¡¡¡¡¡ Hola a todos!!!!!!!
No puedo creer que de verdad estoy publicando el final de la segunda parte… Estoy muy feliz, gracias por su apoyo y sus reviews, me animan mucho y espero que les guste este capítulo…
Aunque pensándolo bien… bueno, espero que tengan piedad de mi por lo que hice.
Los personajes son propiedad de Jk Rowling y no hago esto con fines de lucro.
Contesto los reviews al final. Este chap es muy largo, espero que no les moleste. Cuando empiecen a leer probablemente no entiendan lo que sucede, así que les aviso que es un disturbio temporal, o sea, empiezo por el final del chap y luego me devuelvo a explicar lo que pasó. ¿Por qué? Hum…¿Capricho de la autora? Temporalmente la parte de Sara Parker empieza más o menos un mes después de donde había quedado el chap anterior. Sin entretenerlos más los dejo con el final de la segunda parte de "SFP&SFB: la noble casa Black y el destino de las fénix".

- ¡Sara!

- ¡No puedo creerlo! No de ti… sabía que Potter no me soportaba, y que Dumbledore le gusta usarme y no decirme para que… pero tu… tu…

- ¡Sara! Déjame que te explique que pasó.

- ¡No! No hay nada que explicar. No confías en mí, ya lo capté.

- ¡Sara!

- Hace tiempos que debí hacerle caso a Severus, él me dijo que pasaría esto – dijo más para sí que para Sirius, quien no alcanzó a oírla.

Sara se había puesto al abrigo a la carrera y salía de la casa Evans con una rapidez asombrosa. Sirius la seguía.

- ¡Sara, yo sí confío en ti! No es eso… Sara, yo…

- ¡No te unas! – Sara se detuvo, le dio la cara a Sirius, quien pudo ver que la chica estaba llorando y le dijo en un arrebato – si me amas, si confías en mí, no te unas a la Orden, quédate conmigo. Apóyame en esto.

- Sara, no puedo, -Sirius la miró sorprendido de sus demandas, - ¿como me pides eso? Además, le di mi palabra a James que habló con Dumbledore para que yo…

- Lo sabía… –Sara cerró los ojos y se apartó de él caminando hacia atrás lentamente- aléjate de mí, Sirius Black. Terminamos.

Sara dobló rápidamente en la esquina de la casa y cuando Sirius la siguió no pudo encontrarla.

Sara se apareció a varias cuadras de ahí y logró llegar a su casa. Entró destrozada, no podía creer lo que había pasado. ¿Cómo había podido Sirius hacerle eso? Se tiró en la cama a llorar, y notó que había una carta sobre la almohada. Era de Snape. La abrió con cuidado y la leyó. Se quedó pensando. Luego, como inspirada por una prisa inusitada sacó una maleta. Tomó su varita, pero no pudo recordar el hechizo para empacar, así que chasqueó los dedos. Tomó un pedazo de pergamino y escribió una nota. Finalmente cogió su maleta y se acercó a la chimenea. Prendió el fuego y cogió un poco de polvos Flu de la cajita en la repisa. Dio una última mirada al apartamento y tiró los polvos a las llamas, que se volvieron verdes.

- ¡Milford Haven, 45st. 899!

"Querida Alice:

Me voy. Tengo que salir de aquí, alejarme de todo, alejarme de la Orden, de Dumbledore, de Sirius...

Has sido una gran amiga y si de algo me voy feliz es de haberte conocido y haber compartido estos meses contigo. Lamento haber molestado tanto y haber pasado tantos días de mal humor, porque sé que te molestaba.

Quiero que sapas que en estos tiempos tan peligrosos que estamos viviendo, nunca dejaré que te pase nada malo, ni a ti, ni a Frank, ni al pequeño Neville o la pequeña Ann. Haré todo lo que esté en mis manos para ayudarlos. Te lo juro. Si necesitas algo, no dudes en escribir.

Con cariño, afecto y aprecio,

Sara Fénix Parker. "

Tres horas antes...

- ¡Ya llegó! – dijo Lily a James al oír a Sirius estacionar la moto afuera – deberíamos hablar con él antes de la reunión.

- Lo mismo estaba pensando – dijo James que iba a salir, pero se detuvo de repente – oh no, debí decirle específicamente que no la trajera.

- ¿Sara?

- Sí.

Sirius y Sara entraron felizmente a la casa Evans. Ya había pasado más de un mes desde que el poder de meterse en las mentes de las personas había evolucionado y Sara se encontraba bien de nuevo. Sirius la había cuidado durante el proceso –había congelado el postgrado, con todo lo que estaba pasando iba a quedarse un tiempo en Inglaterra y luego terminaría de sacarlo en la forma normal, o sea, en un año y medio- y ahora había entre ellos una conexión aun más especial, pues al haber Sara ocupado completamente su mente, cuando estaban cerca se conectaban, sin tomar en cuenta la ya intensa química que había entre ellos.

La actitud de Sara había cambiado mucho desde que había descubierto lo de Bellatrix. Había estado muy interesada en lo que sucedía y trabajaba insistentemente investigando, haciendo guardias y hasta estaba dispuesta a pelear de ser necesario. Había enseñado a Alice varias formas de lucha y la ayudaba mucho con las investigaciones del periódico sobre Voldemort. Además, se había puesto en contacto con las amistades que había hecho en sus viajes, creando contactos alrededor de todo el mundo.

Sara se dirigió hacia Lily y le dijo:

- ¡Mira lo que encontré! Estaba revisando mi biblioteca en busca de un libro que se que traje de China que se llama "Balance de poder : análisis de la magia oscura" y lo encontré. Creí que podía interesarte.

Lily cogió el libro que le tendía Sara y leyó el título intrigada: "Marcas de sacrificio".

- ¿Por qué pensaste que podía interesarme? – le preguntó Lily ojeándolo.

- No lo sé – dijo Sara encogiéndose de hombros – a ti te interesa todo eso de magia antigua.

James estaba con Sirius y hablan sobre el último partido de Quidditch cuando Sirius sintió una extraña sensación. Ya la conocía, se producía desde que Sara se había metido completamente en su mente y se había desmayado. Era una conexión extraña. Sirius sabía porque le había llevado ese libro a Lily.. pero no lo entendía. Miró a Sara intrigado, y ella le sonrió.

- ¿Premonición? – le preguntó Sirius sin emitir ningún sonido, solo moviendo los labios.

Sara asintió con la cabeza.

En eso empezaron a llegar más personas. Llegaron Frank y Alice, Peter, Remus y Rose, etc...

James parecía disgustado, pues cada vez que quería hablar con su amigo sobre aquello tan importante este se distraía con Sara o con algún recién llegado.

Dumbledore y Moody llegaron juntos. Sara los saludó fríamente, nunca le gustaba encontrarse con Dumbledore, menos de sorpresa.

- ¿Por qué vinieron? – le preguntó Sirius a James tras saludar efusivamente a Moody – que yo recuerde no estamos celebrando nada en especial.

- La verdad en que sí – le dijo James de mal humor – y no se suponía que trajeras a tu novia.

Sirius se quedó mirándolo como si le hubiera hecho una gran revelación.

- ¿Sirius? ¿Qué pasa? – le preguntó James.

- ¿Puedes repetir lo que dijiste?

- ¡Dije que te pedí que vinieras tu! No que trajeras a Sara.

- No, no – Sirius no le preguntó que era aquello especial que quería decirle- dijiste que no debía traer a mi novia.

- ¿Qué importa como lo dije? – dijo James sin comprender.

- Es sólo que... nunca nadie había dicho que Sara fuera mi novia. – dijo Sirius mirando a la chica que hablaba con Remus animadamente al otro lado del salón. Pudo sentir esa extraña simpatía que ella sentía por su amigo.

- Bueno, ¿es tu novia, no? – le dijo James.

- La verdad nunca se lo he preguntado – dijo Sirius pensativo – creo que voy a preguntárselo ahora. Hasta el momento somos sólo… bueno, un poco más que amigos.

- Pero Sirius, tenemos que hablar.

- No tomará mucho rato. Después seré todo tuyo, Jamsie. – le dijo Sirius con una sonrisa. James le sonrió resignado.

Sirius trató de acercarse a Sara, pero esta estaba muy entretenida hablando con Remus.

- Sara, necesito hablar contigo.

- Ya voy, Sirius – le dijo Sara sin volverlo a ver – aun no puedo creer que Pet de verdad se vaya a casar con Vernie.

