Harry Potter and The Legacy of Past

Por: Andy Yogima.

Capítulo 16. Esperanza

Todo a su alrededor era oscuridad. La guarida de los Merodeadores había desaparecido dando paso a una zona infinitamente oscura y grande. Se puso de pie mirando a su alrededor: una serie de antorchas se encendieron iluminando débilmente la zona con lo que pudo visualizar a Remus, Sirius, Peter, Ron, Hermione, Draco, Dayton y Scott que se reincorporaban lentamente.

-Bienvenidos –retumbó la voz de Voldemort llamando la atención de los presentes- lamento el recibimiento, pero si se los hubiese pedido amablemente, era un hecho que habrían cometido alguna tontería -se encamino hacia el grupo alertándolos al instante- podrán irse tranquilamente en cuanto cumplan mis peticiones –desvío su camino hacia Harry, los adultos rápidamente se movilizaron creando una fila frente al chico- Potter, devuélveme mi medallón.

¿Medallón? –repitió el ojiverde, claramente extrañado.

-Si, mi medallón. Pequeño, redondo, con una leyenda inscrita en el contorno y capaz de revivir a los muertos –explico desdeñosamente¿ahora lo recuerdas?

Harry se mantuvo en silencio dejando que su mente recordara los sucesos pasados. Con la última parte de la explicación del Lord, recordó aquel artefacto que según Vrotdlem conseguiría revivir a los Potter. Ya lo había visto, y recordó tenerlo frente a si justo en el momento que Vrotdlem mostró su verdadera identidad, pero poco después de eso él se desmayó y obviamente no podía recordar que había pasado con el objeto en cuestión. Encaró a Voldemort, si el Lord no lo tenía mucho menos él.

-Espera un momento –hablo Voldemort desviando la mirada del chico- Colagusano también estaba ahí, en el momento de la explosión. ¿Acaso tú lo tienes? –interrogó escrutando con la mirada a su antiguo vasallo tratando de intimidarlo como muchas veces había hecho. Pero está vez, no funcionó.

-Tú medallón debió hacerse pedazos en la explosión –dijo Peter desafiando al único ser que alguna vez temió.

-Entonces –tomó al anímago por el cuello levantándolo del suelo- tendré que matarte –siseo amenazante, como último recurso para hacerlo hablar.

¡No! –exclamo Harry sujetando la mano de Voldemort, al instante éste soltó a su presa a causa de un dolor quemante que invadía su muñeca. Revisó la mano herida encontrando la zona rojiza y sangrante- yo tengo tu medallón.

-Entrégamelo –ordeno sintiendo la cólera correr por sus venas, mirando al chico con más odio del que se creía posible. Harry extendió su mano derecha sobre el pecho.

-Tendrás que matarme si lo quieres -Voldemort lo observo cuidadosamente con la precaución que no estuviera mintiendo- caí sobre el medallón durante la explosión, no sé como pero ahora está dentro de mí –el silencio se hizo presente, con las miradas atónitas de los presentes puestas sobre el ojiverde. Excepto Colagusano, quien miro con temor al chico sabiendo lo que aquello significaba.

¿Debo entender que absorbiste mi medallón? –cuestionó el Lord, notoriamente asombrado- no cabe duda, tus poderes como descendiente de Gryffindor son sumamente grandes. Veamos como enfrentas esto –sonrió sosteniendo su varita frente a Ron, Draco y Hermione.

En cuanto un rayo morado centelló en la punta de la varita, el rubio empujo a Hermione lejos del ataque. Aquel fue el único movimiento que se pudo hacer ante el asalto tan repentino. Cuando el destello se disipo, reveló a ambos chicos en el suelo, inconscientes, con un tono demasiado blanco en la piel para ser normal y una temperatura helada como lo notó Hermione al acercarse a ellos, cubrió su boca temiendo lo peor.

¿Qué les hiciste! –demando Harry, un extraño brillo azul invadiendo su cuerpo y una llama de odio creciendo en sus ojos.

