¿VENGANZA O SENTIMIENTO?

(por Uialwen)

Cap. 3.

Deseo desmesurado;

la venganza

Declaimer: Los personajes no me pertenecen. Todos son de JK Rowling y las organizaciones que compraron los derechos de autor.

Advertency: En este fic hay y habrá SLASH. También en un futuro LEMON. Si no te gusta, pues no sigas leyendo, llevo avisándolo desde que empecé a escribirlo. Sí eres curioso, sigue leyendo, pero la advertencia está hecha, así que nada de amenazas o tomates por el mail, ¿ok?

Notas:

Hola!

Ya vuelvo a ser yo! Jejeje, siento haberos hecho esperar, pero es que tuve problemas con este capítulo y la verdad, muy convencida no estoy.

Sigo dando las gracias a Meiko-Malfoy, a Kmy Kusanagi y a nami jaganashi por su apoyo. También a The Balrog Of Altena que sin ella no estaría escribiendo en esta web y a saber qué sería de mí! Jejeje.

Besos y las dejo con el cap., por fin.

Nos vemos abajo!

*******************

A la mañana siguiente, Ron, Harry y Hermione quedaron para ir juntos a la biblioteca para realizar la tarea de Defensa Contra las Artes Oscuras que Remus les mandó.

    Harry estaba sumido en su plan y no hacía mucho caso a lo que Hermione comentaba sobre el trabajo.

    Estaba intentando concebir una idea para que Malfoy asistiera a una "cita" a solas con él y pronto se vio escribiendo una nota.

    "Malfoy, hoy a las 12 de la noche en la Torre de Astronomía. Ven SOLO"

    Harry releyó la nota varias veces. Se levantó y sin hacer caso a Hermione que le decía que qué le estaba ocurriendo salió corriendo de la Biblioteca. Por suerte, encontró a Malfoy solo, subiendo las escaleras. Al pasar cerca de éste le puso la nota en el pecho y salió corriendo en dirección a su Sala Común.

    Ya estaba hecho, no había vuelta atrás. Al llegar enfrente del cuadro de la Señora Gorda que hoy iba con una túnica turquesa y un gran sombrero de pamela azul marino; pronunció la contraseña y entró en la Sala que estaba casi vacía.

    Encontró a Ginny y a Neville jugando al snap explosivo y se sentó a su lado para observar como jugaban.

- Harry, ¿tú no estabas con Ron y Hermione enfrascados con el trabajo de Defensa?- preguntó Neville.

- Sí, pero para no perder la costumbre, han comenzado a discutir, sólo porque Hermione había encontrado un párrafo mejor que el de Ron- mintió Harry algo azorado.

- Ya. Es evidente que entre los dos hay más de lo que intentan mantener. Ninguno de los dos quiere admitirlo o no se atreven a decir lo que sienten y lo que saben que exise.

- Tienes toda la razón, Ginny, y se están distanciando con cada discusión. Al fin y al cabo son más iguales de lo que piensan y eso es algo que no quieren admitir. Te volví a ganar, Ginny- dijo Neville y los snaps de la chica explotaron.

- Deberíamos darles una pequeña ayudita, a ver si por fin les abrimos los ojos a esos dos-dijo Ginny mientras recogía los snaps esparcidos.

- Sí, creo que no estaría mal. Puede que así dejen una vez las discusiones tontas- dijo Harry al fin.

- Pues deberíamos pensar en cómo podríamos hacer para que esos dos tortolitos se den cuenta de lo que sienten.

- Ya tendremos tiempo de hacerlo. Ahora yo debería volver a la Biblioteca para hacer el trabajo, porque no quiero tener que estar otra noche en vela haciendo deberes- dijo Harry. Se levantó y salió de la Sala Común.

    Al llegar a la Biblioteca, vio a Malfoy, extrañamente solo, en una mesa, rodeado de libros.

    Después, vio a Ron y a Hermione que estaban haciendo la redacción para Remus.

- Hola chicos…- dijo Harry tímidamente.

- Ah, hola Harry- dijo distraidamente Hermione rebuscando entre las páginas de Fenómenos de los Escudos Protectores Vol.3.

    Harry se sentó y cogió un gran libro y se puso a buscar algo que le sirviera para su redacción.

- ¿Qué te ocurrió antes? Te fuiste tan deprisa…- dijo Ron rompiendo el incómodo silencio.

- Nada, sólo que necesitaba airearme un poco.

- Llevabas un trozo de pergamino- dijo Ron en voz baja.

- Bueno, era algo del plan…- dijo Harry bajando aún más la voz para que tan solo Ron y Hermione pudieran oírle.

- ¿Por qué…?- comenzó a decir Ron, pues Harry le acalló llevándole la mano a su boca y señalando un par de mesas más allá a la suya-. ¿Qué hace tan solo?

- Ni idea, pero cuando he salido de aquí ya estaba solo, subiendo las escaleras.

- ¿Vais a estar hablando de él, o vais a ayudarme con la redacción?- dijo cortante Hermione algo mosqueada.

