Harry Potter and The Legacy of Past
Capítulo 9. ¿Enamorada de Harry?
El tiempo pasaba rápidamente. Faltaba un día para el tan esperado baile de Halloween. Este era el tema de todos los días, en cada pasillo del colegio.
- ¡Harry! ¡Harry! ¡Despierta! – gritaba Ron, zarandeando a su amigo quien tenía el sueño más pesado que de costumbre.
- …a tu lado siempre… - susurro entre sueños.
- ¿Qué?... ¡oye, despierta! ¡¡¡Ya!!! – grito desesperado. Finalmente lo había logrado. Harry despertó de golpe mirando en todas direcciones, algo desconcertado.
- ¿Qué ocurre, Ron? – preguntó adormilado, al notar que no había nada fuera de lo normal.
- Al fin despiertas – suspiro sentándose en la cama – ya es tarde, será mejor que te levantes o no alcanzaremos nada para desayunar – explico - ¿estabas soñando?
- Si… bueno, eso creo – Ron puso cara de no entender absolutamente nada – es que no recuerdo muy bien. Solo puedo escuchar una canción. La voz de la persona que la canta, se me hace familiar…
- ¿La conoces?
- No estoy muy seguro.
- Será mejor que te levantes, ya es tarde y si queremos aprovechar el sábado debes levantarte – recordó Ron caminando hacia su baúl, con una gran sonrisa.
Harry hizo lo mismo. Sacó su uniforme y entró al baño. Aún desconcertado por su sueño. Si se ponía a analizarlo detenida y adecuadamente, realmente no parecía un sueño. Sentía como si realmente hubiese estado frente a la persona que cantaba. Era desconcertante pero a la vez le producía un extraño sentimiento de felicidad que emanaba de su pecho. ¿Realmente había sido un sueño?
En el gran comedor, era una mañana tranquila, todos comiendo y conversando animadamente. Lo único extraño, en esa escena de todos los días era la, cada vez más frecuente, ausencia de Dumbledore. El día anterior se veía cansado. El profesor Lupin tampoco se encontraba en la mesa. Eso no era tan extraño, ya que la noche anterior había sido luna llena. Hermione estaba sumamente preocupada por la ausencia de Dumbledore, ya que temía por su salud.
- Hoy iremos a Hogsmeade ¡que emoción! - decía Vannesa repetidas veces - ¿no te emociona, Hermione? – miró a su amiga.
- Si, eso creo – dijo sin mucho ánimo.
- Oh, vamos. Ya quita esa cara. Parece como si alguien se hubiera muerto – comento con ironía. Miro a Hermione quien bebía un poco de jugo de naranja, sin prestar mucha atención al comentario de su amiga – cambiando de tema ¿ya tienes pareja para el baile? – preguntó con emoción.
- Si – respondió tranquilamente sirviéndose un poco de carne.
- Déjame adivinar… - dijo Vannesa poniendo un dedo en su barbilla simulando meditar – será acaso… ¿Harry?
Hermione detuvo el camino del tenedor hacia su boca, regresando el alimento al plato. Miro a Vannesa quien sonreía inocentemente.
- ¿Cómo lo supiste? ¿Él te lo dijo? - Vannesa negó con la cabeza.
- Era obvio que te invitaría – dijo ante la mirada confundida de Hermione - ¿qué no te haz dado cuenta de la forma en que te mira?
- ¡¿Qué cosa?! - exclamo Hermione con un leve rubor en sus mejillas - ¿de qué estás hablando? Harry y yo solo somos amigos – afirmo no muy convencida.
- Por favor, Hermione, por tu reacción podría asegurar que tu también sientes algo por él – confirmó Vannesa sonriendo ampliamente al notar el, ahora, color rojo en las mejillas de su amiga.
- No se de que estás hablando – susurro Hermione, tras largos segundos de silencio evadiendo la mirada pícara de su acompañante – Harry y yo…
- Buenos días, chicas – se escucho la voz de Ron a espaldas de Hermione.
- Buenos días Ron, Harry – saludo Vannesa alegremente.
Hermione se quedo estática al escuchar el nombre 'Harry'. Guardo silencio mientras los colores subían a sus mejillas, rápidamente miro su comida. Ron tomo asiento junto a Vannesa y Harry junto a Hermione.
- Buenos días, Hermione – saludo Harry sonriente.
- Bu… buenos días… Harry – tartamudeo la joven sin apartar la vista del plato. Harry la miro, extrañado.
- ¡Que bien! ¡Hoy iremos a Hogsmeade! – exclamo Ron con emoción llamando la atención de sus amigos.
- Si, es grandioso – reitero Vannesa – así podré comprarme una túnica nueva.
- Me parece una buena idea – apoyo Hermione.
