PRESENTACIONES Y CONFESIONES.

A la mañana siguiente, Harry se despertó al alba, estaba deseando salir de allí, pero no sabia si realmente quería conocer a esas personas aunque Dumbledore así lo quisiese, y sobre todo, no quería volver a pisar Grimauld Place, le recordaría demasiado a su padrino.

Pero ya había decidido seguir a delante, no vivir en el pasado, y... después de todo ir allí le ayudaría, de buena manera, a poder despedirse de Sirius y así poder comenzar de nuevo desde cero.

Por fin decidió levantarse y comenzó a guardar cuidadosamente todas sus pertenencias en el baúl.

Cuando ya iba a bajar a desayunar recibió una lechuza de parte de Lupin.

Querido Harry:

Respecto a lo que me comentabas en tu última carta, he de decirte que, en efecto, ese chico es real, su nombre es Magius.

Él y su compañera se encuentran recuperándose en el cuartel general.

En un momento Tonks y Moody pasarán a recogerte.

Cuando hallas llegado te pondremos al corriente de lo sucedido.

Con cariño:

Remus Lupin

Cuando apartó la carta se encontró con una joven de grandes ojos violetas y pelo rosa chicle muy corto mirándole fijamente.

¡Hola Harry ¿Cómo te va?

Eh, bien, no me quejo. ¿Desde cuando estas ahí?

Desde hace un rato ¿tienes todo, bien, entonces en cuanto llegue Ojoloco cogerem...

¡Hola chico ¿Lo tienes todo? Pues nos vamos ya.

Dicho esto le tendió un viejo sombrero de copa, Harry supo que era un traslador; al poco de tocarlo sintió la , ya tan conocida sensación de un gancho tirando de su ombligo.

Lo primero que vio nada más "aterrizar" fue a un montón de personas observándole, todos conocidos excepto tres:

Una chica joven que tendría más o menos su edad. Llevaba el pelo castaño claro recogido el una cola de caballo que le llegaba hasta media espalda, y tenía unos enormes ojos violetas; a su lado se encontraba una mujer de unos treinta y algo, pelo rubio con un característico mechón plateado (tipo Pícara de x-men) hasta los hombros, ojos azules que, curiosamente le recordaban a Dumbledore; y... ¡El chico que aparecía en su sueño! Era él, no había duda, el pelo negro azulado con un mechón plateado como el de la mujer ¿serian familia?. Aquella forma de mirar, la expresión de su cara el color del pelo... ¿Por qué tenia la sensación de estar frente al Sirius que vió en el pensadero de Snape?

Hola Harry- dijo el hombre al que menos ganas tenía de ver, Dumbledore- Veo que estas bien, bueno pues entonces comenzaremos con las presentaciones. Esta es mi nieta, Calista, su hijo Magius y Jane, una amiga- dijo señalándoles conforme les nombraba.- seguramente tendrás muchas preguntas pero tendrás que esperar.

¿Y porqué no ahora, abuelo?

Porque no es el momento, por favor acompaña a Harry a su cuarto.

Más tarde, en la habitación que Harry y Ron compartían

Siento lo de tu padre.

¿Eh?

Murió por mi culpa. Porque fui lo bastante tonto como para confundir un estúpido sueño con la realidad.

Eso no es cierto y lo sabes ¿acaso fue culpa tuya que mi abuelo no te enseñara oculmancia él mismo? No, ni siquiera te mantuvo informado de lo que pasaba. Si alguien tiene la culpa de que no conociera a mi padre son él, Voldemort y mi tía.

¿Cómo sabes...

A mí tampoco me cuenta nada, de modo que tengo que buscarme la vida, de todas formas mi madre me ha contado cómo murió mi padre y lo de la profecía.

No te llevas demasiado bien con él ¿verdad?

Ya, cuando mi padre murió lo único que hizo fue mandarnos una nota roñosa, ni se molestó en intentar animarla, Alferot es mucho mejor que él.

¿Le conoces?

Sí, él nos escribía a menudo, sobre todo desde lo de mi padre... y mi madre me ha halado mucho de él.- Se calló de repente, pensando si decir lo que desde hacía tanto tiempo estaba deseando.-háblame de mi padre.

