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¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Más de 100 reviews!!!!!!!!!!!!!!!

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¡No saben lo feliz que me han hecho! Muchísimas gracias por todo...

Ya salí a vacaciones, así que para celebrar estoy actualizando en todas mis historias, pero por los cien reviews he decidido hacer algo especial y publiqué un song fic de un capítulo, dedicado a todos ustedes que han dejado reviews en mi historia dándome su apoyo.

Los personajes son de JK Rowling y no hago esto con fines de lucro....

Contesto reviews y los dejo con el chap!!!!!!!

Hermione Malfoy: ¡Hola! ¡que bien que te haya gustado el capítulo! Sí, la historia de Sara Parker es muy triste. Draco en mi historia es todo otro personaje que poco se parece al de los libros de Jk, pero yo lo prefiero a mi manera. En este chap veremos un poco más de los sentimientos de Sara Black. Sara Parker le da un significado más amplio a la profecía, es todo lo que te puedo decir. Deberás esperar bastante para que lleguemos a eso. La verdad yo a Dumbledore no le tengo el menor cariño, me cae muy mal, pero es probable que si no le ocultaran tantas cosas pudiese hacer más. Tienes razón, acabas de ganar un punto a favor del director. Sí, creo que ya habías dicho que prefieres el presente que el pasado, pero espero que disfrutes ambas partes, porque la idea es que se vayan complementando. No sé si recuerdas lo que Sirius le dijo a Sara cuando se murió el tío Alphard: "dicen que ningún Black podrá ser realmente feliz... " tómalo en cuenta, es importante ; ).

Nicky-Potter: ¡Gracias por tu mega review! Me ha encantado. Eso sí, dame algo de paciencia con el error de Harry Potter. Comento rápidamente tus comentarios. Sí, Bellatrix es un personaje muy complejo y espero seguir pronto con la historia de ella. En cuanto a Pet, no, no se lo dirá nunca, pero a que es muy mona la relación de ellos? Más adelante se verá más al respecto. Bueno, Sara B. También se parece a la mamá en muchas cosas, ella prefiere resaltar sus parecidos con Sirius, pero tiene puntos en común con ella también. Sara Parker y Sirius... es que tienen que sufrir, ese es el punto... James sí es un cabeza dura celoso, pero hay gente que es así, y no sé porque James me da esa impresión en el quinto libro. Peter sí es muy calculador. No creo que a los 11 años lo calculara concientemente, pero en el subconsciente sí creo que cocinaba algo así ya. Me gusta la idea que tienes sobre Sara P. No la dejes, vas por buen camino. En cuanto a la relación de Sara y Draco, eso va evolucionando lentamente, pero ahí van. En las dos historias el amor está en el aire... Sara puede ser toda una femme fatal si quiere... pero de verdad la estaba matando la curiosidad, porque seducir a Peter... ¡me alegra que te gustara cuando Sirius le enseña que es un animago! A mi me gusta mucho esa parte. ¡Ash! Bueno, bueno, es que ya las cosas iban muy bien entre ellos, algo tenía que arruinarlo. ; ). Sí, en definitiva cuando Sara B. Quiere algo lo logra. ¡Les daré momentos de felicidad! Pocos, cortos, pero felices a fin de cuentas. Sí, es trágico que se amen tanto y nunca puedan estar bien... esa es la idea. Sí, es una historia cruel. Abajo Delacour! Apoyo eso. Ya sabes que Tonks es de mis personajes favoritos, y si, Bill es mi objetivo para ella. Pero antes tienen que pasar varias cosas. Me alegra que Ash te haya caído bien. El beso de Ron.... si ya lo entendiste en el siguiente chap. La idea de los presentimientos de Sara es que sean sobre cosas serias, como los de su madre, ups, no debí decir eso... Te dije que les daría momentos felices... pero no te acostumbres.

Te falta aún un chap, dos con este, pero no importa, yo sé que haces lo mejor que puedes. Tu review me super encantó. Espero que hablemos pronto. Chao!

BellaBlack: ¡Hola chica! Es que esa era la gracia de la relación de Sara y Draco, dejarlo ahí para entrar a las conversaciones de hoy. Sí, Sara Black tiene miedo de caer en el juego de sus padres. En este chap se desarrolla eso mucho. Espero que te guste. Me hizo gracia que dijeras lo de que el lado oscuro sube al poder, porque la cuarta parte se llama "El arma letal y el ascenso de la oscuridad". Me alegra que te gustara la conversación de Sara y Harry, personalmente me encanta cuando esos dos personajes hablan porque suelen ver las cosas distinto y Harry suele ser de mucha ayuda a Sara.

Ariadnacreta: Hola!!!!! Que gusto verte aquí de nuevo! Me alegra saber que mi historia es de tus favoritas. Veo que Draco no te agrada mucho y preferirías lo de un Sara/Ron, bueno, es poco probable... Tienes muchísima razón con lo de Sara B y entiendo que te caiga mal, a muchas personas les pasa, incluso a mi me cae mal a veces, y es que la chica se cree el centro del mundo, pero... ¿no tendrá algo de razón? Lo que puedo decirte es que Sara es así por una razón particular que se descubrirá luego, y claro que es obsesiva compulsiva con las armas y medio paranoica, pero ya pasará esa etapa. Tonks vrs. Fleur es como la historia secundaria de Sara B, a mi en lo personal me gusta mucho. Yo también prefiero generalmente a Sara P y Sirius (MI Sirius, ¿no te lo dije ya?;)) Sirius es genial, en definitiva, quise ponerlo como un chico independiente con una vida ya planeada, y Sara P a mi en esta parte si me cae algo mal, pero en general la prefiero a la hija. (Claro, Sara P es la que está enamorada de Sirius, se parece más a mi). Bueno, creo que no tardé en actualizar, espero que sigas leyendo. Chao.

Isa o Trixi Black: ¡Hola! Sí, creo que ya entendí a lo que te referías. Pues sí, vas por buen camino. Sigue contándome tus teorías y te diré si sigues bien. Ya te agregué a mi MSN, espero que nos encontremos pronto. Ese fic nuevo del que me hablas suena genial, voy a tratar de leerlo pronto!!!!!

Syringen: ¡Hola! Pues ya pasamos los 100, que bien!!!!!! No estés tan segura sobre lo de Severus, tal vez tenga éxito, pero, ¿quién te dice que por esa razón Sara acaba como acaba? Tu sigue leyendo chica, que está pronto a descubrirse. Sara Black es un poco egocéntrica ¿sabes? Tal ves no le gusta a TODOS los chicos, pero a Draco de fijo, así que lee este chap, quiero saber que te parecen las conversaciones. Lo de Draco, lee el review que me dejó Isa o Trixi Black, tal vez te de una idea. No puedo decir más.