- Yo quiero algunos dulces, y tengo antojo de un par de cervezas de mantequilla – opino el pelirrojo.
- ¿Y tu Harry? – preguntó Vannesa.
- No iré – dijo firmemente, ante las miradas extrañadas de sus amigos.
- ¿Por qué? – dijeron al unísono.
- No tengo ganas – respondió empezando su desayuno.
- ¿Estás bien? – preguntó Hermione mirando a Harry con preocupación.
- Por supuesto – respondió mirando a la joven con ternura. Lo que provoco un sonrojo por parte de ella y las risitas burlonas de Ron y Vannesa.
- Tenías razón – comento Ron en un susurro.
- Lo se, lo se – dijo Vannesa orgullosamente.
- Por cierto, Hermione está… ¿nerviosa? – interrogo el pelirrojo algo extrañado.
- Parece que si – dijo la joven en tono divertido.
- ¿Piensas hacer algo?
- Tal vez, deberíamos formular un plan… porque al paso que van… - comento la joven fingiendo un tono molesto.
- Buenos días, Harry – saludo Elaine Mondreeko, una de las cazadoras del equipo – perdona que te interrumpa pero… el equipo quiere hablar contigo – explico amablemente.
- Si, de acuerdo – Harry se levantó de su lugar tomando un panecillo – muchachos, los veré luego – informo a sus amigos, tras lo cual salió del gran comedor acompañado por la cazadora.
Hermione lo siguió con la mirada hasta que abandono el lugar. Ron y Vannesa seguían hablando en susurros, pero Hermione dejo de prestarles atención. Poco a poco se sumió en sus pensamientos. ¿Y si Vannesa tenían razón? ¿Y si realmente sentía algo por Harry? Eso, bien explicaría el porque de un momento a otro lo veía más guapo y lindo… y porque sentía ese cosquilleo cuando Harry la miraba. El porque le parecía que brillaba y le rompía el corazón el verlo tan triste. ¿Realmente estaba enamorada?
Una vez en el campo de Quidditch. Gareth, Allison y Lauren; miembros del equipo, esperaban ansiosos a su capitán. Harry camino hacia ellos. Todos tenían grandes sonrisas en sus rostros.
- ¿Qué ocurre? – preguntó al pisar el campo.
- Tenemos una sorpresa – informó Gareth; uno de los cazadores.
- ¿De qué se trata? – interrogó el capitán.
- Hemos encontrado a los golpeadores que nos hacían falta – explico Allison, con emoción dando pequeños saltos.
- ¿En serio? – preguntó Harry incrédulo acercándose más al campo.
En el aire, montados en sus respectivas escobas se encontraban Markus Ferdinand y Dariusz Nerlinger, dos de los estudiantes de transferencia. Ambos tenían bates en sus manos, golpeaban las bludgers, arrojándolas de un lado para otro con una fuerza sorprendente. Harry miraba atónito el espectáculo. No cabía en si de la emoción. Durante varias semanas habían estado buscando a los golpeadores. Los anteriores ya se habían graduado. Y ahora, al fin tenían a los sustitutos perfectos.
- ¡¡Ferdinand, Nerlinger!! ¡Bajen! - gritó Harry.
Ambos descendieron rápidamente, atraparon las bludgers con gran facilidad, para asombro del equipo; guardándolas junto con los bates. Con escobas en mano se reunieron con el resto del equipo.
- Buenos días, capitán – saludaron ambos, con grandes sonrisas.
- Así que ustedes son los nuevos golpeadores – comento Harry cruzando los brazos.
- Si no tienes alguna objeción… - dijo Dariusz amablemente.
- Por supuesto que no – reitero rápidamente – al contrario, estoy asombrado. Son bastante hábiles – opino.
- Entonces está decidido ¡el equipo está completo! – exclamo Lauren con emoción. Ante las risitas del equipo.
- Aunque, hay algo que no entiendo – dijo Allison, camino al castillo – han pasado casi dos meses y apenas hemos tenido un partido en el curso… y el segundo del año será el de nosotros, el Lunes.
- Es cierto, parece que quieren suspender el Quidditch – opino Gareth extrañado.
- ¿Alguien tiene una idea del 'por que'? – preguntó Markus.
- McGonagall dice que hay algunos contratiempos que impiden que el curso siga normal – informo Harry con toda tranquilidad.
- ¿Contratiempos? – repitió Elaine confundida.
- No quiso decirme más.
- Tal vez tenga algo que ver con las extrañas 'desapariciones' del director – opino Markus.
- Si, tal vez eso sea – apoyo Lauren confiada - ¿alguien va a ir a Hogsmeade?
- Si, yo iré – dijo Allison.
- Pues será mejor que nos demos prisa – sugirió Dariusz consultando su reloj – faltan quince minutos para que lleguen las diligencias – informo.
