¡Hola a todos!
Aquí estoy de nuevo con otro capítulo de mi historia favorita, y creo
que esta vez no duré tanto en subirlo.
Gracias a las personas que siguen esta historia, ya que me hacen muy
feliz y recompensan mis horas frente a la computadora devanándome el
cerebro.
Y hablando de las personas que siguen la historia:

Nicky-Potter: yo aquí muy bien, sobre todo después de leer tu review de la otra historia: ¡no sabes lo feliz que me puse! Casi me pongo a brincar de alegría. ¿Dónde leíste eso? Si JK lo trae de vuelta la perdono, porque he estado muuuuuuy enojada con ella por habérmelo matado. Gracias por la
noticia, y tan bien, gracias por seguir esta historia, espero que este
chap también te guste y me dejes otro lindo review.

Andrea: ¡Hola! ¿Cómo estás? Sara Parker es el personaje más complejo de
la historia, o al menos esa es la idea. Sara hija es definitivamente
divertida y la idea es que se parece más a Sirius que a ella, pero
también es un personaje muy atormentado, como se verá después. ¡Ya vi que subiste el chap 11! En cuanto pueda lo leo. Me alegra que confíes en
que puedo escribir como tu. Bueno, gracias por el review, y ahí nos
estamos leyendo.

Bien, las dejo con el capítulo, espero que no les parezca muy largo o muy
corto, porque nunca estoy segura de cuanto subir, así que por favor
déjenme una idea de más o menos cuanto consideran conveniente que suba
cada vez.

************

Sirius miró el reloj. Eran las 7.

-Voy a dar una vuelta - dijo a sus amigos levantándose y saliendo de la
sala común de Griffindor.

James no estaba con ellos. Se hallaba al lado del retrato de la señora
gorda, esperando a ver a Sirius salir, oculto bajo su capa invisible.
Lupin lo presentía, pero no había tenido ocasión de prevenir a James de
nuevo.
Cuando Sirius salió James lo siguió en silencio. De repente se encontró
fuera del colegio yendo hacia el bosque. Llegaron a la casa que James
odiaba más en toda Inglaterra: dos largas semanas de esclavitud había
sufrido en ella.

-¡Hola! - dijo esa voz que tanto detestaba. Ahí estaba la preciosa y
malvada Sara abriéndole la puerta a su amigo, quien entró como lo más
natural del mundo. James no pudo entrar detrás suyo, pero recordó la
ventana, la insegura y gran ventana sin barrotes. Pronto se vio dentro de
la casa.

-¿Hoy que nos toca? - le preguntó Sirius quitándose la capa al entrar en
el salón de entrenamientos.

-Bases de duelo.

-Ouch!! - dijo Sirius - eso significa que voy de muñeco de prueba. ¿no?

-Lo siento.

-No importa. ¿Tienes tu varita?

-Claro que sí.

-¡Expeliarmus!

Sara sintió como la varita escapaba de su mano, pero ella no se movió.

-Eres muy fuerte - dijo Sirius pensativo.

-¡Me mandaste un hechizo sin avisarme! - protestó Sara.

-Generalmente en un duelo no te avisan que van a hechizarte, pero debe
ser difícil tener un duelo contigo, eres bastante resistente a los
hechizos.

-Ya me has hechizado antes.

-Sí, pero estabas dispuesta a ello. ¡Rictusempra!

Sara sintió llegar el hechizo a su estómago y se dobló riéndose, pero
casi inmediatamente se incorporó.

-¿Eso que fue?

-Un hechizo de cosquillas.

-No muy efectivo

-Lo es, pero no contigo. ¡Rictusempra!

Sara se dobló de nuevo, ya esta vez sintió las cosquillas y cayó al piso
riéndose. Le llevó un tiempo levantarse.

-Mejor - dijo Sirius viendo su varita pensativo

-Creo que no me gusta ese hechizo- dijo Sara recuperando el aire.

-Bueno, ya lo sabes, sin varita primero.

Sara se puso en ello. Le llevó sin embargo un buen rato quitarle la
varita.

-¡No es un hechizo convocador! ¡No trates de atraerla! - le gritaba
Sirius - ¡sólo oblígala a dejar mi mano y aléjame de ella!

James miraba todo eso con la boca abierta. ¿Eso era lo que iba a hacer su
amigo casi todas las noches? ¿Entrenar a la estúpida de Sara? ¿Pero,
porqué ya no tenía moretones como antes? Revisó la sala con la vista y
encontró la respuesta. Una poción como la que ellos le habían preparado
terminaba de cocerse en un rincón. Debía ser más efectiva que la suya,
porque Sirius no se había vuelto a quejar de dolores. El entrenamiento
llevó un gran rato, pues Sirius le enseñó sus hechizos favoritos para
duelo. Como a las 8:30 lo dieron por terminado.

-Me parece que hoy no la necesitaremos -dijo Sirius señalando la poción-
no me hiciste nada malo. Mañana tendremos un verdadero duelo, y
probablemente sí la ocupemos, es más fácil hacerlos si uno es atacado a
la vez. No te preocupes.

Sara y Sirius se dirigieron al comedor, donde Sara sirvió las dos
acostumbradas botellas de cerveza de mantequilla. James los siguió.

-¿Sabes qué? - le dijo Sara - Hoy conocí a una muchacha de Slytherin que
según me dijo Severus es familia tuya.

