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EPILOGO
SFP&SFB: LA NOBLE CASA BLACK Y EL DESTINO DE LAS FÉNIX
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"Querida hija:
Esto no es fácil para mí, siempre me ha sido difícil expresar mis sentimientos y tras una vida de ocultar mis verdaderas intenciones es duro para mí intentar sacarlas a la luz, pero te prometí que un día entenderías lo que había pasado conmigo, y por eso te hago llegar esta carta.
Cuando esto esté en tus manos yo ya habré dejado este mundo probablemente, y muchas dudas habrán quedado en ti, pues dudo que en la batalla final tengamos oportunidad de hablar.
Primero que nada tengo que pedirte perdón por todo lo que has sufrido por mi causa. Sé que tienes que haber resentido el hecho de que tu madre te abandonara tan pequeña en manos de una muggle y lejos del mundo al que pertenecías, pero lo hice por tu bien. No podía arriesgarme a contaminarte con un alma oscura y sufrida como la mía.
Te engañé con el diario, pues en realidad fingí querer destruirlo y lo dejé para ti como una guía de en quien no quería que te convirtieras… en mí. Gran parte de las cosas que hay escritas en él son mentiras muy bien planeadas para cubrirme los pasos, pues Voldemort me vigilaba a través del diario. Debes de haber echado de menos las páginas que arranqué de él, pero era necesario que no las leyeras, unas porque hacían referencia a la verdadera razón de mi enrolamiento con los mortífagos, y las del final porque hacían referencia a mis verdaderas intenciones.
Si estás leyendo esto y has creído cada una de mis palabras ya sabes el porqué de mis actos, sino las páginas que te adjunto, aquellas que en su día arranqué del diario, te darán la respuesta.
Todas las dudas que tengas consúltalas con Severus, él conoce ahora toda la historia y él podrá ayudarte.
Como tu madre debería darte algunos consejos, transferirte la sabiduría que he tomado a lo largo de mi vida, pero sólo hay una cosa que me parece realmente importante decirte: no tengas miedo de entregar tu corazón, ama con toda la fuerza de tu espíritu, no dejes que el miedo se interponga a tus sentimientos nunca. Yo lo hice, nunca le dije a tu padre que lo amaba hasta que fue demasiado tarde. Si has encontrado al amor de tu vida, no lo dejes ir.
Eres parte de la generación vencedora, de la generación afortunada. No dejes que nadie les quite esto por lo que tanto hemos luchado y sufrido durante los años de oscuridad. Tú y los tuyos reconstruirán un mundo nuevo, donde todo depende de las acciones y decisiones que tomen de ahora en adelante. Lucha y trabaja por el mundo que quieres. Que mi sacrificio y el de Sirius no haya sido en vano. Sé que no nos decepcionarás. Tú y los tuyos merecen ser felices.
Una vez te dije que no te decía "te amo" y esas cosas porque no necesitabas oírlas de mí. No sé si eso habrá cambiado, tal vez todavía me odies, pero esta vez soy yo la que necesita decirlo. Te amo hija.
Nos veremos algún día, al otro lado del velo.
Tu padre y yo te esperamos.
Sara Fénix Parker"
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Francia, 10 años después.
Un precioso campo de rosas azules se extendía alrededor de una hermosa casa veraniega de dos pisos, construida al lado de un pequeño y tranquilo lago. El viento acariciaba lentamente las flores, todo estaba en calma mientras el sol caía por el occidente. Pronto anochecería.
Una mujer estaba acostada en medio de la grama a la orilla del lago. Era muy hermosa, vestía un sencillo vestido azul y llevaba al cuello una cadena dorada del que pendía la gema más preciosa que se conoce: el zafiro llameante, ese que brilla con luz propia, en el que una pequeña llama se ve refulgir en su interior. Jugueteaba distraídamente con la carta que tenía entre sus manos, la cual acababa de leer por enésima vez en su vida, mientras su larga cabellera negra se enredaba entre las hierbas y sus ojos dorados denotaban cierta nostalgia, reflejando los pensamientos que en ese momento pasaban por su mente…
"No puedo evitar que los recuerdos vengan a mí cada vez que leo esta carta. Severus me la dio después de la batalla final, cuando finalmente dejé a Draco bajo el cuidado de Oscar. Recuerdo el nudo que se hizo en mi garganta cuando la leí. Tanto tiempo ha pasado y a veces siento como si la batalla final hubiese sido ayer. Las palabras de mi madre retumban en mis oídos… ser feliz, la generación vencedora y afortunada…
Tenía razón. Somos la generación vencedora, pero no estoy segura de qué tan afortunados somos. No me quejo de nuestra suerte, hemos hecho nuestro mejor esfuerzo y hemos salido adelante. Después de que Draco despertó en la enfermería tras la batalla final tomé conciencia de la situación en que estábamos en realidad. Fueron días oscuros, el ministro había muerto, el ministerio de magia había sido destruido parcialmente, al igual que el castillo de Hogwarts. Dumbledore había muerto y la comunidad mágica no encontraba un líder.
