Todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi, y los fragmentos del libro de La Ley del Amor de la señoraLaura Esquivel hago esto sin fin de lucro por ello no incurro en ningún delito, aclarado esto aquí vamos
"Meeting"
Por Mimi Chan Y Rakane
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Algún día cuando el tiempo no sea tiempo y volvamos a encontrarnos…
Capitulo 5:
"Te conozco..."
Isla Ángeles de Sal en algún lugar en el mar mediterráneo
notas para empezar:
cursivas: pensamiento en cuaderno
"comillas": pensamientos de los personajes
negritas cursivas:diario de marina
cursiva subrrayada:vitacora de Roman
cursivas negritas subralladas: carta de el estupido de karlt
"cursivas subrayas negritas entre comillas centradas": cancion de el song fic
curivas entre gatos : parte especial del libro "la ley del amor" de Laura Esquivel
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El sol muere a todo mi alrededor, la noche pronto cubrira todo con su negro manto, el mar delante de mi, esa mistica criatura... y la llamo criatura por que solo una criatura, una criatura viva, prodria tener todos los dones del mar...la belleza, la fuerza, la vida, los secretos del mar... ninguna criatura mas con este aroma a sal y tierra unidos, el color infinito del cielo como una copia de él...no... solo una criatura viva podria tener todos los dones del mar y mas aun inundar todos tus sentidos con ellos, el aroma de vida en el aire, la suavidad de la brisa, los colores del cielo y el sol muriendo dentro de él...no... no piede ser solo agua salada, es una criatura que vive, siente, llora y se enfurece; que en sus pasiones puede regalar belleza y existencia y en sus rencores deja escapar todo su poder sin riendas trayendo consigo incluso la muerte
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Sobre una tranquila playa, sobre la arena blanca, había una chica. Miraba el mar como desconectada de la realidad que la rodeaba, puso la libreta en la que había intentado hacer un dibujo, resultando algo completamente diferente, sobre sus rodillas, y cerró los ojos, dejándose arrobar por la cálida sensación del mar, alborotando su cabello, inundando su nariz de ese aroma que tanto amaba, mojando apenas los dedos de sus pies... en ese momento, a pesar de la complejidad de aquel día, solo el mar podía tranquilizarla.
Por otro lado, cerca de ella, venía él, muy enojado, sin mirar siquiera por donde venía. No podía creer lo que había visto, que estúpido se sentía. Sin duda ella se habrá reído de él un millón de veces¿cómo podía ser tan hipócrita tan falsa, tan...?
Se lo había vuelto a hacer, la había vuelto a traicionar, no podía creer que ella misma hubiera sido tan ilusa, tan torpe¿cómo se dejó envolver por sus palabras de amor?... falsas todas ellas, mil veces falsas.
...fácil, tan liviana, tan casquivana, no tenía moral ¿cómo podía hacerle esto a él, que le había confiado su vida entera, que la había hecho su mejor amiga, su compañera, su amante...? Pateó el agua delante de él. Fue entonces cuando oyó una exclamación y vio que había mojado a alguien.
Oye tú, grandísimo estúpido¿qué te propones...? – subió la mirada y vio a un chico no mayor de 20 años, de pelo negro y tez morena. Lo que casi paralizó su respiración fueron sus ojos, unos profundos ojos azul grisáceos mirándola.
... había una chica ahí, mirándolo a los ojos. Se concentró en esa mirada, en esos ojos marrón que lo miraban absortos; solo alcanzó a desviar su mirada un poco para descubrir la figura angelical de la dueña de esos ojos: su piel bronceada escondida bajo una vestido corto color blanco, una cabellera oscura que reflejaba el mar, dándole un tono azul curioso, y esos ojos... era... era como si conociera esa mirada, como si hubiera buscado la sombra de su ojos toda su vida.
"Esos ojos..." - no pudo apartar la mirada de esos ojos, era como si esa mirada la hubiera paralizado y atrapado, era como verse reflejada en una mirada conocida, ansiada. Sentía su corazón caminar en una forma irregular, como si conociera esa mirada, como si un nombre quisiera escapar de su boca
"¿Quién...?" - De pronto le dio miedo la profundidad de esa mirada y dirigió su mirada a su regazo... y vio su libreta mojada, y ese pensamiento, solo como una mancha difusa entre las líneas... pero... "eso sí que no" - Oye tú ?por qué no té fijas! Mira lo que has hecho, me costó mucho trabajo sacar este pensamiento- "esto es la gota que derramó el vaso".