-¿Narcisa?

-Sí, Malfoy me la presentó. Nunca me habías hablado de ella.

-¿qué querías que dijera? "Tengo una prima cruel y estúpida en Slytherin
que se llama Narcisa y bien podía pasar por un troll"

-No es tan fea. Se veía simpática.

-Tu eres amiga de Severus... creo que no comparto tu opinión de simpatía.

-¿Tienes más familia aquí?

-Sí, un hermano.

-¡Un hermano! Nunca me has hablado de él.

-¿Para qué? Los dos fingimos que el otro no existe todo el trimestre.

-¿Quién es?

-Se llama Regulus. Está en cuarto, en Slytherin.

-¿Porqué estás en Gryffindor?

-Porque soy la deshonra de la familia. Y no sabes como me enorgullezco de
eso. Soy el primer Black en no ir a esa casa. Mi tatarabuelo fue director
de la casa, y luego de Hogwarts. Mis padres, los dos fueron a ella. La
"princesa cruel" salió el año pasado. Por dicha, al menos Narcisa me
ignora como yo a ella.

-¿"Princesa Cruel"?

-Así la llamaba su club de admiradores. Se llama Bellatrix y no creo que
encuentres a una chica más cruel si quisieras. Se dedicaba a torturar a
los de primer año -literalmente hablando- y a cazar animales en el
bosque. Esa sería capaz de matar a un unicornio bebé por puro placer. Es
un as en artes oscuras.

-Suena como una chica muy agradable. - dijo Sara irónicamente

-Pregúntale a Snape. Él, los hermanos Lestrange, el idiota de Barty,
Rosier, Wilkes, Avery y Malfoy la seguían como una especie de diosa.

-Conozco a Avery y a Rosier, y creo que he visto a un tal Rabastán o
algo así Lestrange. A los otros no los he oído nombrar.

-El mayor de los Lestrange salió el año pasado. Es novio de mi querida
prima ahora, supongo que todas las noches antes de despedirse le pide que
le haga un buen cruciatus. - Sirius hizo una mueca de asco - mi familia
es tan agradable como tener un basilisco de mascota...

-¡Vaya! Creo que ahora sé porqué no me habías hablado de ellos.

-Tu tampoco has hablado de tu familia.

-¿Quieres oír de ella?

-Claro que sí.

-Bueno. Mi madre murió cuando yo tenía 5 años (como ya sabes), y antes de
morir me trajo a Inglaterra y me dejó en manos de Dumbledore. Él es un
hombre muy ocupado, así que me dejó en casa de los Lovegood, unos buenos
amigos suyos, que me criaron hasta los 11 años. Ellos tenían un hijo, el
año pasado salió de aquí, tal vez lo conociste...

-¿Lovegood? ¿No era el bicho raro de Ravenclaw cuyo sueño de su vida era
encontrar a Pie Grande?

-Probablemente - dijo Sara riendo - creía todo lo que era imposible de
probar, y cuando discutía con él me decía "tú existes y muchos no creían
que todavía hubieran de tu especie, ¿porqué no va a tener el ministerio
una base secreta en el fondo del océano donde estaba la antigua
Atlántida? Por algo no la habrán encontrada los muggles..." A veces
hablaba tan bien que me convencía.

-¿Porqué no viniste a Hogwarts a los 11?

-Dumbledore llegó a director entonces y decidió que era lo mejor. Verás,
a los once el fuego empieza a despertarse (cuando era pequeña necesitaba
fósforos para hacerlo) y no puedes controlarlo, quemas todo a tu paso, es
horrible y muy peligroso. Ahora ya casi lo domino, sólo cuando pierdo el
control... ya lo has visto. Pero en esa época era horrible. Ni siquiera
me permitió quedarme en casa de los Lovegood. Me construyó una casa en el
Valle de Godric, era muy linda y tenía protección mágica para no ser
vista por los muggles y no pudiera quemarse. Viví allí los últimos cuatro
años.

-¿Sola? ¿No salías?

-Me acompañaba una vieja elfina, que murió hace un año o dos. Dumbledore
no me dejaba salir, era un riesgo para los demás, y creía que si el
ministerio se enteraba de mi descontrol del fuego me exiliarían de nuevo
por peligrosa.

-Así que te encerró por tu propia seguridad.

-Sí, pero de vez en cuando me salía. La señora Lovegood era muy buena en
pociones y me había enseñada algo de niña, no necesitaba la varita para
eso y lo hacía bien. Así que trabajé mucho tiempo y conseguí una poción
para inhibir el fuego, aunque no hacía efecto mucho rato, tenía que
tomarla cada media hora. Nunca le dije a Dumbledore. Podía obligarme a
beberla todo el día y la verdad me gustaba el fuego. Poco a poco aprendí
a controlarlo y este año decidió que estaba lista si controlaba mi mal
genio. Pero debo confesarte que aún tomo esa poción para ir a clases de
Defensa, Sydney me saca de mis casillas.

-Es muy interesante - dijo Sirius - me encantaría tener una casa para mí
solo, lejos de Grimmuld Place, de mi madre, de Regulus, del idiota de
Kreacher... nuestro elfo doméstico - aclaró. Sonrió imaginándose en una
casa él solo.

