salir rápido de ahí. La broma requería de cierto sacrificio por parte de los dos primeros, pero estaban bien dispuestos a ello. Sólo de pensarlo les daba el ataque de risa. Sirius sabía que no estaba bien lo que iban a hacer y que el castigo si los atraparán sería terrible, sino los expulsaban, pero no podía esperar para ver la cara de Malfoy y la de Sara cuando... le dio un ataque de risa solo de pensarlo en media clase de Transfiguración y la profesora McGonogall se enojó y lo sacó de la clase. Decidió dirigirse al patio cuando vio a Sara caminando sola alrededor del lago. Se veía muy bonita. Otra vez llevaba una túnica de esas telas suaves y delicadas. Pensó en acercarse a hablarle, pero no, recordó como le había hablado en la mañana y las burlas de sus amigos, si iba a seguirles diciendo que no le importaba tenía que actuar de esa forma y dejar de ponerle tanta atención. Además, tenía que hacer la broma en la noche. Firme en esta resolución se fue a la torre Gryffindor.

Sus amigos en la clase estaban aprovechando su ausencia para comentar su extraño comportamiento.
-Creo que de verdad le gusta - dijo James tal como había dicho la
noche anterior - dijo todo eso para ver si lo dejábamos en paz

-Es que es muy bonita - dijo Peter en un susurro

-Pero después de hoy... - dijo Lupin negando con la cabeza - no creo
que tenga muchas posibilidades

-¿Y si le gusta porque no nos lo dice? - dijo Peter algo resentido

-Ya sabes como es Sirius - dijo James con una mueca.

-Sí - dijo Lupin - no quiere que lo molestemos como a James con
Lily... es una tontería pero...

-¡Muchachos! - dijo la severa voz de McGonogall - concéntrense en sus
hechizos o irán a hacer compañía a su amigo.

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-Ahí están - dijo Sara acercándose a los tres amigos. Harry y Ron
estaban concentrados en un juego de ajedrez y Hermione leía un libro
con atención.

-¿Dónde andabas? - le preguntó Harry tras dar una indicación al
caballo. Sara iba a contestarle cuando vio a una torre de Ron pegarle
a una pieza de Harry y sacarlo a la orilla del tablero.

-¡Eso es salvaje! - dijo Sara sentándose - estaba hablando con Snape.

-¿Para qué? - dijo Ron esperando que Harry moviera - ya tendrás
bastante de él con las clases.

-Era personal - dijo Sara evasivamente y volviéndose a Hermione le
preguntó - ¿qué estas leyendo?

-Es un libro sobre leyendas clásicas del mundo mágico.

Sara iba a preguntarle si estaba leyendo la de los fénix cuando un
águila entró en el gran comedor volando bajo hasta llegar a Sara.

-¡Gwinger! - exclamó Sara y alzó un brazo para que el águila se posara
en él. Traía una carta.

-¿Es tuya? - le preguntó Harry mientras Sara soltaba la carta.

-Ajá, era de mi madre, veamos... - Sara abrió la carta y la leyó. Su
rostro se ensombreció y luego lanzó un grito de furia y se levantó de
pronto. Gwinger alzó al vuelo asustada. Sara botó la carta al piso
donde ardió en llamas al igual que el florero al lado de Hermione que
se tiró para atrás alarmada.

-Lo siento - dijo Sara extendiendo la mano al florero, el fuego se
precipito en ella y desapareció.

-¿qué sucede? - preguntó Ron alarmado

-¡¿Cómo se le ocurre?! - gritó Sara ignorando la pregunta de Ron - por
supuesto que no voy a reconsiderarlo. ¡No pienso traer a Kreacher!¡No
quiero un elfo doméstico!
Varias personas la veían, por lo que se sentó de nuevo.

-Sara, ¿estas bien? - le preguntó Harry con cautela

-Sí, es que Dumbledore me saca de mis casillas

-¿Era de él la carta?

-¡Sí! Para volver a un tema del que ya discutimos. Ha insistido
fastidiosamente en que traiga a Kreacher conmigo, pero no sé cuantas
veces quiere que se lo diga ¡no quiero un elfo doméstico y mucho menos
a ese!

