QUIERO TODO DE TI
Harry Potter caminaba rumbo al campo de quidditch, llevaba su fina escoba sobre el hombro izquierdo, el viento primaveral alborotaba sus rebeldes cabellos color azabache.
Aquella mañana del sábado, quería comenzar el entrenamiento temprano, ya que el próximo partido de la temporada y el último que jugaría en Hogwarts, se acercaba.
Se había convertido en un joven muy atlético que arrancaba suspiros femeninos a su paso, aspecto que él parecía ignorar, ya que su atención estaba puesta en alguien que poco a poco había logrado conquistar su corazón sin que ella se percatara de ello.
Alguien que él quería conquistar para si, pero no había logrado encontrar la forma ni la manera de hacer en ella sus sueños realidad. Sueños que podían hacer ruborizar al mas perverso amante.
Llegó hasta el campo, montó su Saeta de Fuego y remontó los aires cual ágil águila. Sentir la brisa mañanera sobre su cara le hizo salir de sus pensamientos y concentrarse en lo que debía hacer.
Pocos minutos mas tarde el campo se lleno de Gryffindors, algunos pertenecientes al equipo para entrenar junto a su capitán, y otros simplemente para observarlos y darles apoyo desde tierra.
Buenos días compañeros.- dijo Harry, cuando fue rodeado, en el aire, por los miembros del equipo-. Hoy comienzan los entrenamientos, recuerden que el momento esta próximo, y quiero ver a esos Slytherins vomitar fuego, cuando se vean vencidos.
Por supuesto Harry.- dijo Ron, su amigo inseparable, con entusiasmo-. No permitiremos que esas asquerosas serpientes tengan un minuto de tregua.
Muy bien, entonces comencemos.- grito Harry haciendo señales con la mano, para que se iniciara el entrenamiento.
Se ubico en un extremo del campo y con un movimiento de su varita hizo que las pelotas salieran de su caja y se iniciara así el partido de practica.
Cada cierto tiempo daba ordenes e indicaba jugadas y movimientos mientras observaba a sus compañeros.
Pero no podía evitar mirar y observar a alguien mas de lo debido.
Ella era cazadora, una muy buena cazadora, y jugaba con gracia y destreza. Él como capitán no tenia casi nada que objetarle a su juego.
Pero tampoco podía evitar sentir esa sensación en el estomago y esa sequedad en su garganta, al ver como la brisa alborotaba su melena rojiza que inútilmente había intentado sostener en una coleta.
El final del entrenamiento había llegado y satisfechos de si mismos bajaron hasta suelo firme.
Todos estaban sudorosos, y con el uniforme empapado.
Algunos chicos se quitaron la túnica escarlata, entre ellos el capitán.
Wow... pero Harry cada día esta mejor.- dijo una joven morena que se había acercado hasta el equipo-. Lastima que no tiene ojos para otra cosa que no sea Voldemort.
Y ni que decir del pelirrojo.- comento otra chica de cabellos amarillos-. Mira esa espalda, quien pudiera comérselo a besos.
¡Hey, hey, hey!; se agradece respeto.- dijo una joven bruja con tono molesto.
Disculpa Hermione, pero no tenemos la culpa que tu novio este tan, como decirlo, fascinante.- argumento la rubia sin limitaciones-. Es un pecado que lo tengas para ti solita, deberías ser buena amiga y prestarlo de vez en cuando.
Si quieres conservar tus dientes en su sitio, será mejor que te calles.- dijo Hermione desafiante.
Las dos chicas comenzaron a reír y se alejaron.
Pero que par de descaradas.- comento Hermione sorprendida-. No tienen la mas mínima noción de la palabra respeto, no te parece Ginny que esas dos deberían de... ¡Hey Ginny, ¡te estoy hablando!
Hermione zarandeo a Ginny quien no apartaba sus ojos del capitán del equipo de quidditch de Gryffindors.
La pelirroja la miro asustada, no había seguido la conversación en lo mas mínimo, así que se sentía desubicada.
Hermione sonrió picara, alzo una ceja mientras guiñaba un ojo, en actitud cómplice.
Ginny se ruborizo, sabiendo que había sido descubierta.
No te apures.- dijo Hermione comprensiva-. Yo no he visto nada. Sin embargo me parece que ya es hora de que le digas a Harry lo que sientes por él. Ya es hora de que te hagas notar.
¿Estas loca, yo no puedo hacer semejante cosa.- dijo Ginny ofendida y confundida-. ¿Que pensaría él de mi?