Bueno pues... se parecía mucho a ti, era el mejor, si necesitabas apoyo él estaba allí, con sus bromas, sus palabras de ánimo, nunca me falló, siempre estaba allí para ayudar en lo que podía, odiaba estar encerrado y disfrutaba especialmente fastidiando a Snape, mi profesor de pociones -añadió.- estaba siempre dispuesto a todo por quienes quería, incluso a morir...

Chicos, quieren que bajéis para hablar.

Chicos, sentaos, vamos a empezar ya, si alguien tiene alguna duda sobre algo, puede preguntar ahora.

¿Hay alguna razón por la cual yo sueñe lo que le ocurre a Magius?

Por supuesto, cuando un mago cae a través de ese velo, un mago con una razón importante por la que vivir, se establece una conexión entre las dos personas por las cuales ese mago debía seguir viviendo o entre la persona más importante para él y aquella a la que un "asunto pendiente" del mago afectara en primera persona.

Pero si mi padre no sabía nada de qué pasó con mi madre o si yo había llegado a nacer.

No tiene nada que ver, su destino era conocerte, pero algo hizo que eso cambiara.

Sí, tu arrogancia.

¿Y por qué lo raptaron los mortífagos?

Para chantajearme, conseguir información sobre la profecía y... ah! Se me olvidaba, Jane, tienes algo que contarnos.

¿Algo qué contar? No.

Sí, es muy necesario que nos digas a todos quienes son tus padres.

Yo... eh...mi padre es...-dudó durante un momento- mi medre es Hellen Fudge y mi padre, solía llamarse Tom Riddel. Mi padre me encerró en esa celda pare alejarme de vosotros, para que no me encontrarais, creo que tenía miedo de que yo pudiera ayudaros a encontrar su fortaleza, pero lo único que consiguió fue que yo deseara cada vez más escaparme, salir de allí para poder recuperar la felicidad, como antes...

¿Cómo era tu vida antes?

Yo vivía cerca de New Castle con mi madre, lejos de mi padre y de mi tío. Ella me enseñó todo lo que pudo, yo practicaba con su varita, no podíamos arriesgarnos a que yo usara una solo para mí porque rastrearían la señal y nos encontrarían, pero no sirvió de mucho, un día apareció con sus mortífagos y mató a mi madre.- dijo entre sollozos

Todos se quedaron sin saber qué decir, en la casa reinaba un silencio sepulcral que, inesperadamente se rompió por los gritos de del retrato de la señora Black.

¡HIJOS DE LA INMUNDICIA, SUCIOS AMIGOS DE MUGGLESDEJAD DE PROFANAR LA CASA DE MIS PADRES!

Lo siento, fue sin querer- se escuchó la voz de Ron desde el pasillo. Colocó todo en su sitio y se acercó a Harry- Hola Harry ¿qué tal el verano?- ¬¬- no seguirás enfadado ¿verdad?- como única respuesta Ron recibió un puñetazo por parte de su amigo

– Estamos en paz, yo también me alegro de verte- le dijo Harry mientras le abrazaba- te he echado de menos

- pues cualquiera lo diría. Aunque prefiero esto a tener que aguantar tus gritos durante horas.

-Te lo merecías. ¿Qué te parecen Magius y Jane?

-¿Magius? No me gusta, es demasiado imprevisible e impulsivo y parece que esta en contra de todo lo que tenga que ver con Dumbledore. Estar a su lado es como estar como un animal salvaje, encerrado, acorralado y apunto de saltar. Si no llega a ser por su madre ya habría tenido más que palabras con Dumbledore.

-¿Y Jane?- dijo tratando de dejar un poco el tema.

-Es una preciosidad, no sé de qué se conocerán, pero es la única capaz de sacarle una sonrisa. Y no veas la que montaron cuando Moody dijo que no se fiaba de ella.

-¿Qué pasó?

