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El objeto de mi... ¿Aprecio?
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Conociendo a Anna
Lill no es mala... ¿o sí? Draco es el único que puede descubrirlo, actuación especial de Sopor Aeternus. Comienzo lento. Capítulo 3: Conociendo a Anna. Transformaciones, luces que se suspenden en el aire. Canciones tristes pero dulces canciones ¿Puedo besar tu herida?
:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:
Dice el maestro:
Cuando decidimos actuar, es natural que surjan heridas en el transcurso de estos conflictos.
Las heridas se curan: quedan las cicatrices, y esto es una bendición. Estas cicatrices permanecen con nosotros el resto de la vida, y nos van a ayudar mucho. Si en algún momento por comodidad o por cualquier otra razón, la voluntad de volver al pasado es grande, basta con mirar hacia ellas.
Las cicatrices nos mostrarán la marca de los grilletes, nos recordarán los horrores de la prisión, y continuaremos caminando hacia adelante.
::: Maktub :::
Paulo Coelho
:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:
Las vacaciones de verano llegaban a su fin para los alumnos de Hogwarts: la pequeña Weasley estaba aún perturbada por el enfrentamiento con Lord Voldemort, pero regresar a casa y estar con su familia la hacía reponerse del susto; Harry se encontraba en la madriguera con sus amigos disfrutando de sus últimos días de vacaciones con los disparates cortesía de los gemelos Weasley; Malfoy conservaba el odio hacia Potter por haber salido bien librado de la cámara de los secretos, ahora su padre tendría que hacer nuevos planes y asociaciones para planear el regreso permanente del Señor Oscuro; Padma y Parvati Patil se estaban convirtiendo en copia idéntica mientras crecían, sólo se les podía diferenciar por los colores del uniforme según sus casas.
Los miembros de Ravenclaw recordaban a Lill en ocasiones, sabían que todo esto pasaría y que Lill un día regresaría con una sonrisa de lado a lado. Pero el tiempo es traicionero, nada les podía asegurar que lo que les traería de regreso fuera, efectivamente, a Lill. Un Ravenclaw que la extrañaba sobremanera era Roger, ella era la hermana menor que nunca había tenido y que tanto quería. Roger era hijo único, lo que le permitía a sus padres darle todas las atenciones posibles, así que cuando conoció a Lill otra hija única se identificaron y se adoptaron mutuamente. Con este cambio no podría disfrutar con Lill su último año en Hogwarts, el quidditch intentaba sustituirla poco a poco.
Lill también extrañaba Hogwarts. Las visitas a la villa eran maravillosas, su capacidad para realizar hechizos, pociones y algo de adivinación iba aumentando al igual que su amistad con Varney y Eliabeth ¡Pero no era lo mismo! Extrañaba caerse de vez en cuando en el castillo o cuando intentaba trepar los árboles sin ser vista por McGonagall (cosa que nunca funcionaba).
Varney también había visto una mejora en la educación de la niña, pero en lo personal había algo que la hacía lucir triste ya en las noches cuando el sol se esconde y el reflejo en la cara del cansancio es difícil de disimular. Decidió entonces que era hora de mostrarle lo que tenía que aprender, era hora de cumplir la profecía de Trelawney. Esta era una predicción seria que la profesora Sibill Trelawney había hecho en el primer año que Lill había pasado en Hogwarts. El destino era al final el destino y nadie debía interponerse porque los resultados serían fatales. Nadie sabía que era lo que iba a suceder, ni siquiera Dumbledore. Extrañamente, Lill se volvería como una llave para el mundo mágico, era como la otra opción. En ella llevaba algo que debía demostrar a Lord Voldemort y, como Trelawney había dicho, era doloroso perder a una persona pero a ella se le daría la oportunidad de decidir si se sacrificaría o pasaría el relevo de la responsabilidad.
- Lill – Varney puso su mano en el hombro de la muchacha todavía dormida.
- ¿Qué pasa? ¿Ya es hora de ir a correr? – preguntó todavía entre sueños.
- No, Lill, no vamos a correr. Tengo que mostrarte el propósito primordial de que estés aquí – explicó Varney no muy seguro de que ella le estuviera escuchando porque estaba medio dormida.
- Ah, si. Ya voy - y volvió a recostar su cabeza.
- LILL JAO– gritó Varney.
- Ya estoy despierta – dijo Lill y saltó de la cama - ¿Tengo que cambiarme de ropa? ¿Por cierto qué haces aquí?
- No necesitas ponerte nada – respondió Varney -, pero quiero que me escuches primero. ¿Ya estás bien despierta?
- Sí, ya. ¿Qué pasa? ¿Algo se incendió o qué?
- Recuerdas lo de te dije de Anna.
- Parte de Lord Voldemort, malvado y peligroso. Ya. ¿Y eso qué?
- Vas a conocer a Anna...
- ¡¡¡AH NO!!! – ok, ahora sí despertó.
- No tengo mucho tiempo para lidiar contigo, Lill, tendré otra transformación en poco tiempo y necesito estar encadenado, esta vez te llevaré. Eres importante para el mundo mágico, este es el momento de que pienses bien si quieres ser útil para él. Si aceptas conocer a Anna tendrá un riesgo, la advertencia principal es no dejarte convencer y utilizar el patronus en contra de él si es necesario.
