Capítulo 2 – Huida
Nada mas entrar en la que durante tres días se había convertido en su habitación, cerró la puerta decidido pero sin pegar un gran portazo, y se quedo de espaldas a la puerta y se apoyó en ella.
En silencio podía oír los ruidos provenientes del salón, algún insulto al aire y música alta y estridente…
Tails se quedó pensativo, verdaderamente había pensado que pasar una o dos semanas en Moon Tear, la capital de Kender, le iba a propinar mucho, iba a ver la gran ciudad, lleno de gente, de tiendas, de lugares increíbles… pero esto no se lo esperaba, no tenía ni la mas remota idea de que Knuckles fuera tan agresivo en un tema tan trivial como la limpieza de la casa…
Aquellas palabras que Knuckles le había dicho, verdaderamente, le habían dolido.
Tails había crecido, tenía 13 años, ya casi no era un niño y sabía como funcionaban las cosas, ese tipo de choques en una casa ocurrían, pero no sabía que hicieran tanto daño.
En unos instantes sus pensamientos empezaron a reaclararse, verdaderamente no estaba a gusto y no le apetecía nada ver a Knuckles, estaba muy cabreado así que sin pensárselo, decidió que se iba a marchar, pero…
Tails frunció el entrecejo mientras pensaba en su interior…
No podía volver a casa…
Sonic estaba con Shadow y Amy de expedición en los conductos subterráneos del Templo de la Luz, el cual hacía poco lo habían encontrado cerca de Mystic Ruins, en unas excavaciones, y habían pedido ayuda a Sonic y sus amigos. Era verano y disponían de tiempo libre, y verdaderamente ese dinero les vendría de perlas a los 3, así que decidieron que irían ellos ya que Tails se iba a Kender, a vivir una semana o dos con Knuckles porque quería ver la capital del mundo, la Gran Ciudad.
Por este motivo en la casa de Sonic y Amy, donde Tails vivía con ellos, estaba alquilada a gente del Continente Exterior por unas dos semanas, eran unos amigos humanos de Sonic, por eso la había confiado Sonic a ellos.
El problema es que no contaban con que Tails estuviera a disgusto con Knuckles.
Y ahora el no podía volver a casa, tenia que quedarse allí o…
Tails miró enfrente, a la quietud de la habitación, y sin pensarlo dos veces, cogió su cartera con algo de dinero, y con su ira a cuestas salió de la habitación y se dirigió despacio al salón.
Knuckles estaba en la misma posición y sin moverse. Daba la sensación de que para el no había ocurrido nada en absoluto.
Tails tenía los ojos llorosos, pero sin pensarlo, se dirigió hacia la puerta de la calle y salió, y con cuidado, cerró la puerta, y bajo por las escaleras del edificio llorando.
Cuando el joven zorro salió a la calle se secó las lágrimas, estaba ya bien entrada la tarde, miró su reloj, y marcaba las 19:30, eran las 7 y media, Tails tenía muy claro que no quería estar con Knuckles, y se dirigió hacia el barrio de Uranus, el que estaba mas cerca de allí, de Mistfield, el barrió donde Knuckles se había comprado la casa.
No sabía que iba a hacer o donde iba a dormir, solo sabía que no volvería a casa de Knuckles nunca, sería capaz de aguantar en la calle hasta que pudiera volver a casa con Sonic y Amy.
En tan solo unos minutos había cambiado para siempre su opinión del equidna rojizo.
Mientras pensaba eso con tristeza, se dirigió corriendo hacia el barrio de Uranus.