-Para empezar, Magius empezó a lanzarle todo lo que pillaba, por supuesto Ojoloco reaccionó a tiempo devolviéndoselo con un hechizo. Entonces empeoró. Jane se abalanzó sobre él haciendo que cayese al suelo cuando consiguió quitársela de encima con una bofetada Magius se puso frente a él con su varita y le lanzó el accio...

-Bueno, si solo fue el accio no es para tanto, podría haber sido más grave.

-No si iba acompañado de "ojo mágico" y después Jane abre la ventana haciendo que el ojo acabe en el jardín junto con la varita. Dumbledore todo que ir el mismo a por ellos y convencerle de que no enseñara "buenos modales a esos cabr..." desde entonces sus habitaciones están selladas con magia para tenerlos controlados.

-Bueno... mira el lado bueno, por lo menos están de nuestro lado, si son capaces de pillar desprevenido a Ojoloco, imagina lo que serian capaces de hacerle a los mortífagos.

-Vale, lo que tu digas- dijo Ron mientras subía- eso está muy bien, excepto por el hecho de que están más dispuestos a atacar a miembros de la orden en plena reunión que a ir a por los mortífagos. Magius, por llevar la contraria a su abuelo y Jane por apoyarle. Porque otra cosa no, pero por muy grande que sea la estupidez que uno de los dos cometa, el otro siempre estará allí dándole su apoyo.

-Vale, ya has dejado claro que él no te cae muy bien, pero a ti no te importó ir con migo al departamento de misterios aun sabiendo a lo que nos exponíamos. Lo que no sé todavía es si estas celoso por su amistad con Jane o estas preocupado por lo que pueda llegar a pasar.

Mientras tanto...

-Jane ¿estas bien?

-Sí, claro ¿por qué no iba a estarlo?

-Pues porque pareces apagada.

-Sí, ya... es que si antes apenas confiaban en mí, ahora que saben quien soy realmente... quiero irme, aquí no pinto nada.

-¿Qué dices? Tu sitio está aquí y si no les gusta, que se aguanten. Si no fuera por ti yo me hubiera hundido hace mucho.

-Pero yo solo doy problemas, sino mira lo que pasó con ese auror.

-No digas eso, es una tontería, no te preocupes más, no dejare que te pase nada.

-¿Cómo estas tan seguro de que estaré a salvo?

-Porque te defenderé hasta el final, si fue..., además no solo te busca a ti, también busca a Harry y a mí mismo.

-Magius yo...

-No Jane, además ten en cuenta que te necesito a mi lado para que me cubras las espaldas en Hogwarts. Y por ese decrépito auror no te preocupes, después de todo el accio no es el único con juro que conocemos.

-Es cierto, pero aun así estoy preocupada, no sé lo que va a pasar- abrazándole- supongo que tendremos que improvisar.

-Tranquila Jane, algún día seremos libres.

-Y haremos lo que queramos con nuestras vidas.

-Así es, pero mientras tanto tendremos que tragar con todo esto y hacer todo lo posible para putear a tu padre y no morir en el intento.

-No hace falta que te pongas en plan trágico. Después de todo estamos bajo la protección de Albus Dumbledore ¿qué nos podría pasar?

-La verdad Jane, no sé si eso es algo bueno o...-Fue interrumpido por el beso de su compañera, por el que se dejo llevar durante un rato, hasta que Jane decidió darle fin- ¿sabes una cosa?

-¿Qué?

-Puedes interrumpirme siempre que quieras.

-Bueno Magius- sonriendo- ,es bueno saberlo, pero por que no vamos a buscar a Harry y a Ron para luego poder convencer a tu madre que nos deje ir al callejón Diagon a comer.

-¿Chantaje emocional? Me gusta, así podremos ir a comprar nuestras nuevas varitas y unos cuantos libros de- poniendo una voz parecida a ojo loco- "hechizos avanzados y sus usos prácticos en el combate".

-No es mala idea, aunque yo pensaba que podríamos escaquearnos para poder pasar unas pocas horas juntos, como hacen las parejas normales.

Creo que prefiero tu idea, pero tenemos que sacar tiempo para conseguir las varitas.