-He absorbido su fuerza mágica –explico mostrando dos pequeñas esferas, una color verde y otra roja. Volvió a levantar la varita apuntando a Dayton y Scott sin dar oportunidad de bloquear el segundo ataque- y terminaré con todos, si no me devuelves mi medallón –se burló guardando en el interior de su túnica: dos esferas más, una gris y otra morada- por supuesto tendrás que entregarme tus poderes.

-Jamás… -murmuro apretando los dientes con rabia, el aura azul creciendo cada vez más.

Voldemort retrocedió un par de pasos, sin entender lo que estaba ocurriendo. Molesto, arrojó varios hechizos que eran bloqueados por el aura del chico, quien ahora tenía los ojos cerrados. Dentro de si mismo trataba de calmarse, temiendo a sus propios poderes. Sentía una fuerza excesivamente grande en su interior e intentaba tener control de aquel impulso para no caer en el error de lastimar a inocentes. Si no era capaz de controlar sus poderes, éstos lo controlarían causando desastres irreparables. En uno de tantos hechizos arrojados por Voldemort, surgieron rocas desde el subsuelo que Remus y Hermione aprovecharon para ocultar los cuerpos casi inertes de Ron, Draco, Dayton y Scott.

-Remus…

¿Qué ocurre?

-Son lápidas –musito la chica, tras observar detenidamente las 'rocas'– eso quiere decir…

-Creo que estamos en un cementerio –terminó el licántropo mirando a su alrededor, sintiendo un extraño frío recorriéndole la espalda.

En medio de la desesperación de Voldemort, Peter se aproximo a Harry, que ahora se encontraba hincado con una débil aura rodeándolo. Poco a poco dejaba que sus poderes lo dominaran, sintiendo el peso de ellos sobre su cuerpo con la impotencia de no poder controlarlos. Un sudor frío lo recorría, de continuar así perdería la conciencia internándose en sus propios pensamientos sin la posibilidad de volver.

-Harry… -susurro el anímago llamando su atención- tienes que luchar, no temas a tus poderes o no podrás controlarlos.

-No… puedo… -murmuro mirando el suelo, sin dejar de sujetarse el pecho con fuerza casi desgarradora sintiendo un frío quemante en su interior.

-Voldemort ganará si no haces algo –pidió sujetando su brazo: rígido y frío- levántate, tú puedes hacerlo.

Del otro lado de la zona, Sirius pidió a Hermione y Remus que permanecieran ocultos tras unas lápidas mientras él iba con Harry. En contra de su voluntad, Remus espero paciente al lado de la Gryffindor. El anímago llegó rápidamente hasta su ahijado. Voldemort lo notó, blandió su varita emitiendo un brillo; al instante, Remus bloqueo el ataque llamando la atención del Lord comenzando un duelo muy cerca de donde se encontraba Hermione, tratando de controlar su nerviosismo.

-Harry¿estás bien? –preguntó Sirius, llegando al lado de su ahijado.

-No –negó moviendo la cabeza a los lados, cerró los ojos con fuerza apretando el abrazo a su cuerpo- me duele… -susurro casi inaudible.

Sirius miro a Peter buscando una respuesta, por un segundo olvidando el rencor que le tenía al anímago. Si conocía alguna forma de aliviar el estado de Harry, él haría lo que fuese necesario. Por lo menos hasta ver mejor a su ahijado.

-Es el medallón –contesto a Sirius para volver a prestar su atención al ojiverde- no estás acostumbrado a tanta magia –se inclino a la altura del chico mirando con temor el hilo de sangre que fluía de su cicatriz- tenemos que sacarte ese medallón o el esfuerzo te matara –comprendió al ver que la situación se salía de control.

¿Qué medallón es? –interrogó Sirius tratando de ayudar a Harry a reincorporarse.

-El medallón de la destrucción.

-Creí que ya no existía -confesó reflejando tristeza en sus ojos¿alguna idea de cómo sacarlo?

-Solo con magia, pero si Harry no lo soporta…

-Puedo intentarlo –murmuro el chico siendo sostenido por ambos anímagos.

-No creo que…

¡Ah!

Remus cayó frente al trío casi inconsciente, tras haber sido golpeado por un ataque del Lord que no pudo esquivar. Su oponente sonrió complacido, sabiendo que tenía ganado el duelo. Levantó rápidamente la varita en dirección a Peter, una expresión en su rostro tan serena que dio a entender el peligro del próximo ataque.

