Seis capítulos y ya pasé los 100 reviews!! Cuando me informaron de esto no cabía en mi de gusto!!! GRACIAS, GRACIAS, gracias por tomarse la molestia en leerme y dejarme su opinión ! Significa muchísimo para mí ;; así como los mails que me han mandado, y que me hallan agregado a su msn nn
A todos ustedes, les dedico éste capítulo, pero en especial a cinco personitas que quiero mucho n.n
Mis hermanas Alex, Gaby y Lina, quienes desde el principio han estado a mi lado. (luego les mando un mail nn)
A Claudio (o.O) que le agradezco inmensamente todos los momentos buenos y amenos que compartimos, las risas que me sacó, incluso cuando hablábamos en las madrugadas y me caía de sueño xD el distraerme y alegrarme con sus locuras y ocurrencias. Gracias por ser un gran amigo con quien puedo compartir mis idioteces abiertamente xD un beso niño (Y arriba ese animo con los fics! Tú puedes! n.n)
A mi primi Yuzu ;;!!! Que la tengo perdida y me anda preocupando mucho (loka!!! Que es de ti?!?!) gracias por apoyarme y obligarme a seguir con cada uno de mis proyectos, por tus bellos regalos, tu valiosa amistad y el que siempre te acuerdes de mi. Perdona que yo no esté para ti como tú lo estás para mí, prometo cambiar eso de ahora en adelante prima. Te quiero mucho pequeña ;; (que eres mayor que yo! xD) besotes!
Sin más que decir, les dejo el capi. (por cierto... gracias! xDDD)
Fic dedicado por completo a Aiosami (que ya no me ha leído, pero yo tampoco a ti!!) te quiero oka! Y te extraño ...
"Muñeca de Porcelana" Por Kuruma Chidori Capítulo 7 "Lluvia"-Es bueno estar en casa.- Sonrió sucintamente una muchacha de aparentes veinte años, de larga y lacia cabellera fuliginosa, calma mirada ocre, y de una belleza abrumadora.
Kikyo Katsuhara era hija de una pareja de famosos empresarios y su comportamiento era el de toda una dama de sociedad. Su acompañante sólo asintió con la cabeza de forma concisa.
Kanna Kobayashi, una mujer cercana a los veintiséis años. De fría mirada oscura oculta tras el grueso armazón de sus gafas, cabellera negra con ligeros toques platinados hasta los hombros, tez intensamente clara, y delgada figura, era una joven callada al igual que Kikyo...
¿Quién pensaría que tras esa apariencia imperturbable y silencio extremo se hallaría una de las mujeres más desalmadas y sanguinarias de la ciudad?
-¿Qué te parece si vamos a tomar algo?- Invitó la muchacha de mirada castaña. Las dos se encontraban en un taxi camino a casa de ésta.
-Bien.- Una fría y escueta sonrisa se curvó en el casi transparente perfil de la muchacha...
Aquella situación comenzaba a fastidiarle, la mujer de hebras negras a veces era tan indiferente, que la incomodidad reinaba en ella... sin tomar en cuenta que jamás había sido de amistades.
ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
-¿Ya te encuentras mejor?- Preguntó Miroku a la castaña.
Hacía un par de minutos que habían llegado a la casa de éste, pero ninguno había bajado del auto ni dicho palabra alguna desde entonces; el único sonido que se podía auscultar era los suaves sollozos de Sango y el cantar de los grillos de aquella tranquila calle.
Escasas luces iluminaban la zona en donde vivía el ojiazul. Miroku mantenía la mirada fija en el volante al igual que sus dos manos, moviendo los dedos de forma inquieta de vez en cuando. En cambio, la muchacha miraba hacia la ventanilla, tratando de dar un buen subterfugio para no tener que prestarle mucha atención a su compañero. Pero la interrogante provocó que retraídamente Sango mirara de reojo al hombre, con un mar de sensaciones y palabras luchando por salir de su garganta y al mismo tiempo, sin intención alguna de ser dichas.
Sus labios deseaban formular un "sí", con el fin de no preocupar más a su amigo, pues no merecía otra carga, pese a que todos los problemas habían sido obra suya...mientras que su mente y su corazón sermoneaban en un mar de lágrimas un cortante "no", el cual era poseedor de verdad... Pero finalmente, su ser calló, ocultando sus sentimientos, sin intención de cambiar ello, tal y como tantas veces lo había hecho, dejando en duda al ojiazul.
-Quiero irme de aquí.- Protestó la mujer abriendo la puerta del vehículo, pero la mano del sujeto la tomó de la muñeca conteniéndole.
-No, espera...