- Llevan años saliendo – dijo Remus riéndose –tu te perdiste cuando él se enteró de que Lily era bruja...

- ¿Por qué estás tan impaciente? – le dijo Sara a Sirius volviéndose de repente, aunque Sirius no había hecho ningún gesto de impaciencia, lo había sentido.

- Tengo que preguntarte algo.

- Ok – le dijo Sara extrañada. En eso Lily se acercó a ellos:

- Ya es hora Remus. Vamos allá.

Lily le señaló una puerta al final de la sala, que Sara sabía conducía a la oficina del papá de Lily en la casa. Remus miró alternativamente a Sirius y a Sara y siguió a Lily extrañado. Sirius y Sara vieron extrañados como Lily y Remus entraban por la puerta, seguidos de Dumbledore, Moody y un James que miró a Sirius imperiosamente.

- ¿Por qué no les dijiste a ellos? – le preguntó Remus a Lily cuando ya no podían oírlos.

- Porque no están en la célula todavía – le dijo Lily – ahora vamos a discutirlo.

James venía discutiendo con Dumbledore, y cuando se sentaron en la oficina que Lily había preparado para la reunión Dumbledore le dijo:

- Esta es una de las razones. No te puso atención para ir con Sara, si Sara no entra y él sí vamos a tener siempre ese problema.

- ¡No es cierto! – le dijo James enojado- Sirius no es así, Dumbledore, usted no lo conoce.

- Lo necesitamos – dijo Moody uniéndose a la conversación – para algo lo mandamos a Bélgica.

- Dumbledore, Sirius es de plena confianza – dijo Remus entendiendo la discusión- no estaríamos completos sin él.

- Sí, Dumbledore, es cierto que puede ser impulsivo y algo rebelde – dijo Lily- pero una vez comprometido con algo no lo deja. Menos con nosotros, y menos después de lo que esa gente le hizo a Harry.

- Yo le doy fe de él Dumbledore – le dijo James- es más que mi amigo, es mi hermano, el único hermano que me queda. Yo le doy mi palabra de que Sirius será un digno integrante de la Orden del Fénix.

Dumbledore miró aquel grupo vencido. Todos deseaban y pedían la entrada de Black al grupo.

- Si tu lo respaldas con tu palabra, James – le dijo Dumbledore lentamente- está bien.

Mientras tanto...

- ¿Qué irán a hacer? – preguntó Sara extrañada

- Ni idea – dijo Sirius- pero James dijo que hoy había algo importante.

- Bueno, ¿qué te pasa? – le preguntó Sara.

- Sara, ¿eres mi novia?

Sara se quedó mirándolo sorprendida.

- ¿A que viene esto? – le preguntó Sara – llevamos que.. ¿dos meses? saliendo. No lo sé, digo, nunca me has pedido que sea tu novia...

- ¿Quieres ser mi novia?

Sara lo miró y se rió.

- A veces eres tan extraño Sirius... siempre logras sorprenderme. Pero si quieres que sea tu novia... deberás pensarte una mejor proposición.

- Sara Fénix Parker, ¿me darías el honor de ser mi novia? - le preguntó Sirius tomándola de las manos y hablándole tan cerca que ella pudo sentir su aliento suave, dulce y acariciador en su rostro. Antes de contestarle lo besó.

- ¿Eso es un sí? – le preguntó Sirius. Sara le sonrió y lo besó de nuevo.

- ¡SIRIUS BLACK! ¡TENGO QUE HABLAR CONTIGO!

James había aparecido de nuevo por la puerta y le dirigía a Sirius y Sara una mirada gélida.

- Creo que James está un poco alterado – dijo Sirius resignadamente – mejor voy a ver que quiere.

- Claro – le dijo Sara en el tono seco que solía usar cuando Sirius la dejaba para ir a hablar con James – y si vas a pedirme que sea tu novia, que no esté Potter cerca, por favor.

A penas los vio empezar a hablar, buscó a Alice entre la multitud para contarle lo que acababa de pasar.


- ¡Draco! ¡Y llegaron los resultados! – Sara acababa de recibir dos sobres que contenían sin lugar a dudas los resultados finales. Entró en el cuarto de Draco precipitadamente, pero se detuvo al verlo empacando.

- ¿Y bien? – Draco esperaba que Sara abriera las cartas, pero la chica veía las maletas -¿Sara?

- ¡O sí! – la chica salió del trance- perdona, es sólo que no me acordaba que era ya mañana... ten la mía.

Ambos chicos abrieron la carta del otro y la leyeron en silencio, sin ninguna expresión en rostro. Luego se miraron el uno al otro.

- Sobresaliente en Encantamientos, Defensa, Pociones y Herbología – le dijo Sara con una gran sonrisa – el resto Excede Expectativas. ¡Felicidades!

- Gracias, me fue mejor de lo que esperaba – dijo Draco sonriendo – las tuyas tienen una pequeña sorpresa... sobresaliente en todo menos en... Estudios Muggles.

- ¿Qué? – Sara se quedó helada.

- Aparentemente olvidaste mencionar la internat en los grandes inventos de los que hablaste en el examen.

- Internet – dijo Sara aún sin creerlo – es imposible. ¿Cómo se me pudo olvidar?

- Bah.. estoy bromeando – le dijo Draco dándole la carta – sobresaliente en todo.

- ¿De verdad? – Sara lo miró con renovada esperanza.

- Sí.

Sara lo abrazó efusivamente, pero después se alejó como si la hubiera electrocutado.

- ¡Cómo pudiste decirme eso! Casi me da un paro... olvidar la Internet...

- La carta si trae una sorpresa para ti. Parece que te dieron permiso de presentar el examen de aparición a pesar de tu edad.

- ¿Y para que quiero el examen? Ya me aparezco en todo lado.

- Para que sea legal.

Sara se rió.

- ¡Draco Malfoy defiende las leyes inglesas!

- Cállate y ayúdame a empacar.

- Como quieras. – Sara chasqueó los dedos y todo estuvo empacado en un minuto.

Era el último día de Draco en Inglaterra antes de su viaje a Francia. Lo pasaron como un día bastante normal. Habían prometido que no harían de aquello una tragedia. En la noche llegaron Tonks y Lupin. Al día siguiente en la mañana Moody y Schaklebolt. Draco tenía que viajar con escolta hasta el ministerio, donde se había preparado un translador especial para él.

- No vuelvas lleno de malas costumbres francesas – le dijo Phineas antes de que saliera. Draco le sonrió.

- Cuida a Sara, ¿ok? – le dijo en voz baja al pasar junto a su cuadro, Phineas asintió.

- ¡Señor! – una aguda voz detuvo a Draco, mientras Sara lo esperaba afuera. Draco se volvió y se encontró con Dobby, quien lo veía aprehensivamente,

- ¿Qué?- preguntó Draco algo bruscamente.

- Dobby le preparó algo... por si no le gusta la comida francesa. – el elfo sostenía un paquete en las manos y se lo daba tímidamente. Draco lo miró dudando- Dobby sabe que no le gusta mucho la comida extranjera.

Draco tomó el paquete todavía serio. Dobby le hizo una reverencia y retrocedió.

- Buen viaje.

- Gracias – dijo Draco secamente, y salió de la casa. Pero Dobby se dio por recompensado.

Sara no sabía como pensaban ir al ministerio, pero ella tenía lista la moto.

- No. De ninguna manera Sara – le dijo Moody – por el aire es muy peligroso, más ahora que los mortífagos saben que tienes la moto y que puede ser totalmente invisible. Ahora habrá que ponerle más medidas de seguridad.

- ¿Y por qué no me dijiste eso cuando sucedió? – le dijo Sara frunciendo el ceño molesta – ya la tendría a punto.

Sin hacer caso a las protestas de Sara se dirigieron al despacho de Dumbledore, quien estaba ya en el Ministerio asegurándose que estuviese a punto.

- Viajaremos por la red de polvos flu desde aquí – dijo Lupin – Moody y Kinsgley irán primero, para asegurar la vía. Tú y Draco pasarán después y Tonks y yo iremos de últimos. Lo haremos rápido, cuidado con salirse antes, cambiar de chimenea o llamar de alguna manera la atención.

- Bien – dijo Draco alzando la maleta –hagamos esto rápido.

Pronto se encontraron en el Ministerio, en el Nivel seis, Sección de Transporte Mágico. Dumbledore los esperaba al lado de Cornelius Fudge y una mujer que Sara no conocía y le fue presentada como Madame Olimpia Máxime.

