Disclaimer: los personajes pertencen a JK Rowling, Warner Brothers y empresas asociadas. La canción que aparece en este capítulo se llama "Entre el mar y una estrella" y la interpreta la cantante mexicana Thalía.
¡Hola a todos!
Una semana más un capítulo nuevo de la historia… este es el último capítulo que podrán llamar "de relleno" en la historia, aunque hay un acontecimiento muy importante, aunque de momento parezca insignificante, espero ver en sus reviews quien lo identifica.
Después de este capítulo tenemos dos capítulos más de la quinta parte, un capítulo de cierre de la quinta parte y el final de la historia, que se divide en tres capítulos importantes. O sea, que sin contar este que van a leer quedan… 6 capítulos para el final, más el epílogo. Según mis cálculos el 13 de mayo será la última actualización…
Una última cosa. Me han preguntado si hay más muertos para prepararse psicológicamente. Al respecto solo comentaré que esta historia es un PG-13, por si no lo han notado, pero no es por escenas amorosas. Por lo tanto… prepárense.
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San Valentín
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Sara estaba en Irlanda. Contrario a Inglaterra, la capital mágica de Irlanda no estaba en el centro muggle, sino cerca de la costa este, en Arklow.
Mientras investigaba el terreno, que no le era del todo desconocido porque ya había estado ahí antes, notó muchas parejas a su alrededor muy acarameladas. No habría entendido porqué si su sentido de observación no le hubiera mostrado los duendes mágicos que rondaban las tiendas lanzando flechas y corazones rojos.
Lo que me faltaba… San Valentín.
Cuando se disponía a salir de la ciudad, su vista se topó con un letrero direccional de la calle que señalaba hacia la costa. Punta Cahore.
Suspiró. Había tratado de no pensar en ello. Pero no podía evitarlo. Punta Cahore…
Contuvo una lágrima apenas y empezó a caminar en esa dirección. Ya había anochecido cuando llegó a la playa. Nuevamente era una noche sin luna. Era una playa muggle, por lo que dejó caer la capucha y se acercó al mar lentamente. Sintió el agua mojar sus pies, cerró los ojos. Los recuerdos se galopaban con demasiada rudeza en su mente. Recuerdos dulces, pero por lo mismo cada vez más dolorosos. En ese lugar habían estado juntos una vez. Ahí flotaba en el aire la promesa de su amor que se harían un mes después.
Suspiró. Estaba anocheciendo, las primeras estrellas brillaban en el cielo. Ahí estaba la suya sobre el horizonte, ahí estaba Sirius, la estrella más brillante del firmamento. Habían pasado tantas cosas bajo la luz de esa estrella… Tantas cosas entre ella y Sirius. Bajo ella se habían conocido, bajo ella se habían unido… Tantas cosas que volvían a ella en el silencio de la noche. Era una historia de amor eterno, de aquellas que nunca se olvidarían, que llenaban los sueños y fantasías de cualquiera. Nunca creyó que fuera posible un final, nunca, a pesar de todo lo que pasó, nunca hubo un verdadero adiós entre ellos dos.
No pudo evitar que las lágrimas empezaran a bajar por sus mejillas. La playa estaba desierta ya, no era un lugar turístico muy popular para la noche. Mientras miraba la estrella no pudo evitar el grito que quería salir de ella desde hacía largo tiempo…
?Por qué¿Por qué tenías que irte¿Por qué me dejaste¡No es justo! Te necesito…
La mujer se dejó caer de rodillas en la arena. El agua de mar mojó su traje y sus rodillas, pero no le importó. Hundió las manos en la arena y estrechó dos puños de arena en ellas con fuerza. Podía ver sus lágrimas mezclarse con el agua ya de por sí salada del mar.
Perdóname –dijo al rato Sara- lo entiendo. Me alegra que estés fuera de esto… estés donde estés tiene que ser mejor que aquí… Sólo, sólo me gustaría estar segura de que sigues conmigo.
La piedra que pendía de su cuello resplandeció un momento. Sara la miró extrañada. ¿Había sido su imaginación o…? El zafiro, escondido tras la apariencia de la piedra negra, brilló suavemente otra vez.
Sara lo estrechó emocionada y lo besó. Nuevas lágrimas bañaron sus mejillas. Pero ahora estaba más tranquila. Él podía haber muerto, pero estaba aún con ella. Podía sentirlo, podía respirar aún su aroma, sentir su presencia dentro de sí.
No te irías sin mí a propósito Sirius, lo sé.
