Hola a todos!!!!!!!

Bueno, aquí estoy con un chap más, muchas gracias por sus reviews en el anterior (los contesto al final). Espero que les guste este capítulo también, y que les de una idea más… amplia de la situación.

Quisiera añadir algo más, pero no me arriesgo a quemarles algo de la historia, así que solo les recuerdo que los personajes son de JK Rowling y no hago esto con fines de lucro.

Los veo al final del chap ; )

"SFP&SFB: La noble casa Black y el destino de las fénix. Tercera parte: Trampa de Cristal. Capítulo 29: Jugar con fuego"


- ¡Nunca vuelvas a hacer eso, Black!

- Moody, Era una oportunidad de atrapar a un mortífago.

- Tu y Potter estaban ahí para revisar la seguridad de la Klein. Ahora saben que la vigilamos.

- Estuve muy cerca de atraparlo.

- Sí, y estuvieron cerca de herir a Potter. ¿Querías que se perdiera su boda?

- Claro que no. Además volví a ayudarlo, por eso no lo atrapé.

- La próxima vez que por tu impulsividad pongas en riesgo una misión, estás fuera.

°°°

- ¿Lista para la práctica de hoy?

- Sí.

- Bien, entonces – Tom se detuvo y la miró inquisidoramente, como quien acaba de notar algo, como un sabueso cuando encuentra una pista. La miró de una manera totalmente distinta y Sara vio el resplandor rojo en sus ojos. -Así que lo sabes…

- Sí.

- ¿Y bien? – Sara sabía lo que iba a hacer. No era desconocido para ella que Tom se metía en su mente. Lo había sentido pero no le daba importancia. Pero ahora eso iba a jugar a su favor. Después de que una vez le dijera a Sirius sobre sus poderes mentales no le volvió a decir a nadie, ni siquiera a Snape, y eso era una ventaja. Voldemort no sabía que ella era una Occlumence natural, y que ahora lo que él veía era lo que ella quería, y que le había revelado a propósito que ya sabía.

- ¿Por qué no me dijiste? – le dijo Sara en tono resentido – yo confié en ti, y tu me engañaste.

- Sara, tu tienes un gran poder…

- ¡Exacto! – le dijo Sara - ¿no confías tampoco en mí? Sería tu aliada perfecta…

- ¿Aliada? – Voldemort levantó una ceja en una señal de extrañeza.

- Es perfecto – dijo Sara – quiero unirme a ti. Quiero ser una mortífaga. Ya he hecho gran parte del entrenamiento, ¿verdad? Más rápido que nadie, incluso que Bellatrix, tu favorita.

- ¿Y por qué habría de aceptarte a mi lado? – le preguntó Voldemort.

- ¿Por qué no? Yo sé muchas cosas sobre la Orden, sobre las personas que la forman. Nadie mejor que yo para pelear con Dumbledore, yo que lo odio y deseo probarle que equivocado estuvo al no dejarme entrar a la Orden. Déjeme hacer que Dumbledore y Sirius se revuelquen en el fango y se golpeen a si mismos cuando se den cuenta de lo que hicieron. No puedo esperar ver sus caras cuando se enteren que ahora estoy de su lado, con Lord Voldemort, el mago más poderoso de la Tierra, y quien creyó en mi. Estos dos meses me has enseñado más que nadie en toda mi vida, me enseñaste que nadie necesita un corazón, que lo que importa es el poder, que ellos son mi pasado y no quiero tener nada que ver con ellos.

- ¿Y Sirius Black? – le preguntó Voldemort en tono burlón. Sara sabía que era poco creíble que ahora lo odiara, así que se concentró en el dolor y resentimiento por haber desconfiado de ella y por no haberle escrito en todo ese tiempo.

- Él me olvidó – dijo en un tono algo lúgubre – ya pasaron dos meses y no me ha escrito, no ha tratado de contactarse conmigo. ¡Pues que se quede con Dumbledore! Él no confía en mí, yo le habría dado el mundo, pero ahora… ya no importa.

Voldemort no tenía ninguna razón para dudar de Sara. Podía sentir el dolor que irradiaba la chica, era cada día mayor. Sí, si Dumbledore no había confiado en ella él lo haría, y eso la ataría a él para siempre. Además, el juego iba a penas por la mitad.

- No acepto mujeres como mortífagas – le dijo en un tono que Sara consideró cerca de dejarse vencer.

- No pienses en mi como una mujer – negó Sara – sino como una fénix.

Voldemort la miró detenidamente. Sara sintió como inspeccionaba su mente. Esperó.