Amsp14: ¡Hola! Pues el resultado de tu trabajo es muy bueno, ¡y ya llegamos a los 100 reviews! Gracias a tu ayuda para publicar.... y ya publiqué Piedras y flores, como ya te diste cuenta... Bss para ti también!!!!!

Aiosami: ¡Hola! Que bien que ya podemos vernos en el MSN, me alegra que te guste como va la historia. Snape va a ser más importante de lo que ha sido hasta ahora, y Sirius está estudiando como un chico bueno. Sara y Harry, está difícil, Draco espía? Que te hace pensar eso? Y ese triángulo está extraño, sí, es una confusión, espero que estas conversaciones de hoy te ayuden. Ah, pensé que tal vez te llamabas así por tu correo. Espero tu review!!!!!


- Abre la puerta, Sara.

- Sí, mamá Alice.

Sara se dirigió a la puerta de mala gana. Alice tenía una reunión en la sala con sus compañeros del periódico, pues tenían un especial por delante. Ya había empezado Marzo, y el humor de Sara no había mejorado nada. Abrió la puerta con cara de obstinación, pero su expresión cambió de inmediato a deleite.

- ¡Sorpresa!

- ¡Sirius!

Sirius la abrazó y la besó con pasión, haciéndola entrar al apartamento.

- Ejem, chicos...

Sara se separó de Sirius riendo:

- Perdona Alice –dijo Sara, luego le susurró a Sirius- Hay una reunión del Profeta.

- Eso veo – dijo Sirius quien no se había sonrojado lo más mínimo a pesar de los cinco rostros desconocidos que lo miraban sorprendidos - ¿cómo están? Alice, tanto tiempo...

- Gracias a Dios estás aquí – le dijo Alice tras excusarse con sus compañeros y levantándose para saludarlo – ve a ver que haces para subirle los ánimos a esta chica. Ha pasado horrible estos días.

- Yo la veo preciosa – dijo Sirius abrazándola de nuevo y dándole otro beso.

- ¿Qué estas haciendo aquí? – le preguntó Sara – no me avisaste que vendrías.

- Quería darte una sorpresa.

- ¿Cuánto tiempo te quedas?

- Hoy y mañana, tengo que volver el Lunes. Así que tenemos que aprovechar el tiempo. ¿Estás lista?

- Dame un segundo.

- Te espero.

Como cabía esperar el segundo había sido aproximadamente de media hora. Se puede suponer que mal humorada como estaba Sara encerrada en la casa no estaba muy arreglada, y no dejaba de lamentarse que al llegar Sirius la hubiera encontrado sin maquillar y sin peinar.

La espera valió la pena, pues Sara salió preciosa. Se despidieron de Alice y sus compañeros y salieron.

Pasaron un día genial, almorzaron en un restaurante muy fino llamado "El unicornio plateado" en Kent. Era propiedad de un amigo de Sirius llamado Dedalus Diggle, quien para fastidio de Sara resultó ser amigo de Dumbledore.

En la tarde Sara acompañó a Sirius a Gringotts, para verificar las transacciones desde Viena.

- Me alegra mucho que estés aquí – le dijo Sara cuando salieron del banco y empezaron a caminar sin rumbo determinado por la calle muggle.

- A mi también – dijo Sirius que le llevaba abrazada muy naturalmente - ¿qué hora es?.

- Las cuatro de la tarde.

- Bien, aún tenemos tiempo.

- ¿Tienes algo planeado para la noche?

- Nada divertido – dijo Sirius con tono aburrido – estoy aquí para una reunión que va a haber hoy en casa de James. Harry va a dar una especie de reporte de lo que ha investigado. Parece que tiene muchas pruebas de lo que está ocurriendo.

Sara se detuvo de repente. Unas palabras le vinieron a la mente: "Mereces que te ponga atención absoluta Sara. Tu mereces lo mejor. Él nunca lo hará. Ahora dice que esta primero el postgrado y Lord Voldemort. Cuando esté de vuelta tendrás que compartirlo con Potter, su chica sangre sucia y el resto del clan de Dumbledore. Él es uno de ellos ¿no? ¿No prefirió acaso ir a sacar el postgrado por órdenes de Dumbledore que quedarse contigo? ¿Realmente quieres estar con alguien que le deba su fidelidad a Dumbledore? "

- ¿Qué pasa? – le preguntó Sirius deteniéndose a su vez.

- Claro, debí suponer que no estabas aquí por mi.

- ¿Qué quieres decir?

- Dumbledore te mandó a llamar para la reunión, ¿no?

- Bueno, sí, pero...

- De no haber sido por eso te habrías quedado en Bélgica, estudiando.

- Probablemente, porque Dumbledore fue quien tramitó que me cambiaran el examen del lunes para martes para que pudiese venir. –Sirius no entendía que le pasaba a Sara.

- Claro, y asumo que entonces James si sabía que venías este fin de semana.

- Sí.

- Y yo no.

- Bueno, sorprenderte a ti tiene ciertos alicientes que sorprender a James no tiene, y no me gustaría que los tuviera. ¿Qué te pasa?

- Nada, es sólo que acabo de darme cuenta de que Severus tiene razón en algo.

- ¿Snivellius? – Sirius recordó su conversación con Dumbledore y Moody antes de partir a la UIHDCAO y la mención a la Academia Riddle.

- Así que así va a ser, tendré que enterarme a medias sobre lo que te pasa porque prefieres hablar con James y además debo soportar que le des prioridad a Dumbledore que a mi, ¿no?

- Sara, eso es estúpido. James es mi amigo, y no hay razón para que te sientas amenazada por él o algo así. Tu eres lo más importante en mi vida, pero lo que está pasando en estos momentos es más importante que cualquier plan que pudiésemos tener. No me gusta mucho seguir a Dumbledore, pero si hay un mago que nos puede sacar de esto antes de que se convierta en algo peor es él. Preferiría quedarme contigo toda la noche, claro, pero...

- ¡Bien! Ve a alistarte para tu estúpida reunión con el metiche de Potter. No te atraso más.

Sara se alejó de él. Sirius la miró irse aún no muy seguro de que había pasado. Creyó que ella estaría feliz de verlo, y así le había parecido hasta el momento. ¿Qué rayos le había dicho Snape? ¿Qué le ocurría a Sara? No la siguió, pues sabía que no estaba de humor para conversar, así que decidió esperar hasta el día siguiente y se dirigió a la casa de James.

