Disclaimer: Todos los personajes de InuYasha pertenecen a Rumiko Takahashi. Su uso en éste fanfiction es de mero entretenimiento y sin fines de lucro.

"Muñeca de Porcelana"

Por Kuruma Chidori

Capítulo 10 "Romance"

Abrió los ojos precipitadamente... había tenido un mal sueño y eso se podía adivinar al ver que su cuerpo se hallaba tembloroso. Su torso desnudo estaba empapado en sudor a causa de aquel caluroso clima que había invadido a la ciudad los últimos días; hacía cerca de una semana que aquellos sueños referentes a su pasado le molestaban, y aquello se hacía ya agotador.

Miroku se incorporó lentamente, tallando sus ojos para espantar la modorra, y después de estirar su cuerpo y bostezar hondamente, con ese gusto que te da por las mañanas cuando recién los rayos de sol tocan tu rostro, miró al lado izquierdo de su colchón para encontrarse con una adormilada Sango dándole la espalda, con las sábanas cubriéndola por completo.

Por un momento pareció sorprendido. Pero pronto comenzó a recordar todo lo de la noche anterior sintiendo que algo se le revolvía en el estómago... pero le gustaba la sensación. Era un cosquilleo agradable.

"De inmediato se separaron... sonrojados por completos y sorprendidos por su acción. ¿Qué habían hecho? Tantos acuerdos para... ¡nada!

Sango se levantó un tanto turbada, para después recibir una sonrisa nerviosa del ojiazul.

-.Será... mejor que me vaya. –Sango tomó sus cosas y se dirigió a la salida con pasos torpes.

-.Lo mismo digo.- Miroku le sonrió nerviosamente acompañándola hasta la puerta.

-.Nos veremos.- Dijo con la cabeza gacha; sin embargo el chico logró notar la pequeña curvatura de sus labios, lo cual le tranquilizó un poco... y hasta... ¿le alegró?

Sango le lanzó una ultima mirada y se marchó."

El chico sonrió levemente y se volvió a acostar con un movimiento brusco, abrazando divertido a la joven por detrás, y haciéndole suaves cosquillas, logró que por fin (no sin antes de varias réplicas) Sango despertara para mirarle con molestia fingida.

.Buenos días...- Miroku le sonreía animadamente, apoyando su barbilla en el hombro de la joven.

"Miroku se dejó resbalar por la puerta hasta acabar sentado en el suelo, sujetando su cabeza casi desesperado.

¿Pero qué le había sucedido¡Se había vuelto loco!

Instintivamente se levantó, y a prisa, abrió la puerta sólo para alcanzar a ver cómo Sango corría calle abajo... Se había ido. Miroku suspiró exasperado, y con tan peculiar sentimiento de regocijo combinado con nerviosismo en el pecho, se dispuso a dormir."

La castaña no respondió, simplemente le miró unos momentos para después volverse y acariciar su mejilla amistosamente, y empujarle casi de inmediato de la cama, haciendo que el muchacho cayera de bruces sobre la alfombra gris.

.¡Hey!

Sango rió y se levantó a prisa, envuelta en las cobijas y agachándose para recoger su ropa, la cual se hallaba tirada en el suelo.

.¿Qué hora es?- Preguntó, mirando de reojo a Miroku. El hombre, quién observaba cada uno de sus movimientos tranquilamente, aún en el suelo, alzó el brazo para tomar el reloj despertador de su buró.

.Las 7:30... ¿Te irás?- Miroku se levantó, dirigiéndose a la silla de la habitación donde se encontraba su ropa y comenzó a abotonar la camisa azul que acababa de tomar de allí.

"... Y en esas andaba cuando el ruido de su timbre resonó por toda la habitación.

Miroku sonrió levemente y se dispuso a abrirle a la castaña. Y ahí estaba, respirando agitada, con el cabello levemente desordenado (seguramente había corrido). El muchacho se mantuvo quieto unos instantes, antes de poder reaccionar y dejarle pasar.

-.¿Sucede algo?- Preguntó dudoso. Posiblemente la chica regresaría sólo para darle una bofetada por lo del beso, pero por el contrario, le abrazó con fuerza para después separarse y decirle algo que nunca olvidaría..."

.¿Por qué? –Sango detuvo su andar y le miró con interés mientras comenzaba a vestirse.

