1. Ni mi querido Sessho ni nada de Inuyasha me pertenecen, todo es de sensei Runiko-sama
2. Esta capi me quedó un poco largo, es que es el penúltimo.
El sacrificio.
Así que a eso se dedica el amo de las tierras del oeste cuando no está pelando.
Estas palabras hicieron que Sesshomaru dejara su labor y se incorporara velozmente dejando tendida a una muy asustada criatura.
Qué es lo que quieres, maldito.
Nada, señor Sesshomaru, sólo pasaba por aquí y... -Naraku fue súbitamente interrumpido por un ataque del youkai, así comenzó la batalla.
Los contendientes se atacaron mutuamente a grandes velocidades, Sesshomaru destruía las extensiones de Naraku pero éstas parecían no tener fin y al ser desgarradas dejaban un rastro de poderoso veneno que prono impregnó el lugar por completo matando a todas las plantas y animales que llegaba a tocar. La youkai obsevaba la batalla sin poder moverse, nunca había visto nada igual, creció entre humanos y la guerrila era lo que conocía. Su mirada esta fijamente puesta en la batalla, en que nada malo le sucediera a él y su mente se concentraba en no respirar profundamente ya que el veneno era demasiado intenso, sin que se diera cuenta una extención del demonio se acercaba acada vez más y más a su espalda hasta que la tomó y la envolvió por completo a lo que Sesshomaru reaccionó inmediatamente. Dejó su duelo y corrió hasta la atrapada youkai, abalanzó sus garras de veneno sobre la extensión que arrastraba el bulto a una nube de insectos venenosos, pero fue inútil, así que desenvainó a Toukijin y la utilizó para intentar romper las capas de materia pero no pudo, esta vez un campo de fuerza se lo impidió. La desesperación se apoderó de él, sus ojos enrojecieron al ver cómo los insectos desparecían su objetivo, su tranformación empezó, pero de nuevo esa voz estaba ahí.
Señor Sesshomaru, no se precipite, ella está con vida, mi objetivo no es matarla... -pero Naraku no lo detuvo con eso, así que prosiguió.- No debería precipitarse, su niña se lo agradecería.
Inmediatamente Sesshomaru se detuvo y miró con desprecio al demonio que se reía perversamente.
No debería dejar sola a tan indefensa criatura -dijo Naraku al alejarse del lugar. -Lo estaré esperando, ellas lo estarán esperando.
Maldito imbécil, esta vez no te saldrás con la tuya, no otra vez. -murmuró Sesshomaru sin que nadie pudiese escucharlo, su tono era frío al igual que su semblante, pero su interiror no lo era.
Sentía una furia tan grande que podría haber asesinado al primero que se cruzara en sucamino. Intentó calmarse, la presencia de Naraku era fácilmente perceptible, así que se apresuró, corrió tan rápido como pudo por lo que no tardó en llegar hasta el lugar conde estaba el demonio protegido por una especie de campo de fuerza, como era de esperarse, sin embargo sí hubo algo que sorprendió al youkai, Inuyasha y sus amigos también se encontraban ahí.
¡Sesshomaru! ¿Qué demonios haces aquí? -preguntó algo histérico Inuyasha mientras los otros sólo miraban y se preparaban para recibir el ataque de los mounstros de Naraku.
Eso no te importa y es mejor tú y esos humanos se larguen, si no quieren morir junto con Naraku.
En ese momento llegó todo un ejército de mounstros que Aome, Sango, Miroku y Kirara empezaron a combatir mientras Inuyasha y Sesshomaru cruzaban sin problemas el campo de fuerza de Naraku.
Sesshomaru llegó unos instantes antes que Inuyasha a donde se encontraba el demonio, pero no fue hasta que se reunieron los tres que éste empezó a hablar.
Muy bien, me da gusto ver que ambos aceptaron mi invitación ¿Por qué no comenzamos? - y antes de que cualquiera de los dos pudiese responder los atacó rápidamente con sus extenciones y así dio inicio otra batalla.
Los hermanos peleaban, cada uno por su lado con Naraku, pero como siempre no lograban mucho. En un principio no había palabras, sólo ataques, pero al verse cansado Inuyasha, su atacate frenó las embestidas y habló.