Cuando llegó sólo estaban James y Remus, por lo que les contó lo sucedido.

- Está celosa – dijo Remus al oír el relato.

- Quiere un contrato de exclusividad o algo así – dijo James en tono despreciativo.

- ¿Celosa? – Sirius dudó un momento, pero luego lo vio más claro que el agua.

- Claro que celosa – dijo James – Sara es muy egoísta, Sirius. Lo que ocurre no la ha inmutado lo más mínimo. No ha venido a casi ninguna reunión y dice que le estamos dando mucha importancia a algo que no lo tiene.

- Deberías hablar con ella – dijo Remus en un tono más consolador que el de James – tu tienes una influencia muy positiva en ella, tal vez te escuche y decide venir. Ya se le debe haber bajado el enojo. Te ha extrañado muchísimo. Tu estás muy ocupado allá, pero ella tiene mucho tiempo libre. Le gustaría tenerte solo para ella.

- Tal vez Remus tenga razón – dijo James- Dumbledore quiere involucrar más a Sara con esto, pues ella sería de gran ayuda con sus poderes extraños, pero no le ha hecho caso a nadie, ni siquiera a Alice, ha estado bastante más desagradable que de costumbre. Hay que ver como la tienes chico.

- Creo que voy a ir a buscarla – dijo Sirius levantándose para salir – espero que no retrasarme mucho y volver acompañado, pero háganme un favor: no mencionen la Academia Riddle hoy. Déjenme hablar de eso con Sara aparte. Mañana de ser posible.

- ¿Por qué?

- Luego se los explico. Ya me voy.

- Tranquilo, hablaremos con Harry para que no la nombre.

- Bien. Chao.

Sirius se subió en la moto, mientras Sara, en la casa miraba una foto suya muy enojada.


Sara se quedó sola, y sentía que su corazón latía con violencia. ¿Qué había sido aquello? No podía ser verdad... aquello era una pesadilla. De Ron podía soportarlo, de Harry tal vez... pero no de Draco.

"No puede ser verdad" se repetía constantemente, pero sabía lo que había visto en el rostro de su amigo. "Soy una estúpida, esto debe venir desde hace tiempo... pero no puede ser."

Sara se sentía extrañamente vacía. Necesitaba alejarse de esa casa, tenía que alejarse de él, no podía verlo ahora.

Antes de que se diera cuenta se apareció en Grimmuld Place.

- ¿Quién está ahí? ¡Sara! No dijiste que fueras a venir...- Lupin acababa de entrar a la habitación, pero se calló al ver la expresión de Sara y notar que tenía lágrimas en los ojos - ¿qué te pasa?

- No me puedo enamorar, Remus.

Lupin la miró sorprendido, y Sara empezó a llorar.

No hablaron esa noche. Lupin la había llevado a la habitación que estaba siempre preparada para ella y la había arrullado hasta que se había dormido. Fue un sueño intranquilo, como solían ser los suyos. Lupin se quedó con ella toda la noche.

A la mañana siguiente Sara se despertó sin haber descansado nada y vio el rostro cansado y trasnochado de Lupin.

- ¿Cómo te sientes? – le preguntó Lupin dándole una taza de té.

- Fatal.

- ¿Vas a decirme que te pasa?

- Tengo que volver al colegio, yo...

- Ya le escribí a Dumbledore. Puedes quedarte. A menos que de verdad quieras ir.

- ¡No!

- Sara, no voy a poder ayudarte a menos que me digas que te pasa.

- Sí, lo siento, me estoy comportando como una niña. He sido una estúpida, nunca debí permitir que pasara nada.

- Podríamos empezar con que pasó.

Sara le contó lo que había sucedido con Ron el día del ataque, la conversación con Harry a la orilla del lago y lo que había sucedido con Draco. Lupin la escuchó con atención todo el rato. Cuando Sara terminó su historia Lupin la miró con calma.

- Bien, aún no veo cual es el problema.

- ¿No?

- ¿Te gusta alguno de los tres?

- ¡Ese no es el punto! No puede gustarme ninguno de los tres, y no, creo que no me gusta ninguno.

- ¿Qué hay de malo en que alguno de ellos te gustara?

- ¿Todavía me lo preguntas?

- Sí –Remus no sabía porque aquello parecía ser una tragedia para Sara.

- Porque si alguno me gustara y yo le gustara tal vez alguna vez me pediría salir. Tal vez yo le diría que sí. Tal vez de verdad empezaríamos a salir y podría llegar a ENAMORARME. – Sara remarcó cada una de las sílabas de la palabra.

- ¿Y que hay de malo en eso?

- ¡No puedo enamorarme! Es demasiado peligroso... – el tono de Sara empezaba sonar desesperado.

- ¿Peligroso?

- ¡Usted lo sabe!¡Usted lo vio en ellos!¡El amor destruyó a mis padres! No puedo seguir el mismo camino que ellos. – Sara se había levantado y había empezado a gritar.

- Sara, ¿qué estás diciendo?

- ¡Es cierto! Todo lo que sufrieron, todo lo que pasaron, todo fue por haberse enamorado. ¡No puedo arriesgarme Remus!

- El problema con Sirius y Sara no fue estar enamorados, fue el tratar de negarlo y esconderlo y las personas que trataron de meterse entre ellos. No te puedes negar a un sentimiento tan importante como ese por que tus padres no hayan podido manejarlo, o no los hayan dejado.

- Lo he leído una y otra vez Remus, todo lo que mamá hizo, todo lo que papá hizo, si no se hubieran enamorado no habría ocurrido. Mamá no hubiera hecho todo lo que hizo. No puedo arriesgarme a caer en eso. – Sara se había vuelto a sentar y se había tapado la cara con las manos.

- No tienes porque caer en todo eso. Tu no eres tu madre, y la verdad tampoco eres Sirius, por más que te le parezcas o te le quieras parecer. Una cosa es el amor, y otra muy distinta el despecho o la estupidez.

- ¿Qué hago, Remus? En estos momentos no me puedo arriesgar con nadie, independientemente de si pueda enamorarme o no.

- Bueno, tal vez te estás ahogando en un vaso de agua, Sara. Pensémoslo con calma.

- Bien. – Sara se sentó recta y lo miró con un dejo de esperanza.

- Ron. ¿Crees que le gustas? ¿Te ha dado alguna señal de eso?

- Me besó.

- ¿Y? Tal vez solo se dejó llevar por el momento, se sentía mal, tu lo apoyaste, esas cosas pasan.

- De acuerdo. Me haces sentir mejor. En serio, no estoy siendo irónica. Siguiente.

