Capítulo 1: A través de los años….

"La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre"

Nietzsche, Friedrich Wilhelm

El hombre siguió corriendo escaleras arriba su larga túnica negra ondeando detrás de él, si tan sólo le hubiese buscado antes, si tan sólo….

Sus adoloridos músculos gritaban por un descanso, pero se obligó a apresurar su carrera, los latidos de su corazón al máximo, la música disminuía y aumentaba en intensidad, interpretada con inusual torpeza, como un aprendiz dando sus primeros pasos. ¡No! No de esa manera.

-Detente…- Salió de sus labios, la música de pronto cesó para continuar a los pocos segundos, como si el ejecutor no se atreviera a continuar, la tonada era lenta, hermosa y muy triste, llena de amargura y soledad, ¡no podía ser el mismo!¡esa persona jamás tocaría así, ¡Nunca!

Las notas empezaron a sonar cada vez más espaciadas, agonizantes, ¿qué podía haber pasado?, ¿qué había cambiado tan rápido algo tan bello en algo tan triste?, y sobre todo ¿porqué sentía que si aquella persona lograba terminar la pieza lo que aún quedaba intacto de su corazón se rompería en millones de pedazos?

Cada nota estaba envuelta en tristeza, vacío, de pena y culpa, pero sobre todo cada nota era una despedida, un adiós amargo, se estaba despidiendo, de la felicidad, de la vida…..

De pronto una última y desgarradora nota tembló en el aire para luego desvanecerse, Snape se detuvo de golpe y luego empezó a correr aún más rápido, abrió la puerta del clóset y bajó las escaleras, casi sin aliento alcanzó la habitación para encontrarla vacía, tan sólo la figura de un fantasma sentado en una silla al fondo, éste le miró con pena y susurró muy bajo.

-Se ha ido….y no creo que vuelva..

-No

-Abandonó su violín…ahí está……. debajo del sillón…

El hombre se inclinó y de un golpe quitó el sillón revelando una larga grita en el suelo, a tientas metió el brazo hasta que topó con algo suave, luego sacó el estuche envuelto en la suave tela, con dedos temblorosos abrió el estuche y contuvo al respiración al ver el hermoso violín que durante años había escuchado a través de las paredes. La rabia inundó sus ser, si tan sólo esa noche se hubiese atrevido a abrir la puerta…

FLASBACK 6 años antes….

Silencio, por fin, su oportunidad había llegado, asomó la cabeza detrás de la cortina ronquidos llegaban de dos de las camas a su lado,, se bajó de la cama sin hacer ruido, una habilidad que había adquirido gracias a su "casa" con cuidado e arrodilló y abrió su baúl quitando un pedazo de tela se reveló un fondo falso, sacó algo largo envuelto en una tela negra de terciopelo, ¡seis meses!¿Cómo había aguantado tanto tiempo?, pero ahora tenía la clave Sir Patrick se la había dado.

Apretando fuerte el estuche contra su pecho se puso la capa que le había sido entregado hacía pocos días por algún misterioso benefactor.

Salió tan silenciosamente de la torre, como un fantasma, corrió sin hacer ruido por los pasillos, subió escalera tras escalera deteniéndose de vez en cuando para no perderse, hasta llegar a la torre de astronomía, la rodeó hasta encontrarse con un pasillo cerrado, golpeó una piedra del muro con su varita y un hoyo se abrió en la pared, entró en un cuarto inundado de muebles y bancas viejas y al fondo un pequeño armario, abrió la podrida puerta de madera de éste y murmuró un sencillo hechizo que Hermione apenas le había enseñado

-Lumos…

En la punta de la varita apreció una tenue luz apenas lo suficiente para distinguir el interior, era un armario apenas lo suficientemente grande como para albergar a ana persona de baja estatura de pie, dentro había una cubeta oxidada y llena de polvo y lo que parecían ser restos de lo que una vez debió de haber sido una escoba, pero dirigió su varita contra las desalineadas tablas de la esquina y vio una suelta, sonriendo la tocó con su varita y esta también se abrió dejando un espacio apenas lo suficiente para que él pasara, entró y por poco se va de boca pues inmediatamente después había una escalera, levantó su varita y el haz de luz reveló un camino interminable de escalones hacia abajo, bajó y bajó hasta que las piernas empezaron a dolerle, de pronto soltó un grito cuando una cabeza grande y plateada le atravesó de improvisto.