Cualquiera que la hubiese visto sola en esa playa, arrodillada en la orilla del mar y hablándole al vacío habría dicho que estaba loca. Tal vez lo estaba. Estaba sola. Había estado mucho tiempo lejos, pero siempre había contado con él, a pesar de la distancia.
Él latía muy dentro de ella en ese momento, podía sentirlo en la sangre que corría por sus venas… El dolor no la había dejado sentirlo antes. Él y ella eran uno mismo, pero en ese maldito departamento de misterios habían logrado llevarlo lejos… Con la mirada fija en el horizonte, donde se veía la estrella brillar, susurró como en una especie de trance.
Volveremos a vernos Sirius. La profecía lo dice. Dice que me esperas a lo lejos… iré a ti en cuanto esto termine. No hay un final para nosotros. Merecemos ser felices después de tanto dolor… Iré a ti, lo sabes, te prometí hace casi 20 años mi libertad, el momento se acerca. Si no he ido todavía, es porque no he encontrado la manera. Tengo que quedarme en este mundo para cumplir nuestro sueño. Para cumplir esta maldita misión que el destino me ha asignado. Esta misión cruel y dolorosa de ser la Hija del Infortunio. ¿Realmente le he hecho honor al título, verdad?
Una risa seca y sin alegría salió de su garganta.
Lo extrañaba más de lo que nadie podía adivinar. Sufría mucho, a pesar que todos creían que ella ya era incapaz de sentir. Tenía una gran herida en el corazón. Una herida que no dejaría de sangrar nunca en su vida.
Tú no buscaste irte. Tú no tenías que estar muerto.
Sara sintió correr por sus venas el odio que se había tratado de apoderar de ella una y otra vez desde que supo lo ocurrido. Había encontrado tantos culpables de lo ocurrido.
Estaba segura, sin necesidad de explicaciones, de que era culpa de Dumbledore. ¡Siempre era culpa de él! Él, quien manipulaba todo lo que sucedía y los pensamientos de aquellos que ponían en él su confianza. Sirius había vuelto con él después de lo sucedido, y bajo su tutela lo habían asesinado por proteger a ese niño de quien el director decía haberse hecho cargo. Si realmente lo hubiese hecho, Sirius no habría tenido que ir ahí a protegerlo. Sirius no estaría muerto.
Además, era culpa de James Potter. Él había decidido que Sirius protegería al niño. Sirius protegía a ese niño por fidelidad a su amigo, y por fidelidad a su amigo había muerto. ¡Era culpa de Harry Potter por llevarlo ahí! Era culpa del ministerio por tener ese arco ahí y por haberlo condenado injustamente… Hasta podía pensar un poco que era culpa de Snape o de ella misma…
Ya sé que no es así. La culpa es de Bellatrix y de Voldemort. Pagarán. –dijo Sara en voz alta. Tenía que luchar contra ese odio. Sabía que si cedía al odio sería su perdición. Era lo que Voldemort creía que había pasado con ella. Que su alma envenenada de él finalmente había caído en la oscuridad por el odio que la arrastraba como lastre hacia ella. Y lo habría hecho de no ser por que quedaba un sentimiento realmente puro en ella. El amor se ponía por encima de ese odio que sentía por todos. El amor por Sirius siempre sería su guía y su salvación, lo único que le impedía caer para siempre en la oscuridad.
Agotada por todas las emociones que estaba sintiendo se dejó caer hacia atrás en la arena. El agua terminó de mojarla, cerró los ojos, mientras sentía que su alma se llenaba de dolor. El mundo se había terminado para ella, pero tenía que seguir viviendo ahí… tenía una misión que cumplir.
Pero ya no sería tan difícil. Estaba segura de que no estaba realmente sola. Trató de concentrarse en eso, tomó la piedra que pendía de su cuello. Ese regalo que lo tenía día a día junto a ella. Él siempre estaría con ella… o ella no podría terminar su misión.
Lo necesitaba como el aire para respirar. Lo necesitaba aunque se hubiera ido.
Miró el mar sonriendo tristemente. Luego miró al cielo en una ataque repentino de inspiración. Suspiró. Ahí estaba su estrella. Él la estaba viendo. No la dejaría sola.
Levantó una mano y una seria de fogatas aparecieron a lo largo de toda la playa…
Va por ti Sirius.
Sara sonrió tristemente. Era hora del juego final…
"Aunque te hayas ido
sigues conmigo
siento el respiro de tu amor.
Con un triste suspiro
llega la noche
y me platica de los dos.
Eterno fue lo que hubo
entre tú y yo
que nunca un adiós se contempló.
Entre el mar y una estrella
seguirás estando al filo de mis venas.
