¡¡¡¡¡¡Hola!!!!!!

¿Cómo están? Yo aquí aguantando el trabajo de la U, que ha sido un poco más ligero (milésimas más ligero nada más). Pero al menos pude contestar los reviews de esta semana y la semana pasada. Al final están todas las contestaciones.

Me fue muy bien en los exámenes, ya me entregaron el monstruo del miércoles en la noche y saqué un 88. (Parece que ahora les doy cuenta de mis notas, jeje… pero gracias por preocuparse por mis estudios)

Espero que les guste el capítulo, nos estamos acercando al centro de la cuarta parte.

Los personajes pertencen a JK Rowling, ya lo saben.

Y ahora, lo más importante…

¡MIL GRACIAS! ¡MÁS DE 300 REVIEWS! ¡GRACIAS!

Ha sido genial entrar y encontrarme con que ya superé esa cifra, todo gracias a ustedes que siguen mi historia…

Ya escribí y publiqué el fic de celebración, espero que lo lean y me dejen sus reviews. Es un one shot song fic angst basado en la canción "Se le apagó la luz" de Alejandro Sanz y tiene como protagonista a Sirius Black. Espero que les guste, está dedicado a todos los que siguen esta historia y dejan sus reviews animándome a seguir adelante.

Por último, antes de empezar la historia, quiero recomendarles un one shot de Amsp14 que se llama "Si tu me miras". Ella suele escribir sobre Snape, pero en esta historia también sale Sirius (¡Invitado especial, la super estrella Sirius Black!). Es excelente, y además es un songfic basado en una canción del genio Alejandro Sanz. (Sí, mi hermana y yo somos fans suyas, por si no se nota…)

Este capítulo quiero dedicárselo a strega-in-progress quien acaba de regresar de sus vacaciones de verano y se ha puesto al día en menos de una semana en la historia, ¡empezando de nuevo prácticamente! Gracias por todos los reviews, tranquila, no me asustan, ¡me encantan!

Ahora sí, los dejo con el capítulo.


La reserva de poder y los planes de Lord Voldemort


Los mortífagos se preguntaban quien era el espía. Sabían que había uno y alguno que otro lo había visto llegar a la base, pero siempre estaba Sara esperándolo. Lo conocían por el nombre del espía, la rata o bien "Wormtail". Algunos creían haber oído antes ese nombre, pero aparte de Bella y Lucius no recordaban donde. Sara sabía que Lucius recordaba los "estúpidos" sobrenombres de la pandilla de los Merodeadores y que sabía quien era el espía, pero no le preocupaba lo más mínimo. Se lo hizo saber a Voldemort, pues quería jugar lo más limpio posible con ello, pero a este tampoco le importó. Lucius era uno de sus mejores mortífagos y algunos dirigentes de escuadrón sabían quien era el espía.

Sara no siempre trataba a Peter tan mal como después de la iniciación, y en general era bastante paciente con él y pocas veces lo torturaba, de hecho, casi nunca. No sabía como pero Peter había conseguido hacerse la pareja de trabajo de Sirius. Sara tenía mucho trabajo en no demostrarle que todavía estaba enamorada de Sirius, aunque alguien con un poco más inteligencia que él lo habría notado. Claro, Sara seguía cegando a Peter con esperanzas que no tenían en realidad ningún futuro, pero que eran muy efectivas.

Lord Voldemort estaba sumergido en dos cosas que le eran mucho más importantes, dos pequeños proyectos particulares, y Sara se vio inmiscuida en los dos.

El primero de ellos era un proyecto que ya había tenido una vez y al que no pensaba darse por vencido: la reserva de energía.

¿En que consistía la mencionada reserva? Voldemort era muy poderoso por sí mismo, pero había robado y conseguido mucho poder extra, tanto, que era a veces agobiante. La reserva venía a ser algo así como una Klein personal, que guardaría para él poderes y fuerzas a las que podría recurrir en caso necesario.

Sara había tratado de convencerlo de que no era necesario, pero una vez que robaron la Klein estoniana y la belga, se hizo totalmente necesaria. Lord Voldemort no podía resistir tanto poder, y lo sabía. Así que al tomar la klein belga se había traído consigo la burbuja de poder que la contenía y la había trabajado para que fuera su Klein personal. En aquel ataque en el que Vee había muerto habían destruido su primer intento de Klein personal, pero no se había rendido en el intento y Sara había estado estrechamente ligada a este trabajo, ya que Voldemort sabía que ella tenía muchos conocimientos sobre las Klein. Sara lamentó por primera vez todas esas horas que había pasado con Sirius hablando sobre las reservas de poder e investigando. No podía hacerse la tonta, pues Voldemort sabía de todo eso. Ella misma se lo había contado.

El otro proyecto también la relacionó directamente, y afectó su vida más de lo que podía haber imaginado, y por primera vez, vio peligrar la visión que había tenido. Las revelaciones a largo plazo tienen el inconveniente de que algún suceso importante puede hacerlas variar, o bien no pueden ser entendidas del todo hasta que esos sucesos se presenten. Este caso fue así, aunque Sara no se dio cuenta hasta mucho tiempo después.

- Mi querida Sara – Voldemort estaba de buen humor cuando usaba aquella fórmula de cariño, y sin embargo, era cuando Sara más le temía - ¿sabes cuál es mi meta principal?

- Poder, mi señor.

- ¿Sólo poder?

- Poder ilimitado, señor.

- Bien, bien… ¿y qué limita ahora mi poder, Sara?

- ¿El hecho de que es demasiado para manejarlo de una sola vez?

- No, pues puedo recurrir a la reserva prácticamente inagotable cuando quiera. Piénsalo un poco más.

- ¿El que la reserva sea "casi" inagotable, pero que no lo sea?

- No, porque algún día será inagotable. Piensa. Si yo tengo todo el poder que quiero, ¿qué puede detenerme?

Sara meditó en silencio la pregunta.

- ¿Qué me daría más poder que a ningún otro? ¿Qué es lo único que ningún hombre a podido manejar ni podrá? ¿Qué es eso que tu prácticamente tienes y que cuidas celosamente?

De repente Sara comprendió.

- La muerte es lo único que puede detenerlo, mi señor. ¿Es la inmortalidad lo que quiere entonces?

- Sí, la inmortalidad. Quien controle la muerte… controla la vida. Y ese seré yo.