Muy bien, veo que te cansaste de atacar, es hora...
¡Qué dices maldito! ¿Hora de qué?
De esto -y tras la furiosa mirada de Inuyasha y un indiferente Sesshomaru, Naraku estiró una de sus extensonas hasta que se perdió cruzando el campo de fuerza, entonces Inuyasha lo entendió, su objetivo no era él...
Desde lejos se escuhó un grito, la tomó por la cintura y la llevó hasta su presencia, al ver a Aome así, en garras del demonio y ahora inconciente Inuyasha recobró las fuerzas e intentó atacar de nuevo.
Detente, Inuyasha, si me atacas ahora, la chica morirá y sabes perfectamente que yo no sufriré daño alguno -diciendo esto colocó a la joven enfrente de sí y su característico veneno empezó a llenar la atmósfera.
¡Maldito imbécil, no te saldrás con la tuya!
Con estas palabras Sesshomaru lo entendió, a pesar de odiar a su hermano en este momento ambos tenían mucho que perder y por más que le desagradara era el momento de actuar juntos.
¡Naraku! -interrumpió así el ataque que Inuyasha preparaba al demonio - Antes de que te aniquile dime, ¿Qué tengo que ver con todo ésto? Si quieres matar a esa humana hazlo, no es algo que me importe.
Sesshomaru -mustió con enfado su medio hermano.
Pues verá señor Sesshomaru, usted no tenía nada que ver en ésto hasta que se entrometió con esa youkai, cuando los vi juntos pensé que sería buena idea aniquilarlo mientras cumplía mi cometido, pero si usted lo desea, podemos dejar nuestro encuentro para después y usted y su niña podrán irse sin ningín problema.
Infeliz, si crees que puedes provocarme y salirte con la tuya estás muy equivocado.
¡Ya basta de palabrerías! ¡Maldito pelea conmigo!
¿Y esa mujer? ¿Qué tiene que ver ella con ésto? -interrumpió de nuevo Sesshomaru intentando sescifrar el plan de Naraku, no era usual en él esperar para combatir, pero había demasiado en juego.
Pues verá, ella es parte bital de mi plan.
Muy bien, entonces no dejarás que muera durante la pelea. -indicó el hermano mayor tratando de hacer entender a Inuyasha que podía atacar sin reservas, Naraku no permitiría que la mujer muriera.
Pero en ese momento Naraku se percató de lo que sucedía e intensificó su veneno a fin de auyentar a los hermanos, esta vez el ambiente se ponía muy pesado, casi insoportable para el mismo Sesshomaru.
Nos veremos después...
¡Maldito! Aggrrr el veneno... es... muy fuerte... -dijo con trabajos Inuyasha antes de caer de rodillas.
Sesshomaru empezó a caminar hacia donde se intensificaba el veneno, Inuyasha lo siguió, pensó que si se dirigía en esa dirección era por alguna razón.
Luego de un rato de caminar entre veneno llegaron a un pequeño palacio que estaba totalmente limpio y habitable, entraron en él y ahí se encontraba Náraku con Aome, la youkai, Rin y la razón por la cuál Inuyasha y los demás acudieron en un principio... Shippo.
Los prisioneros se encontraban en un rincón de la habitación principal, estaban concientes pero acorralados por mounstros, Naraku estaba en el centro, tranquilo como siempre.
Los estaba esperando.
¡Inuyasha! -gritó Aome al verlo entrar con.
Maldito ¿Qué es lo que pretendes? -exclamó desenvainando a colmillo.
Nada Inyasha, temo que esta vez no he tenido surte, pero de todas formas, voy a tomar un premio de consolación. -al terminar estas palabras los mounstros envolvieron por completo a los rehenes y el demonio desapareció o más bien dejó ver que sólo era una marioneta.
¡Aome! -Inuyasha corrió hatsa la esquina de la habitación con intenciones de atacar a los mounstros con el viento cortante.
No seas ingenuo, si los atacas vas a matarlos a todos. - las palabras de su hermano lo hicieron reaccionar. Sesshomaru se acercó y utilizando sus garras de veneno rasgó a los moustros dejando libre a Aome, quién respiró profundamente al sentirse liberada.