- Harry. Hasta donde entiendo él no te ha dado ninguna señal de ningún tipo. ¿O si?

Sara se quedó pensando. ¿cómo había sido todo en el lago?

- No, creo que no – dijo Sara con expresión meditativa – sólo fue algo que dijo, pero no, la verdad no tengo razón para pensar que yo le guste.

- Excelente. ¿Entonces cual es el problema?

- ¡Draco! – Sara volvía a su tono desesperado, pero Lupin no cambió su tono calmado.

- ¿Draco? ¿Te ha besado como Ron?

- No

- ¿Te ha dicho algo como Harry?

- No.

- ¿Entonces?

- Ya te lo dije. Lo vi en su cara. Lo herí, dije que era estúpido pensar que yo le gustaba o que pudiera estar celoso.

- ¿Estás segura de que le gustas?

- No, creo que él lo cree, pero no puede ser en serio.

- Es curioso, por lo que me dices lo de Ron y Harry pasó hace una semana, y habías estado pensando en ello, pero lo de Draco pasó anoche e inmediatamente te apareciste aquí llorando. ¿Por qué?

- No me atrevo a herir a Draco. Sé que los otros lo pueden superar, pero él... Si lo hubieras oído, las cosas que dijo, fue horrible. ¿Y si por mi culpa vuelve a ser como era? ¿Y si se quedó vagando anoche por los jardines del colegio y le pasa algo?

- Me imagino lo desagradable que fue, pero tienes que hablar con él, aclarar las cosas.

- ¿Y que se supone que voy a decirle?

- La verdad. También deberías hablar con Harry y con Ron. Creo que el primero debe estar confundido, y el segundo me parece que está avergonzado.

- Creo que tienes razón, tal vez sea lo mejor.

- Quédate todo el tiempo que quieras, me parece que sufriste de una crisis nerviosa anoche. No deberías poner tanta presión sobre tu misma Sara. Eres una chica, tienes 14 años. Salir con chicos, enamorarte, es normal. –dijo Remus levantándose y disponiéndose a salir de la habitación – una cosa más: deberías deshacerte de ese diario. No puedes basar tu vida en la de Sara Parker, o no vas a vivir.

Lupin salió de la habitación dejando a Sara sola.

"No puedo deshacerme del diario Remus. Aunque quisiera. Me lo sé de memoria."


Sara fue a abrir la puerta de mal humor. Se encontró con la mirada penetrante de Sirius Black.

- ¿Qué haces aquí? Creí que ya estabas donde Potter.

- ¿Realmente crees que voy a pasar dos días en Inglaterra peleado contigo?

- Pasa.

Sirius entró en la casa, poniéndole un poco más de atención que en la mañana. Parecía que Sara había estado estudiando antes que el llegara.

- ¿Qué estabas haciendo?

- Decidí hacer algo provechoso con mi tiempo, estoy estudiando runas.

- ¿Runas?

- Sí. Dicen que el destino de las fénix está escrito en algún lugar en runas antiquísimas.

- ¿Y vas a buscarlas?

- No creo – Sara lo miró en silencio hasta que le preguntó:

- ¿Qué haces aquí?

- Vine por ti. Acompáñame a la reunión.

- Sirius...

- Por favor. Voy a tener que hablar, aún no me has visto usar mis conocimientos. Me ayudaría tenerte ahí.

- Como si necesitaras ayuda para hablar en públi...

- No me hagas ir solo.

- Pero no me gusta ir a esas...

- Espero a que te alistes todo lo que quieras.

- No, en serio...

- Y podemos ir a comer algo después de la reunión.

- ¿No estás molesto conmigo? – Sara estaba un poco avergonzada por como había actuado en el Callejón Diagon, pues una vez sola había podido pensar más fríamente las cosas.

- No. Si yo fuera tu tampoco querría compartirme con alguien. – Sirius sonrió con aire de suficiencia y Sara se rió.

- Presumido.

- No, en serio te entiendo perfectamente. – Sirius parecía dispuesto a seguir bromeando hasta que Sara accediera.

- Bien. Voy a alistarme.

Sirius llegó con Sara a la casa de los Potter justo a tiempo. Harry ya estaba ahí, con Moody y Dumbledore. Este último se quedó mirando fijamente a Sara con Sirius y ella le sonrió impertinentemente, dándole un beso a Sirius de manera que Dumbledore lo viera.

Se sentaron entre James y Lily y Alice y Frank. Alice pareció aliviada al ver a Sirius con Sara aparentemente de buen humor. James le había dicho que habían discutido y Alice empezaba a preguntarse si no encontraría la casa en cenizas después que esos dos hablaran.

- ¿Ya estamos todos? – preguntó Harry viendo a las personas congregadas en el salón de su casa. Habían empujado los sillones hasta las paredes y habían puesto almohadones en el piso. Sara conocía a la mayoría de las personas que estaban ahí solo de nombre o de vista, pues a pesar de soler ir a las fiestas del grupo y que Sirius era muy popular ella no le hablaba a casi nadie. Ahí estaban las ya conocidas Madeline y Rose, acompañada de Remus. Peter estaba al lado de Lily. Más allá había un negro alto y calvo que Sara conocía como Kinsgley Shacklebolt, y era un auror compañero de trabajo de James. Junto a él una chica llamada Hestia a quien Sara nunca le había hablado.

Sara habría seguido inspeccionando la sala, pero Harry estaba dispuesto a hablar.

- Bien. Tengo nueva información sobre la organización de Lord Voldemort. Para empezar ya sabemos cual fue su último movimiento, Jamie, por favor.

Muchos intercambiaron miradas intrigadas. Sara miró a Sirius y este todo lo que hizo fue sonreír a su amigo.

- La Klein Albanesa fue atacada hace unos días – dijo James – Un grupo de encapuchados atacó la guardia especial bajo el nombre de "mortífagos" y reclamaron la Klein para Lord Voldemort.

- ¿Por qué no se ha dicho nada de esto antes en las noticias? – preguntó Lupin, para quien eran noticias nuevas.

- No sabíamos nada – dijo Alice – Harry, ¿cómo se enteraron? Tu tampoco has publicado nada.

- La historia saldrá mañana – dijo Harry – no ha salido antes porque teníamos problemas con el gobierno albanés.

- Sólo tomaron media Klein. – dijo James – El gobierno albanés no quiso dar la alarma pues se enfrentarían a grandes problemas con la Confederación Internacional de Magos por lo mal custodiada que estaba la Klein.

- ¿Qué es eso? – preguntó Madeline revelando los pensamientos de muchos.