Te pondré algunas velas
para preguntarle a Dios cuándo regresas
Ya no me sabe el día, menos la dicha
se me entristece el corazón.
Lo que te extraño, vida
y lo que sufro
es tan inmenso como el sol.
Te sigo amando en contra del rencor
aunque se muera mi alma de dolor.
Entre el mar y una estrella
seguirás estando al filo de mis venas.
Te pondré algunas velas
para preguntarle a Dios cuándo regresas."
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En medio de toda la tensión, llegó la fiesta de San Valentín. Los chicos tenían prohibido salir del castillo solos, pero a algunas personas no les parecía justo que no pudieran celebrar la fecha.
Nymphadora Tonks, Remus Lupin y otros miembros de la Orden se habían puesto de acuerdo para poder hacerles una pequeña celebración en uno de los salones privados en el alto de Las Tres Escobas. Estaban invitados Harry, Ron, Hermione, Ginny, Draco y Sara. Draco no quería ir, pero en atención a su prima había accedido.
Viajarían a través del túnel de la vieja tuerta, excepto Sara y Draco que se aparecerían directamente.
Sara se estaba alistando temprano cuando llegó Draco. Estaba muy guapo, llevaba una túnica negra muy elegante pero no demasiado formal. Sin embargo, había una expresión extraña en su rostro.
Feliz San Valentín –le dijo Sara sonriente acercándose a él y dándole un beso. Sin embargo se separó de él casi en seguida- ¿Qué te pasa¿por qué tan serio?
No pasa nada –le respondió Draco secamente.
A mí no me engañas. Algo te pasa.
¿Tú que tal estás? –preguntó el chico ignorándola y sentándose en el brazo de un sillón mientras Sara se terminaba de peinar frente al espejo de la sala seria.
Bien. Tengo un poco de sueño, pero…
Es normal no. Supongo que te desvelaste, como siempre.
Sí –dijo Sara midiendo con cuidado sus palabras. No estaba de ánimo para un pleito, y lo veía venir…
¿Qué te quedaste haciendo?
Pues… leyendo unas cosas del diario de mamá.
Te ves bien… Parece que te sientes mejor.
Sí, creo que las fiestas me hacen bien.
¿O tal vez pasar la noche con Potter?
El tono de Draco estaba lleno de odio. Sara se volvió hacia Draco con el ceño totalmente marcado y los ojos chispeantes.
Así que eso es lo que pasa.
No pasa nada, sólo sé que Potter estuvo aquí anoche.
¿Espiándome? – Draco conocía la posición que Sara estaba tomando: era la misma de antes de empezar un duelo. Sin embargo no cedió y continuó mirándola directo a los ojos.
Vine a buscarte. Estabas ocupada.
¿Celoso acaso?
Pues sí –dijo Draco levantándose exaltado- se puede decir. ¿Por qué no habría de estar celoso si vengo a buscarte como a las doce y no estás y luego te veo aquí con Potter?
Sabes que salgo de noche a menudo. Harry es mi amigo. Mis amigos vendrán a mi casa cuando a mi me de la gana. ¡Tú no eres nadie para venir a decir esas cosas y reclamarme por…!
¡Eso es precisamente lo que me molesta! –gritó Draco- ¡no quiero seguir así!
¿Así cómo? –preguntó Sara sin entender el comentario. El rubio se volvió y salió de la casa. Sara lo siguió de inmediato.
¿Qué demonios te pasa?
Draco no contestó. Se había detenido viendo hacia el bosque, respiraba agitadamente. Sara no se acercó, se detuvo a unos diez pasos de él.
Draco… ¿qué…
Te amo Sara. Ya te lo he dicho antes, pero no parece ser suficiente. He cambiado mi vida, mi manera de ser, todo lo que he hecho estos dos años ha sido por ti. Pero no es suficiente.
¿Qué quieres decir?
Me vuelve loco saber que a pesar de que te amo y que tú pareces corresponderme …
¿Qué? –gritó Sara desesperada.
Tú misma lo dijiste hace un momento. Me harté de no ser nadie en tu vida.
¿Qué rayos dices¡Eres tal vez la persona más importante para mí!
Draco se volvió y la miró firmemente:
¿Quieres ser mi novia?
Sara lo miró con los ojos muy abiertos.
La verdad no me importa que estés con Potter y con Weasley –continuó Draco- no me gustan, pero sé que son tus amigos y sé que entre ustedes no hay nada. No es que desconfíe de ti, es… Es que sé que no puedo decir que soy más que ellos para ti.