¿Que? – reaccionó él también, pero un poco tarde, pues ella se levantó muy molesta y lo abofeteó. Le dolió, sin duda no mucho, pero en su estado hasta el más mínimo golpe sabía lo pondría furioso, y así fue - oye loca? qué te propones ¿Por que me golpeas?
Acabas de arruinar algo importante para mí – dijo visiblemente furiosa.
No es razón para que me golpees así.
En primer lugar, no me trates de TÚ, y en segundo lugar deberías pedirme una disculpa.
Tú... digo USTED, tampoco debería tratarme de TÚ. La disculpa debería pedírmela USTED, que fue la que me golpeó ¿o lo olvida?
Lo golpeé por que se lo merecía.
pues no pienso disculparme con USTED.
Pues yo tampoco voy a disculparme con USTED.
Román... – llegó una chica de cabello castaño a su lado - te he estado buscando por todos lados, escucha, las cosas no son como parecen - vio entonces a la chica – ¿qué haces con esta tipa?
Mira, no sé quien seas tú, pero yo no soy ninguna "tipa", mi nombre es Marina.
Pues "Marina" – dijo irónica – no te acerques a mi prometido.
Mira, en primer lugar tú y tu prometido no me interesan en lo más mínimo, al contrario, él es un patán.
¿Entonces por que estas de resbalosa?
Oye tú...
¡Ya basta! – dijo él al fin – déjala en paz.
...- "me esta defendiendo" - dijo mirándolo asombrada.
¿Cómo defiendes a una desconocida antes que a mí? – dijo ofendida la chica de cabello castaño al chico - yo soy...
En primer lugar – dijo cortando su letanía - no es lo que tu piensas, en segundo lugar tú y yo ya no somos nada, y en tercer lugar, defiendo antes a una desconocida que a una persona que me traicionó como tú lo hiciste.
pero yo...
Déjame en paz – dijo él muy molesto y echó a andar – mas te vale que no me sigas o no respondo de mí. - Se fue sin más.
La chica de cabello castaño volteó a ver a Marina con furia a la cual ella ni se inmutó.
Mira – le dijo fríamente - solo una cosa te digo, ese hombre es mío, así que no te acerques, soy capaz de cualquier cosa.
no te preocupes, ni aunque fuera el último hombre sobre la tierra.
Mas te vale..."Marina"... – así se alejó de ahí, dejando la arena fría.
vaya loca - Empezó a recoger sus cosas cuando una sombra tras ella apareció.
Marina – la llamó una varonil voz.
Tu – dijo con fastidio y volteo a ver al chico hay parado detrás de ella
No te vayas de nuevo por favor.
Mira Karlt – dijo tratando de controlarse, pero por dentro se moría de ganas de matarlo - eres la última persona a la que quiero ver ahora, así que ve y sigue besando a esa pelirroja, siempre te han vuelto loco, no sé que haces aquí.
Yo te amo.
Tú no amas a nadie, solo a ti mismo, así que sal de mi camino y déjame en paz - tomó sus cosas y loladeó.
Pero yo...
¡Ya basta! – dijo exasperada y casi gritándole – si solo viniste a decir mentiras vete y déjame en paz, y más vale que no me sigas o no sé de lo que seria capaz - Caminó y lo dejó ahí, sin posibilidad de seguirla - "creo que ese tipo y yo estamos en la mismo situación... que irónico, pero con una mujer como esa no me extraña, seguro sería perfecta para Karlt... pero no lo compadezco"
En el camino, bajo los últimos rayos del sol, tal parecía que sus pensamientos se habían cruzado:
"vaya loca, me golpeó muy fuerte pero..."
"es un cretino pero..."
"... su mirada, su mirada tiene algo tan profundo, algo tan familiar, tan linda, es como si la hubiese mirado antes..."
"... su mirada, sentí algo tan profundo cuando me miro, como si yo lo conociera tenía una mirada tan, cálida..."
"...tan..."
"...tan..."
"...llena de amor..."
"...llena de amor..."
"... pero que pienso, es una loca y seguro tiene novio como podría mirarme con amor".
"... pero como podría mírame él con amor, si tiene novia, además, es un cretino".
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Así, sin mas percances, ambos jóvenes llegaron a casa: ella a una cabaña cerca de una ladera, bajo una gran mansión, y él a un barco en el puerto de la virgen de la soledad. Esos jóvenes compartían en verdad en ese momento más de lo que podían imaginar, cuando llegaron se limpiaron y los dos en una situación diferente redactaron lo acontecido ese día.