- Bien – dijo Voldemort – en un mes habrás hecho el entrenamiento básico. Entonces veremos. Te hace falta una condición para ser mortífaga, pero supongo que encontraremos algo…

- ¿Qué me falta? – replicó Sara con vehemencia (esperaba no haber exagerado) tratando de aparentar su desesperación ante la idea de no poder ser una de ellos.

- No te puedo matar… ellos me son fieles porque si me dejan mueren… ¿lista para practicar?

- Lista, mi señor.

Tras horas de práctica Sara volvió a su casa y Voldemort se dirigió a sus habitaciones privadas. Los dos estaban felices. Sara creyó estar jugando un buen juego. Estaba dentro, conocería el entrenamiento de los mortífagos, y como el mismo Voldemort había dicho, no podía matarla, así que ella podría irse, y volver a Sirius… con una mina de información. Se moría de ganas por escribirle, pero no lo hizo. Si controlaban su correo no iba a descubrirse.

Voldemort por su parte llamó a Bellatrix:

- Mujer estúpida- le dijo – la chica te oyó ayer en casa de Snape. Ya lo sabe. No hubo daño alguno. Parece que está más dolida con tu primo de lo que creí y su odio a Dumbledore es una verdadera mina de oro. El plan sigue adelante, pero tienes un error que pagar…

Bellatrix se inclinó obedientemente.

- ¡Crucio!


Sara abrió los ojos. ¿Dónde estaba? Estaba acostada en una cama de sábanas blancas, y sostenía la mano de alguien.

- ¿Draco?

- ¡Ya despertó! – oyó que decían. Levantó la vista para ver al dueño de la mano.

- ¿Harry? ¿Dónde estamos? – Sara terminó de despertarse y miró a su alrededor. No conocía ese lugar.

- En el San Mungo – le contestó Harry, al tiempo que la puerta de la habitación se abría y entraban Lupin, Ron y Ginny.

- Sara – le dijo Harry- ¿te molestaría soltarme la mano?

- ¿Ah? ¡Oh si, claro! – le dijo Sara.

- Creíamos que no ibas a despertar hasta la noche – le dijo Ron – llegamos anoche y creímos que Harry iba a tener que pasar otra noche aquí.

- Cuando se acercó a verte lo cogiste de la mano y ya no lo soltaste – le explicó Ginny – en toda la noche.

Sara se ruborizó un poco. No le había dicho a nadie que Draco hacía eso a menudo para evitarle las pesadillas. Lupin notó que no era algo de lo que quisiera hablar, así que desvió el tema.

- ¿Cómo te sientes?

- Bien, sin tomar en cuenta el hecho de que no sé que estoy haciendo en el hospital y lo último que recuerdo fue la pelea en el andén, y a Fleur atacada. Y no sé que hora es.

Sara estaba un poco confundida.

- Eso es porque después te desmayaste – le dijo Lupin – parece que sufriste una pérdida de energía. Y son las nueve de la mañana. El ataque fue ayer en la tarde, llegaste al hospital como a las cinco y nosotros llegamos como a las ocho.

- ¿Por qu me trajeron al hospital?

- Podías haberte quedado en casa, la verdad, pero no eres la única que está aquí y Dumbledore quiere tenerte vigilada.

- ¿Por qué?

- No es normal que hayas perdido tanta energía – le dijo Lupin visiblemente preocupado.

- Espera un momento – dijo Sara que empezaba a pensar con claridad - ¿qué haces tu aquí? ¡Deberías estar en reposo! Sólo ha pasado un día después de la luna…

- Shhh – le dijo Lupin alarmado, aunque no había nadie que pudiera haberla oído – no te preocupes por mi, estoy bien.

Sara lo miró de forma reprobatoria. Se veía pálido, ojeroso, trasnochado y enfermo. Eso no era estar bien.

- ¿Cómo está Fleur? – preguntó Sara recordando que la última vez que la había visto no se veía nada bien.

- No muy bien – dijo Ginny – está arriba, inconsciente. Los sanadores dicen que recibió un hechizo muy fuerte, pero con un poco de suerte podrá recuperarse…

- ¿Y Bill?

- Está con ella. – le contestó Ron – Él y Tonks no han dejado su cuarto, los sanadores quieren tenerla vigilada. El hechizo aparentemente es nuevo, y no saben que otros efectos pueda tener.

Sara intercambió una rápida mirada con Ginny. Tonks cuidando a Fleur...

- ¿Y Dumbledore? – preguntó Sara- ¿cómo siguió de la pierna?

- No tardaron mucho en arreglarla - le dijo Lupin – y tu entablillado había sido muy

bueno.

- ¿Hubo alguna muerte? – preguntó Sara – me pareció que no, pero…

- Sí – le dijo Lupin – el maquinista.