-¡Mira la hora que es! - dijo Sara sobresaltada, sacándolo de su
ensoñación - ¡ya casi son las nueve! Mejor te vas...

-Sí, el tiempo cada vez pasa más rápido ¿no?

-Sí - dijo Sara - es porque el tiempo en buena compañía vuela.

-No imagino mejor compañía.

Los chicos se miraron en silencio. Sirius iba a decir algo más, pero algo
sonó fuertemente atrás suyo: un jarrón se había caído.

-¿Qué fue eso? - preguntó molesto volviéndose, por una vez que se iba a
atrever a decirle algo...

-La casa - dijo Sara con una mueca de disgusto, por una vez que al fin
Sirius parecía dispuesto a algo - es algo temperamental.

-Eso es escalofriante. Probablemente quiere que me vaya. Y tiene razón,
es tarde.

-Sí, es tarde - dijo Sara con el ceño fruncido. Maldita casa entrometida.
Sirius se fue rápidamente en dirección al castillo y Sara se dirigió a su
habitación. Habían estado tan cerca esa vez...

Por suerte para James, Sara nunca se enteraría de que había sido él quien
lo había botado, y si hubiera sido lo bastante inteligente para no abrir
la boca, Sirius tampoco se hubiera enterado, y el día siguiente habría
sido mucho mejor para todos.

**********

Sara y Dumbledore llegaron a la oficina del director rápidamente. Fudge
aún no había llegado. Sara se puso a jugar con Fawkes, quien le tenía
mucho cariño. Sara volvió a preguntarle por Snape.

-Se veía muy mal, ¿qué le pasó?

-Fue en un trabajo para la Orden, ya sabes, es secreto.

-Eso de ser espía es demasiado peligroso

-¿Cómo sabes que es espía?

-Lo que importa es que lo sé, ¿no?

-Sería más fácil para los dos si me dijeras todo lo que sabes y dejas de
jugar a lo-sé-todo.

-Lo mismo puedo decirle a usted.

La discusión hubiera continuado si en ese momento no hubiera llegado
Fudge, que venía bastante agitado y con una carpeta llena de cartas.

-¡Ha sido una locura! Miles de cartas inundando el ministerio después de
que se distribuyó el Profeta esta mañana. La comunidad mágica está
aterrada. He mandado declaraciones oficiales a todas las organizaciones
mágicas internacionales y medios de comunicación asegurándoles que no
eres hija de Sirius Black o Regulus Black y que no sabemos quien es tu
verdadero padre.

-Por mucho que odie a mi madre, señor Fudge, - dijo Sara en un tono algo
ácido - sé que no era una cualquiera.

-¡Entonces porqué no sabemos quien es tu padre!

-Creo que lo sabemos, Cornelius - dijo Dumbledore muy serio - he estado
hablando con Sara, ella está 100% segura de quien es su padre.

-¿Y bien? ¿Quién es?

Sara sonrió con malicia. Fudge parecía estar cerca del infarto.

-¿No será Regulus Black, verdad?

-Claro que no, a menos que no sepa sumar, murió dos años antes de mi
nacimiento - dijo Sara despectivamente. ¡Qué mal le caía ese individuo!

-¡¿No será Sirius Black?!

-Eso depende - dijo Sara poniéndose de pie - si para usted Sirius Black
es un antiguo mortífago que esperaba ser lugarteniente de Lord Voldemort
-Fudge se estremeció-, que traicionó a Lily y James Potter, que mató a 13
personas con un solo hechizo, incluyendo a Peter Pettigrew, que escapó de
Azkaban usando Artes Oscuras y con la intención de asesinar a Harry
Potter, no, yo no soy hija de ese hombre. Pero si su pequeño y estúpido
cerebro pudiera entender que Sirius Black es inocente de todos los
cargos, que Pettigrew aún está vivo y fue él quien traicionó a los Potter
y servía a Voldemort, sí, soy su hija, y estoy orgullosa de eso.

-Dumbledore, tu no...

-Es verdad, Cornelius.

-No podemos decirle al mundo, no después...

-Estoy de acuerdo - dijo Dumbledore

-¡Sería una vergüenza que se descubriera!

-Si aceptara que mi padre es inocente, entonces...- empezó a decir Sara

-¡Jamás! Aunque yo te creyera, nadie más lo haría, no sin ver a Pettigrew
vivo, lo cual es imposible, yo estuve en el equipo que revisó la escena
del crimen.

-¿Reconstruyeron los 13 cuerpos?

-No, pero...

-Ustedes los magos pueden ser tan incompetentes - dijo Sara con un
suspiro - no saben nada de ciencias forenses. Y se creen tan
superiores...

Fudge no le ponía atención.

-Dumbledore, ¿estás seguro de que ella no es ningún peligro? Ahora que
sabes que..

-No es ningún peligro, ya lo discutimos.

-Lo mismo decías de su madre.

-Esta vez no me equivoco - dijo Dumbledore "o al menos eso espero" se
dijo mentalmente - déjamela a mí.

-Sí, yo mejor me voy - parecía estar ansioso de alejarse de Sara- te
escribo mañana.

Fudge salió rápidamente sin despedirse. Sara se levantó y dijo:

-No estuvo tan mal. Tengo sueño, así que, me voy a dormir. ¡Adiós,
Fawkes! - dijo despidiéndose luego del fénix - Hasta luego.