-Me alegra que estemos de acuerdo en algo - dijo Hermione sonriendo,
pensando en afiliar a Sara a la P.E.D.D.O - los elfos domésticos no
merecen la esclavitud, yo dirijo una organización para defender sus
derechos...

-¿Defender sus derechos? - Sara la miraba con rabia - ¡Nada de eso! Si
por mi fuera los pondría a todos vivos en una fogata para que ardieran
lentamente... si no fuera por Dumbledore la cabeza de ese pequeño e
inmundo traidor ya haría compañía a la de sus padres...

Harry comprendía perfectamente a Sara. Él mismo había querido matar a
Kreacher. Sin embargo parecía que Sara tenía la errónea idea de que
todos los elfos eran como él. Veía venir la réplica de Hermione, pero
no fue así. Hermione la veía fijamente, como si no hubiera escuchado
lo que había dicho y en su lugar hubiese visto en ella algo nuevo, que
no había notado antes y que la tenía perpleja.

-¿Porqué habrías de traerte a Kreacher? - preguntó Ron

-Ideas de Dumbledore - dijo Sara de mal humor - que necesita
comprensión y no se que otras estupideces.

-Sara, no todos los elfos son como Kreacher - le dijo Harry - créeme,
Kreacher es un bicho raro, los elfos no son traicioneros ni sucios
como él. De hecho, yo conozco uno... - Harry empezó a contarle la
historia de Dobby. Sara lo escuchó indiferentemente en un inicio, pero
después más interesada.

-¿Crees que accedería a trabajar para mí? - preguntó Sara cuando Harry
terminó de hablar.

-Dobby ama su libertad - dijo Hermione, seguía mirando a Sara como si
tratara de descubrir algo en ella.

-Yo le pagaría. Hasta le puedo pagar más que Dumbledore si quiere.
Puede trabajar para ambos. La verdad yo puedo hacerme cargo de la
casa, pero Dumbledore insiste en que tenga un elfo de confianza.

-¿Casa? - dijo Ron - ¿tienes una casa?

-Sí, aquí a las afueras del colegio - dijo Sara - mañana pueden ir a
verla si quieren. Bueno Harry, ¿crees que trabajaría por mí?
Dumbledore me ha dado permiso de bajar a las cocinas a buscar a alguno
si no quería reconsiderar el traer a Kreacher (para eso era la carta).
Tal vez este allí.

-Sí, claro, vamos - dijo Harry levantándose, la partida de ajedrez
había caído en el olvido al llegar el águila. Pronto los cuatro se
encontraban en las cocinas y Sara miró con desconfianza los elfos que
se acercaban a ellos.

-¡Harry Potter, señor! - resonó una voz aguda que corrió hacia Harry.
Era un elfo distinto a los otros. Vestía dos medias de distinto
diseño, un suéter tejido a mano y una cubre tetera como sombrero. Tras
saludar a Harry saludó a Ron y a Hermione.

-Esta es Sara, - la presentó Harry - llegó ayer al colegio

-Dobby sabe quien es la señorita - dijo el elfo con una profunda
reverencia - es una fénix de la estirpe de las princesas de Inglaterra
y en su honor los elfos trabajamos la cena del día de hoy.

-Hola Dobby - dijo Sara dedicándole una calurosa sonrisa y agachándose
frente a él para estar a su altura- Harry me ha hablado mucho sobre ti
y lo maravilloso que eres.

-Dobby no es maravilloso - dijo Dobby sonrojándose - pero Dobby quiere
mucho a Harry Potter.

-Dobby, ¿sabes que tengo una casa a las afueras del castillo, verdad?

-Sí, señorita. Los elfos sabemos de la casa encantada.

-¿Te gustaría trabajar para mí en ella?

Los ojos de Dobby se ensombrecieron.

-¡Ay señorita, a Dobby le encantaría, pero Dobby ama ser libre!

-Lo seguirías siendo, yo te pagaría sueldo, y tendrías libres los
domingos y vacaciones cuando quieras.

-Dobby trabaja para Dumbledore - dijo el elfo

-Sí, lo sé, pero él dio permiso para elegir a alguno de sus elfos para
que trabajara para mí.