Todos guardaron silencio un momento, aunque la verdad había sido poca pérdida comparada con lo que habría podido ser.

- ¿Y los AD? – preguntó Sara – creí que no iban a salir de ahí ilesos.

- Hannah estuvo un rato aquí en observación, pero está bien – le dijo Harry- y ya empezaron a llegarte regalos de tus admiradores y agradecidos.

Harry señaló a un lado de la cama y Sara vio un montón de paquetes y ramos de flores.

Uno de ellos era enorme.

- Es del Ministro – le dijo Lupin al ver la mirada interrogativa de Sara.

- ¿Del ministro? – la voz de Sara sonaba muy peligrosa en ese momento, y fue una suerte que Cornelius Fudge hubiera mandado el ramo de flores antes de hacerse presente, pues el ramo de flores quedó reducido a las cenizas.

- ¡Sara, cuidado, que estás en un hospital! – le dijo Lupin alarmado.

- ¿Flores? ¡Sí no fuera tan estúpido y me hubiera hecho caso no tendría que haber pasado lo que pasó! – gritó Sara.

- Tranquilízate- le dijo Harry haciéndola recostarse.

Sara iba a seguir lanzando insultos hacia el ministro, cuando notó algo: estaba vestida con una bata del hospital.

- ¿Dónde están mis cosas? – preguntó alarmada.

- Mamá las tiene – le dijo Ron – ella te desvistió para ponerte la bata.

- Oh no – dijo Sara. Tendría que dar muchas explicaciones.

- Yo tengo tu cinturón – le dijo Lupin. Ella y él intercambiaron una mirada muy significativa, y Harry recordó cuando había visto el cinturón de Sara.

- Gracias – le dijo Sara, entendiendo que aun así tenía muchas explicaciones que dar, pero al menos era a Lupin.

- Creo que mejor te dejamos descansar – dijo Lupin – más tarde tendrás más visitas.

- Ya descansé bastante – dijo Sara – y si Fudge pone un pie aqu

- No será Fudge – le dijo Lupin – pero creo que Dumbledore quiere hablar contigo. Ya te dije, está preocupado, esto no es normal.

- Dumbledore… bien – dijo Sara- puedo soportarlo. ¿Nadie más salió herido?

Ron y Harry se rieron y Ginny no pudo evitar una sonrisa.

- Sí, es algo extraño – dijo Lupin reprendiéndolos con la mirada – Vincent Crabbe y Gregory Goyle están en observación. Parece que ingirieron algo. Pasarán unos días aquí y estarán bien. Es raro, tomando en cuenta que sus padres estaban entre los atacantes.

Sara sonrió complacida. Bueno, algo había salido bien, después de todo.


- Es por ella, Dumbledore.

- James, Sirius te puso en peligro.

- ¡No! Eso no es cierto. Sólo se puso en peligro él mismo.

- Está actuando muy extraño.

- Es por Sara. La extraña. Siempre ha sido así. Sirius no tiende a ponerse triste. Se desahoga entrando en acción.

- No podemos dejar que ponga las cosas en peligro porque el desamor lo haga imprudente.

- Casi atrapa al mortífago y aseguramos la Klein. La misión se llevó acabo, Dumbledore.

- Sí, pero ahora saben que hay alguien vigilando las Klein, y ya que él revelo que la Klein belga está débil y necesita que la vigilen lo enviaré a él.

- ¡Mi boda es en una semana! ¡No me puede dejar sin padrino!

- Después de la boda estará libre para ir.

- Pero no podré ir con él.

- No tienes que cuidarlo todo el tiempo, James.

°°°

- El Señor Oscuro quiere que te traslades a sus habitaciones.

- Bellatrix Black, tanto tiempo sin verte – dijo Sara con burla. Acababa de llegar al apartamento y Bella la estaba esperando.

- Lestrange – la corrigió – apresúrate.

- ¿Qué me traslade a sus habitaciones?

- Aparentemente serás su segunda favorita – le dijo Bellatrix en tono despreciativo – y las favoritas viven en su casa.

- Bien – Sara chasqueó los dedos y sus cosas se precipitaron en un bolso – ya empaqué.

- Me parece que te dejas algo…

Sara volvió a ver a su cama. ¡Rayos! Lo había olvidado.

Unos días después de su llegada a Dark-blit Severus le había regalado un diario y ella había escrito religiosamente en él los últimos dos meses. De seguro lo habían estado leyendo. Perfecto, lo que no les había dicho lo habían leído.

Todavía no había escrito nada sobre lo que había descubierto ni sobre su plan, y obviamente no pensaba hacerlo.