Sara salió de la oficina rumbo a su casa. Ese había sido un día muy
largo. Dumbledore la miró salir pensativo. ¿y si se estaba equivocando de
nuevo? Una voz, que reconoció como la de Phineas Nigellus lo sacó de sus
pensamientos y lo hizo sonreír.

-Lupin tiene razón, no es tan dulce como parece. La verdad, creo que me
agrada.

*********

Sirius entró al castillo pensando en Sara y en lo que acababa de suceder,
aún de mal humor con lo del jarrón cuando oyó una familiar voz que lo
llamaba:

-¡Sirius!

-¿James?

-¡Detente ahí mismo! - la voz de James sonaba enojada

-¿Qué pasa? - le preguntó Sirius volviéndose y viendo que traía la capa
invisible en la mano - ¿de donde vienes?

-Así que ahí has estado yendo todas las noches ¿eh? - le preguntó James
con voz resentida, ignorando la pregunta de su amigo. Sirius sonrió.

-Así que me viste salir de casa de Sara.

-Vi un poco más que eso. ¿Entrenándola? ¿Después de cómo nos trató has
estado ayudándola?

-Sí, pero ¿cómo rayos....? - Sirius frunció el ceño

-Y supongo que no nos dijiste porque como no puedes pensar en mejor
compañía que...

-¡Espera un momento! - la mirada de Sirius empezaba a dar centelleos de
peligro - ¿me seguiste? ¿me estabas espiando?

-Sí- James tomó una pose retadora

-¿Tú tiraste ese estúpido jarrón?

-Sí.

Sirius tembló de cólera.

-¡No puedo creerlo!

-¡¿Porqué no nos dijiste?!

-Te metiste en la casa y nos estuviste oyendo y viendo... ¿cómo pudiste?

-¿Cómo pudiste ocultarnos eso? ¿Cómo puedes ayudarla después de como nos
trató?¿Cómo puedes ayudar a esa estúpida amiga de los Slytherins ? ¿Te
está dando alguna recompensa? ¿Unos cuantos besos después de..?

-¡Tú no eres quien para pedirme explicaciones!

-¡Soy tu amigo!

-¡Un amigo no espía al otro como un ladrón!

-¡Ni le oculta que está confraternizando con el enemigo a sus amigos!

-¡A ti no te preocupa que se los haya ocultado a ustedes! ¡No puedo
creerlo! ¡Estás celoso de que me guste pasar el tiempo con alguien más!

-¡Estaba preocupado por ti!

-¡Te dije que estaba bien! ¡Lo que te sucede es que no te gusta que te
dejen por fuera de nada, James! ¡Siempre tienes que estar en todo!

Sirius se dio la vuelta alejándose de James furioso.

-¡Ven acá ! ¡No he terminado contigo! ¿Dónde crees que vas?

-¡Para qué voy a decirte! ¡Ponte tu estúpida capa y sígueme!

Pero James no lo siguió.

***********************

Ron venía del entrenamiento de Quidditch de muy buen humor. Cuando subía
rumbo a la torre de Gryffindor algo llamó su atención. Las cortinas del
final del pasillo ardían suavemente, y una chica miraba por la ventana
tranquilamente, como si el fuego fuera parte de la decoración. La chica
no era otro que Sara.

-¿Sara? ¿Estas bien?

La chica se volvió sobresaltada.

-¡Ron! ¡Hola! Si estoy bien, espera ...- pasó su mano por la cortina
apagando el fuego y con un chasquido la restauró.

-¿Qué te pasa?

-Nada, tuve un mal día. Estas clases me están sacando canas...

-Lo siento. ¿Qué tuviste hoy?

-Pociones, Adivinación, Transfiguraciones, Encantamientos y Defensa
contra las Artes Oscuras.

-¿Pociones? Mala suerte...

-¿Por pociones? ¡Si es en la que me fue mejor! Snape es muy buen profesor
y la verdad hacer una poción es fácil. Es como química con ingredientes
mágicos.

-¿Química?

-Sí, es cuestión de proporciones, medidas, un poco de sutileza... además
es precioso ver como los ingredientes se cocen lentamente, como cambian
de color las sustancias al mezclarse... ¿qué te pasa? - en la cara de Ron
había aparecido una expresión extraña.

-¡Hablas como Snape!

Sara se rió.

-Hago pociones desde pequeña. Verás, hay cierta poción para inhibir el
fuego y tenía que tomarla para evitar accidentes en el orfanato.

-¿Orfanato?

-Sí, Kyara -mi madre adoptiva- murió hace un año.

-Oh. ¿ Y como es la profesora de Defensa?

-Desagradable, es una tal Maura Sydney, y su madre dio Defensa aquí hace
unos años, y parece que le dio a mi madre y no se llevaban.

-Vaya.

-¿De donde vienes?

-Del entrenamiento de Quidditch.

-¿Cómo estuvo?

-Bien. Creo que si conseguimos buenos golpeadores tenemos buenas
posibilidades.
¿ Y donde está Harry?

-Sé quedó guardando las bolas y los bates con Ginny.

-Aún no la he conocido, ¿es tu hermana, no?

-Sí. Y ahora que dices eso, hoy recibí cuatro cartas muy interesantes...

-¿De quien?

-De George, Fred, Bill y Charlie.