- No lo dudo, mi señor – respondió Sara al tiempo que pensaba: "¿Cómo piensa hacer eso? ¿Y que rayos tengo que ver yo con eso?"

- Te preguntas que tienes que ver tu en esto… Bien, he hecho durante lo largo de mi vida varios experimentos sobre la inmortalidad, y estoy a punto de hacer el más arriesgado de todos, pero para ello necesito una garantía. Tu eres mi garantía. ¿Me entiendes?

- La verdad es que no, ni señor.

- Tu eres inmortal…

- Eso no es completamente cierto – corrigió Sara.

- ¿Qué te sucede si te lanzo un Avada Kedavra?

- No lo sé, mi señor, pero es un hecho que no moriría.

- ¿Segura? ¡Avada Kedavra!

Sara gritó más fuerte de lo que nunca en su vida había gritado. Fue un dolor inaguantable y realmente creyó que la vida se desprendía de ella. En ese momento la envolvió una llamarada de fuego y luego, todo terminó. Sintió las fuerzas volver a ella, y como el alma se quedaba en su cuerpo.

- Muy bien – dijo Lord Voldemort sonriendo – justo lo que pensé, la valiente fénix renace de sus cenizas, figurativamente hablando, claro.

Por primera vez Sara necesitó de toda su fuerza de voluntad para no gritarle a Voldemort todo. No era agradable ver la muerte de frente.

- Bien, mi querida fénix. Es hora de que entiendas de lo que hablo. Este arriesgado y prometedor experimento del que te hablo es una poción. ¡qué tonto! puedes pensar ¡una poción no puede ser tan poderosa! Pero esta lo es… tanto así, que o me hará inmortal o me matará.

- Y quiere que yo la beba primero – terminó Sara comprendiendo – yo, que no voy a morir por ella. ¿Pero qué efecto tendría en mi?

- Ninguno – le dijo Voldemort – ninguno mayor al que te hizo el Avada Kedavra.

Eso no le hizo la menor gracia, pero no podía negarse. Lord Voldemort la guió a la habitación donde hervía la terrible poción. Era de un color verde esmeralda brillante y furioso. Sara pensó en medio de su confusión que era un color terriblemente parecido al de los ojos de Lily Evans. Siempre había creído que esos ojos podían ser terribles a pesar de ser tan dulces, y esa poción le recordaba las miradas reprobatorias de Lily cuando la preparaba para los TIMOS ¡cuánto tiempo había pasado! Por un momento Sara recordó a Lily siendo torturada por Voldemort y se estremeció.

- Ver la muerte a los ojos – dijo Lord Voldemort inclinándose sobre la poción- unos ojos verde esmeralda.

Sara se estremeció, y otro pedazo de su premonición se acomodó. Aunque claro, faltaba por definir quienes eran… pero no faltaba tanto para eso. Ya habían varios candidatos. Supuso que en la próxima batalla se podría definir al menos uno.

Lord Voldemort tomó una copa dorada y vertió en ella parte de la poción. Sara la tomó y juntando toda su sangre fría la bebió de un sorbo. Sintió una calidez indescriptible que recorría todo su cuerpo tonificándolo, cerró los ojos y sintió como la calidez se concentró en la parte baja de su abdomen. Luego, la sensación se fue haciendo fría y dura, como si estuviera siendo revestida por una armadura interna. En menos de un minuto, había terminado todo, y se encontró acostada en el piso del salón. Abrió los ojos y miró a un expectante Lord Voldemort.

- Está bien – le dijo Sara lamentando de todo corazón que no estuviera mal y poder engañarlo. En el fondo había guardado esa esperanza.

Lord Voldemort la mandó fuera antes de beber su parte de la poción.

- Esto se complica más, pero todo empieza a tener sentido a la vez – se dijo Sara en voz baja al entrar a su cuarto.


- ¿Cuándo es el baile? –preguntó la fría voz de Lord Voldemort.

- Mañana, mi señor.

- Bella, ¿está listo el chico?

- Sí mi señor, está listo.

- Tráemelo – Bellatrix salió y Voldemort se volvió hacia Severus Snape.

- ¿Va a ir con el chico, entonces?

- Sí mi señor.

- ¿Aún no hay nada entre ella el chico?

- No mi señor... y es poco probable que alguna vez lo haya. La chica Black no es como su madre. No es confiada y no es una romántica incurable tampoco.

- Bien, has hecho progresos en tu relación con la chica Black, y algún día te recompensaré por eso. Pero aún no sabemos exactamente cual es su punto débil. Vete. Ya sabes que tienes ese trabajo con Malfoy. No tienes que volver al colegio hasta dentro de tres días, y quiero que aproveches el tiempo.

- Si mi señor.

Snape hizo una reverencia y salió del salón. Tenía que ponerse en contacto con alguien de la Orden y rápido. Algo planeaba hacer el Señor Oscuro en ese baile, pero no sabía que era… no era un ataque, puesto que estaba enviando la mitad de sus fuerzas hacia Bélgica.

Voldemort quería que Snape se ganara la confianza de la chica, y por eso había aplaudido su intervención para hacer conocer el apellido de la chica. Pero Sara no le había dado muestras de confianza por eso. Cariño sí, parecía tenerle cariño según le habían informado los hijos de los imbéciles de Crabbe y Goyle. Pero no confianza. Snape nunca estaba seguro de lo que corría por su cabeza… al menos eso creía Voldemort. Era la más difícil de las farsas que había jugado hasta ahora Snape, y una de las más débiles y fáciles de descubrir. Pero no le importaba. Tenía que protegerla.

Últimamente, desde el suceso con el chico Potter, Voldemort estaba más interesado que nunca en Sara, pero cada vez era más claro que la chica no se uniría por las buenas al grupo, y no había encontrado aún una manera de atarla, todas estaban muy bien protegidas.

- Snape, nos estás atrasando – dijo la voz de Malfoy a su espalda.

Mientras tanto Bellatrix había entrado al salón una vez que salió Snape junto con un muchacho de unos 18 años, alto, de pelo negro largo y ojos oscuros, quien hizo una profunda reverencia a Lord Voldemort.

- Leithold – lo saludó Lord Voldemort fríamente - ¿estás listo para tu primera misión?

- Si mi señor.

- Tu padre me sirvió fielmente en el escuadrón de Sara Fénix Parker. Es el momento que honres su memoria.

- Lo sé, y haré lo mejor que pueda.

- ¿Te ha explicado Bellatrix tu misión?