.Porque si logro convencerte de que no te vayas, yo gustoso faltaré al trabajo...- Meditó unos momentos, y luego le miró con rostro ensoñador.- Por favor¡quédate!

La castaña rió.

.Buen intento flojo, pero lo siento, debo irme. Ya nos veremos después... ¿no?

.Puedes darlo por seguro.- Miroku se acercó y le besó en la mejilla antes de meterse al baño para ducharse.

¡Entonces luego te veo!- Y dicho esto, se dirigió a la salida de la casa. Tendría que regresar pronto a "su hogar".

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Su mano se posó sobre el teléfono varias veces alrededor de esa media hora. Tembloroso e indeciso había marcado un número y colgaba casi al instante sin saber si deseaba oír la voz de la persona que sabía le contestaría o no. No estaba precisamente enojado, tampoco decepcionado de la actitud de su novia, era sólo que le preocupaba tanto que temía la reacción que hubiese podido adoptar para con ella... ¿Y causarle más daños¿para qué?

La idea de terminar la relación le había tentado desde hacía meses, pero de ahí no pasaba... Y el comentar esos descabellados planes era una verdadera fantasía¿Qué diría su familia¿Y sus amigos?

Y sobre todo... ¿Qué diría Kikyo?

No... no podría hacerle eso, la boda comenzaría a planearse en esos días y ya no había marcha atrás...

¿O sí?

InuYasha respiró profundamente antes de tomar, ahora en definitiva, el teléfono negro de su apartamento y marcar "redial" ...

-.¿Hola?

.¿Kikyo? Soy InuYasha... te llamaba para ver si querrías que nos viéramos.- El muchacho trató de sonar cálido en sus palabras, pero el tono indiferente de Kikyo no permutó en lo absoluto al reconocer el de su novio.

-... Pasa por mí para comer juntos.

El muchacho suspiró pesadamente y colocó el aparato en su lugar... Kikyo le había cortado la llamada.

¿Iba a compartir su vida con una mujer así?

El platinado miró unos instantes el suelo, para después tomar su billetera del mueble de la sala y salir de la casa.

.Hay que comprenderla... no debió ser fácil ver como mataban a su única hermana.

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"Fue una noche y ya" Se repetía mentalmente una y otra vez Miroku mientras esperaba dentro del auto que las personas de la gasolinera terminaran de ponerle el combustible a su vehículo.

No era la primera vez que tenia sexo y no sería la última... Y después de todo, con la profesión que mantenía Sango, ya estaba acostumbrada aquello, así que era posible que el único atolondrado (y emocionado) por lo sucedido era él. O pensándole bien...

La joven después del beso había parecido conmocionada... Y después había vuelto ¿Podía ser que aquello traía esperanzas?

Miroku sonrió, una peculiar felicidad se había apoderado de él de pronto, y pagando al hombre de uniforme verde manchado de aceite de auto, partió rumbo al trabajo con una mezcla de pensares bastante confusos y alegres.

Había esperanzas, sí. ¿Pero esperanzas a qué finalmente?

El muchacho suspiró un tanto desconforme con aquella dificultosa situación. Viró a la izquierda y al cabo de unos diez minutos se estacionó frente a un gran edificio color amarillo. Debía dejar de lado ese problema y dedicarse al trabajo... debía sacársela de la mente y tratar de olvidarla aunque fuese un par de horas.

Pero no podía...

Miroku miró expectante a una muchacha de cabellera larga y castaña cruzar la calle, se parecía bastante a...

.¿Qué te pasa Miroku?- Se preguntó a sí mismo el ojiazul mientras sacaba un encendedor y un cigarrillo del bolsillo, encendiéndolo para llevárselo a los labios. Salió del auto y dirigiéndose con pasos usualmente tranquilos, atravesó aquellas puertas automáticas. Era un día de trabajo, no más.

ººººººººººººººº

.¿Entonces te besó?- Preguntó con una sonrisa pueril Kagome a la castaña al tiempo que se disponían a desayunar en una pequeña cafetería del centro de la ciudad. La chica lucía bastante entusiasmada con aquel romance que se podía formar.

Pero Sango no respondía, se mantenía pendiente de su plato de frutas. Sí, en efecto, la había besado, aunque casualmente había omitido el pequeño detalle a su amiga de que habían pasado la noche juntos.

