La Nueva historia de Céfiro.

Capítulo VI

Las cosas que vives.

La amistad es algo

que atraviesa el alma

es un sentimiento

que no se te va.

No te digo como

pero ocurre justo

cuando dos personas

van volando juntos.

Suben a lo alto

sobre la otra gente

como dando un salto

en la inmensidad.

Y no habrá distancia (no la habrá)

ni desconfianza

sí te quedas en mi corazón

ya siempre

Por que en cada sitio que estés

por que en cada sitio que este

las cosas que vives

yo también viviré

Por que en cada sitio que estés

Nos encontraremos unidos

Uno en brazos del otro

es el destino

en la misma calle

bajo el mismo cielo

aunque todo cambie

no, nos venceremos

Abre bien los brazos

mándame un aviso

no te quepa duda

yo te encontrare

No estarás ya solo

yo estaré

continuando el vuelo que

te lleve con mi corazón

ya siempre.

Por que en cada sitio que estés

por que en cada sitio que este

las cosas que vives

yo también viviré

Por que en cada sitio que estés

no nos queda mas que un camino

solo abra dos amigos tan unidos.

Cree en mi

No te atrevas a dudar

Todas las cosas que vives

si son sinceras como tu

y yo, sabes tu que jamas terminaran

Tu me llevas contigo dentro del corazón.

- Laura Paussini -

La lluvia arreciaba, las gotas eran enormes y amenazaban con derribar el techo de la casa, varios arboles del rededor se doblegaban por la gran fuerza con que caían las gotas de agua negras. Los cinco pequeños estaban muy asustados y sus padres trataban de calmarlos.

Las princesas de Ziceta no podían dar una explicación a un fenómeno tan extraño, los cefirianos y la chica del mundo místico nunca habían visto nada parecido, ni cuando Céfiro estuvo apunto de ser destruido.

Los charcos de agua vibraban, Caldina fue la primera en notarlo pero no tardo mucho para que los demás también lo notaran pues la vibración se dejo sentir por debajo de sus pies, eran vibraciones lentas y espaciadas, no era un temblor, de eso podían estar seguros, el miedo comenzaba a propagarse por toda la aldea, la gente estaba lista para entregarse al pánico a la menor señal y esa señal fue escuchada por todos. Un horrible y escalofriante sonido parecido a un aullido de lobo combinado con un rugido de león arrojo a todos fuera de sus casas, a pesar de la terrible borrasca, para buscar un refugio más seguro o huir.

Las princesas y los visitantes de Céfiro salieron de la casa de sus anfitriones para tratar de calmar a la gente pero el pánico ya era demasiado.

Detrás de Marina había salido el pequeño pelirrojo que aun no entendía la situación y miraba sorprendido a la gente, hubo otra vibración, ya nadie se había ocupado de que cada vez se sentían más fuertemente, el chico corrió cerca de unos altos arboles donde empezaba lo más espeso de la selva pero no alcanzo a llegar un nuevo y escalofriante rugido lo congelo a unos pasos, los enormes arboles se movieron y cayeron dejando ver a una criatura que ni en sus peores pesadillas había imaginado. Un pavoroso ser con el cuerpo parecido al de un dragón pero de su tronco no salía un cuello sino seis que terminaban en seis enormes cabezas de serpiente con colmillos afilados y ojos amarillos.

La criatura posa los ojos de su más grande y horrible cabeza en el pequeño niño que no podía moverse y abriendo sus enormes fauces arremetió contra el pequeño dispuesto a tragárselo de un solo bocado. Todos observaban la escena y nadie osaba moverse, ya no podían hacer nada.

De entre los observadores salió corriendo una chica de largo cabello azul que saltando sobre el niño y rodando por el suelo apenas logro salvarlo, la bestia enfureció y dio otro temible bramido. Ambas princesas de Ziceta comenzaron a danzar llamando a sus genios mágicos, Marina apenas dejo al niño a salvo en los brazos de sus padres grito:

- ¡Ceres!.-

El poderoso genio del planeta Céfiro no tardo en aparecer, Tata y Tatra hacían lo posible por detener a la hidra pero sus genios no eran lo suficiente fuertes para someterlo, intentaron sujetar sus varios cuellos pero la hidra rechaza a los dos genios que la estrangulaban. Ceres intento hacer un ataque frontal pero no le hace un solo rasguño a ninguna de las seis cabezas, es como si solo cortara el viento, los genios de Ziceta vuelven a sujetar a la hidra pero su poder no es suficiente. La bestia en un rugido deja escapar su fétido aliento que desmaya a los genios y debilita a las princesas.