Pero eso es una solemne estupi…
Sé que es estúpido, pero así es. –la interrumpió Draco- No quiero seguir siendo simplemente un amigo con derechos. No te había dicho nada porque sé lo delicado que es este tema para ti y como te aterroriza la idea de una relación seria, pero no quiero seguir así. Quiero estar siempre a tu lado. Siempre. Y que no haya la menor duda sobre nosotros. Quiero una relación formal y decirle al mundo entero que eres mi novia y que por más que se acerquen a ti ya eres mía.
Bueno, eso de ser propiedad de alguien es…
Sara –la detuvo Draco- Vine anoche a hacerte esta pregunta, y te la hago ahora. ¿quieres ser mi novia?
Sara se detuvo y se acercó a él hasta que estuvo frente a él, a menos de un paso.
¿Tanto significa para ti? –preguntó en un susurro.
Sí.
Te amo Draco.
Le dio un beso profundo y cuando se separaron le sonrió dulcemente.
No hay nada que quiera más en este momento.
Draco le sonrió abiertamente y la besó de nuevo.
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Es un lindo salón –dijo Ginny mirando admirada el saloncito privado que Tonks y Remus estaban terminando de decorar cuando los chicos llegaron.
¿Verdad que sí? –dijo Tonks sonriente- pensamos que les gustaría. Mi grupo hizo una fiesta de graduación aquí en mi último año de Hogwarts y mi grupo de amigos alquiló este salón para la fiesta privada.
Bill me contó de la fiesta de su curso… –comentó Ron mientras se acercaba a la mesa con comida.
¿Ustedes tuvieron fiesta aquí también? –le preguntó Harry a Remus quien asintió sonriendo con nostalgia.
Sí… Tuvimos varias. La fiesta del curso y la fiesta de los merodeadores.
¿Fiesta de los merodeadores? –repitió Harry con los ojos brillantes- ¿Cómo fue eso?
Harry y Ron se acercaron a oír el relato de la fiesta que los chicos habían tenido con sus amigas Madeline y Rose y, la en ese entonces novia de James, Lily. Hermione estaba en ese momento cerca de la ventana, algo apartada. Tonks se acercó a Ginny quien también escuchaba la historia divertida.
¿Qué le pasa a Hermione?
La pelirroja miró a ambos lados cuidando que no la oyeran.
No estoy segura. Desde la mañana está un poco distraída. Creo que esperaba una carta de Viktor.
¿Todavía estaba con Viktor? –preguntó Tonks sobresaltada.
No, desde que no vino a Inglaterra las cosas entre ellos se enfriaron, pero creo que mantenían cierto contacto… ¿por qué pareces saber algo más?
No has visto El Profeta aún¿verdad? – le preguntó Tonks rápidamente.
No, Hermione es la que lo recibe de hecho, es eso que está recibiendo ¿no?
Tonks se volvió y vio como Hermione abría la ventana y recibía el periódico. Cuando vio la primera página lanzó una exclamación vehemente. Remus detuvo su relato y todos la miraron. La chica dejó el periódico en una mesa y salió del salón sin decir nada.
No se supone que pueda salir del salón –dijo Remus dirigiéndose a la puerta. Ron se precipitó sobre el periódico y miró la primera página.
"Se anuncia el compromiso matrimonial del famoso jugador de la Selección Búlgara de Quidditch Víktor Krum" – leyó el pelirrojo en voz alta. Levantó la vista y le dio un puñetazo a la mesa con violencia. Inmediatamente salió por la puerta igual que Hermione. Remus, quien se había quedado en la puerta para oír el titular, y Harry iban a seguirlos, pero Tonks y Ginny les hicieron una señal de alto.
Déjenlos –dijo Tonks con una sonrisa- Iré a vigilarlos de largo. ¿Remus, te quedas?
Bajo contigo. Creo que faltan unas cosas. Ginevra, Harry¿tienen sus trasladores?
Los chicos asintieron y los dos adultos salieron del salón. Harry miró a Ginny algo nervioso. Hacía mucho tiempo no se quedaba solo con ella, y debía admitir que la pelirroja estaba muy linda, y llamaba poderosamente su atención. Desde aquel baile al que habían ido juntos no podía dejar de pensar en ella…
Ginny estaba leyendo la noticia del periódico.
Me da un poco de pena –dijo la chica.
¿Hermione?
Sí… pero sobre todo Krum. Parece ser un matrimonio arreglado por la familia. Casarse por plata y conveniencia… yo nunca haría eso. No me importa ser pobre.
Yo tampoco me casaría así –admitió Harry acercándose para leer el también la noticia.