- Pero...
- Sin peros, el riesgo es que puedes perder algo de energía o dejarte completamente sin ella. Esta será la única vez que te preguntaré. Si dices que no, entonces no se te forzará a nada y no se volverá a tomar el tema. Si dices que sí deberás obtener de él toda la información posible para utilizarla en contra de Lord Voldemort real y el mundo entero te estará enteramente agradecido sea poco o mucho lo que obtengas.
Lill se quedó perpleja y el tiempo comenzó a correr en su contra. La oferta no era muy tentadora y debía responder ya o ya.
- ¿Qué harás? – Varney le dio una sacudida para que reaccionara.
- Lo haré.
xxxxx
-o- Vuelves a ser mis sueños mi dulce sirena -o-
¡Las doce, compañeros!
Draco se revolvía entre las sábanas, sus sueños lo atormentaban de nuevo.
Estaba en un lugar oscuro, pero podía verse caminado sobre pétalos de rosas y vislumbrar los que caían desde el cielo lleno de nubes negras. Andaba con cuidado, sus pies se sentían fríos. Todo se iluminó de una forma tan repentina que la luz lo cegó por un momento, cuando recobró la vista notó que muchas figuras estaban a su alrededor. ESTABA EN MEDIO DE UNA GUERRA Y EL ESCENARIO ERA HOGWARTS. Había mucha gente, los estudiantes también participaban, lo cual era absurdo porque Dumbledore nunca lo permitiría. Todo se movía tan rápido, veía a los mortífagos destrozando a cuantos podían y lo que estuviera a su alcance.
-o- Vuelves a ser el sol que quema a las estrellas -o-
En el centro de la trifulca vio lo que supuso era Lord Voldemort. Frente a él había una joven que estaría mas o menos en el quinto o sexto año, no podía calcular muy bien. Parecía estar dándole vueltas y sofocándola. Se le hacía conocida.
-o- Los girasoles pasan horas sin poder besarte -o-
La guerra desapareció y otra visión tan rápida que la anterior ocupó su lugar... era la misma joven, sólo que ahora estaba sobre él, viéndolo con sus misteriosos ojos azules afuera del castillo de Hogwarts.
-o- Vuelves a ser el universo de repente -o-
Del lago emergió Voldemort nuevamente riéndose a carcajadas y gritó "Vas a morir". Los ojos de la chica se cerraron y la sintió desfallecer todavía sobre él. Una lágrima se deslizó por su mejilla y luego otra y otra, escuchó un trueno que lo sobresaltó haciéndolo despertar. Estaba lloviendo.
xxxxx
Varney corría hacia el sótano con Lill detrás. Ella no había entrado nunca en aquel cuarto. Había cosas rotas, un espejo y un montón de cadenas que estaban unidas a la pared.
- Son las que se utilizan en Azkaban – explicó Varney con urgencia de ponérselas y Lill corrió a ayudarle – No le des tu varita, no lo dejes que te convenza y... una última recomendación: NO DEJES QUE TE TOQUE.
- ¿Por qu...
- ALEJATE
-o- Cada vez que cambian tus sueños de color -o-
Lill corrió al otro extremo de la habitación. Varney parecía estar sufriendo terriblemente, daba alaridos de dolor, jalaba las ataduras de un lado a otro y se golpeaba insistentemente contra la pared. Del piso salió un torbellino que lo cubrió del todo, Lill cerró los ojos. Los gritos menguaron en intensidad hasta que llegó el punto en el que había un silencio total. Sus ojos seguían cerrados, debió de haberlo pensado bien antes de aceptar ¿Qué estaba haciendo? Era sólo una niña común y corriente que jugaba ser bruja a ratos.
- ¿Ese inútil me trajo un regalo? – preguntó Anna con voz chillona.
-o- Luces tan distinta, tu piel es tornasol -o-
Como era costumbre, Lill se estaba esperando lo peor. "Ahora sí debe ser el vampiro" pensó. Abrió lentamente los ojos con cuidado de no impresionarse, su corazón latía fuertemente en su pecho. En el extremo de la habitación Anna estaba atado. Su rostro era blanco en extremo, sus labios estaban pintados de negro al igual de sus párpados, en la frente tenía alineados nueve brillantes, sus ojos eran obscuros al igual que la túnica que llevaba puesta, carecía de cabello al igual que Varney. La forma en la que la miraba hacía que se le erizara el cabello y un sudor frío le recorriera la espalda.
- Mírate, estás muerta de miedo – observó con frialdad.
- Te-tengo mu-mucho miedo - declaró – pero aún no me he echado a correr.
Anna rió estruendosamente – Y ahora todos son valientes, habrás preferido echarte a correr cuando te mate.
-o- Tu razón es una fusión interminable -o-
- Tú no me matarás, Varney ya me previno – muchas dudas le cruzaban por la mente, pero trató de mostrarse fuerte y confiada en sí misma.
- Ah, con que ese bueno para nada te ha dicho como debes comportarte. Entonces quiero que me digas ¿por qué estás aquí?