La espada de Marina solo rebana aire donde debería cortar cabezas, la chica comienza a desesperarse no puede hacerle ningún daño al anima y este se acerca peligrosamente al lugar donde han corrido a refugiarse todos los aldeanos.

¿Por qué su espada no es capaz de tocar a la bestia? Tal vez fuera solo una ilusión, no, no podía ser una ilusión por que los genios de Ziceta si habían podido tocarlo y los genios eran seres completamente mágicos, su espada también era mágica, forjada de un mineral pero también era mágica.

En un momento simplemente lo supo, de la misma manera que había aprendido sus hechizos, una voz interior le dijo que su espada aun tenia más poder.

Marina cerro los ojos y tomando su espada con ambas manos la levanto al cielo, de entre los negros nubarrones una pequeña gota de agua cristalina cayo sobre la espada que sostenía la guerrera, la hoja de escudo cambio de consistencia, vibro como el agua y devolvió un rayo de luz a las negras nubes, poco a poco a partir del punto donde el rayo de la espada había penetrado las nubes comenzaron a cambiar de negro a gris claro y la lluvia negra se transformo en cristalinas gotas de agua.

La guerrera empuñó su espada y sintió como si estuviera viva, como si respirara...

- ¡Espada Aqua!.-

El filo de la espada paso por cuatro de las seis cabezas dejando solo una delgada línea brillante en los cuellos, unos segundos más tarde, justo en las líneas golpeaba una ola de mar con toda su furia, las cuatro cabezas cayeron al piso, la sangre que emanaba de las heridas quemaba todo lo que tocaba.

Todos estaban muy sorprendidos por el poder de aquella espada, pero la hidra les tenía preparada otra sorpresa las cabezas cortadas volvieron a crecer.

- ¡No es posible!. Si tan solo Lucy y Anais estuvieran conmigo todo sería más fácil, Lucy cortaría cabeza tras cabeza mientras Anais se concentraría en encontrar un punto débil que atacar, ¡como me hacen falta, amigas!-

Decidió pelear como si sus amigas estuvieran con ella, y en cierta manera entendió que en verdad lo estaban, las llevaba en su corazón y sus recuerdos.

Tan pronto como una cabeza crecía ella la cortaba con su poderosa espada, mientras se concentraba en observar con gran atención todos los movimientos, tratando de encontrar un lugar donde atacar para acabar de una buena vez con la hidra. Pronto se dio cuentas de que la cabeza central nunca atacaba y permanecía detrás de las otras, era la misma cabeza que había intentando comerse al pequeño pelirrojo. Esa era la que dominaba a las demás y controlaba todo el organismo. Dudo un momento pero sin pensarlo más se arrojo espada en mano sobre esa cabeza en un ataque casi suicida pues debía pasar primero las otras cinco cabezas.

Un ultimo y horrible chillido se escucho por todo el lugar, borbotones de sangre morado obscuro cubrían el piso quemando el rededor, lo había logrado, había cortado la cabeza central y la monstruosa hidra moría

Desgraciadamente al hacerlo la guerrera olió el fétido aliento de la hidra que la debilitó y cayo detrás del cadáver del animal.

- No pense que fueras capaz de matar a la hidra. Los efectos de su aliento pasaran pronto, posiblemente en ti tarden un poco más pues aún no te recuperas completamente del enfrentamiento con tu amigo Ascot.-

La que así hablaba era una persona oculta en la espesa jungla quien observaba a nuestra amiga, claramente se veía que no era una habitante de Ziceta, su ropa era muy diferente, ostentaba una túnica azul marino que se anudaba en un hombro y solo llegaba a la media pierna, su tez era morena y su cabello era ligeramente ondulado y corto de color morado, su cuerpo voluptuoso dejaba ver claramente que ya era un chica mayor.

- ¡Marina!, ¡Marina!, ¿Dónde estas? ¿Te encuentras bien?.-

Caldina, Ráfaga, Tata y Tatra buscaban desesperadamente a Marina pues después de que el genio Ceres desapareciera habían esperado a que ella saliera detrás del cadáver de la hidra pero había tardado demasiado tiempo, la encontraron semiconsciente. Tatra la felicito:

- ¡Bravo Marina!, ¡Eso fue increíble!.-

- Claro, por algo soy una hermosa y fuerte Guerrera Mágica.-

- ¡Que maravilla! Ya empiezas a hablar como yo.- Caldina la abrazaba con una gran sonrisa en los labios. Tata sonreía divertida.