A Draco no le gustaban las despedidas, pero no pudo evitar que Tonks le diera un abrazo y le dijera "cuídate" despeinándole el cabello. Draco se lo acomodó con un rápido movimiento. Lupin le deseó buen viaje y Sara lo abrazó más largamente que Tonks y le dijo:

- Cuídate y escríbeme ¿si? Tómate el tiempo que necesites.

Draco no le dijo nada, pero miro detenidamente Sara y ella pudo notar algo en sus ojos muy cercano a la de un animal que van a poner en libertad, pero que no quiere ser libre.

- ¿Nos vamos, Draco? – dijo Madame Maxime

Draco asintió y recogió las maletas. Sara se acercó a la semi-gigante y le dijo:

- Confío en que usted va a cuidarlo. Si no, le aseguro que nos veremos de nuevo.

Madame Máxime la miró sorprendida por la frialdad de las palabras. Luego la chica la abrazó y le sonrió educadamente. Finalmente Draco y ella tomaron la jarra de plata que debía funcionar de translador internacional y Sara vio desaparecer a su amigo por un tiempo que bien podía ser muy largo, pero también muy bueno.


- ¿En serio? ¿Y que le dijiste?

- Que hablábamos después y que se pensara una mejor petición, aunque la verdad esta estuvo muy bien.

- Deberías jugar menos, Sara – le dijo Alice – a veces me parece que no recuerdas que esta es tu segunda oportunidad con Sirius. Deberías tener más cuidado.

- Tu siempre quieres enredar las cosas – le dijo Sara sin hacerle caso. Se volvió a ver la puerta por la que se habían ido Sirius, James y los otros. ¿Qué pasaba?

Alice y Frank se tenían que ir temprano, se despidieron de Sara amablemente: iban de viaje de fin de semana.

En eso llegó alguien más a la casa, alguien que Sara quería mucho, y hace años no veía...

- ¡Aberforth!

- ¡Sara! ¿Qué haces aquí? Creí que no ibas a estar en la Orden...

El mago se había acercado a ella y se habían dado un estrecho abrazo. Aberforth era el hermano menor de Dumbledore. Tenía el pelo corto y entrecano, pero todavía mantenía unos cuantos cabellos negros. Era unos cuantos años menor que su hermano, pero no se parecía mucho a él. Tenía los ojos negros y vestía muy casualmente.

- ¿Qué Orden? – le dijo Sara separándose de él y recordando las palabras de Moody.

- ¿No era hoy? – preguntó Aberforth más para él que para ella – mi hermano debe estar por ahí, ¿no?

- Sí, está reunido con unos de ellos ahí. – Sara señaló la puerta del fondo. En ese momento se abrió y salió James diciendo:

- ¡Peter, ven aquí!

- Extraño – dijo Aberforth – no importa, tenemos mucho que hablar. ¡7 años sin vernos! Hace tiempos que quería verte, pero Albus no me dijo que estuvieras aquí. Acabo de llegar de Brasil.

- Aberforth el viajero. ¿En que lío estabas metido ahora? – le preguntó Sara cariñosamente

- Nada... ya al Ministerio se le debe haber pasado, Albus intercedió de nuevo por mi. Era un negocio de criaturas en cautiverio – dijo Aberforth restándole importancia - ¿cuándo llegaste aquí? ¿En que has estado metida?

Sara le contó todo sobre sus viajes, su regreso a Inglaterra, Sirius, lo que estaba ocurriendo con Voldemort, etc...

- Sí, Albus me contó algo al respecto. No estaba muy feliz con ese chico Black.

- Sí, ya lo sé. Nunca está feliz con nada que tenga que ver conmigo – dijo Sara en tono claramente resentido. Se quedó viendo la puerta donde estaban las dos personas de las que estaban hablando y al que habían sido llamados casi todos los presentes, y habían salido con un papel en la mano y el ceño fruncido -¿qué crees que estén haciendo ahí?

- Ya te lo dije, es lo de la Orden.

- ¿Qué Orden?

- Bah... es un proyecto de Dumbledore, un grupo organizado para pelear con Voldemort. La Orden del Fénix.

- ¿La Orden del Fénix? ¿Por qué le puso así? – preguntó Sara extrañada

- ¿No sabes lo que era la Orden del Fénix?

- Claro que sí. Era el Servicio de Inteligencia Inglés, durante el reinado, cuando mi familia reinaba.

- Bueno, eso son ellos más o menos.

- ¿Y por qué solo unos entran y salen y otros se quedan?

- Los que entran y salen son colaboradores. Los que se quedan son la célula principal.

- ¿Y por qué yo no voy a estar? – preguntó Sara frunciendo el ceño- yo he estado colaborando mucho últimamente...

- No lo sé – dijo Aberforth- ya conoces a Albus. Creo que lo iban a discutir ahora.

- ¿Si me metían o no?

- Sí. Quería discutirlo con la célula.

Sara se quedó mirando la puerta pensativa.

- Peter entró y no salió. ¿Cómo puede entrar esa rata y yo no?

- ¿Rata?

- No me llevo muy bien con él que digamos...- excusó Sara- y ¿por qué Dumbledore iba a meter a Sirius y a mi no?

- Tampoco quería meter a Black. Creí que tu y él como colaboradores estarían bien. Expertos en lo suyo, pero...

- ¿No lo suficientemente responsables para la célula? – preguntó Sara fastidiada.

Aberforth sólo se encogió de hombros. Sara se quedó pensativa un rato:

- Bueno, Sirius está en la célula. Él me defenderá.

- ¿Perdona? – Aberforth también se había perdido en sus propios pensamientos.

- Sí, si van a discutir si estoy dentro o no, Dumbledore va a estar en mi contra, Potter de fijo que también. Sirius va a defenderme. Él los va a convencer.

- Sara, no lo sé... ¿realmente te interesa entrar?

- ¡Claro que sí! – dijo Sara algo enojada- en un inicio esto no me interesaba lo más mínimo, pero ahora sí. Estuve en la mente de uno de ellos. Es horrible. Y va a ponerse peor. Hay que detenerlos y yo puedo ayudar en eso y quiero hacerlo. Además, se lo prometí a Sirius.

- En ese caso... aún podrías ser colaboradora.

- ¿Colaboradora? – la vena orgullosa de Sara se vio vivamente insultada- ¡ninguno de ellos puede lo que yo! Merezco estar en esa célula.

- Sara...

- ¡No, Aberforth! ¿tu me dejarías entrar?

- Claro que sí, pero Albus...

- Albus, Albus, siempre Albus – dijo Sara tapándose los oídos - ¿por qué Aber? ¿Por qué no hiciste lo que mi madre te dijo?

- ¿Qué? – Aberforth había perdido la costumbre de que Sara cambiara de tema tan rápidamente y escogiera los momentos tal vez menos indicados para hablar algo que la molestaba.

- Cuando ella vino a Inglaterra, buscando quien me cuidara, me dejo contigo, ¡CONTIGO! no con tu hermano. ¿Por qué no me cuidaste tu? ¿Por qué tenías que darme a él? Mamá sabía lo que hacía, tu eras el indicado para cuidarme.

- Sara, tu madre estaba moribunda cuando te dejó en mis brazos. Yo nunca podría haber sido mejor que Albus.

- ¡Claro que sí! Tu me querías, Aber, cosa que él nunca hizo. Cuando me llevaste con él, no vio en mí una huerfanita, vio en mi un montón de poder abandonado, en riesgo, que él debía proteger antes de que le pasara algo o cayera en malas manos. Nunca le importé más que como un fénix. Me dejó con los Lovegood para que se encargaran de mi mientras era una niña sin ningún poder, pues era bastante inservible. Luego me encerró para que no fuera un peligro mientras el poder se fermentaba. Después me llevo a su Colegio, para enseñarme e instruirme en la magia de varita que me era completamente innecesaria y me hizo sufrir según sus planes y caprichos. Cuando salí del colegio no le era útil para nada y me mando lejos suyo, bajo el cuidado de Ash. Ahora que me necesito me mandó a llamar y me ha usado cuando me ha necesitado, sin involucrarse en mi vida. Es cierto que no lo habría dejado, pero ni siquiera lo ha intentado. Ahora formará su Orden, una Orden que lleva MI nombre y será lo mismo, me dejará por fuera hasta que me necesite.

- Tal vez estás siendo un poco injusta...