-¿Está segura de que quiere a Dobby, señorita?

-¡A Dobby y a ningún otro!

-En ese caso, Dobby acepta, pero hoy debe ayudar a los otros con la
cena.

-Claro que sí. - Sara le sonrió y le dio un beso en la frente. El elfo
se despidió de ellos y volvió con el resto cuando ellos salieron.

-Realmente es adorable - dijo Sara - no se parece a la idea que tenía
de los elfos, ¿sabes? - dijo dirigiéndose a Hermione - después tienes
que hablarme de esa asociación que nombraste. Mirad la hora que es,
tengo que irme a alistar para el baile, bueno, nos vemos más tarde. Te
espero en el vestíbulo - le dijo a Harry.

-¿A que hora?- preguntó Harry que no se acordaba la hora del baile.

-Hum...- Sara se quitó el pelo de los ojos - dentro de una hora más o
menos. Sara le sonrió y se despidió con la mano y se fue.

-Hermione ¿qué te pasa? - le preguntó Ron al verla palidecer y ver a
Sara irse.

-¡Tengo que ir a la biblioteca! - dijo simplemente y se fue en
dirección contraria.

Ron y Harry intercambiaron unas miradas interrogativas.

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El baile estaba siendo un verdadero éxito. Sara estaba preciosa con
una túnica de gala de color vino y un moño alto y elegante. Su
compañero, Lucius Malfoy llevaba una túnica negra con unos toques
plateados a la vez muy elegante.
Sirius y sus amigos estaban en una esquina. Habían decidido hacer la
broma a la mitad del baile y estaban en una de las mesas del fondo
comiéndose unos bocadillos. Sirius había tratado de ignorar a Sara
toda la noche y especialmente las oleadas de celos que sentía cuando
la veía bailando con Lucius. Sara por su parte lo había visto y había
tratado de que notara lo bien que la estaba pasando pero al mismo
tiempo se cuidó muy bien de que no la descubriera mirándolo. Se veía
tan guapo con esa túnica azul oscuro que hacía juego con sus ojos que
esa noche tenían un brillo especial. Pronto descubriría ella a que se
debía ese brillo.
Sirius y James intercambiaron dos significativas miradas y cada uno se
dirigió a cada costado del salón mientras Lupin y Peter se dirigían a
la puerta. Sirius y James se agacharon y sacaron la varita, tocaron el
piso y los dos murmuraron:

-¡Aquua convertus!

De repente y tomando por sorpresa a todos los presentes el sólido piso
del salón se convirtió en una gran y fría piscina. Antes de que se
dieran cuenta todos estaban en el agua: las muchachas chillaban y
todos trataban de alcanzar los muebles que flotaban en medio de
aquella piscina improvisada. Sirius y James se destornillaban de risa
al ver a Lucius que pataleaba ridículamente en el agua y se dirigieron
a toda prisa a la entrada donde Lupin y Peter, muertos de risa los
ayudaron a salir. Intercambiaron apretones de mano y se rieron aún más
duro que antes al ver las expresiones de los profesores que al fondo
del salón (la parte de la mesa principal había conservado su solidez)
tratando de devolver su condición natural al Gran Salón. Este momento
de risas lo pagaron muy caro. Sara los vio reírse burlonamente y
entendió correctamente los apretones de mano. Cuando los vio hacer
ademán de irse chasqueó los dedos y James y Sirius que estaban
empapados completamente quedaron congelados. Sara sonrió saliendo de
la piscina: había atrapado a los culpables.

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Hermione había llegado a la torre de Gryffindor media hora antes del
baile bastante agitada y no había querido decirles que andaba
haciendo. Harry bajó a buscar a Sara y Ron esperó a Hermione. Cuando
está bajo, preciosa en su túnica azul le preguntó:

-¿Ya se fue Harry?

-Sí.

-Bien. Ron, ¿no crees que hay algo extraño en Sara?

-Bueno, sí, pero es normal ¿no?, es una fénix

-Aparte de eso. Me refiero a lo de Kreacher, a que sepa de la Orden, a
su interés por Harry...

-Bueno sí, es algo extraña.

