La Nueva Historia de Céfiro.

Capítulo XII

Mizu Umi No Uta.

(Poesía en el lago)

Describe, de la mañana a la noche,

un lago transparente y tranquilo.

Parte I

Estaré Siempre Aquí.

Estaré siempre aquí,

para acompañarte,

para reír contigo,

para soñar contigo,

para hablar contigo,

para pensar contigo.

Aunque no siempre estemos juntos,

no olvides que yo estaré siempre aquí...

Era una hermosa mañana en Céfiro. El sol lucia en todo su esplendor y su brillo atravesaba las hojas de los arboles, creando bellos efectos luminosos. Una suave brisa se esparcía suavemente alborotando las hojas tiradas en la tierra y el suave pasto.

En este hermoso escenario, junto al lago, fue donde Ascot despertó de lo que pudo ser una muerte segura. Dos hermosos ojos azules, aun húmedos por las lagrimas, le dieron la bienvenida.

- Debo estar muerto, por que estoy viendo un ángel.-

- No lo digas ni en broma. -

Marina aun lo mantenía junto a ella y acariciaba su cabeza, a pesar de que apenas se sostenía, se sentía agotada. Ascot se dio cuenta y se levanto inmediatamente, el no se sentía cansado, ¡Se sentía mejor que nunca! No quedaba sobre él, ninguna huella de lo que acababa de pasar. Levanto a Marina y quiso cargarla pero ella no lo permitió(Creía que el chico también estaba débil), solo paso un brazo por su espalda para apoyarse.

La brisa fresca provoco, que poco a poco, los que estaban consientes salieran del estupor en el que se encontraban y los que estaban inconscientes despertaran.

- Marina, ¿Cómo llegamos aquí, ¿Qué fue lo que ocurrió?.- Anais y Paris se acercaban caminando ha ellos.

- Nada Anais, creo que ganamos.-

- ¿¡Ganamos, ¡Ya no pelearemos!.- Lucy llego corriendo para abrazar a sus amigas.

El siguiente en aparecer fue Latis que se encontraba detrás del grupo ya reunido, en cuanto Lucy lo vio...

- ¡Latis, ¡Latis!.-

Cámara lenta, él se adelanto hasta ella y la levanto para abrazarla, detrás de ellos aparecieron muchos corazoncitos. Se escuchaba un fondo romántico de violín.

Marina tenía una enorme gota en la cabeza.

- Estos dos ya me recuerdan a mis padres. ¿¡Que no les da pena hacer ese tipo de cosas, ¿Qué vamos a hacer con esta niña Anais, ¿Anais?.-

La chica voltea buscando a su amiga y la encuentra ocupada, abrazando y besando a Paris como si no lo hubiera visto en años.

¡PLOF! Se cae de la impresión.

Se estaban riendo de esto cuando aparecieron Ráfaga, Caldina y Presea.

- ¡Vamos Marina, no es para tanto.- Dijo Presea carcajeandose.

- Tal vez deberías hacer lo mismo con Ascot para no desentona.- Sugirió Caldina también riéndose y haciendo que ambos chicos se sonrojaran.

- ¡Deja de decir tonterías Caldina!.-

- Vamos Ascot, aquí no engañas a nadie. Todos sabemos que te encanta la idea.-

La cara de Ascot parecía un volcán a punto de explotar de lo rojo que estaba. El pobre no podía, siquiera alejarse de Marina, si la soltaba probablemente esta se caería.

- ¿Qué es tan graciosos?.-

Acompañando a Guru Clef venía una chica rubia, era ella la que había preguntado. Todos la observaron con una expresión entre sorpresa y espanto. Inmediatamente voltearon a ver al lado de Caldina, ahí estaba, exactamente igual a la mujer que acompañaba a Guru Clef.

Nadie entendía exactamente lo que pasaba, Guru Clef, pasaba la mirada de una a otra sin comprender, Medea entro a un estado de shock emocional y salió corriendo rumbo al bosque llorando, Presea la siguió. Todos los demás estaban atónitos.