- Tal vez, podrías ser Zicetana honoraria, ¡podrías ser hija adoptiva de Caldina!-

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La medicina en Autosam esta sumamente avanzada. Y tan rápido como con la magia curativa de Anais, Lucy a sanado. Al abrir los ojos, después de haber estado en tratamiento, lo primero que ve es a Latis que la mira con gran ternura.

-¿Cómo te sientes?-

- ¡Latis!, Me estuviste cuidando. ¡Muchas Gracias!.-

Una linda sonrisa de "Lucesita" es la recompensa del chico, que también le sonríe.

- Tenía mucho que no te veía sonreír Latis.-

- Lilandra tiene razón, sueles ser muy serio.-

Un incomodo silencio sigue a las ultimas palabras dichas por Zaz, por suerte Geo entro en ese momento para invitarlos a comer. Lucy se levanta con la ayuda de Latis y Zaz la escolta hasta el comedor. Sobre la mesa hay cinco platos con unas curiosas bolitas en el centro.

- ¿Qué es esto?.-

- Es comida ¿Qué más?-

- "Tiene que ser una broma". - Penso Lucy.

Pero se desengaño al observar como todos tomaban asiento, incluyendo a Latis. El chico al ver la sorpresa en la cara de Lucy río de buena gana y le aclaro:

- No te preocupes, es comida deshidratada, solo tienes que agregarle agua.-

Y para probar lo que decía Latis tomo la jarra de agua que había en el centro de la mesa y puso una pequeña cantidad sobre las bolitas que se transformaron en una suculenta milanesa con verduras. Lucy decidió entonces sentarse y como se moría de hambre tomo la jarra de agua y vació su contenido en el plato.

- Espera Lucy, es solo un poco.-

La advertencia de Zaz había llegado tarde y sobre la mesa se expandió una enorme milanesa con sus respectivos enormes vegetales.

- ¡No puedo comer todo eso!-

- Yo te ayudare.- Dijo Latis

- Todos lo haremos, no te preocupes.- Completo Lilandra

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En Fahren las cosas han estado muy tranquilas, no ha ocurrido nada realmente relevante en los últimos días.

Ese día en especial, Aska lleva a Anais y a Paris a recorrer los enormes jardines de su palacio.

-¡Este lugar es realmente hermoso!-

Mientras más observa de Fahren, Anais se convence más de que tiene un asombroso parecido con China. Sang Yung se acerca corriendo y gritando.

- ¡Princesa Aska! El sabio Chang la esta buscando. Es hora de su clase de Historia Antigua.-

- Hoy no la tomare, tengo invitados.-

- ¡¡¡¡¡Princesa!!!!, Su primer deber es estudiar.-

- Ese anciano siempre me arruina la diversión. Discúlpenme, tengo que irme, disfruten su paseo. -

Aska se va junto con el anciano y Sang Yung los sigue. Los dos chicos prosiguen solos el paseo por los bastos jardines de Fahren. Anais se encuentra maravillada de ver toda la variedad de arboles, plantas y animales con que cuenta el palacio. Sin embargo algo dentro de ella la inquieta, una de sus amigas esta sufriendo mucho en esos momentos. Normalmente Anais no hace caso a sus presentimientos, su naturaleza científica se lo impide, pero últimamente no ha sido ella misma.

Paris esta muy callado, no ha dicho nada desde que Aska los dejo y no parece compartir la emoción de Anais, tal vez por que el ya ha estado ahí.

El príncipe de Céfiro tiene un semblante triste y pensativo, arranca una flor blanca y la pone en el rubio cabello de Anais que se mueve un poco con la suave brisa.

Cuanto temor tiene de perderla, no sabe si podrá renunciar a ver esos ojos verdes llenos de calidez y bondad, esos ojos que lo miraban fijamente. Ella sonreía con dulzura y él simplemente no pudo resistir la tentación de rozar esos labios y sentir su cuerpo cerca, la chica correspondió el beso con la misma intensidad. Ultimamente Anais no podía controlar sus emociones cuando estaba cerca de Paris lo único que deseaba era tenerlo más cerca y no separarse. Ese deseo la asustaba terriblemente, pero su corazón y su cuerpo exigían esos contactos, él la hacia perder la razón fácilmente.

