CAPÍTULO 2

Benimaru sacudió la cabeza negativamente, compadeciendo a su mejor amigo, quien estaba en un lío del que no quería saber, porque si se involucraba de más iba a terminar ardiendo púpura.

Además, Kyo no era un indefenso jovencito de dieciséis años, tenía veintiséis y podía cuidarse perfectamente bien sin depender de la ayuda de alguien más; pero en ese instante, su amigo bien podía usar un poco de apoyo moral, y él estaba allí por eso, además, Kyo le citó en aquel bar, no podía rehusarse y dejándolo esperando.

También estaba corriendo peligro allí, porque si Yagami se enteraba o los veía, iba a creer que Kyo estaba tramando algo a sus espaldas.

Mejor suplicar a los dioses que el concierto en que estaba durase más tiempo aún.

"Estás bien?" Preguntó, tras ver a su amigo apurar un trago de tequila rápidamente.

Kyo no estaba nada bien, pero no iba a admitirlo, porque eso significaría darle el poder a Yagami, aunque él no se enterara, de actuar sobre sus sentimientos y sus reacciones, y era muy necio para permitirle eso.

Tosió, incómodo ante la mirada de su mejor amigo, quien no paraba de observarlo con demasiada atención.

"No tienes que preguntar eso... estoy muy bien." Mintió.

Porque estar embriagándose en un bar, escondiéndose de un amante no era la definición de Benimaru para 'estar bien'.

"Por qué pelearon ahora?" Quiso saber.

Él se opuso desde el principio a esa relación, argumentando que no era sana y que eso iba simplemente a dañar al joven castaño, pero Kyo, tan necio como lo conocía, seguía empeñado en creer que él iba a controlar todos los aspectos de su relación con el pelirrojo.

Era una lástima que su -luna de miel- como le llamó Benimaru al momento de sexo interrumpido durante una semana entre ellos, hubiese terminado.

Una verdadera lástima.

"Yagami es un imbécil y cree que estaré disponible las veinticuatro horas del día para andarle besando el trasero." Respondió, enfadado. "Tiene la extraña idea que un amante es aquel que hace lo que tú le digas cuando tú le digas."

Benimaru siempre pensó que justamente ése iba a ser su más grande problema.

Ni Kyo o Yagami eran personalidades pasivas, así que su carácter les iba a dar muchísimos problemas, que si en el sexo evadían, al momento de enfrentarse por algún conflicto romántico, ninguno iba a querer ceder.

"Te ve más como un esclavo que un amante. Ése es el problema?" Su incredulidad molestó a Kyo.

"A qué te refieres con 'Ése es el problema?' Qué esperabas, una tercera guerra mundial? No somos tan brutos." Aclaró el castaño.

"Sabes a qué me refiero." Dijo el rubio, esperando no ofender a su amigo por su punto de vista, pero hey, eran ellos quienes estaban peleando por un asunto tan estúpido como el hecho que Yagami era muy indiferente a la relación.

Eso cualquiera pudo imaginarlo.

"Habla de una vez, cuál es tu punto, Beni?" Apuró Kyo, viendo a la puerta.

Ni siquiera dejó nota que no iba a estar en casa por ir a encontrarse con Benimaru en un bar, pero estaba seguro que de proponérselo Iori Yagami encontraría a Kyo Kusanagi así éste fuera del tamaño de un alfiler.

Su problema era la posesividad.

"Kyo, no creas que Yagami de la noche a la mañana va a ser un terrón de azúcar... lo odiarías de ser así. Además, tú sabías en lo que estabas involucrándote cuando decidiste lanzarte y acostarte con él." Le recordó su amigo.

"No..."

"Y no me salgas con tu 'No tuve opción', porque sabes que sí la tenías." Le alzó un poco la voz.

"Es lo de menos, ya estoy estancado con él, porque Yuki y su idea de venganza era dejarme sin herencia." Apoyó su codo en la barra y cerró los ojos.

Pensar en su nueva vida con Iori Yagami era en cierto modo reconfortante, por estar lejos de las tradiciones y haberse alejado de una novia a quien no amaba, pero también significaba que iba a depender de sí mismo, y por el momento de Yagami. Su nuevo empleo con King empezaba al día siguiente, pero era nocturno, por lo que no importaba mucho si se embriagaba o no, para la noche no estaría tan mal de todas formas.

Sintió la mano de su amigo en su cabello castaño, acariciándolo para brindarle confort, el que estaba necesitando desde que perdió la razón, un año atrás, para quedarse con el pelirrojo imbécil.

Y de dónde sacó la maldita idea Yagami de enviarle a su novia un vídeo de ellos dos en medio del sexo?

Mente enferma y retorcida la suya.

"Por qué no vamos a mi departamento. Allá Yagami no sabrá que estás y descansarás para ir a casa sin aliento a alcohol y tan distraído. Será bueno, además, que cambies de ambiente. Aunque sea un momento."

Kyo asintió.