-Imperius –susurro. Su siseante voz rápidamente se introdujo en la mente del anímago, taladrándolo con el recuerdo que no era la primera vez que recibía aquel ataque, pero que tampoco podía evadir- mata a Harry, mata a Harry –escucho una y otra vez, haciendo eco en su cabeza.

Peter se dejo caer pesadamente sobre una piedra filosa, creándose una profunda cortada en la rodilla derecha dejando que la sangre corriera por la zona lastimada. Se sujeto la cabeza fuertemente con amabas manos sin deseos de cumplir aquella orden: ni una orden más de Voldemort. Pero era inútil, él no era tan fuerte como Sirius, o Remus, mucho menos como Harry, y poco a poco sentía que perdía el control de su cuerpo y su mente se nublaba cobijándolo bajo el manto de una calma tan extraña pero embriagante.

-Aléjalo… -murmuro a Sirius sabiendo que dentro de poco perdería completo control sobre su cuerpo.

Sirius lo observo un momento y pudo notar la lucha interna que intentaba librar, tomando a Harry con fuerza comenzó a retroceder sin bajar la guardia hacia Voldemort que sonreía tranquila y calculadoramente. El ojiverde cerró los ojos, sabiendo que está sería la única oportunidad que tendría para lograr su cometido. Concentró toda su magia en un solo punto de su cuerpo: el pecho, y trató de encontrar el medallón dentro de si mismo para expulsarlo.

Aún muy cerca de ellos, Peter se reincorporaba lenta y pesadamente extendiendo la varita frente a Sirius con la mano derecha, temblorosa y sujeta por la izquierda que intentaba detenerla. Remus, a unos pasos de él, intentaba levantarse, y unos pasos más atrás, Hermione se acercaba temerosa tratando de no ser vista por el Lord.

En cuestión de segundos, Peter se levantó cambiando la dirección de su varita hacia Voldemort arrojándole el Avada Kedavra. Por un segundo, el tiempo pareció detenerse en torno a ellos. Hermione y Remus se quedaron estáticos en sus lugares, Sirius se había colocado frente a Harry temiendo el ataque y sin darse cuenta, el ojiverde cayó semi-inconsciente sosteniendo el codiciado medallón en su mano, con el rostro cubierto por la sangre que fluía de su cicatriz y un sudor frío recorriéndole todo el cuerpo. Peter cayó sin más fuerzas que para respirar.

¡Harry! –exclamo Sirius hincándose a su lado.

-Aquí… está… -murmuro extendiendo débilmente el medallón.

Sirius lo sostuvo mirándolo con atención, ya no era el medallón de la destrucción. Ahora era redondo, bañado en oro con cinco piedras adornándolo: un diamante, un zafiro, un rubí, una esmeralda y… un trozo de la piedra filosofal.

-El conjuro… -susurro. Remus al escucharlo lo miro atónito y Hermione llegó junto a ellos mirando a Harry con suma preocupación, se abrazó al cuerpo del chico derramando unas cuantas lágrimas y pudo escuchar de labios del ojiverde la petición que lo llevará junto a Colagusano.

Con ayuda de Sirius y Remus, acercaron a Harry al cuerpo casi inerte del que fuese el traidor de los Potter. Pero al llegar junto a él, vieron con horror como Voldemort se reincorporaba, débil e incapaz de moverse con total libertad pero dispuesto a seguir peleando.

-Maldita rata¿creíste derrotar a Lord Voldemort estando tan débil? –siseo sonriendo con rencor.

-El… medallón… -murmuro Peter tomando la mano de Harry, fría y con restos de su propia sangre.

-Aquí está –intervino Sirius acercándose con precaución.

¿Tienes un plan? –preguntó Remus.