- Recuerdo las palabras de mamá. Tenía solo 5 años, pero lo recuerdo: "Aberforth Dumbledore, cuida de ella. Yo me voy ya, y ella no debe estar sola. Quiérela como una hija y dale lo que yo no podré darle, que su futuro esta entre la bruma y todo lo que le suceda será crucial... para todos" La última vez que te pregunté me dijiste que Albus y tu eran lo mismo. Yo era una ingenua, pero ahora ya estoy grande, dímelo. ¿Por qué? ¿Por qué no le hiciste caso?

- Te tuve conmigo un largo tiempo – dijo Aberforth vencido por la vehemencia de Sara- pero después empezó a hablarse, una fénix en el país, etc... Albus vino a verme. Me dijo que tenías que estar bajo un atento cuidado. Dijo algo muy parecido a tu madre, dijo que tu destino estaba forjándose, y que eso no se podía tratar a la ligera. Yo te quise como una hija, y aun lo hago, pero Albus tenía razón . A pesar del cariño que te tenía, mi vida dependía de que siguiera mis negocios extraños y no podía arrastrarte a una vida de fugitivos, huyendo del Ministerio por proyectos ilegales... Albus me convenció de que con él estarías mejor. Fue verdad, estuviste en la casa de una maravillosa familia, y luego tenías una preciosa casa para ti sola. Hogwarts es el mejor colegio que hay y luego diste la vuelta al mundo conociendo las diversas culturas mágicas. Yo mientras tanto me escondía en Brasil por tráfico de especies.

- Eso lo sé. Aber – dijo Sara más calmada y arrepentida de por como le había hablado – sé que lo hiciste pensando en mi. Pero aun creo que hubiera estado mejor contigo.

- Albus te quiere.

- Pues lo oculta muy bien. Toda la vida lo ha ocultado bien – dijo Sara mirando la sala en la que estaban. Debía ser tarde, porque ya casi todos se habían ido- cuando me dejó con los Lovegood tu ibas a verme dos veces a la semana. Yo recibía una carta suya a la semana, y una visita al mes, con suerte. En cambio sé que estaba en correspondencia constante que en el señor Lovegood, para saber como estaba yo, como me portaba, que había hecho, que poderes se habían manifestado... cuando me mudé sola fue igual, hasta que tuviste que irte por lo del caso de las Alfombras Voladoras. En el colegio... fue horrible, todo lo de Sirius.. no, si Dumbledore me quiere lo esconde muy en el fondo.

- ¡Aberforth! – James acababa de salir de la habitación cerrada- ¿puedes venir, por favor?

- Claro – Aberforth se inclinó sobre su querida Sara y le dio un beso en la frente- deberías hablar con él de esto.

Aberforth entró en la habitación y Sara mirando a su alrededor, comprobó que estaba sola.

Aberforth salió unos diez minutos después y le dijo:

- Debo irme. ¿No quieres venir?

- No, ya van a hablar conmigo.

- Sara, por favor.

- No – dijo Sara mirando a la puerta con desconfianza – quiero saber que ocurre. Mejor me quedo aquí.

- Bien – Aberforth le dio otro beso paternal en la frente y le dijo – espero que nos veamos de nuevo pronto.

Aberforth salió y Sara se sentó mirando con atención a la puerta. En cualquier momento se abriría para ella.


- ¡Vamos Sara!

- No lo sé, Ron... pensaba ir con Lupin un tiempo

- Nosotros vamos a ir a Grimmuld en su momento, pero primero vamos a quedarnos un mes en casa.

- Pero...

- No vas a quedarte sola aquí – dijo Harry que también estaba ahí – y es muy divertido, te lo prometo.

- Pero tu madre Ron - dijo Sara que no estaba convencida de aquello- podrían saltar chispas. Y tengo cosas que hacer estas vacaciones. ¿Tu vas desde inicio de vacaciones? – le preguntó a Harry.

- No, - dijo Harry con una mueca de disgusto – tengo que quedarme donde mis tíos un tiempo, hasta después de mi cumpleaños puedo ir.

- Y este año cumples la mayoría, ¿verdad? – le preguntó Sara – vas a poder hacer magia.

- Sí – dijo Harry sonriendo. No podía esperar ese momento.

- Ok. Pasaré la mitad de las vacaciones en La Madriguera y la otra en Grimmuld – dijo Sara – ahora, me parece que Hermione debe estarlos esperando.

Los chicos se fueron no muy convencidos. Sara había estado muy rara. ¿Qué tramaba la chica?

No tramaba nada nuevo, en realidad. Draco le había arrancado la promesa de que se tomaría las vacaciones en serio y descansaría de sus proyectos. Todavía le quedaba un día sin vacaciones, y quería aprovecharlo.

Había pasado el cuadro de Phineas a ese cuarto, y este la miraba algo aburrido.

- Ya déjalo Sara.

- ¡No! – dijo la chica – tengo que dejarlo todo en orden, para cuando volvamos. Además tengo que asegurarlo.

- Recuerda que no vas a hacer nada en vacaciones.

- No es mucho lo que puedo hacer lejos de aquí – dijo Sara mirando su habitación favorita con pesar- así que me concentraré en levitación y pelea a dos varitas y ya. Le prometí a Draco que no tocaría los otros proyectos.

Una vez que guardó todas las cosas se puso a practicar levitación. No era fácil, y no lograba elevarse más de unos cinco centímetros. En eso llamaron a la puerta.

- ¡Dobby! ¿Puedes abrir por favor?

Sara oyó como se abría la puerta. Al momento Dobby entró a la habitación.

- La señorita Granger quiere hablar con usted.


Mientras tanto...

- James, eres la persona más oportuna que conozco.

- Sirius, no es hora de perder el tiempo con ella. Tenemos que hablar de algo importante. Dumbledore ha formado una organización para pelear con Voldemort. La organización tiene una célula principal y un grupo de colaboradores. La célula va a dirigir la Orden, está formada de pocas personas y van a ser las únicas informadas de todo. Yo estoy en la célula y estoy dispuesto a dar mi palabra por ti a Dumbledore para que te deje entrar, si me prometes que pase lo que pase te quedarás con nosotros y respetarás las ordenes de Dumbledore.

- No suena muy apetecible... – dijo Sirius con un tono algo evasivo.

- ¡Sirius! Estamos hablando de pelear contra Voldemort y los asesinos de mi hermano.

- ¿Quieres que entre? – Sirius se había puesto serio, la opinión de su mejor amigo valía mucho para él.

- Claro que sí. Pero Dumbledore me dijo que sólo podrás entrar si yo te respaldo al cien por cien. Claro que voy a hacerlo, pero si me prometes eso.

- Si es tan importante para ti- dijo Sirius que conocía lo suficientemente bien a su amigo para que sin decírselo supiera como se sentía – te lo prometo. Me uniré a la célula y seguiré sus ordenes, lo que me suena muy parecido a lo que he hecho hasta ahora, en realidad.

- ¿Pase lo que pase? – repitió James.

- Pase lo que pase – Sirius halló esa repetición algo extraña ¿qué le pasaba a su amigo?

- ¡Bien! Entonces sígueme – James lo condujo a través de otra puerta, y llegaron a una sala donde estaban Lily, Remus, Moody y Dumbledore - ¡está con nosotros!

- Me alegra escucharlo – dijo Moody lanzando una mirada algo desagradable a Dumbledore – necesitábamos al especialista.

Sirius miró el grupo con interés. Algo lo inquietó, pero Dumbledore empezó a hablar en ese momento.

- En ese caso somos ocho.

- ¿Ocho? ¿Quién falta?

- Frank y Alice. Ya tienen una misión para este fin de semana – dijo Dumbledore.

Sirius se imaginaba perfectamente al grupo. Sí, los más involucrados con la causa... excepto por...

James vio que su amigo iba a preguntar algo, por lo que se adelantó:

- Nos falta discutir el ingreso de otras personas, ¿no?

- Sí – dijo Dumbledore como si no fuera un tema que le gustara- Peter Pettigrew, me dijiste, ¿no?

- Sí – dijo James.

- ¿De qué nos puede servir Pettigrew? – dijo Moody de mal modo. El chico no le caía bien.

- Dumbledore, mis mejores amigos están aquí –dijo James señalando el grupo- menos él. La amistad es importante. Por eso le hablé de ellos, confío en ellos y confío en Peter.

- ¿Ustedes que dicen? – preguntó Dumbledore. La célula se supone que sea democrática bajo su dirección.