Las noticias en los periódicos eran desalentadores. Recuerdo las fotos que Colin Creevy, con un espíritu periodístico que yo nunca he entendido, tomó tras la batalla en Hogwarts. No me considero realmente susceptible, pero no puedo ver esas fotos sin llorar. Ahora Colin trabaja para El Profeta, lo he visto en algunas ocasiones. Tanto él como Luna Lovegood, quien también publicó su versión de la batalla final en la revista de su padre, son ahora periodistas reconocidos en su ámbito.
Pero eso es ahora, que finalmente parecemos haber superado esos días de terror e incertidumbre. El señor Herstein, director de la Comisión Mágica Internacional tomó el mando del país mientras se trataba de solucionar el caos, antes de las elecciones que fueron convocadas unos 10 meses más tarde.
El número de bajas de la batalla final fue considerablemente alto, lo más terrible era la cantidad de chicos y chicas de edad colegial que habían muerto con el ataque de los escuadrones a las torres de las casas. Recuerdo el desconsuelo, el dolor en los rostros de todos durante los días de la reconstrucción del mundo mágico. Nadie diría que habíamos ganado la batalla. Fueron días terribles para todos, pero los superamos.
Los señores Weasley se recuperaron y salieron pronto del San Mungo, quien nunca en toda su historia había tenido tanto trabajo como en esos días. Los aurores que quedaban también estaban exhaustos, recuerdo las pocas veces que había visto a Tonks, demacrada y con sueño, pues hacían turnos de largas horas en la caza de los mortífagos fugitivos. Sin embargo muchos seguidores de Voldemort dejaron el país y se libraron del Wizengamont y la Corte Mágica Internacional.
En mi opinión, mis amigos y yo nos desenvolvimos bastante bien dadas las circunstancias. Yo terminé el colegio dos años después con honores, me mantuve activa en la reconstrucción del mundo mágico y realicé diversos estudios tanto en instituciones mágicas como muggles. La ventaja de la gran herencia que me dejaron mis padres es que no tuve que empezar a trabajar recién saliendo del colegio sino que pude dedicarme a estudiar y ahora incluso tengo varias asociaciones de ayuda mágicas y muggles. Me encargo de un orfanato y de una asociación pro víctimas de las dos guerras mágicas.
Como todos esperaban, Ron y Hermione quedaron juntos, a penas un año después de salir de Hogwarts ya eran novios oficialmente y su boda se realizó tres años después, cuando Ron ingresó a los escuadrones de aurores y Hermione a trabajar en el Departamento de Misterios. Dos años después nació Helena Weasley, una preciosa pelirroja de ojos castaños.
El famoso Harry Potter, por su parte, ahora más que nunca la máxima celebridad del mundo mágico, fue parte muy importante de la reconstrucción del mundo mágico. Las personas confían en él una vez más… no realizó la preparación de auror, sino que siguió los pasos de su padrino y es en la actualidad el mejor especialista de Defensa Contra las Artes Oscuras que ha salido de la UIHDCAO. Sacó la licenciatura en tres años y tras trabajar uno en Inglaterra, volvió a Bélgica para sacar la maestría de dos años. En la actualidad trabaja con el ministerio, de la misma manera que en su época lo hizo mi padre.
Ginny Weasley, o debo decir ahora Ginevra Potter, ya terminó la carrera de medimagia. Oscar Wyle la tomó bajo su protección tras salir de Hogwarts, ya que había mostrado gran habilidad y disposición para la profesión en las distintas ocasiones que había ayudado al doctor en los ataques. Hace dos años además terminó la carrera en medicina muggle, siguiendo los pasos de Oscar, y además ha realizado su especialización en tratamiento de enfermedades producidas por maldiciones. Sin embargo, las emergencias son su verdadera pasión.
Neville Longbottom vio crecer su popularidad a niveles exorbitantes tras la batalla final y su intervención en la caída de Lord Voldemort, pero él todo lo que quería era una vida tranquila. Viajó fuera de Inglaterra a estudiar diversas plantas mágicas en sus distintos climas. En la actualidad, es el profesor de Herbología en Hogwarts y ha escrito varios libros tan famosos como los de Newt Scamander sobre plantas mágicas.
Pero él no es el único rostro nuevo en Hogwarts. Nymphadora Tonks una vez terminada la reconstrucción y graduadas las nuevas generaciones de aurores dejó la profesión para dar clases de transfiguración. Minerva McGonogall es la directora de la institución. Remus Lupin volvió al puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras y Severus Snape continua en el puesto de profesor de pociones. Optó por el puesto de Defensa, pero McGonogall se negó al igual que Dumbledore. Simplemente en pociones él es el mejor.