Anna 1, Lill 0. Varney no había mencionado qué era lo que tenía que hacer, debía sacar toda la información posible pero ¿cómo?
-o- No creo que puedas saber qué es lo que se siente caer del parasol -o-
- Yo... - ¡Demonios! – yo...
- Lo suponía, eres igual de temerosa que tu padre, él no es los suficientemente valiente como para ser un mortífago de una vez por todas. Lucius, eso sí que es un buen ejemplo de lealtad – lo último lo dijo como para sí.
- Mi padre no es un asesino – enojo, mucho enojos sobre todo por la comparación – Lucius sí.
- ¿Te he molestado? – se burló – Esa es la verdad, señorita Jao, Phoenix ha estado ayudando a los mortífagos por mucho tiempo, pero no ha tenido los suficientes pantalones para concretar lo que ha dejado pendiente y, como puedo observar tampoco se ha dado a la tarea de ser un buen padre.
Anna 2, Lill 0. Ese había sido un golpe bajo.
- ¿Tu qué sabes de mi familia? ¿Tú qué sabes de concretar las cosas? Tu homólogo ni siquiera ha podido terminar con Harry Potter ¿Cuántos años ha estado ese asunto pendiente?
- Créeme, terminaré con ese mocoso – sonrió con descaro -. Lo que ahora me interesa es el tema de tu padre ¿Cuántas veces haz estado llorando en tu cuarto por su ausencia? ¿Cuántas veces haz tenido celos de todo lo que lo ocupa porque no te dedica a tía ese tiempo? ¿En qué haz tenido el suficiente éxito para que él se tome la molestia de reconocértelo? ¿No es verdad que te ha mandado a Hogwarts para deshacerse de ti el mayor tiempo posible?
- El no ha tratado de deshacerse de mí – por dentro se estaba desbaratando, pero se tragaba sus lágrimas.
- ¿No? ¿Qué te parece dejarte vacaciones enteras? Si realmente estuviera contento de verte querría pasarlas contigo, te has convertido en un estorbo para él – estas eran palabras duras y desgraciadamente estaba haciendo efecto.
- Esto es injusto – una lágrima salió, sólo una y eso bastó para que Anna supiera que todo le iba a la perfección.
- Oh, niña, pero no llores – le dijo Anna con "tristeza" – en vez de que te lamentes podrías hacer algo para acercarte a tu padre.
- ¿QUÉ? - ¿era verdad lo que estaba escuchando?
- Podrías hacer algo para que se sienta orgulloso de ti y, quizá, yo podría ayudarte.
- No voy a dejar que me envenenes.
- ¿Yo? Jao, no haría algo así, aunque... la ayuda sigue en pie.
- Tú no puedes ayudarme en absoluto, algo como tú no puede ayudar a nadie, sólo destruir.
- LA RAZÓN POR LA QUE TU PADRE NO TE PRESTA ATENCIÓN ES PORQUE ERES DEBIL, EN EL MUNDO EN EL QUE EL VIVE NO FUNCIONAS.
- NO SOY DEBIL.
- Mírate, estás llorando. Yo puedo ayudarte, es cuestión de unos cuantos segundos y tendrás lo suficiente como para no dejarte ridiculizar por nadie.
Al escuchar lo de "ridiculizar" la imagen de un muchacho rubio que andaba por los pasillos de Hogwarts como si fuera el dueño le pasó por la mente. La oferta era tentadora, tal vez su padre pudiera borrar su estúpida opinión de haber preferido un varón para poder llevar las tareas que él le designara, si viera entonces su cambio de actitud estaría orgulloso de ella.
- Debe haber otras formas.
- Jao, lo haz intentado NO LAS HAY. Sólo tienes que acercarte, darme tu mano y toda eso que anhelas se volverá realidad. Ven.
Tal vez si era cuestión de tocarlo por un momento no sería gran cosa ¿verdad?
-o- Al sueño intermitente -o-
Lill dejó la varita en el piso y caminó con recelo hacia Anna, que tenía los brazos extendidos. Ella le extendió la mano derecha, pero Anna le señaló la mano izquierda. Primero, Anna acercó más a Lill jalándola de la manga de la blusa, puso su mano izquierda en su muñeca apara sujetarla bien, entonces Lill sintió un ardor que le subía por el brazo y sus pies no querían responderle. Algo estaba mal.
- Me estás haciendo daño – se quejó Lill jaloneando para zafarse, pero Anna era más fuerte que ella.
- ¿Crees que esto es dolor? VAS A MORIR. Varney no te platicó completo, ASI ES COMO YO MATABA A LOS MUGGLES, ROBABA SU ENERGIA HASTA QUE NO PODIAN MAS – rió de manera diabólica y sus ojos tenían un brillo extraño en la mirada, Lill seguía resistiéndose. Entonces Anna colocó su mano derecha para que quedaran palma con palma y así terminar con ella. Le parecía delicioso, desde hace años que no podía matar a nadie estando atado a la vida de "el bueno de Varney".
