Harry Potter and The Legacy of Past

Capítulo 4. Callejón Diagon: siempre lleno de ¿sorpresas?

Harry pasó las mejores vacaciones de toda su vida en su nuevo hogar: el número 12 de Fulldridge. Se la pasaba días enteros entre risas, diversión y sobre todo lejos de preocuparse por Voldemort. El hecho de estar viviendo al lado de los mejores amigos de sus padres, era lo mejor que le había podido pasar… hasta ahora. Se la pasaba varios días con Sirius practicando duelos, con lo que aprendió nuevos hechizos. Remus, también participaba en los juegos y 'entrenamientos', pero era obvio que en esa casa convivían tres personas completamente diferentes, y el acoplarse necesitaba tiempo. Fuera de los pequeños detalles, como la vanidad de Sirius, la exigencia de Remus en ciertas cosas, como limpieza y orden, y la etapa de adolescencia de Harry, todo estaba completamente bien. El tiempo de vacaciones paso rápidamente, casi era tiempo de volver al colegio. Una semana antes del primero de Septiembre; Harry, Remus y Sirius fueron al callejón Diagon, encontrándose con Ron, Ginny, sus padres y Hermione, como ya tenían planeado con anterioridad, para comprar los útiles del último año en Hogwarts. Mientras los adultos bebían unas cervezas de mantequilla en el caldero chorreante, los jóvenes salieron a dar una vuelta por el callejón.

- Ahora, ¿a dónde vamos? – preguntó Ginny emocionada mientras comía un helado, que curiosamente soltaba chispas de colores.

- Me gustaría ir a la tienda de bromas de mis hermanos – sugirió Ron anhelante – me han dicho que es grandiosa.

- Entonces ¿qué esperamos? – dijo Harry, tras lo cual se dirigieron a la tienda nombrada.

Caminaron por entre la gente, adentrándose cada vez más en el callejón. Entre más caminaban menos personas encontraban. Luego de caminar algunos minutos, dieron vuelta a la izquierda, en un pequeño callejón donde había un poco más de gente. Finalmente llegaron a un establecimiento, el cual tenía la fachada de una cabaña de estilo antiguo con un letrero en la entrada: "Sortilegios Weasley", decía. Siguieron un pequeño camino que conducía a la entrada. Al momento varias flores crecieron explotando y llenando el camino de luces, humo y algunos insectos; el espectáculo continuo hasta que llegaron a la entrada.

- Bienvenidos – saludo George saliendo al encuentro del grupo.

- ¿Qué les ha parecido 'la bienvenida'? – preguntó Fred con emoción.

- Excelente – comento Harry con una amplia sonrisa.

- ¿Tenían que incluir arañas entre los insectos? – preguntó Ron sintiendo un profundo escalofrío.

- Vamos Ronnie – dijo Fred poniendo un brazo alrededor de su hermano menor – es parte del espectáculo – dijo con malicia, sabiendo lo mucho que su hermano odiaba a las arañas.

- Pero, pasen; pasen y vean todo lo que tenemos – dijo George con emoción.

- En realidad solo venimos a saludarlos – comento Hermione mirando la tienda con una mezcla entre miedo y preocupación, mientras los demás admiraban el lugar.

La tienda vista por dentro era todo lo contrario a la fachada. Era más atemorizante. En el interior todo estaba muy oscuro, apenas era iluminado por unas cuantas antorchas, dando a las sombras algo de vida.

- No te preocupes Hermione, todo aquí es muy seguro, mira – dijo Fred señalando hacia atrás de la chica.

Hermione volteo lentamente encontrándose con un gran dragón de color rojo. Tenía una mirada destructora, luciendo sumamente furioso. Estaba a punto de lanzar fuego. Hermione gritó al tiempo que cerraba los ojos fuertemente, olvidándose del lugar donde estaba. Detrás suyo; Fred y George reían a todo pulmón. Harry y Ron miraban la creación fascinados.