- Que hable el experto – dijo Harry señalando a Sirius, quien sonrió complacido por la atención, sabiendo que Harry podía haberlo explicado.

- La Klein de Poder es una especie de almacén de poder que permite funcionar a los lugares enteramente mágicos, como el Ministerio, St. Mungo y el Callejón Diagon. Supone la concentración de poder más grande que se pueda encontrar en algunos países. No son muchos las que la tienen, sólo los países del anillo Klein: Inglaterra, Escocia, Irlanda, Albania, Estonia Austria y Bélgica. Por supuesto, la nuestra está increíblemente custodiada, y para alcanzarla necesita mucho poder, más aún para manejarla.

- Creemos que la albanesa no es la única que quiere – dijo Harry – tenemos indicios de que quiere tomar varias, incluyendo la de Inglaterra.

- ¿Y para que la quiere? – preguntó Peter - ¿piensa deshacerse de los lugares mágicos o que?

- Si alguien alcanza la Klein y consigue tomarla – dijo Sirius en un tono que no denotaba nada bueno – tendrá más poder que cualquier otro en la Tierra. Si un mago es capaz de absorber el poder de la Klein podría apagar las estrellas.

- ¿Dónde está la Klein de Inglaterra? – preguntó Rose dirigiéndose a medias a Sirius a medias a Harry.

- En el Ministerio de Magia – dijo Harry – en la Sección de Misterios. Es la fuerza mejor custodiada.

- Pero es ilógico – dijo Sirius – Ningún mago tiene suficiente fuerza para resistirla. La Klein de Inglaterra es la más grande que hay, ¿cómo planea alcanzarla?

- Ha ido ganando mucho poder – dijo Harry – y planea conseguir el necesario para alcanzarla. Pero es cierto, necesitará muchísima más ayuda y muchísimo más poder.

- Creo que aún no he entendido bien eso de la Klein – dijo Sara interviniendo sin ningún comentario irónico, para sorpresa de todos - ¿cómo roban el poder?

- Imagínate una esfera de cristal de gran tamaño – le dijo Sirius volviéndose hacia ella y simulando con las manos que sostenía una bola de un poco más grande que su cara – blanca, luminosa e inmensamente pesada. Esa es la Klein. Si un mago fuera lo suficientemente poderoso podría tomarla y "envenenar"la magia pura que la custodia con algún tipo de magia negra y sustraer el poder que contiene. De la albanesa sólo extrajeron la mitad, seguramente todo lo que Voldemort pudo resistir.

- Entonces en estos momentos debe estar convaleciente – dijo Lupin.

- No necesariamente – lo corrigió Sirius- hay magia oscura que lo puede ayudar a restablecerse y absorber el poder rápidamente, y no creo que Voldemort la desconozca.

- Bueno, me parece que por más que quiera la Klein aún no puede conseguirla – dijo Lily – y deberíamos concentrarnos en que nunca esté en condiciones para conseguirla. ¿Qué mas ibas a decirnos Harry?

- Eso mismo Lily, Lord Voldemort aún no está en condiciones de tomar la Klein, y debemos impedir que lo esté.

- ¿Qué está haciendo mientras tanto? – preguntó Sirius.

- Cosechando seguidores en primer lugar – dijo Harry feliz de recuperar la atención y desviar la conversación de las Kleins, pues todos empezaban a distraerse pensando en ellas – tiene un grupo muy selecto de seguidores, ya sabéis, los que se hacen llamar mortífagos, pero quiere tener más, por lo que olvido la táctica de la Academia y decidió pasar al engaño y seducción. Sus mortífagos están haciendo un buen trabajo. Hay personas que han caído en esto en un intento de proteger a su familia o salvar su vida. Una de ellas fue localizada por mi equipo, y me dio un reporte bastante detallado de la organización de los seguidores de Voldemort.

- ¿Organización? – preguntó James extrañado - ¿tienes una especie de jerarquía?

- Probablemente – dijo Sirius – los magos oscuros que se consideran tan importantes sueles tener un gran ego, y les gustan las escalas de poder.

- La escala de poder está presidida por Lord Voldemort, como podrán adivinar, y todos están sometidos a sus órdenes y deseos. Los mortífagos son el grupo más cercano a él, todos unidos bajo un juramento de sangre y una especie de signo que sólo ellos conocen y pueden invocar llamado la Marca Tenebrosa. Están conectados entre sí con Lord Voldemort quien puede requerir su presencia de inmediato de una manera que nadie aparte de ellos conoce. Los mortífagos tienen una característica más importante: no se conocen todos entre sí y sólo son hombres. Lord Voldemort no confía en las mujeres, aunque dicen que tiene una favorita que está con él todo el tiempo. Después de los mortífagos están los familiares de los mortífagos, la mayoría son sus esposas. Luego los seguidores y fieles que confían en la doctrina de Voldemort libremente y los "comprometidos", que son aquellos como nuestro soplón, que han sido comprometidos con la causa y por alguna razón se deben ellos mismos a Lord Voldemort y deben estar bajo sus órdenes. Además están las legiones que quiere reunir, al parecer está en trato con los gigantes, los dementores y una serie de criaturas malignas con afanes de organización.

- Parece que es todo un personaje – dijo Sara quien a su pesar empezaba a interesarse en el problema.

- ¿Cómo piensa conseguir más poder? – preguntó Lupin – si su objetivo es la Klein...

- Tal vez piensa seguir con las Klein menores de otros países – sugirió James.

- Probablemente, pero de momento creo que planea hacer constar su poder sin necesidad de ellas – dijo Harry tristemente – quiere conquistar toda Inglaterra antes de tomar la Klein, de manera que sea sólo una demostración de poder, y una preparación para extenderse al resto de Europa, Asia, América, África.... Es muy poderoso, la única persona más poderosa que él en estos momento es Dumbledore, y si consigue más Kleins... no sé lo que podría pasar.

La reunión se mantuvo entonces en conversaciones sobre otras formas de poder que Lord Voldemort podría perseguir.

- Con ayuda de la magia negra son incontables las formas de conseguirlo – dijo Sirius – Lord Voldemort parece dispuesto a probarlas todas antes de la Klein.

- Más las que puede inventar él mismo, Sirius – dijo Harry – Los de la UIHDCAO no se las saben todas.

- Pero casi – replicó Sirius con una sonrisa. La reunión empezaba a desarmarse y convertirse en grupos aislados de personas comentando las últimas revelaciones. Sirius se volvió a Sara y le dijo - ¿Qué te pareció? ¿Hablé bien?, ¿genial?, ¿magnifico?, a ver, que otro adjetivo se me ocurre.... bueno, ¿Es un poco creído ese Lord, ¿no crees?