Todos menos Caldina cuya mente trabajaba ordenando recuerdos, como si se tratara de un rompecabezas.

- ¿Ella es la armera a la que tengo que atrapar?.-

- Si, ella nos llevara a Guru Clef.-

En el espejo mágico de Zagato, Presea perseguía a Nicona con un mazo, después la alcanza y la toma por las orejas, mientras ríe malévolamente.

- No parece un trabajo muy difícil.- Ríe Caldina.

- Eres buena armera, pero nadie le gana a la bella, simpática y talentosa, bailarina-ilusionista Caldinaaaa.-

- ¡Eso se ve divertido, déjame intentarlo: Pues nunca te has enfrentado a Presea, mejor armera de Céfiro y captura Niconas especializadaaaaa!.-

A la morena le sale una gota en el rostro. Saliendo del estado de me rió o la ataco, Caldina se le lanza con sus navajas y Presea la detiene con un escudo de su armería.

- Eres simpática, armera.-

- Gracias, tu también lo eres.-

- Tal vez en otras circunstancias seriamos amigas.-

- Tal vez.-

- ¡¡¡¡¡Preseaaaaaaa!.- El grito venía de afuera de la armería, estaban en la torre.

- Me gustaría quedarme a conversar, pero creo que mi caballero ha venido a rescatarme.-

Sacándole la lengua empujo el escudo y la lanzo contra la pared. La chica rubia corrió y salto por la ventana seguida por Nicona.

- ¡Presea!.-

El mago quiso mover su báculo pero era demasiado tarde, la chica cayo sobre él.

- Gracias por salvarme.-

- ¡¡¿Por qué nunca puede actuar como una chica normal! ¡¡¡Pudiste haberte matado, Ahora te llevare al Bosque del Silencio, solo espero que ahí estés a salvo de ti misma.-

- Popopu, popopu.-

- Tienes razón Nicona, sigue siendo un cascarrabias.-

- ¡¿Qué dijiste!.-

- Nada Gurito, nada.-

Los tres desaparecieron mientras Clef seguía refunfuñando.

- ¿Es una marca de nacimiento, Parecen alas.-

Pudo ver una gran tristeza dentro de los ojos de Presea.

-¿Dije algo malo?.-

- No es nada Caldina.-

Un día en los jardines del castillo...

- Creo que la muerte de la Princesa cambio mucho a Presea, ahora es muy callada, melancólica, menos alegre.-

- No importa Ráfaga. Lo importante es que esta viva y Ascot a dejado de cargar con su muerte. Además, todos cambiamos un poco.-

- Pero siento como si ella fuera otra persona.-

- Otra persona...- Repitió en voz baja.

Ahora todo estaba claro, una de las dos era una impostora pero ¿Cuál?

En el bosque Presea había podido darle alcance a su hermana, sujetándola de la muñeca la hizo voltear para tenerla frente a frente. Medea tenía una expresión de pánico en su rostro. A Presea le basto darle una sonrisa maternal, para que su hermana se arrojara a sus brazos y comenzara a llorar.

- ¡Presea, ¡Hermana, pense que jamas volvería a verte. Perdóname... yo no quería ocupar tu lugar... yo solo... Ascot... y las niñas del mundo místico...- Medea tenía un ataque de nervios.

- Si, lo se, se todo lo que ha pasado. Se por que te has hecho pasar por mi. Tu y Clef tomaron la mejor decisión. Pero no es justo para ti... por eso estoy aquí.-

- Te quiero mucho Presea.-

- Y yo a ti, hermanita.-

Las dos regresaron al castillo donde todos las esperaban.

- Creo que necesitamos una explicación.- Dijo Caldina.

- ¿Quieres decirles lo que sabes Clef?.-

El mago asintió a la petición de Presea.