- Sí mi señor.

- Si lo haces bien, tendrás tu recompensa.

- Espero la hora con ansia.

- Mañana, ocho de la noche. Irás con la familia Crane y recuerda: eres un Valenti.

- Como usted mande.

- Retírate.

Leithold Jr. salió del salón muy dignamente y Bellatrix se sentó junto a su señor.

- Mañana puede ser el día Bella.

- ¿Depende todo de Leithold?

- Claro que no. Tendré gente vigilándola a ella y a él. Podríamos conseguir las dos cosas en un mismo día. No espero que sea mejor que su padre, y su padre quedó perdido en acción. Además Sara dijo que nunca le diera nada muy importante.

- Sara… claro, Sara –dijo Bellatrix algo irónica.

- Es cada vez más intenso – dijo Voldemort- más fuerte. Y a la vez pone más resistencia. Sólo la necesito a ella.

- Me temo que nunca doblará su voluntad – dijo Bellatrix.

- Claro que no. Pero no lo necesito, sólo tengo que usarla, a través de ella es la única forma.

- Habrá que obligarla – dijo Bellatrix con cierta emoción.

- Sí, y tal vez se merezca una pequeña tortura por haber dado tanto problema…

- ¿Me dejaría usted…?

- Sí, adelante. En cuanto la tenga podrás divertirte todo lo que quieras con ella. Estás en tu derecho después de lo que te hizo. Pagará.

- ¿Y…?

- Ni lo sueñes.

- ¡Pero…!

- Ya lo hiciste Bella. Y lo sabes. Tendrás a la chica una vez que ya no me sirva para nada. Pero depende del éxito de mañana. Si llega de nuevo a Hogwarts las cosas se complicarán, y tendremos que tomar medidas más drásticas.


- ¡La están rastreando! – Sara miró a Peter desolada. No podía hacerlo esconder eso, se notaría demasiado. Toda la célula tenía que saberlo –bien, ve, corre a decírselo.

Momentos después Lord Voldemort llamaba a Sara y a Bellatrix. Tenían un problema. La Orden había encontrado una forma de rastrear la reserva.

- ¿Van a atacarnos cuando la encuentren? – preguntó Sara haciéndose la sorprendida.

- Es probable.

- ¡Se llevarán su merecido! – dijo Bellatrix con una gran sonrisa.

- Suena tentador – dijo Voldemort- pero tengo un plan.

Sara pareció imperturbable, pero sentía que su corazón latía rápidamente. ¡Un plan! Eso era terrible. Él siempre llevaba a cabo sus planes.

- Ellos quieren destruirla, y no nos dejarán en paz mientras la tengamos. Así que vamos a dárselas. ¿Han oído hablar de esos pájaros que dejan sus huevos en los nidos de otros para que se los cuiden? La naturaleza puede dar unos consejos muy interesantes. Los dejan en el nido de otro para que este lo empolle, lo cuide y lo alimente aunque sea su enemigo… eso es lo que vamos a hacer. ¿Cuál es el lugar más seguro del mundo mágico?

- Hogwarts – contestó Sara de inmediato.

- Pero no vamos a entrar a Hogwarts – dijo Voldemort cortante.

- Gringotts – dijo Bellatrix.

- Así es – dijo Voldemort – organicen sus escuadrones, atacaremos el Callejón Diagon e implantaremos la reserva en Gringotts. Pondré un hechizo sobre ella para que no puedan sacarla aunque quisieran y la esconderemos en lo más profundo. Puedo pasarme sin ella, y si la necesito los poderes no durarán en venir a mi. La seguridad de Gringotts la protegerá, y a la vez daremos un golpe para recordar… llevaremos los tres escuadrones.

Sara llamó a su escuadrón al tiempo que se daba cuenta de que no podía hacer nada para evitar lo que iba a suceder. Excepto tal vez…

- Mi señor.

- ¿Sí, Sara?

- ¿Cuándo haremos el ataque?

- Mañana al atardecer.

- Deberíamos dividir los escuadrones en los sub-escuadrones. Si les explicamos a los cabecillas de estos hoy sería más rápido, pues pueden explicarle a sus subalternos. Ya sabe lo complicado que es explicarle algo a todos juntos.

- Está bien. Que Bellatrix los reúna y se los explique. Tu quédate conmigo para acabar la estrategia de ataque.

- Sí, mi señor – Sara se sintió un poco más aliviada. Snape había sido nombrado recientemente cabecilla de sub-escuadrón. Pero luego se preguntó si realmente era buena idea que hubiera batalla. Podría definirse ya todo.

Al día siguiente estaba todo listo. Sara se había puesto la capucha normal de los mortífagos. Ninguno podía resaltar más que Lord Voldemort. Ni siquiera ella. En realidad era un alivio, bajo esa ancha y oscura capucha nadie iba a reconocerla.

Sara no se equivocó. La Orden estaba alerta, pero Voldemort fue más listo. El ataque era al atardecer, pero antes de atacar él ya estaba dentro. Sara lo ayudó a instalar la reserva. Atraparon a un gnomo al que Sara llevaba consigo y le leía la mente para encontrar el camino. Cuando encontraron donde instalar la reserva lo mataron. La reserva estaba tan bien oculta que era imposible que la encontraran aunque la misma Sara tratara de llevar a Dumbledore a ella, y era imposible que la sacaran de ahí, pues ligaron su fuerza a la fuerza protectora del banco. Sería la ruina de todo.

Cuando salieron a la superficie se estaba dando la mayor batalla que Sara recordaba. Aurores, "orderianos", fuerzas especiales del ministerio contra mortífagos y una serie de criaturas que Voldemort había unido como refuerzo. Era probablemente el ataque más arriesgado que habían realizado hasta el momento, y era una manera excelente de preparación para la toma del Ministerio.

Los gigantes peleaban por primera vez con ellos y estaban creando verdaderos destrozos. Sara corrió a tomar control de su escuadrón, que había dejado bajo la dirección de su nuevo mortífago de confianza tras la muerte de Leithold, llamado Stollberg.

Sara le hizo señas de que estaba de vuelta y ella se encargaba en ese momento del ataque, y Stollberg se acercó a ella y le informó de la situación a gritos por encima del escándalo de la batalla.

- ¡Íbamos saliendo bien hasta que nos atacó otro equipo! Están mejor organizados que los otros, quieren la salida lateral que queríamos. En la primera están los gigantes, así que quieren cortarnos la retirada.