- Mira quien habla – le dijo Sara riendo – estuviste maravilloso. Ahora vámonos de aquí.

- Como usted mande, su alteza.


Sara se apareció en su casa a la mañana siguiente. El primero en hablarle fue el retrato de su tatatarabuelo.

- Draco no está.

- Bien – dijo Sara suspirando aliviada -¿le dijiste que estaba donde Remus?

- Sí, claro. Eso me pediste que hiciera anoche ¿no?

- Gracias.

- También le dije que venías hoy en la mañana. Y se levantó a las cinco de la mañana para irse.

- Genial, ¿va a evitarme todo el día?

- Probablemente.

Sara no replicó y fue dirección a la cocina. Se encontró con Dobby.

- ¡Señorita! Dobby no sabía que ya estaba en casa.

- Hola Dobby, ¿cómo estás?

- Bien, señorita. Draco dejó un mensaje para la señorita con Dobby. Dijo que Hagrid quiere que vayas a recoger a Gwinger y que hoy va a quedarse haciendo un trabajo en la biblioteca. Que no lo espere en la noche.

- Bien. Mejor me voy a clases.

Sara recogió su mochila y se fue rumbo al colegio. Tenía que hablar con los tres. Había pensado empezar por Draco, pero al parecer iba a tener que dejar al más difícil para el final.

No se concentró mucho en clase de Transfiguración y McGonogall la regañó montones, pero Sara casi no le hizo caso. En Pociones tampoco le fue nada bien, lo que era muy extraño.

- Ok, Sara ¿qué te pasa? – le dijo Snape al ver que la poción que debería estar totalmente espesa se escurría como agua líquida. Sara nunca había hecho mal una poción hasta ese día.

- Nada. – dijo Sara sin verlo, en un tono bastante evasivo.

- Parece grave – dijo Snape sacando un poco de poción con la cuchara y dejándola caer.

- No es nada, es que he estado pensando en muchas cosas, y...

- Ayer no viniste al colegio.

- ¿Alguna vez se ha enamorado?

Snape la miró extrañado por la pregunta. Lo había tomado por sorpresa.

- ¿Perdona?

- Sara repitió su pregunta.

- ¿Por qué?

- No, por nada, mejor olvídelo, voy a empezar la poción de nuevo...

- No puede ser...- dijo Snape bajando la cabeza, comprendiendo – así que es eso. Deja la poción, vamos a hablar.

- Pero...

Snape la apartó del caldero.

- ¿Quién es?

- Nadie, ninguno de los tres.... es que...

- ¿Tres? – Snape la miró asombrado.

- No son tres – Sara se rió – en realidad no sé si es alguno.

- Me tienes un poco confundido.

Sara le contó en resumen lo que había pasado y su conversación con Lupin. Snape la miró cada vez más serio.

- Así que tienes miedo de enamorarte.

- Sí.

- ¿De quien podrías enamorarte?

- No lo sé.

Snape sonrió un poco.

- Sí, si he estado enamorado. Una vez.

- ¿De quien?

- No estamos hablando sobre mi.

- Ok, no me diga.

- El amor es tan peligroso como crees Sara, y me alegra que quieras tener cuidado con él.

Sara se sorprendió, había creído que Snape trataría de convencerla al igual que Lupin de que no era así.

- ¿De verdad lo cree?

- No. Lo sé. Es tan peligroso como crees y tan destructivo como crees. Pero no es malo.

- Ahora es usted quien me está enredando.

- El amor es una fuerza muy poderosa, la más poderosa quizá. Y puede destruir tanto como construir. Depende de cómo se lleve. Por eso me alegra que quieras ser cuidadosa con él. Pero no que te cierres a él.

- Pero...

- Tienes miedo, lo entiendo. No estás enamorada de nadie, todavía.

- Ni voy a enamorarme de nadie, nunca.

- Eso es una posición completamente infantil, Sara. –dijo Snape en tono severo, luego suavizó la voz un poco- No estás lista para enamorarte, bien, pero algún día lo estarás. No puedes elegir en realidad si enamorarte o no, o si desenamorarte... créeme, porque yo lo intenté.

- El amor puede construir... bueno, tal vez ese no sea mi caso.

- Estás siendo tan terca como Sara – dijo Snape – eres una niña Sara, no sabes de lo que hablas, crees que lo sabes, pero no es así. Mírame. Yo sé de lo que habló. De no ser por eso no estaría aquí.

- ¿Y en que le sirvió el amor a mis padres, ah?

- ¿De donde crees que saliste tu, Sara? - Snape había levantado la voz al decir eso último. Se hizo un silencio algo incómodo.

- Bien, no estoy lista para enamorarme, ¿qué me sugiere que haga?

- Habla con Draco.

- ¿Pero y...?

- Tu y yo sabemos que aquí el del problema es Draco.

Sara bajó la cabeza.

- Vete, la próxima vez haremos esa poción de nuevo. No quería tratarte tan rudamente, pero... algún día lo entenderás.

- No, gracias por hacerlo – le dijo Sara recogiendo sus cosas- tal vez eso era lo que necesitaba.

- De nada.

Sara se dirigió a la puerta, y cuando estaba a punto de salir se volvió:

- Fue de mamá, ¿verdad?

Snape no le contestó y Sara salió sin esperar la respuesta. Snape sonrió melancólicamente un momento. Después se puso serio y se dirigió al fuego, lanzando un poco de los polvos que tenía al lado.

- ¡Lupin, tenemos que hablar!


- ¿Y que te pareció la reunión? No estuvo tan terrible, ¿verdad? – Sirius había llevado a Sara a un restaurante-mirador en Winchester. Era una noche sin luna, como las que sabía que a Sara le gustaban.

- No me gustan las reuniones de Harold – dijo Sara en tono algo despectivo – pero estuvo interesante, aunque aún no entiendo eso de las Klein.

- ¿No? – Sirius la miró como si fuera lo mas normal – no es algo tan complicado, pero en un inicio se enreda un poco.

- Sí, señor experto.

- ¿No querrá su alteza que se lo explique? – a Sara le gustaba cuando Sirius le decía "princesa" o "alteza". Sabía que era en alusión a su ascendencia real. Solía molestarle en otras personas, pero le gustaba como sonaba en la profunda voz de Sirius.

- La verdad es que sí.

- Bueno, no sé como empezar...

- ¿Cómo es eso de que son fuentes de poder de los lugares mágicos? Para mí eso no tiene el menor sentido.