- Claro – Sara lo recogió y salió tras Bellatrix, pero en ese momento llegaba Snape, quien se quedó de piedra al verlas juntas.

- Hola Severus – le dijo Bellatrix con una sonrisa impertinente.

- Sara…

- ¿Sí, Snivellus? – el tono de Sara era enojado. Snape enrojeció al oír de nuevo ese apodo que tanto odiaba.

- Déjame hablar contigo.

Sara lo miró deseando quemarlo vivo. Cómo había podido usarla así… pero tenía un papel que jugar.

- Bien. Ahora vuelo, Lestrange.

Sara entró de nuevo al apartamento que había sido su hogar esos dos meses. Snape entró tras ella. Bellatrix se quedó afuera, murmurando de mal humor:

- Se cree tan importante, como si todos tuvieran que morirse por ella… lo peor es que todo el plan es para que se quede…

Snape miró a su amiga con temor. Sara se preguntaba mientras tanto como haría para no decirle de las cartas. Las había vuelto a cerrar con magia y las había guardado en la gaveta. Voldemort creía que ella se había dado cuenta por Bellatrix, y estaba segura de que había ocultado bien lo de las cartas y no podía haberlo descubierto por más que se metiera en su cabeza.

- ¿Por qué no me dijiste? – le dijo Sara en tono resentido.

- No podía. Él me ordenó que…

- ¿Te ordenó volver a escribirme? – le preguntó Sara recordando con dolor las cartas de su ¿amigo?, instigándola contra Sirius.

- Sí, pero yo quería hacerlo.

- Yo confiaba en ti, Severus. Si me lo hubieras dicho no me habría importado. Habría venido a ti más rápido – Sara sabía que aquello iba a ser difícil. Era más fácil esconder pensamientos a Lord Voldemort cuando se metía en su cabeza que hablarle a la persona que la conocía mejor en la faz de la Tierra.

- ¿Perdona? – Severus levantó una ceja sorprendida.

- ¿No sabes acaso que esto es lo mejor que me podía haber pasado? – le dijo Sara buscando sus fuerzas desesperadamente para esa pequeña escena - ¿qué mejor forma de hacer que Dumbledore pague por todo lo que me ha hecho? Cuando se entere que soy una mortífaga se arrepentirá el resto de su vida. JAJAJAJA…

Severus se asustó, su amiga se reía como loca.

- JAJA… – Sara lo miró sonriendo de forma malvada – cuando ayude a Lord Voldemort a destrozar la Orden cada uno de ellos se va a arrepentir de la forma en que me trataron. Cuando uno a uno vayan muriendo por mi mano… se arrepentirán del día en que me dejaron ir.

- Sara… – Severus estaba asustado. Sara nunca había actuado así – pero, ¿y Black?

Sara dejó de reírse de inmediato y recuperó su apariencia triste. Luego un destello de furia brillo en sus ojos.

- Él me olvidó – dijo en un susurro muy doloroso. Eso era lo que necesitaba, Snape tenía que creer que era por dolor, por resentimiento – él prefirió a Dumbledore, él no confía en mi. Pues, que desconfíe con razón. Sirius es pasado Severus… Voldemort es presente y futuro. Alégrate, pronto seremos hermanos, tu y yo, bajo el poder del lado oscuro. ¿No era eso lo que querías?

Sara salió de la habitación, mientras Snape se quedaba helado. La verdad, ya no estaba seguro de que eso fuera lo que quería.

Sara siguió a Bellatrix a las habitaciones que le habían sido preparadas. Sentía perfectamente que Bellatrix estaba furiosa. Claro, ella había sido la única, la favorita, hasta que Sara llegó. Sara, la chica que le había ayudado al idiota de su primo a dejarla sin la fortuna familiar.

Cuando Sara se quedó sola vio el diario en sus manos. Bien, si su vida iba a ser una falsa, tenía que serla completa. Si iban a leer el diario, el diario sería el de una mortífaga.

Se sentó en una mesa y cogió una pluma.

"Hoy Lord Voldemort me aceptó bajo su servicio. Nunca terminaré de agradecer a Severus por traerme a él. Es justo lo que necesito para refugiarme del dolor de Sirius y para vengarme de Dumbledore. Si ellos no me quieren en la Orden, ya me quieren aquí."

Sara leyó el primer párrafo con desconfianza. Sonaba un poco tonto. Bueno, ella había actuado como una tonta y así creía Voldemort que ella era. Ya no estaba resentida por que no la dejaran entrar en la Orden, de hecho estaba agradecida. Si hubiera estado en la Orden en algún momento igual habría acabado con Snape y le habría contado aun más cosas. Probablemente se hubiera enojado con Sirius por hacerla entrar en un grupo que iba a atacar a su mejor amigo.