4 de julio 1920
Querido Diario:
Hoy ha sido un día muy complicado, no sabes que día tan horrible, desde la mañana hasta esta hora... bueno quizá lo ultimo no fue tan malo.
Hoy por la mañana Karlt vino a despedirse, pues dijo que tendría un viaje muy largo a Atenas. Pensé en darle una bonita sorpresa e irlo a despedir al puerto, pero al llegar me encontré con algo que nunca me habría imaginado: si, ahí y estaba Karlt, pero no solo, estaba con una chica, y lo que era mas, la abrazaba y besaba. Te juro que sentí un coraje terrible, me traicionaba otra vez, no podía soportarlo. Él me había jurado nunca mas engañarme, nunca mentirme, y lo hacía, y de la forma mas descarada. Soy tan estúpida aun no sé por que le he seguido creyendo, como ha de haberse reído de mí. Me acerqué a ambos y por la espalda de él. Ahora que lo pienso la situación fue hasta cómica:
Hola Karlt.
Ma... Marina.
Hola ¿y tu quien eres? – le pregunté a la pelirroja colgada de su cuello.
Ah, yo soy la novia de Karlt, Raquel.
Ah, pues yo soy Marina, la que pensó que era la única novia de Karlt.
¿Qué? – dijo asombrada la chica
Si, yo soy su novia, es decir, era su novia.
¿que significa esto Karlt? – le dijo la chica a ese cretino mientras me miraba atónito por lo que yo acaba de decir.
Yo... este...
Lo único que significa es que este hombre es un vulgar mentiroso, un cretino de lo peor, un hipócrita, un poco hombre – me acerque a él y lo abofeteé con todas mis fuerzas - esto y más pienso de ti, maldito canalla.
Sin mas, me eché a correr. Solo oí detrás de mi espalda otra bofetada, seguro de la pelirroja a ese cretino... vine y me quedé aquí casi todo el día llorando. Me dolió mucho, quizá no él, sino haber sido tan estúpida y creer en él, ya me lo había hecho tantas veces y yo siempre lo perdonaba. Pues no ya no será así, nunca mas. Esa tarde derramé todas las lágrimas que podía, y como fue pasando el tiempo, el dolor se volvió ira. Busqué lo único que me daba calma, salí y llegué a virgen de la soledad. Me senté dispuesta a desahogarme pintando el puerto, pero al momento de tomar los carboncillos no salieron sino mas que garabatos. Tomé una pluma para intentarlo con ella, y de pronto empecé a escribir. Hacía mucho que no lo hacía y de pronto las ideas salían claras y limpias de mi cabeza. Cuando terminé me sentí tan bien... pero entonces llegó un idiota, y sin el menor recato mojó mi libreta. Me enfurecí y lo encaré, pero al hacerlo... al voltear a verlo, su mirada, su mirada me atrapó...
Mientras aquel muchacho de mirada azul se sentó bajo la luna, sobre la cubierta de su barco, con una linterna de alcohol y dejó que el aire del puerto chocara un poco contra él, tratando de encontrar las palabras para expresar lo que sentía. Si no lo hacía sentía que esas ideas explotarían en su cabeza, no era un hombre de historia, era un hombre de mar, y no estaba acostumbrado a lo que iba a hacer... sin pensar mas, abrió su bitácora y comenzó a redactar.
4 de julio 1920
Hoy por la tarde fui a verla, estaba decidido a, finalmente, proponerle matrimonio. Era una sorpresa, no le había dicho que estaría en el puerto hoy, le dejé dicho que regresaría hasta el día de mañana, pero no aguanté las ganas de verla y volví... gracias a Dios volví, finalmente pude desenmascarar a la mujer tan hipócrita que tenía delante de mis ojos y me negaba a ver, la encontré no quiero recordar como... con otro hombre... no sabes como me dolió, yo la amaba tanto, no entiendo porque me ha hecho esto, no es justo, yo siempre la amé por sobre todas las cosas, ahora veo que lo que me decían de ella no era sin motivo, estaba ciego por ella, la creí mi mejor amiga, siempre apoyándome, aconsejándome, pero ahora veo que me escuchaba siempre sin entenderme, estaba tan ciego, tan deslumbrado por su belleza, por su cuerpo, por todo eso que ella me permitía hacer, qué tonto. Como fue que subí a una sirena a mi barco sin darme cuenta, como fui cayendo lentamente en su brazos, en una sombra de lo que yo creí que era amor¿cómo?