Lill sentía que todo el cuerpo se le acalambraba y sus piernas no le respondían. Por el contrario Anna se sentí de lo mejor con energía tan nueva, pero no pudo disfrutarlo por mucho tiempo. Ella recordó la forma en la que Draco la había sujetado tiempo atrás, el dolor que la había hecho sentir cuando cayó y se hirió la mano, la poción de Madam Pomfrey y todo el odio que sentía contra la familia Malfoy... su padre, el resentimiento de que todo esto lo hacía por su padre.
-o- Donde todo gira -o-
Ya no podía resistir más, el corte que antes se había hecho comenzó a sangrar, el fluido de la energía lo había vuelto a abrir y todo el rencor de ella le subió a Anna por los dedos y lo quemó. Anna soltó un alarido de dolor y trató de despegar su mano, pero el remolino de sentimientos no permitió que lo hiciera. La llaga hizo corto circuito, ambos cayeron al piso inconscientes. El mismo torbellino de antes cubrió a Anna regresando a Varney en su lugar, tampoco abrió los ojos.
-o- Y luego, lentamente... -o-
xxxxx
La lluvia golpeaba insistente las ventanas de la mansión. Era de noche y Draco no podía dormir por los rayos que surcaban el cielo de forma aterradora.
[Linda despedida por parte de las vacaciones] se dijo con ironía. La tarde había sido soleada y no había razón alguna para que lloviese.
Se encontró dando vueltas y tratando de sofocar el sonido de los truenos refregándose la almohada en la cara... hasta que notó que necesitaba respirar. Sus manos recorrieron las sábanas para dar con su bata de seda al pie de la cama. El sueño se había esfumado, no tenía caso permanecer acostado.
Caminó hasta el ventanal y recorrió las cortinas púrpura (el terciopelo se sentía muy bien al tacto). Apoyó sus manos en la alfombra para dejar caer su peso suavemente. Apartó los mechones de cabello de su frente y se frotó los ojos bostezando.
La noche era muy oscura, las nubes negras ocultaban por completo las estrellas y la luna no se veía por ningún lado. Otro rayo cayó de pronto, iluminando fugazmente la habitación entera, el estruendo aceleró su corazón. Entreabrió los labios en un gesto de incredulidad, noches como estas sólo podían verse cuando algo estaba relacionado con el Señor Oscuro. Un paisaje idéntico se había manifestado cuando el cara rajada se había enfrentado con él en Hogwarts (un par de veces).
¿Qué demonios pasaba? Si el Señor Tenebroso hubiera planeado intentar de nuevo regresar su padre ya estaría más que enterado y, por lo tanto, él mismo estuviera prevenido. Pero no era así, en la última reunión de los mortífagos había escuchado que Voldemort estaba muy débil. Esta vez iban a ser cautos y esperarían a que el Señor Oscuro tuviera todo su poder y reunido a todos sus seguidores, sólo así podría lograr su cometido. No más estúpidos intentos fallidos, terminaría con Potter y Dumbledore de una buena vez.
Entonces recordó algo que a él le parecía más leyenda que otra cosa. Por eso era por lo que tenían que esperar a que Voldemort recuperara su poder. Su padre le había contado de un mortífago perdido, protegido por el ministerio de magia y el mismo Albus Dumbledore.
Cuando los crímenes entre los muggles se habían hecho frecuentes y el temor vivía en el corazón de los magos, hubo un auror de renombre y gran poder. Como a todos los demás hechiceros con talento, Voldemort le ofreció que se le uniera, pero al recibir una negativa como respuesta, hizo algo con él que hubiera sido mejor recibir la muerte. El Señor Oscuro hizo fluir su energía por las venas del mago, dando vida a un alma gemela de menor capacidad e igual maldad. A esa creación le llamó Anna. Anna le fue fiel mientras se divertía matando muggles y magos por igual, su sobre vivencia dependía de la energía que les robaba a sus víctimas, era algo así como un vampiro energético. A Voldemort le complacía ver como asesinaba delante de él, era una muerte lenta y dolorosa. Anna no podía ser muerto por nadie, estaba sujeto de la vida de su creador. Pero ahí fue cuando St. Potter apareció para arruinarlo todo y sólo quedó Voldemort en esencia. Anna desapareció cuando el auror pudo controlarse de nuevo y recobró su imagen original, se salvó de Azkaban argumentando que había sido hechizado. Desde entonces no se sabía de su paradero, ni de su rostro, por lo que los mortífagos no podían localizarlo para liberar a Anna. Uno de los rumores sobre esta historia es que cuando Voldemort lograra tener la fuerza que tuvo, Anna regresaría a su lado para asistirle como lo había hecho antes y eso era a lo que estaban esperando los demás mortífagos.
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Yoru Black: ¡Hola! Creo que este capi me lo aventé rápido ¿No? Me encanta que te guste la historia y gracias por seguirle el hilo a la trama. Te dije que iban a pasar cosas inesperadas, y creo que más que nada eso fue inesperado para Anna, je. Lill también me recuerda a mí misma de vez en cuando. Espero que te encuentres bien y arriba la inspiración para ti para que siguas escribiendo alguna nueva historia por ahí. Te deseo mucha suerte. Bye.