- Peter conoce mi secreto desde el colegio. Nunca me ha traicionado. Es de total confianza – dijo Lupin.

- ¿Qué puede aportar a la Orden? – preguntó Moody – no es particularmente listo como Lily, ni particularmente poderoso como James, ni particularmente preparado como Sirius, ni particularmente aplicado como Remus.

- Es perseverante – dijo James – y aunque le cuesta hace lo que se le pide, lo que se necesita de él.

- Es paciente – añadió Remus – y muy esforzado.

- Está disponible – dijo Sirius. Todos lo miraron extrañados – Sí, no tiene muchas cosas extras después de su trabajo. Tiene mucho tiempo libre cosa que ni los aurores, ni los periodistas, ni los estudiantes tenemos.

- Además, sería una buena conexión en el ministerio – dijo Lily- nosotros estamos todos en el mismo piso, pero su oficina pertenece al circuito del ministro en persona.

- ¿Dumbledore? – Moody aun no parecía convencido. Dumbledore se quedó pensando.

- Tal vez debamos confiar en el lazo que une a este grupo: la amistad. James, ve a llamar a Peter.

Unos minutos después llegaba Peter y era puesto al tanto de lo que sucedía y de lo que habían decidido.

- En ese caso – dijo Dumbledore – sólo nos queda por discutir...

- Mejor entreguemos las misiones ya – lo interrumpió Moody – se hace tarde y la gente puede irse.

- Cierto – dijo Dumbledore volviéndose hacia James – lo discutiremos al final, creo que es mejor.

James asintió, al tiempo que su mejor amigo, sentado a su izquierda, se inclinaba hacia él.

- ¿Y Sara? ¿No pensarán dejarla afuera verdad?

- Lo discutiremos al final de la reunión – le dijo James – por favor Sirius, compórtate por ahora, más tarde lo discutiremos.

Sirius y Peter estaban igual de desubicados al oír repartir las misiones. La reunión llevó casi una hora sin nada realmente importante.

- Llama a Aberforth – dijo Dumbledore a James.

James volvió acompañado de Aberforth un minuto después.

- ¡Albus! – dijo Aberforth entrando - ¿qué decidieron? Está que se muere de ganas por entrar, no sé porque no quieres... ha madurado mucho y...

- Aber – lo interrumpió Dumbledore – no te llamé para eso.

- ¿Y quien de ustedes es Sirius Black? – preguntó Aberforth ignorándolo- ¡debes ser tu! Claro, claro, el chico guapo de pelo largo...

Sirius estaba muy sorprendido, más aún cuando aquel hombre, de quien James le había comunicado en un rápido susurro que era hermano de Dumbledore, se precipitó sobre él y le dio la mano amistosamente. Luego lo jaló hacia sí y le dijo al oído:

- Ella confía en ti. No la decepciones.

Sirius no tuvo duda de que se refería a Sara, pero no entendió a que se refería. Por el resto las indicaciones a Aberforth fueron bastante simples. Sin embargo, antes de irse, Aberforth abrazó a su hermano y le dijo al oído:

- Eres brillante en todo, pero con ella lo echaste a perder. No te va a perdonar nunca, yo tampoco y el tiempo aún menos. No debía ser así, Albus, y vas a pagar por haberla hecho sufrir más de la cuenta. No lo empeores.

Aberforth se fue, dejando un ambiente de desasosiego en la reunión. Dumbledore lo vio irse tratando de analizar lo que le había dicho. Unos cuantos meses atrás alguien le había dicho exactamente lo mismo.

- Nos falta un tema por tratar – dijo James que sentía inquieto a su amigo – Sara.

- Sara – repitió Dumbledore – no puede entrar a la Orden, James. Ya te lo dije.

- Discutimos lo de Sirius – dijo James levantándose – usted confió en mi palabra. Discutimos lo de Peter y llegamos a un acuerdo democrático. Lo de Sara no puede ser entonces definitivo.

- ¿No estarán pensando en serio en dejarla por fuera, verdad? – preguntó Sirius fríamente. Era ridículo.

- Sí – dijo Moody.

- ¡Pero ella puede aportarle mucho a la Orden! – dijo Sirius – sumando los poderes de nosotros nueve no alcanzamos el de ella sola. Es lista, es poderosa, tiene armas que ninguno de nosotros tiene y que el enemigo tampoco.

- Pero esto no le interesa – dijo Lily – no da señas de quererlo realmente. Lo único por lo que viene a las reuniones y todo es por ti.

- No es cierto –dijo Sirius- en un inicio sí, pero ahora es distinta. Desde lo de Bellatrix se ha interesado de verdad. ¡Ni siquiera quiso ir a bailar el otro día por quedarse revisando los reportes de la Klein! No van a encontrar una persona tan interesada en el asunto como ella ahora.

- ¿Por cuánto tiempo? – preguntó Dumbledore- tu sabes muy bien que Sara cambia muy rápidamente.

- Sus poderes serían muy útiles- aventuró Remus.

- Sí, e igual puede ponerlos al servicio de la causa sin necesidad de estar en la célula – dijo Moody – no conviene que ella esté enterada de todo.

- ¿Pero por qué? – dijo Sirius – James, ella averiguó lo que pasó con Harry.

- Sí, lo sé – dijo James – pero antes de eso no le importó.

- Dumbledore, usted la conoce. Cuando sepa de la célula sentirá como una ofensa el que no la hayamos dejado formar parte y se va a negar a ayudar – le dijo Sirius.

- ¡No podemos funcionar según sus caprichos! – dijo Peter. Todos lo miraron extrañados, era la primera vez que hablaba, y creían que iba a ponerse a favor de Sara. Claro, él temblaba ante la idea de que Sara les dijera lo fácil que el decía las cosas, y no quería quedar fuera de la célula.

- Peter tiene razón – dijo Lily – a mi me cae bien Sara, pero si vamos a depender de si está de humor para trabajar cada día, es mejor que no esté dentro.

- Pero – Sirius no pensaba darse por vencido, pero Moody lo cayó con un acto enérgico.

- Sirius, hay una razón predominante. Te la daremos y juzgaras por ti mismo.

Moody le tendió un sobre que Sirius abrió rápidamente.

- El día de ayer llegaron al país un grupo de estudiantes graduados de la Academia Riddle de Magia. Estamos cien por ciento seguros de que son los mortífagos, pues Tom Riddle firmó las actas de llegada. Esas son los archivos de la llegada al país.

Sirius miró las hojas que contenía el sobre. Eran personas llevando sus equipajes y después de cada foto había una hoja con información personal de los individuos. Uno de ellos llamó en especial la atención de Sirius.

- ¿Snape?

- Sí – dijo Dumbledore – sabes lo que significa ¿verdad?

Sirius le dio las hojas a James, al tiempo que se tomaba la cabeza, sintiendo como la verdad lo aplastaba.

- Sara es más fiel a sus afectos que a nada más – siguió Dumbledore – y se opondría totalmente a formar parte de algo que piensa atacar a su mejor amigo. Snape es la persona más importante en su vida. Puede que te tenga convencido de que eres tu, Sirius, pero contigo a tenido muchos problemas, muchos pleitos, muchas...

- Gracias a usted – susurró Sirius.

- …con él no. Es su mejor amigo y no dudaría en correr en su ayuda, aunque supiera que es un asesino. Y si supiera todo...

- Ella no... – Sirius se detuvo, podía recordar sus palabras. "No tienes pruebas de que Snape esté con los mortífagos, y la verdad si las tuvieras no sé si me importaría"

- Sabes que no funcionaría – dijo Dumbledore –¿entonces?

Sirius bajó la cabeza derrotado.

- No puede entrar en la célula – dijo en una voz que no parecía la suya.

- Se lo diremos entre todos, será más fácil – dijo Dumbledore en tono autoritario – vamos.

- ¡No! – dijo Sirius – yo hablaré con ella.

- No – dijo James – no eres tu quien la está dejando fuera, somos todos.

- Pero...

- Ni hablar, Canuto – dijo Remus – si se va a poner como una fiera que sea con nosotros y que tu la calmes después.

Todos salieron de la habitación para ir a hablar con Sara, y Sirius los siguió de mala gana. Aquello no podía salir nada bien.


- Hermione, ¡qué sorpresa! – le dijo Sara saliendo y cerrando la habitación a sus espaldas-¿qué sucede? Dobby, cariño, sírvenos algo de comer.

- ¿Qué estabas haciendo? – le pregunta Hermione viendo con desconfianza el rostro sudoroso de Sara.