- Los muertos de la batalla con la Princesa Esmeralda nunca resucitaron, la mujer que creen que es Presea, es en realidad Medea, su hermana gemela. Ella llego al castillo como todos los refugiados al castillo. Fue ahí donde yo la encontré y le pedí que se hiciera pasar por su hermana por el bien de la salud mental de Ascot primero y después para no entristecer a las Guerreras Mágicas.-

- No te culpes tu solo, yo estuve de acuerdo y llevamos acabo el plan.-

- Pero no podrían ocultarlo para siempre, Ascot y Marina ya lo sabían, ¿Verdad muchachos?.-

Los dos solo acertaron a dar un "si" muy bajo.

- Yo soy la verdadera Presea, la armera y ella es mi hermana Medea, la hechicera.-

- ¡Lo importante es que estas viva!- Dijo Lucy emocionada.

- Este... técnicamente no lo estoy. Solo obtuve un permiso especial de Ades, (aunque se vea muy malo cuando quiere es muy tierno, me recuerda a Guru Clef -)para tratar un "asunto de familia".- Toma a Medea de la mano y la lleva con Guru Clef.

- Hermana, lo único que yo quiero que hagas es que seas muy feliz y vivas lo mejor posible. El fantasma que ves, es parte de tu mente. Yo estoy muy contenta por ti y no quiero que te atormentes por algo que no tiene sentido. Yo jamas trataría de separarte de Clef, al contrarío te apoyo en todo. Estaré siempre contigo, aunque no estemos juntas estaré siempre aquí...-

Apoyo su mano sobre el corazón de Medea y después las dos chica idénticas se abrazaron.

- En cuanto a ti mago cascarrabias, más vale que la quieras mucho y que la hagas muy feliz que si no...¡Te vendré a jalar las patas en la noche!.-

Todos se rieron del comentario.

- Así es como quiero recordarlos a todos, luchen porque esa sonrisa no se quite de sus rostros. Recuérdenme así a mi también. Adiós.-

Presea sonrió con picardía, diciendo Adiós con la as mano, desapareció en pequeñasluces parpadeantes. Medea y Clef se abrazaron, ya no tenían nada que temer.

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

En el asteroide de La Arpías, un agujero negro se abría en uno de sus cristales y de él salieron Aelo, Ocipéte, Celeno, Iris y un hombre musculosos.

- Gracias señor Heracles por ayudarnos a volver.-

- No te preocupes Aelo. Se lo que es atraer la furia de Hera. Yo también fui perseguido por ella mucho tiempo. Cuando se calme por lo que le ocurrió al fuego sagrado, volveré por ustedes.- Miro intensamente a Iris en la ultima frase.

- No te preocupes por nosotras señor Heracles, estaremos bien.- Le dijo Celeno.

- Cada quien tiene un destino y espero de todo corazón que el suyo sea volver a encontrarnos.-

Heracles tenía el don de la clarividencia gracias a que era el hijo de Zeus y presentía que jamas volvería a ver a Iris, de quien se había enamorado desde hace mucho tiempo, pero la chica jamas le había correspondido. Antes de regresar al Olimpo le dirigió sus ultimas palabras a Iris.

- Quiero que hagas siempre lo que tu creas correcto. No lo que los demás crean. ¿Me entiendes Iris?.-

- Si, te prometo que lo haré.- Le respondió sin entender mucho a lo que se refería.

- Espero verlas pronto de nuevo.- Se introdujo por el agujero que desapareció junto con él.

- Ahora sabemos quien es la llave.- Dijo Aelo mientras caminaba a la siguiente sala del templo.

- Pero prometimos...-

- Si pequeña Iris, prometimos no buscar más la llave si ganaban la prueba, pero ya no vamos a buscar la llave, la atraeremos ha nosotros.-

En el salón al que habían entrado, atados a diferentes pilares se encontraban semiconscientes: Aska, Geo, Tata y Tatra.