-Y ese humor tan... explosivo.

-Sí, ¿a dónde quieres llegar Hermione?

-¿No te recuerda a alguien?

-No.

-¿Seguro?

-Sí. ¿Qué estás pensando?

-Creo que Sara está relacionada con Sirius.

-¡¿Qué?! Hermione creo que...

-¡No, no! Piénsalo. ¿Porqué habría de traerse a Kreacher con ella? Los
elfos solo sirven a su familia, Dumbledore puede querer que ella se lo
traiga pues sino debe servir a Narcisa Black o a Bellatrix, tiene
sentido.

-Sí, pero...

-Su carácter es muy impulsivo. Tú viste como incendio la carta y el
florero por la furia y la forma en que trató a Kreacher. Ella lo llamó
traidor y el único al que Kreacher traicionó fue a Sirius. No hay otra
razón para que lo odie tanto. Y si así es eso explica que quisiera
hablar con Harry y hacerse amiga suya.

-¿Pero cómo podría Sirius estar relacionado con ella? - preguntó Ron a
quien la teoría le estaba pareciendo muy interesante.

-Fui a la biblioteca. Sara Parker llegó a Hogwarts cuando Sirius
estaba en sexto año.

-Sí, pero Hermione, Sara Parker era una mortífaga.

-Sí, y el resto de la familia de Sirius también lo era.

-¿Qué crees que sea su sobrina o algo así?

-No lo sé, pero estoy segura de que Harry sí. ¡Hasta tiene algunos de
sus gestos! ¿no te fijaste como se quita el pelo de los ojos?

-Eh... no. ¿No estarás pensando en preguntarle verdad?

-No sería mala idea.

-Mejor bajemos, ya es hora del baile.

Cuando llegaron encontraron a Sara y Harry sentados en la mesa
principal y les hicieron señas con las manos.

-Le pedí a Dumbledore que les dejara campo aquí - dijo Sara cuando se
sentaron.

-Gracias - dijo Hermione mirando alrededor- parece que se lucieron con
la decoración ¿verdad?

-Sí - dijo Harry - hay prensa de todo el mundo.

-Sí, y ahora tengo que contestar sus preguntas - dijo Sara
pensativamente - ¡como odio esto!

-¿Ya pasaste por la sesión de fotos?- le preguntó Ron interesado

-Sí, a la entrada.

Sara estaba preciosa. Su túnica recordaba más a los vestidos de noche
de los muggles, pero era una obra de arte y buen gusto. Era de color
negro y resaltaba sus dorados ojos que iluminaban una cara
graciosamente enmarcada por los mechones de pelo que llevaba suelto.
El baile estuvo en general bastante bien, y Sara había oído a los
profesores McGonogall y Dumbledore comentar que "por dicha no había
sucedido nada como en el de Sara Parker". Ni ella ni Harry eran de
bailar mucho, así que pasaron casi todo el rato hablando y saludando a
personalidades distinguidas que parecían felices ante la oportunidad
de conocer no sólo a una fénix sino también al famoso Harry Potter.
Al final de la noche Dumbledore la llamó a la mesa principal donde la
esperaban él y Cornelius Fudge para dar la conferencia de prensa. Los
periodistas se hallaban frente a la mesa y los alumnos que no se
habían ido ya a seguir la fiesta en sus dormitorios se hallaban detrás
de estos.
La conferencia de prensa iba bastante bien, "¿cómo se siente en
Hogwarts? ¿piensa abandonar de todo el mundo muggle?¿cómo ha sido
estar marginada del mundo mágico?¿ cómo la encontraron? Etc.. " Las
siguientes preguntas fueron para Fudge y Dumbledore sobre las dudas de
la comunidad mágica de la seguridad que Sara representaba.
La siguiente periodista se identificó como representante de "Corazón
de Bruja"

-Nuestros lectores estarán interesados en conocerla un poco más
íntimamente señorita Sara, ¿tiene usted novio?

-No - dijo Sara alzando una ceja como si no creyera que le estaban
preguntando realmente eso.

-¿Y que hay entre usted y el señor Harry Potter?

-Somos solo amigos - dijo Sara riendo comprendiendo la dirección del
interrogatorio.