Al momento él, las chicas, Markus y Gareth salieron corriendo rumbo a la sala común para cambiarse de ropa. Allison detuvo su paso, al notar que Harry no los seguía.
- ¿No irás?... ¿Harry? - El aludido parecía no escucharla, tenía la mirada fija en la nada. Cerró los ojos.
- ¿Harry? – Allison se acerco más al joven, quien de pronto respingo volviendo a la realidad.
- Disculpa, te veré después – al momento salió corriendo en dirección al vestíbulo.
- Pero ¿qué le ocurre? – pensó la joven. Luego recordó el viaje a Hogsmeade y salió corriendo hacia la sala común.
A las afueras del castillo, los alumnos esperaban, formados a que llegaran las diligencias que los llevarían a Hogsmeade. El día era perfecto para salir a pasear. El cielo estaba limpio y el sol brillaba intensamente, acompañado por una fresca brisa de aire.
- ¿Dónde estará Harry? – preguntó Ron, buscando a su amigo con la mirada
- ¿Qué no se suponía, que él no iría a Hogsmeade? – comento Vannesa.
- Si, pero por lo menos vendría a despedirse – dijo Hermione con una mirada preocupada.
Luego de unos minutos, llegaron las diligencias. Harry no apareció, por lo que sus amigos partieron sin despedirse. Hermione lucía algo preocupada. Ron y Vannesa la miraban con grandes sonrisas, lo que provocó el color rojo en las mejillas de la joven.
TOC, TOC
- Adelante – indico la profesora McGonagall.
- Buenas tardes, profesora – saludo Sirius, ingresando al despacho de la subdirectora - ¿ocupada?
- No, solo estoy revisando algunos papeles – respondió con la mirada fija en su escritorio.
- ¿Sobre Vrotdlem? – inquirió Sirius acercándose al escritorio.
- Así es, Remus y tú han logrado alarmarme.
- ¿Y Dumbledore?
- Sigue algo débil, por ello no le he comentado nada – explico levantando la vista – no quiero importunarlo.
- Ya veo – Sirius se acercó a la ventana, mirando las diligencias partir – hay salida para Hogsmeade ¿cierto?
- Si – cabeceo la profesora volviendo su atención a los papeles.
- ¿A qué hora regresan?
- Como a las seis.
- Bien, entonces me retiró – informó acercándose a la puerta.
- ¿Cómo sigue Remus?
- Bien, creo que a él también le preocupa Vrotdlem – explico con seriedad – con permiso – tras lo cual abandono el despacho, ante el suspiro cansado de la profesora.
Harry caminaba sin rumbo, entre los jardines del castillo. Le dio la vuelta a la escuela, llegando finalmente al lago. El agua clara permanecía en completa calma, el calamar gigante parecía estar en el fondo tranquilamente.
- …nunca estarás solo… lo prometo… - dijo Harry hincándose frente al lago – de aquí viene esa voz – susurro agachándose más para ver el fondo.
Un enorme destello se visualizaba en el fondo. Tenía el aspecto de una estrella. Por un momento, Harry pensó que era efecto del sol, pero en el ángulo en que éste se encontraba, era imposible suponer eso.
- ¡Necesitas 5 llaves para entrar ahí! – se escucho una voz retumbando por todo el lugar.
- ¿De qué hablas? – preguntó Harry poniéndose en pie, mirando en todas direcciones buscando el origen de la voz.
- Una la tienes tú, dos las tengo yo. Debes encontrar las dos faltantes.
- ¿Qué? pero yo no tengo ninguna llave – dijo Harry caminando hacia unos arbustos, de donde provenía la voz.
- Un ciervo, un perro, un lobo, una rata…
Lentamente Harry abrió el arbusto por la mitad, lo único que vio fue la cola de un animal pequeño y peludo color café. La voz desapareció.
Luego de beber animadamente un par de cervezas de mantequilla. Ron, Hermione y Vannesa salieron de la taberna rumbo a las tiendas de ropa. Ron esperaba afuera de cada tienda comiendo un helado o alguna golosina, mientras Vannesa le probaba a su amiga, un sin fin de túnicas de todos estilos y colores.
- ¿Qué te parece está? – preguntó Vannesa mostrando una túnica color vino con algunos toques en dorado.
- No, se ve algo opaca – comento Hermione de pie en el cambiador con varias túnicas en sus manos y otras más en una silla cercana – deberíamos devolver estás – señalo la ropa.
- ¿No te gusto ninguna? – preguntó mirando un par de túnicas frente a ella.
- No – dijo moviendo la cabeza de lado a lado. Miro de reojo las túnicas que tenía Vannesa – espera un momento – dijo con una sonrisa – esa se ve bien.
- Al fin - comento su amiga complacida – hasta que te decides.
- Bueno, ahora ya podemos empezar contigo – dijo Hermione algo apenada.