-¡¡Sir Patrick me ha asustado!!!!

La cabeza de un fantasma largo y de aire distinguido le miró y luego consultó su reloj de bolsillo.

-Llega diez minutos tarde Sr Potter…

-Lo siento mucho….

El fantasma miró con atención la pequeña figura aún en pijama, el rostro apenado y el movimiento nervioso de las manos, suspiró y se dio la vuelta flotando fantasmalmente escaleras abajo.

-Las excusas son para los mediocres, ahora sígame, si sigue caminando sin sentido lo único que hará será perderse…

El chico asintió y el fantasma le indicó que golpeara una antorcha apagada con su varita, se abrió un muro más dejando paso. Al final sólo quedaba una puerta de madera, pequeña y vieja, pero extrañamente hermosa, tal vez fueran los restos de lo que una vez fuesen preciosos grabados o el extraño color casi dorado de su madera, el pequeño la empujó y entró varita por delante, dentro había una gran habitación redonda, el suelo de madera con una fina capa de polvo que se levantó a su paso, en el techo había una telaraña de cristal de tres hilos también cubierta de telarañas, aunque el centro de la habitación estaba despejado en las orillas había varias pilas de sillas y sillones y otros objetos todos cubiertos con telas, había también varias alfombras enrolladas en una esquina. Todo iluminado por un tragaluz en el techo, o más bien un hoyo, pues parecía que se encontraban en la parte más profunda del castillo, tal vez incluso más abajo que las mazmorras

-¿Y bien qué le parece?-Dijo el fantasma de Sir Patrick Milliant, que como todo el mundo sabe, fue uno de los mejores (y pocos) violinistas mágicos.

Sacó con cuidado su instrumento y al momento de que el fino arco de madera tocó las cuerdas un escalofrío recorrió su ser, sonrió. La acústica era perfecta.

-Es perfecto..

Sir Patrick observó como el pequeño niño de once años levantaba con gracia una vez más el violín, luego deslizó el arco con suavidad y las notas empezaron a surgir.

Dejó que sus dedos marcaran su programa y éstos se aventuraron con el Badinerie de Bach, su sonrisa se fue ampliando, había olvidado hasta que punto la música formaba parte indispensable de su alma, siempre era igual, esa felicidad emanando de algún lugar dentro de él, ese sentimiento cálido que le rodeaba.

El fantasma de Sir Patrick se sentó con discreción en una de las sillas y miró con aprobación al chico sonriendo ligeramente.

La pluma rasgó el pergamino con suavidad dejando tras de si una línea roja para luego detenerse, dejó con suavidad la pluma en el tintero y una sonrisa diabólica se formó en su rostro, oh si….la desesperación, la miseria, el terror impreso en esos rostros, aún podía saborear el miedo y la pena emanando de los chiquillos, ¿y qué si después de eso tenía que pasar una noche en vela revisándolos uno a uno? Para Severus Snape las caras de una clase llena de quintos años ante las simples palabras "examen sorpresa" bien valían la pena la falta de sueño.

De pronto algo en su interior disparó una alarma, había un algo diferente en el aire, algo que no estaba ahí cinco minutos antes, el haber vivido años en las mazmorras le habían conferido a sus ya de por si desarrollados instintos un nivel casi sobrehumano, así que de inmediato captó el sutil cambio del aire, como impulsado por una extraña fuerza se levantó de su asiento y salió de su despacho, empezó a caminar internándose en la parte más profunda de las mazmorras, internándose en un laberinto de puertas y pasadizos del que ni los Slytherins habrían sabido como salir, pero él lo conocía como su propia palma, puso su mano sobre la fría roca y notó de inmediato las vibraciones en el corazón de ésta, un sonido, eso era, ¿pero de qué?, avanzó aún más hasta que empezó a distinguirlo, era música, un instrumento de cuerdas….apresuró el paso hasta que llegó a un viejo almacén, entró empujando la pesada puerta, la habitación estaba rebosante de bancas, baúles viejos, y demás cachivaches, entró la habitación a oscuras y entonces pudo oírlo con claridad, era un violín, y definitivamente no era una grabación ni mágica, ni muggle, no, había alguien tocando y tuvo que reconocer que ese alguien sabía en verdad lo que hacía.