-Pero usted lo ha traído como compañero de...

-Sí, verá, soy un poco tímida y esperaba que Harry me robara un poco
de cámara - Sara obviamente estaba bromeando, así que luego dijo
seriamente- Harry es un muy buen amigo y accedió a acompañarme para
hacer la velada más entretenida ya que sinceramente esperaba aburrirme
bastante.

La siguiente periodista en hablar lo hizo con un tono que no le gustó
nada a Sara:

-Jeane Skeeter, para el Profeta.

Harry, Ron y Hermione intercambiaron miradas.

-¿Serán familia? - preguntó Ron algo nervioso. Una Skeeter no podía
representar nada bueno.

-Me parece que el dato que más puede interesar a los lectores - dijo
Jeane con ese mismo tono - es el apellido de Sara, que hasta el
momento se ha mantenido ridículamente en secreto.

Sara palideció. Fudge tomó la palabra.

-El apellido real de Sara nos es completamente desconocido.

Sara miró a Dumbledore y negó lentamente con la cabeza. Sabía lo que
él iba a decir aunque ella no quería y así se lo había dicho como en
nueve distintas discusiones.

-Por eso será oficialmente conocida como Sara Fénix Parker.

-¡No! - gritó Sara- ¡No voy a usar el nombre de mi madre!

Las plumas de los periodistas volaban rápidamente sobre los
pergaminos.

-Sara, ya lo discutimos.

-¡Y le dije que no lo aceptaría! Mi nombre no es Sara Fénix Parker, es
Sara Fénix...
Sara no podía decirlo, le había dado la palabra. Los periodistas la
miraban expectantes, Dumbledore también. Entonces una voz resonó
detrás de ellos.

-Black, Sara Fénix Black.

Sara se volvió y vio a Severus Snape, de pie, impasible, mirándola
fijamente.

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Las cosas no habían ido nada bien para Sirius y James. Sus amigos
habían escapado, pero Sara los había petrificado y entregado a la jefa
de su casa.

-¡Debí suponerlo! - había gritado McGonogall y se los había llevado a
la oficina de Dumbledore mientras este trataba de tranquilizar a los
furiosos periodistas y representantes del ministerio. Todos pedían la
expulsión de los culpables. Snape había recurrido a ayudar a Sara a
secarse con el sencillo hechizo que habían visto el día anterior
utilizar a Sirius.

-¡ Espero que les pongan un buen castigo! - Sara estaba furiosa -
¿cómo se les puede haber ocurrido! ¡Echaron a perder MI baile! ¿Qué
dirá la prensa mañana? ¡Esto se sabrá en todo el mundo!

-Tranquila - le dijo Snape con una malévola sonrisa - probablemente al
fin los expulsen.

-¡¿Qué?! - gritó Sara - ¿en serio crees que los expulsen?

-Claro, ya les han perdonado demasiado, por lo menos a Black....

Sara salió corriendo en dirección a la oficina de Dumbldore. Cuando
llegó frente a la gárgola recordó que no sabía la contraseña.
¡Diablos! Era un confite.

-¡Ábrete! - le gritó furiosa - ¡Tengo que entrar! ¡Muévete estúpida
cosa!

Alzó la mano hacía la gárgola y se concentró. La gárgola se movió
obligada por su poder. Desde abajo se oían los gritos de McGonogall

-¡Qué demonios estaban pensando! ¡Ustedes dos son una plaga y una
vergüenza para esta escuela! ¡200 puntos menos para Griffindor!

-Creo que eso no será suficiente - dijo en voz tranquila pero seria
Dumbledore cerrando un fólder - han sido muchas las veces que han
estado en esta oficina y he sido indulgente pero después de lo de hoy,
aunque es una manifestación grande de poder y habilidad voy a tener
que ...

-¡No los expulse! - dijo Sara precipitadamente entrando en el salón.
Todos la miraron sorprendidos.

-¿Qué? Sara, tú misma los entregaste - dijo McGonogall sin creerlo.
Dumbledore sonreía.

-Sí, para que los castiguen, los corrijan, los reformen. ¿Creen que
algún día aprenderán a comportarse si los expulsa?