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Melyanna,
Dark Sly Spirit
Miembro de la Orden Draconiana :o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:
El objeto de mi... ¿Aprecio?
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Conociendo a Anna
Lill no es mala... ¿o sí? Draco es el único que puede descubrirlo, actuación especial de Sopor Aeternus. Comienzo lento. Capítulo 3: Conociendo a Anna. Transformaciones, luces que se suspenden en el aire. Canciones tristes pero dulces canciones ¿Puedo besar tu herida?
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Dice el maestro:
Cuando decidimos actuar, es natural que surjan heridas en el transcurso de estos conflictos.
Las heridas se curan: quedan las cicatrices, y esto es una bendición. Estas cicatrices permanecen con nosotros el resto de la vida, y nos van a ayudar mucho. Si en algún momento por comodidad o por cualquier otra razón, la voluntad de volver al pasado es grande, basta con mirar hacia ellas.
Las cicatrices nos mostrarán la marca de los grilletes, nos recordarán los horrores de la prisión, y continuaremos caminando hacia adelante.
::: Maktub :::
Paulo Coelho
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Las vacaciones de verano llegaban a su fin para los alumnos de Hogwarts: la pequeña Weasley estaba aún perturbada por el enfrentamiento con Lord Voldemort, pero regresar a casa y estar con su familia la hacía reponerse del susto; Harry se encontraba en la madriguera con sus amigos disfrutando de sus últimos días de vacaciones con los disparates cortesía de los gemelos Weasley; Malfoy conservaba el odio hacia Potter por haber salido bien librado de la cámara de los secretos, ahora su padre tendría que hacer nuevos planes y asociaciones para planear el regreso permanente del Señor Oscuro; Padma y Parvati Patil se estaban convirtiendo en copia idéntica mientras crecían, sólo se les podía diferenciar por los colores del uniforme según sus casas.
Los miembros de Ravenclaw recordaban a Lill en ocasiones, sabían que todo esto pasaría y que Lill un día regresaría con una sonrisa de lado a lado. Pero el tiempo es traicionero, nada les podía asegurar que lo que les traería de regreso fuera, efectivamente, a Lill. Un Ravenclaw que la extrañaba sobremanera era Roger, ella era la hermana menor que nunca había tenido y que tanto quería. Roger era hijo único, lo que le permitía a sus padres darle todas las atenciones posibles, así que cuando conoció a Lill otra hija única se identificaron y se adoptaron mutuamente. Con este cambio no podría disfrutar con Lill su último año en Hogwarts, el quidditch intentaba sustituirla poco a poco.
Lill también extrañaba Hogwarts. Las visitas a la villa eran maravillosas, su capacidad para realizar hechizos, pociones y algo de adivinación iba aumentando al igual que su amistad con Varney y Eliabeth ¡Pero no era lo mismo! Extrañaba caerse de vez en cuando en el castillo o cuando intentaba trepar los árboles sin ser vista por McGonagall (cosa que nunca funcionaba).
Varney también había visto una mejora en la educación de la niña, pero en lo personal había algo que la hacía lucir triste ya en las noches cuando el sol se esconde y el reflejo en la cara del cansancio es difícil de disimular. Decidió entonces que era hora de mostrarle lo que tenía que aprender, era hora de cumplir la profecía de Trelawney. Esta era una predicción seria que la profesora Sibill Trelawney había hecho en el primer año que Lill había pasado en Hogwarts. El destino era al final el destino y nadie debía interponerse porque los resultados serían fatales. Nadie sabía que era lo que iba a suceder, ni siquiera Dumbledore. Extrañamente, Lill se volvería como una llave para el mundo mágico, era como la otra opción. En ella llevaba algo que debía demostrar a Lord Voldemort y, como Trelawney había dicho, era doloroso perder a una persona pero a ella se le daría la oportunidad de decidir si se sacrificaría o pasaría el relevo de la responsabilidad.
- Lill – Varney puso su mano en el hombro de la muchacha todavía dormida.
- ¿Qué pasa? ¿Ya es hora de ir a correr? – preguntó todavía entre sueños.
- No, Lill, no vamos a correr. Tengo que mostrarte el propósito primordial de que estés aquí – explicó Varney no muy seguro de que ella le estuviera escuchando porque estaba medio dormida.
- Ah, si. Ya voy - y volvió a recostar su cabeza.
- LILL JAO– gritó Varney.
- Ya estoy despierta – dijo Lill y saltó de la cama - ¿Tengo que cambiarme de ropa? ¿Por cierto qué haces aquí?
- No necesitas ponerte nada – respondió Varney -, pero quiero que me escuches primero. ¿Ya estás bien despierta?
- Sí, ya. ¿Qué pasa? ¿Algo se incendió o qué?
- Recuerdas lo de te dije de Anna.
- Parte de Lord Voldemort, malvado y peligroso. Ya. ¿Y eso qué?
- Vas a conocer a Anna...
- ¡¡¡AH NO!!! – ok, ahora sí despertó.
- No tengo mucho tiempo para lidiar contigo, Lill, tendré otra transformación en poco tiempo y necesito estar encadenado, esta vez te llevaré. Eres importante para el mundo mágico, este es el momento de que pienses bien si quieres ser útil para él. Si aceptas conocer a Anna tendrá un riesgo, la advertencia principal es no dejarte convencer y utilizar el patronus en contra de él si es necesario.