- ¿Y la tercera puerta?

- Nos estamos concentrando por esta.

- ¿Quién dirige el equipo?

- Creo que es Potter.

- Ve a la tercera. No sea que quieran que nos concentremos en esta puerta y tomen la tercera.

- De acuerdo.

- Espera – Sara lo detuvo un momento- ¿Bella está…?

- Dirigiendo la tortura de empleados del banco.

- ¿El Señor Oscuro?

- Dirige todo desde la entrada y domina ahí a los gigantes.

- Bien. Vete.

Stollberg corrió mientras Sara trataba de contener con su equipo la segundo puerta. Sí, no había duda de que era Potter… ¿Potter? De repente Sara entendió que podía querer decir eso ¿Dónde estaba Sirius?

"Oh no, si esto es un engaño para coger la tercera puerta... ese debe ser Sirius. ¡No con Stollberg! "

Sara se desapareció para asegurarse de que no fuera Sirius. Stollberg era muy fuerte, muy poderoso y sobre todo, jugaba muy sucio. Si Sirius estaba tomando la puerta podía haberlo tomado por sorpresa.

El plan era simple. El banco tenía tres puertas. Los mortífagos controlaban la principal que daba al Callejón Diagon y era en la que estaban causando estragos. Parecía obvio que buscarían la retirada por la puerta dos, que daba muy disimuladamente al Callejón Knuturn en una puerta tan destartalada como el resto de las de la calle. La tercera puerta pasaba casi desapercibida y daba a la salida de los gnomos. Era una puerta pequeña, dorada, y daba paso al lugar donde vivían casi todos los gnomos que trabajaban en el banco.

La Orden trataba de contener los ataques de la primera puerta, y evitar el escape por la segunda, pero querían entrar al edificio por la tercera. Si lograban entrar por esta llegarían por detrás a los mortífagos. Dumbledore dirigía la defensa de la puerta principal. James dirigía a los que trataban de conseguir la segunda, pero en realidad no podía tomarla definitivamente, pues los mortífagos se dirigirían a la tercera. Tenía que mantenerlos en la pelea, para evitar que las atenciones recayeran en la otra, donde Sirius tenía que lograr el acceso.

Como se dijo la puerta era muy pequeña, por lo que sólo podía entrar una persona que a la vez podría abrir la puerta a un ancho aceptable. Sirius debía entrar, asegurarse de que no hubiera moros en la costa y buscar el mecanismo que permitía ampliar la puerta y así dejar entrar al equipo que se suponía los sorprendería por detrás.

Sirius logró entrar por la estrecha puerta, Habían tres mortífagos vigilando. Tuvo que luchar con ellos, y aunque había logrado aturdirlos a todos rápido (después de todo le había empezado a gustar el junky gun y era muy útil para enfrentar equipos) esperaba que no hubieran tenido tiempo de dar alarma.

Hasta donde sabía no podía abrir la puerta para que entraran el resto si no lanzaba un hechizo sobre la caja de vigilancia, que tenía que estar en la puerta de al lado. Entró con la varita en alto y aturdió a otro mortífago. Ahí estaba la caja que tenía un campo protector muy complicado. En la UIHDCAO había abierto uno de esos una vez… se necesitaba mucha habilidad, porque tenía que introducir la varita por un espacio muy pequeño y lanzar una serie de hechizos de forma exacta. Ahí era donde tenía que usar la lista de hechizos que les había dado el contacto en el banco.

"Ok, Sirius Black. Tu puedes hacer esto." – se dijo controlando el temblor de su mano.

Metió la varita lentamente y empezó con la retahíla de hechizos. En ese momento oyó un sonido detrás suyo. No podía sacar la varita o se bloquearía el sistema. Aunque él se había fijado que no hubiera nadie si alguien llegaba en ese momento no podía defenderse. Justo a tiempo soltó la varita.

- ¡Expeliarmus!

Sirius salió despedido contra la pared, pero había soltado la varita y esta permanecía suspendida dentro de la caja, esperando por el último hechizo. Stollberg estaba frente a él. Le lanzó un hechizo aturdidor que Sirius esquivó con gran habilidad, pero sin varita no era mucho lo que podía hacer. Trató de acercarse a la varita para decir el último hechizo, pero Stollberg era muy hábil y le lanzó otro hechizo que le impidió acercarse.

- No me gusta jugar – le dijo Stollberg - ¡crucio!

Sirius trató de evitar la maldición pero no pudo.

- JAJA – se reía Stollberg – ya no eres tan valiente, ¿verdad?

Sirius se escondió detrás de un mueble mirando frenéticamente alrededor, tenía que haber algo que pudiera usar. Dentro de cinco minutos alguien más entraría por la pequeña puerta si él aún no había lanzado la señal de que todo estaba bien para ayudarlo. Tenía que resistir.

¿Qué era eso? "Quitamanchas multiusos de la señora Skower" Sirius lo miró pensativamente.

- Sal de ahí pequeña inmundicia…

Sirius sabía que si duraba más en salir destruiría el mueble y lo aturdiría a él. Se levantó de pronto con una agilidad que hubiera creído imposible con el dolor que le había dejado la maldición y roció todo el contenido del quitamanchas sobre la cara de Stollberg.

"Un postgrado en la UIHDCAO para defenderme con un frasco de Quitamanchas" – pensó al tiempo que corría hacia la varita y decía el último hechizo. No bien lo había dicho cuando Stollberg le mandó otro expelliarmus, seguido de un inmovilizador. Tenía a Sirius acorralado contra el fondo del salón.

- ¡Crucio! Te dije que no me gustaba jugar y no pienso seguirlo haciendo. Pagarás por esto.

Stollberg levantó la varita:

- ¡Avada... !

- ¡No! – una figura encapuchada se apareció en medio de los dos y empujó con su cuerpo a Sirius contra la pared, sosteniéndolo por que estaba a punto de caer, ya que apenas se podía sostener por el hechizo inmovilizador y la tortura.

Sirius sintió en ese momento, más fuerte que nunca la conexión entre él y Sara. Ella estaba totalmente dentro de su mente. ¡Era ella! Ante esta revelación a penas notó lo que pasó. Sintió como ella lo sostenía con su cuerpo al tiempo que alzaba su propia varita contra el mortífago y gritaba:

- ¡Avada Kedavra!

Oyó como el cuerpo de Stollberg caía inerte y luego se prendía fuego.