- ¿Recuerdas la entrada al Callejón Diagon desde el mundo muggle?

- Sí – dijo Sara

- Bueno, las Klein tienen el poder que permite abrirse el pasillo de entrada en la parte trasera del Caldero Chorreante, por ejemplo. – dijo Sirius, pero por la expresión de Sara supo que aún no lo tenía claro.

- ¿Llevaste estudios muggles? – le preguntó Sirius encontrando una mejor manera de explicarlo.

- Sí, - dijo Sara haciendo memoria – los escogí porque no tenía que usar la varita en ellos.

- ¿Recuerdas lo de la electricidad? Todas las cosas de los muggles funcionan por electricidad. Ellos tiene enormes plantas eléctricas, de donde sale la electricidad que mandan por medio de cableados al resto del mundo muggle.

- Sí, lo recuerdo.

- Bien. Las Klein son nuestras plantas eléctricas, que en lugar de electricidad tienen poder, y en lugar de ser enormes construcciones y torres son esferas de cristal.

- ¿Y cómo hacen los países que no tienen Klein?

- Tienen otras formas de energía, son parecidas, pero cada lugar mágico tiene la suya. Son más lógicas y más seguras si alguien quiere robar Kleins, pero los países del anillo Klein sufren de alardes de grandeza y quisieron tener energía a lo grande. No me preguntes porque se llaman "el anillo Klein", porque no tengo la menor idea.

- Ok, creo que ya lo capto – dijo Sara, pero una nueva interrogante vino a ella en ese momento – Harold dijo que Dumbledore es más poderoso que Voldemort, ¿no?

- Teóricamente hablando –dijo Sirius- así es. Pero Dumbledore no usa artes oscuras y Voldemort sí, así que en un duelo por ejemplo, estarían muy igualados.

- Las artes oscuras son más poderosas, eso ya lo sé, lo decía porque...

- Eso no es cierto, las artes oscuras no son más poderosas – la interrumpió Sirius- si se sabe usar la magia blanca puede ser más poderosa todavía.

- Como sea – dijo Sara sin darle importancia al asunto- lo decía porque si todo el lío es que Voldemort coja las Klein, ¿por qué no las coge Dumbledore y ya?

- Uno, porque supondría paralizar el mundo mágico. Dos, porque para robar el poder de una Klein se necesita usar magia oscura.

- ¿Por qué?

- Está protegida por fuertes conjuros de magia blanca y sólo pueden romperse con magia oscura.

- ¿Y si se roban esas, no pueden hacer otras?

- No es tan simple Sara, ¿de donde se va a sacar tanto poder de nuevo? Las Klein se han ido llenando poco a poco conforme el mundo mágico ha ido creciendo... si alguien se las roba...

- Esa es otra cosa que no entiendo, ¿cómo se la roban? ¿Se llevan la esfera, la vacían, la manipulan...?

- Creo que las tres opciones son viables una vez que alguien es capaz de tomarlas – dijo Sirius- pero Voldemort las está vaciando, absorbiendo él mismo la energía. Por eso es que le va a llevar más tiempo, porque no puede absorberlo todo de una vez, se mataría.

- ¿Alguien puede hacerlo? ¿Resistir las Klein?

- Al parecer él puede – dijo Sirius todavía un poco incrédulo – supongo que Dumbledore al igual que él, dejando largos periodos entre toma y toma... y tu, por supuesto.

Sara lo miró asombrada.

- ¿Estás de broma?

- No, eres más poderosa que Dumbledore, ¿no? Bastante más de hecho que cualquier mago corriente. Se supone que con tu poder podrías absorberlas.

- ¿Cómo sabes eso?

- En la UIHDCAO estudiamos "Fuerzas Poderosas de la Magia Moderna" – dijo Sirius sonriendo – y en esa materia se ven las escalas de poder de los miembros de la comunidad mágica, lo que te incluye.

- Genial, asumo que presumiste mucho diciendo que me conocías.

- ¿Tú que crees?

- Sara se sonrió.

- Es bueno tenerte de vuelta – le dijo suavemente.

- Me parece que este tema me gusta más que las Klein – dijo Sirius sonriendo. Se había estado recargando sobre las patas traseras de la silla con aire de entendido aclarando una materia, pero al decir esto había vuelto las cuatro patas de la silla a su posición normal y se había recargado sobre la mesa.

- Te he extrañado mucho. – dijo Sara quedamente, acercándose un poco más.

- Yo también te he extrañado montones – Sirius tomó su mano por encima de la mesa y la estrechó con cariño- pero ya estoy aquí.

- Por dos días.

- Algo es algo – dijo Sirius a pesar de que él también lamentaba tener tan poco tiempo con ella.

- Y ya pasamos una noche en una reunión en casa de los Potter hablando de las Klein.

- Mañana será todo el día sólo de nosotros dos, te lo prometo, en compensación por la reunión de hoy. Sé que no querías ir y fuiste por mi. También iremos a cenar antes de que me vaya.

- Todos los días podrían ser sólo de nosotros dos – dijo Sara en un tono muy sugestivo. Sirius sonrió.

- Suena muy tentador, pero ya sabes que tengo que terminar el postgrado, es una gran oportunidad sacarlo en seis meses. Al menos los prefiero al año y medio que podrían ser.

- Puedo ir a Bélgica... – sugirió Sara.

- También me encantaría tenerte allá, pero tienes que quedarte por si algo sucede.

- ¿Y que se supone que voy a hacer si algo sucede? – dijo Sara apartándose.

- No lo sé. Tu eres la princesa.

Sara se rió, no sabía porque Sirius siempre lograba sacarle el mal humor, hacerla sentir bien, convencerla de cosas que otros no podrían.

- No debería dejar que me hagas esto Sirius – dijo medio en serio medio en broma - ¿cómo haces para convencerme siempre de todo? Algún día voy a cometer alguna locura por ti.

- Se miraron a los ojos una manera muy especial. Por alguna extraña razón, sus últimas palabras habían sonado a premonición, y la sensación que vino con ellas no les gustó para nada.

- ¿Qué tipo de locura? – preguntó Sirius con interés.

- Deberías venir más a menudo – le dijo Sara evadiendo el tema de las locuras. ¿Era una premonición aquello?

- Lo intentaré tan duro como intenté aprender a cocinar, te lo prometo.

- ¿Cocinar? – Sara se rió abiertamente – no me imagino a Sirius Black con un delantal y el pelo lleno de grasa.

- ¡No te rías! Cocino relativamente bien...

Sara continuó riéndose.

- Y existen redecillas para el pelo – dijo Sirius en un tono que dobló la hilaridad de su chica.