- ¡Uf!, ¡Al fin me escape!, ¿Qué estaban haciendo?-

Aska observa a sus dos visitantes abriendo grandemente sus ojos y preguntándose por que Paris se escabulló detrás de un árbol cuando la vio y Anais estaba roja como una amapola.

- ¿Estaban planeando alguna travesura?-

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Perturbada por las ondas que provoco el cabello de Iris al tocar el agua, la escena se vuelve difusa. Su curiosidad la habían llevado a acercarse demasiado a la fuente y había turbado el reflejo que observaba con tanto interés.

- ¿Qué es lo que ves pequeña Iris?.-

Detrás de una de las columnas de mármol que rodeaban el bello jardín apareció Ocípete y se acerco para mirar en la fuente como Aska tomaba de la mano a Anais y corría con ella mientras Paris, Sang y muy atrás el anciano Chang trataban de alcanzarlas. La observadora hizo un gesto de desprecio.

- Esa niña arruinó mi búsqueda y hecho a perder mi plan.-

- Me alegra saber que no soy la única que tuvo problemas.-

Otra mujer joven de cabello morado apareció por uno de los arcos del jardín seguida de otra de cabello oscuro.

- Celeno, Aelo ¿Qué hacen aquí? ¿Ya encontraron los sellos de Autosam y Ziceta?.-

- Corrimos la misma suerte que tu. Un pequeño inconveniente se cruzó en nuestro camino y tuvimos que desistir en nuestro proyecto.-

- Todas nos enfrentamos en realidad al mismo enemigo.- La voz de Iris apenas fue escuchada por sus hermanas, ellas siempre la intimidaban.

- ¿A qué te refieres?.- Pregunto maliciosamente la mayor de las cuatro: Aelo.

- La niña que mató a la hidra en Ziceta, la que derroto a Ocípete en Fahren y la que yo enfrente en Autosam son un mismo enemigo: Ellas son las guardianas del Planeta Céfiro.-

- ¿Y porque no se encuentran en ese planeta?.- Ocípete no estaba muy dispuesta a creer lo que decía su hermana menor.

- Al parecer hace algún tiempo esos planetas intentaron conquistar Céfiro y las Guerreras Mágicas lo impidieron haciéndose amigas de los invasores.-

- "Guerreras Mágicas", curioso titulo. Bien hermanita, tus poderes para leer la mente son una verdadera bendición. Supongo que no fue todo lo que averiguaste ¿Verdad?.-

Iris contestó a Aelo bajando la cabeza en señal de afirmación. Era cierto que sabía aun más y ese conocimiento la inquietaba, hurgar la mente de Lucy había despertado una curiosidad muy grande en ella sobre el amor y los sentimientos.

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- Mi hermana Lilandra te aprecia mucho Latis....ella esta enamorada de ti.-

- ¿Ella te lo ha dicho?.- Trato de hacer la pregunta con indiferencia pero el brillo en sus ojos lo delataba, él también la amaba.

- No, pero lo sé, la conozco demasiado bien. Era una niña preciosa, no puedo creer lo rápido que ha crecido.- Dirigió su vista a la ventana del restauran donde se encontraban. A cualquier hermano le cuesta creer que su dulce hermanita se esta convirtiendo en mujer. Aguila levanto su brazo y lo apoyo fraternalmente en el hombro de Latis.

- Por favor, cuídala mucho y hazla muy feliz. Es lo que más quiero.-

Uno de los modernos deportivos de Autosam. Un chico sale de la alberca y otro viene corriendo hacia él. Parecen tener la misma edad y la misma altura, uno es moreno y corpulento de grandes músculos, cabello negro, corto, muy alborotado vestía un short color gris y llevaba el torso descubierto. El otro era delgado pero de musculatura marcada, piel blanca y cabello corto, negro y lacio, como acababa de salir de la alberca solo llevaba una trusa negra, ya viéndolo bien era un poco más bajo que Geo.

- ¿Es verdad?.-

Latis bajo la vista para evitar la especie de suplica que leía en los ojos de Geo. Este ultimo hablo como si cada palabra le causara un gran dolor.

- Si, si lo es...Ya no puedo seguir engañándome... La conozco desde que éramos niños, desde que me hice amigo de Aguila, ella siempre me gusto... pero siempre creí que era mucho mayor que ella.....

¡¡¡¡¡¡ Latis tú lo sabías!!!!.

No puedo enojarme contigo es ella quien te ha elegido.

Pero si la lastimas no te lo perdonare amigo.-

- Te prometo que no lo haré.- Los dos sonrieron y se abrazaron.