-Suéltame.- Soltó fría, lanzándole una mirada mordaz, dispuesta a, si la situación lo requiriese, golpearle si se oponía nuevamente.- ¿No te ha bastado el daño que ya me has hecho?
-¡Y qué! ¿Preferías que dejase que aquél tipo te golpease?-Farfulló.
-¡En todo caso hubiera sido preferible! Hubiera... sido lo mejor.- Con la cabeza gacha, cerró los ojos con fuerza hasta arrugarlos, le molestaba tanto sentirse vulnerable. Sin embargo, esa noche sólo había actuado de una manera débil...
-Pues yo no lo creo así.- Miroku apretaba los dientes, conteniendo el coraje que el causaban las palabras de Sango.-No hubiera permitido que te dañaran... no más.
-¿A qué te refieres?- La castaña había dejado de hacer esfuerzos por safarse de la fuerte mano del hombre, pero aún sin dejar que éste le mirase de manera abierta.
-¿Crees que no me lo he imaginado?- El muchacho le jalaba delicadamente, con la intención de abrazarla, pero la joven logró alejarse a tiempo.
-No me toques.
-... sé que has pasado por mucho dolor.- Prosiguió, intentando ignorar el hecho de que la chica fuera distante y arisca, aunque esto representaba un gran dolor para él.
-Pues si ya lo sabes, déjame ir y no me vuelvas a buscar.- Sentenció cortante.
-¿Estás segura?... ¿De verdad deseas no volver a verme... jamás?- Sonrió tristemente. Sabía que de aquella respuesta se decidiría todo...
Pero la joven de cabellos marrones no respondió. ¿A quién engañaba? Miroku representaba un amigo y quisiera o no, ¡le encantaba el chico!
-Dime.- Insistió. Soportaría todo en ese momento... igual, una despedida, no tendría que ser tan dolorosa, esas cosas siempre pasaban.
-¡No sé!- Gritó por fin, evitando romper nuevamente en llanto. Apartaba de forma brusca los brazos del muchacho que suplicaban en rodearle.
La quietud de la calle poco a poco fue rota por las gotas de lluvia, que juguetonamente, caían en las hojas de los verdes árboles y empañaban los cristales del vehículo. Sango miró concentrada cómo eran que éstas resbalaban por el parabrisas, dejando un pequeño camino húmedo a su paso.
-Pues yo no podría vivir sin verte. No voy a permitir que te alejes de mi nuevamente...- Miroku respiró profundo, ahogando un sollozo de desesperación y determinación. Jamás había dicho ese tipo de cosas a una dama... ¿Qué le estaba sucediendo? Sólo se comportaba de esa manera tan empalagosa cuando la castaña estaba cerca.
Sango le miró fijamente, esa mirada añil...
El sólo pensar que ese par de zafiros le dejarían de observar, con tanto cariño, con tanta tristeza, deseándola, sin llegar a ser ofensivo y depravado como su clientela le volvía loca, esas turquesas eran suyas, suyas y de nadie más...
-Quédate a mi lado.- Suplicó el ojiazul.- Duerme conmigo.
-¿Qué dices?- Sango pareció conmocionada.
-No quiero ser un cliente tuyo, si es lo que piensas.- Sonrió, acariciando la mejilla de la chica con ternura, sintiendo cómo era que ésta comenzaba a transmitir calidez: estaba sonrojada.- Sólo me gustaría abrazarte y sentir que te puedo proteger... después tú decide si deseas que salga de tu vida para siempre.
-Yo... no sé, no creo que sea lo adecuado... yo...- Titubeó, hasta que finalmente, en un arrebato, salió rápidamente del auto, Miroku le siguió, no le permitiría irse ¡No podía!
Las lágrimas de Sango se armonizaban con las gotas de lluvia que fuertemente golpeaban sus mejillas enrojecidas, el frío le calaba casi entera, huir, huir... ¡Siempre huir!
Estaba harta de aquello, pero no deseaba que Miroku se acercara más. Sentía un enorme vacío en su interior, el miedo le embargaba, la confusión le mataba de a poco dolorosamente, y la lluvia limpiaba de mala forma las grandes cantidades de maquillaje que su rostro había portado horas antes, dándole un mal aspecto.
-¡Espera! ¡Sango!- Gritó desesperado.
... No más, no más. Que esa voz muriera, que los recuerdos no volvieran, que la tristeza y la confusión se disipara, que la lluvia cesara de raíz...
ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
-¿Piensas hablar?- Naraku se mantenía concentrado sobre el ventanal de su habitación dándole la espalda a Kagura, observando como era que las gotas de lluvia resbalaban sobre el frío cristal, formando diversas figuras imaginativas. Su voz era tranquila, pero un dejo de amenaza llegó hasta los perceptivos oídos de su hermana menor.