Buscó con los ojos el origen del sonido y lo encontró en un ducto de aire, entonces estaba en otra habitación, ¿pero dónde? Cada habitación de las mazmorras estaba conectada por ductos de aire, una verdadera maraña de ellos, ni siquiera los elfos domésticos habrían sabido ubicarlas de esa manera, sin notarlo se sentó en un viejo baúl escuchando con atención la música, era una tonada alegre, y el ejecutante sabía sacarle el mayor provecho, transmitía la alegría propia de la infancia, inocente, pura, y de pronto el mismo se sintió así, alegre como un chiquillo, la tonada terminó y le siguió otra y otra más, y luego hubo silencio.

El hombre se levantó sin saber muy bien lo que había ocurrido, ¿un estudiante tal vez?, pero ninguno de los actuales parecía poseer si quiera la mitad del talento o las sensibilidad para tocar de esa manera, ¿entonces quién?.

La mesa de Gryffindor tan bulliciosa como siempre se llenó de pronto de los postres, avivando con esto las charlas. Los de primer año estaba arremolinados en un rincón discutiendo acaloradamente.

-¡Te digo que es cierto!!!

-Si Dean seguro….

-¡Perfecto te lo demostraré esta noche!

-¡No no lo harás Dean Ya perdiste veinte puntos de Gryffindor esta semana!!!

El chico miró a la niña a su lado, y luego exclamó con vehemencia.

-Pero Hermione es sólo para mostrarle a Ron que si existe!!

-por última vez Dean el-fantasma-violinista-no-existe

-¡Claro que existe!!¡Marge Windgrill me dijo que lo vio hace una semana en la torre de astronomía y hay múltiples testigos de que…!!

El pelirrojo le detuvo a media frase y levantando un pedazo de tarta de manzana exclamó: -¡En verdad Dean! Nisiquiera Nick Casi decapitado lo ha visto y él conoce más de este castillo de lo que te imaginas ¿cierto Harry?

El chico que vivió levantó los ojos de su helado y los paseó por las caras de sus amigos, se encogió de hombros y atacó su helado. Ocultando una media sonrisa con la cuchara.

-Yo nunca le he visto ni oído.

-¡¿Ja lo ves?!

-Pues existe!!¡¡Y te lo voy a demostrar!!

-¿De qué hablan?

Neville se sentó en medio de los chicos cogiendo un pedazo de pastel y dejando a su sapo peligrosamente cerca.

-Sobre el fantasma violinista

-¿Entonces es cierto?

-¡No Neville!¡Sólo es un cuento!- Volvió a exclamar Ron al tiempo que esgrimía su peligroso pedazo de tarta de manzana sobre su cabeza.

-¡No es un cuento! Escuchen, el fantasma de Lady Doroty Twinlint me dijo al otra noche que es el fantasma de un pobre músico que murió de hambre porque no quiso vender su violín ya hora recorre los pasillos tocando en las noches de luna llena…

-Y la semana pasada era un monje violinista que se había escapado de la abadía!¡En verdad Dean deberías saber mejor que creer en los rumores de Hogwarts!

-¡pues un día de estos se los probaré!

En la mesa de los profesores una discusión parecida tenía lugar entre Filch el conserje y Dumbledore.

-¡Tan sólo déjeme prenderle fuego a unas cuantas salas y le aseguro que tendremos a ese malandrín en nuestras manos!!

-Argus, por mas….creativa que sea tu idea no puedo permitir que inicies un fuego en el castillo, ni siquiera sabemos si este fantasma sea en verdad un estudiante..

-¡Pero la Sra Norris lo sabe ella lo ha olido durante todo este tiempo!

-Lo siento Argus pero mi última palabra es no, no podemos prender fuego así nada más.

El conserje se dio la media vuelta murmurando cosas acerca de los buenos tiempos de la inquisición y sobre la buena disciplina de la edad media. Unas sillas a la izquierda Snape les estaba escuchando como no queriendo, después siguió tomando tranquilamente su té, al tiempo que desenrollaba el profeta. Bueno, él sería el que lo descubriría no por nada había servido de espía durante varios años, si sin duda sería pan comido. Luego quitó veinte puntos a Gryffindor cuando un pedazo de tarta de manzana le pasó rozando por unos milímetros.

fin del flasback

Snape se levantó con el violín en su mano, pues bien, no sucedería otra vez, no dejaría caer a esa persona, no si podía evitarlo. Miró al fantasma sentado en la silla, ése observaba el violín con la misma pena con que se contempla un ataúd.

-¿Quién es?

Su voz se amplificó en el cuarto, el fantasma le miró y negó con la cabeza.