-Tal… vez… -Colagusano miro la pieza, sonriendo ampliamente- sabía… que podrías cambiarlo… -dijo mirando a Harry con una cálida sonrisa- Harry… perdóname… -pidió dejando que las lágrimas fluyeran de sus ojos trazando caminos salados por su rostro, demacrado y sucio- por… favor… de verdad… lo siento…

-Yo… -el chico miro unos segundos al anímago. Había arriesgado su vida por él, por todos. Encaró al mago más tenebroso de todos los tiempos, solo por conseguir su perdón. Y ahora, antes de morir eso era lo único que quería, lo único por lo que se aferraba a la vida. Entonces pudo ver la sinceridad y el arrepentimiento reflejados en sus ojos llorosos. Realmente estaba arrepentido, por la muerte de sus padres, la traición a sus amigos, su alianza con Voldemort. Todo- te perdonó –sonrió colocando una mano sobre la de Peter, que ahora sostenía el medallón con las pocas fuerzas que le quedaban. Remus miro al ojiverde, seriamente recordando su promesa: "te perdonaré, si Harry lo hace".

-Yo también, te perdonó –sonrió colocando una mano sobre la de Harry.

Sirius bufó entre molesto y resignado, y estuvo a punto de negarse nuevamente. Pero por un segundo creyó escuchar la voz de James pidiéndole que lo perdonara. Miro alternadamente a Remus, a Harry y a Peter. Tal vez muy en el fondo de aquel ser, demacrado y sucio aún existiera su amigo, el pequeño y gracioso Peter que al lado de los Merodeadores había jurado lealtad a su amistad. Tal vez aquella promesa no se hubiera perdido del todo.

-Te perdonó –hablo finalmente, colocando una mano sobre la de Remus. Hermione los observo sonriendo, con una nueva esperanza de que saldrían bien librados de aquel problema. O que por lo menos, aún valía la pena seguir luchando.

Repentinamente Sirius levantó la vista, al sentir un extraño calor sobre su mano. Y ahí estaban, como una especie de fantasmas: James y Lily Potter, sonriendo a sus amigos e hijo quien no pudo evitar que un par de lágrimas resbalaran por sus mejillas, sintiendo como las fuerzas renacían dentro de si. Con una suave melodía, el medallón emitió una tenue luz blanca-azul que lleno de calor a los Merodeadores y a Harry. Como un rayo, la luz se disparó hacia Voldemort quien no tuvo tiempo de reaccionar. El rayo le dio de lleno invadiéndolo en medio de un grito emitido por el Lord. Toda la zona se cimbro antes que el rayo se desvaneciera, una pequeña luz salió disparada dando de golpe en el pecho de Harry que, un segundo después, cayó inconsciente. Peter dio un profundo suspiro cerrando los ojos lentamente para no volverlos a abrir.

En cuanto la luz se disipo, solo quedo un bulto en lugar de Voldemort. Sirius, Remus y Hermione se incorporaron poco a poco, notando que habían vuelto a la habitación de los Merodeadores.

-Harry… -susurro la Gryffindor mirando a su alrededor. El ojiverde se hallaba inconsciente, a su lado¿Harry? Harry¿qué te ocurre? –sacudió levemente su cuerpo, sin obtener resultados aumentando la fuerza tratando de despertarlo.

¿Qué pasa? –preguntó Sirius frotándose los ojos, acostumbrándose a la luz.

-Harry no reacciona –chillo sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.

¿Qué! –Sirius y Remus hablaron al mismo tiempo, acercándose al chico.

-No está respirando –anunció el anímago levantando a Harry en brazos- hay que llevarlo a la enfermería.

-Adelántate, nosotros revisaremos a los demás –propuso Remus. Sirius asintió abandonando la habitación.

El licántropo giro hacia Peter, yacía a pocos pasos de él, con los ojos cerrados y una ligera sonrisa de tranquilidad en sus labios. Remus lo miro, analizándolo con cautela mientras Hermione revisaba al resto; se acercó a Draco y a Ron dándoles las gracias silenciosamente, por ellos, en especial por el rubio, ella seguía con vida. Se relajo notoriamente al percibir un rastro de vida en ambos, miro a Dayton y Scott y supo que se encontraban en las mismas condiciones.

-Todos están bien, creo que recuperaron sus fuerzas mágicas. Solo están dormidos –informó, aún sin comprender como era posible su recuperación¿Profesor Lupin? –siguió la dirección de la mirada de Remus¿está bien?

-Está muerto –reitero sacando su varita- Mobilicorpus –murmuro elevando el cuerpo inerte del anímago, bajo la mirada confundida de su estudiante.