"Realmente he sido muy tonta – se dijo Sara al pensar aquello – y ya es hora de irlo remediando. A ver, ¿qué más escribo? No debe ser tan difícil parecer despiadada… sí, eso es, despiadado y despechada, como si todo esto fuera por culpa del dolor que me produjo Sirius… este diario va a ser mi mentira suprema… ahora estamos jugando de tu a tu"

Sin embargo, Sara se equivocaba.


- Parece que estás mejor, pero quiero que te quedes una noche más.

- Dumbledore, de verdad, estoy bien.

- Es que no es normal, Sara, entiéndelo. Tu madre nunca se quedó sin energía por usar muy seguido la magia, y eso que después tenía solo la mitad. Tal vez se deba a que eres muy joven y tus poderes aun no evolucionan, pero no lo sé.

- ¿Y el libro de Benamburg no dice nada?

Dumbledore la miró sorprendido.

- ¿De que hablas?

- Usted sabe de que hablo – Sara le sostuvo la mirada.

- El manuscrito de Benamburg, yo no lo tengo – le dijo Dumbledore- y no sé como te enteraste de eso, pero no quiero que pierdas energías pensando en eso.

- Como diga – Sara no tenía ganas de discutir en ese momento, por extraño que parezca – gracias por deshacerse de Fudge, si entrara aquí quedaría igual que su regalo.

- Tienes más visitas – le dijo Dumbledore- la señorita Granger quiere hablar contigo.

- Bien.

Hermione entró en el cuarto. Sara la miró detenidamente.

- Dumbledore dice que él no lo tiene – le dijo. Hermione se quedó viéndola sorprendida.

- ¿Qué cosa?

- La copia de Benamburg.

- Ah.

Las chicas desviaron la mirada, aquello era algo incómodo. Pero Sara fue la primera en hablar:

- Lo siento. Fui muy injusta contigo. Tu solo querías ayudarme, y estabas preocupada por tus amigos y yo te traté muy mal. Tu querías hablar seriamente y yo reaccioné como si me estuvieras atacando o culpando de algo. Yo misma te pedí que hablaras las cosas directamente conmigo y luego te traté así, lo lamento.

Hermione sonrió.

- Disculpa aceptada – le dijo – pero yo también tengo que disculparme, tal vez no traté muy bien el tema, y creo que hasta el momento has hecho todo lo que está a tu alcance para ayudar a la gente. Tal vez debería tener un poco más de confianza en ti.

- Eso me gustaría – le dijo Sara con una sonrisa – Probablemente no lo notes, pero… ¿si te digo algo no te reirás de mi?

- No.

- Lo que tu opinas me importa mucho. Eres una persona muy lista y muy sensata y la verdad aunque a veces me molesta tu manera de ser te admiro mucho. Si confiaras en mi y en mi juicio me sentiría, no sé como decirlo, respaldada.

Hermione estaba gratamente sorprendida. Por primera vez vio a Sara como una chica dos años menor que ella. Y vio a una chica que también tenía muchas cosas con que lidiar sola.

- En ese caso, trataré de confiar más en ti – le dijo- y después de lo que hiciste ayer no creo que sea difícil. Hannah nos contó como los sacaste de ahí.

- Yo no los saqué de ahí – dijo Sara – yo sólo les di las varitas. Ellos salieron de ahí. Y no te preocupes, no meteré a Harry ni a Ron en líos, o al menos voy a intentarlo.

- En ese caso, estamos bien.

- Sí, ¿amigas?

- Amigas – le dijo Hermione dándole la mano - ¿en serio Dumbledore dice que él no lo tiene?

- A sí es. Y dijo que no quería que malgastara mis energías en eso.

- Tal vez Benamburg no era confiable después de todo – dijo Hermione –pero la comunidad mágica lo tenía en muy buen concepto.

- No lo sé – dijo Sara pensativa – tengo que hablar con Luna.

- ¿Luna?

- Ya te dije que tenía una idea de que hacer – le dijo Sara – luego te lo cuento.

- Sí, mejor, Lupin quiere hablar contigo, y la señora Weasley también. Tonks te mandó saludos, y espera que estés bien pronto. Bill no quería volver al trabajo para no dejar a Fleur sola, por lo que Tonks se ofreció a quedarse con ella.

- Esa chica está perdida – dijo Sara - ¿Y Harry, Ron y Ginny?

- La señora Weasley los mandó a la casa a preparar tu llegada.

- ¿Voy para la Madriguera? – Sara pensó que tenía que hacer algo, era la segunda vez en dos días que decidían a donde iba. Primero, la traían al hospital, y ahora iba para la Madriguera.