Y probablemente lo eligieron a él sólo por ser famoso y de plata… No me gusta ver a Hermione así, con lo fuerte que suele ser. Lo bueno es que tal vez al fin mi hermano reaccione. Hace años que suspira por ella… me pregunto si al fin se dará cuenta.
¿Esperas que nos libremos de sus discusiones a todas horas? –dijo Harry en tono de duda.
No creo que nunca nos libremos de ellas –dijo Ginny con una sonrisa divertida al tiempo que tomaba un vaso dispuesto a llenarlo, pero…
Parece que Madame Rosmerta olvidó las bebidas. -dijo Harry mirando a lo largo de la mesa- si quieres puedo bajar por unas cervezas de mantequilla.
¿Estás loco? Si la fiesta es aquí para que tú no te expongas. –le regañó Ginny.
Es sólo bajar las gradas un poco…
No Harry. Además, no tengo tanta sed.
Saldré un momento a ver si Remus se ve por ahí.
¡Mira que eres testarudo! – Harry ya había abierto la puerta, pero Ginny lo alcanzó y lo tomó del hombro. En ese momento les llegó el sonido de unas risas en el saloncito de al lado, según tenían entendido, el más cómodo y lujoso del lugar.
Creí que no había nadie más aquí arriba –susurró Ginny- ¿crees que sean espías o algo así?
Lo dudo –dijo Harry en un susurro también- Remus y Tonks se encargaron de que todo estuviera limpio… Además, los espías no suelen estarse riendo para que puedan oírlos. Pero…
Espera –lo detuvo Ginny- yo conozco esa voz.
Una voz masculina llegó hasta los oídos de ambos.
Sabes que te amo.
¡Es el doctor Wyle! –susurró Ginny sorprendida. Harry la miró con los ojos muy abiertos.
Lo sé… -respondió otra voz, esta vez dulce y femenina- Yo también te amo. Por eso estamos escondidos de incógnito en el pueblo de Hosgmeade un fin de semana de visita de Hogwarts.
¡Esa es…! –Ginny golpeó a Harry en las costillas para que bajara la voz. El chico hizo un gesto de dolor y continuó en voz baja- ¡Es Honey Fudge!
Nuevas risas llegaron de la habitación.
Creí que era para huir de los reporteros y los paparazzi –dijo la voz de Oscar- ponte seria, que quiero decirte algo serio.
De acuerdo –dijo la voz de la chica. Oyeron un golpe suave en el piso.
Honey Fudge, te amo más que a nada en el mundo. Tú eres lo más importante de mi existencia, has llenado con tu luz cada día de mi vida desde que te conocí y quiero que lo sigas haciendo siempre. Honey… ¿te casarías conmigo?
La exclamación de sorpresa de Ginny fue tan sonora que Harry le tapó la boca con una mano y la hizo entrar de nuevo al salón.
¡Le pidió que se casara con él¡Le pidió que se casara con él¡Le pidió que se casara con él! –empezó a decir Ginny con una gran expresión de alegría y a punto de dar palmadas de la felicidad.
¿Pero tú sabías algo de eso? –preguntó Harry totalmente sorprendido.
Oscar Wyle es uno de los magos más apuestos que hay, cuando estábamos en el hospital a las dos nos encantaba, ellos se veían mucho por la Orden y todo esto¡pero no sabía que estaban saliendo¡Y ahora van a casarse!
No oímos la respuesta –observó Harry.
¡Oh vamos Harry¡No va a decir que no!
¿Por qué tan segura? –preguntó una voz feliz en la puerta. Los chicos se volvieron y se encontraron con una radiante Honey, acompañada del siempre galante Oscar. Ambos se veían muy felices.
Harry y Ginny enrojecieron vivamente, logrando que sus rostros hicieran juego con el color del pelo de la pelirroja.
Yo, nosotros… lo lamentamos –balbuceó Harry.
Oímos voces y no se suponía que estuvieran aquí –dijo Ginny rehaciéndose de la sorpresa.
Ah, eso –dijo Honey con ademán para quitarle importancia- somos de la Orden ¿recuerdas?
Formamos parte de la guardia. –aclaró Oscar.
Y a la vez aprovechamos para poder estar un tiempo a solas… aparentemente. –dijo Honey mirándolos severamente, pero luego les guiñó un ojo-¿Cuánto oyeron?
No suficiente –dijo Ginny- ¿qué respondiste?
Honey le sonrió a Oscar y luego extendió la mano hacia los chicos. Un precioso anillo de compromiso de oro, con la base de la piedra de oro blanco y un fino diamante brillaba en su mano. Ginny se abalanzó sobre ella y le dio un abrazo muy fuerte mientras Harry la daba la mano a Oscar, apresurándose a felicitarlos.
