CAPÍTULO 5
Cuando Kyo despertó estaba solo en la enorme cama King Size, pero encontró una pequeña cajita en el buró de su lado. Al abrirla encontró un anillo que en letras muy pequeñas tenía el siguiente grabado: Porque me perteneces.
Típico de Yagami, pero al menos ahora sabía que sí se preocupaba por él y que no era todo un teatro simplemente para tenerlo en su poder.
Yagami tenía una extraña forma de demostrar su afecto.
Se levantó y caminó medio adormilado al baño, lavó su cara y se desperezó; tenía que bajar a desayunar y a encontrarse con Aki, quien de seguro estaba esperándole para darle a conocer el itinerario que iba a seguirse ese día.
Kyo bostezó.
Pensar en estar lejos de casa no era el problema, el problema entonces era que en casa o al menos donde vivió su infancia, sus padres planeaban un duelo a muerte con su amante, y él no estaba enterado y para colmo, enviaban a Yuki a que le diera el anuncio, como si él no pudiera lidiar enterarse de algo como eso.
No era un infante y no necesitaba protección, mucho menos a un dueño.
Lo único que en ese momento quería era un poco de relajación, un momento tranquilo, sin que Yagami se portara como un perro guardián o enviara a Aki a hacer ese trabajo.
Obviamente la chica, por la paga que estaba recibiendo, no ponía muchas excusas al momento de prácticamente acosar a Kyo.
Cepilló sus dientes con dentrífico sabor menta y se arregló en un dos por tres.
Pronto estaba listo.
Salió de la habitación, y cuando estaba cerrando, oyó una voz a su espalda, una que no creyó oír nunca más, al menos no luego de haber sido prácticamente echado por su padre de los terrenos de la mansión.
"Así que los rumores son ciertos." Kagura habló, sorprendiendo a Kyo, quien se volvió de golpe.
Miró a la mujer, sorprendido.
Qué rumores?
Su romance con Yagami ya era noticia vieja, aunque siendo una sacerdotisa que se encierra en su templo para renovar los conjuros, no era tan sorprendente que apenas se estuviese enterando.
"Yagami y yo?" Preguntó. "Eso es noticia vieja, en lo que a mí respecta. Creo que dio vuelta al mundo y ahora hay nuevos chismes, no es algo que haya durado mucho, aunque ocasionalmente nos persiguen."
La mujer rió.
"No me opongo, si es lo que tú piensas. Cómo podría cuando veo que hace feliz a Yagami? Hace un año que no sufre ningún ataque..." Corroboró la información que él ya sabía pero temía aceptar. "Le brindas estabilidad, lo cual es algo muy especial, proviniendo tú de una familia que odia a los Yagami."
Kyo se sonrojó.
"A mí esa rivalidad siempre me pareció estúpida." Recordó, y vio una vez más a la mujer. "Por cierto, qué haces aquí, lejos del templo?"
Ella sonrió.
"Buena pregunta." Dijo. "Sólo vine a entregarte un presente, ya sabes, por tu cumpleaños, Kyo Chan."
Le dio un beso en la mejilla, amistoso, casi fraternal y le susurró al oído. "Sigue cuidando a Yagami; ambos lo necesitan."
OOOO
Las puertas del comedor se abrieron y el castaño entró, encontrándose rápidamente con el rostro de su amante pelirrojo, que en una mesa apartada, desayunaba solo. Su postura indicaba agotamiento.
Kyo se acercó y se sentó a su lado, sonriéndole amablemente al pelirrojo.
Hacía mucho tiempo que no estaban juntos sin discusiones estúpidas interrumpiéndolos y arruinando su diversión.
"Buen día, Iori." Saludó y se dedicó a observar la expresión casi sorprendida de su amante.
"Creí que estarías enfadado: por el regalo." Dijo, haciendo referencia al grabado del anillo, Kyo no quiso iniciar discusión así que no comentó nada. "Buen día."
Kyo, sin prestar atención al público no deseado, se inclinó y besó los labios de Yagami.
"Qué vamos a hacer con el duelo?"
Yagami lo jaló para un beso más profundo, ignorando los cuchicheos de los presentes.
Las cosas con Kyo iban a mejorar, aunque no cambiara mucho su forma de ser; su castaño finalmente parecía haber comprendido que su forma posesiva de ser era lo que lo convertía en Iori Yagami, lo que le debía de gustar de él: disfrutar como le celaba.
"No volveremos a Osaka, te parece?" Preguntó, levemente inseguro de las posibles respuestas, pero no dándolo a notar.
"A mí no me interesa volver a Osaka."
"Nos quedaremos, entonces."
Aki a la distancia sonrió, su jefe estaba cediendo sólo un poco, porque mayor parte la hacía Kyo, pero si eso significaba felicidad para ambos jóvenes, ella no protestaba, mientras siguiera cobrando su pequeña fortuna, los tres iban a estar muy bien: Iori siendo el líder de una banda y peleador del Torneo de KOF, Kyo en el bar de King, siendo novio de Yagami Iori y peleador del Torneo de KOF, y ella siendo la guardaespaldas de Kyo y asistente personal de Yagami.
Sí, todo estaba muy bien.
O W A R I
Notas de autora:
Finalmente, el final XD Un poco redundante. Ok, muchas gracias por todo, las aprecia, Lena.
REVIEWS
Sailor-chan. Bueno, yo sin que me pagaran espiaría a Kyo ;) Y a mí me sorprende actualizar constantemente, pero cuando me desaparezco lo hago por largo rato, así que mejor seguir con este ritmo. Ciao.
Forfirith-Greenleaf. Yo nunca pondría a Kyo poniéndole el cuerno a Iori, con nadie, Lo de K' es la otra pareja con quien lo imagino, jamás engañando a Iori... (bueno, quizá sí lo pondría, ya me has puesto a pensar en un posible fic triángulo amoroso) Besos amigas, TQM.
Kendra Duvoa. A todos les gusta verlos en aprieto, pero en este fic no se dio, porque sólo quería solucionar bien las cosas. Gracias por el apoyo.