Algunos meses más tarde, encubierto por la noche, Latis observaba por ultima vez la casa de Aguila y Lilandra. Regresaba a Céfiro sin decirle a nadie. Pero sus amigos sabían que había vuelto a su planeta.

Una voz y un lindo rostro con un dulce par de ojos color miel hicieron su aparición. "Te amo" "Yo también te amo" Una pareja se abrazaba y besaba. Sonrisas, besos, palabras, paseos, amigos, peleas. Un sentimiento cálido en el pecho.

Esos eran los recuerdos de Latis en Autosam, ciertamente había sido feliz en ese lugar. Había llegado a querer mucho ese planeta al igual que ha varios de sus habitantes. El pasado no regresa, pero el presente y el futuro pueden cambiarse, Latis quería recuperar lo que había perdido. Decidido a afrontar el pasado se dirigió a la habitación de Geo.

- Geo... vine a pedirte perdón... por haber faltado a mi promesa.- El carácter de Latis le dificultaba aun más hacer la petición pero él sabía que debía hacerlo, es más él quería hacerlo.

- ¿Cuál promesa?.- Lilandra también se encontraba ahí pero Latis no la había notado porque se encontraba sentada detrás de Geo.

- Creo que es a ella a la que tienes que pedirle perdón.- Se hizo a un lado para que ellos pudieran mirarse.

- Lilandra yo no quería lastimarte, por favor perdóname.- Se arrodillo ante los pies de la chica y la miro a los ojos.

- El pasado es pasado querido Latis.- Ella también sabia que lo que había sido nunca volvería a ser, sin embargo aun lo quería demasiado.

- ¿Eso quiere decir que me perdonas?.- Ella asintió con la cabeza.

Los dos se dieron un abrazo y Lilandra le dio un dulce beso en la mejilla. Desgraciadamente había una cuarta persona en la habitación, una tierna chica pelirroja que parada en el umbral de la puerta había escuchado y visto todo lo que había ocurrido. Su corazón estaba hecho pedazos, una lagrima tras otra caían por sus mejillas. No podía soportarlo, era demasiado, él era su primer amor y esa ilusión estaba hecha añicos, él quería a otra chica. Lucy corrió con todas sus fuerzas quería alejarse lo más posible, tal vez así dominaría el dolor que le oprimía. En el pasillo se encontró con Zaz que intento detenerla sin éxito, el muchacho asustado corrió a buscar a los otros.

-¿¡Qué le ha ocurrido a Lucy!?-

- ¿Lucy estaba aquí?- Latis se puso pálido.

- Si. Salió llorando y yo me tope con ella en el pasillo.-

Latis no espero a escuchar más y salió a buscarla, los otros hicieron lo mismo aunque solo Lilandra comprendía el dolor de Lucy pues ella sentía lo mismo.

El corazón de Lucy se había roto en pedazos al escuchar que Latis amaba a Lilandra. ¿Por qué había jugado con ella? ¿Por qué le había dicho que la quería si no era cierto? Tal vez solo lo había hecho por lastima, después de todo ella era solo una niña. Las decepciones son muy difíciles de asimilar, sobre todo cuando es la primera vez. Quería morirse, desaparecer. Cuanto dolor sentía y por más que trataba de sacarlo por medio de sus lagrimas seguía ahí punzante.

Corriendo y llorando había llegado a una de las reservaciones de vida silvestre que tenían en Autosam y habían sido enriquecidas con la ayuda de Céfiro.

Lilandra, Latis, Geo y Zaz la buscaban por todos los sitios que se les ocurrían, desgraciadamente fueron otras personas quienes la encontraron.

- ¿Qué te ocurre?- Lucy se encontraba sentada abrazando sus rodillas, debajo de un árbol, levanto la cara y vio a Iris que la observaba. La recién llegada acaricio la cabeza de Lucy que se encontraba en una especie de shok.

- No importa, pronto ya no sentirás nada.-

El derredor de Lucy fue invadido por una neblina negra que no dejaba ver nada, Iris también había desaparecido. Sobre su espalda se encajo una garra con cinco filosas uñas que desgarraron su piel al contacto, el zarpazo la arrojo lejos del árbol. El dolor la hizo volver en si para observar a un gigantesco león que se disponía a atacarla de nuevo. Apenas alcanzo a reaccionar para detener a la increíble bestia con su espada, sorpresivamente esta reboto en la piel del animal fue como pegarle a una pared de hierro. El león se le hecho encima y por primera vez en mucho tiempo creyó que estaba perdida y moriría, su espada parecía de juguete frente a su enemigo y por ahora no se le ocurría un solo motivo para seguir existiendo. El animal desgarraba su carne y estaba apunto de asestarle una mordida en el cuello, ella solo cerro los ojos y espero.