La verdad. Que estas perdidamente enamorada de él.- argumento Hermione-. Además no seas infantil. Tu eres ya una mujer y él un hombre. Dale rienda suelta a lo que sientes, antes de que alguna otra se te adelante. No ves como andan todas esas chicas, tratando de atraparlo. Además solo quedan pocos meses antes de que nos vallamos y lejos te será mas difícil conquistarlo.
Ginny miro sorprendida a su cuñada, no podía creer que aquellas palabras salieran de su boca. Pero tenia que reconocer que tenia razón.
Suspiro profundamente, y comenzó a alejarse hacia los vestuarios. Se sintió algo derrotada, ella bien sabia que no seria nunca capaz de decirle a Harry lo que sentía por él, aunque a veces era tan obvia; que le extrañaba que él jamás hubiese dicho nada.
Quizás sea porque simplemente no le gusto, así de simple, así de sencillo.
Allí estaba él, sentado en un banco secándose el cabello con un paño, comentando algunas jugadas con Ron.
Tan cerca y tan lejano a la vez.
Ella camino hasta los baños. Y en silencio comenzó a llorar tras cerrar la puerta de la ducha.
Él jamás seria de ella. Eso ya lo había aceptado desde hacia tiempo, pero aun no sabia como resignarse.
Harry terminaba de vestirse, cuando los últimos compañeros se despidieron.
Hermione entró y se acerco a él.
Y Ron, ¿dónde esta?.- pregunto ella buscándolo con la mirada
Dijo que te esperaba en el comedor.- dijo Harry terminando de guardar sus cosas en su mochila.
Hermione escucho un ruido y camino hasta la entrada a los baños. Y sonrió con malicia, al vislumbrar una figura femenina en una de las duchas.
Harry se había alejado un poco hacia un rincón, en busca de su saeta de fuego, que descansaba recostada de la pared.
Hermione saco su varita mágica, aprovechando aquel descuido y apuntando a la mochila abierta de Harry saco su túnica del colegio y con otro movimiento de varita la colgó, sin problemas en el perchero del baño.
Harry regreso hasta su mochila y la cerró.
¿Has visto mi túnica?.- preguntó preocupado-. Pensé que la había puesto aquí.
No será aquella que esta en los percheros.- dijo Hermione con inocencia señalando hacia la entrada de los baños.
Harry se asomo por la puerta y con asombro vio que en efecto era su túnica.
Pero que raro no recuerdo haberla dejado allí.- dijo Harry mientras caminaba hacia su túnica.
Hermione hizo un ultimo movimiento de varita, y poco a poco la puerta se fue cerrando. Luego guardo su varita y dándose media vuelta abandono los vestuarios, con una amplia sonrisa en sus labios.
Harry por su parte, había tomado la túnica, y ya se disponía a salir, cuando escucho el sonido de una puerta cerrarse.
Camino hasta la puerta, pensando que tal vez había sido el viento, coloco su mano en la manilla, cuando el rumor del agua corriendo, llamo su atención.
Agudizo su audición, y volvió su mirada tras de si.
Alguien mas estaba en los baños. Alguien estaba bajo la ducha.
Se acerco con cautela, conciente de que no estaba bien espiar la privacidad de ese alguien.
Pero un presentimiento le hizo olvidarse de su educación.
A través del fino cristal de la puerta corrediza, se veía claramente como se dibujaban los contornos de un espléndido y bien formado cuerpo femenino.
Observaba extasiado, los movimientos que aquella mujer realizaba bajo el chorro de agua. Como pasaba lentamente, lo que parecía ser la pieza de jabón, por las partes de su cuerpo: por su cuello, por sus brazos, por sus pechos, por su cintura, por vientre, como bajaba lentamente por sus piernas y como se detenía en su sexo.
Se podía imaginar a la perfección aquel recorrido.
Y el corazón no dejaba de latirle, porque su visión mágica ya le había corroborado, quien era ese alguien, haciendo que su pasión y su deseo se despertaran frenéticamente.
Sin embargo no pudo evitar que algo mas se despertara. Podía sentir como una parte de su cuerpo parecía tener vida propia, porque reclamaba libertad por entre sus pantalones.
El ruido del agua seguía aturdiendo sus sentidos, al tiempo que el sudor corría por su espalda, al ver como ella ahora retiraba el jabón de piel.
Sin pensarlo, abrió lentamente la puerta corrediza.
Y Entro sigilosamente.