- ¿Estás bien? – le preguntó Ginny acercándose a ella.

Hermione abrió los ojos viendo que el dragón se desvanecía poco a poco, ya que era solo humo.

- Si – dijo poniendo una mano sobre su pecho – que susto me dieron – comento tratando de sonreír, visiblemente asustada.

- ¿Qué era eso? – preguntó Ginny mirando a sus hermanos.

- Es humo deffinvate – respondió George.

- Nuestra más reciente invención – corroboró Fred orgullosamente.

- Con este humo puedes crear cualquier cosa – continuo George sacando un pequeño trasto de barro, su varita y una bolsa con una especie de arena color rojo – pones un poco de arena en el recipiente – explico – luego das un pequeño toque con la varita y listo.

Todos se acercaron a ver el recipiente, parecía como si hubiera un remolino atrapado en el interior.

- Y ahora solo tienes que decir lo que quieres que aparezca, ¡araña! – exclamo Fred.

Al momento una araña de mediano tamaño apareció caminando lentamente y moviendo sus pinzas amenazadoramente.

- Creo… que ya es… hora de… de irnos – tartamudeo Ron retrocediendo lentamente hacia la puerta.

Al verlo salir; Harry, Hermione y Ginny salieron del establecimiento.

- ¡Vuelvan cuando quieran! – gritaron Fred y George al unísono con amplias sonrisas en sus rostros.

- Les encanto el lugar – afirmo Fred mirando a su hermano, una vez que perdieron de vista al grupo.

- Definitivamente – corroboro George.

- ¿Crees que vuelvan? – preguntó Fred dando media vuelta regresando al interior de la tienda.

- En cuanto a Ronnie se le pase el susto, si – dijo su hermano siguiéndolo.

- Sabes, creo que cometimos un error con lo de las arañas – dijo Fred pensativamente.

- ¿Tu crees?

- Si, creo que debieron ser más grandes – dijo entre risas, contagiando a su hermano.

En el camino de regreso, el grupo hizo una última parada en una tienda de dulces. A pesar de ser, ya algo tarde, el lugar todavía tenía mucha clientela. Como pudieron Harry, Ron, Hermione y Ginny entraron, dirigiéndose cada quien hacia las golosinas que querían comprar. Ron se acercó a los dulces explosivos, Hermione a los caramelos dulces, Ginny a los chocolates y Harry a las golosinas nuevas que se encontraban cerca de la ventana. De pronto, levantó la vista, encontrándose con la mirada de un joven. Guiado por una extraña sensación; salió del lugar, para ver de quien se trataba, ya que le parecía curiosamente familiar. Pero en cuanto visualizo nuevamente al joven, se encontró con un par de ojos intensamente rojos. Un dolor muy fuerte, le obligo a cerrar los ojos; era su cicatriz, la cual parecía estarse incendiando. El dolor era tan fuerte que poco a poco fue arrodillándose en el suelo, al tiempo que sujetaba su cabeza con ambas manos. Todo a su alrededor, empezó a volverse cada vez más oscuro; un frío viento lo recorrió provocándole un vacío en el estomago. Cerro los ojos con fuerza mientras escuchaba voces lejanas que cada vez se oían más fuertes.

- Vamos Colagusano, acércate, tengo un nuevo trabajo para ti – se escucho una voz fría que retumbo en lo que parecía ser una cueva.

En segundos un hombre bajo de estatura cubierto por una larga capa negra se acerco al lugar, llego ante el hombre que lo había llamado haciendo una reverencia frente a él; al levantar la vista tembló un poco.

- Llamaba, señor – dijo en un hilo de voz.

- Mi querido Colagusano… ya es hora de que cumplas, lo que podría ser tu "última misión peligrosa", para tu amo – dijo el hombre desdeñosamente, a lo que Colagusano asintió con la cabeza, lentamente.

- ¿De… de qué se trata? – preguntó, temiendo el plan de su señor.