-Y te contaron de lo de ayer.

-Sí, parece que ya tuviste el primer round con mamá ¿no?

-Sí, ¿te dieron detalles?

-Bastantes.

-Lo siento.

-No es la gran cosa. Parece que en realidad le caíste muy bien a todos.
Ellos están fascinados contigo.

-Tienes una familia muy agradable, Ron. Todos son tan simpáticos como tú.

Ron se sonrojó un poco.

-Bueno, me estabas contando de tus clases.

-Preferiría olvidar eso. Defensa fue la peor de todas.

-¿De verdad? - Ron la miraba pensativo.

-Sí, ¿por qué?

-Creo que yo sé como podría ayudarte con eso, bueno, yo no, pero tal vez
unas sesiones de AD...

-¿De qué?

-¿Me esperas un momento? Voy a cambiarme y vengo por ti. Sé justo lo que
necesitas.

-Te espero.

Ron se fue rápidamente a la torre y Sara lo esperó impaciente. ¿Qué rayos
seria la AD?

*********

Sirius se levantó muy temprano y salió de la habitación sin despertar a
nadie. No tenía ganas de hablar, estaba muy enojado con James. Bajó al
Gran Comedor y desapareció hasta la primera clase. James por su parte
actuó muy parecido. Peter no comprendía nada de lo que pasaba, pero Lupin
lo entendió todo: James lo había seguido y Sirius se había dado cuenta.
Durante las clases se sentaron lo más lejos que pudieron el uno del otro
y se evitaron en las comidas. El mal humor no le caía bien a Sirius y
parecía que se hubiera dado un baño de sal, porque nada le salía bien. Al
llegar la noche estaba de un humor tan terrible que cualquier persona
sensata hubiese evitado meterse con él.

Sara tampoco había tenido un buen día, los hechizos le habían salido muy
mal, McGonogall le había dado un sermón sobre los TIMOS, al igual que el
profesor de Encantamientos y el de Pociones. Sydney la había regañado en
el pasillo sin razón alguna y Dumbledore la había llamado a su despacho
para decirle que necesitaba que se esforzara un poco más, pues él creía
que ella era más capaz de lo que estaba demostrando. De momento
promediaba Aceptable, él no quería menos de Excede Expectativas, y tenía
derecho de pedírselo, pues era la alumna más poderosa en el colegio. Para
colmo, ese día en específico Snape había decidido enfrentarla para
preguntarle porqué no podía ya ir a visitarla en las noches y habían
tenido un gran pleito, en el que acabaron peleando sobre Sirius y el
hecho de que Sara fuera amiga de él aunque Snape lo odiara.

Así que, como podrá verse al llegar el final del día ninguno de los dos
estaba de muy buen humor que digamos, y dos personas con el carácter como
el de nuestros protagonistas deberían evitar encontrarse en un día así.
Pero ellos no lo hicieron.

-Pasa - dijo Sara fríamente al abrir la puerta. Sirius entró sin saludar
directo a la habitación.

-Hagamos esto rápido - fue lo único que dijo.

-Bien.

-¡Expeliarmus!

-¡Rictusempra!

-¡Stupify!

Los hechizos empezaron a volar por toda la habitación y de un momento a
otro la simple práctica se convirtió en una descarga del mal genio de los
dos. Cuando se detuvieron fue porque Sirius ya no podía ver por la
hemorragia que tenía encima de la ceja: Sara le había abierto una
horrible herida. Aunque ella no estaba mejor, tenía cortes en los brazos
y un morete bastante feo en la cara, producto de un hechizo punzante mal
atajado.

-Mira como me has dejado - le dijo Sara con el ceño fruncido mirándose
los brazos.

-Bueno, tu no estás chorreando sangre ¿verdad?

-Eres un exagerado, ahí hay un poco de poción.

-Con eso lo arreglas todo ¿no?

-¿Qué quieres decir?

-Nada, sólo que esto era lo que menos necesitaba hoy.

-¿Crees que yo sí? Como si no tuviera nada mejor que hacer...

-¿Lo tienes? No me vengas con eso ahora, Sara, que ya en bastantes líos
me has metido por esto

-¿Líos? ¿Quién te ha estado obligando?

-Pues yo no tendría porque haberte ayudado para nada, James tiene razón.

-¿James? ¿Cómo demonios sabe James que me has estado ayudando? ¿Rompiste
nuestro "pequeño secreto"(eso con un tono sarcástico)?

-¿Y que? Es mi mejor amigo

-Es un idiota. Así que le dijiste.

-No exactamente

-¡Y pensar que hoy me peleé con Severus por tu culpa, exactamente por no
querer decirle de esto!

-¿Y crees que me importa que te pelees con ese imbécil?

-¡Pues "ese imbécil" tiene razón! ¡Eres un prepotente bueno para nada que
se cree la última maravilla...! ¡No sé como he podido aguantarte!

-¡Porque me necesitabas! ¿Porqué una amiga de los Slytherin querría ser
amiga mía? ¡Me has estado utilizando todo este tiempo y ya no me ocupas
¿no?! Supongo que ahora que llevas sólo Sobresalientes has decidido
deshacerte de mí y olvidar que es gracias a mí que los consigues.

Sara recordó las palabras de sus profesores en la mañana y el sermón de
Dumbledore sobre sus pobres resultados.