En medio del alboroto se escuchó una pequeña aparición en el salón. Sara y Draco acababan de llegar. Miraron sorprendidos a Honey y Oscar de la mano frente a Harry y Ginny.
¿Honey? –preguntó Draco mirándola sorprendido- ¿qué…?
La chica lo miró con emoción contenida y exclamó:
¡Oscar y yo vamos a casarnos!
Sara lanzó una exclamación tan vehemente como la de Ginny y se precipitó a abrazarlos y felicitarlos. Draco reaccionó después de la sorpresa que acababa de llevarse y abrazó a una entusiasmada Honey. En medio de la alegría y la confusión de felicitaciones, en las que ya estaban Sara y Ginny abrazadas celebrando la buena noticia se abrió la puerta y entraron Hermione y Ron, ella recostada en el hombro de Ron, quien la sujetaba de la mano.
Flash Back
Ron bajó rápidamente las gradas del local buscando a Hermione con la vista, pero sin éxito. Empezó a preguntar entre los estudiantes que llenaban ya el lugar, pero nadie parecía saber de ella.
¿No han visto a Hermione Granger? Ya saben, la castaña inteligente de sétimo año, de Gryffindor… El Premio Anual…
¿Ron¿Qué haces aquí? – la voz de Neville lo llamó por detrás, el chico se acercó y le susurró- ¿No tenían que estar en secreto?
Estoy buscando a Hermione. ¿No las has visto?
Hum… creo que Luna me dijo algo sobre ella. ¡Hey Luna!
La chica se acercó como siempre con expresión ausente y la varita tras la oreja.
Hola Ronald. Feliz día de San Valentín.
Gracias Luna, igual. ¿No has visto a Hermione?
Sí, está en el baño de chicas.
Gracias, voy a ir a busc… -dijo Ron empezando a alejarse, pero se devolvió rápidamente- ¿el baño de chicas?
Luna asintió educadamente.
No parecía estar muy bien. Creo que le gustaría hablar contigo.
¿Conmigo?
Con algún amigo. Ve a buscarla.
Y voy a entrar al baño de chicas… - dijo Ron incrédulamente viendo en dirección a este.
Ve –le dijo Neville- nosotros vigilaremos que no entre nadie.
Ron los miró como si estuvieran locos, podían echarlo del local si entraba a ese baño, y no quería pasar a la historia de Hogwarts como el degenerado que se metía en los baños de mujeres. Ya en segundo le habían bajado puntos por eso.
Sintió una mano en el hombro.
Acabo de hablar con Madame Rosmerta- Ron distinguió a Tonks por la voz y la vestimenta, aunque había cambiado totalmente el aspecto con que acababa de dejarla arriba. Ahora en lugar de una rubia de ojos azules era una chica de cabellos castaños y ojos miel- tienes quince minutos para hablar con ella. Pondré el letrero de "Cerrado por limpieza".
Ron entró despacio, con cuidado de no hacer ruido con la puerta. Pudo oír un sollozo en la última de las cabinas del baño.
¿Hermione? –preguntó tratando de disimular el nerviosismo en su voz. - ¿Eres tú?
¿Ron¿Qué… qué haces aquí? –preguntó la suave voz de Hermione, algo sorprendida.
Te estaba buscando… ¿estás bien?
Estoy bien, sólo… sólo déjame sola.
No. –dijo Ron con firmeza. Como no obtuvo respuesta agregó -Sal de ahí Hermione.
No quiero hablar con nadie…
No voy a dejarte sola estando así –dijo Ron poniendo una mano sobre la puerta del baño en el que estaba la chica- sal, por favor.
La puerta se abrió lentamente. Hermione lo miró con el semblante algo triste, las mejillas surcadas por dos lágrimas silenciosas. Ron se sintió vivamente conmovido al verla. Sus nervios desaparecieron como por arte de magia y sin pensarlo siquiera limpió suavemente con su mano las lágrimas del rostro de su amiga.
¿Es por lo de Krum?
Hermione apartó la mirada sonrojándose, pero Ron frunció el ceño y empezó a decir rápidamente con tono enojado:
¡Es un imbécil! Si no sabe valorarte no merece que ni siquiera…
Ron
… que desperdicies tu…
¡Ron! –Hermione lo detuvo poniendo un dedo sobre los labios del chico- Para. Víktor y yo no estábamos saliendo.
Entonces es más imbécil aún –dijo Ron tomando la mano que Hermione todavía tenía sobre sus labios- si yo tuviera la oportunidad que él tuvo contigo, nunca te dejaría ir.