-No hay ningún problema, haremos ambas cosas, iremos de compras como las parejas normales- cogiendo a Magius de la mano para salir juntos de la habitación- pero para ello tenemos que hablar con los chicos y convencer a tu madre. ¿Vamos?

-Vamos allá.

Se dirigieron a la habitación que Harry compartía con Ron y se los encontraron de pie, un enfrente al otro sin decir nada, Harry se sentía decepcionado, a él Magius le caía muy bien y los dos habían sufrido bastante, Ron, en cambio se sentía traicionado.

-Esto...¿interrumpo algo?

-No. Nada- dijeron los dos al unísono con cara de pocos amigos.

-Veréis, Magius y yo habíamos pensado que podríamos ir a pasar el día en el callejón Diagon y si queríais venir con nosotros.

-Sí, Claro, es una idea fantástica, yo voy ¿y tu, Ron?

-No, no me apetece pasar el día con vosotros, me quedare aquí.

-Bueno como quieras. ¿Creéis que Ginny querrá venir- les pregunto Harry mientras salen de la habitación.

A lo lejos Ron escucho al respuesta de la chica:

.-No lo creo, parece que no les caemos bien a ningún Weasley, excepto, a los gemelos, pero no siempre…

-¿Y eso?

-No lo sé. Ven, Vamos a hacerle chantaje emocional a mi madre para que nos deje ir.

Cuando iban a bajar las escaleras escucharon el grito de Ron:- ¡Esperad!- acto seguido este salio de su cuarto y corrió hacia su amigo y dirigiéndose a este le dice- voy con vosotros y yo me ocupo de que Ginny y los gemelos vengan con nosotros, de esta manera ninguna de nuestras madres negar.

-¿Y ese cambio de opinión? -a Harry le daba mala espina que su amigo hubiera cambiado de opinión tan fácilmente y sin decirle nada.

-Hermione- fue la única respuesta que obtuvo en forma de un mero suspiro.

Después de todo Ron acababa de recordar, que Hermione se hospedaba esas vacaciones en el Caldero Chorreante, y seguramente ya le habría avisado que iríamos en un momento por medio de Pig, aunque no sé por que se ha ofrecido a convencer a su hermana para que los acompañara, pero una cosa era segura Magius y Jane estarían pensando ahora mismo que el único motivo por el que se había ofrecido en convencer a los gemelos para que les acompañaran era para poder estar todo el tiempo vigilados y controlados por la orden Harry no se equivocaba al pensar eso pero aun así no dijo nada y siguió a los demás hasta el lugar donde se encontraban los adultos, la cocina.

-Oye, mamá, que los chicos y yo habíamos pensado que podríamos ir a pasar el día al Callejón Diagon.- dijo Magius

-¿Y qué te hace pensar que te voy a dejar ir?

-Por favor, los hermanos de Ron nos vigilarán.

-Lo siento, pero mi respuesta sigue siendo la misma.

-Por favor...- rogó poniendo carita de niño bueno (como el gato con botas en Shrek)

-Está bien- esta vez su madre no pudo negarse ¿por qué tenía que recordarle tanto a Sirius?- pero pedid permiso también a Molly y tened mucho cuidado ¿entendido?

-¡MUCHAS GRACIAS ¡Eres la mejor!- exclamó mientras besaba a su madre.

En ese momento entró la Sra. Weasley a la cocina, esta vez fue Ron el primero en hablar.

-Mamá ¿podemos y al Callejón Diagon? Es que Hermione está en el Caldero Chorreante y queríamos saludarle y, de paso, presentarle a Magius y a Jane, los gemelos nos vigilarán.

-No creo que tus hermanos sean los más adecuados para eso... está bien podéis ir, pero volved a las tres para comer.

-Es que queríamos comer con Herms y Magius, Jane y yo tenemos que comprar nuestros libros.

-Está bien, iréis con polvos flu hasta la posada a reuniros con Hermione y, desde allí, a la tienda de Fred y George.-respondió Molly

-¡Ginny ¡Baja rápido, hoy comes en el callejón!

En cuanto estuvieron listos se metieron de uno en uno en la chimenea camino del Caldero Chorreante.