- Es algo sencillo, quiero que me traigas al ser que ha evitado que me apodere del mundo – indico irónicamente.

- Se refiere a… - tartamudeo Colagusano alzando la mirada con temor.

- Así es – afirmo sonriente – Harry Potter, quiero que…

- Pero…

- ¿Dijiste algo? – preguntó el hombre mirando a su sirviente ligeramente molesto.

- No, no mi señor, por favor disculpe mi intromisión, es solo que usted busca el legado Potter, que el chico desconoce, y si es solo eso ¿para qué quiere al chico?

- Quiero pensar, que el motivo de tu impertinencia sea solo porque quieres ahorrarme trabajo y no porque quieras proteger al chico Potter – dijo el hombre seriamente acercándose a Colagusano con paso firme – porque si es así – continuo – pensaré que quieres alejarte de mí bando nuevamente.

Colagusano guardó silencio.

- Bien – dijo sacando su varita de entre las ropas – entonces tendré que matarte – amenazo apuntando al pecho de Colagusano.

- ¡¡No!! - gritó desesperado – no por favor señor discúlpeme, se lo ruego, no fue mi intención. Traeré a Harry Potter ahora mismo – exclamo rápidamente.

- De acuerdo – dijo el hombre calmadamente sin bajar la varita – pero recuerda, Colagusano, que aquel que osa traicionarme…

- Lo sé  señor, lo sé muy bien – interrumpió temblando de terror, al tiempo que aferraba la mano derecha a su pecho como si estuviera sujetando algo.

- ¡Despierta, por favor, despierta!

Poco a poco el dolor disminuye y las voces se apagan con brusquedad. Abre lentamente los ojos visualizando a un joven de su edad, cabello castaño largo atado en una coleta, ojos azules, tez blanca; quien tiene una mirada preocupada, que se suaviza al verlo despertar. Mira a sus lados y descubre que está en un callejón, pequeño y oscuro; se reincorpora lentamente siendo ayudado por el joven.

- Cuanto me alegra, que por fin Harry pueda vivir feliz y tranquilo – comento la señora Weasley alegremente, dando un sorbo a su bebida.

- Si, me alegra haberlo sacado de ese infierno – dijo Sirius, ante la mirada de soslayo de Remus

- Sinceramente, siempre creí que esos muggles algún día podrían cambiar – dijo Arthur mirando su cerveza de mantequilla con algo de melancolía.

Un súbito silencio se creo ante este comentario. Hasta que de pronto una lechuza color café claro, apareció en el cielo, descendiendo lentamente hasta posarse en la mesa, frente a Remus. El joven tomo la carta que traía el ave, tras lo cual, está, se retiró del lugar. Remus miro el sobre, algo amarillento y grande, le dio la vuelta descubriendo el escudo de Hogwarts sellando la carta, produciéndole una mirada de sorpresa. Abrió y leyó la carta rápidamente con una gran sonrisa en su rostro, mientras sus tres acompañantes lo miraban impacientes. Tras unos segundos de silencio, Remus se levantó de su lugar, bebió lo último de su vaso, tomó su capa y miró a Sirius.

- Toma – indico extendiendo el sobre – tengo que irme, los veré luego – concluyo haciendo un ademán con su mano a manera de despedida. Sirius tomo el sobre extrañado mirando a su amigo, quien antes de irse dio media vuelta – por cierto, no vallas a decirle nada a Harry, quiero que sea una sorpresa – dijo sonriente, tras lo cual salió del lugar.

Luego de su partida, Sirius leyó la carta, transformando la expresión de intriga en su rostro, en una gran sonrisa. Levantó la vista vislumbrado las expresiones, aún, extrañadas de Arthur y Molly Weasley.

- No se preocupen, no es nada malo – comento guardando la carta en su bolsillo – sino, todo lo contrario.

- Qué bueno que ya estás bien, Potter – exclamo el joven sonriendo con sinceridad – estaba a punto de ir a buscar ayuda.