    Harry y Ron callaron y se pusieron a buscar. Pronto tuvieron lista la redacción y salieron de la Biblioteca. Fueron a dejar las mochilas y salieron a los helados y fríos terrenos del colegio.

    Pasearon y jugaron largo rato y mantuvieron una guerra de bolas de nieve. Eso alejó a Harry de la "cita" con Malfoy esa misma noche en la Torre de Astronomía.

- "En verdad hacen muy buena pareja"- pensó Harry al ver como Ron salía de detrás de un árbol y tiraba a Hermione al suelo para después rodar juntos por una pendiente provocada por la propia nieve acumulada.

    A la hora de comer, volvieron al castillo y fueron al Gran Comedor.

    Allí, Malfoy le pasó una nota a Harry disimuladamente. Harry se la metió en el bolsillo derecho de la túnica y siguió caminando hacia su mesa.

    Cuando llegó, se sentó y se miró la nota a escondidas. Pues quería evitar el disgusto para sus dos amigos cuando se enteraran de que el plan seguía adelante.

    "Bien, Potter, tú también ven solo. Ni una palabra a Granger ni a Weasley. Todos los maleficios están permitidos, todos menos los imperdonables, ¿no querrás que te dañe, verdad cabeza-rajada? Se puntual, Potter, en la Torre a las 12 de la noche"

- "Pero, ¿qué se cree? ¿Qué voy a ir por ahí diciendo que he quedado a deshoras con Draco Malfoy?"- pensó Harry. Miró hacia la mesa de Slytherin y su mirada se cruzó con aquellos ojos grises que lo observaban atentamente:- "¡Dios, qué ojos los de Malfoy! ¡HARRY POTTER, SE PUEDE SABER QUÉ CO… ESTÁS PENSANDO, NECIO!"- pensó entonces Harry. Solamente asintió con la cabeza y notándose la cara algo ardiente ocultó su cabeza tras la jarra de zumo de calabaza.

    Se sirvió algo de comida, pero no era por tener apetito, eso le sobraba.

    El mediodía dio paso a la tarde, y ésta dio paso a la noche. Apenas quedaban dos horas para el encuentro con su mayor enemigo, pero se veía tan adorable… Harry se sacudió la cabeza y se levantó del sillón en donde había permanecido impasible toda aquella noche después de la cena.

    Harry les dijo a Ron y a Hermione que se iba a acostar, que estaba cansado y se fue a su dormitorio. Allí cogió la capa invisible de su padre y se la puso encima. Bajó y cuando el retrato se abrió, Harry se escabulló por él.

     Sus pasos le llevaron hasta la torre de Astronomía sin darse apenas cuenta, pero aún así entró y esperó la ansiosa llegada de Malfoy.

    Las horas pasaron deprisa y pronto oyó los pasos inconfundibles de Malfoy. Se sacó el Mapa del Merodeador y comprobó con una torcida sonrisa de satisfacción en los labios que por una vez le había hecho caso.

    Pronto llegó Malfoy y Harry se sacó la capa invisible mientras se ponía en pie y sacaba su varita.

    Cuando Malfoy entró, encontró a Harry en posición de combate y sacó ágilmente la varita poniéndose en guardia.

     Estuvieron varios minutos en aquella posición observándose y ninguno de los dos parecía dispuesto a atacar primero.

    Entonces fue Malfoy quien atacó primero y Harry extendió el brazo en línea perfecta a su corazón y susurró: "Protegio". El globo protector lo englobó a tiempo y el maleficio explotó al chocar contra el escudo protector. Su contrincante se quedó atónito ante tal poder y Harry aprovechó aquel despiste para lanzarle un bien escogido "Rictusempra".

    Malfoy empezó a reír y a desternillarse en el suelo, y Harry fue hasta Malfoy y le quitó la varita, cosa que no fue fácil, pero tampoco muy difícil.

    Harry se agachó y se puso de rodillas junto a Malfoy. Deshizo el maleficio y Draco se quedó allí, estirado, recuperando el aliento. Cuando Harry se quiso dar cuanta, tenía la cara cerca de la de su archienemigo y los ojos cerrados. Draco no pudo esperar más y besó a Harry.

    A los dos les brillaban los ojos cuando los abrieron y Malfoy fue el que el primero en reaccionar.

    - ¿Qué crees que estás haciendo, Potter?- le dijo arrastrando peligrosamente las palabras, pero sonaba extrañamente falsa su voz.

    - Te recuerdo, Malfoy que has sido tú quien me ha besado- le dijo Harry con un toque de sarcasmo, y Malfoy palideció aún más de lo normal en él-, pero si no quieres más me marcho. Ah, por cierto, te he ganado Malfoy, y por si fuera poco, ahora, eres mío- le dijo Harry melosa y maliciosamente.

    Harry se levantó, cogió la capa invisible y cuando se disponía a salir, Malfoy se levantó y lo llamó.

- Potter, Potter… ¡Harry!- Harry se paró en seco. Sonaba tan bien, su nombre en aquella voz… eso le confundió bastante.