- Si, pero de tanto ver túnicas, yo ya me decidí. Así que vámonos antes de que Ron se desespere – dijo animadamente. Cada una tomó su túnica, las pagaron y salieron de la tienda, reuniéndose con Ron.
- ¿A dónde vamos, ahora? – preguntó Ron poniéndose de pie. Se encontraba sentado en una banca.
- Tal vez deberíamos volver – propuso Hermione.
- Aún es temprano – comento Vannesa – mejor vayamos a ver la joyería – propuso emocionada. Vannesa caminaba seguida por Ron quien se detuvo al notar la ausencia de su amiga.
- Hermione…
- Vayan ustedes – interrumpió la joven nombrada – yo… tengo algo que hacer.
- ¿Qué ocurre? – preguntó Vannesa viendo a Hermione caminar rumbo a las Tres Escobas.
Ron miró atentamente lo que hacia su amiga. Hermione camino entre la gente, llegó al lado de un joven, tocó su hombro para llamar su atención. Era Draco Malfoy. Al verlo, Ron se molesto, camino hacia la pareja seguido muy de cerca por Vannesa quien no comprendía el porque de su reacción.
- ¡¡¿Qué es lo que estás haciendo?!! – gritó exasperado, jalando a Hermione para que lo viera a los ojos.
- Ron, ¿qué es lo que te pasa? – preguntó Vannesa algo alarmada.
- Ron, por favor escucha…
- ¡¡No!! – interrumpió mirando con odio a Draco.
Hermione presintió que Ron golpearía a Draco por lo que se coloco frente a este último encarando a su amigo, lo que hizo que el pelirrojo se molestará más.
- ¡¡¿Qué rayos es lo que te pasa?!!
- Por favor Ron, escúchame – dijo Hermione tranquilamente – hace algunos días les dije a ti y a Harry que Draco era mi amigo…
- ¡¡Creí que era una broma!! – gritó molesto. Hermione sonrió al recordar que Harry le había dicho lo mismo.
- Tal vez todos podríamos ser amigos – propuso.
- ¡¡¿Qué?!! ¡¡¿Estás loca?!! ¡¡Él y yo!! ¡¡¿Amigos?!!
- Weasley tranquilízate. Estás armando un escándalo – dijo Draco usando su típico tono arrogante, mirando a las personas alrededor de ellos.
- Vamos, hablaremos por allá – señalo Hermione unas bancas un tanto retiradas de los locales.
- Yo no pienso hablar con él – dijo Ron terminantemente señalando a Draco.
- Por favor, Ron – pidió Vannesa en tono suplicante. Al ver la mirada de la joven. Ron cedió un tanto resignado y con un leve rubor en las mejillas.
Luego de pasar unos minutos tratando de analizar lo que había ocurrido… todo había sido muy extraño. Finalmente regresó al castillo. Entró a su habitación tendiéndose en su cama.
- Un ciervo, un perro, un lobo, una rata… - susurro Harry mirando el techo – lo único que viene a mi mente con esas palabras es… - miro a un lado de su cama donde se encontraba el cuadro que le regalo Sirius en su cumpleaños. En el se encontraban su padre, Sirius, Remus y Peter en sus formas animales. Instantáneamente se levantó tomando el cuadro entre sus manos analizando la imagen sorprendido - …un ciervo, un perro, un lobo, una rata…
Miro más de cerca el cuadro. Luego de fijarse y memorizar cada detalle en la imagen, notó que en el cuello del ciervo había una especie de estrella dorada, la reflejo contra la luz y brillo intensamente. El destello era tan pequeño que difícilmente podía ser visto. Dio la vuelta al cuadro, el marco parecía ser una tapa. Con sumo cuidado destapo la cubierta, revelando una pequeña caja de plata, en el interior tenía grabada una 'P' y el escudo de Gryffindor. Destapo la cajita encontrando una pequeña llave dorada colgando de una cadena muy fina bañada en oro. Tenía grabada una 'J' en una de las caras de la llave. "Necesitas 5 llaves… una la tienes t Recordó las palabras de esa extraña voz. Así que esa era una de las famosas llaves. Supuso entonces que las otras cuatro eran idénticas o por lo menos similares. De cualquier forma, ¿para qué servían? Imagino que abrían una habitación o un cofre o algo en el fondo del lago.
- "Dos las tengo yo"
Dos de las llaves, las tenía esa persona. Entonces debía contactarse con esa persona nuevamente. Tal vez en el mismo lugar a la misma hora podría encontrarlo.
- "Debes encontrar las dos faltantes"
¿Quién tendría las otras dos llaves? Miro su reloj. Ya casi era la hora de comer. Ron y Hermione pronto llegarían. Acomodo las tapas de la caja y el cuadro. Tomó la llave y la coloco alrededor de su cuello, ocultándola con su ropa. Salió de la habitación rumbo al comedor.