-¡Lárgate si tanto te molesta!

-¡No tienes que decirlo dos veces!

-¡Y no quiero verte aquí de nuevo!

Sirius ya iba camino a la puerta.

-¡No será por mi gusto que vuelva! ¡Tus notas serán las que se vayan a
pique!

-¡No puedo creer que me eches tu ayuda en cara!

-¡Ni yo que la desprecies!

-¡Te odio!

-¡Me alegro!

Sirius salió de la casa con un portazo, caminó al castillo con la furia
aún latiendo con violencia en su sangre y con la hemorragia aún más
pronunciada a los rápidos latidos de su corazón. Se quitó la bufanda y
con ella trató de contenerla. Había un hechizo, pero la cólera no lo
dejaba recordarlo. Entró al castillo aún de mal humor, pensando en subir
a la Torre de Gryffindor y gritar todo lo que se le ocurría contra Sara
cuando como un balde de agua fría volvió a su cabeza el pleito con James.

-"Genial - pensó- ahora estoy peleado con los dos"

De repente se dio cuenta de lo que eso significaba, lo que significaba
haberse pelado con su mejor amigo, haberse peleado con ella. Se sentó en
las gradas que iba subiendo. Apoyó la cabeza contra la pared, mientras
seguía haciendo presión con la bufanda sobre la herida. Nadie lo
molestaría, nadie pasaba por ahí a esa horas, o al menos eso pensó.

************

Ron había bajado con una gran y natural sonrisa.

-Vamos algo temprano, pero así tenemos tiempo de hablar con Harry y
Hermione, y vemos que piensan ellos, yo creo que está bien, pero supongo
que será democrático...

-¿A dónde me llevas?

-A tu primera reunión de AD

-¿Y eso que es?

-Es un Club de Defensa Contra las Artes Oscuras -Ron duró casi todo el
camino explicándole cómo había nacido el club, en un inicio ilegal y ese
año el club más prestigioso, por el apoyo directo por parte de
Dumbledore. El único pero que puso Sara se debió al nombre

-¿Armada de Dumbledore? ¿Son como su ejército privado o qué?

-No aún, aunque no es mala idea - dijo pensativo - aún lo dirige Harry,
pero él se ha involucrado con el programa y se ha ofrecido a dar unas
sesiones él mismo. Creo que espera que seamos nuevos miembros de la Orden
al dejar el colegio.

-¿Me llevas a un grupo donde Dumbledore podría llegar a darme clases?
Suena muy divertido - el tono de Sara más que una idea de diversión daba
una idea de aburrimiento.

-Pero de momento sería sólo Harry.

-Vale. Cualquier cosa con tal de no tener más "H" en Defensa.

Cuando llegaron a la singular habitación del requisito ya estaban Harry y
Ginny allí. Ron le presentó a Sara su hermana y estas parecieron llevarse
bien en un momento. Ron le explicó a Harry lo de Sara, y este no vio
ningún problema. En eso llegó Hermione.

-Disculpen el retraso, yo...¡Sara! - exclamó con sorpresa - ¿qué estás
haciendo aquí?

-Voy a unirme a la AD - dijo Sara con una sonrisa - y no creo que estés
tarde, sólo hemos llegado nosotros.

-¿Unirte a la AD? - dijo Hermione con el ceño fruncido - ¿en serio?

-¿Tienes algún problema? - por primera vez Hermione oía un tono de
amenaza en la voz de Sara, pero no se intimidó al respecto

-Sí, que podrías prenderle fuego a alguien. McGonogall dijo que aún no
eras capaz de controlar el fuego, sería un riesgo que al no salirte un
hechizo nos hicieras arder a todos.

-¡Hermione! - le reprochó Ron - ¡Sara necesita que la ayudemos con sus
clases!

-¡Tal vez debería sólo admitir que...!

-Hermione tiene razón, Ron - dijo Sara interrumpiéndola - es un peligro,
no puedo participar mientras esté rodeada de gente, es un peligro.
Gracias, pero es cierto.

Todos se quedaron en silencio.

-Mejor me voy - añadió dirigiéndose a la puerta.

-No - dijo Harry - yo aún puedo ayudarte. Quédate y cuando ellos se vayan
puedo intentar ayudarte.

-Gracias - le dijo Sara con una sonrisa algo triste - pero sigue siendo
un peligro, al menos para ti.

-¡Espera! - le dijo Ron - ¿qué hay de esa poción que me dijiste?

-¿La poción inhibidora?

-Sí.

-Creo que podría usarla - dijo Sara pensativa - ocupo ciertos
ingredientes, pero creo que Snape los debe tener. La verdad no me gusta
usarla, porque es como estar sedada y reduce mis poderes, pero tal vez si
aprendo a usarlos con un poco de poder pueda hacerlos después con más.
Podría funcionar.

-¿Qué es esa poción? - preguntó Hermione aún con el ceño fruncido

-Es una poción para evitar las manifestaciones del fuego, evita que le
prenda fuego a todo.

-Nunca he leído sobre ella.

-No creo que sea muy común - dijo Ginny interviniendo por primera vez- no
hay muchos fénix por ahí.

Hermione se puso roja. Se había dejado llevar por ese sentimiento raro
que surgía en ella cuando sus amigos estaban con Sara, no es que ella le
cayera mal, era sólo... no sabía como decirlo.