Aquella sonrisa y alegría aparentemente compartida que transmitía Kagome le causaba algo de grima, y después de unos segundos en que la chica esperó una respuesta pacientemente y esta no llegó, su semblante se mostró adusto.

.Veo que no te agradó mucho ese gesto al fin de cuentas.- Observó la muchacha de cabellos negros desviando la mirada, y dándole un sorbo a su vaso de jugo.- Muy emocionada no te noto.

... No es eso.- Respondió por fin la castaña para después suspirar y cerrar los ojos con apariencia cansada. Necesitaba unas horas de sueño con urgencia.

.¿Entonces?- Kagome le miró de reojo.

.No te podría decir que no me gustó porque estaría mintiendo- Sango bajó la cabeza inmediatamente para ocultar el rubor de sus mejillas. Kagome sonrió.- es sólo, que al fin y al cabo eso es, un beso, una noche juntos y no más. No significa nada.

.¿Una noche juntos!- Gritó, haciendo que la gente contigua a su mesa les mirara con curiosidad. Kagome de inmediato se sonrojó mientras que Sango le lanzó una mirada asesina.- Eso no me lo dijiste...

.Perdón.- Y es que Sango se sentía tonta contando todo aquello. Se estaba comportando como una chiquilla... ¿qué le estaba pasando¿conmocionada por algo tan normal?- Pero como dije, dudo que tenga algún valor para él...

.Te equivocas- Le corrigió Kagome lanzándole una mirada dura- Si bien es cierto que para nosotras no signifique mucho que digamos... después de todo, nuestro modo de vida ve esas cosas como lo más normal y frívolo que puede haber... Pero, ustedes son amigos¿o me equivoco?- Sango asintió.- En ese caso, el que hallan llegado a esto, realmente guarda significado. Será mejor que te quites esas ideas y medites un poco más el asunto, medita, pero seriamente.

Sango contuvo una sonrisa, su amiga tenía razón... sin embargo, no veía lo serio del asunto. Si desde un principio Miroku había llegado en busca de una chica con la cual pasar el rato, eso significaba que de una persona seria y formal no se trataba...

¿O podría errar?

.¿Qué te parece si saliendo de aquí vamos a ver algunas tiendas?- Invitó de buena gana Kagome. Sango asintió entretenida.

Ya habría tiempo de pensar ese asunto después.

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.Ah... Eres tú. No esperaba encontrarte por aquí.- La pelirroja miró unos instantes a Sesshomaru para después levantarse del asiento de su oficina y servirle una taza de café.

... Tenía algunos asuntos que arreglar aquí. Sólo estoy de paso.- Respondió fríamente el hombre, mirando con suma atención cada uno de los movimientos de Ayame.

.Ya veo. ¿Qué se te ofrece?- Ayame le tendió la taza humeante. Sesshomaru se negó a tomarla.

.No gracias, así estoy bien. Vengo a recoger los documentos que dejé aquí la última vez. Necesito firmarlos cuanto antes si quiero hacerme de esos edificios para comenzar las remodelaciones y agregarlos a la cadena hotelera de la familia.- Informó, dándose un aire importante.

Ayame contuvo una mueca de asco mientras dejaba la taza sobre su escritorio y comenzaba a buscar en una de las gavetas.

.Te ves... bien. – Dijo de pronto, turbado ante su propia acción. Ayame levantó la vista ya con las hojas blancas de papel en las manos y sonrió déspotamente para después soltar un frío "Gracias" y entregarle los papeles antes dichos.

... Pero no puedo decir lo mismo.-Agregó, para la molestia del platinado quien sólo atinó a fruncir el ceño discretamente.- Se nota que no has estado durmiendo bien... con semejantes ojeras... debes cuidar tu salud si quieres mantener el empeño de siempre en tu trabajo Sesshomaru...

.¡Cállate!.- Resopló, y tomando las hojas bruscamente dio media vuelta para salir de la oficina de su exnovia, hablando casi a gritos.- De igual forma jamás te llegué a querer en verdad... eres fea, demasiado flaca, tienes mal carácter, eres una revoltosa, a todo le encuentras algo malo, me desesperas, eres pésima en la cama y además...

Ayame sonrió divertida, seguramente esos días Sesshomaru se había guardado tantos sentimientos, y ahora estaba aprovechando el momento menos nomotético para confesar todo aquel malestar.