- ¿Y Harry? – preguntó Remus encontrando a Sirius en el vestíbulo.
- No lo sé. Los alumnos que fueron a Hogsmeade acaban de llegar. No vi a Harry entre ellos – explico - ¿cómo te sientes?
- Más o menos, lo normal – dijo tratando de sonreír – imagino que Harry debe estar por aquí.
- ¿Lo buscamos?
- No; hablaremos con él durante las vacaciones de Navidad. Es posible que la conversación sea muy extensa – caminaron hacia el comedor - ¿hablaste con McGonagall?
- Si, estaba revisando los papeles sobre el chico.
- ¿Lo ves? Ahí está Harry – dijo Remus, al llegar al comedor. Harry se encontraba conversando con Ron y Hermione.
- De acuerdo, entonces me voy – informó Sirius dando media vuelta.
- ¿No ibas a hablar con él?
- Será en otra ocasión – camino de nuevo hacia al vestíbulo.
- Canuto.
- Si.
- ¿Estás bien? - Sirius se detuvo un momento analizando la pregunta. Sacó una pequeña llave que colgaba de su cuello.
- Son muchos recuerdos – dijo mirando la pieza dorada - ¿no crees que deberíamos llevar a Harry? – mostró la llave a su amigo - seguro que le agradaría – dijo emocionado.
- Faltan James y Lily – dijo con tristeza – y Peter… bueno, él…
- Lo entiendo – interrumpió – te veré después – guardo la llave abandonando el castillo minutos después.
Mientras Remus entró al comedor. Todo estaba lleno, los alumnos y profesores comían ávidamente. Remus camino tranquilamente. La mayoría de los presentes estaban tan entretenidos con su comida y la charla que casi nadie notó cuando el profesor se sentó al lado de Harry.
- Hola, Harry – saludo con una sonrisa.
- Remus ¿qué haces aquí? – preguntó Harry desconcertado - Ron y Hermione también miraron al recién llegado.
- Vine a preguntarte ¿en dónde haz estado? - dijo tranquilamente – no fuiste a Hogsmeade – afirmo sonriente.
- Bueno, yo… estuve en mi habitación – dijo mirando su plato.
- ¿No te aburriste? – preguntó Remus sorprendido.
- Ehm, bueno no. Estuve leyendo y…
- ¿Qué estabas leyendo? – interrumpió manteniendo su tono de voz tranquilo.
- Esto me parece un interrogatorio – se quejo con un notorio dejo de molestia.
- No lo es, solo responde.
- No lo se, algo de Quidditch, creo.
- Bien – Remus se puso de pie – te veré luego – tras lo cual camino rumbo a la mesa de profesores.
- ¿No estuviste en tu habitación todo el día, o si? – preguntó Hermione mirando extrañada a su amigo.
- No, estuve en el lago… y los jardines. Estuve caminando y luego fui a mi habitación – explico tratando de sonar convincente.
- Harry ¿puedo pedirte un favor? – preguntó Hermione un tanto apenada.
- ¿De qué se trata?
- ¿Podrías quedarte en la mesa, hasta que el comedor se vacíe?
- ¿Qué?
- Es… algo importante. Ron y yo también nos quedaremos.
Harry no entendió la razón pero decidió no discutir. Terminó de comer mirando el cielo estrellado del comedor. Luego de un rato, los últimos alumnos y profesores, incluyendo a Lupin, se retiraron. Ron permanecía con la cabeza agachada y una extraña mirada molesta. Hermione jugaba con sus manos torpemente denotando su nerviosismo. Harry, por su parte, miraba discretamente en todas direcciones buscando el motivo por el cual estaban en la mesa, terminada la comida. Finalmente ese motivo llegó.
- Hermione.
El trío volteo ante la mención del nombre de la joven. Al ver de quien se trataba, Ron agacho la cabeza. Harry tuvo la intención de levantarse, pero se contuvo al recordar la promesa que le había hecho a Hermione sobre hablar con Draco.
- Malfoy – dijo tratando de tranquilizarse.
- Veo que estás más tranquilo – comento sentándose a un lado de Harry para mantenerse alejado de Ron, ya que la última vez que se vieron casi lo golpea. Y por petición de Hermione evitó el problema. Sabía que Harry podía controlar más sus emociones que el pelirrojo quien solía ser demasiado impulsivo.
- Harry – Hermione hablo llamando la atención del nombrado – le pedí a Ron, como a ti, que aceptará hablar con Draco, creo que…
- Lo entiendo – interrumpió mirando a la joven con ternura – aún recuerdo mi promesa - Hermione sonrío agradecida.
- Harry – está vez fue Ron quien hablo, aún con la cabeza agachada - ¿estás de acuerdo con esto?