-¿Qué propones entonces? - dijo Dumbledore mirándola profundamente.

Sara se volvió a ver a los dos culpables que la miraban expectantes.
James estaba aliviado de que no los expulsaran, pero Sirius la miró
consiente de que ella les haría pagar bien caro lo que habían hecho.

-Déjemelos a mí - dijo Sara con la sonrisa característica de quien va
a hacer algo con gran placer.

-¿qué piensas hacerles?

-Bueno, de momento no tengo elfos domésticos...

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Snape le tendió la mano y Sara se dirigió hacia él. Snape la sacó del
salón por la puerta por la que Harry y los otros campeones habían
salido cuatro años antes al salir su nombre del cáliz.
Los periodistas se habían vuelto locos por esto y todos gritaban y
preguntaban a la vez. Ron miraba a Hermione con la boca abierta.

-Tenías razón.

Harry vio a Snape salir con Sara y le dijo a sus amigos que los
siguieran. Snape había puesto una capa a Sara encima para protegerla
del frío y la apresuraba a salir por un pasadizo secreto.

-¿qué hacen aquí? - les preguntó con furia al verlos llegar

-Nosotros...- trató de explicar Harry

-¡No me importa! ¡Vayan con ella!¡Ahora!

Sabiendo que lo mejor era no replicar siguieron a Sara a lo largo del
angosto pasadillo. Salieron cerca del lago.

-Síganme - les dijo Sara que sonreía abiertamente

Los llevó por donde la habían visto ir el día anterior, era como hacer
hacia el otro extremo del castillo la ruta a la cabaña de Hagrid.
Llegaron a una graciosa casa escondida entre los árboles de las
afueras del bosque que se veía en realidad pequeña. La puerta no tenía
cerraduras mi llavín. Harry recordó que Dobby la había llamado la
"casa mágica". Pronto descubrió porqué. Sara tocó la puerta y esta se
abrió.

-Sólo se abre si yo la toco - les explicó sosteniéndola para dejarlos
pasar.

Dentro la casa era enorme, muchísimo más de los que podía ser vista
desde fuera, había un gran salón, un comedor, una cocina, una
biblioteca y al parecer dos cuartos.

-Esta tarde agregué un cuarto para Dobby, espero que le guste. -
comento Sara - siéntense, con confianza. ¿quieren té?

Parecía ignorar las miradas curiosas de Hermione y Ron y la inquieta
de Harry.

-Bueno - contestó el último

-Genial - Sara alzó la mano y la agitó como si dirigiera una orquesta.
Pronto tuvo tres tasas de té y una de un líquido oscuro.

-No me gusta el té - explicó.

Los tres seguían sin decir nada así que Sara frunció el ceño.

-¿qué les pasa?

-Sara - dijo Harry como si no creyera lo que oía - Snape le acaba e
revelar al mundo que eres

-De apellido Black, así es.

-¿Estás relacionada con Sirius, verdad? - le preguntó Hermione - Ya lo
sospechaba desde lo de Kreacher.

-No puedo decirte eso - dijo Sara

-Pero...

-Lo siento, le di mi palabra a Dumbledore. Dentro de un momento estará
aquí. ¿qué les dije?

Acababan de llamar a la puerta. Se levantó y abrió. Eran dos personas.
Dumbledore y Snape.

-Pasen- les dijo Sara tratando de dejar de sonreír sin éxito.

Dumbledore miró a Harry, Ron y Hermione sin agregar nada más que un .

-Veo a que te referías - dirigido a Snape.

-¿Y bien? - preguntó Sara algo nerviosa de haber metido a Snape en
problemas

-La prensa sabe que ese es el nombre por el que te registró tu madre,
pero creen que presuntamente es de un mago extranjero. Ya sabes que tu
madre no goza de mucha confianza, así que creen que bien podrías tener
otro apellido.

-Es una vergüenza - dijo ella - no tengo motivos para despreciar el
nombre de mi padre.

-Sara, ya hablamos de esto - el tono de Dumbledore era cansado.

-Sara, sé razonable - dijo Snape acercándose a ella - ya tienes tu
apellido.