-Profesor… -volvió a llamar señalando uno de los sillones donde descansaba el extraño bulto que reemplazo el cuerpo de Voldemort. Remus se acercó retirando la túnica que cubría a…

-

¡Madame Pomfrey! –exclamo Sirius entrando bruscamente a la enfermería¡Madame Pomfrey! –siguió llamando, mientras colocaba a Harry en una de las camillas.

¿Qué ocurre¿Qué es todo este escándalo? –dijo la enfermera saliendo de su despacho¿Sirius¿Pero, qué…?

-Es Harry. Está muy grave –informó indicando a la mujer la camilla donde descansaba su ahijado. Rápidamente, Pomfrey reviso el pulso y la temperatura del chico, que ya comenzaba a perder el color en la piel.

-Sirius, debemos llevarlo a San Mungo, de inmediato –el anímago asintió volviendo a levantar el cuerpo exageradamente ligero- de prisa, por aquí –indico el camino a su despacho donde había una chimenea. Sirius abandono Hogwarts trasladándose hasta el hospital, mientras la enfermera se retrasaba para dar los respectivos informes de lo sucedido.

-

En la sala común de Gryffindor, Hermione esperaba sentada frente a la chimenea, al regreso de Remus quien salió del castillo llevándose el cadáver de Peter. A sus lados descansaban Ron, Draco, Dayton, Scott y un extraño chico que habían descubierto bajo la túnica de Voldemort. Remus le dijo que ese chico despertaría en cualquier momento, que él volvería para explicarle su identidad. Caminó hacia la ventana mirando la noche: primero de enero, ya era año nuevo y ninguno de ellos lo había celebrado como debía ser. Suspiro con preocupación preguntándose por la salud de Harry.

-Harry… -volvió a suspirar- ahora sé exactamente lo que siento por ti –levanto una mano tocando la fría ventana- espero que te mejores pronto…

-Hermione…

Giro rápidamente: Draco comenzaba a despertar. Se acercó al rubio, ofreciéndole un vaso con agua que el chico recibió pidiendo con la mirada una explicación a lo sucedido. Hermione respiro profundamente, lo mejor sería esperar a que todos despertaran para ahorrarse repeticiones.

-

Un par de horas después, Remus permanecía sentado en medio de dos tumbas: "James y Lily Potter" rezaba una, "Peter Pettigrew" decía la otra. Luego de abandonar Hogwarts, junto con el cuerpo de Peter se apareció en el cementerio del Valle de Godric donde años atrás habían sepultado a los Potter, justo a un lado de su respectiva tumba, enterró al anímago. Ahora permanecía quieto, tranquilo y pensante en medio de la oscuridad rememorando los sucesos de aquel día. Peter había muerto. Algunos estudiantes que habían caído en el riesgo que concedía una batalla contra Voldemort, seguían recuperándose. Sirius, ahora al cuidado de un Harry casi muerto. Este último pensamiento lo obligó a levantarse, giro sobre su sitio mirando las lápidas.

-Traeré a Sirius y a Harry, lo prometo –dijo con una gran sonrisa despidiéndose del lugar.

-

Al llegar al hospital San Mungo, fue recibido rápidamente. Ahora, Harry era atendido por los medímagos quienes se notaron extrañados por el estado de salud presentado por el niño-que-vivió. Luego de un par de horas, apareció Madame Pomfrey, acercándose apresuradamente al anímago, que desde su llegada no había parado de caminar en todas direcciones.

¡Sirius!

¿Qué ocurrió? –pidió refiriéndose a la situación en Hogwarts.

-Avisé a Minerva, ella arreglara todo. ¿Cómo está Potter?

-Aún no me han dicho nada –comento con pesimismo.

-Ánimo, Sirius –alentó colocando una mano sobre su hombro.

-Esto será un larga espera –sonrió débilmente.

-Bien, pues vamos a sentarnos. Si sigues dando vueltas en el pasillo cavarás un agujero –bromeo escoltando al anímago hacia la cafetería.