Harry miro fijamente a su amigo. Luego observo a Draco. Realmente no parecía el mismo de siempre. Tenía una mirada triste en lugar de su arrogante estilo.
- No pareces el mismo de siempre… Draco.
Ron miro atónito a su amigo. ¡Había llamado a su enemigo por su nombre! ¿Pero qué significaba esto? ¿Acaso estaban confiando en Malfoy? Pero…
- Gracias, Harry – hablo el rubio interrumpiendo los pensamientos de Ron – a decir verdad, el Draco Malfoy que conocieron ya desapareció… al fin.
- ¡¿De qué estás hablando?! - explotó el pelirrojo - ¿qué vas a cambiar? ¡¡Tú!!
- Si – dijo tranquilamente – pero necesito ayuda…
- ¿Por qué no le pides ayuda a tus amigos de Slytherin?
- De ellos es de quien quiero alejarme.
- Debes entender que nos odiamos seis años y de pronto cambiar todo eso, bueno es… complicado – explico Harry - Draco asintió.
- Lo se, solo pido que lo intenten – dijo tranquilamente mirando al trío a su izquierda.
- ¿Y bien? – preguntó Hermione luego de un momento en silencio mirando a Ron y a Harry.
- Estoy de acuerdo – dijo Harry calmadamente. Ron miro a su amigo entre sorprendido y molesto. Hermione lo miro agradecida, al igual que Draco.
- ¿Ron? - El aludido respiro profundamente mirando a sus compañeros.
- De acuerdo… lo intentaré - Hermione lo abrazo emocionada dando las gracias.
- El primer cambio será que nos hablemos por nuestros nombres – dijo mirando al pelirrojo quien asintió, no muy convencido.
- Ya tengo que irme, los veré después – informó Harry poniéndose de pie haciendo un ademán con la mano a manera de despedida.
- Yo también me voy – dijo Ron siguiendo a Harry.
- Puedo intentarlo con Harry y tener éxito, pero Weasley… digo Ron, no lo sé.
- Te entiendo… – interrumpió Hermione – Ron es muy obstinado pero… - suspiro – espero que entienda.
- Disculpa, Hermione debo irme. Tengo toneladas de tareas pendientes – Draco se levantó de su lugar – no te preocupes por tus amigos, tal vez solo necesitan tiempo – propuso animadamente – te veré luego – tras lo cual abandono el comedor.
Hermione se quedo sentada mirando una de las chimeneas, al frente de ella. A decir verdad, ella ya no tenía tareas pendientes. No había tenido muchos deberes que hacer y los terminó el viernes. Ahora tenía la tarde, o más bien la noche del sábado y todo el domingo libres. Dio un profundo suspiro, viendo la leña consumirse en el fuego. Minutos después se puso de pie rumbo a la sala común.
- ¿Qué opinas sobre todo esto? – preguntó Ron, un poco más calmado. Él y Harry se encontraban en su habitación, la cual se encontraba vacía a excepción de ellos dos.
- Aún no confío en Malfoy – dijo algo apesadumbrado – pero confío en Hermione.
Ron se quedo callado analizando la situación. Contemplando, desde la ventana, la luna que poco a poco perdía forma en medio de la oscuridad.
- ¿Por qué Remus te preguntó donde habías estado? – soltó de repente.
- No lo se. Desde hace tiempo se preocupan demasiado por mí – dijo mirando el techo de su cama – él y Sirius.
- Bueno, solo Remus te vigila. Sirius está en casa ¿no?
- A veces me parece imposible que Sirius permanezca tanto tiempo en esa casa – dijo con una ligera risa – no me sorprendería verlo caminando por los pasillos uno de estos días.
- ¡Te imaginas! ¡Que escándalo se armaría! ¡Sirius Black en Hogwarts, nuevamente! - exclamo Ron divertido – supongo que este año pasarás la Navidad con ellos ¿cierto?
- Si, eso creo ¿Y tú?
- No, creo que me quedare a hacerle compañía a Hermione. Como es prefecta debe quedarse – comento burlonamente.
- Es cierto – susurro Harry pensativo.
- Pero no te preocupes. Tú debes pasar tu primera navidad fuera de Hogwarts con Sirius y Remus – Harry lo miro preocupado – en serio, diviértete. Nosotros estaremos bien – dijo con una gran sonrisa.
- Una semana antes de que terminen las vacaciones regresaré ¿de acuerdo? Así estaré en ambos lugares.
- De acuerdo – asintió su amigo – me parece una gran idea.
Hermione llegó a la sala común. Pasó el retrato de la señora gorda aún absorta en sus pensamientos. Realmente le agradaba la idea de que los cuatro fueran amigos. Pero… ¿qué opinaban, realmente, al respecto Harry y Ron?