- Un poco de ejercicio – le respondió Sara restándole importancia – vamos a la sala.

- Claro.

Una vez sentadas en la sala, Sara miró a Hermione detenidamente.

- Bien, ¿qué pasó? – le preguntó Sara seriamente.

- Creo que me pediste que hablara contigo sobre las cosas que averiguara sobre ti.

- ¿Y que has averiguado? – le preguntó Sara desconfiadamente.

- No mucho, hay algo que creo que no sabes y algo que quiero comentarte.

- Te escucho.

Si Draco hubiera visto a Sara la hubiera catalogado en su comportamiento de chica mayor, cuando actuaba con una seriedad poco común y parecía estar siempre alerta.

- He estado investigando un poco – empezó Hermione – no te molestes, pero la verdad leo mucho y hasta que llegaste no había llegado a oír casi nada de los fénix. He pasado investigando en los libros de la biblioteca en mi tiempo libre (que no ha sido mucho) y he averiguado unas cuantas cosas. Sara, ¿sabes quien era Ronald Benanborg?

- Ni idea – dijo Sara encogiéndose de hombros.

- Lo supuse. – dijo Hermione – Vivió hace unos cuantos años... se dedicó al estudio de los fénix. Viajó alrededor del mundo buscando información y lo más importante: buscando fénix. Conoció a una fénix, y en base a lo que supo de esta y sus viajes escribió un libro "La leyenda del fuego: la magia y el destino de los fénix".

- Nunca he oído hablar de él – dijo Sara extrañada.

- Porque nunca se publicó. Entregó una copia y un original a la Editorial Obscurus Books. El original fue robado de la Editorial. Ronald desapareció días después y apareció muerto a la semana.

- ¿Robado? – Sara no entendía nada. Además, ¿por qué Hermione le contaba aquello? -¿asesinado?

- Sí – prosiguió Hermione- nunca se supo quien había sido, pero se decía que había sido un mago joven, y muy poderoso.

- ¿Qué pasó con la copia?

- Se supone que está en el Ministerio de Magia, pero por lo que he averiguado ya no está ahí. Creo que Dumbledore la tiene.

- No me extrañaría – dijo Sara mirando con enojo hacia la dirección en que debía estar la oficina de Dumbledore – ¿por qué me dices esto Hermione?

- Porque es probable que quien tenga el original del libro sepa cosas sobre ti que tu misma desconoces, y...

- ¿Voldemort? – preguntó Sara con astucia – no te preocupes, de fijo sabe mucho más de lo que yo sé. Pero todavía no entiendo para que me lo dices.

- ¿No vas a pedirle a Dumbledore la copia?

- No va a dármela – dijo Sara – pero me interesó algo de lo que dijiste. ¿A qué fénix conoció Benamburg?

- A tu abuela. – dijo Hermione. Sara comprendió que ahí estaba lo importante – leí otro libro de él, en el que dice que en su próxima publicación iba a revelar lo que sabía sobre la estirpe de fénix del reinado de Inglaterra y lo que le deparaba al futuro. Sara, ese hombre encontró las tablas de fuego.

- ¿Las tablas del fuego? – Sara miró a Hermione vivamente emocionada y sorprendida.


- ¿Bien? – la puerta al fin se abrió y Sirius, James, Remus, Peter, Lily, Dumbledore y Moody salieron y se acercaron a Sara, la chica repitió la pregunta - ¿bien? ¿qué pasa aquí?

- Sara …- empezó a decir Dumbledore.

- No me quieren en la célula. – dijo Sara retrocediendo un paso. Dumbledore siempre usaba ese tono cuando quería evitar que ella se enojara... y eso solía enojarla mucho.

- Bien, ya sabes de la Orden... – dijo Dumbledore- no es mucho lo que tenemos que decirte.

- Sara, no es nada personal – le dijo Lily – tienes que entenderlo.

- Es sólo que no es conveniente – dijo Remus.

- Chicos.. – Sirius parecía querer callarlos y sacarlos a todos de ahí.

- Sirius, dijimos que lo diríamos todos – le dijo James cortante y luego se dirigió a Sara -No puedes formar parte de la célula.

Sara miró a Sirius, que parecía terriblemente incómodo.

- ¿Por qué? – preguntó Sara- ¿por qué no?

- Sara, tu comportamiento…–empezó a decir Dumbledore, pero Sara lo interrumpió.

- ¡Mi comportamiento! – Sara se agitó con cólera.

- Sí, tu falta de interés…- empezó Moody

- ¡Falta de interés! ¿quién descubrió lo de Bellatrix? ¿Quién descubrió los archivos secretos de Harry? ¿quién se ha quedado aquí casi un año por si algo ocurría en lugar de ir a vivir su vida? ¡Yo! En un inicio no me interesaba lo más mínimo, cierto, pero eso ya cambió. Me interesa y mucho. – de repente Sara empezó a hablarle directo a Sirius- te lo prometí, ¿recuerdas? Te prometí que si era importante para ti lo sería para mi. Pues me lo propuse y lo logré. Tu eres el que sabe que en lugar de ir a bailar la última vez que viniste nos quedamos leyendo informes de seguridad de la Klein Albanesa buscando algún indicio. Tú estabas conmigo cuando descubrí lo de Bella, tu sabes que ya me comprometí con la causa. ¡Díselos! ¿O mi palabra no vale nada para ti?

- Se los dije, Sara, pero… – Sara no lo dejó decir nada más.

- Puedes trabajar con la causa y ayudarnos – dijo Remus – es sólo que…

- ¿Trabajar con la causa? ¿Por qué? ¿Cuál es la verdadera razón por la que no puedo entrar?

- Porque no confiamos en ti – le dijo James, a quien los arrebatos de Sara lo ponían de mal humor. Sara se quedó helada.

- ¡James! – le reprochó Sirius.

- Claro, claro… lo entiendo… – dijo Sara viéndolo con odio – debía esperarlo de ti, Potter, desagradecido elfo doméstico. Yo te dije como tu hermano cayó en una trampa y tu no confías en mi…vale…

- Sara… – trató de decir Sirius.

- ¡No hace falta que lo defiendas! – dijo Sara sin volverlo a ver. Se dirigió a Dumbledore- usted nunca confió en mí, nunca lo ha hecho. Nunca, ni en mi, ni en mi madre, ni en Aberforth…

- Sara, no es momento de discutir esas cosas.

- ¡No, nunca es el momento! No me importa, no entraré en la estúpida Orden para estar bajo sus órdenes y sus desprecios… Debí suponer que entre usted y Potter no me dejarían entrar nunca.

- Pero si fue decisión unánime – dijo Peter quien hasta el momento no había hablado.

Sara tardó un rato en analizar esa información. Si había sido unánime, eso quería decir que todos, todos estaban de acuerdo con que ella no entrara… y Sirius era uno de ellos.

- ¿Unánime? – el furor de Sara pareció aplacarse. Su mirada y la de Sirius se encontraron y él pudo ver la decepción en sus ojos.

- Sara, déjame explicarte, hay una razón… – Sirius se acercó a ella, pero Sara retrocedió.

- ¿Unánime? ¿Es cierto?

- Sara…

- ¿ES CIERTO?

- Sí, pero…

Sara dio media vuelta y salió rápidamente del salón.

- Un día voy a matarte – le dijo Sirius a Peter antes de salir detrás de ella - ¡Sara!


- Es imposible – dijo Sara – nadie sabe donde están.

- No lo sé – dijo Hermione – estuve investigándolo. Tiene un hijo, tal vez si lograras hablar con él...

- Las tablas del fuego... eso querría decir que Dumbledore conoce donde están.

- Sí, debe haber estado en el libro – asintió Hermione.

- ¡Pero cómo iban a publicar eso! – dijo Sara enojada – si se revelara donde están todos las buscarían, sería como revelar la vida privada de toda mi familia.

- No cualquiera puede leerlas – le dijo Hermione.

- Lo sé, por eso estoy tan empeñada en estudiar Runas – dijo Sara con un gruñido -¿crees que Dumbledore las conozca? No podría soportar pensar que sabe tanto sobre mí.

- ¿Realmente crees que sean tan creíbles? – le preguntó con duda Hermione – Benamburg dice que las fénix se trasmiten secretos de madres a hijas...

- Sí, vieras que tardes tan lindas pasamos mamá y yo juntas mientras me enseñaba sus secretos – dijo irónicamente Sara.

- ¿Pero no te dejó nada de...?