- Sí, Dumbledore piensa que es buena idea que la señora Weasley te vigile.

- ¡Estoy bien! – dijo Sara por enésima vez- y no voy a dejar a Remus sólo en Grimmuld, tu lo viste, aun está débil…

- Estoy bien – dijo una voz a su espalda – y yo también estaré unos días en la Madriguera.

- Profesor – dijo Hermione volviéndose – no lo oímos entrar.

- La chimenea está lista, Hermione. Los chicos te esperan en la Madriguera.

- Claro. Nos vemos, Sara.

- Espera… ¿podrías hacerme un favor?

- Claro.

- Ven aquí –Sara le susurró unas palabras al oído y Hermione asintió. Cuando salió del cuarto Sara recibió a Lupin con una sonrisa.

- Así que nos vamos con los Weasley.

- Sí – le dijo Lupin – los gemelos escribieron, vienen en camino de Hosgmeade. También escribió Snape que vendría hoy más tarde. Y… te llegó correo de Francia.

- ¿En serio? – los ojos de Sara brillaron de una manera muy especial y se incorporó con una gran sonrisa, visiblemente sorprendida. - ¿Pero cómo supo?

- Creo que el profesor Dumbledore le escribió anoche para decirle. – Lupin le tendió un sobre plateado, que tenía el nombre de Sara escrito en tinta negra, por la inconfundible letra de Draco Malfoy.

Lupin la miró leer la carta con atención. Tal vez Draco había sido más listo de lo que pensaba al irse.


¿Qué les pareció?

Bueno, del lado de Sara Black no pasó mucho, pero es que el lado de Sara Parker está muy cerca de uno de sus puntos cumbres (¡ya quiero publicar el capítulo que sigue!).

Como vieron, el diario de Sara Parker no es tan confiable como Sara Black, cree… ¿verdad?

¿Cómo se hizo Sara Parker mortífaga? El próximo capítulo tiene la respuesta.

Nos vemos!!!!!

Sara Fénix Black

PD: ¿Me dejan un review?

Aiosami: ¡que bien que estás de vuelta! A ver, contesto rápidamente tus tres reviews. Ya estamos en los capítulos que se responde esa pregunta de cómo se hizo Sara mortífaga. Toda la tercera parte termina de explicar eso, así que no te adelanto nada. Quien sabe, tal vez tanto cariño esté relacionado… ¡Pues sí, era The OC! ¿La ves? Es que a mi me fascina Seth y me hacia gracia imaginarme a Draco viendo televisión. Lo que le dice Sara a Harry… bueno, para escribir eso me imaginé que yo era Sara B y era un pequeño tributo a mi niño… me alegra que te emocionara, porque esa era la idea. Peter… sí, es que obviamente tenía que ser culpa de él, y lo de odiar a James… la verdad es que yo estaba muy molesta con James después del quinto libro y cuando escribí eso tuve que recurrir a que ellos dos no se llevaban. No pierdas de vista a Benamburg y las tablas del fuego ya las había mencionado una vez creo, pero no creo que nadie las recuerde. Volveré sobre ellos obviamente, pero las vacaciones de esa chica serán tan movidas que quien sabe cuando podrá concentrarse en eso de nuevo, aunque nunca lo deje de pensar. Lo de Snape… jeje, si no lo dejé muy bien, pero soy de la idea de Sara B… bueno, mejor no digo nada y dejo que veas lo que pasa con Snape luego, claro si yo fuera Sara P lo habría matado de una vez por lo de las cartas. Me alegra que ya hayas captado que una cosa es el concepto que Sara B tiene de su madre… y otra cosa es su madre. Ya verás aquí el plan de Sara Parker, y en el próximo, lo que resulta de este plan. Sí, Sirius sufre mucho en mi historia… pobre… ¿por qué Sirius siempre sufre? El álbum de fotos lo hicieron Remus y Kinsgley para Sara con las fotos que ellos tenían (¿recuerdas como describen la oficina de Kinsgley en OotF? Yo quiero mi cuarto así). Bueno, el diario, aparece aquí. Ya quiero publicar el próximo chap… ¡sinceramente es de lo mejor de la historia! Me alegra que te tenga tan enganchada la historia. Publicaré el fin de semana y esperaré tu review!!!
AriadnaCreta: ¡Hola! Pues sí, al historia de Sara Parker es más intensa que la de Sara Black, de hecho la vida de Sara Parker es mucho más intensa que la de su hija, porque Sara Parker pasa por todos los estados de ánimo posibles y es un personaje oscuro pero agradable. La hija, bueno, yo no la tengo en tal mal concepto como tu, y ¡¡¡Dumbledore no la puede dejar morir!!! Aunque ella si es muy grosera con él, pero así sería yo con él. Acertaste, esa es la razón por la que odio a Dumbledore, eso y que sepa tantas cosas y nunca abra la boca para alertar a nadie. Ahora bien, dentro de mi historia se ve aún peor porque es la visión parcializada mía a como lo ven Sara P, Sara B y Sirius, pero dentro de la historia el tiene muy buenas razones para comportarse de esa manera con Sara y Sirius, pero se explican hasta mucho más adelante (no voy a arruinarlo desde ahora). Ahora bien, creo que hay un chap de la quinta parte que no te va a gustar… lo escribí hace poco y en él me desahogo contra Dumbledore por el quinto libro… cualquier cosa te advierto cuando vaya a llegar para que veas si lo lees o no. En fin, me alegra que te guste la historia y que no la dejes de leer por que te moleste como a trato a Dumbledore… Lo del cinturón de Sara Black… ya lo he nombrado varias veces, en concreto se explica después del segundo ataque a Draco que ella está sola en el lago y llega Harry y ve que ella oculta algo bajo el suéter y ella dice que es un cinturón, aparte se explica que es algo así como un cinturón de armas…