Salí de hay a toda prisa y llegue al puerto, furioso, desconcertado, herido, no entendía nada, quería correr, herirla tal y como ella lo hacía, de pronto alguien me gritó..."oye tu, grandísimo estúpido ¿que te propones?" y entonces la vi. Era una chica, una chica extremadamente bella, un lindo cabello largo y negro con un delicado toque de azul, casi imperceptible y sus ojos... no hallo como explicar la mirada de esa chica... casi... mágica. Por segundo me vi atrapado en esa mirada tan profunda, es como si me hubiese mirado un ángel... como si me conociera, como si me amara... y eso me intriga¿por que esa chica me miraría así? Un minuto después me insultó y me abofeteó, fue como una piedra mas para derrumbar una montaña de ellas. Comenzamos una riña que, analizándola un minuto, resultó hasta cómica... minutos después Uriel llegó a mi lado y la insultó, aun no entiendo por que defendí a esa desconocida, quizá solo por llevarle la contraria a Uriel aun no lo se. Sin mas, me fui de ese lugar y las dejé ahí, a Uriel con una fuerte amenaza y a aquella chica con una inquietud en los ojos... entré a una taberna y salí después de un rato cuando ya era finalmente de noche. Ahora estoy aquí, pensando en la cosa mas ridícula e inexplicable que podría hacer...
lo mas extraño de todo es que no logro sacarmelo de la cabeza, su mirada tan profunda, sus ojos azules con gris tan hermosos... quisisera verlo de nuevo, por un momento me senti perdida en su mirada, me olvide de todo, me senti tan libre, se que es una locura pero no pude evitarlo... su mirada estaba cargada de un sentimiento, que solo por verlo un minuto supe desifrar... por extraño que paresca creo que era... amor... y hay algo aun mas extraño
...quisiera verla de nuevo, perderme en su mirada de nuevo, solo por un momento, es un deseo tan grande he inexplicable, quisiera sentir de nuevo esa sensación tan grande que me cala hasta los huesos, se que es tonto y absurdo pensar en esto y se que es mas absurdo aun creer que...
... creo que yo lo mire igual.
... creo que yo la mire igual.
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Pasó un día mas sin percances. El alma de ambos recuperaba el equilibrio que un día antes había perdido, ese equilibrio roto por la traición de la persona a la que tanto amaban. El equilibrio volvía llenando un vacío con una mirada, esa mirada desconocida de un día antes que no querían olvidar, pues sentían ese vacío menor con ella, por dentro sentían que esa mirada estaba llenando un hueco enorme que les lastimaba el alma... el hueco que pensaron pertenecía a esa traición... pero no lo era.
Quizá esa necesidad de sentir esa mirada los llevo por el mismo camino. Marina, por la mañana, tuvo un solo pensamiento, el de volver a aquella playa donde podía recordar la presencia de ese desconocido de ojos añil que le llenaba el alma de tranquilidad; mientras, Román despertó con la misma sensación, de llenar ese vacío por el mar y por esa mirada, así que bajó de su barco y se dirigió a la virgen de la soledad... a buscarla.
El destino tiene caminos inciertos, los dos lo sabían, pero quizá rara vez te llevan donde tu corazón dicta a él y quizás... solo quizás, podría hacer que sus caminos se unieran de nuevo, con desesperación ambos lo ansiaban. Las pisadas tranquilas en ambos pares de pies se hicieron pasos rápidos, una carrera por encontrarse sin saber siquiera si de verdad lo harían, el destino fue benevolente con ambos pues en la misma playa, en el mismo lugar, con un diferente sol y una diferente marea se encontraron de nuevo. El destino y no la casualidad los hizo mirarse de nuevo a los ojos con una mirada tranquila, con un sentimiento cálido que los embargó a los dos. Su pecho en bocanadas profundas de aire por el esfuerzo de la carrera y por la euforia de volverse a ver... el destino les descubrió el velo de los ojos y les hizo saber que era real eso que sentían, que ese sentimiento no estaba en su imaginación, ninguno de los dos estaba listo o dispuesto para recibirlo en ese momento, pero sabían que era él, no lo podían negar, con solo un mirada lo supieron y no lo dejarían marchar, esa necesidad debía responder a algo... quizá una palabra mas les daría la razón, quizá si estaba juntos un minuto mas sabrían la razón de lo que estaban sintiendo... quizá en ese momento no estarían dispuestos a recibirlo pero por dentro sabían que quisieran o no, no tenían opción.