Ella estaba de espaldas a él, ajena a todo, concentrada en su aseo personal.
Harry recorrió con su mirada cada rincón de su figura.
Sintió perder el aire, al observar aquel espectáculo que tantas veces había imaginado en sueños, pero que ahora rebasaba todas sus expectativas.
Acorto la distancia entre ambos. Y se detuvo conciente de todo lo que deseaba hacerle.
Ginny tenia los ojos cerrados, había colocado sus brazos sobre sus pechos y cruzo sus manos en su cuello. Solo quería lograr que el agua, pudiera llevarse sus deseos y pensamientos, quitarlos y eliminarlos como había hecho el jabón con el sucio de su piel.
De pronto, sintió algo extraño. Sintió que era observada.
Abrió los ojos. Inclino su cabeza un poco hacia su derecha.
Y el corazón le dio un vuelco, al ver reflejado en el cristal empañado de la puerta corrediza, una figura masculina, tras ella.
Ginny.- dijo Harry con voz entrecortada por el deseo.
Ella sintió que perdía las fuerzas, al comprender rápidamente quien era el hombre que estaba a sus espaldas.
Harry la abrazo.
Sus brazos rodearon su cintura, y la atrajo hacia él.
Ella se dejo llevar.
Oh Ginny, te deseo tanto.- susurro Harry en su oído-. Quiero hacerte mía. Y ser solo para ti.
Ginny pudo sentir sus besos en su nuca.
Ella tomo las manos masculinas y las guió hasta sus pechos. A lo que él respondió acariciándolos, haciendo brotar de su boca gemidos de placer.
Parecía un sueño hecho realidad.
Luego de unos minutos, ella se volvió hacia él y se miraron fijamente.
Ambas miradas brillaban, denotando el deseo que ardía en sus cuerpos por explorarse y conquistarse el uno al otro sin limitaciones.
Él aun estaba vestido, aunque ya toda su ropa estaba empapada y pegada a su piel.
Ginny le quito las gafas redondas y las coloco en un sobresaliente de la pared, donde descansaba el jabón que minutos antes había usado.
Sin apartar su miradas, ella comenzó a desabotonar la camisa, sin que él opusiese ningún tipo de resistencia. Luego lentamente lo despojo del cinturón y de los pantalones, mientras el se deshacía de sus zapatos y sus medias.
Ella sintió que se ruborizaba al comprender que aun quedaba una prenda por quitar, pero no encontró la osadía necesaria para hacerlo.
Harry comprendió su apuro, por lo que la tomo de nuevo por la cintura, tratando de minimizar al máximo la incomodidad femenina, y la atrajo hacia él.
Sus bocas se encontraron y sus lenguas se degustaron, como tantas veces habían añorado hacerlo.
Ella acaricio el pecho masculino, mientras el bajaba sus manos hasta sus glúteos al tiempo que su boca recorría palmo a palmo los pechos femeninos jugando con ellos hasta hacer que se pusieran duros de placer.
Ya la incomodidad que en un principio la había embargado, quedo en el olvido, y sin temores sus manos se deslizaron hasta la cintura masculina y termino de quitar el ultimo obstáculo que impedía un contacto mas intimo.
No pudo evitar estremecerse al sentir el miembro erecto de él, rozando la piel de sus muslos.
Él volvió a besarla nuevamente para recompensarla por su valentía. Sin dejar ni un segundo de acariciarse.
Pocos minutos después Ginny tomo entre sus manos el rostro de Harry y le obligo a que sus miradas se encontraran de nuevo.
¿Qué estamos haciendo?.- pregunto ella confundida.
Lo que hemos soñado por tanto tiempo.- dijo él con determinación
Hundió su rostro entre sus cabellos mojados, y comenzó a besar con furia el cuello de ella y a succionar de tanto en tanto su piel, mientras su miembro viril se abría paso entre las piernas femeninas y comenzaba a frotar con descontrol los labios genitales.
Él bajo sus manos hasta los muslos de ellas y aferrándolos, la empujo hacia la pared y allí recostada hizo que ella alzara sus piernas para él tener mejor y mayor acceso.
Ella rodeo su cintura con sus piernas, tratando de adoptar una cómoda posición.
Intento penetrarla, pero un gemido de dolor le hizo detenerse.
La observo por un momento. Ella tenia el rostro ruborizado pero con una expresión de dolor que hacia resaltar sus pecas mucho mas.