- ¿Qué paso? – preguntó Harry tocándose la cicatriz, cosa que le hizo darse cuenta del porque el joven lo reconocía.

- Eso quisiera saber, estabas inconsciente en medio de este callejón, cuando te encontré estabas gritando y… - señalo su frente – tu cicatriz está sangrando.

- ¡¿Qué?! – Harry quito su mano de la frente viendo sangre en sus dedos – pero…

- ¿Qué fue lo que te paso?

- No estoy muy seguro – dijo Harry sin apartar la mirada de su sangre.

- Será mejor que salgamos de aquí – propuso el joven empujando a Harry - ¿viniste solo?

- No, mis amigos me esperan…

- Deben estar muy preocupados, toma – dijo extendiéndole un pañuelo – si ven esa sangre se preocuparan aún más.

- Gracias, por cierto ¿cómo te llamas? – preguntó tomando el pañuelo.

- Mi nombre es Dayton – respondió dándole la espalda – deberías tener más cuidado – dijo caminando en sentido contrario al de Harry.

- ¡¡¡Harry!!! – se escucho a lo lejos. En segundos, Hermione, Ron y Ginny llegaron junto a él.

- ¿Dónde estabas? – preguntó Ron agitadamente.

- ¿Qué te paso? - le preguntó Hermione quitándole la mano de la frente – tienes sangre, tu cicatriz está sangrando, ¿qué fue lo que paso?

- No estoy muy seguro…

- Será mejor que regresemos – propuso Ginny viendo el atardecer que casi terminaba, dando paso a la noche.

El grupo salió del callejón Diagon encontrándose con Molly, Arthur y Sirius en el caldero chorreante.

- Estábamos a punto de ir a buscarlos – dijo Arthur

- Lo siento papá – dijo Ginny acercándose a la mesa en donde estaban sus padres – es que Harry…

- Me entretuve en unas tiendas – interrumpió Harry evitando que Ginny dijera algo imprudente para él. Sirius lo miro extrañado por su actitud mientras se levantaba y tomaba su capa.

- Creo que nosotros ya nos vamos – informo.

- ¿Y Remus? – preguntó Harry.

- Te lo explicaré en el camino – dijo Sirius despidiéndose con la mano.

- De acuerdo – suspiro extrañado – nos vemos en el expreso de Hogwarts – dijo a sus amigos, tras lo cual salió del caldero chorreante en compañía de su padrino.

- ¿Era sangre lo que tenía en la frente? – preguntó Molly mirando a los demás.

Nadie respondió.

- Tal vez lo imaginaste Molly, yo no vi nada – comento su esposo dando un último trago a su bebida.

Molly se quedo pensando en esto último, mientras Ginny iba al sanitario. Ron y Hermione se retiraron un poco de la mesa.

- ¿Crees que Harry este bien? – preguntó Hermione con nerviosismo.

- No te preocupes, él estará bien pero… ¿por qué te preocupas tanto? – preguntó pícaramente.

- Ay Ron, pues es obvio – dijo la joven con seriedad – su cicatriz; hace mucho que no le duele, y antes indicaba que algo malo iba a pasar.

- Pero está vez no le dolió.

- ¿Cómo lo sabes?, él no nos dijo nada. ¿Que tal si le dolió tanto que le sangro?, ¿viste su mirada? cuando recién lo encontramos estaba muy tenso.

Ron no dijo nada, permaneció en silencio pensando en las suposiciones de su amiga; al notar que estaba al borde de la histeria trato de sonreír.

- No te preocupes por eso, es cierto tal vez estaba muy tenso para hablar de lo que sea que le haya pasado, pero ¿y qué? él estará bien y cuando se haya tranquilizado nos lo dirá, ya verás que cuando estemos en el expreso de Hogwarts nos dirá lo que le paso y todo saldrá bien.

- Tienes razón – susurro Hermione tratando de sonreír.