Fin del Flash Back
La fiesta de San Valentín se había convertido finalmente en la celebración privada del compromiso de Honey y Oscar. Sara también había comunicado el inicio de su noviazgo oficial con Draco, algo sonrojada por todo lo que había dicho alguna vez sobre tener una relación, en especial a Remus, quien, junto con Tonks, se habían quedado en la fiesta como parte de la guardia. Además, el licántropo había decidido no dejar sola a Tonks en un día que podía ser tan deprimente para ella, estando tan cerca la muerte de Bill. Hermione y Ron también estaban muy cerca, lo que dejaba a Harry y a Ginny juntos. Habían conseguido que la pareja de recién comprometidos les hablaran sobre su relación.
Llevamos saliendo varios meses –explicó Honey- prácticamente desde que salí del hospital después del ataque.
Parece poco tiempo –admitió Oscar- pero nos queremos.
Eso se nota –dijo Tonks con aire un poco melancólico, pero manteniendo la sonrisa.
¿Pero por qué el secretismo? –preguntó Sara.
Es complicado –contestó Oscar brevemente.
Son varias cosas –dijo Honey, mucho más dispuesta a hablar que su prometido- la prensa rosa es muy pesada con nosotros. Hace un tiempo que finalmente dejaron de hablar del famoso y maravilloso Dr. Oscar Wyle. La hija del Ministro nunca deja de ser noticia. Yo no tengo problema con la prensa, pero no me gusta que se metan en mi vida privada, al igual que Oscar.
Los entiendo perfectamente –comentó Harry.
Claro, señor popular… -murmuró Draco. Sara le dio un codazo y miró a Honey.
Continúa.
Además está mi padre. Él… no le tiene mucho aprecio a Oscar.
Sara recordó aquella escena en la enfermería donde Oscar parecía tan preocupado por Honey, a quien su padre la tenía prácticamente abandonada en el hospital y como había dicho que hablaría con el ministro. También recordaba a Cornelius Fudge murmurando sobre "ese entrometido".
¿Por qué? –protestó Ginny- no veo qué puede molestarle de él.
¡Hey! –exclamó Honey en broma- que ya es mi prometido del que hablas…
Ginny volvió a ruborizarse y Oscar sonrió brevemente. No era tan sociable como su novia, pero el grupo de chicos le agradaba.
Ya en serio –continuó Honey- han tenido algunos encontronazos anteriormente, además papá considera que le falta el debido orgullo de un mago por haber ido a universidades muggles. Y la diferencia de edad tampoco ayuda.
¿Entonces Fudge no sabe nada de esto? –preguntó Draco.
No –contestó Honey- Oscar ha querido hablarle varias veces, pero no lo he dejado. Quiero decírselo yo misma, pero papá ha estado muy ocupado y estresado, al igual que Oscar, no ha habido un momento propicio.
¿Así que no vas a usar en público el anillo? –preguntó Hermione- si no quieres que nadie se entere…
Lo usaré con un hechizo desilusionador –contestó Honey- sólo Oscar y yo lo veremos.
Chicos, tienen que prometernos que no van a decir nada de esto –dijo Oscar interviniendo nuevamente en la conversación, luego miró a Remus y a Tonks- igual que ustedes, tampoco queremos que se sepa dentro de la Orden todavía.
Todos prometieron casi bajo juramento que no dirían nada al respecto. La fiesta continuó, más tarde llegaron Neville y Luna y los señores Weasley cuando era hora de volver. Fue un gran día para todos, el movimiento oscuro no había dado señales de vida, todo había estado muy tranquilo. Demasiado tranquilo quizá…
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Espero con ansias sus comentarios.
El próximo capítulo se llama "El traslador". ¿Alguna idea de sobre qué es? Hay pistas al respecto en los chaps anteriores, aunque no sé si les habrán puesto atención…
Contesto sus reviews:
Licon¡Hola! Dale tiempo a Sara hija, ya ves que empieza a dudar de todo. Este capítulo tuvo un final feliz, no crees? Lo de matar gente… lo siento.
Bella Blackvad¡VOLVISTE¡VOLVISTE¡VOLVISTE! Te había echado de menos, creí que habías tenido que dejar de leer la historia, que felicidad verte de nuevo por aquí. Si, son muchos capítulos sin tener review tuyo. Me alegra que entiendas lo de Bill y que te gustara la aparición especial de Sirius, esperé mucho para escribirla, me hacía mucha ilusión. La profecía tiene mucho que sacarle, todo el final se basa en ella. También que te gustara lo de las tres fotos de Sara, en mi imaginación es una foto realmente sorprendente, me encantaría saber dibujar para hacerla. Y lo de Sara B con la verdad de su madre, bueno, se irá viendo poco a poco. Sí, sé que Draco es lindo, y definitivamente es el Black que menos se espera… o no? Bueno, espero volver a tener review tuyo pronto!