... no sé que hacer sin ti.-Dijo finalmente, bajando la mirada avergonzado y con las manos temblando de tal forma que el paquete de hojas amenazaba con caer a la alfombra negra.

.Lo sé... así como sé que nunca me fuiste del todo fiel... Pero Sesshomaru...- Ayame se acercó, ahora con una sonrisa repleta de ternura dándole un par de palmadas en el hombro.- las cosas ya se terminaron. Mejor vete.

Sesshomaru le dirigió una mirada un tanto lastimera para luego abrir la puerta de la oficina y salir.

.¡Y Sesshomaru!- Exclamó la chica, sentada desde su escritorio. El hombre le miró de reojo.-...Cuídate mucho.

Los dos sonrieron.

ººººººººººººººº

.¿Crees que ese chico... cómo me dijiste que se llamaba¿Miroku, sospeche?- Musou se hallaba revisando los libreros del despacho de Naraku en busca de algo que pudiese entretenerle.

.A decir verdad creo que se tragó muy bien nuestra historia. Y con eso de que no conocía a Kagura, no veo mayor problema.- Naraku se hallaba de pie en torno al gran ventanal observando sus jardines desde el segundo piso. –Y en verdad...- Naraku le dirigió una mirada suspicaz al muchacho de alborotado y largo cabello café.- no veo de qué pueda sospechar.

Musou guardó silencio, sacó un libro que le pareció interesante, y sentándose en uno de los sofás individuales de aquella habitación, se dispuso a concentrarse en su lectura.

.Kagura a veces habla de más.- Siseó quedamente Kanna desde uno de los rincones. Tanto Musou como Naraku la observaron atentamente.

.¿Quieres decir que si una de las chicas que trabaja ahí sabe del asunto de los Watanabe por medio de Kagura, ese tal Miroku ya podría saber algo?- Musou miró con algo de enfado a la hermana de su prometida. Sus conjeturas no serían del todo equívocas. Y si aquello llegara a ser cierto, la vida de Kagura peligraría de sobremanera... Y aunque realmente le tenía "sin cuidado", no le gustaría que algo le pasara. Ella era... Kagura era...

...Una buena compañera de trabajo.

Musou contuvo un suspiro.

Naraku miró penetrante a la joven de cabellos claros con luces negras. Las palabras de su hermana eran muy ciertas... Con Kagura habría que irse con cuidado... y en ese caso, disfrutaría mucho viendo cómo Musou podría torturarla. Poner a aquella pareja en contra le parecía divertido.

... ¿Qué es lo que está pensando Naraku?- Le espetó Musou, al darse cuenta que era observado con una cruel sonrisa.

Naraku sólo contuvo una alborozada exclamación de disfrute ante su maldad y negó para llevarse a los labios un cigarrillo que recién encendía.

.Ella es tu hermana.- El muchacho dejó el libro sobre el brazo del sofá, y con la cara recargada en la mano le miró penetrantemente como si hubiese adivinado los pensamientos de ese tipo.

.Sí... y al igual que ustedes, una persona que me podría traicionar.

Musou se levantó violentamente, y a grandes zancadas, salió de la habitación bramando con furia:

¡Ni se te vaya a ocurrir tocarla!

.Demasiado obvio en sus sentimientos.- Susurró por lo bajo Kanna sin moverse de su lugar.

Naraku se acercó al sofá donde hasta hacía unos segundos Musou reposaba y tomó el libro, hojeándolo con curiosidad.

.Demasiado...

ººººººººººººººº

.Buenas tardes Kikyo.- Saludó lo más alegre que podía Inuyasha mientras invitaba a su novia a que le tomara del brazo para dirigirla al taxi que recién había parado, puesto que su auto recién saldría del taller esa tarde.

.Buen día.- A su vez, la muchacha de fuliginosos cabellos de mostró una leve sonrisa.

Durante el camino al restaurante ninguno habló, y aquel silencio incómodo perduró hasta que ambos hubiesen bajado del vehículo e Inuyasha pagara al conductor. Kikyo prontamente comenzó a mostrarse algo apática, por lo que Inuyasha prefirió entrar lo más pronto posible al restaurante y ordenar.

.¿Y... cómo estás?- El muchacho se sintió idiota al preguntar eso. Demasiado, pues la noche anterior se habían visto.

