Disclaimer: los personajes son de JK Rowling y empresas asociadas.
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Llegó el día del baile de Navidad. Las expectativas creadas por este baile eran muchas, pero Sirius había evitado hablar de él todo lo posible. James trató de convencerlo de no ir, y en su lugar pasar la Navidad en Hosgmade, pero Sirius no accedió. No, él quería ir a ese baile. Quería ver a Sara.
La decoración del Gran Salón fue muy superior a la del primer baile: grandes árboles de Navidad decorados con todo lo imaginable, estatuas de hielo gigantes que no se derretían a pesar de las velas que iluminaban el salón, una alfombra preciosa, centro de mesa de gran elegancia, la verdad es imposible describir la finísima decoración del salón, pero esta quedaba opacada por la belleza de Sara.
Aunque difícil de creer, Sara se había superado a sí misma, estaba realmente hermosa, en una fina túnica de gala de color rojo oscuro, con el cabello peinado con pequeñas horquillas que formaban una corona, dejando caer como una delicada cascada sobre sus hombros unos mechones que brillaban con luz propia. Sara estaba radiante. Lucius estaba a su lado, y ella llevaba al cuello una cadena de oro que él le había regalado por la señalada fecha.
Sirius sentía unas ganas inmensas de estrangular a Lucius Malfoy ahí mismo, pero hablaba con James casi normalmente, criticando las parejas que veían a su alrededor. Sirius llevaba una túnica distinta a la del primer baile, pero esta también era azul, a juego con sus ojos, como la mayoría de la ropa que a Sirius le gustaba. Se veía muy guapo, como Sara no pudo dejar de notar. Si ella le hubiera dicho que sí a ir a Hosgmade tal vez él estaría ahora a su lado... "¡No, no! – se recriminó a sí misma - ¡nunca habría funcionado!"
Snape estaba ahí también, bastante apartado, mirando alrededor con cara de pocos amigos. Cuando empezaron a bailar Sara estuvo bailando con Lucius, pero después lo dejó para bailar con un muy sonrojado Snape. Cuando la pieza que bailaban terminó Sara buscó a Lucius con la mirada, pero no lo encontró en ningún lado. ¿Dónde estaría?
Lo empezó a buscar, saludando a algunas personas, hasta que salió del salón. Lo que vio la dejó helada.
Detrás del árbol de Navidad en la entrada del salón Lucius Malfoy estaba besando a Narcisa Black.
-¡NO PUEDO CREERLO! –gritó Sara retrocediendo. Lucius y Narcisa se separaron para verla. El primero con cara de susto, la segunda con una sonrisa.
-Sara, yo puedo... – empezó a decir Lucius
-¡NO QUIERO QUE ME EXPLIQUES NADA! ¡ALÉJATE DE MI!
-Sara, yo...
-¡TE ODIO!
Los gritos de Sara habían llamado la atención de las personas del salón que empezaron a salir y el rumor corrió como pólvora. Lucius Malfoy le había dado vuelta a Sara en el baile en su honor con Narcisa Black. Dos personas dentro del salón recibieron la noticia como un fuerte golpe y se dirigieron a toda velocidad a donde estaban Sara y Lucius: esas personas no eran otras que Severus Snape y Sirius Black.
Chocaron entre sí en la entrada del Salón, y los dos se acercaron a Sara por detrás.
-¡Sara! – le dijo Sirius poniéndole la mano en el hombro.
-¡Pagarás por esto Malfoy! – dijo Snape sacando su varita y apuntándole.
-¡Y muy caro! – dijo Sirius sacando su varita a la vez.
-¡No quiero verte de nuevo en mi vida! – dijo Sara saliendo del Castillo en dirección a su casa.
-¿Los dos pensáis pelear conmigo? – dijo Malfoy sacando la varita y empujando a Narcisa detrás suyo, hacia sus amigas de Slytherin.
-¡Vete de aquí Black, esto no es asunto tuyo! – dijo Snape empujándolo.
-¿No?
-¡Ve con Sara, idiota!
Sirius iba a replicar, pero no, ya le cobraría ese insulto después. No, por única vez en su vida -pensó- Snape tenía razón. Bajando la varita corrió en dirección a la casa de Sara. La puerta estaba cerrada, como siempre. Llamó a la puerta, pero Sara no contestó. Se acercó a la ventana y se asomó. Ahí estaba Sara, sentada en el suelo frente a la chimenea, ida viendo el fuego, llorando.
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Sara y Draco aparecieron a la orilla del bosque.
-¡Maldita sea! – dijo Sara viendo al bosque con miedo – siempre es más difícil con otra persona.
Draco parecía a punto de descomponerse. Estaba pálido y frío, como un muerto. De repente Sara oyó voces acercándose.
-¡Ya vienen! – le gritó a Draco - ¡Corre a la casa! ¡Entra por la ventana!