-

Minutos, horas, días. Había perdido la noción del tiempo. Tras haber empleado casi toda su magia en aquella conexión con el mundo real, manteniéndose al pendiente de la situación acontecida en la habitación de los Merodeadores y la zona de Voldemort y con el empleo de la magia había logrado conservarse con vida. El problema era que después de haberse esforzado hasta aquel nivel, ya no podía resistir más tiempo en ese lugar reestableciendo fuerzas para poder volver.

-Profesor Dumbledore –escucho un susurro llamándolo. Levantó la cabeza viendo caer un extraño diamante azul con la forma de una gota de agua. Tomó la joya y al instante, ésta emitió una cegadora luz que envolvió al hombre.

Al abrir los ojos se encontró sentado en su escritorio, descansando cómodamente en su despacho, tal y como lo había dejado. Abrió su mano encontrando en ella el diamante. Levantó la vista, ahí estaba el sombrero seleccionador, al parecer nadie había podido entrar a la oficina. Sonrió ante el conocimiento de ello, todo había resultado tal y como lo había planeado. Colocó una mano sobre el sombrero, éste volvió a su estado anterior: lleno de vida.

-

McGonagall se encontraba de pie frente al despacho de Dumbledore, luego de enterarse sobre la recaída que había sufrido Harry, acudió a la oficina del director, preguntándose que hacer. Repentinamente sintió un escalofrío que la despertó de su ensimismamiento. Levantó la cabeza y sonriendo ampliamente pronunció la contraseña. Para su gran sorpresa, la puerta se abrió.

-Ahora las barreras de Hogwarts se han restablecido –pensó ingresando al despacho.

Continuará…

Notas de la autora: OK, más vale tarde que nunca y me temo que seguiré retrazándome en las actualizaciones, es que mi tiempo se ha visto limitado de una manera considerable y hasta que me reorganice creo que seguiremos así - sorry, no es mi intención y haré todo lo posible porque esto no duré mucho. Así que pasando a cosas más agradables, estamos como a 2 o 3 capítulos del final, y tal vez haga un epílogo, no es muy seguro pero ya veremos que pasa. Espero sus comentarios sobre el cap, ya que casi terminamos con esto, no estaría mal uno que otro review extra ¿no creen? P

Respondo los reviews:

Kirita Kasugi: Sip, desafortunadamente estamos cada vez más cerca del final - pero muchas gracias por tus comentarios, que bueno que mi fic te guste - No soy muy buena para describir batallas, aún estoy en proceso de aprendizaje… espero tus comentarios sobre el cap que haya sido de tu agrado o que por lo menos no te haya decepcionado. Aún está en 'veremos…' lo del epílogo, depende como quede el cap final ) Besos y cuídate.

Barby-Black: Cuando comencé el fic… uy, hace un buen de tiempo, ejem, como iba diciendo, cuando lo comencé jamás se me paso la idea de que fuera continuación del 5º libro (de entrada, ni siquiera había leído ese libro) pero cuando lo leí, si me quedo la idea de que podría ser un 6º, aunque a la fecha no me convenzo de ello. Creo que es demasiado corto para ser un libro¿no te parece- Muchas gracias por tus comentarios, cuídate.

Jacky: Que bueno que te agrade mi fic, espero que eso signifique que lo seguirás leyendo, al fin ya vamos a terminar P Gracias por tu review y espero tus comentarios sobre este cap. Besos )

LuNaTiKa LoVeGoOd: Gracias por tus comentarios, espero que sigas leyendo. Besos y cuídate )

Marina-potter: Me esforcé mucho en las explicaciones de Peter porque eso era primordial: tenía que aclarar lo sucedido pero como no quería que quedara muy tedioso añadí ese pequeño flash-back - Aún así, todavía quedan varios detalles a aclarar. Gracias por tus elogios, y espero que sigas leyendo.

Carito malfoy: Ya quedo listo el cap 16, espero que haya sido de tu agrado ya me contaras que te pareció P Gracias por tus comentarios, no sabes como suben el ánimo y ayudan a la inspiración. Besos y cuídate )

Hasta aquí llegan los reviews, espero que quienes lean y no han dejado review, se animen. Ya casi terminamos, es para ayudar a la inspiración -

Cuídense.

Su amiga,

Andy Yogima.

Miembro de la MMW