-Hice un juramento….

-Y los juramentos de los fantasmas son más complicados que los de los humanos – le cortó el hombre con una mueca. Sir Patrick volvió a asentir, y luego desapareció por una de las paredes. Dejando al hombre con el instrumento en la mano.

Harry miró casi con odio su desayuno, miró a su alrededor, las sonrisas, las alegres conversaciones, él ya no pertenecía a ese lugar, no más.

Con un rápido vistazo a su alrededor hizo lo que ya se había convertido en un ritual, con un movimiento de su varita la mitad de su desayuno desapareció, luego tomó una tostada y la empezó a masticar con trabajo, simplemente la comida había dejado de saber bien, el simple pedazo de pan tenía un gusto asquerosamente familiar al cartón e igualmente difícil de tragar. Hermione a su lado le toco con suavidad e hombro y con una sonrisa le dio el horario de sexto año, el chico le devolvió la sonrisa.

-Hey Harry! ¡Dumbledore quiere verte en su oficina después del desayuno!

-¡Ron!!¡Eres un perfecto y se dice el Director, no Dumbledore!

-Si bueno como sea

-En verdad Ronald!

El chico que vivió se levantó agradecido de no tener que seguir fingiendo que comía, y por una vez sentía cierta nostalgia por Privet Drive, ahí a no tenía que fingir, ¡como hacerlo cuado ni siquiera tenías comida con qué fingir!. Antes de entrar a la oficina del director sacó de su túnica un frasco con un líquido de un brillante color azul, una poción nutritiva y revitalizante. "Todo lo que el cuerpo necesita" de un trago se la tomó y luego fue ascendiendo hasta la oficina dentro un sonriente Dumbledore lo recibió.

-¡Harry siéntate por favor!

El muchacho así lo hizo y miró al anciano frente a él calmadamente, ya había tenido varias "pláticas" con él durante el verano, incluso Dumbledore había estado suministrándolo de varios libros sobre defensa y ataque, además de varios comentarios sobre que debía seguir practicando su oclumancia, unas semanas antes se habría puesto furioso ante la simple presencia del hombre, pero ya no, bueno al menos ya no exteriormente, no volvería a explotar, no volvería a…

-¿Deseaba verme señor?

-Si Harry, dime ¿qué tal tu verano?

-Los libros me ayudaron mucho señor- Se limitó a decir Harry.

-Me alegra, y Harry, se que tu y yo tenemos cierta plática pendiente, comprendo que en estos momento no sea tu persona favorita, pero..

-No se preocupe Señor, lo entiendo, está bien en serio….

EL hombre le miró a través de los cristales de sus gafas y luego su sonrisa se desvaneció, para luego anunciarle.

-Bueno Harry, he tomado en cuenta tu petición acerca de aquellas clases de defensa….veo que tu camino hacia convertirte en Auror va excelente, creo que incluso en profesor Snape se sorprendió a ver tu calificación del TIMO….enhorabuena..

Harry le miró y trató de parecer azorado, si claro las calificaciones, apenas las había visto antes de guardarlas en un libro, ¿porqué habría de importarle un comino el futuro?

-Gracias, en cuanto a las clases..

-Ah si, y bueno, en el castillo hay una persona en específico que posee excelentes conocimientos tanto de defensa como de ataque, así que si lo deseas creo que puedo convencerle de que acepte..

-¿Quién?

-El profesor Snape

El estómago de Harry se comprimió y bajó su vista al suelo, podía contenerse frente a Dumbledore, podía fingir frente a los demás, incluso podía ignorar a Malfoy, pero Snape era caso aparte, no se creía capaz de permanecer impasible ante él…pero de otra manera su plan se retrasaría, necesitaba aprender y rápido…

-¿Qué tengo que hacer?

Tal vez estaba perdiendo sus facultades mentales, o tal ves tantos cruciatus en verdad le estaba afectando, ¿quizás la alineación de los planetas?, o tal vez había estado tan enfocado en el asunto del violín que cuando el maldito Albus-manipulador-sádico-oportunista-Dumbledore le había pedido ese favor él había aceptado sin más, y ahora en escasos instantes su despacho sería invadido ni más ni menos que por ¡el chico dorado!

Dejó el violín sobre una mesa cerca de un estante y se preparó para recibir al chico, aún seguía furioso por el incidente del pensadero, por no mencionar los últimos cinco años, si el condenado chiquillo no fuese una clave importante para derrotar a Voldemort….