-Sí, gracias a usted. Gracias de verdad. Mil gracias - Sara se
precipitó en sus brazos y lo abrazó fuertemente - sabía que podía
contar con usted. Por favor - dijo Sara dirigiéndose a Dumbledore - no
lo culpe a él, yo se lo pedí.

-No culpo a nadie más que a mi mismo - dijo Dumbledore - por olvidar
que la historia que viene contigo es mayor a lo que nunca pude
controlar.

-¿Y ahora? -preguntó Sara mirándolo. Tenía que haber algo más.

-No hay razón para seguir ocultándolo a la Orden. Definitivamente van
a saberlo al oír tu apellido, en especial Lupin. Mañana te
presentaremos en una reunión oficial.

-¿Alguien más puede saberlo? - Sara miró en dirección a Ron y Hermione
suplicante.

-Dumbledore - dijo Snape en un tono que sonaba más a recordatorio que
a pregunta, Sara estuvo segura de que habían estado comentando eso
antes de llegar.

-Sí, lo sé Severus - Dumbledore suspiró resignado - es tu nombre,
actúa sensatamente y puedes revelarlo a aquellos en quienes confíes
lo suficiente para saber que no dirán nada. Pero ten cuidado.

-Lo tendré - dijo Sara con una sonrisa - veo que al fin nos
entendemos.

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¿Qué os ha parecido? ¿Bueno, malo, pésimo, divertido? ¡Ya saben lo que tienen que hacer! Ir al final de la pantalla, a ese pequeño botoncito que dice "GO", darle y escribir vuestra opinión. Con esa pequeñísimo acción vas a hacer a esta pobre escritora inmensamente feliz. Prometo subir lo que sigue pronto, muy pronto.

¿Qué va a pasar con Sirius y James? ¿Cómo será trabajar como "elfos domésticos" para Sara? ¿Cómo le irá a Sara en la reunión con la Orden del Fénix? ¡No os perdáis la próxima parte! Muy pronto en la red. Bueno, la contestación a los reviews:

Draco girl: ya he leído tu historia y me ha encantado, ahorita vas a recibir mi review, y espero que consideres matar a quien te dije. Me alegro que te parezca divertida la historia y espero que te haya gustado la continuación. Y como me parece que te gusta Draco, no te impacientes porque aún no salga en esta historia, porque va a salir y va a ser MUY importante. Espero oír de ti pronto.

Renialt Shirou: me alegro que hayas leído mi fic y te haya parecido bueno, porque a mí el tuyo me ha gustado mucho. ¿Vas a hacerlo largo? Espero que sí. ¡Arriba el fuego y los fénix! Espero que te haya gustado este nuevo capítulo y que sigas la historia, porque yo pienso seguir la tuya, porque Carmen me ha caído bien y Snape (a pesar de que Sirius es mi favorito) me cae muy bien también. Estoy impaciente por ver que giros le das a tu historia, y por ver que te parecen los míos. Lo mismo que le dije a Jenny: espero oí pronto de ti.

Isabelle Black: me alegro que te hayas tomado tiempo para descifrar las siglas, pero sobretodo para leer la historia. Sí, Hermione está un poco celosa y un poco pesada, pero se le pasará (por ratos). Es que me gusta cuando es pesada. Y ahora que veo tu firma voy a preguntarte algo por lo que siento mucha curiosidad. ¿Qué es la Orden Siriusiana? Lo que sea, me gusta el nombre, y si no es una sociedad secreta o algo así me gustaría inscribirme, ya que Sirius es mi favorito, y por lo menos a eso me suena esto. También me interesa lo de los merodeadores, así que si no es mucha molestia, me gustaría que me informaras sobre ello.

Shumara: ya te he contestado antes, pero te quiero dar las gracias de nuevo. Espero que te haya gustado esta parte y espero un review tuyo. En cuanto a tu fic, ya te dije lo que pienso, y estoy esperando el nuevo capítulo.

Aru: Hola amiga!!! No sé si vas a leer esto, porque ya leíste por adelantado esta parte. Sólo quiero reiterarte mi agradecimiento y espero que te haya ido bien en tu viaje.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Besos para todos desde Costa Rica !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!