Ariadna Creta¡Hola amiga! Al fin nos vimos de nuevo, aunque tuve que dejarte porque ya me caía de sueño y además llevaba horas en Internet e iban a matarme. Ya te dije lo mucho que aprecio a Ron, y estoy segura de que es como lo presento de capaz y listo. Vamos, que sin él Harry y Hermione se hubieran quedado sentados en el tablero de ajedrez esperando a que Quirell saliera con la piedra filosofal… ¿A que no sería genial que todos pudieran pelear a dos varitas? Bueno, luego hablamos de lo que me decías de Bellatrix. ¡Nos vemos!
Loly: Sí, varias personas me han dicho eso sobre Sara B, pero es que ese es su papel… Sí, tenía abandonados a todos los Gryffindor, pero ya tenía que traerlos de vuelta a escena y de ahora en adelante no se perderán de nuevo. ¿Ya te había dicho que en mi idea original era Sara/Ron? Luego apareció Draco y de alguna forma se la ganó, pero en memoria a mi idea original son las escenas de ellos dos, además que creo que son muy buenos amigos, y de no ser porque Draco es la pareja perfecta para Sara, diría que hacen buena pareja. Eso de sacrificar una pieza tómalo en cuenta para que no me mates luego…Laura P.E¿Qué habría pasado si Sara hubiese visto a su madre? Ay… nunca lo sabremos… Sí, se que algunos detalles se pierden, me temo que algunas cosas del final se puedan perder por detalles olvidados… No puedo pretender que todos se sepan la historia de memoria… Pues sí, si hay más muertos.
Angie Crowe¡Hola! Realmente esperaba sobresaltarlos con la escena de la puerta. Sí, pasan varios días, tal vez una semana durante el capítulo en el lado de Sara B. Tal vez un día te complazca en otra historia y le de a Dudley importancia, pero lo dudo, me cae muy mal y suele pecar de insignificante. Sí, precisamente quería aclarar la relación de Sara con Harry y con Ron ya, porque luego no hay oportunidad. Me alegra que te guste como maneje al trío, porque siempre da un poco de duda usarlos, son la especialidad de JK. ¿Lo de Draco y Hermione? Tal vez se vea… pero no sé si en esta historia. (¿Has oído algo de una secuela…?)
Amsp14: Parece que vamos a llegar… ¡ya viene la recta final de la historia! Pensar que voy a durar más de un mes publicando lo que leíste en una tarde.
Trixi Black: ya te expliqué mi plan de actualuzaciones, y lo siento, pero en algún momento debía aparecer el final…
Maritza Chan: tienes aproximadamente un mes para poder alcanzarme antes de llegar al final, así que a leer se ha dicho! Lamento no haber podido avanzar durante semana santa, los profes se aprovecharon y me dejaron montañas de trabajo! Lo siento... ¿Dónde mencioné a Piaget? Es un constructivista, uno de los escritores que tenía que estudiar en mi modulo de psicología cognitiva. Es un francés, quien desarrolló la teoría de los estadios del desarrollo, en los que explica como evoluciona el intelecto de un niño en cuatro estadios… mejor no te enredo con eso. ¿A mí la pareja H y VK? Para nada… ¡Si yo adoro a Ron! A Snape está a punto de darle un infarto todo el tiempo con esa chica. Me alegra que te gustara la tortura, a veces le parece a la gente algo cruda. Pues en realidad escribimos por escribir, por el placer de crear algo del universo que te gusta… y de recibir reviews. ¿Sobre que es el de Doble Identidad? Trataré de leerlo también, pero primero te debo leer el tuyo.
Joysherm¡Hola! Que alegría verte de nuevo por aquí. Me alegra que te gustara la sorpresa de la aparición especial de Sirius, pero es que vamos, a salido muy poco en la quinta parte y esta historia es suya… así que un regalo para él, para ustedes y para mí, que me divertí mucho con esa parte. Sí, sé que cuando un personaje querido muerte duele (¡Mi Sirius! Waaaaaaa!) Pero después de la muerte de Sirius me insensibilicé mucho…
Eso es todo por hoy. Nos vemos en ocho días.
¡Felices Pascuas de Resurrección!
Sara Fénix Black.