- Lo que si es extraño es que te preocupes tanto por Harry – dijo Ron mirando a Hermione con picardía.

- Ay Ron, ya deja de molestarme ¿qué nunca vas a madurar? – comento la joven sonriendo.

- ¡Ron, Hermione ya es hora de irnos! – gritó Ginny agitando la mano.

De vuelta en casa, Harry se quedo en la sala mirando el fuego en la chimenea mientras Sirius preparaba un poco de té.

- ¿El legado Potter? - se preguntaba admirando el fuego – yo no sabía nada de eso, ¿qué será?, debe ser algo muy importante como para que Voldemort lo quiera… ¿Quién habrá sido ese sujeto que me miraba en el callejón Diagon?

- Toma, Harry – escucho la voz de Sirius quien le extendió una taza.

Harry la tomo mirando el interior, de nuevo hundiéndose en sus pensamientos. Sirius sacó su varita y se coloco frente a él.

- ¿Qué fue lo que te paso? – preguntó examinando su cicatriz haciendo que Harry volviera a la realidad.

- Ah, esto – tartamudeo el joven poniendo una mano en la frente – no es nada, solo…

- Quita la mano – ordeno Sirius seriamente, pero sin perder el toque amable. Harry miro el suelo y quito la mano no muy convencido.

Su padrino levanto la varita apuntando a la frente del muchacho. Un rayo azul salió de está produciendo un leve frío en la frente. En segundos los últimos residuos de sangre que tenía desaparecieron.

- ¿Dónde está Remus? – preguntó tratando de cambiar el tema. Sirius se sentó frente a él tomando un poco de té – creí que estaría aquí.

- Recibió una lechuza mientras estábamos en el callejón Diagon, tuvo que irse de urgencia – explico.

- ¿A dónde?

- Es una sorpresa – dijo Sirius sonriente poniendo su taza sobre la mesa de centro – ahora quiero que me expliques que es ese 'nada' que hizo que te sangrará la frente.

- Bueno, eso… es que verás no estoy muy seguro de que fue lo que ocurrió – dijo mirando su taza; levanto la mirada y al ver a Sirius suspiro resignado – me dolió la cicatriz… vi a un hombre en el callejón Diagon y comenzó a dolerme… el dolor me cegó y creo que fue ahí cuando sangro.

- ¿Quién era el hombre?

- No lo sé, cuando intente buscarlo ya no estaba y el dolor crecía…

- Según tengo entendido, hace mucho que no te duele la cicatriz – comento Sirius.

Harry asintió en silencio.

- Eso significa, que no puede ser Voldemort, ¿cierto? – dijo Harry con una sonrisa forzada.

- No podemos estar seguros – sincero, produciendo un profundo silencio en la sala – será mejor que te vayas a descansar, tal vez lo necesites.

- Si… buenas noches, Sirius.

- Buenas noches, Harry.

Sirius siguió a su ahijado, con la mirada hasta que se perdió en la oscuridad de las escaleras. Se recargó en el sofá mirando el fuego en la chimenea y dando un profundo suspiro.

- No soy bueno para esto – se dijo – realmente no lo soy.

Se levanto del sofá caminando hacia la ventana. Miro la inmensa luna blanca, que en ese día en especial brillaba deslumbrantemente. Acerco su mano derecha a su cuello, tomando una pequeña llave dorada que traía colgando.

- Tal vez si… - susurro volviendo a mirar la luna.