- ¿Sí, Draco?- dijo Harry dándose lentamente la vuelta para quedar cara a cara con él, quien se había acercado hasta él.

- No te vayas, Harry…

- ¿Por qué debería hacerte caso, dragoncito?- eso fue un golpe bajo para Draco, Harry se lo dijo de manera fría y calculadora, pero sonó más a deseo que ha frialdad.

- Pues… porque como bien has dicho, soy tuyo.

- Hace mucho que eras mío, Malfoy. Lo sé todo. Pero esa no es la cuestión. Sígueme, o mejor…- Harry se puso al lado de Draco y cubrió a ambos con la antigua capa de su padre. Comenzaron a descender y Harry sacó el Mapa del Merodeador, pero como Draco no sabía de qué se trataba, Harry no se dignó a explicarlo. En el cuarto piso no había nadie, Filch estaba en el primer piso, la señora Norris en el tercero y bajaba al segundo. McGonagall en sus habitaciones, Snape en su despacho y Dumbledore en el suyo.

    Volvió a guardarlo y siguió bajando. Malfoy le seguía también, algo nervioso por estar tan cerca de quien llenaba sus noches.

    Cuando llegaron al Cuarto Piso, Harry y Draco se dirigieron hasta donde estaba la Sala de los Menesteres y Harry imaginó y deseó una gran habitación en donde hubiera una cómoda cama que tuviera un león con una serpientre entrelazada. Al abrir la puerta, se encontraron ante ellos una acogedora y cálida habitación en tonos escarlata y verde y una gran cama en el centro con un león dorado de ojos escarlata y una plateada serpiente entrelazada al león con unos ojos esmeralda intenso. Harry les desprendió de la capa y cerró tras ellos la puerta.

- Es…

- La Sala de los Menesteres, Malfoy.

- No, no me refiero a eso. Me refiero a que es hermosa…

- S

    Harry se giró y Draco hizo lo mismo. Entonces quedaron frente a frente. Pero esta vez fue Harry quien besó a Draco.

    Draco comenzó a desabrochar la túnica de Harry, y Harry la túnica de Draco. Pronto quedaron semidesnudos y poco a poco Harry cogió por ambas manos a Draco y lo dirigió hasta la cama.

    Los dos se estiraron y comenzaron a acariciarse mutuamente.

    Pero algo los hizo parar. Afuera había movimiento. Se levantaron y se vistieron deprisa. Harry recogió la capa invisible y entreabrió la puerta. Vio que Dumbledore daba órdenes a McGonagall y a Lúpin, mientras los prefectos seguían a Dumbledore. Harry vió a Ron y a Hermione y disimuladamente llamó la atención de su amigo.

- ¡Eh, Ron!- dijo Harry en un susurro cuando éste pasaba enfrente de la puerta.

- Harry, ¿qué diablos haces tú, aquí?

- Ahora no, ¿qué ocurre?- dijo Harry preocupado. Entonces Draco sacó la cabeza.

- Pues… que algunos mortífagos han entrado en Hogwarts.

- ¡¿Cómo?!- dijo Draco muy preocupado y en la voz se le había notado terror.

- Sí, Malfoy. Ahora, tú Harry vete a la Gryffindor antes de que McGonagall vaya para allá. Tú Malfoy vente con nosotros, ya que eres prefecto.

- Gracias Ron- dijo Harry.

- De nada, ahora, ¡corre!- le dijo Ron. Draco y Ron corrieron para alcanzar a los demás y Harry se cubrió con la capa y corrió.

    Justo a tiempo pasó al lado de McGonagall y Snape que estában despidiéndose y en cuanto llegó al cuadro se desprendió de la capa y entró en la sala.

    Cuando él se sentaba en uno de los sillones al lado de la chimenea entró la profesora y les dijo que algunos mortífagos habían entrado en Hogwarts, que los de primer curso a quinto se quedaran en la torre y que los de sexto y séptimo la siguieran.

- Profesora…- comenzó Neville.

- Usted quédese señor Longbottom.

    Neville exhaló un largo suspiro, mientras que Harry se levantaba junto a los demás de sexto y de séptimo y salía de Gryffindor.

    En las escaleras se juntaron con los de Hufflepuff y en el Hall se juntaron con los Slytherin.

    Los prefectos, Premios Anuales y el director llegaron poco después. La profesora McGonagall les indicó que sacaran las varitas y Harry se dio cuenta que aún conservaba la varita de Malfoy. Disimuladamente se le acercó y le susurró:

- Creo que esto te pertenece dragoncito…- Draco se estremeció y cogió la varita. Una mirada bastó para asentir y que Harry viera en ellos temor. Una marea de gente les separó.

    El director dio reconfortantes palabras y él y los profesores fueron los primeros en salir.

    Las cuatro casas se pusieron en fila y los prefectos iban al frente.

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¡Hola de nuevo!

Los reviews ya los responderé en el proximo capítulo que no tengo mucho tiempo.

¡Gracias a todas y espero que os guste!

Besos,

Uialwen