-Podría hacerlo.-La mujer se entretenía observando los retratos que su hermano mantenía en el librero de la pieza, detuvo su mirar en una fotografía donde se descubrían su hermano, Inutaisho Shigeru, y el que podría asegurar su primogénito, los tres parecían hallarse en una cena de gala, compartiendo la misma mesa. Kagura se sintió intimidada ante la fría mirada del muchacho, incluso cuando se trataba de un retrato y no más...
No cabía duda en que Sesshomaru era un hombre muy apuesto.
-Pero no lo harás, ¿Cierto?- El hombre fijó su atención en la joven de ojos color granate.
-Si lo hiciera, sé que me llevarías contigo a prisión... sin embargo...- Kagura sonrió maliciosamente- todos sabemos que tu me has obligado a todo esto, amenazando mi vida si me negara. Así que...
-Morirías antes de abrir la boca.- Cortó tajantemente Naraku, molesto ante la arrogancia de la chica y tomando una copa y llenándola del costoso whisky que solía adquirir a menudo.- Bien sabes que a mi no me importaría matar a mi hermanita, incluso Musou estaría dispuesta a hacerlo... Aunque...- Naraku disfrutaba enormemente la mueca de asco que se dibujaba en el semblante de la mujer.- no me molestaría cumplir esa tarea con mis propias manos.
-Musou jamás me haría daño.- Musitó seriamente, logrando que la curiosidad naciera en el frío corazón de Naraku. Has lo que quieras, lo único que deseo es que te pudras en el infierno.- Kagura salió del cuarto, azotando la puerta.
El hombre sonrió divertido. No lograba entender cómo era que Kagura se exaltaba por tan poca cosa. En todo caso, sus amenazas no le eran relevantes, le llamaba más la atención lo que decía de Musou...
Si algo siempre había deseado saber, era qué relación mantenían estos dos, fuera del trabajo y del matrimonio arreglado.
-...Adelante.- Exclamó al oír que llamaban a su puerta. Pocas eran las personas que mantenían el juego de llaves de su residencia en las manos, entre ellos, sus hermanas y el pequeño Kohaku.- Ah, con que eras tú, no esperaba tu regreso hoy.
-Kikyo tenía muchos deseos de regresar, no le pude convencer de lo contrario.- Informó Kanna, quien portaba un bello vestido blanco hasta los tobillos, con los cabellos recogidos de una forma exquisita, siendo adornados por una fina diadema color crema. - ¿Nos vamos?
-Enseguida.- Naraku tomó su chaqueta, tomando del brazo a su hermana y saliendo de la habitación, y luego de la mansión.
No era extraño para la servidumbre ver como era que el par de hermanos salían juntos a reuniones o cenas de la alta sociedad. Después de todo, no era mal visto, y si Naraku lo desease, Kagura se encargaría de encontrarle la chica apropiada...
-¿Y qué fue lo que averiguaste sobre la familia Shigeru?- Cuestionó a la joven.
Kanna sonrió con maldad...
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
Por más que lo pensara y repensara, por más que recordara y trataba de entender y dar lógica al comportamiento tan excesivamente bisoño de su mejor amigo, Inuyasha no lograba comprender, cómo era que Miroku había sido tan idiota al agredir de tal forma a un hombre como Tatewaki, salir corriendo tirando personas de rangos sumamente altos de un restaurante tan prestigioso, armar tal escándalo que hasta la policía se había hecho presente... y todo por "salvar" a una prostituta.
-Dios, eres tan bruto como Sesshomaru.- Se dijo, sobando sus sienes delicadamente, intentando inútilmente que la jaqueca pereciera en él, aprovechando que el semáforo se hallase en rojo.
Después de que él se ofreciera a pagar los daños ocasionados (Que ya después le cobraría al ojiazul con creces) había subido a un vehículo que había rentado, por mientras que el suyo siguiera en el taller mecánico, y se dirigía al prostíbulo que días antes hubiesen visitado.
No se le ocurría otro lugar, tontamente sólo podía pensar que Sango hubiese exigido ser llevada a su "hogar"... y que ante el comportamiento tan necio de Miroku, era todo menos probable que se hallasen ahí.
Su mente le repetía una y otra vez que debía encontrar a ese par, ¿para qué? Ni él sabía exactamente. Sin embargo, inconscientemente, lo único que deseaba era ver de nuevo a aquella criatura de rostro angelical y espesa cabellera obscura...
Si no mal recordaba haber escuchado, su nombre era Kagome.
-Sí... es muy bonita.- Se dijo sin pensar. No tardó mucho en llegar; bajó del auto rápidamente con el fin de no empaparse por la lluvia que caía cada vez con más fuerza, topándose con al agradable sorpresa de ser recibido por...