Tu – "él realmente esta aquí no lo puedo creer".
Tu – "es ella esta aquí".
Ahaaa... yo... – ahora que lo tenía enfrente no sabía qué decir.
Este... – no esperó de verdad encontrarla, lo ansiaba, y de algún modo lo sentía, pero no pensó encontrarla. No había que decirla, como un chispazo de luz dijo – yo... lo siento.
Sentir... ¿sientes el que?
Lo de tu libreta y lo de ayer con...
Tu novia – dijo con cierto recelo que no pudo contener.
No – dijo tranquilo – ella no es mi novia es solo... Uriel.
Ella dijo...
Eso ya no es mas- dijo y vio extrañado una nueva luz en su mirada – pero eso ya no importa solo quería verte y pedirte una disculpa.
Bueno... ya no importa, eso no es tu culpa.
Pude evitarlo... pero lamento por mí mismo lo de tu pensamiento.
No importa – dijo dejando escapar una sonrisa que le encantó a él – quizás exageré un poco, no debí golpearte, lo lamento – lo volteó a ver, pues su mirada estaba gacha. Una sonrisa mas amplia la iluminó, y él, sin pensarlo, se sonrojó un poco – fui muy impulsiva no debí.
No te preocupes... o lo lamento, no se preocupe.
Olvídalo – dijo en medio de una pequeña carcajada – puedes hablarme de tu – le extendió la mano – mi nombre es Marina.
Mucho gusto, yo soy Román.
Mucho gusto.
Ese apretón de manos los conjuró, si una mirada les había hecho perder un momento el piso, ese apretón, el contacto de esa piel tersa y suave por un lado y firme y áspera por el otro hizo correr por ellos una energía cálida y atrayente, por ello quizá mientras siguieron hablando no se soltaron.
Espero que no te haya ocasionado ningún problema ayer, quizá lo que escribías era importante.
no te preocupes, es solo que hacía mucho que no escribía y ayer apenas y lo hacía de nuevo, supongo que no podré recobrar el pensamiento original pero ni modo, suele pasar.
Quisiera poder enmendar mi error.
Te lo repito, no es nada no te preocupes – lentamente y con un cierto "dolor" soltó la mano de aquel extraño, ahora con nombre, y emprendía la retirada, dejándolo con una ultima sonrisa – me da gusto haberte conocido.
Si... – dijo, y por dentro le dolió esa despedida extraña, como una retirada de una batalla... una batalla que ganarían los dos si permanecían juntos pero que ambos perderían si no volvían verse - a mí también.
Adiós.
... – "qué hago, no puedo dejarla ir así" - Marina.
Si – lo volteó a ver de nuevo al escuchar su nombre en sus labios.
¿te gustaría cenar conmigo esta noche?
Mmmm – dijo sorprendida.
Me gustaría enmendar la tontería que cometí con hechos, no solo con palabras.
bueno yo...
¿acaso hay algo o alguien que te lo impida? – dijo esperando con toda el alma una respuesta negativa.
NO – dijo enseguida, sin saber por que esa urgencia de que él lo supiera - claro que no.
Entonces... ¿aceptarías?
Bueno... me encantaría.
¿Donde puedo recogerte?
Vivo en la cima de la isla¿la conoces?
¿En la mansión?
No – dijo dejando escapar una carcajada baja que él acompañó – vivo en una cabaña a la ladera de la cima, cerca de la mansión, pero definitivamente no ahí, está un poco apartada de las demás, seguro la encontraras rápido.
Puedo pasar a las 5:00 PM.
Me parece muy bien te estaré esperando.
Así se paró delante de él, y sin previo aviso, le dio un beso en la mejilla. Él cerró sus ojos un instante, dejando sentir con todos sus sentidos esa caricia. Al abrirlos ella corría al borde de la orilla, levantando agua con sus pies descalzos. Tocó su mejilla, y solo por dentro un pensamiento se produjo... El pensamiento de cuan dulce hubiera sudo su hubiese sido en la boca.