Sara se fue a separar de Sirius, pero en ese momento el hechizo inmovilizador se terminó y Sirius la abrazó fuertemente.

Era ella, no tenía la menor duda. Enterró la cara entre sus cabellos. Aquel olor, aquella sensación, esa voz…

Sara lo sintió entrando en su mente y se desapareció en el momento justo que los miembros de la Orden entraban en el lugar y encontraban a Sirius solo, recogiendo su varita con un montón de cenizas al frente.

Habían salido victoriosos. Habían implantado la reserva en Gringotts, habían escapado de los aurores y la Orden y estaban de nuevo a salvo en la base. Pero no había sido nada fácil y habían sufrido muchas pérdidas.

De alguna manera habían logrado entrar por la tercera puerta y los habían atacado por detrás. Sara estaba furiosa, pues había mandado a Stollberg a cuidar la puerta y ahora ni siquiera encontraban el cadáver.

- Es peligroso estar en tu escuadrón. ¡Se te pierden los mortífagos con una facilidad! – le dijo Bellatrix.

- No tiene gracia – le dijo Sara con cara de pocos amigos.

Lord Voldemort tampoco consideró que tuviera la menor gracia, pero estaba bastante satisfecho de lo acontecido. La Orden no había logrado sitiarlo y la reserva estaba a salvo.

Cuando Sara estuvo finalmente sola en su cuarto y hubiera escrito en el diario una maravillosa historia de muertes y torturas se acostó en la cama y suspiró profundamente. Todavía sentía los brazos de Sirius alrededor suyo, y como entraba en su mente. La verdad no se había dado cuenta cuanto extrañaba esa sensación de conexión hasta ese día. Todo había sido muy rápido, pero Sirius sabía que había sido ella quien le había salvado la vida.


- ¿Qué le toma tanto tiempo? Lleva ya más de una hora en esa habitación.

- Paciencia Draco. Cuando salga verás que valió la pena la espera.

Draco esperaba a Sara en la sala para irse al baile. Llevaba una túnica de gala negra muy sobria y elegante. Finalmente la vio bajar las gradas lentamente. El vestido azul oscuro era un sueño, y la chica se veía más encantadora de cómo nunca la había visto.

Sara sabía que estaba realmente preciosa y le sonrió a Draco desde lo alto de las escaleras. Draco le sonrió a su vez, con la admiración reflejada en los ojos. Cuando Sara llegó junto a él la hizo dar una vuelta para verla y luego dijo:

- Definitivamente voy a ser la envidia de todos en la fiesta. ¿Nos vamos?

- Claro.

Viajar por los polvos flu sin que se echara a perder el vestido no era tan difícil como se podía pensar. Bastó con envolverse bien con una capa que se apresuró a quitarse al llegar. Draco tenía tanta práctica que ni siquiera necesitó esa protección.

El salón era precioso y Sara lo miró admirada. Se entraba a él por unas largas escaleras, y en el momento en que ella entró del brazo de Draco al salón todas las miradas se centraron en ellos.

- ¿Podrías recordarme por qué estoy aquí? – le preguntó Draco sin dejar de sonreír mientras se acomodaban para las fotos que tomaban los periodistas a la entrada.

- Por mí.

- Ah, tenía que haber una explicación más o menos lógica.

La hilera de flash los dejó encandilados.

- Ahora vamos a saludar al Ministro y su familia. No vuelvas a ver a los periodistas. Y ahora que los veo, no le hables a la periodista del vestido fucsia. Es Jeane Skeeter. ¿Recuerdas la que te preguntó en el baile tu apellido? Es hermana de Rita Skeeter, y supongo que Potter te ha hablado de ella.

- Sí, claro que me han hablado de ella. ¿Tenemos que saludar ya al Ministro?

- Sara, ya recordé porqué estoy aquí. No tienes la menor idea de cómo comportarte en sociedad. Vamos, no dejes de sonreír.

Sara miraba sorprendida a Draco, quien a pesar que ella sabía no quería ir en realidad a la fiesta sonreía a todos y dedicaba respetuosos saludos a personas que Sara ni siquiera había oído nombrar. Cuando los saludos eran más fríos Sara sentía que Draco se estremecía imperceptiblemente y parecía llamarle la atención presionando su mano.

- Cormick. Cenaba en mi casa muy a menudo. – Sara iba tomando nota mental de los susurros con los que Draco los iba identificando- Holst. Era amigo de tía Bella en el colegio. Evison. Su hijo fue compañero mío en un campamento de sangre limpias. Stollberg, su hermano desapareció en uno de los mejores ataques de los mortífagos. Steinvorth, gran amigo del ministro y de mi padre.

- ¡Bienvenida al baile anual de verano del Ministerio de Magia! – les llegó claramente la odiada voz del ministro- Me honra mucho que hayas aceptado mi invitación. ¿Quién la acompaña? ¡Señor Malfoy!

El ministro pareció muy nervioso de ver a Draco ahí, pero Draco lo saludo cordialmente, como si no lo notara. En eso, una dulce voz se dejó oír exclamar entusiasmada.

- ¿Draco? ¿Eres tú?

Una preciosa muchacha se acercó a ellos rápidamente. Era una chica rubia, con el pelo largo reluciente y unos ojos azules enormes. Llevaba un vestido blanco inmaculado con ciertos adornos dorados y el pelo tenía reflejos escarchados. Andaba tan suavemente que parecía flotar sobre el suelo y toda su apariencia hacia pensar en un pequeño y dulce ángel.

- ¡Honey! – exclamó Draco sonriéndole - ¡tanto tiempo sin vernos! ¡estás cada día más linda!

Sara miró a Honey detenidamente, pero ésta no tenía ojos para nadie más que Draco.

- ¡Pensé que este año no te vería! Después de lo de tu padre creí que volvería a verte, aunque le insistí a papá que te invitara al baile pero me dijo que no tenía sentido porque estarías en Francia. Me alegra que hayas podido venir, pero ¿quién viene contigo?

- En realidad vengo acompañando a una amiga – Draco le indicó brevemente a Sara y Honey se apresuró a saludarla.

- Querida – le dijo el Ministro que se veía todavía más inquieto al ver a su hija saludar tan cariñosamente a Draco- déjame presentarte a Sara Fénix... Black.

- Encantada de conocerla –dijo Honey con una sonrisa muy amplia– y muchísimas gracias por traer a Draco con usted. Lo habríamos extrañado mucho. ¡Tienen que sentarse en mi mesa para la cena!

- Pero cariño, los Steinvorth… – rebatió el ministro.

- ¿Qué hay con ellos?

- Están en nuestra mesa – el Ministro parecía querer decir algo más, pero obviamente frente a Sara y Draco no se atrevió.

- ¿Y qué? – sin esperar la respuesta de su padre Honey se volvió hacia el camarero que pasaba en ese momento junto a ellos – joven, ¿sería usted tan amable de asegurarse que se agreguen dos asientos en mi mesa al lado de mi sitio? La señorita Black y el señor Malfoy van a acompañarnos. Gracias. ¡Oh papá, no me mires así! Ya sé que el señor Steinvorth se va a sentir incómodo de ver a un Malfoy, pero te tiene a ti y a esos Crane para entretenerse, mientras que Draco vuelve pasado mañana al colegio y quien sabe cuando lo vea de nuevo.

El ministro pareció horrorizado por la franqueza de su hija y tras murmurar una breve excusa los dejó solos.

- Tienes que sentarte a mi lado – le dijo Honey a Draco – y tienes que contarme todo sobre Francia.

Draco no dijo nada, sino que se limitó a asentir brevemente. Honey también se excusó para seguir saludando a los demás invitados, dejando a Sara y Draco solos.

- No me dijiste que tu y la hija del ministro eran tan amigos – le dijo Sara indiferentemente.

- Bueno… ella es un poco entusiasta con las personas que le agradan. Pero vamos a estar en la mesa principal y nos enteraremos de una porción de cosas importantes.

- ¿Qué quieres decir?

- El ministro estaba muy preocupado por el hecho de que haya más personas en su mesa. Eso no es sólo porque Steinvorth se vaya a sentir incómodo de verme. Supongo que viste que no me veía con mucho agrado. Claro que no. Soy una víctima señalada de los mortífagos, por lo que un parte del salón me ve con interés y curiosidad. Mi padre es un mortífago fugitivo, por lo que otra parte me ve como una bomba a punto de explotar. Mi padre mató a mi madre y luego trató de matarme, por lo que otros me ven con lástima. Los jóvenes que tenían la intención de acercarse a Honey hoy me ven con odio y cualquier hombre con cierto sentido de la vista me ve con envidia. No soy exactamente el invitado perfecto. Pero aparte de eso, he estado antes en estos bailes y en esa mesa. Sé de que negocios se hablan ahí y hoy van a hablar de negocios. Ahí estarán los Crane, y eso significa que hay dinero de por medio. Mucho. El Ministro es una persona muy fácil de manejar con un poco de galeones.

- Así que vamos a pasar la cena oyendo sobre los negocios sucios del ministro.

- Algo así – dijo Draco sonriéndole a una señora que pasó a su lado y le había sonreído con tristeza – pero que yo recuerde por lo que ibas a venir a esta fiesta era a ver mortífagos sin capuchas. ¿O me equivoco?

Sara sonrió un poco y le preguntó.

- ¿Quién era esa señora?

- ¿La que acaba de pasar? Una amiga de mamá. ¿Ese no es Potter con la chica Weasley?

Sara se volvió rápidamente hacia la entrada y vio a Harry y a Ginny en la parte donde se tomaban las fotos. Luego los vieron saludando al Ministro y vieron a Honey dando nuevas indicaciones al mesero.

- Oh no – dijo Draco – creo que tendremos más personas en la mesa de las que creíamos.

En efecto, cuando Harry y Ginny se acercaron a ellos les dijeron que Honey había insistido en que Harry Potter estuviera en su mesa.

- Cuando me dijiste de tu vestido podrías haberme dicho que pensabas venir con Harry – le reprochó Sara en un susurro a su amiga.

- No me había dicho nada entonces – le respondió Ginny- todavía papá y mamá van a venir.

- ¿En serio? Creí que dijiste que nunca venían…

- No iba a venir pero ahora cuando ya nos veníamos Harry y yo decidió venir de repente. Habrán varios conocidos, Shacklebolt va a venir también...

- Buena idea – dijo Draco con un susurro- esto está más poblado de lo que pensé. Ahora ustedes dos: pónganle mucha atención a lo que hablen Fudge, los Steinvorth y los Crane aunque no entiendan nada. Después uniremos lo que oímos y tal vez tenga sentido.

- ¿Quién eres tu para dar órdenes? – le dijo Harry molesto.

- El único que ha estado aquí antes y sabe en que nos estamos metiendo Potter.

Harry y Ginny lo miraron con asombro, pero Sara ya se había dado cuenta que Draco consideraba aquel baile más que una fiesta un campo enemigo y empezaba a comprender porqué no había querido ir en un inicio.

En el momento en que llamaron a cenar Honey se apresuró a hacerles señas.

- Draco, siéntate aquí a mi derecha. Harry...¿puedo llamarte Harry? Aquí a mi izquierda por favor.

Sara se sentó junto a Draco mientras Ginny se sentaba junto a Harry, quedando al lado de la señora Steinvorth quien le dirigió una desagradable mirada. Claro, el cabello de Ginny la delataba como una fiel miembro de la familia Weasley. Al lado de Sara había un sitio vacío y después estaban los Crane, al lado de Fudge. Cuando ya iban a servir la cena sin embargo el campo al lado de Sara fue ocupado.

- Disculpen la tardanza – dijo un muchacho alto de pelo negro y ojos oscuros sentándose al lado de Sara y mirándola con interés le dijo:

- Es un placer conocerla señorita Black. Mi nombre es Michael Valenti.


¿Qué les pareció?

Espero sus comentarios en especial sobre lo sucedido en Gringotts, ¿alguien quería un reencuentro? Y bueno, aquí está el inicio del baile de verano y la presentación de otro de mis personajes, Honey Fudge. El próximo capítulo se llama exactamente "El baile de verano".