- ¡Juntas regresaremos!.-

Marina y Anais vinieron a su mente, no podía defraudarlas, siempre habían confiado en ella, siempre habían estado ahí para apoyarla ellas eran su única familia en Céfiro y en la tierra sus hermanos la esperaban, no podía rendirse, debía regresar con las personas que la amaban. Su espada llego hasta su mano y con ella paro la mordida que el león estaba apunto de darle. Forcejeó, el león no estaba dispuesto a dejar a su presa tan fácilmente. La espada de Lucy comenzó a brillar y poco después se encendió como una antorcha que hizo desaparecer la oscuridad del lugar. Logro quitarse a la bestia de encima y cuando esta se disponía a echársele encima de nuevo Lucy tomo su espada y:

- ¡Espada Fire!.-

La espada se incrusto en el vientre del animal, de ella emanaba fuego que acabo por consumir al león. Sin darle siquiera tiempo de recuperarse Celeno incrusto una daga en su pecho y la hizo caer al suelo. Iris, Ocipete y Aelo la observaban sangrar copiosamente mientras se acercaban para atacarla, el rayo de la espada de Latis, que se acercaba rápidamente hizo que Ocipete se alejara de Lucy ella aprovecho para sacar el aparato que Presea le había dado, una luz envolvió su cuerpo y desapareció. Las cuatro hermana se reunieron.

- Vamonos, ella ya no sobrevivirá, la daga estaba envenenada.-

Cuando Latis se acerco lo suficiente solo vio como desaparecían las cuatro chicas y no había señales de Lucy, por suerte pudo ver que las hermana no la llevaban con ellas, por lo que había regresado a Céfiro.

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NOTAS DE LA AUTORA.

Lo siento, discúlpenme, no puedo evitar ponerme dramática, es lo que me sale mejor, es que francamente la comedia no se me da, si alguien me pudiera ayudar en ese aspecto me haría un gran favor.

Agradezco a todos su paciencia y su apoyo a mi historia créanme que me hace muy feliz saber que de verdad les interesa leer los disparates que escribo. Espero ya no tardar tanto con los siguientes capítulos y estén pendientes del siguiente porque es uno de mis favoritos.

También les agradezco sus comentarios a dos chicas (que perdonen mi mala memoria pero no me acuerdo como se llaman) por sus comentarios, planeaba darles una disculpa por no poder quitar los puntos que aparecían en vez de los guiones de inicio de los diálogos pero es que en serio no podía, cuando cambiaba el formato de Word a HTP aparecían, lo bueno es que ya descubrí como quitarlos y he aprendido algunas otras cositas. Muchas gracias por sus criticas, en serio no me molestan, me agrada recibir retroalimentación que ayuda a corregir errores y mejorar la historia.

Un agradecimiento especial a José Luis por ser el niño tan lindo que es y tener esta pagina.

Les recomiendo muchisimo la historia de Lyslee-Chan, "Colegio Clamp: de magia y hechicería", (Yo estaba segura que tenias mucho talento amiga) los dos capítulos me agradaron bastante y espero los siguientes con ansia.

En el próximo capítulo de "La nueva historia de Céfiro":

¿Se imaginan como era Paris a los cinco años?

¿Lucy sobrevivirá?

¿Ay un fantasma en el castillo?

Si quieren saber la respuesta a estas y otras apasionantes preguntas no dejen de leer el próximo capítulo. ¡Ay!, ya me puse dramática otra vez, sniff, sniff.

Quejas, sugerencias, comentarios, vivoriadas, hermanos guapos y pretendientes favor de enviarlos

Con muchisimo cariño, reciban un beso

de su amiga:

Anais.

P.D. Se me olvidaba un aviso urgente. Solicito alguna persona de noble corazón que me hiciera el enorme favor de hacerme algunos dibujos sobre mi historia para ilustrarla, yo quisiera hacerlo pero uno de mis talentos no es precisamente el dibujo. Si alguien quisiera ayudarme favor de comunicarse conmigo a la dirección de arriba. ¡Mil gracias!

P.D.2. Prometo ya no escribir Biblias en el espacio de notas.