- Pero...
- Sin peros, el riesgo es que puedes perder algo de energía o dejarte completamente sin ella. Esta será la única vez que te preguntaré. Si dices que no, entonces no se te forzará a nada y no se volverá a tomar el tema. Si dices que sí deberás obtener de él toda la información posible para utilizarla en contra de Lord Voldemort real y el mundo entero te estará enteramente agradecido sea poco o mucho lo que obtengas.
Lill se quedó perpleja y el tiempo comenzó a correr en su contra. La oferta no era muy tentadora y debía responder ya o ya.
- ¿Qué harás? – Varney le dio una sacudida para que reaccionara.
- Lo haré.
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-o- Vuelves a ser mis sueños mi dulce sirena -o-
¡Las doce, compañeros!
Draco se revolvía entre las sábanas, sus sueños lo atormentaban de nuevo.
Estaba en un lugar oscuro, pero podía verse caminado sobre pétalos de rosas y vislumbrar los que caían desde el cielo lleno de nubes negras. Andaba con cuidado, sus pies se sentían fríos. Todo se iluminó de una forma tan repentina que la luz lo cegó por un momento, cuando recobró la vista notó que muchas figuras estaban a su alrededor. ESTABA EN MEDIO DE UNA GUERRA Y EL ESCENARIO ERA HOGWARTS. Había mucha gente, los estudiantes también participaban, lo cual era absurdo porque Dumbledore nunca lo permitiría. Todo se movía tan rápido, veía a los mortífagos destrozando a cuantos podían y lo que estuviera a su alcance.
-o- Vuelves a ser el sol que quema a las estrellas -o-
En el centro de la trifulca vio lo que supuso era Lord Voldemort. Frente a él había una joven que estaría mas o menos en el quinto o sexto año, no podía calcular muy bien. Parecía estar dándole vueltas y sofocándola. Se le hacía conocida.
-o- Los girasoles pasan horas sin poder besarte -o-
La guerra desapareció y otra visión tan rápida que la anterior ocupó su lugar... era la misma joven, sólo que ahora estaba sobre él, viéndolo con sus misteriosos ojos azules afuera del castillo de Hogwarts.
-o- Vuelves a ser el universo de repente -o-
Del lago emergió Voldemort nuevamente riéndose a carcajadas y gritó "Vas a morir". Los ojos de la chica se cerraron y la sintió desfallecer todavía sobre él. Una lágrima se deslizó por su mejilla y luego otra y otra, escuchó un trueno que lo sobresaltó haciéndolo despertar. Estaba lloviendo.
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Varney corría hacia el sótano con Lill detrás. Ella no había entrado nunca en aquel cuarto. Había cosas rotas, un espejo y un montón de cadenas que estaban unidas a la pared.
- Son las que se utilizan en Azkaban – explicó Varney con urgencia de ponérselas y Lill corrió a ayudarle – No le des tu varita, no lo dejes que te convenza y... una última recomendación: NO DEJES QUE TE TOQUE.
- ¿Por qu...
- ALEJATE
-o- Cada vez que cambian tus sueños de color -o-
Lill corrió al otro extremo de la habitación. Varney parecía estar sufriendo terriblemente, daba alaridos de dolor, jalaba las ataduras de un lado a otro y se golpeaba insistentemente contra la pared. Del piso salió un torbellino que lo cubrió del todo, Lill cerró los ojos. Los gritos menguaron en intensidad hasta que llegó el punto en el que había un silencio total. Sus ojos seguían cerrados, debió de haberlo pensado bien antes de aceptar ¿Qué estaba haciendo? Era sólo una niña común y corriente que jugaba ser bruja a ratos.
- ¿Ese inútil me trajo un regalo? – preguntó Anna con voz chillona.
-o- Luces tan distinta, tu piel es tornasol -o-
Como era costumbre, Lill se estaba esperando lo peor. "Ahora sí debe ser el vampiro" pensó. Abrió lentamente los ojos con cuidado de no impresionarse, su corazón latía fuertemente en su pecho. En el extremo de la habitación Anna estaba atado. Su rostro era blanco en extremo, sus labios estaban pintados de negro al igual de sus párpados, en la frente tenía alineados nueve brillantes, sus ojos eran obscuros al igual que la túnica que llevaba puesta, carecía de cabello al igual que Varney. La forma en la que la miraba hacía que se le erizara el cabello y un sudor frío le recorriera la espalda.
- Mírate, estás muerta de miedo – observó con frialdad.
- Te-tengo mu-mucho miedo - declaró – pero aún no me he echado a correr.
Anna rió estruendosamente – Y ahora todos son valientes, habrás preferido echarte a correr cuando te mate.
-o- Tu razón es una fusión interminable -o-
- Tú no me matarás, Varney ya me previno – muchas dudas le cruzaban por la mente, pero trató de mostrarse fuerte y confiada en sí misma.
- Ah, con que ese bueno para nada te ha dicho como debes comportarte. Entonces quiero que me digas ¿por qué estás aquí?