Unos golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos, luego el chico-que vivió entró en la habitación. Si, igual que su padre….aunque, había ciertas diferencias, la estatura para empezar, y bueno obviamente los ojos, y esa aura definitivamente era diferente, más ¿oscura?, no este chico era la figura de la luz y la felicidad oscuridad sería la última palabra para definirle ¿cierto?

-Profesor…

-Siéntese Potter.

El silencio se mantuvo unos instantes hasta que el hombre empezó a hablar, su voz fría y seca sin dejar lugar a réplicas.

-Supongo que ha hablado lo pertinente con el director acerca de estas clases-el chico asintió- muy bien, ahora considerando que estas…."sesiones" van a exprimir el poco tiempo libre que me queda me agradaría dejar algunas cosas en claro antes de embarcarme en algún barco destinado a hundirse: Primero que nada espero de su parte una dedicación total, si veo que no hace su máximo esfuerzo y me refiero a su máximo, entonces cancelaré esto de inmediato.

Harry asintió ligeramente.

-Segundo, tengo mis propios métodos y no me gusta que se cuestionen, cualquier queja o crítica y el aseguro que las clases se suspenderán. Y por último y esto va en serio Potter, ni una palabra sobre esto a nadie, si le preguntan está en sesiones de pociones curativas ni una palabra más ¿entendido?

-Si.

Snape le miró sin mover un músculo de la cara ¡¿Si?! ¿Un simple si?. Bueno eso había sido inesperado.

-Muy bien Potter, la primera sesión será dentro de dos semanas, mientras tanto espero que mejore su condición física para entonces, dudo que en sus vacaciones haya echo demasiado…

-"No…sólo trabajar como esclavo para los Dursley"

Quiero que se levante una hora antes y corra ¿entendido? Después nos ocuparemos del resto. ¿Alguna pregunta?

-No señor.

-Puede retirarse Potter.

El chico asintió estaba a punto de salir del lugar cuando se detuvo de golpe, sus ojos fijos en el instrumento sobre la mesa, el hombre levantó su vista pero no pudo ver el rostro del chico ya que le daba la espalda.

-¿Algún problema Potter?

El chico se sobresaltó y luego señaló el violín.

-No sabía que usted tocara…

-Me temo que hay mucho de mi que usted ignora, pero no el violín no es mío. Sólo lo estoy guardando para entregárselo a su dueño.

-¿Si?....

El chico le miró extrañamente para luego volverle la cara, acercó una mano pero no tocó el instrumento, luego volvió a hablar su voz ocultando cualquier emoción.

-¿Y de quién es?

-Eso..Potter no es de su incumbencia, ahora regrese a su casa.

El chico miró un momento más el violín para luego salir cerrando la puerta tas de si. Snape tomó el instrumento guardándolo en su estuche y luego en la suave tela negra, bueno eso había sido demasiado civil para ser Potter, ¿tal vez había madurado?. Si, claro….pero ahora con el asunto Potter su búsqueda se dificultaría aún más.

-¿En dónde estás?

Harry fue caminando hasta llegar a un pasillo desierto, había algo en su pecho que no le dejaba respirar, quería gritar, pero no, lo había jurado, no volvería a dejarse llevar por sentimientos idiotas, ¿y qué si el hombre tenía su violín?, ¡No ya no era SU violín! ¿porqué habría de preocuparse, por la estúpida cosa?, después de todo lo había abandonado, ya no significaba nada ¡Nada!. Se recargó en una pared y se fue deslizando hasta quedar en cunclillas, la opresión en su pecho creciendo, respiró profundamente varias veces, luego miró a su lado, había una edición arrugada del profeta tirada en el piso, lo mismo, ataques de mortífagos…Si, debía recordar su objetivo, lo había abandonado por ESO, no había vuelta atrás, no ahora, el mundo tendría a su pequeño salvador una vez más, ¿no era eso lo que todos deseaban? Pues bien les daría gusto, ¿querían al chico dorado?¿a la maravilla Potter? ¿Quería Dumbledore una bonita marioneta para derrotar al malvado Voldemort?, perfecto, ¿Querían un modelo de perfección y bondad?¿De justicia y rectitud? Genial, les daría todo el paquete, y después entonces por fin sería libre, de todo…

Se levantó una vez más y empezó a caminar con decisión, no había vuelta atrás, no para el-chico-que-vivió.

Capítulo 1 espero que les haya gustado….reviews