Harry intento retirarse pero ella se lo impidió
No, no te vallas.- dijo Ginny suplicante
Es que estoy haciéndote daño.- reconoció Harry-. Creo que no es el mejor lugar.
Si tal vez.- dijo Ginny algo frustrada-. Pero tu dijiste que ambos hemos soñado con este momento. Me permites dejar cumplir una de mis fantasías.
Harry hizo un movimiento afirmativo con la cabeza, intrigado ante aquella petición.
Ella sonrió complacida.
Lo abrazo, mientras comenzaba a besar su pecho con ternura y despacio fue bajando por su abdomen, hasta llegar a la entrepierna.
Harry trago fuerte, al sentir como ella tomaba entre sus manos, su miembro que había decaído en ímpetu, y como lo introducía en su boca y comenzaba a rozar sus labios y su lengua alrededor de este. Un corrientazo recorrió su espalda, y tubo que dejarse descansar en la pared, jadeando con cada caricia.
Ginny seguía sin freno aferrada a cumplir su perversa fantasía, sin importarle que su victima gimiera enloquecido de placer.
Él acariciaba sus cabellos y la empujaba mas hacia él, mientras que con voz entrecortada decía
Sigue. Sigue así Ginny, por favor, sigue
Ella acato su orden sin vacilaciones, aumentando el ritmo.
Y aunque nunca había hecho tal cosa en su vida, si había leído revistas y había visto películas sobre eso y muchas otras cosas.
Siempre había soñado con hacérselas a él, y ahora que tenia la oportunidad no la desperdiciaría.
Hermione tenia razón ya era hora de hacerse notar.
Y al parecer él estaba disfrutando al máximo.
Harry se había imaginado aquello muchas veces, pero nunca pensó que seria tan intenso, tan increíble sentir esos roces, esa succión y leves mordidas sobre esa parte de su cuerpo.
Poco a poco el placer subía de nivel, haciéndolo experimentar pequeñas contracciones en su pubis, supo que el momento del clímax estaba próximo, pero no sabia que hacer, ya que Ginny seguía en su apasionada labor.
Hizo lo primero que le vino en mente, la tomo por los brazos y la levanto hasta colocarla a su nivel y sin preámbulos la beso como nunca pensó que podría besar a una mujer.
Ginny se sorprendió ante aquel repentino cambio, pero al sentir el roce de esos labios sobre los suyos no dudo en corresponderle apasionadamente.
Y luego sintió entre sus piernas el miembro de él, erecto de nuevo, buscando penetrarla, por lo que ella presto toda su colaboración.
Cada embestida era muy dolorosa. Ginny trataba de esconder sus gemidos dolorosos en el cuello masculino e involuntariamente intentaba retirarlo con sus manos pero el resto de su cuerpo no quería separarse de él.
Harry había perdido la cordura, y no presto mucha atención a la actitud de la chica. La tenia firmemente sujeta a él e intentaba con todas sus fuerzas realizar una penetración total y profunda en ese cuerpo virginal que tanto deseaba conquistar.
Sin embargo unos pocos minutos después se dio cuenta que seria en vano lograr su propósito. Aunque ella estaba muy dispuesta, la labor no era fácil porque su cuerpo intentaba defenderse de la invasión por momentos, aunque luego se relajaba pidiendo mas.
Harry se detuvo nuevamente, Ginny respiraba entrecortada y sin querer había clavado sus uñas en la espalda de él, quien también estaba muy agitado.
Él la soltó y apoyo sus manos en la pared, a cada lado de su cara. Ella lo imito dejando descansar su cuerpo también contra las húmedas baldosas.
El agua seguía corriendo a raudales, empapándolos por completo.
Harry acerco tímidamente sus labios a la boca de ella y en un susurro le dijo
Discúlpame. Perdí la razón. Pero, es que me vuelves loco.
Ginny lo abrazo y lo atrajo hacia si, mientras lo besaba con ternura.
Mientras se secaban Harry la miraba de reojo. Su corazón latía muy rápido y una parte de él aun clamaba por terminar la labor que había dejado a medias.
Ginny se sentía muy avergonzada de su actitud, pero también se sentía feliz, por haber cumplido uno de sus sueños, aunque su sexo le reclamaba mas de eso que había quedado inconcluso dentro de la ducha.
Tomo un pequeño paño de su mochila y comenzó a secarse por la entrepierna, cuando una mano la detuvo.
Déjame hacerlo yo.-suplico Harry con tono anhelante.