Oscar Wyle y Honey Fudge siguen siendo parte de nuestras vidas. La brillante carrera del medimago se vio brevemente interrumpida tras el final de la reconstrucción cuando se retiró una año para dedicarse del cuidado y recuperación de su entonces prometida. Es en la actualidad el director del Hospital San Mungo, además de ser reconocido en todo el mundo mágico por sus descubrimientos y avances en el campo de la medicina. Su bella esposa también es famosa por sus aportes en las políticas y leyes del mundo mágico. En estos días Honey tiene el puesto que en su momento ostentó Bartemius Crouch y es la cabeza del Departamento de Cooperación Mágica Internacional.
Todos seguimos adelante, ayudándonos y apoyándonos. Yo no sé que habría sido de mí sin Draco, si de aquella manera inexplicable no se hubiese salvado. Nunca he entendido muy bien lo que pasó. Los Altos Fénix dijeron que se estaba juzgando la sangre y si merecía que la maldición desapareciera, pero… no puedo dejar de sentir que el zafiro tuvo mucho que ver con lo sucedido. Y si es así, le debo a mamá y a papá el tenerlo aquí. Draco es ahora un famoso empresario, dirige la mejor compañía de Artículos de Quidditch de la actualidad… que es propiedad de ambos. Aceptó mi propuesta y se hizo cargo de ella mientras yo terminaba el colegio. Harry posee parte de las acciones, pero al igual que a mí los negocios nunca se nos han dado bien. A Draco le salen de manera natural, así que sigue a cargo de la compañía, una serie de negocios heredados de parte de su padre y otros que él mismo ha iniciado.
Visto así todo suena tan bien… pero todos llevamos en el fondo la marca indeleble de una guerra cruel.
Draco lleva consigo una niñez en la oscuridad, la muerte de su madre, el asesinato de su padre y su propia experiencia cercana con la muerte. Señas perpetuas de la maldición de los Black y del DarkNox. Yo tampoco me libré de sufrir la maldición de niña, después de todo, no tuve a ninguno de mis padres a causa de la guerra.
Ron perdió a una gran parte de su familia y desde niño supo lo que era temer al nombre del ser más despiadado que ha existido, desde los once años apoyó fielmente a su mejor amigo en la lucha contra el mal. Hermione sufrió en carne propia la discriminación, el temor a ser perseguido por la sangre que se lleva en las venas.
Ginevra conservará hasta la muerte el recuerdo de la posesión de Lord Voldemort, del ataque a los nacidos de muggle cuando tenía tan solo once años de edad, los horrores de las batallas, los heridos y la pelea. Y ni que decir de "el–niño–que–vivió", un hombre que lleva consigo los recuerdos de una lucha contra el mal desde su más tierna infancia, de una guerra que le arrebató a sus padres, a su padrino, a muchas otras personas que lo querían y se habían preocupado con él. Lleva consigo el recuerdo de las muertes presenciadas, de las luchas donde la certeza de que sus días habían llegado a su fin lo ahogaban, de una profecía cruel que lo había hecho cargar con el asesinato del mago tenebroso más poderoso de la historia… la marca del salvador relampaguea aún en su frente.
Neville Longbottom nunca recuperó a sus padres, a quienes visita regularmente al pabellón en que están internados en el Hospital San Mungo desde el final de la primera guerra. Y también lleva un asesinato en sus hombros.
Sin embargo, mamá tenía razón: somos afortunados. Las generaciones anteriores han sufrido más aún. Honey y Oscar han visto su felicidad empañada por la enfermedad de ella, con la que han tenido que batallar desde que el terrible maleficio de Lord Voldemort la alcanzó y que les ha impedido hasta hace unos meses el concebir a su primer hijo. Ella, a pesar de no haber perdido su ánimo alegre y dispuesto, sigue en silencio con un gran dolor constante del que está segura nunca se librará. Su padre murió asesinado por Lord Voldemort y todo su brillante futuro se vio en peligro por un tiempo.
Tonks, herida por la maldición de los Black, perdió al amor de su vida y a casi toda su familia. Draco y yo somos sus únicos parientes vivos, aunque los Weasley la han adoptado como a una más y su amiga Fanny viene a visitarla con frecuencia.
Todos han rehecho su vida, pero el pasado aún nos pesa… que lo digan los sobrevivientes de las dos guerras, esa generación que el fin de la guerra les ha llegado cuando la juventud los abandonaba. Dos guerras sobre sus hombros, las heridas de ver morir uno a uno a sus amigos, de pelear con la oscuridad en carne propia. Únicos sobrevivientes de su tiempo Remus Lupin y Severus Snape han aprendido a tolerarse y a convivir…
Y mamá… pienso en ella a menudo. De no ser por ella no sé que habría sido de nosotros. Dudo que yo hubiera planeado tan bien como lo hizo ella la batalla con Voldemort. Nunca me he arrepentido de mi decisión de no traer a mi padre de vuelta. No habría sido justo para ninguno de ellos. Ella lo sacrificó todo por él y luego todo por mí. Sólo espero que donde quiera que estén sean felices. Es todo lo que ellos querían…"
–¡Mamá, ya puedo volar!