-Aunque los hubiera - dijo Sara que ya se había sentado en uno de los
almohadones en el piso - mi mamá la inventó. Era vital para sobrevivir en
el mundo muggle. De hecho, esto es lo que más me gusta del mágico: que no
tengo que usarla. Pero creo que ahora voy a tener que usarla... ¿cada
cuanto son las sesiones?

-Dos veces a la semana - dijo Harry - pero como vas más atrasada y en
verdad las necesitas, creo que puedo darte al menos tres.

-Eso sería genial.

-Es ese caso ¡bienvenida a la AD! - le dijo Hermione extendiendo su mano
y dándole un falso galeón. Sara sabía lo que era, Ron se lo había
explicado. Ahora podían poner los horarios en las pizarras, pero ese
galeón ya era una especie de tradición.

***************

-¿Sirius? ¿Qué estás haciendo aquí?

Sirius alzó la vista y se topó con la mirada interrogativa de su amigo
Lupin.

-¡Remus! - no sabía que hora era ni cuanto tiempo llevaba allí. La furia
se había esfumado de sí, empezaba a saber, empezaba a entender...

-¿Qué te pasó en la frente? ¿Sara no pudo controlar algún hechizo o qué?

El enojo con James renació en Sirius.

-¿Así que no contento con seguirme les dijo a ustedes?

-No nos dijo nada. Ha andado tan amargado y apartado como tu.

-¿Entonces, cómo sabes que yo...?

-Debes ser más cuidadoso en donde dejas las cosas. - Lupin sacó de la
bolsa de su túnica un arrugado papel que Sirius reconoció como la carta
que Sara le había enviado - la dejaste en mi libro de Transfiguración
después del quiz.

-¿Lo has sabido todo este tiempo?

-Sí - a Lupin lo divirtió la expresión de sorpresa de Sirius.

-Vaya. ¿Has hablado con James?

-No.

-No tenía derecho a espiarme.

-No.

-¿Lo dices en serio o sólo para no llevarme la contraria?

-Lo digo en serio. No tenía derecho a espiarte. Pero podías haberle
dicho. Podías habernos dicho.

-Lo sé, fue una tontería, es que Sara... - Sirius le contó como habían
definido no decirle a nadie y antes de que se diera cuenta le estaba
contando todo lo de las últimas semanas. Era la primera vez que se
sinceraba así con Lupin, que lo escuchaba con atención.

-¿Pero qué pasó hoy?

-Tuvimos este pleito estúpido y bueno, creo que los entrenamientos por la
noche se acabaron.

-¿Por qué pelearon?

-Fue una tontería, yo...- Sirius le contó todo lo que acaba de suceder -
finalmente me dijo que me odiaba y que me largara.

Se quedaron en silencio un tiempo, como si los dos analizaran todo lo que
Sirius había dicho.

-¿Te gusta mucho, verdad? - le preguntó Remus por fin.

-Sí - Sirius ya no podía negarlo - pero es más que eso, ella... - se cayó
como si no supiera como decirlo.

-¿Ella...?

-Ella me descontrola, me hace olvidarme de todo, es que ella... ¡¿cómo lo
explico?! Es que una cosa es que te guste una chiquilla, cualquier
chiquilla... piensas en ella un tiempo, la haces caer con tus encantos,
ya sabes que tengo práctica en eso de...

-Puedes brincarte el pedazo de autopromoción.

-Bueno, la cuestión es que le robas unos cuantos besos, sales con ella un
rato y luego ¡adiós! Todo se acabó y punto. Tal vez ella llore un poco,
tal vez luego te haga falta, quizá por la costumbre o la llegaste a
querer un poco. Pero Sara es diferente.

-¿En qué?

-No lo sé, es sólo que eso, con ella, no sería suficiente, es una
tontería, pero si pasara algo con ella quisiera que no fuera algo
pasajero ¡No puedo creer que yo este diciendo esto! ¿Qué demonios me
pasa? Es sólo que no sería suficiente un beso o dos. Por eso no le he
dicho nada. Me bastaba solo ir cada día aunque fuera a llevar hechizos y
hablar con ella que arriesgarme a alejarla. ¡Eso sonó tan cursi! Creo que
mejor me callo. No sé que diablos me está pasando.

-Creo, Canuto, amigo mío, que estás probando lo que es estar enamorado.

*************

Los miembros de la AD empezaron a llegar y todos parecían emocionados de
ver a Sara ahí. Los hermanos Creevy le pidieron una foto con ellos que
Sara aceptó bastante halagada y sorprendida. Parvati Patil y Lavader
Brown parecían entusiasmadas por que su adorada profesora Trelawney les
había hablado de las profecías que giraban en torno a los fénix. Seamus
Finnigan no parecía tan feliz, pues su familia no creía en la leyenda de
los fénix, pero su amigo Dean estaba encantado, pues Ron le dijo que Sara
era una gran seguidora del fútbol y ella parecía encantada de hablar con
un conocedor del tema.

El primer suceso interesante fue sin embargo, cuando una guapa muchacha
de pelo negro de Ravenclaw entró en el salón.

-¿Qué estás haciendo aquí? - le dijo Ginny con bastante desagrado a la
recién llegada.

-Soy miembro de la AD - dijo la interrogada - ¿recuerdas?