Ginny se dejo quitar el paño, y se volvió hacia Harry, quien con su brazo izquierdo la aferró mientras su mano derecha se deslizaba hacia la concavidad femenina.
Suave y sutilmente froto el paño contra las labios vaginales quitando la humedad que allí había producto del agua y de los fluidos pasionales.
Luego dejo caer el paño y fueron sus dedos quienes ocuparon de lleno el lugar.
Ella comenzó a moverse nerviosa, quería reír y gemir, como respuesta a esas caricias apasionadas, pero él la besaba nuevamente sellando su boca con sus labios y su lengua.
Los dedos masculinos recorrían cada palmo explorando la zona. Fue aumentando poco a poco el ritmo.
Sintió la humedad llenar la concavidad, lo que le indicó que quizás podía intentar de nuevo una invasión.
Pero un ruido aviso la proximidad de intrusos.
Ambos se miraron preocupados.
Harry se coloco sus gafas redondas y tomando su varita sello la puerta.
En efecto eran alumnos que llegaban a cambiarse y por los comentarios parecían de Slytherin.
¿Qué vamos a hacer Harry?.- pregunto Ginny asustada-. Si nos descubren nos expulsan.
Mi mochila esta afuera.-dijo Harry nervioso-. pero eso es lo de menos, lo importantes es que salgas de aquí sin problemas.
Harry comenzó a ver a su alrededor y en el techo noto un traga luces que nunca antes había visto.
Creo que debes irte por allí.- dijo Harry señalando hacia el techo-.
Pero, y tu, ¿cómo vas a hacer para salir?.- dijo Ginny acariciando su rostro.
Por la puerta.- respondió Harry con una sonrisa.
Tu ropa esta empapada.-le recordó Ginny preocupada.
Eso lo arreglo en un momento.-dijo Harry dirigiéndose hasta la ducha.
Volverás aunque sea a saludarme en los pasillo, en la sala común.- dijo Ginny con reservas, mientras Harry secaba su ropa con un toque de su varita y comenzaba a vestirse-. O fingiremos que nada ha pasado.
Harry sonrió y la dándole un beso le dijo
Déjame pensarlo, te lo dijo esta noche en la sala de los menesteres.
Le guiño un ojo con picardía.
Pero Ginny no supo que responder, no quería ser la aventura de un momento para Harry, como tantas otras, aunque después de la forma en que se había comportado de nada valía querer pasar por niña buena.
Alguien golpeo la puerta.
Ya habían terminado de vestirse.
Hey pero quien demonios cerro esta puerta.-dijo una voz furiosa.
Vamos Ginny tienes que irte.- le apuro Harry, y haciendo un movimiento con su varita la hizo elevarse hasta el techo.
Ginny llego hasta el traga luces y sin problema pudo salir por él.
Luego se deslizo por el tejado, requiriendo de magia para poder llegar al suelo.
Mientras Harry abría la puerta de acceso a las duchas y permitía que un Goyle pudiera entrar violentamente a darse una ducha la cual necesitaba con urgencia.
¿Qué pasa Potter?.-pregunto Malfoy con malicia-. ¿por qué no habrías?. Acaso estabas en compañía. En compañía solitaria quiero decir.
Todos los allí presentes lanzaron una carcajada. Harry ignoro el comentario y tomando su mochila abandono los vestuarios, Sonriendo para sus adentros.
Claro que había estado en compañía.
Y en que compañía.
Regreso a su sala común y allí busco con la mirada a Ginny.
¿Buscas a alguien?.- pregunto Hermione con curiosidad
Si. Sabes muy bien a quien busco.-respondió Harry sin rodeos-.busco a la persona con la que me encerraste en el baño de los vestuarios
Hermione sonrió con picardía.
Y me vas a decir que la pasaste mal.-dijo Hermione con ironía-.
Voy a ignorar tus insinuaciones.-dijo Harry emprendiendo el camino hacia su cuarto
Aunque conociendo a Ginny, seguro salió corriendo.-dijo Hermione en un suspiro en forma frustrada-. Es tan tímida cuando se trata de ti.
-¿Tímida?. Pues gracias a Merlín que se comporto tímida. Porque sino me hubiese comido.
Pensó Harry mientras seguía hasta su cuarto.
Y al llegar a su cama se quito la túnica y mientras se bajaba los pantalones, rozo sus genitales sintiendo un estremecimiento al recordar las caricias que una boca y una lengua ardientes le habían prodigado.
Solo espero que esta noche este igual de tímida.