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Marina llegó a su casa muy contenta, sentía por dentro una enorme alegría por aquella invitación, se sentía extraña, como una colegiala con su primer novio, pero no podía evitarlo, así se sentía. Así llegó a las puertas de su casa, y al abrir la puerta recibió una gran sorpresa... Toda la sala estaba repleta de rosas rojas. Tuvo dos presentimientos, Karlt y Román y esperaba con toda el alma que fuera el segundo. Fue hacia la mesa de centro y vio una hoja junto con una rosa roja suelta, sobre ella, comenzó a leer:
marina:
se que he cometido un gran error, te pudo me perdones que me des una ultima oportunidad, yo te adoro, no quiero perderte, aquella mujer no significa nada, para mi y yo...
Cerró la hoja en dos sin terminar su contenido y la rompió en pedazos, entonces tocaron a su puerta y alli estaba Karlt:
Marina – dijo en un tono de voz muy bajo que conocía ella muy bien.
¿Que rayos quieres?
¿Te gustaron las rosas? – dijo ofreciéndole una suelta que tenía en las manos
¿Que si me gustaron las rosas? – dijo en un tono de voz sarcástico – ah claro, tienes una chica tanestúpida delante de ti, que solo por un puñado de flores va a perdonarte todas las canalladas que le has hecho... ¿quieres ver cuanto me gustaron tus rosas? - tomó uno de los jarrones y lo arrojó contra él, quien apenas pudo evitarlo - así me gustaron, ve y dale rosas a todas tus amantes, que seguro si las recibirán encantadas, pues han sido tan idiotas como yo, pero yo nunca mas Karlt – tomó otro jarrón y lo arrojó – estas ve y dáselas a Marisela – tomó uno mas – y estas a Yolanda, y estas a Carolina, y estas – a cada nombre un florero – a esa pobre estúpida pelirroja¿como se llama? si – lo arrojó con mas fuerza – Raquel – él solo veía la escena asombrado, nunca la había visto tan molesta – ve y conquista más mujeres tal y como a mí, ya te perdoné muchas veces, pero una última vez ya no mas, yo te lo advertí, nunca, nunca mas. Aléjate de mi, desaparece de mi vida, nunca, nunca dejarás de ser el maldito pervertido que nunca quise ver, eres un desgraciado.
Una vez hubo arrojado el último jarrón, azotó la puerta en su narices y le gritó desde adentro:
Lárgate, no quiero volver a verte, desaparece de mi vida.
Karlt no se fue, tocó por un par de minutos la puerta para después darse por vencido. Quizás solo necesitaba un poco de tiempo, después ella sola volvería por su propios pies a él como siempre, sin tener que rogarle.
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Por su lado, Román llegaba por fin a su propio puerto y entró a su bote, fue hacia el camarote a tomar un baño y prepararse. A pesar de que faltaban horas, estaba muy ansioso, abrió la puerta de su camarote y vio hacia adentro, llevándose también una gran sorpresa. En su cama, ahí estaba ella, acostada, aparentemente desnuda, bajo una delicada sábana blanca, esperándolo. Al verlo entrar puso una cierta mirada que él de sobra conocía, y que si en un momento no supo resistir, ahora odiaba profundamente.
Román – dijo en un tono de voz sensual.
... - de pronto solo soltó un gesto aparentemente cansado o decepcionado, y suspiró. Un suspiro no usual en él para ella, y ella lo notó, sintiéndose a medias derrotada por él, soltó una bolsa que traía y la miro directamente – Vístete y vete Uriel.
Escúchame por favor, él...
No mas – dijo cortando cualquier mentira que la chica pudiera decirle - ¿tu crees que quiero tu cuerpo, ese es tu plan? Ahora que he visto como sin el más mínimo pudor se lo entregas a cualquiera, solo una cosa me inspiras, y si no quieres que te la diga y herirte vístete y vete – negó con la cabeza – ahora veo lo equivocado que estaba contigo.
Por favor Román, dame una oportunidad... Tú y yo hemos sido muy felices.
A base de mentiras – agrego él.
No...
Por favor, vístete y vete, no tienes nada mas que hacer aquí, yo ya no quiero nada de ti.
¿Por qué? – su actitud cambió a aquella que él apenas había descubierto – ¿acaso ya tienes alguien mas que te lo de, quizá la perdida del puerto?
No metas a Marina en esto, ella es mil veces mejor que tu – dijo muy molesto por que ella insultara a su nueva amiga.
¿Que¿Cuando meterás a esa a tu cama también? – le dijo desafiante.
Déjame recordarte que fuiste tú la que me metió en su cama... - dijo tratando de ser completamente hiriente, solo logrando hacerla enojar mas – Uriel, toma tus cosas y vete por favor, no confió en ti.