Kikyo alzó la vista de la carta del menú; sus ojos señalaban indiferencia, a lo que Inuyasha encontró conveniente callar... Esa chica le desquiciaría un día de estos.

No tardaron en pedir, y después, como era de esperarse, nuevamente reinó el silencio entre la pareja. La muchacha observaba tranquilamente el blanco mantel de la mesa, perdida entre sus pensamientos. Inuyasha, a su vez, hacía su pequeña orquesta golpeando la cuchara con el vaso de cristal.

.¿Sabes?- Dijo por fin, después de meditarlo el chico de ojos dorados- Me gustaría que hablaras más de vez en cuando... Por ejemplo¿por qué no me cuentas lo que hiciste o viste durante tus viajes?

Kikyo no apartó la vista del mantel, se mantuvo silenciosa unos instantes y después suspiró pesadamente, sonriendo con estupor.

.No creo realmente que haya algo que hablar sobre mis viajes, Inuyasha. Y si estoy aquí es para decirte algo importante...

En ese momento la camarera llegó con la comida y con una sonrisa afable en los labios rojos. La pareja esperó impávida a que ésta dejase los platos y se retirara después de escuchar de la boca del platinado un fugaz "gracias" .

.¿Algo importante?- Inuyasha la miró suspicaz. Kikyo tardó un poco en hablar, pensando en un buen subterfugio para cuando su novio pidiese razones por la decisión que había tomado recientemente.

Kikyo probó un bocado de su asado, respiró hondamente, y mirándole con un dejo de tristeza atinó a decir:

.No me quiero casar.

¿Pe-perdón?- Hipó el chico, ahogándose con el sorbo que acababa de dar a su refresco de naranja. Seguro sus oídos le habían traicionado.

.Lo que oíste.- Kikyo dio una prolongado trago a su vaso de agua, lo cual sólo alargaba la desesperación que se había apoderado de Inuyasha, y luego continuó, con voz firme. –Me doy cuenta que mi ausencia, en vez de unirnos más a mi regreso, no separa demasiado... Ya ni siquiera sabemos de qué hablar.

.Pero no digas tonterías... –Inuyasha carraspeó- No hace ni una semana que estás aquí... apenas nos vimos ayer después de meses... ¿no te estás precipitando?

.Precisamente, meses sin vernos. Y lo único que hemos hecho es discutir y luego quedarnos callados. No creo poder compartir mi vida con alguien así.

.¿Insinúas que todo es mi culpa?- Inuyasha se levantó de golpe.

.No... sólo digo que no creo que casarnos sea buena idea. Ni siquiera seguir como pareja...- La joven dudó unos momentos, bajó la vista, y luego la alzo con determinación- Tal vez sólo darnos un tiempo.

.Esas son estupideces, no me vengas con eso...- El tono que empleaba el hombre era resentido. No entendía qué sucedía, hasta hacía esa mañana había pensado seriamente en terminar la relación, y ahora que ella tomaba la iniciativa... ¿ya no quería?

.O en todo caso...- Prosiguió, ignorando las palabras antes dichas de Inuyasha.- Dame tiempo a mí, a que ordene mi mente, mis ideas, mis planes...

.Pero... pero...-Gimoteó. Ya no encontraba algún argumento para frenar la descabellada idea que se había formado en el cerebro de Kikyo¡y es que no imaginaba vivir sin ella!- ¡Pero yo te amo!-Dijo finalmente, como último recurso.

.Yo... lo lamento Inuyasha, pero creo que es, por el momento, lo mejor. Mira...- Kikyo buscó en su bolso, y sacó un papel y una lapicera de tinta azul en donde garabateó un par de números.- Me estoy mudando a Kyoto... Ya está casi todo listo, no quise decirte de esto antes. Pero puedes encontrarme en ese teléfono. Yo mañana saldré de la ciudad.

.¿Kyoto dices¿Pero qué demonios piensas hacer allá?

.Aún no lo sé... ya se verá después. Hasta pronto.

Sin decir más, la muchacha se levantó de la mesa, acarició suavemente la cabellera de Inuyasha y se marchó, tan indiferente como siempre...

El joven tardó unos minutos en reaccionar... algo corría por su cara... ¿lágrimas?

Inuyasha se levantó, dejó dinero sobre la mesa... lo suficiente para pagar la cuenta y que se quedaran con una buena cantidad de cambio, y salió del restaurante con los pasos temblorosos.

