¡Muchas gracias por tu review! Me animan a seguir escribiendo la historia con más ganas jeje Sí, Helen está confusa y no sabe definir lo que siente por Remus... Jajaja Christie es una chica muy...simpática...guapa...popular...¡a mí tampoco me cae bien!Jajaja pero bueno, no hay porqué pensar mal de ella... En cuanto a Remus...Estoy enamorada de él, así que no me gusta la idea de que sufra...a ver que pasa con él...

Y dicho esto sigo con mi historia, ya es Navidad y este capítulo lo he dividido en dos para que no se haga largo, voilá!

5.¿Querías que me bañara contigo?(Navidad I)

-Tía, Potter es cada día más idiota-Lily acababa de llegar al cuarto.

-¿Qué ha hecho esta vez?-suspiré.

-Pues...

FLASHBACK

Lily esperaba en la biblioteca a Remus, ya que tenían que revisar sus tareas como prefectos, cuando James Potter entró por la puerta, la miró y le dedicó una sonrisa que ella ignoró completamente.

-Hola Evans, ¿esperabas a alguien?-preguntó.

-...

-Vaya, debería venir por aquí más a menudo-comentó de forma casual mientras se aproximaba a mi amiga-porque desde luego tengo suerte de ver a una chica tan guapa.-Lily continuó ignorándole pero él no se daba por vencido-Puedo sentarme en esta mesa, ¿no? ¿Te importa?

-Haz lo que quieras, aunque como verás la biblioteca está vacia.-dijo ella enfadándose.

-Bueno, Evans, ¿qué te cuentas?

-Potter, pretendo estudiar...¿por qué no me dejas hacerlo?¡Dejame en paz!

-Yo..-comenzó él con rostro confuso, pero fue interrumpido por la chica.

-¿Tú qué?¿No tienes nada mejor que hacer?

-No es eso...Hay 1000 cosas mejores que estar en la biblioteca...Pero prefiero venir aquí, aunque sólo sea por verte.-finalizó mirando a la joven que le dedico una mirada despectiva-¿Qué?

-Pues...

-Venga, sueltalo Evans.

-Potter...eres un engrído, estúpido y arrogante.

-Ya...bueno...-dijo incómodo y sin saber que decir para después volver a sonreir-¿Te apetecería quedar conmigo un día de estos?

-No, gracias-respondió ella sin creer que, después de insultarle, el chico le pidiese una cita.

-Venga, no seas tímida...-pero ella ya había recogido sus cosas y salía por la puerta-Evans...¡Evans!

FIN DEL FLASHBACK

-...y me ha seguido hasta aquí-finalizó Lily con una mueca mientras yo no podía parar de reirme.

Iba caminando sin ningún rumbo por un pasillo cuando me crucé con Sirius.

-¡Hola Helen!-saludó sonriente el moreno-¿Hoy no entrenáis al quidditch?

-Que va...James quiere ligar con Lily y nos ha dado el día libre-contesté risueña.

-¡Perfecto!¡Así me ayudarás con Adivinación!¡Y al pobre Peter!

-¿Qué?Si yo me lo invento...

-Ya, pero al menos resulta creible. Nosotros no sabemos ni inventárnoslo...¡Uy!¡Qué tarde!Rápido...Peter llevará al menos media hora esperándome...

-¿Eh?Sin prisas...Ni siquiera he aceptado-protesté aún sabiendo que lo haría...

...Y no me equivocaba, media hora más tarde estábamos practicando. Fuí a por un libro y, cuando volvía, les escuché hablar sobre mí y decidí esconderme a ver que decían.

-Es buena profesora, ¿no crees?-dijo Sirius.

-¡Ya ves!¡Hasta yo he aprendido!-dijo su amigo como si eso zanjara el asunto-Podría hacerse tutora y ganaría bastante dinero...

-¡¿Qué dices!¡¿Estás loco!-dijo Sirius-¿Y si le toca un estúpido slytherin?O peor, algún niñato que sólo quiera ligar con ella...

Al oir eso último, no pude reprimir una risa y salí de mi escondite para seguir aydándoles.

Llegó la Navidad y Sirius y yo fuimos a pasarla a su casa pero...¡sorpresa!Sus padres y mi madre se iban 5 días de viaje juntos y nos dejaban solos... Yo no me lo podía creer...los dos...solos...

El primer día, Sirius sugirió ir al Callejón Diagon a comprar los regalos de Navidad y a pasar el día. Lo divertido fue llegar hasta allí, porque tuvimos la "genial" idea de ir en autobús muggle y no sabría decir quien estaba más perdido. Al llegar al Caldero Chorreante, él me invitó a tomar algo de beber mientras Tom, el dueño, nos informaba sobre un mago tenebroso que comenzaba a adquirir seguidores. Después fuimos a sacar dinero a Gringgots y, más tarde, de compras. Les compramos regalos a sus padres y a "la sra.Hill", como llamaba él a mi madre. También para nuestros amigos y yo le compré una preciosa y elegante pluma de pavo real. Él a mí, una bonita caja de música que tocaba una dulce melodía.

Decidimos volver a casa cuando, no sé porqué, comenzamos a discutir y él, para callarme, me cogió por la cintura y me cargó a su hombro como si fuese un saco de calabazas.

-¡Sirius Black!¡Déjame ahora mismo en el suelo!-grité avergonzada a pesar de que él, al igual que toda la gente de alrededor, sólo reía de forma descontrolada.

En casa, tras la cena, decidimos ir a ducharnos. Cuando yo entraba al baño, él salía de este con sólo una toalla alrededor de la cintura. Yo me sonrojé pero traté de actuar con toda la indiferencia que fui capaz al ver esos músculos y su piel mojada..."Céntrate, Helen...Céntrate"

-¡Qué rapidez!¿Ya te has duchado?-pregunté de forma casual, como si no me estuviese fijando en su cuerpo de la manera en que lo estaba haciendo.

-¿Qué pasa? ¿Querías que me bañara contigo?-preguntó guiñándome un ojo.

Puse los ojos en blanco y pasé al baño pero, cuando terminé de ducharme, me di cuenta de que sólo había cogido la ropa interior, así que me la puse y fui con cuidado hacia la habitación a por el pijama. Según llegué, cerré la puerta y, segundos más tarde, Sirius llamó a la puerta para pasar. De los nervios me eché hacia atrás, golpeé un estante y tiré un jarrón...que le cayó en la cabeza.

-Mierda...Sirius...Sirius...-él estaba inconsciente asíque le puse una almohada bajo la cabeza y un trapo empapado en el rostro. Poco a poco volvió en sí-Sirius...¿cómo te encuentras?-pregunté al verle recobrar el conocimiento.

-Bien, creo...¡Dios, Helen! ¡Qué buena estás sin camiseta!-añadió. Entonces me di cuenta de que seguía en sujetador.

-¡Serás imbécil!-grité-¡Vete de aquí!-chillé histérica a la vez que le daba un bofetón-¡Vete!¡Ya!

Él se levantó en silencio y se marchó de la habitación y yo, aún aturdida, me puse el pijama y me acosté.