-¡Tú de nuevo!- Desde aquel caluroso saludo, Inuyasha dio por hecho que Kouga y él jamás se llevarían bien.
-Si, yo de nuevo. Y si no te molesta entraré... no deseo mojarme más...
-Sí, sí me molesta. Y por mí está bien que te mojes.- El hombre de ojos verdes le cerró el paso.- Tú no tienes nada que hacer aquí...
-¡Yo..!... Yo estoy buscando a mi amigo Miroku, él está con Sango, pensé que podrían hallarse aquí.- Inuyasha trataba de contener su molestia, no iba a ser como su mejor amigo que armaba alboroto por nada.
-¿A Sango? Ella se fue con un sujeto que le frecuenta seguidamente, aunque desde hace hora y media esperaba su regreso... ¿Qué tiene que ver tu amigo con ella?
-Eso no importa.- El chico se cruzó de brazos, no tenía planeado relatarle todo lo acontecido en el restaurante. Por el contrario, trataba de disipar a Kagome por encima del hombro de Kouga.
-¿A quién buscas bestia?- Soltó con sorna. Inuyasha le ignoró, por fin la veía...
Apenas se percataba cuánto había necesitado de su presencia, aunque esto significara verla con los ojos inundados en lágrimas.
-¡Inuyasha!- Kagome apartó a Kouga, y saltando sobre el joven de mirada ambarina y cabellos castaños, la lluvia poco a poco comenzaba a empaparle. –Tú tal vez sepas donde se encuentra Sango...
-Este, sí. Está con Miroku... creo.- Soltó, cohibido ante la cercanía que mantenía con una casi completa desconocida a medio vestir, y con el frío que ya estaba sintiendo.
-¿Miroku? ¿Y quién es ese?
-El chico con el que vine la vez pasada...
-¡Ah! Pero... pero ¿Cómo es que está a su lado? Hemos estado muy preocupadas.- Kagome cubrió su cuerpo con una manta que le había conseguido Kouga y que ahora éste le tendía, no podía permitir que la joven enfermase.
-Ella estará bien... Miroku no es un hombre malo.- Trató de tranquilizarle con una dulce sonrisa, cosa no común en él.
-Eso espero.- Rin apareció, con una mirada repleta de preocupación y portando una sensual lencería. Sus cabellos caían cual cascada sobre sus desnudos hombros. Tanto Kouga como Inuyasha podían percibir perfectamente la voz entre cortada de la mujer.
Rin temía demasiado por su mejor amiga, los días anteriores había estado tan deprimida, que temí que pudiese cometer una tontería.
-Tiene que estar bien, tiene qué...
Continuará...
O.o y acabé n.n espero les haya gustado, aunque yo le sentí muy rollero y dramático .. en fin...
Aunque me costó un poco de tiempo en el ciber...
He aquí los agradecimientos de los reviews xD!
Sesshi: holas!!! s no mal recuerdo tb lees corazon de dos nn pues sobre tu duda, sessh se queda con Kagura O.o espero no te moleste, aunque al final podria salir con rin, no lo sé, gracias por los dos reviews xDbesos: Chidori
Lucesita: sis!!! holas jeje, muchas gracia spor el review!!! yo tb te quiero mucho ;; espero este cap te guste que va dedicado a ti con mucho cariño, besotes: iya-corazón
Tsuki no mizu: Mil gracias por el review! espero otro si s epuede :P Chidori
Sango 900: Gracias!!! me alegra que te guste
Krizue: Gracias por tu review linda n.n
Nathari-Chan: Claro que lo hare jaja!!! gracias por el review: Kuruma
Claudio: wolas! :P gracias por leer! y sí, tienes razón sobre tatewaki, mi oido em falloó, espero te guste este capituloq ue va para ti, besos: Iya
Gemelis: Gracias linda! y nunca me cansare de oirlo xDD! te quiero sis gemelis! besos: Iyis
Yo: Gracias por tu review...
Linis: Hola mi sis Luna!!!! o que sorpresota tan linda! mil gracias! este capitulo va para ti ;; te quelo: Iya-Àngel n.n
Aoki Mind: Mil gracias!
Primi: Holas yuzu!! te extraño!!! t mando un besote, este va apra i n.n te quiere: Iya
Yuna Aoki: Hey! cuanto tiempo!!! gracias por el review, ojala te vea luego: Kirarita.
Sango-Sama: Muchas gracias! espero leas este, besos: Kuruma
Alex: TT hola mi sis!!!! gracias por leerme, significa mucho, te extaño, espero me escribas, besototes: Iyis xD
Silvia: Gracias! espero leas este: Chidori
Espero actualizar pronto, besos a todos:
Iyari