- ¡Hola, Hermione! – una voz la sacó de sus pensamientos encontrándose con el rostro alegre de la menor de los Weasley.
- ¡Hola, Ginny! ¿A dónde vas? – preguntó al ver que la pelirroja cargaba una pequeña canasta.
- Ah, esto – levantó la canasta – voy a las cocinas.
- ¿Por qué? ¿No bajaste a la hora de la comida? – preguntó extrañada.
- Si, es solo que… bueno, yo…
- Ginny – interrumpió pacientemente.
- De acuerdo – suspiro – acompáñame.
Salieron de la sala. Caminando entre los pasillos, encontrando a muy pocos alumnos por el camino. Debido a la hora, no debían permanecer mucho tiempo deambulando o se meterían en problemas.
- ¿Y bien? – preguntó Hermione luego de unos segundos de silencio.
- ¿Recuerdas la rata que encontré en el expreso de Hogwarts?
- Ah, si, la rata herida que se escapo.
- Si, esa. Bueno, pues la encontré de nuevo.
- ¿En serio?
- Si, en uno de los pasillos. De nuevo la curé, estaba más herida que la primera vez que la encontré, por un momento pensé que estaba muerta. Ahora está en mi habitación descansando. Tuve que encerrarla en una jaula, para que no escapara, mientras venía a buscar comida.
Entraron en las cocinas, siendo recibidas por los elfos. Ginny pidió algo de queso, leche, carne y pan; entregando la canasta a un elfo para que depositará la comida allí. Luego de unos minutos salieron de las cocinas. Y rápidamente llegaron a la sala común.
- ¿Podría ver a la rata? – preguntó Hermione deteniendo a Ginny de subir las escaleras.
- Claro – dijo extrañada.
Subieron las escaleras hacia los dormitorios del sexto año. Al abrir la puerta una pequeña sombra atravesó el piso. Al voltear descubrieron que se trataba de la rata. Ginny salió corriendo tras ella. Hermione se quedo estática mirando el lugar por donde había corrido el animal: había algo muy familiar en el roedor.
- Acaso ser
- ¡Hermione! - El grito de Ginny la sacó de sus pensamientos bruscamente.
- ¿Qué ocurre Ginny? – preguntó angustiada, al bajar las escaleras.
- Subió al cuarto de los chicos – informo con preocupación.
- ¡Vamos!
Revisaron cada habitación diciendo que la mascota de Ginny se había escapado. Finalmente llegaron a los dormitorios de séptimo año.
- Adelante – dijo Ron, al escuchar que tocaban la puerta.
- Harry, Ron ¿nos permiten revisar el cuarto? – dijo Ginny entreabriendo la puerta.
- Si, claro – dijo el pelirrojo - Rápidamente ambas comenzaron a revisar debajo de todo mueble.
- ¿Qué buscan? – preguntó Harry poniéndose de pie dispuesto a ayudar.
- La rata de Ginny – respondió Hermione mirando bajo la cama de Neville.
- ¿La qué? – repitió Ron.
- ¿Es la misma que encontró en el expreso? – indago Harry mirando bajo su cama.
- Si – respondió Ginny revisando un mueble bajo.
Ron se unió a la búsqueda. Debajo de su cama, Harry no encontró nada. Pero de pronto algo llamó su atención. Había un extraño relieve en el piso. Dio pequeños golpecitos al relieve: sonaba hueco. Descubrió una pequeña hendidura que asemejaba una puerta. La tomó, el relieve se levantó. Era una puerta. ¿Qué habría en el interior?
- ¿Harry?
El aludido se levantó tratando de no parecer sorprendido. Miro a Hermione, quien lo había llamado.
- ¿Estás bien? ¿La encontraste?
- No.
- Bien, vámonos Hermione – habló Ginny – creo que de nuevo la perdí – suspiro derrotada abriendo la puerta.
- No se porque te empeñas en tener a esa rata – opino Ron – no la he visto, pero apuesto a que es gorda, fea y apestosa.
- ¡Eso no es verdad! – gritó su hermana abandonando la habitación.
- Que descansen muchachos – dijo Hermione siguiendo a Ginny.
- Genial, ahora no dormiré sabiendo que hay una rata rondando en la habitación, que puede comerse todo lo que encuentre a su paso – comento el pelirrojo poniéndose su pijama.
- No lo se, tal vez encontró un agujero y escapo – opino Harry siguiendo el ejemplo de Ron. Acomodando su cama para recostarse – buenas noches, Ron.
- Buenas noches, Harry - bostezó. Al tocar la almohada automáticamente se quedó dormido.