Siempre has podido confiar en mí.
Confiaba en la mujer que era mi amiga, mi consejera, la mujer que me amaba. La auténtica que está ahora delante de mi es solo basura. Jamás, aunque en verdad pudieras convertirte en mi amiga, mi aliada, mi consejera, nunca volvería a confiar en ti, por favor vete, yo saldré pronto tengo un compromiso muy importante.
¿Qué, una cita? – dijo irónica.
Si, una cita – dijo frió.
No me hagas esto Román- decía ahora mas molesta, con un tono de voz que a cualquiera le habría dado miedo – por favor no me obligues a...
No – dijo cortante – no me obligues tú a mí a sacarte de aquí como lo que eres, solo una vulgar... Mujerzuela, solo vete – tomó su ropa, que estaba en una silla cerca de la cama, y la arrojó con desprecio hacía ella – vete... Ahora.
Tu eres mío, lo sabes, si no eres para mí, no eres para nadie.
Lárgate ahora mismo – se acercó desafiante a ella, pero luego de una mirada fiera solo la ladeó y se metió en su baño a tomar una ducha. Al salir ella ya no estaba.
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Las horas para el encuentro pasaron lentas. Ambos estaban muy ansiosos para que llegara el momento. Finalmente, no se sentía como una cita entre amigos, era como si se prepararan para ver al Papa o algo así, era un sentimiento de que estaba a punto de pasar algo sumamente importante, algo que cambiaría sus vidas para siempre de una manera u otra. Se sentía extraño y hasta cierto punto peligroso, pero no querían por ningún motivo que no ocurriera si no todo lo contrario.
Román llego puntual a la dicha casa de Marina, y al llegar vio algo extraño, como un tapiz de rosas en la entrada, junto con vidrios rotos, y no supo qué pensar, y de hecho no desperdició el tiempo en ello, todo lo que quería es que ella apareciera en el quicio de la puerta y llevársela consigo. Tocó al fin y se oyó el ruido de pasos con tacones dentro de la casa.
¿Quién es? – dijo trémula al escuchar la puerta por el otro lado, y ansiosa de escuchar la voz de quien sabía, sin mirar siquiera quien era
Soy yo, Román
Si – dijo para sí misma al sentir su corazón caminar mas lento en su pecho, al escuchar su voz – enseguida abro.
Pasaron un par de minutos en los que él escuchó que se alejaban de la puerta y después volvían a abrir la puerta... Ella se veía preciosa, traía un vestido blanco precioso, entallado a su cuerpo, con un escote en U por su espalda y cubierto por delante, y una cauda corta en la espalda, su largo cabello recogido en un montón en su cabeza, y algunos caireles cayendo a los lados. Se veía preciosa, elegante, increíble. Por un momento se preguntó si realmente no era lo que en un principio había pensado que era.
"Dios" - fue el único pensamiento de Marina al ver a ese hombre delante de ella, vestido de una camisa blanca y un pantalón negro holgado, y sus zapatos negros; en su brazo derecho cargaba una especie de gabardina negra, se veía como un pirata, como un héroe en sus sueños... Su héroe, siempre soñado, debía ser mentira que lo hubiera encontrado, mil veces mejor que en su mejores sueños... mucho mejor. En su pensamiento de pronto se vieron reflejados en su rostro y en el calor que de él despedía.
¿Nos vamos? – dijo agachando un poco el rostro.
Si - dijo saliendo de su ensoñación – Vamonos.
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El ocaso hace poco que ha dado comienzo, dando una atmósfera tranquila a la isla Ángeles de Sal. Esta tranquilidad era ideal para las jóvenes parejas, que decidían dar un paseo, o simplemente, ir a comer a un tranquilo restaurante.
Marina, caminaba junto a Román con un cierto temor de mirarlo. Ambos estaban cabizbajos, tomados de la mano y dejando correr esa energía mutua que era extraña y agradable. El silencio era latente en entre ellos, sin atreverse a hablar.
Por dentro no querían romper el encanto de ese silencio de ese sentimiento que los hacia tan cercanos... ¿Sería acaso que compartían la misma pena, su orgullo herido, la pena inimaginable de haber descubierto quienes eran en verdad las personas a las que pensaron amar¿Sería acaso eso por lo que estando juntos, el dolor aminoraba?