-¿Qué es eso? – le preguntó Harry señalando el cinturón que llevaba Sara debajo del suéter.

-Un cinturón – dijo Sara asegurándose de cubrirlo del todo con el suéter. Era un cinturón, cierto, en el que llevaba una granada para dormir, una poción de conjuntivitis, una cuchillo direccionado y una aguja cargada con veneno y otra con veritaserum. Planeaba inyectársela al primer mortífago que viera para preguntarle porqué querían matar a Draco. - ¿Qué estas haciendo aquí?

No se si lo recuerdas, pero ahí es donde lo explique, y luego ella lo menciona antes de guardar sus proyectos para dejar la casa. No te preocupes, seguirá apareciendo. Este chap lo publiqué ahora a media semana y el próximo (que me estoy muriendo por publicar) el domingo seguramente, pero luego empezaré a publicar uno por semana (¿lo prefieres entre semana o fin de semana) y un capítulo de alguna de mis otras historias. En fin, espero que te guste este chap, y tal vez mejore un poco tu imagen de Sara Black… aunque lo dudo. Bueno, MI Sirius y yo te mandamos saludos desde Costa Rica, estamos pasando unas vacaciones inolvidables… Chao!
Amsp14: ¡Hola! Creo que ya definitivamente no terminé de escribirla en vacaciones. Hacer la guía para no perderme me llevó mucho tiempo, lo bueno es que con la guía ya hecha puedo seguir escribiendo cuando milagrosamente tenga algún momento libre el otro semestre. Además que tengo que seguir con las otras historias, y eso también le quita tiempo a esta. Probablemente como te dije empieza a publicar un chap por semana y así me alcanza lo que llevo (sin contar nada de Sara 5) para Diciembre. Bueno, nos vemos.
Andrea: ¡Hola! Bueno, ya veo lo que tú harías si estuvieras en el campo de Sara Parker, pero ella nunca ha sido tan lista, ¿verdad? Aunque eso está a punto de cambiar, como puedes ir viendo… o al menos, bueno, después del próximo chap vamos a tener mucho que hablar. Mientras tanto Sara sigue con su plan donde los mortífagos. ¿Aún no se te ocurre lo que va a suceder? Bueno, espero a ver la explicación de JK para Peter, pero en el tercer libro dice que el siempre era el más débil que andaba tras Sirius, y James y Remus (bueno, eso lo dice Sirius… así que puede ser un juicio de valor algo alterado). No sé si me arrepienta de odiar a Ingrid, ya con Nicole tuve suficiente. Draco se fue con Madame Máxime, cierto, pero los mortífagos no estaban seguros, por eso buscan a los chicos, además, tal vez Sara no estaba en lo correcto al pensar que eran Harry y Draco, o mejor dicho "solo" Harry y Draco, para darte un pista. ; ). Me alegro que te gustara porque los ataques me cuestan mucho, ¡yo son varios! Sara con Tom se lleva muy cómico, me hace gracia que Voldemort la trata como si de verdad la quisiera, aunque no sea más que un plan, como dice Bella en este chap. Sí, espero que nos veamos en el MSN (contesto el review apenas me llega) y supuse que se notaba mi afición a transformar personajes. Nos vemos!
Leo Black Le-fay: ¡Hola wapa! Muchas gracias por ka explicación, si es más o menos la idea que tenía. No, no era Snape el mortífago. En este chap como has visto se aclara donde y qué estaban haciendo Sirius y James, por si no está claro están cuidando la Klein de Bélgica cuando están hablando y luego ven a un mortífago y en lugar de sólo comprobar que la seguridad de la Klein funciona Sirius se va tras el mortífago para tratar de atraparlo aunque no es parte de su misión y los pone en peligro.