- Sí. Por eso se de las tablas. Mamá creía que era importante que las buscara. Se supone que en ella está escrito el destino de mi raza, el porqué nos extinguimos, el porqué estamos aquí, etc... se supone que está TODO. ¿Crees que Benamburg las pudo leer?

- No lo sé – dijo Hermione – pero si sé que no estaba la traducción en el manuscrito, sólo la ubicación, era su manera de patentar el descubrimiento.

- ¿Y que le habrá contado mi abuela? – se preguntó Sara - ¿habrá leído ella las tablas?

- Se lo habría dicho a tu madre, ¿no?

- Ni idea – dijo Sara- con el destino suelen haber reglas raras como no revelarse hasta muy tarde.

- ¿Qué vas a hacer ahora? – le preguntó Hermione dubitativamente.

- No lo sé – dijo Sara – creo que tengo una idea...

Sara se sumió en sus pensamientos.

- ¿Qué planeas? – le preguntó Hermione.

- ¿Ah? Nada, nada... Gracias por decírmelo, Hermione – le dijo Sara saliendo del trance en que parecía sumida – a sido muy amable de tu parte. Eres muy buena investigando, pero no sabía que te importaba tanto como para que pases tus ratos libres investigándome.

- No lo hago por ti – dijo Hermione en lo que parecía un susurro.

- Creo que tenías algo más que decirme – le dijo Sara.

- Sí, quería hablar contigo.

- ¿Sobre?

- Las vacaciones. Los chicos me dijeron que las vas a pasar entre Grimmuld y La Madriguera, pero que tenías otras cosas que hacer.

- Así es – dijo Sara sin entender que quería Hermione.

- Sara, tu me caes bien, pero hay ciertas cosas tuyas que no me agradan.

- ¿Estamos en una de esas horas de "hablemos sinceramente y limemos asperezas "? – preguntó Sara con un tono algo burlón.

- Sara, estoy tratando de hablar seriamente.

- Claro, Granger – dijo Sara sin notarlo, en un tono muy parecido al que usaba Draco para la chica.

- A eso es a lo que me refiero. – dijo Hermione con fastidio – No sé si tengo realmente derecho de decirte esto...

- ¿Qué cosa?

- No metas en líos a los chicos estas vacaciones.

- ¿Líos? – Sara la miró sorprendida – yo nunca los he metido en líos.

- No, pero... – Hermione la miró sin saber que decirle – este año ha sido muy extraño, y aunque hemos sido tus amigos y hemos estado aquí, el colegio no nos ha dejado tiempo libre. En cambio ahora en vacaciones tu y ellos van a tener mucho tiempo. Y no quiero que los metas en tus cosas ahora que Malfoy no está.

- ¿Mis cosas? – a Sara la conversación le estaba resultando molesta.

- No quiero que pongas en peligro a nadie, eso es todo. No es que crea que lo hagas intencionalmente – se corrigió Hermione- pero lo haces.

- ¿De verdad? – el tono de Sara era peligroso.

- Sí. Por ejemplo cuando iban a secuestrar a Draco pusiste a Ron en peligro.

- Así que esto es por Ron – dijo Sara sonriendo – tranquila, Herms, que entre Ron y yo no hay nada.

- ¿Qué? – Hermione se puso algo roja – no me importa si entre ustedes...

- Sí, sí. ¿Eso es todo?

- Sara, no he olvidado como eras cuando llegaste aquí. Tal vez has suavizado un poco tu carácter, pero no me negarás que eres una persona violenta. Aún recuerdo tu reacción hacia Kreacher y la manera en que nombras a Bellatrix Lestrange. Supongo que quieres vengar a Sirius, lo entiendo, el mismo Harry trató de matar a Sirius cuando lo creía culpable de la muerte de sus padres. Pero no arrastres a Harry en esto, él ya tiene bastantes problemas por sí solo.

- ¡Por supuesto que no voy a arrastrar a nadie al peligro intencionalmente! – Sara perdió el poco de paciencia que le quedaba y empezó a gritar- mucho menos a Harry cuando mi padre dio su vida por protegerlo. Tu no eres la única que se preocupa por sus amigos. Pero no puedes negar que llegará la hora en que tengan que pelear, nos guste o no.

- Lo que me preocupa es que tu adelantes esa hora o que pongas a alguien en peligro inconscientemente.

- Ya estarás tu ahí para evitarlo – le dijo Sara despreciativamente - ¿sabes qué, Granger? Déjame en paz y deja de meterte en mis cosas, que no es asunto tuyo. Ya sabes donde está la puerta.

Hermione salió de la casa furiosa, mientras Sara quemaba los adornos de la mesa para liberar su furia.