Anna 1, Lill 0. Varney no había mencionado qué era lo que tenía que hacer, debía sacar toda la información posible pero ¿cómo?
-o- No creo que puedas saber qué es lo que se siente caer del parasol -o-
- Yo... - ¡Demonios! – yo...
- Lo suponía, eres igual de temerosa que tu padre, él no es los suficientemente valiente como para ser un mortífago de una vez por todas. Lucius, eso sí que es un buen ejemplo de lealtad – lo último lo dijo como para sí.
- Mi padre no es un asesino – enojo, mucho enojos sobre todo por la comparación – Lucius sí.
- ¿Te he molestado? – se burló – Esa es la verdad, señorita Jao, Phoenix ha estado ayudando a los mortífagos por mucho tiempo, pero no ha tenido los suficientes pantalones para concretar lo que ha dejado pendiente y, como puedo observar tampoco se ha dado a la tarea de ser un buen padre.
Anna 2, Lill 0. Ese había sido un golpe bajo.
- ¿Tu qué sabes de mi familia? ¿Tú qué sabes de concretar las cosas? Tu homólogo ni siquiera ha podido terminar con Harry Potter ¿Cuántos años ha estado ese asunto pendiente?
- Créeme, terminaré con ese mocoso – sonrió con descaro -. Lo que ahora me interesa es el tema de tu padre ¿Cuántas veces haz estado llorando en tu cuarto por su ausencia? ¿Cuántas veces haz tenido celos de todo lo que lo ocupa porque no te dedica a tía ese tiempo? ¿En qué haz tenido el suficiente éxito para que él se tome la molestia de reconocértelo? ¿No es verdad que te ha mandado a Hogwarts para deshacerse de ti el mayor tiempo posible?
- El no ha tratado de deshacerse de mí – por dentro se estaba desbaratando, pero se tragaba sus lágrimas.
- ¿No? ¿Qué te parece dejarte vacaciones enteras? Si realmente estuviera contento de verte querría pasarlas contigo, te has convertido en un estorbo para él – estas eran palabras duras y desgraciadamente estaba haciendo efecto.
- Esto es injusto – una lágrima salió, sólo una y eso bastó para que Anna supiera que todo le iba a la perfección.
- Oh, niña, pero no llores – le dijo Anna con "tristeza" – en vez de que te lamentes podrías hacer algo para acercarte a tu padre.
- ¿QUÉ? - ¿era verdad lo que estaba escuchando?
- Podrías hacer algo para que se sienta orgulloso de ti y, quizá, yo podría ayudarte.
- No voy a dejar que me envenenes.
- ¿Yo? Jao, no haría algo así, aunque... la ayuda sigue en pie.
- Tú no puedes ayudarme en absoluto, algo como tú no puede ayudar a nadie, sólo destruir.
- LA RAZÓN POR LA QUE TU PADRE NO TE PRESTA ATENCIÓN ES PORQUE ERES DEBIL, EN EL MUNDO EN EL QUE EL VIVE NO FUNCIONAS.
- NO SOY DEBIL.
- Mírate, estás llorando. Yo puedo ayudarte, es cuestión de unos cuantos segundos y tendrás lo suficiente como para no dejarte ridiculizar por nadie.
Al escuchar lo de "ridiculizar" la imagen de un muchacho rubio que andaba por los pasillos de Hogwarts como si fuera el dueño le pasó por la mente. La oferta era tentadora, tal vez su padre pudiera borrar su estúpida opinión de haber preferido un varón para poder llevar las tareas que él le designara, si viera entonces su cambio de actitud estaría orgulloso de ella.
- Debe haber otras formas.
- Jao, lo haz intentado NO LAS HAY. Sólo tienes que acercarte, darme tu mano y toda eso que anhelas se volverá realidad. Ven.
Tal vez si era cuestión de tocarlo por un momento no sería gran cosa ¿verdad?
-o- Al sueño intermitente -o-
Lill dejó la varita en el piso y caminó con recelo hacia Anna, que tenía los brazos extendidos. Ella le extendió la mano derecha, pero Anna le señaló la mano izquierda. Primero, Anna acercó más a Lill jalándola de la manga de la blusa, puso su mano izquierda en su muñeca apara sujetarla bien, entonces Lill sintió un ardor que le subía por el brazo y sus pies no querían responderle. Algo estaba mal.
- Me estás haciendo daño – se quejó Lill jaloneando para zafarse, pero Anna era más fuerte que ella.
- ¿Crees que esto es dolor? VAS A MORIR. Varney no te platicó completo, ASI ES COMO YO MATABA A LOS MUGGLES, ROBABA SU ENERGIA HASTA QUE NO PODIAN MAS – rió de manera diabólica y sus ojos tenían un brillo extraño en la mirada, Lill seguía resistiéndose. Entonces Anna colocó su mano derecha para que quedaran palma con palma y así terminar con ella. Le parecía delicioso, desde hace años que no podía matar a nadie estando atado a la vida de "el bueno de Varney".