Draco estaba paralizado. No se movió.
-¡CORRE!
Sara levantó la mano en dirección a una ventana del castillo y lanzó una ráfaga de fuego, si no se equivocaba esa era la oficina de Dumbledore. Necesitaba ayuda. De repente un mortífago apareció al frente suyo.
-¡Desmaius! – gritó el mortífago en dirección a Sara que levantó los brazos en cruz ante su cara. El hechizo rebotó en sus muñecas y se devolvió al mortífago. Sara tomó a Draco de la mano y corrieron en dirección a la casa, Draco como un autómata, Sara sin dejar de mirar hacia atrás. Más mortífagos aparecieron, lanzando hechizos. Sara mandó más fuego hacia los árboles a la orilla del bosque, sobre los mortífagos.
-¡Maldita sea, Dumbledore! ¿Dónde demonios estás?
Alcanzaron la casa y Sara empujó a Draco dentro. Miró alrededor, ¡al fin! Dumbledore se acercaba seguido de la profesora McGonogall y un hombre de enormes proporciones que Sara supuso debía ser el famoso Hagrid.
-¿Qué sucede? – le preguntó Dumbledore. Sara pudo ver que miraba asustado el fuego en el bosque.
-¡Mortífagos, en el bosque!
-¡Imposible! – bramó quien efectivamente era Hagrid
-¡Mataron a Narcisa Malfoy y luego trataron de matar a Draco!
-¿Dónde está Draco? – preguntó Dumbledore.
-¡Aquí, pero ellos ya deben estar huyendo, con el fuego no los dejé pasar, pero saben que llamé la atención del castillo. Si llegan afuera podrán desaparecerse!
-Vamos – dijo Dumbledore a sus acompañantes señalando el bosque - ¿te importaría?
Sara alzó la mano y apagó el fuego para que pudieran entrar al bosque.
-¡Quédense en la casa! – le gritó Dumbledore alejándose con ellos.
Sara entró a la casa mirando al bosque con inquietud.
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De repente, Sara sintió una mano en su mejilla, que suavemente le quitaba una lágrima. Se volvió y vio frente a sí a Sirius Black, con una sonrisa llena de ternura y piedad. Sara se perdió en sus ojos azules, y antes de que se diera cuenta le dio un beso. Fue un beso corto, dulce. Cuando se separaron Sara vio que la expresión de Sirius había cambiado. No sonreía ya. La miraba seria y profundamente, pasaron unos largos y silenciosos segundos, luego la abrazó y la besó con pasión. La sintió estremecerse en sus brazos, aunque él también temblaba. Sara sintió su pensamiento nublarse, y la escena que hacia un momento habían presenciado se borró de su mente por un instante que pareció eterno. Pero de repente, Sirius la separó de él, sin dejar de abrazarla, y le dijo en un susurro:
-No, no así, no porque él te haya roto el corazón.
Fue el turno de Sara de sonreír.
-Él no me rompió el corazón. Me humilló, me hirió en mi amor propio, pero no podría romperme el corazón, yo no lo amo, nunca podría amarlo. Supongo que en parte me lo merecía, pues era yo la que lo estaba utilizando.
-¿Qué estás diciendo?
-Que la única razón por la que estaba con Lucius era para tratar de olvidarme de ti. No quería ser una más en tu lista de conquistas.
Sirius sonrió y la besó de nuevo.
-No seas tonta – le dijo muy tiernamente para considerarlo un insulto – nunca pensé en ti como una más. Si lo hubiera hecho habrías caído a la semana y para hoy no me acordaría de quien eres.
-Presumido –Sara lo besó de nuevo. Sirius la separó de nuevo y la miró como nunca antes la había visto, mientras le decía:
-Te amo, Sara Parker.
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¡Sí, ya sé que es muy corto!
Pero es que me encanta como queda esta parte, el próximo capítulo será mucho más largo, lo prometo.
Tengo unos reviews que contestar, vamos a ver...
Andrea: ¡Hola! Me alegra montononones que te haya gustado el chap. Es de mis partes favoritas (en Sara Black). Espero que este también te haya gustado. Sí, el miedo de Sara es bastante feo a mi parecer, pero siento que es un poco más complicado que el de Harry, como él mismo dijo. Bueno, gracias por la apreciación. Espero tu review, que pareces la única constante de este fic.
Strega-in-progrees: ¡Me alegro que me hicieras caso! Para mi esta es la mejor aunque tal vez no es la que tiene más reviews, pero le tengo un cariño especial. No me parece una mezcla imposible, no es nuestra culpa que los mejores personajes sean enemigos entre sí. No te preocupes, puedes leer todo lo que quieras, que esta historia es muy larga y hay capítulos para rato. Espero que sigas tu historia rápido y ver algún otro review tuyo por aquí. Besos guapa.