Isa: ¡Hola! Sí, es malo ya tenerla porque si ustedes me piden algún cambio no puedo meterlo, pero a la vez es bueno porque me atraso menos y ya sé lo que viene, y como no la he terminado aún puedo meter cosas. Me alegra que te gustara el chap, aunque no mencionas que te pareció lo de Sara Black… lo de Sara Parker, jaja… bueno, la chica tiene sus razones. Pronto lo verás. En este chap se aclaran muchas cosas, y en el próximo casi todo sobre lo que me preguntas. He dicho que Sara P es el personaje más complicado de la historia… y es porque tiene la historia más triste y sombría de todas. Dos chaps y sabrás porqué es mortífaga. Te lo aseguro, tiene una MUY buena razón, y tu estás en MUY buen camino de descubrirla. Eso si, no le cuentes a nadie…

Emma Frost-RB: ¡Hola! Ah! Ya entendí lo de tu nick, asumo que te gustan los X-Men, ¿ves X-men evolution? Una amiga mía empezó un fic de esa categoría, si entras en mi perfil en autores favoritos la puedes encontrar, se llama Rubymoon Faith y sólo tiene esa historia. Bueno, creo que me alejé un poco del tema… muchas gracias por el review, ¡Que bien que te gustaran las dos partes! Yo creí que todos habían ignorado a la pobre Sara B, aunque tengo que admitir que la tercera parte completa es más de Sara Parker que de ella. Me alegra que te gustara el momento de las cartas, cuando pienso en lo que debe haber sentido Sara al encontrarlas se doy cuenta de que Snape no ardió en ese mismo momento es porque lo necesitaba para el futuro. Me alegra que te guste como entró Sara B en acción, y es cierto, la chica no es una santa… espero que te guste como sigue la tercera parte, que es casi mi parte favorita de la historia.

Hermione Malfoy: ¡Hola! Me alegra que te guste como van las dos partes, suele ser difícil que las dos partes estén interesantes a la vez, en mi opinión la parte de Sara Parker suele robarse el show casi siempre, hasta más adelante, cuando… hum, espera, no puedo decirte eso. A mi me hizo mucha gracia escribir la parte de Sara entablillando a Dumbledore, pero es que las relaciones entre ellos tienen que mejorar (aunque no mucho, sigue siendo Dumbledore…) La amenaza a Kreacher, bueno, yo no tendría problema en ordenarle el suicidio… traidor asqueroso ese. Sí, Sirius la ama, pero Sara ya tiene su plan… pobrecito Sirius, la verdad es que sufre mucho en la historia, pero, ¿recuerdas lo que le dijo a Sara el día que murió el tío Alphard? Eso es importante y tal vez tenga que ver con eso… o tal vez con el hecho de que Sirius sufriendo es adorable… ¡eso sonó muy mal! Pero no me negarás que es verdad…

Bella-Blackvad: ¡Hola! Ya estaba esperando yo tu review, no sabía si esperarlo o no para publicar, pero decidí esperar un día más ¡yo sabía que escribirías! En otras palabras, gracias por el review. Sí, la historia se empieza a poner triste, y la tercera parte es la más triste (no es que las otras no lo sean, en que esta es como en concrentrado). Bueno, sé que Snape se portó muy mal, pero lo ves desde el punto de vista correcto, bueno, no sé si el correcto, pero si el que va a ver Sara en su momento: el la quiere y quiere lo mejor, solo que está un poco perdido con qué es lo mejor. Lo de Sirius y el mortífago si es como lo viste, es que no quería dejarlo fuera de la historia y es para explicar lo que hablan en este otro chap en mini partes, porque como viste lo van a mandar a vigilar una Klein solo, y eso es muy importante, ¡ya lo verás en el próximo chap! La conversación con Snape no se dará en realidad, bueno, tendrá conversaciones con él pero ella tiene que seguir en su papel ¿no? Bueno, ya la viste. Lo de hablar con Sirius… Sara Black no lo sabe siempre todo, pero sus premoniciones sí que son muy exactas. Sara y Bellatrix, a ver, ya hubo un encuentro, para el próximo si falta bastante… Me alegra que te gustara el capítulo y que los disfrutes, porque después del que sigue serán más cortos. El próximo pienso publicarlo el fin de semana, así que estarán cerca. Bueno, me gusta como quedó tu nick, ¿ya empezaste alguna historia?