Salir del departamento y dormir en el de Beni que era muy cómodo, no era una mala idea.

Hizo nota mental de no quedarse a dormir toda la noche en casa de Beni, porque Iori podría enfadarse... además, el pelirrojo podría notar su ausencia, en cambio si llegaba, cuando menos a media noche, podría fingir no haber salido jamás, cuando su amante pelirrojo llegase de su concierto.

"De acuerdo, sólo porque el departamento de Yagami ya me hastía."

Siguiendo a Benimaru, salió del bar y entró al vehículo de su rubio amigo, quien lo abordó también y lo llevó a su departamento.

Kyo jamás pensó mucho en las posibles consecuencias de esos actos.

Además, estaba muy enfadado con su amante, por haber sido abandonado en aquel baño de un camerino tras una sesión de sexo y él no se iba a tomar las cosas tan a la ligera, porque a comparación de las groupies que seguían a su amante, él era su amante y merecía un poco más de respeto y un mejor trato.

Iori no podría encelarse, de cualquier modo, porque su relación no era muy normal y no era propiamente una relación, porque Iori andaba con muchas de aquellas fans que le seguían... él podía salir con un amigo... que Yagami lidiara con sus celos y no los expresara... no era cosa suya.

Que mal que él y Yagami no tuvieran la misma forma de pensar.

OOOO

Yagami bajó de su automóvil y vio la ex novia de Kyo parada frente al bloque de edificios donde él vivía con el Kusanagi.

La joven parecía desubicada y enfadada, si cabe decir.

"Qué demonios quieres aquí, Kushinada?" Preguntó, rudamente, el peleador del King Of Fighters.

Sus ojos rojos destilaban odio.

"Vine a ver a Kyo Chan, pero él no está, así que estoy esperándolo." Comunicó la joven, viendo como la expresión en el rostro de Yagami cambiaba a una de inesperada sorpresa.

Si Kyo no estaba en el departamento, dónde demonios estaba y por qué se salió sin consultarlo con él?

"Pues espéralo lejos de aquí." Dijo enfadado y de un empujón la apartó de su camino, dirigiéndose a la entrada del bloque de edificios.

Con la furia en su interior, entró al ascensor.

Abrió la puerta de su departamento y entró, lanzando su gabardina al suelo.

Su enfado era mucho y no entendía por qué.

Generalmente él era una persona con suficiente autoestima como para creer que el Kusanagi estaba engañándole, pero en cuanto se trataba de Kyo él era irracional y quería siempre estar al tanto de las actividades que llevaba a cabo.

Cogió el teléfono y luego marcó el número del móvil de Kyo, oyendo que sonó tres veces y una voz respondió el teléfono. Una voz que NO era la de su amante castaño.

"Quién demonios eres?" Preguntó, después de haber oído un 'Quién habla?' de alguien que no era Kyo y a quien no reconocía.

"Yagami, soy yo Benimaru..."

Y antes que el rubio pudiera añadir algo más, Yagami continuó. "Quiero saber qué hace Kyo contigo? Ahora mismo."

Benimaru rió.

"Él sólo vino porque estaba triste; usted lo está haciendo sentir como un mueble más en su casa... uno al que sólo usa en las noches, como muñeca inflable."

Yagami no dijo nada.

Quizá era cierto, porque entre él y Kyo no abundaba el romance, pero él creyó que Kyo estaba conforme con eso. A poco Kyo era del tipo de novio cursi? No imaginaba una relación así entre ambos.

"Sólo dile que lo quiero aquí." Dijo antes de cortar la llamada.

OOOO

"Qué dijo?" Preguntó Kyo, sentado junto a Benimaru.

"Que te espera en casa." Respondió y vio un leve brillo de vida en los ojos de su amigo, quien estaba pensando en la idea de estar con Yagami sin pelear, por una vez.

Estaban arruinando lo que tenían, Kyo simplemente esperaba que no tuviera que tomar medidas extremas, porque eso iba a perjudicarlo a él más que a nadie, especialmente ahora que su familia lo rechazaba.

"Bien, Beni... Iré a casa."

Se puso en pie y salió del departamento del rubio, tomaría un taxi que le dejara en su nuevo hogar, desde hacía un año e iba a tener una larga conversación con Iori Yagami, una donde dejaría en claro que él no era un juguete que se usa y se guarda al antojo de los demás.

Continúa...

Notas de autora:

Les está gustando? Eso espero, bueno, les prometo que sí se van a solucionar las cosas, aunque cueste un poquito... y al igual que Obsesión no va a ser un fic muy largo. Aunque más largo que el anterior sí.

REVIEWS.

Sailor-chan. Qué alegría que te haya parecido interesante! Y Yagami San no es malo, es simplemente Yagami. Yo me apuré a escribir esto, espero que te siga interesando. Muchas gracias.

Ylla's sin. Gracias por tu review... Me da gusto que te agrade mi Yagami. Gracias Mil.