- Ya, dejémonos de payasadas – dijo en un tono más serio cuando Sara dejó de reír – te lo prometo, vendré cada vez que pueda, en serio. No es ningún sacrificio. Al contrario.

Sirius la besó como si quisiera sellar su promesa... aunque tal vez sólo fuera una excusa para besarla.


Snape había llegado a Grimmuld Place rápidamente. Lupin lo miró aparecer alarmado.

- ¿Qué ocurre? ¿Le ha pasado algo a Sara? – Snape sólo le hablaba sobre Sara. Tenían una especie de acuerdo sobre la muchacha: los dos tenían igual derecho sobre ella, uno como amigo de su madre y el otro como amigo de su padre. Si había que hacer algo sobre ella o tomar alguna especie de decisión, era cosa de los dos.

- Como si no lo supieras.

- Oh, ¿el asunto del amor?

- Sí, eso mismo.

- ¿Habló contigo?

- Hizo la peor poción de su vida. Después habló conmigo.

- ¿Qué le dijiste? – preguntó Lupin con desconfianza, dudando que Snape fuera bueno para dar esa clase de consejos.

- ¡Eso no importa! – dijo Snape quien no estaba de muy buen humor y tenía prisa, pues tenía más clases que dar ese día – Dumbledore se va a dar cuenta pronto.

- No necesariamente.

- Antes de pociones tuvo Transfiguración – Snape remarcó la última palabra.

- En ese caso si no lo sabe ya lo sabrá pronto – dijo Lupin adquiriendo el mismo aire preocupado de Snape- Minerva es muy perceptiva.

- ¿Sabes lo que eso significa, no?

- Sí, pero no sabemos como a reaccionará con Sara ahora.

- Lo mejor es que no haga nada.

- Sara tiene mucho problemas Severus, lo sabes. Alguien tiene que hacer algo para ayudarla.

- ¿Qué clase de problemas? – preguntó Snape. No es que él no los hubiera notado, pero quería saber si había más de los que él temía.

- Defectos de carácter y un miedo terrible del pasado. Pareciera que Dumbledore no se da cuenta de eso, y debería.

- ¿Piensas que deberíamos decírselo? Porque tenemos que hablar con él. Al menos yo voy a hablar con él. No puedo permitir que intervenga otra vez. Ya causó bastante daño con Sara y Black.

- Gracias por el recordatorio, Severus – dijo una voz detrás de ellos.

Dumbledore entró en el salón en el que estaban y continuó hablando.

- No lo necesitaba, ya sé que lo que pasó fue culpa mía. Por eso no pienso intervenir para nada en la vida de Sara.

- No tiene que – dijo Snape en un tono de furia – hizo tan buen trabajo con Sara Parker que aún funciona en Sara Black.

- ¡Severus! – dijo en tono de advertencia Lupin. Snape retrocedió para tratar de tranquilizarse – Dumbledore, está bien que no intervenga en la vida amorosa de Sara pero la chica tiene muchos problemas, ¿de verdad no piensa hacer nada para ayudarla?

- Sara es una chica excepcional – dijo Dumbledore – y no tengo razones para creer que vaya a seguir el camino de su madre.

- Claro que no va a seguir el camino de Sara – dijo Snape interviniendo de nuevo- porque sus problemas son muy distintos.

- Dejaré que se enfrente a ellos – dijo Dumbledore quien en realidad confiaba en que Sara era bastante normal, comparada con su madre.

- No es Harry – dijo Lupin en voz baja.

- ¿Perdona, Remus?

- ¡No es Potter! – dijo Snape – eso es lo que dijo. Potter es lo suficientemente arrogante para encargarse de sus problemas.

- Lo que quería decir es que Harry ha demostrado una gran capacidad de sobrepasar sus problemas solo, aunque haya estado bajo una atenta atención. –dijo Lupin lazándole una desagradable mirada a Snape – pero Sara tal vez no la tiene, o tal vez requiera un poco más de atención.

- Sara también tiene esa capacidad – dijo Dumbledore – lo ha hecho toda su vida.

- ¡Puede sobrevivir sus propios problemas, pero está cargando con algunos que no debería! No puede cargar con los errores de su madre todo el tiempo –replicó Lupin.

- O con los errores que otros cometieron con ella. –añadió Snape.

- Vamos a ver – dijo Dumbledore frunciendo el ceño – creí que no querían que me metiera en la vida de Sara, para que no la arruinara como la de su madre.

- El problema Dumbledore – dijo Snape avanzando hacia él – es que al arruinar la vida de Sara madre arruinó de una vez la de Sara hija.

- Severus, sería mejor que te calmaras – dijo Lupin sabiendo que así no iban a llegar a nada – el problema aquí es que Sara no es tan perfecta como quisiéramos creer. Tiene muchos problemas. Es una chica muy confundida,

- Vive torturada por el pasado – añadió Snape.

- Es obsesiva con todo, de manera casi enfermiza con lo que tiene que ver con sus padres.

- Tiene un espíritu muy vengativo.

- Es impulsiva por más que trate de controlarlo.

- Y es terca

- Y tiene demasiada iniciativa.

- Y....

Snape y Lupin podrían haber continuado con la lista de defectos de Sara. Pero Dumbledore los detuvo con un gesto y un suspiro muy sentido.

- Ya sé que Sara es todo eso, pero no soy yo quien puede hacer algo al respecto.

- ¿Qué quiere decir? – preguntó Snape

- Ella confía en ustedes, y ustedes parecen muy bien informados de lo que le pasa y lo que necesita. No voy a meterme de nuevo, porque como bien me ha recordado Severus es mi culpa que estemos en esto. Me alegra que ya hayan comenzado a trabajar en equipo, que era lo que venía a proponerles. Delego en ustedes (en ambos de manera compartida) la responsabilidad de ayudar y guiar a Sara.

Snape y Lupin lo miraron sin creer lo que había dicho e intercambiaron una mirada en la que se podía leer claramente una expresión despreciativa como: "¿trabajar con ese?".

- Me parece que tienen mucho trabajo por delante – dijo Dumbledore saliendo de la habitación.

Snape y Lupin se miraron con bastante recelo. Lo que tenían que hacer por la hija de sus amigos.


¿Qué les ha parecido? Espero que les haya gustado. Sara y Sirius parecen estar mucho mejor. ¿Y el conflicto de Sara Black? ¿Qué opinan al respecto?

Les recuerdo que estoy actualizando mis otras historias, por si quieren darles un vistazo.

Espero sus comentarios y críticas constructivas!!!

Sara Fénix Black.