Harry permaneció despierto esperando a que su amigo se durmiera. Aquella puerta debajo de su cama le tenía intrigado. Escucho unos pequeños chasquidos que lo obligaron a levantarse. De nuevo reviso bajo su cama, levantó la puerta revelando una escalera. Todo en el interior se veía oscuro y frío. Harry tomó su varita alumbrando el interior. Lentamente bajo las escaleras. El interior era un túnel muy profundo. Luego de caminar unos minutos un par de antorchas iluminaban una puerta al final del camino. Harry se acerco iluminando cada esquina de la puerta con su varita. En lo alto tenía grabada la palabra: "Merodeadores". Al centro tenía cinco hendiduras correspondientes a llaves. Cada una tenía una letra grabada arriba. "J", "S", "P", "R" y "L". Harry sacó su llave que encontró en el cuadro y que traía en su cuello. Reconoció la letra "J". Incrusto la llave en la hendidura de la "J". Encajó, perfectamente. Dio vuelta y escucho un pequeño 'click' que indicaba que estaba abierto. Ahora comprendía lo que significaba la frase: "Necesitas cinco llaves para entrar ah, dicha por aquella voz cerca del lago. Pero entonces eso quería decir que esa habitación ¿se encontraba debajo del lago? Miro la parte superior de la puerta analizándola.
- …Merodeadores… Merodeadores… - Sacó la llave de la hendidura, mirando la "J" impresa - ¡James, Sirius, Remus y Peter! - exclamo asombrado levantando la cabeza mirando cada una de las hendiduras - …los Merodeadores… - dijo sonriendo satisfecho, al haber resuelto el 'acertijo'. Las letras eran las iniciales de sus nombres – pero, ¿y la "L"? - miro la última hendidura – Lily… mi madre.
Continuar
Notas de la autora: OK Luego de días y días sin dar señales de vida, aquí estoy. ¡Si! Sigo viva y procurare seguir así. En fin tuve que presentar mi seminario. Pero ya que lo terminé ahora puedo gozar de un par de semanas libres, que pienso aprovechar = ) Espero sus comentarios sobre este capítulo, y en compensación por la espera ya tengo casi listo el próximo capítulo, que será el más largo de la historia: "El baile de Halloween" estará listo a más tardar en una semana. Ténganme paciencia recuerden que aún tengo un par de historias más a las cuales dedicarles mi tiempo. Besos.
Y ahora si, lo más importante de todo esto ¡¡¡Los Reviews!!! (aunque no lo crean esto fue lo que me ayudó a publicar lo más pronto que pude o
Shiuling: Muchas gracias por tus comentarios, prometo publicar el capítulo 10 en menos tiempo que este. Besos y no te olvides de seguir leyendo = )
Nelly Esp: ¡¡¡Gracias!!! = ) a ti te tengo en un lugar muy especial. Siempre me levantas el ánimo y créeme que estos días han sido una locura. Pero eso ya no importa, ahora viene lo verdaderamente importante. Te agradezco tu paciencia (y el review por cada capítulo) Como verás en este capítulo ya todo comienza a tomar forma. A puesto a que ya te habías olvidado de 'rata de Ginny'. El capítulo 10 será el último 'feliz' por así decirlo, a partir del 11 empezará la recta final y obviamente la mejor parte. No te preocupes pondré más atención en mi salud. Lo prometo = ) Hasta la próxima (que será muy pronto, ji, ji) y gracias
Flor: Sospecho que vas a tener que usar uñas postizas, porque si la historia ahora está buena espérate a ver lo que sigue ¡va ha estar mejor! = ) Espero que te la hayas pasado muy bien en tus vacaciones, y lamento la demora del capítulo. Prometo que el próximo no tardará tanto, porque ya me emocione y ahora si entramos en la recta final (a partir del capítulo 11) Besos y sigue leyendo = )Raipotter: Gracias por tu comentario y no dejes de leer que se va a poner muy bueno. Besos y cuídate = )
Andrea: Sobre tu primera pregunta, creo que ya se respondió en este capítulo (de cierto modo) Tom parece acosar a Harry porque quiere algo de él, (no te lo diré porque te estaría contando el final de la historia), y como Hermione últimamente pasa mucho tiempo con Harry, esto arruinar los planes de Tom. Gracias por tus deseos, espero no enfermarme más y sobre mis calificaciones, me fue ¡muy bien! Gracias por tu review y espero que no sea el último. Prepárate, porque el próximo capítulo, está más que cerca. Cuídate y graciasLizzyblack: Me siento muy halagada de saber que hay quienes recomiendan mis historias y que bueno que te gustará. Espero que sigas leyendo y si te gustaron los primero capítulos, entonces no se que pensarás de los que siguen. A mí parecer estará mejor = ) Me alegra saber que tengo tu apoyo seguro. Gracias y hasta el próximo capítulo. Cualquier duda, házmela saber = )
"Durante mucho tiempo olvide todo el daño que me hiciste… pero ahora que te he vuelto a ver… no se si podré perdonarte…"