Lill sentía que todo el cuerpo se le acalambraba y sus piernas no le respondían. Por el contrario Anna se sentí de lo mejor con energía tan nueva, pero no pudo disfrutarlo por mucho tiempo. Ella recordó la forma en la que Draco la había sujetado tiempo atrás, el dolor que la había hecho sentir cuando cayó y se hirió la mano, la poción de Madam Pomfrey y todo el odio que sentía contra la familia Malfoy... su padre, el resentimiento de que todo esto lo hacía por su padre.
-o- Donde todo gira -o-
Ya no podía resistir más, el corte que antes se había hecho comenzó a sangrar, el fluido de la energía lo había vuelto a abrir y todo el rencor de ella le subió a Anna por los dedos y lo quemó. Anna soltó un alarido de dolor y trató de despegar su mano, pero el remolino de sentimientos no permitió que lo hiciera. La llaga hizo corto circuito, ambos cayeron al piso inconscientes. El mismo torbellino de antes cubrió a Anna regresando a Varney en su lugar, tampoco abrió los ojos.
-o- Y luego, lentamente... -o-
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La lluvia golpeaba insistente las ventanas de la mansión. Era de noche y Draco no podía dormir por los rayos que surcaban el cielo de forma aterradora.
[Linda despedida por parte de las vacaciones] se dijo con ironía. La tarde había sido soleada y no había razón alguna para que lloviese.
Se encontró dando vueltas y tratando de sofocar el sonido de los truenos refregándose la almohada en la cara... hasta que notó que necesitaba respirar. Sus manos recorrieron las sábanas para dar con su bata de seda al pie de la cama. El sueño se había esfumado, no tenía caso permanecer acostado.
Caminó hasta el ventanal y recorrió las cortinas púrpura (el terciopelo se sentía muy bien al tacto). Apoyó sus manos en la alfombra para dejar caer su peso suavemente. Apartó los mechones de cabello de su frente y se frotó los ojos bostezando.
La noche era muy oscura, las nubes negras ocultaban por completo las estrellas y la luna no se veía por ningún lado. Otro rayo cayó de pronto, iluminando fugazmente la habitación entera, el estruendo aceleró su corazón. Entreabrió los labios en un gesto de incredulidad, noches como estas sólo podían verse cuando algo estaba relacionado con el Señor Oscuro. Un paisaje idéntico se había manifestado cuando el cara rajada se había enfrentado con él en Hogwarts (un par de veces).
¿Qué demonios pasaba? Si el Señor Tenebroso hubiera planeado intentar de nuevo regresar su padre ya estaría más que enterado y, por lo tanto, él mismo estuviera prevenido. Pero no era así, en la última reunión de los mortífagos había escuchado que Voldemort estaba muy débil. Esta vez iban a ser cautos y esperarían a que el Señor Oscuro tuviera todo su poder y reunido a todos sus seguidores, sólo así podría lograr su cometido. No más estúpidos intentos fallidos, terminaría con Potter y Dumbledore de una buena vez.
Entonces recordó algo que a él le parecía más leyenda que otra cosa. Por eso era por lo que tenían que esperar a que Voldemort recuperara su poder. Su padre le había contado de un mortífago perdido, protegido por el ministerio de magia y el mismo Albus Dumbledore.
Cuando los crímenes entre los muggles se habían hecho frecuentes y el temor vivía en el corazón de los magos, hubo un auror de renombre y gran poder. Como a todos los demás hechiceros con talento, Voldemort le ofreció que se le uniera, pero al recibir una negativa como respuesta, hizo algo con él que hubiera sido mejor recibir la muerte. El Señor Oscuro hizo fluir su energía por las venas del mago, dando vida a un alma gemela de menor capacidad e igual maldad. A esa creación le llamó Anna. Anna le fue fiel mientras se divertía matando muggles y magos por igual, su sobre vivencia dependía de la energía que les robaba a sus víctimas, era algo así como un vampiro energético. A Voldemort le complacía ver como asesinaba delante de él, era una muerte lenta y dolorosa. Anna no podía ser muerto por nadie, estaba sujeto de la vida de su creador. Pero ahí fue cuando St. Potter apareció para arruinarlo todo y sólo quedó Voldemort en esencia. Anna desapareció cuando el auror pudo controlarse de nuevo y recobró su imagen original, se salvó de Azkaban argumentando que había sido hechizado. Desde entonces no se sabía de su paradero, ni de su rostro, por lo que los mortífagos no podían localizarlo para liberar a Anna. Uno de los rumores sobre esta historia es que cuando Voldemort lograra tener la fuerza que tuvo, Anna regresaría a su lado para asistirle como lo había hecho antes y eso era a lo que estaban esperando los demás mortífagos.
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Yoru Black: ¡Hola! Creo que este capi me lo aventé rápido ¿No? Me encanta que te guste la historia y gracias por seguirle el hilo a la trama. Te dije que iban a pasar cosas inesperadas, y creo que más que nada eso fue inesperado para Anna, je. Lill también me recuerda a mí misma de vez en cuando. Espero que te encuentres bien y arriba la inspiración para ti para que siguas escribiendo alguna nueva historia por ahí. Te deseo mucha suerte. Bye.
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Melyanna,
Dark Sly Spirit
Miembro de la Orden Draconiana :o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:o:
