Hola a todos! Estoy de vuelta! Sé que me quieren matar por tardar tanto otra vez y que si les prometo actualizar pronto no me van a creer..y que tampoco me van a leer siquiera, pero realmente quiero pedirles perdón y sobre todo decirles que no tardé en subir este capítulo por voluntad propia, sino que desde que volví de las vacaciones (2 de febrero) estuve sin computadora porque se me quemó! Y pasé por cosas muy locas en ese mes sin compu... porque compramos una pero nos la vendieron fallada así tuvimos que devolverla y cancelar la compra... luego compramos otra que también estaba dañada pero en la parte de conexión a internet, así que otra vez a reparación y ya finalmente nos la devolvieron bien y funcionando. Perdónenme, juro que no quise tardar tanto! Si aún queda alguien leyendo este fic... muchas gracias y espero que me perdonen.
Un gracias y un perdón gigantes a
Linli-chanCiprisADB (perdon por la tardanza! Y por hacer los capis cortos..no puedo evitarlo! T.T)
Kitsune Kaori (gracias por el feliz cumpleaños )
Ale (como siempre.. por ser mi amiga, mi hermana, mi compañía)
Malfoys red-haired lover (por tus palabras porque realmente me sorprendieron y me llenaron de orgullo y confianza..muchisisimas gracias!)
Mi Iya-corazón
Matt-soul
Pola
Yami!
Jessy (coolis17)
Daulaci, amiga!
Kurai Akeru
Miles! Que hace tanto que no hablamos!
Kagome-chan
Yania! Que la extraño mucho!
Natys (nathari-chan... te quero!)
Sesshi23, a quien me agradó mucho conocerla
Katty-cap, por su buena onda y ánimo"Aún Ahora":
Capítulo decimosexto: Olvidarte
Mis dedos entumecidos, debido al frío que no había desaparecido con el correr de los días, moldeaban un barquito de papel con el boleto del tren. El sol que tímidamente se asomaba después de la tormenta que había reinado hacía unas horas cuando desperté, me daba en los ojos, molestando mi visión, y a la vez me iluminaba de a mechones el cabello. Apoyé mi cabeza sobre la ventana y comencé a divagar.
Flash back
Inuyasha- susurré al verlo de espaldas a mí en aquél pasillo blanco.
¿Kagome?- murmuró entre sorprendido y ausente mientras se giraba para quedar de frente a mí. De repente, sus ojos cambiaron de expresión. ¿enojo¿desprecio? Si, incluso odio.- ¿A qué viniste?
Quiero saber como se encuentra Kikyo... y pedirte perdón- te dije casi con miedo. Deseaba que cambiaras ese rostro que me miraba con desprecio, deseaba que todo aquello fuera un horrible sueño, pero la pesadilla era real porque tus ojos... tus ojos...
Kagome cerró fuertemente los párpados tratando de no oír las palabras de Inuyasha.
¡Tonta!
Fin Flash Back
Aún no sé como puedo hacer para que me perdones… ¿Acaso las lágrimas que derramé delante de ti, las que ahora estoy derramando, y este dolor que no se va no son suficientes para ti?
Miroku, Sango y yo cometimos un error, pero todos nos equivocamos. Lástima que tu parezcas ya no tener corazón como para perdonar, lástima que tu no sepas que pese a todo yo te sigo queriendo como ayer... pero tu odio hacia mi, tu desprecio, tu triste indiferencia... pareciera que hoy todo me obliga a olvidarte...
Rodeado de gente, todas caras conocidas pero a la vez tan extrañas. No conoce a ninguno de todos aquellos que lo rodean, pero eso no importa. Ahora es otra persona, ahora es diferente, él cambió. Además todos ellos ¿qué saben, si no lo conocen en profundidad... Ya nadie lo va a conocer por completo. ¿Para qué¿Para salir lastimado nuevamente, herido... destruido como se encontraba ahora?
Escucha palabras absurdas acerca de lo desalineado de su figura, del rostro de pocos amigos y de su silencio, pero si él es un desconocido para ellos ¿por qué se entrometen? Acaba de conocerlos. Escasos dos meses que escapaba de Kikyo saliendo con ese nuevo grupo de "amigos". ¿Podía siquiera llamarlos así? Sin embargo, parecen haberle tomado aprecio a su persona y con ellos fue reemplazando el hueco que iban dejando en su vida los que desde niño habían sido sus compañeros y amigos.
Había llegado el momento en que había acabado con todo y con todos... había llegado el instante en que dejaba de ser él para convertirse en alguien nuevo, alguien del que ya nadie se burlaría o ignoraría, mas... ¿Estaba seguro de lo que hacía?
Escucho el comentario de todos mis amigos...
que me hallan diferente, que estoy tan destruido.
Que apenas soy la sombra, soy un desconocido
que a veces ni respondo, que ya no soy el mismo.
y todos siempre piensan saber más de la cuenta,
Lo sienten, lo conversan Y de ello se alimentan...Se preguntaba si acaso las decisiones que había tomado en los últimos días eran correctas. Demasiado tarde, Inuyasha, pensó. Ahora no había marcha atrás. La tonalidad rojiza que habían adquirido sus ojos había desaparecido, la fuerza con la que su sangre corría por sus venas también había vuelto a la normalidad y quizás ya no quedaban rastros de la furia que lo había invadido. Furia, enojo, hasta crueldad y locura. ¿Acaso había llegado a convertirse en eso que tanto temía? Ya no podía parar a analizarlo. En todo caso, así era mejor... lejos de Kikyo, pero sobre todo lejos de Kagome para ya no lastimarla, o más bien para olvidarla.
¿Admitir que la extrañaba como loco? Eso jamás. Ya no mirar hacia atrás era el lema del nuevo Inuyasha. Tampoco él entendía como era capaz de tener tanta frialdad tras de haberle dicho adiós a sus amigos, a Kagome, a todo...
¿Realmente ella pensará que ya no siento nada por nadie? Si él mismo lo creía ¿por qué los demás no habrían de hacerlo? Pero una tonta y mínima tibieza en su interior le decía que Kagome y sus amigos aún estaban allí... escuchar ese grito ahogado de su interior por sentir nuevamente amor era lo que no podía permitirse.
Mientras que la sangre aquí en mi corazón
va subiendo arriba la temperatura
mientras mi locura va con tu cordura
mientras yo te extrañe, yo te sienta, yo te ame...
Podría intentar salir de ese pozo oscuro, de ese círculo de falsedad hacia los demás y hacia él mismo en el que se había sumergido, pero ya todo se le antojaba tan inútil...
Podría levantarse de esa silla, dejar el vaso con cerveza sobre la mesa, despedirse de sus nuevos "amigos" y correr lejos... Pero él ya no quería pensar más, no quería seguir lastimando ni tampoco seguir siendo lastimado.
Lanzó una hiriente mirada frente a una broma que profirió uno de los muchachos acerca de él. Mirada que era más un grito en busca de ayuda que de enojo. Grito que no fue oído por ninguno de los que se encontraban a su alrededor. Esa ilusa idea de alejarse de allí e intentar arreglar las cosas se perdió con la sensación de la cerveza helada en su garganta... se perdió en el recuerdo de haber sufrido. ¿Acaso no podía soportar sufrir por amor? Quizás no... pero por más que siguiera allí sentado con esa gente, por más que siguiera fingiendo sonrisas que parecían tan reales, él sabía que no podría... que haga lo que haga, en algún momento, en algún lugar, los recordaría a ellos. Por más que quisiera y lograra auto convencerse del adiós, nunca olvidaría a Kagome.
No, Kagome... yo no voy a poder olvidarte.
Yo intento pero nunca salgo del abismo
y todo queda en la nada
mis gritos hacen eco al fondo de la nada
mientras mi cuerpo se resiste a caer
yo no te olvido, mujer.
Las puertas de la clínica se abrieron apenas la silueta de la mujer fue percibida, dándole paso a su figura blanca. Aún tenía moretones dispersos por su rostro, pero eran mínimos al lado de otros en distintas partes de su cuerpo.
Arrugó los ojos al sentir el reflejo del sol en sus pupilas, mareándose al instante.
Kikyo... ¿te encuentras bien?- murmuró un joven de ojos azules como el mar, quien pacientemente la acompañaba, al ver que la mujer se llevaba una mano a su pálido rostro.
Si, Kouga, no te preocupes por mí...- balbució bajando la mirada y retirando su mano de la sien.
Estoy aquí para ocuparme de ti, no me pidas que no me preocupe- masculló el chico comenzando a exasperarse- sabes que mi madre me lo pidió, y que de otra forma no estaría aquí.
Entonces vete- contestó tajante la joven de cabellos azabache.
No puedo- replicó él- yo sí cumplo con lo que prometo-
Yo también cumplí- repuso Kikyo mirándolo con antipatía- ¿Acaso Kagome en su momento no te eligió a ti?
¿Pero de qué me sirvió si nunca estuvo enamorada de mí?- objetó Kouga un tanto rabiado.
Eso no lo sé- susurró la chica, mientras se subía al negro automóvil del joven que ahora la miraba confuso.
Una vez ubicado en el asiento del conductor, y luego de haber puesto el vehículo en marcha, Kouga lanzó un suspiro y observó por unos instantes en silencio a Kikyo.
Te pareces tanto a ella... – murmuró de improviso.
De respuesta sólo obtuvo una mirada de aborrecimiento por parte de la joven, que se limitó a volver su cabeza hacia la ventana, apoyándola sobre el cristal.
Tú sabes que no nos parecemos- musitó con aquél tono de irritación característico en ella.
Claro que lo sé...- respondió el muchacho sin quitar su mirada de ella- pero me sigues recordando a ella...
Al instante, Kouga apartó la vista y se concentró en conducir. El camino transcurrió en silencio para él, mientras Kikyo parecía entretenida en observar sin expresión alguna las calles de la ciudad.
Gracias por traerme- exclamó sin perder el tono apático cuando Kouga la dejó en la puerta de la que era la casa de su hermana menor; la única persona que le quedaba y que había aceptado cuidarla después del accidente.
De nada- murmuró el chico renuente a verla a los ojos.
¿Por qué no me miras?- preguntó ella con leve diversión.
Porque si te miro, no podré dejar de hacerlo- respondió Kouga con su desinhibición común y tono grave en su voz.
Entonces, hazlo- susurró Kikyo mientras se acercaba lentamente a él...
Kagome... ¿podré olvidarte en los labios de Kikyo? Perdóname si me equivoco... yo sólo quiero olvidarte.
Continuar�:
"Olvidarte es un intento que no lo deseo tanto,
porque tanto es que lo intento que me acuerdo mucho más.
Y he llegado a sospechar que mi afán de no acordarme, es lo que me tiene enfermo de recuerdos.
Olvidarte es lo que espero para reanudar mi vida, harto de seguir soñando con la posibilidad de que un día por error, o pura curiosidad, le preguntes a un amigo por mis huesos.
Olvidarte, es tan difícil olvidarte...
Olvidarte, olvidarte es querer jalarle el pelo a una botella,
es creer que la memoria es un cassette para borrar.
Olvidarte es recordar que es imposible...
Olvidarte, olvidarte incluso es más difícil que aguantarte...
Si extraño tu neurosis y tus celos sin razón¿cómo no extrañar tu cuerpo en mi colchón?"
Ricardo Arjona