Ahora contesto sus reviews del capítulo 42…

Ariadnacreta: ¡Hola preciosa! Tanto tiempo. Pues sí, estoy muuuuuuy liada con la U, pero saqué un rato para contestar reviews. A mi me pasa lo mismo, casi no tengo tiempo ni de leer lo que me llega al correo. El trabajo es relacionado con psicología transpersonal y aunque sería genial hacerlo comparando Harry Potter con los arquetipos de Jung sería un trabajo demasiado profundo y me piden solo un comentario de unas cuantas hojas, por lo que voy a comparar los personajes de Harry Potter con la teoría transaccional de Berne, mejor dicho, con los tipos de Ego. Claro que he creado la expectativa a propósito, y no sé si pasa gran cosa, pero bueno, es que a mi me hacía mucha emoción. Me alegra que te guste la aparición de Fanny. No había pensado lo que me dices de la marca tenebrosa, pero si usara siempre camisas de manga larga no se vería, aunque no lo sé. Lo de Sirius y Remus es necesario, ya te lo he dicho. Y lo de la maldición… jeje… no te diré siquiera si se resuelve o no, pero tranquila, lo que sucede no es lo que piensas. Claro que Ash saldrá de nuevo, pero todavía no.

Bella Black: ¡Hola! A mi me dio mucha rabia escribir este chap sabiendo lo que pasaría al ser Peter mortífago, pero así tenía que ser. No podía poner a Pet más lista de lo que es, pero sí debió haber obedecido. Lo de los celos de Sara, sólo espérate. Y lo de la maldición que conste que es la misma de la que hablara Sirius a Sara Parker. Draco muestra su lado humano porque me encanta así. ¿Harry? Bueno, debo de confesar que al chico lo dejo algo abandonado un tiempo… Aquí empezó el baile, espero que lo disfrutes. A mi tampoco me gustan los exámenes y trabajos finales, pero desearía que estos los fueran ¡apenas voy por la mitad del semestre! Nos vemos!

Trixi Black: ¡Hola! Pues estoy bien, siempre sacaré tiempo para escribir y publicar mientras pueda. Es cierto lo que dices del trabajo, es el único que no me da pereza empezar. Me pregunto si alguno te gustará más que el 40…

Andrea: ¡Hola! Se me olvidó por completo decir cual era el nombre del chap. Espero que te haya gustado este también. La maldición es muy importante ya verás. Nos vemos.

Nesa: ¡Hola! Gracias por los halagos, me alegró mucho recibir tu review, y es que ¡ya vamos por el capítulo 42! Publico todas las semanas, generalmente los viernes en la noche, sino el sábado a alguna hora. Me alegra que te guste la historia. El trabajo era un pequeño ensayo aplicando los estados del ego de Berne y otras teorías de psicología transpersonal a los personajes principales de Harry Potter. Nos vemos!

Amsp14: Hola, si, son muchos capítulos. Yo también espero que no crezca mucho más, pero cuando digo que es tu culpa es que cuando me dices cosas veo que tengo que agregar esto o lo otro y bueno, así crece la historia. ¡Hey, ya estoy escribiendo en esa chica es mía de nuevo! Dentro de un tiempito estará el capítulo…

Emma Frost RB: ¡Hola! Ya en este chap contesté los reviews. Sí, ella es muy persuasiva, recuerda que ya una vez lo había hecho confesarle un secreto… Pues no, tuviste que esperar un poco más para el baile, pero ya había una parte. No te olvides de Roy y en cuanto a Honey… Jaja… me encanta ese personaje. ¿Sara celosa? Ya me dirás tu que piensas después de este chap. ¡Gracias, estoy muy orgullosa de ese diez!

Strega-in-progress: ¡HOLA! ¡ESTÁS DE VUELTA! Amsp14 me había dicho, pero yo aún no te había visto. Que alegría que aún sigas mi historia. Sé que te quedaste un poco atrás, pero me emocionó mucho encontrar todos tus reviews. Espero que te haya ido muy bien en el viaje, ya me contarás. Contesto los reviews tuyos que he recibido juntos.

CAP15: que dicha que me encontraste, bueno, yo te he echado de menos como lectora. Gracias por las felicitaciones. Draco se vuelve un poco más intrigante todavía. CAP16: sí, las dos Saras son un poco tercas. Lo de los niños… CAP17: sí, fue un poco cruel, pero es que son mortífagos, tienen que ser crueles. Así me gusta, que ayudes al pobre Sevie a superar su terrible pasado, aunque creo que mi hermana te hará competencia en eso… Me alegra que te guste la relación de Sara y Sirius. CAP19: Me alegra que te guste como pongo a la pareja, porque realmente es mi favorita. CAP20: totalmente de armas tomar, el 14 de Febrero es muy interesante… CAP23: seguro ya habías dejado reviews en los que no te deja ponerlos, pero gracias por tomarte el tiempo de dejarme un review en cada chap, me entusiasman mucho. Vas a hacer que me sonroje…gracias, conforme avanza la historia se va complicando, así que eso explica que la lectura se ponga interesante. Me alegran mucho tus comentarios porque me estás dejando ver que doy el efecto deseado, gracias. CAP24: Gracias, la verdad no recuerdo de dónde saqué lo de las Klein en realidad, sólo que fueron la mejor fuente de poder puro que pudieran tomar que se me ocurrió. A mi me hizo gracia escribir esa parte de los consejos de Snape, pero no lo hizo tan mal ¿verdad? Bueno, tranquila, que tienes capítulos con novedad por delante a montones, pero a este paso me vas a haber alcanzado pronto. CAP27: ¡Ah, ya llegaste al final de la segunda parte! A partir de aquí toda cambia, me alegra que te parezca que tiene sentido. Pero en realidad lo que sucede con Sara Parker a penas comienza… ah, y lo de Hermione, bueno, no la trató muy bien, pero que se le va a hacer… CAP28: no, no me voy a suicidar, tranquila, tú sigue enviándolos. Me alegra que te interese la historia de Sara Parker, después de todo ella es mi personaje favorito. CAP29: ¡Gracias! Lo del diario y el sacrificio son mi parte favorita de la historia, me alegra que te gustara. En cuanto a que Sara Black sepa… CAP30: Gracias por lo de la bio, ya casi ni la recuerdo. Sí, en la tercera parte los chaps son cortos, al paso que vas me vas a haber alcanzado para cuando publique el viernes. Voy contestando tus reviews conforme llegan, así que no te extrañes de que lo que diga entre uno y otro varíe mucho. CAP31: Pues a Dumbledore no lo quiero mucho que digamos, y Sirius tiene razón, es culpa de él. Me alegra que te gustara la iniciación, me gustó mucho escribirla, pero me costó bastante. CAP32: ya sé que es muy corto… CAP33: ¿momento de la verdad? Bueno… ya veremos. CAP34: Pues quien sabe con lo testaruda que es. Espero que hayas disfrutado de las cosquillitas en la espalda (¡Hay que ver como te chinea! Bueno, a mi es Sirius el que me espera, así que no hay problema…) y espero que estés mejor de la gripe. CAP38: Sí, se lo merecían. CAP39: ¡Me alegra que te gustara! Valoro mucho la opinión de las severusianas de las partes que escribo de él porque no es un personaje precisamente fácil de escribir. CAP42: No tengas miedo… todos los viernes o sábados está el capítulo en la red a menos que pasara una catástrofe. Si estoy demasiado ocupada Amsp14 publica por mí. Lo más que puede pasar es que como la vez anterior no conteste reviews. Gracias en serio, te pusiste al día a una velocidad increíble y eso es más que suficiente para decirme que te gusta de verdad la historia. Lo del premio era de una votación de una comunidad. ¿Vas a leer las otras? ¡Qué emoción! Eso sí, advertencia: no están terminadas y no actualizo muy rápido que digamos. Pero hoy publiqué un one shot como ya viste y además tengo otros dos (Doce Rosas y Siempre a mi). Tengo sólo una historia terminada que se llama ¿Por qué ella? Estaré muy feliz de recibir un review tuyo en cualquiera de las que llevo. (Amsp14 te recomendaría Esa chica es mía.) ¡Besos!