¿Lo habían votado¿A él¿Inuyasha Shigeru?

.Supongo está bien.- Bramó en voz alta, dándose una enorme apariencia de suficiencia.

ººººººººººººººº

De mala gana, Musou se había abierto paso entre las puertas de la vetusta morada, sin detenerse a mirar al escandalizado Kouga, que como era su costumbre, hacía su guardia matinal.

.Al menos podrías llamar a la puerta antes de entrar así como así.- Farfulló el moreno, pero el joven no respondió y siguió caminando derecho.

.Que sorpresa verte por aquí...- Exclamó Kagura al verle pasar a lado de dos jóvenes de apariencia cansada. Rin, quien estaba con la muchacha de rojo mirar, encontró conveniente alejarse unos pasos de aquel embravecido sujeto.

.Sólo vine...- Musitó agitado, respirando con dificultad por la carrera que había pegado en motocicleta desde la residencia Kobayashi hasta el prostíbulo- para decirte que pase lo que pase...- Musou tomó del brazo a la mujer, apartándola de Rin para que nadie más escuchase- no debes abrir la boca ni decir nada relacionado con el asunto de los Watanabe ¿Entiendes?

.Pero... ¿por qué?- Kagura parecía confundida, pero la mirada que le lanzó su prometido bastó para que silenciara. Un tanto desganada, y con el ceño fruncido, asintió para después agregar- No tiene de qué preocuparte.

Musou sonrió, dio un pequeño golpecito a la mejilla de la joven en forma amistosa y salió nuevamente de allí.

.Ah... esta noche te invitaré a cenar. Más vale estés lista, no aceptaré un no por respuesta.

Tanto Kagura como Rin parecieron asombradas con ese cambio de actitud.

...Y ahora... ¿a ese qué le dio?- Rin sonrió incrédula, recargando su brazo en el hombro de su amiga. Kagura formó media sonrisa, suspiró, y giró sobre sus talones caminando tranquilamente por los pasillos del prostíbulo; Rin le siguió.

Continuará...

Finalizado el martes 18 de mayo del 2005, a las 00:25 am.

A Aiosami (okaa! n.n) con quien he tenido el gusto de poderle leer más seguido, tanto en el msn, como en fanfiction –con un agrado enorme!- Un beso Rita.

N/A

Que si el título del capítulo no va ¬¬, en fin.

Konnichiwa minna-san¿Cómo están? Yo me hallo bastante contenta con esto de que el fic halla alcanzado los 10 capítulos y que tengan tan buena aceptación entre ustedes. Mil gracias a todos! Espero el capítulo fuera de su entero agrado... y perdón por el retraso. He tenido tres semanas repletas de deberes escolares (que andaré sin clases pero tengo mi montaña de tareas) y de varias lecturas pendientes, así como que me di el gusto de publicar dos pequeños songfic´s "Ojitos de Lluvia" y "Nace un Muerto" (si se dan una vuelta por ahí no me quejo n.n) Pero espero que mi tardanza halla valido la pena...

Ahh! Extendiéndome un poco más en mis notas, recomiendo totalmente a los seguidores de los fics de Harry Potter (Y del Hermione/Harry) el fic Borrando el Amor ¡Historia bellísima e interesante! La autora es Aiosami.

Y ahora, los agradecimientos de los reviews n.n (lamento que sean solo nombramientos... ya saben... tiempo U.U)

Gaby-sis (Por el mail... ay, enserio, gracias sis)

Alis-chan (gracias! Sabes que adoro tus reviews!)

Yami-kun (n.n)

Neji (xDDD! Ajem... sin comentarios, te amo n.n)

Luna (Lina! T.T)

Tsuki no Mizu (gracias por leerme siempre!)

Cristy-girl

Iris-Ody (Arigato a ambas! XD)

Gabyhyatt

Julia Elvir

Midori (Por los dos reviews, lamento la demora)

Yuzu (Prima!)

Naru (Perdón, tu otro nick está largo y enredoso para mis dedos jeje, un beso)

Elen-Ses (Por los tres reviews, muchísimas gracias! Pronto te escribo n.n)

Nathari (amiga!)

Ely-chan

Hime-Kagome (en verdad gracias)

Hikariahome

Azuran-Dark-Angel

JESZAS111

Ahora me despido, se cuidan!

Iyari