¡Aome! -gritó Inuyasha tomándola en sus brazos. Sesshomaru se disponía a repetir el ataque cuando de las paredes aparecieron miles de insectos venenosos que tomaron a los rehenes que quedaban atrapados y se los llevarona gran velocidad.
El príncipe de las tierras del oeste los siguió sin vacilar.
¿Estás bien?
Sí, sí esoty bien, pero Shippo está en problemas.
Pero... no te puedo dejar aquí.
Ve por él, por favor, yo voy a estar bien.
Aome..
Por favor Inyasha, ve. -el hanyou asintió y salió corriendo en la dirección que tomaron su hemano y los insectos.
Sesshomaru estaba por alcanzar su objetivo cuando de repente surgió otra marioneta impidiéndole el paso y dejando que los insector se alejaran cun su inusual velocidad.
Maldito -susurró Sesshomaru mientar empezaba los ataques contra. Al poco tiempo Inuyasha llegó y también empezó a atacar a la marioneta.
En otro lado los insectos depositaron a los rehenes en el suelo y los mountros que los cubrían se fueron dejando a los tres debilitados seres en el suelo, dos de ellos estaban aparentemente bien, pero la pequeña Lin, por ser humana estaba inconciente.
¡Es veneno! -dijo asustado Shippo.
Ven acércatea mi -dijo la youkai abrazando a los niños y envolviéndolos con sus alas. -No te sueltes, él va a venir por nosotros.
Shippo no entendió muy bien pero su instinto le dijo que podía confiar en ella, Estando así una especie de campo de fuerza fue rodeándolos y protegiéndolos del veneno.
Así permanecieron unos momentos pero pronto las fuerzas de la youkai no fueron suficientes y el campo se debilitó, al ver ésto decidió que lo más importante era ayudar a los niños y concentró sus fuerzas en rodear sus alas con el campo de energía dejandose al descubierto ella y respirando el humo.
Inuyasha y Sesshomaur peleaban con la marioneta, cada uno por su lado, como siempre, cuando el mayor hizo un ataque rápido dejando al descubierto un punto central en la marioneta, al hace ésto volteó a ver a su hermano quién sine star muy seguro de lo que esa mirada significaba atacó ése punto del juguete de Naraku y así puso fin a la batalla.
¿Por qué lo hiciste?
Pero no obtuvo respuesta, Sesshomaru se apresuró hasta llegar a donde se encontraba lo que él buscaba. Al llegar vió a la youkai, a su youkai tendida en el suelo abrazando algo con sus muy lastimadas alas, su aspecto era terrible, sus ropas habían sido cacomidas por el intenso veneno que reinaba en esa zona, su piel e incluso su cabello también fueron afectados por el veneno.
Cuando Inuyasha llegó vió a su hermano contemplando la escena inmóvil, con la misma mirada de siempre, pero él no pudo contenerse.
Estás... ellos están... ¿Muertos?... -susurró mientras se acercaba con inetenciones de descubrir lo que el cuerpo de la youkai escondía, estaba convencido de que el veneno había cumplido su cometido, el premio de consolació de NarakuÑ la vida de seres inoventes.
Que ni se te ocurra. -ordenó Sessomaru, el hanyou se detuvo en seco. -Los está protegiendo, aunque haya muerto los está protegiendo y si la tocas el campo de fuerza desaparecerá y también morirán -dijo antes de dar media vuelta y empezar a caminar- Tu también deberías irte si no, el veneno te matará a ti también, despueés de todo sólo eres un asqueroso híbrido.
Inuyasha no supo qué hacer, pero decidió hacer lo que su medio hermano le había dicho y abandonó el lugar para salvar su vida, después de todo Sesshomaru no dejaría que su pequeña acompañante muriera y si ella estaba con el zorrito, él también estaría a salvo.
Mientras caminaba para salir del veneno se preguntaba cómo fue que las cosa pasaron y cómo pudo proteger así a Lin y al zorro, a costa de su vida. Su corazón estaba intranquilo ante la idea de perderla, pero el saber que contaba con Colmillo Sagrado le daba la templanza para hacer lo que la razón le decía.
CoNTiNuaRá...
Muchas graica por tu revew Azuran me das ánimos, ojalá que esta capi tmb te guste. ;)