Sara se incorporó y una amplia sonrisa apareció en su rostro. Un precioso niño de unos dos años y medio, de cabellos negros y ojos grises brillantes montaba una escoba de juguete a medio metro del suelo y la miraba con una expresión de orgullo inconfundible.
–¡Excelente Sirius! –le gritó Sara al tiempo que sonreía al hombre que estaba detrás de él– tu papá te está enseñando muy bien…
Draco le devolvió la sonrisa a su esposa, el orgullo paternal se le notaba a la distancia. Sara sonrió y volvió a sus pensamientos anteriores.
"Esta es la generación afortunada, es por ellos que ha valido la pena la guerra, para darles un mundo mágico pacífico, donde la vida y la libertad de nadie esté amenazada. Donde puedan ser felices…es por lo que luchamos y por lo que trabajamos ahora día a día. Por un mundo mejor. "
En ese momento un agudo dolor la acometió en el vientre, se dobló sobre sí misma mientras aparecía en su mente la clara imagen de una niña de cabellos oscuros y ojos azules. Una voz resonó en su mente con fuerza:
"Y de tu vientre nacerá la elegida para un nuevo destino forjar"
El zafiro brilló con fuerza en la oscuridad de la recién iniciada noche. Draco, atraído por la luz la vio doblarse y corrió hacia ella, seguido de su asustado pequeño.
–¡Sara ¿estás bien! – la tomó de los hombros y la obligó a mirarlo.
–Sí, estoy bien –respondió evasivamente, y luego sonrió a Sirius, quien la miraba con los ojos muy abiertos, denotando miedo. Se esforzó por sonreírle– ¿qué pasa, chiquitín? Todo está bien, mamá está bien…
–¿Sí? –preguntó aún algo asustado.
–Claro que sí – Sara lo abrazó y le dio un sonoro beso en la mejilla– ahora ve adentro, ya anocheció y no quiero que te enfermes… mañana papá de llevará a volar de nuevo.
El niño se dirigió obedientemente hacia la casa. Draco abrazó a su esposa cariñosamente.
–¿Qué sucedió? –le preguntó en voz baja.
–Nada Draco…
–He visto esto antes Sara, y nunca ha sido bueno.
–Ya habrá tiempo de hablar de esto después.
Sara lo miró con ternura y le dio un corto beso.
–Me pregunto que habría hecho yo sin ti. Anda, vamos adentro, empieza a hacer sereno y si no entramos te apuesto a que Sirius volverá. Recuerda que no alcanza el cerrojo…
–Como quieras preciosa –Draco le dio otro beso.
–¡Mamá¡Papá! –la voz de Sirius no se hizo esperar– no puedo entrar…
–Ya voy Sirius… ¿Vienes? –le preguntó Draco a Sara.
–Sí, claro… –Sara le dio la mano y caminaron juntos hacia su hogar, mientras en lo alto
contemplaba la escena la testigo silenciosa del destino, Sirius, la estrella más brillante del firmamento.
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Algún lugar al otro lado del velo.
–¿Qué haces princesa¿Viendo nuestra preciosa creación una vez más? – Sirius se acercó a Sara y la abrazó con ternura.
–¿No es hermosa? – preguntó la mujer con tono ensoñado.
–Tan bella como su madre… bueno, tal vez un poco más por los genes de su padre.
–Presumido.
Sirius se río, le dio un beso y la obligó a volverse hacia él.
–Parece que vamos a ser abuelos de nuevo –le comunicó Sara mirando la tierna escena de su hija caminando con su esposo y su niño hacia su hogar.
–¿De verdad? Eso es genial¿no? Exceptuando que el juego empezará otra vez. Me pregunto si algún día entenderán lo del zafiro…
–Lo harán –respondió Sara sonriendo de nuevo- tu hija es una de las chicas más increíblemente listas que conozco. Pero… ¿crees que fue un error hacerlo?
–No… ¿de qué otra forma podríamos ayudarlos?
–Todo lo que espero –dijo Sara poniéndose seria- es que sean felices. Ya han sufrido bastante.
–Lo serán –dijo Sirius en tono seguro, acariciando las espalda de la chica con suavidad para infundirle confianza– ya lo verás…
Sara puso sus manos sobre el pecho del merodeador y le dio un beso apasionado.
–Te amo, Sirius Black.
–Sabes que yo también te amo.
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