Harry subió a su habitación algo cansado, realmente había sido un día muy largo. Se recostó en su cama mirando el techo mientras recordaba los acontecimientos de ese día. No quería admitirlo pero el hombre que vio el callejón Diagon se parecía, en cierto modo, a… Voldemort. No se lo había dicho a Sirius para no preocuparlo, tampoco le había contado de las voces que escucho. En el fondo se sentía mal, había engañado a su padrino, amigos y anteriormente a Remus, pero… no entendía el porque. Era como si algo le impidiera hablar, el problema era que no sabía lo que tenía. Por otra parte ya habían sido dos veces, las que había escuchado a Colagusano y a Voldemort. La segunda vez explicaba muy bien el porque Voldemort no se había presentado en persona para atacar a algún mago o muggle, en tanto tiempo. Pero nuevamente la pregunta ¿qué era el legado Potter? y ¿por qué Voldemort lo quería? ¿Acaso habría alguna especie de conexión entre Voldemort y su padre, James Potter? Sumido en sus pensamientos, Harry cayó profundamente dormido como tantas noches anteriores.

Continuar

Notas de la autora: ¡¡Bien, aquí está el 4° capítulo!! = ) con un poco de todo. Como verán ya se están integrando nuevos personajes. Se que la historia sigue un poco 'lenta', pero esperen a que Harry y sus amigos lleguen a Hogwarts y ya verán como las cosas se pondrán emocionantes; misterios, romance, y algunos datos sobre el tan nombrado Legado Potter, también sabremos más sobre las extrañas llaves.

A continuación respondo a los reviews:

Nelly Esp: Gracias por seguir leyendo el fic = ) Pero bueno, empecemos con tus preguntas: Sobre los sueños de Harry, todo parece indicar que él no quiere decir nada; solo te adelantó que no hablará en sueños, pero de que Sirius y Remus se enterarán, si. Tarde o temprano siempre se sabe la verdad ¿no? XD En un par de capítulos más se hablará sobre esos sueños. Sobre la llave de la que habló James... digamos que es el núcleo de la historia, por ello no te diré mucho ^ _ ^ solo que es un secreto de los merodeadores. En cuanto a los poderes de Harry, claro que tendrá nuevas habilidades, pero se desarrollaran poco a poco; la más importante de ellas ayudará a salvar la vida de dos personas muy queridas para él. Y en cuanto a lo de ser animago, pues... no se hablará de ello antes de ir a Hogwarts, pero de que se mencionará posteriormente, si. Ya decidirá Harry si quiere seguir los pasos de su padre o no. Sobre tus preguntas, no te preocupes. Puedes interrogarme todo lo que quieras, claro que algunas cosas no te las diré porque arruinaría la trama ¿no crees? ^ _ ^

Marta Alonso: Gracias por tu review. Que bueno que te agrade mi historia, pero tenme un poco de paciencia, se que la trama va un poco lenta pero tengo que explicar los 'generales'. Descuida, en cuanto inicie el nuevo curso en Hogwarts todo se pondrá más emocionante = )

Calixta(): Gracias por tus deseos ^ _ ^ Hago todo lo posible por actualizar pronto, pero creo que mi primera inspiración son los reviews, me hacen sentir bien. El hecho de saber que hay personas que esperan la actualización me ayuda a continuar. Muchas gracias, saludos y cuídate.

Elizabeth Potter: Muchas gracias por tu review, deberás que comentarios como ese son los que animan como no tienes una idea. Que bueno que te agrade mi fic, haré todo lo posible por actualizarlo pronto, lo prometo = ) En cuestión del 'secreto' y la llave, pues están unidos. El secreto es aquello que se abre con la llave, no se si me explico - _ - Espero que sigas leyendo la historia, cada vez se pondrá mejor. Pgranger: Te agradezco los elogios : ) de antemano y que bueno que te agrade la historia. Te prometo actualizar tan pronto como me sea posible. Por cierto tienes 'tacto' para eso de las relaciones amorosas, porque definitivamente Harry siente algo por Hermione pero no quiere admitirlo.

Muchas gracias a las personas que me envían sus comentarios. Y los demás, ¿qué esperan? Se aceptan todo tipo de: quejas, ideas, sugerencias, insultos, amenazas, saludos, etc.

"Escucho una voz, levanto la mirada… no hay nada. Oigo pasos, me volteo… no hay nada. ¿Acaso el silencio no existe?"