¿Qué os ha parecido? No me mateís por lo de Sara Parker… ya sabíamos que algo así tenía que ocurrir, ¿no? Bueno, espero sus comentarios…
El próximo capítulo da inicio a la tercera parte de la historia: Trampa de Cristal.
-La vida de Sara Parker toma un rumbo totalmente distinto…
-Y en cuanto a Sara Black…¿Quién dijo que las vacaciones eran para descansar?
Espero sus comentarios con ansiedad, quiero saber que les pareció. Mientras tanto… contesto sus reviews:
Valeska: ¡Hola! De nada chica, si mi actividad favorita después de recibir reviews ¡es contestarlos! Esperare entonces tus reviews, que de verdad me animan mucho. Me alegra que te gustara el capítulo. Esa parte de Sara y Harry es mi parte favorita porque es mi mayor desahogo después de la caída de Sirius por el velo, bueno, toda esta historia es producto del trauma que me dejó el quinto libro…me alegro que te haya gustado. Ah... ya verás lo del baile de verano. Quería tratar un poco mal a Percy, así que claro lo hice con Sara Black. De lo de Sara Parker, bueno, claro que Sirius está super enamorado de Sara, y claro que es super tierno…¡es mi Sirius! Aquí está el siguiente chap, espero que te guste.
BellaBlack: ¡Hola! ¡que alegría verte de nuevo por aquí! Ya te estaba echando de menos… pero aquí estás con un nuevo y ¡enorme review! Lo cual tengo que decirte que me encanta. Bueno, lo comento poco a poco. Lo del pic nic, es que se me hacía muy tierno, y ¿te lo imaginas cocinando? ¡Yo sí, debe ser divino! Los celos de Sara son incontrolables, y esa era la idea, que fuera como una sola frase, y la verdad es que a como estaba la situación Sirius no iba a ponerse a decirle nada. Lo de Harry Potter está muerto era una de las cosas que más ganas tenía de escribir, me gusta mucho como suena y si es muy importante por lo que provoca en Sara. Me alegra que te gusten las palabras de Sara Black para Harry sobre su padre, las dije del corazón, mi dolor por el quinto libro está reflejado en es parte… Lo de la mente de Sirius… la idea es que ella entró de manera muy profunda en la mente de Sirius, de manera que no tuvo falshes como la hija cuando entra en las mentes, sino que esto produjo una conexión, que se explica un poco en este chap. Sé que el capítulo fue muy corto, y es porque este que sigue es muy largo pero no podía dividirlo por el salto temporal. La verdad es que Sirius no podía seguir enojado con Sara viéndola así, y es un amor como se queda cuidándola… lo de Bellatrix, puede que sea casualidad… puede que no, no te voy a decir, pero es un detalle que me alegra que hayas encontrado. ¡Baile de verano! Bueno, es que necesitaba algo así para las vacaciones y se me ocurrió. En cuanto a que Draco vaya con ella, depende de si ya ha vuelto de Francia, ¿no crees? Bueno, cuando llegue el 30 de agosto sabremos. Lo de Francia, es que tenía que ser algo drástico. Sí, mi Draco es muy diferente al resto, parece como que solo me dejé el nombre e inventé otro personaje, ¿no crees? Bueno, los sentimientos de ellos son algo complicados y Draco es quien está lideando con ello mejor. Claro que daré nombres de mortífagos, pero la mayoría me los he inventado yo. La serie… pues supongo que es The OC, porque de ahí saqué el nombre de Seth. Bueno, espero tu review, nos leemos pronto.
Amsp14: ¡Hola! Pues creo que esta vez si te dije que iba a actualizar hoy, pero no te preocupes, ya te volverás a encargar en algún momento de ayudarme con los capítulos (¿verdad que si?). Pues sí escribí mucho el día que me dejaste el review, pero el martes casi nada porque salí y el miércoles porque escribí el de esa chica es mía. Esta parte cambié un poco el enredo temporal, está más ordenado, solo hay un salto de tiempo y el resto está en orden. ¿Menos enredo verdad? Aunque me gustaba como quedaba de la otra forma creo que solo tiene gracia leyendo toda la historia de seguido, pero como solo un capítulo no. Bueno, nos vemos. Besos. ¡Y mañana a ver la película!
AriadnaCreta: ¡Hola! Me alegra que te gustara el homenaje a Sirius, lo hice con mucho cariño… Pobre Harry, sí, tiene demasiado sobre él, aunque la verdad en mi fic le quito algo de esa carga, o al menos le doy a Sara una parecida, pero bueno, no quiero quemarte la historia. Sí, la vida de Sirius en general fue muy triste, no se si recuerdas lo que le dice a Sara cuando muere su tío Alphard, pero eso aunque de momento no lo parezca va a ser importante y tiene que ver con eso. Besos desde Costa Rica.
Emma Frost: ¡Hola! ¡Que bien que dejaras review y que te guste mi historia! Amo los reviews… Vaya, gracias por lo que me dices de mi fic, me alegra que te parezca original y bien hecho. La verdad es que le tengo mucho cariño a la historia. Bellatrix si va a aparecer más, sobre todo en las últimas tres partes de la historia. Yo la odio por haber matado a mi niño, pero no puedo negar que es uno de los mejores personajes que hay y me encanta leer sobre ella, y también escribir sobre ella. De hecho voy a empezar un fic sobre ella, pero no he tenido tiempo de seguirlo. Lo de que todo el mundo tenga pareja, bueno, la verdad no lo he hecho porque como dices queda muy poco natural, pero en realidad se debe a que ya hay suficiente romance con Sara y Sirius y Sara y Draco, aunque por ahí van a aparecer unas cuantas parejas secundarias, pero no puedo dejar que mucho otro romance entre en la historia, porque se haría demasiado melosa. ¡A mi también me gusta más Sara Parker! No se, es que es la que tiene la vida más rara… ahora con la tercera parte me vas a entender. Pero la hija a veces me da lástima, me he empeñado en hacerle la vida de cuadritos con recuerdos que no son de ella siquiera… pero la personalidad de Sara P me parece más compleja, porque tiene esa vena egoísta y vengativa que le falta un poco a la hija. Creo que se puede decir que Sara P tiene un carácter más complicado. ¡Yo también espero que Sirius vuelva en alguna de sus formas, y por supuesto que será tan sexy y encantador como siempre! Espero también que puedas mandarme algún otro review, y por lo largo no te preocupes, me fascinan los reviews,
Leo Black Le-fay: ¡Hola wapa! Pues aquí muy bien, ¿y tu? Pues sí, el daría la vida por ella. Me gusta que hayas usado esa frase… en esta parte sabrás por qué, pero toma en cuenta que el amor de ellos es así de grande. Me alegra que te guste como pinté a Sirius en este chap. El baile será dentro de bastante rato, y lo de Bella, ya lo veremos. Nos vemos!
Hermione Malfoy: De nada, espero no haber durado mucho… ¿Cómo puede ser tan tierno? Pues… porque es Sirius y lo hice justo como yo lo quiero. ¡Adorable! Ella es lo más importante de su vida… junto con sus amigos, por supuesto. Tiene que ser difícil porque si no no habría historia, pero no por eso deja de ser triste. Lo de el aumento de poderes sea para bien ya me lo dirás tu, todo depende de cómo se vea el asunto. Pues toda la parte tres es sobre lo que me preguntas del cambio de bando de Sara, pero en el de hoy al menos has visto como se empezó a alejar de ellos… Ya me dirás que te pareció. En cuanto a lo de Dumbledore… bueno, si te cae tan bien espero que no me mates por como lo trato en el fic, aunque en realidad no lo trato tan recontra mal… sólo a veces. Pues bueno, no te puedo contestar esa pregunta, lo siento… pero la verdad no contaría mucho con ello. Aunque yo tampoco soporto su muerte… ¡Que bien, captaste exactamente mi idea de Draco viendo tele! Enamorado hasta los huesos, y Sara B nada que se entera… Percy… jaja… tenía muchas ganas de tratarlo mal, y me encanta como lo maneja Sara. Pues claro que los genes de Sirius le cayeron bien…¡es que es digna hija de Sirius! Aunque a veces se parece a su madre en algunas cosas, no sé si lo has notado. Me alegra que te gustaran las palabras de Sara. En cuanto al baile, faltan todas las vacaciones antes del baile, así que ya veremos. Nos vemos.
Ellayah: ¡Hola! La muerte de Sirius es una de las cosas más traumantes que hay, así que entiendo perfectamente lo que me dices sobre lo que sientes con la mención a su muerte porque a mi me pasa lo mismo. Escribir esa parte fue una especie de desahogo mío sobre la muerte de Sirius, de hecho tengo un medio poema que escribí una vez, pero no me decido a publicarlo, no me gusta mucho. ¿El baile? Jaja… sí que soy mala, porque aún faltan todas las vacaciones para el baile, o sea, queda mucha historia de por medio. Pero ya llegará el baile, tranquila. ¿Cómo puede ser tan lindo? Te diré lo que él te diría: ¡es Sirius! Yo tengo que usar un babero para escribir esas partes. Es justo como me gustaría que me cuidara a mi si estuviera enferma. Ya sabes que seguirás recibiendo mis reviews en tus historias (¡que aparezca Remus rápido!). No te preocupes porque el review quede largo, porque me encantan. Espero que te guste el chap. Besos.
Isa: Bueno, espero que fanfiction vuelva a portarse bien con las dos. Esa frase de la estrella más brillante del firmamento tenía que ponerla en mi tributo a Sirius Black. Lo de Bellatrix… bueno, quería meterla ya en la historia. Bueno… por eso suponía ella que él estaba en Bélgica, ¿no? Pero ese examen importante tuvo que esperar… por su amigo. Nos vemos en el msn. Chao.
AiodBlack (Aiosami): ¡Amiga mía, que gusto verte por aquí! Yo creí que no iba a tener review tuyo para contestar de este chap y vengo y me lo encuentro, genial. Me alegra saber que has podido ojear la historia y te ha gustado. Espero que puedas leerlo todo. ¡Gracias! Tu eres una excelente amiga.

Andrea: ¡Hola! ¡Qué rápida eres! Tu review llegó casi de inmediato que publiqué. Que bien que te llegara el review… ff no me quería la semana pasada. No te preocupes por lo del largo de los reviews, me encantan siempre tus comentarios y son de mucha ayuda. Sí, se llama Trampa de Cristal, y son 5 partes, pero que sean pequeñas… este, la verdad no lo creo. Esta historia se me ha ido de las manos y es enorme. ¿La batalla final? Pues no… falta mucho la verdad, el fin de sexto año sólo significa una cosa: vacaciones, y quien haya dicho que las vacaciones eran para descansar no conocía esta historia… Pues yo ya tengo el final, y aunque tus propuestas suenan muy bien lamento decirte que no va por ese lado el final… aunque tal vez tome alguna que otra idea, pero es que tienes que ver como sigue la historia. En realidad muchas de las cosas importantes del pasado pasan después de lo de Harry…no te quiero decir más para no arruinarte la historia, pero no creo que tenga un final abierto. Sí, ya te diré en el MSN como se llaman las otras partes. ¿De película? Bueno, pero yo elijo quien haga a Sirius… ¡y no va a ser Gary Oldman! En realidad estaría difícil decidirlo… bueno, me alegro que te gustara lo de las premoniciones. Wow, de verdad te conmoví, me parece que fui demasiado emotiva con esa parte, todos me han comentado algo al respecto. Me alegra, eso quiere decir que fue un buen tributo a mi niño… Pues lo de Percy, esa era la idea, meterle un poco de gracia al chap, que era un poco triste y dramático. Lo del baile, falta mucho todavía, ya te dije que les esperaban unas vacaciones muy moviditas, y a Draco puedes esperarlo en la cuarta parte. Aunque durante la tercera no desaparece por completo. Ya lo verás. Sara Parker amaba a Sirius… eso es algo que no se puede negar, y ya tendrás las respuestas a eso…en la tercera parte. Nos vemos!!!!

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¡Bueno! Eso fue todo, nos vemos el fin de semana con el próximo chap. Acabo de actualizar Esa chica es mía, otra de mis historias que me gusta mucho, por si a alguna le gustaría leerla…

Besos desde Costa Rica

Sara Fénix Black