-Eras miembro de la AD - dijo Ginny con furia - pero te fuiste a defender
a tu querida Marieta ¿no?

-¿Aún celosa por Michael?

-¿Qué sucede? - dijo Sara acercándose a las chicas que parecían
dispuestas a pelearse.

-¡Michael es un cretino! - dijo Ginny sin escuchar a Sara.

-¿Qué sucede aquí? ¡Cho! ¿qué haces aquí? - Harry se acercó a las chicas,
pero tropezó en uno de los almohadones y se sujeto de la cintura de Sara
para no caerse. Cho lo miró alzando una ceja ¿Harry y Sara? No pudo
evitar una punzada de celos.

-Vine a una reunión de AD, pero parece que ya no soy bienvenida.

-¿Qué querías? - dijo Ron acercándose, con su falta de delicadeza
habitual que Sara encontró muy divertida - después de cómo te comportaste
la última vez, no esperarás que te recibamos con los brazos abiertos sólo
porque Dumbledore nos hizo su club predilecto y quieras volver.

-¡Bien! ¡Me voy entonces!

-No te echaremos de menos - dijo Ginny con indiferencia alejándose.

Cho miró a Harry como si esperaba que dijera algo en su favor, pero Harry
desvió la mirada. Se dirigió a la puerta.

-¡Harry! - dijo Hermione, este la volvió a ver y vio que le enseñaba algo
y señalaba a Cho.

-¡Ey, Cho! - la llamó Harry

-¿Sí? - Cho le sonrió de una manera que el año anterior Harry se hubiera
derretido al verla, pero lo único que hizo fue decir con voz
perfectamente normal:

-Tu galeón.

Cho se lo tiró más que dárselo y salió, tropezando con otra chica de
Ravenclaw que venía entrando.

-¿Qué hacía esa chica aquí? - dijo la recién llegada mirando alrededor.

-Estaba devolviendo su galeón - dijo Sara cuando nadie más respondió.

-¡Sara Fénix Black! - exclamó la chica con admiración, acercándose y
dándole la mano - ¡Al fin nos conocemos! Mi padre me ha hablado tanto de
su madre, quería que fuera a buscarla apenas llegó, pero pensé que era
muy precipitado.

-¿Quién es su padre? - dijo Sara retrocediendo, pensando que estaba ante
la hija de un mortífago.

-¡Henry Lovegood! ¡Dueño de la revista el Sofista!

Sin embargo, el nombre no hizo el efecto en Sara que la chica esperaba.

-¿Lovegood? ¿De qué conocía su padre a mi madre?

-¿Bromea? ¿Ella nunca le habló de nosotros?

-Mi madre y yo no hablamos mucho, eh... ¿cómo te llamas?

-Luna.

-Lindo nombre.

-¡Tu madre se crió en la casa de mi padre! ¡Mi abuela la cuidaba cuando
estaba pequeña! Si ella aún estuviera estaría tan feliz de conocerte...
por dicha nunca se enteró de que se había hecho mortífaga. Mi padre está
deseoso de conocerla, y quiere publicar una entrevista tuya.

-¿Sabes que Luna? - dijo Sara pensativa - yo también tengo muchos deseos
de conocer a tu padre. Si aquel hombre de verdad conocía a su madre,
tenía unas cuantas preguntas que hacerle. En eso el salón estaba casi
lleno. El último en llegar, fue un muchacho de Gryffindor, de contextura
gruesa y rostro consternado.

-¡Disculpa, Harry! Estaba haciendo el trabajo de pociones cuando...

Toda la atención de Sara se centró en ese muchacho. Luna estaba saludando
a Ginny, así que Sara se volvió y le preguntó a Ron, que estaba detrás
suyo ojeando unos aparatos de tenebrismo:

-¿Ese chico es Neville Longbottom?

-Sí. ¿Cómo lo sabes?

Sara no le contestó, se acercó a Neville que Harry se apresuró a
presentarle. Sara apenas oyó lo que Harry le dijo. Neville estaba algo
avergonzado bajo la intensa mirada de Sara. Iba a darle la mano a Sara
cuando esta se precipitó sobre él y lo abrazó.

-Neville Longbottom, es un honor conocerte al fin - le dijo al separarse
de él. Su voz sonaba afectada, y como solo Neville pudo apreciar, sus
ojos brillaban, llenos de lágrimas que se apresuró a secar.

Neville no sabía que decir, pero Sara pareció volver a la normalidad
cuando Harry llamó la atención de todos y les propuso la entrada de Sara
a la AD y las precauciones que tomarían. Nadie puso oposición,
exceptuando unas intervenciones de un chico que Ron identifico como
Zacharías Smith, y le dijo que no se preocupara por él, ya que siempre se
quejaba de todo. La reunión pasó sin ninguna otra novedad, pero de vez en
cuando, Sara miraba pensativamente a Neville, y un centelleo de furia y
dolor aparecía en su mirada.
************

Pues ahí queda, espero que les haya gustado, prometo subir lo que sigue
pronto, en cuanto me llegue algún review, porque ya tengo todo lo que
sigue.

Gracias por tomar el tiempo de leer esto, y si alguien sabe como puedo
unirme a la Orden Siriusiana, por favor avíseme, que ya me habían
explicado, pero perdí la dirección que necesitaba.

Con cariño

Sara Fénix Black
Alicia.