Y los reviews del capítulo anterior…

Angie Crowe: Pues estoy muy bien, estresada pero feliz. Gracias por las felicitaciones y los deseos. Me alegra que te gustara y pudieses dejar review. Saludos desde Costa Rica.

Bella Black: ¡Hola! Me alegra que te gustara el famoso capítulo de los Evans, me preocupaba que no llenara tus expectativas. Sirius sufre mucho por Sara, al menos ella entiende porqué no está con él, pero el pobre no se entera de nada, y cada vez tiene más razones para creer que ella no es mala… Pues si a Pet no le dio un infarto es porque no podía matarla… pero Sara Parker tiene una mente muy despierta y realmente planeó todo muy rápido, ya verás como su velocidad mental se va agudizando. Las sospechas sobre Sirius (y sobre Remus) no nacen de la nada… como has visto me he venido encargando de ello. Pues sí, al fin regresó Draco, y a mi también me gustaron esas frases. Eso del autocastigo de Sara no sé, creo que se me sale de vez en cuando mi tendencia a la psicología en lo que escribo. Recibí tu review en el Ángel de la guarda, el problema con esa historia es que como viste tira a comedia y yo soy mucho mejor en el drama. Tardé mucho en publicar porque el sábado estuve haciendo examen y luego un trabajo toda la tarde… Me fue bien en los exámenes, gracias. Por cierto, ¿no ha seguido tu historia? Nos vemos!

Amsp14: ¡Hola! Gracias, la verdad la historia va mejor de lo que nunca creí. Ese instinto Bella es peligroso… pero a mi también me encanta esa parte, aunque me caía bien Leithold.

Ariadna Creta: ¡Hola preciosa! De nada, será un honor ser la beta de una lectora y amiga como tu. Ya contesté tu duda sobre la muerte de los Evans en el chap anterior, espero que quedara claro. No te equivocas, ella sólo prometió su libertad, aunque él SÍ que habló sobre luchar, y en realidad Sara actúa como si lo hubiera prometido. Sí que tiene los recuerdos confundidos, pero más bien se acuerda de mucho. Ya pasó casi año y medio desde ese día… Lo de las dudas es necesario, la desconfianza se construye poco a poco, no sale de la nada. Por último, tu otra duda ya la contestó el mismo Draco en persona… besos y abrazos.

Blanca: ¡Hola! ¿Cómo estás? Mira, no estoy dejando en mal a Remus, pero es un hecho que él desconfiaba de Sirius y viceversa. No creo que lo esté dejando mal porque en realidad estoy dando razones firmes y consistentes para que él pueda desconfiar de Sirius, o sea, no está siendo un mal amigo pero no puede dejar de notar que lo que pasa no es normal. A mi también me duelen las dudas entre ellos, por eso mismo les quiero dar una explicación creíble, porque yo no creo que dos amigos como ellos empiecen a desconfiar el uno del otro de la nada, sino que deben haber razones firmes. Lo de Pet lo dudo, pero me alegro que te agrade Sara y lo de Draco, bueno, es compartido. Gracias por los deseos.

Andrea: ¡Hola! Me alegra que te gustara el chap. Remus sabe que se salvaron los Evans, (eso ya se lo dijo a SaraB) pero no sabe que Sara los salvó. Sí, las dos son tontas, pero como te dije con el sacrificio de amor se da un cambio importante en SaraP. Irónicamente al entrar en los mortífagos encuentra su lado humano…-

Trixi Black: están en vacaciones de verano, pronto van a volver a clases. Me alegra que te guste el chap y sí que explica lo de Pet y Sara. Nos vemos.

EmmaFrost-RB: ¡Hola! Sí, los reviews son lo máximo, no me habían avisado de la historia, me la encontré cuando por casualidad entré a la página, pues suelo leer solo lo que llega a mi correo. Me alegra que te guste la vuelta de Draco, me había deshecho de él mucho rato. Espero que no se te olviden los detalles importantes. Pues ya vienen la clases… Ya viste lo que pasó con Peter. Gracias, nos vemos.

Aiosami: ¡Hola wapisima! Claro que era Sirius, y lo que dices de cuando lo descubra… jeje… no te voy a decir que pasará. ¿Snape? Pues no sé, por ahí anda… no me acuerdo la verdad si no sale pronto. ¿47? No, son 73 capítulos contando el epílogo. Bueno, ya expliqué lo de las relaciones de parientes en el último chap. No, con el traidor no se refieren a él… ya lo viste. Nos vemos.

Valeska: ¡Hola! Me alegra que te gustara el chap, sí, lindo es un adjetivo que tal vez no le calza, pero bueno, Sara Parker empieza a demostrar lo listísima que es. Lo de verlos juntos… no puedo adelantarte nada. Mi Draco (porque nadie tiene uno como el mío) es así, a mi también me encanta cuando dice algo contra ellos aunque realmente yo no comparto su opinión, pero es que algo de su personalidad original debe quedarle. Gracias por los buenos deseos… nos vemos.

Eso es todo, espero que les haya gustado el capítulo. No olviden dejar su comentario y pasar a leer el fic de celebración…

Besos desde Costa Rica

Sara Fénix Black