Hemos llegado - pronunció casi en un susurro Román al llegar a un pequeño, pero acogedor restaurante bohemio, donde se escucha el suave rasgueo de una guitarra - ¿Entramos?- le preguntó, mirándola, con aquellos ojos azul grisáceos, que le hacían estremecerse, sin saber la razón... o quizás si.
Claro - le sonrió, provocando esa calidez que recorría todo el cuerpo de Román.
Entraron enseguida, el ambiente alegre, los envolvió, haciéndoles olvidar la penosa situación en la que se encuentran. Román dirigió a Marina hacia una mesa, alejada del gentío, ya que él quería tener un momento a solas con ella, ya que ella le brindaba paz, a su engañado corazón.
Marina sólo se dejaba guiar por las fuertes manos de Román en su cintura. Ella se sentía protegida, junto a él. Ordenaron, mientras que conversaban animados. Hace poco que se conocían, pero parecía, que fuesen años, ya que conversaban como unos grandes amigos, pero más que eso, ellos se sentían a gusto el uno con el otro, ya que nada parecía importarles, salvo con ver la mirada del otro, más bien, con tener al otro al frente.
La cena transcurrió tranquila, feliz. No podían dejar de verse, extraños sentimientos se revelaban, ante ellos.
... - "¿qué es lo que me pasa?" - Román pensaba, mientras no dejaba de mirar los bellos ojos de Marina, los cuales brillaban, como el sol del más bello atardecer - "¿Por qué siento esto?" - pensaba, al sentir como una calidez, se adueñaba de su pecho.
"Me siento muy bien, junto a él" - sonrió internamente - "me siento tan bien con él... Que locura pero siento...Siento...como si esto ya lo hubiera vivido antes...como si lo hubiera conocido antes" - le dedicó una sincera sonrisa, que él correspondió gustoso.
De repente, sus miradas se cruzaron, el silencio se apoderó del lugar, lo único que podía escucharse, son las tranquilas respiraciones de ellos. Román, no podía dejar de mirarla, realmente ella lo había hechizado. Por su parte, Marina está sumergida en la mirada serena, cálida, que le brindaba Román, ella se sentía muy atraída hacia él.
Lentamente, aquel silencio fue interrumpido por los suaves acordes, de una lenta canción que la austera banda del local, comenzaba a tocar.
Román decidió hacerlo ¿que podía perder? Lentamente fue deslizando su mano izquierda hacia la rodilla de Marina, vaciló unos segundos, pero la valentía volvió a él. Tímidamente tocó la rodilla de la chica, quien se sonrojó por el contacto, pero no evitó que la mano de Román, siguiera ahí. Él sonrió complacido, continuó con la caricia, mientras que no dejaba de ver aquellos ojos, que lo tenían hipnotizado.
"Por debajo de la mesa acaricio tu rodilla "
"Y bebo sorbo a sorbo tu mirada angelical."
Román, lentamente, se levantó de su puesto. Marina seguía sus movimientos con su mirada. Él se detuvo, a su lado, junto a su rostro, para ser más específico, y gentilmente, le extendió su mano, para luego decirle:
¿Gustarías bailar conmigo? - él le sonrió esperanzado, ya que de todo corazón, deseaba tener a la pequeña mujer, entre sus brazos.
Eh... – ella, extrañamente, se puso nerviosa. Tenerlo, ahí, tan cerca, le provocaba aquello. Pero ¿que más podría pedir? Ella quería estar junto a él. Sonrió – claro - Román se sintió invadido, por el cálido y dulce aliento, de Marina.
"Y respiro de tu boca esa flor de maravilla "
Marina tomó su mano, y juntos se dirigieron a la pista de baile. Román, no podía más de deseo, necesitaba, tener en sus brazos a Marina.
"Las alondras del deseo
Cantan, vuelan, vienen, van."
Él colocó sus manos, que sin quererlo temblorosas, en la pequeña cintura de ella. Marina, alzó sus brazos, y con ellos, envolvió el cuello de Román. Comenzaron a moverse a compás de la música.
"Y me muero por llevarte
Al rincón de mi guarida "
Él, instintivamente, apegó el cuerpo de Marina al suyo, sintiendo al hacer esto, que él alguna vez, estuvo con ella así, juntos, brindándose calor, el uno al otro. Román, notó que aquel sentimiento, que una vez creyó tener con Uriel, volvía a él, pero sin duda, era algo nuevo, ya que se sentía completo, sentía que tenía a su mitad, ahí junto a él, a su alma gemela, realmente, aquello debía ser, amor. Sonrió ante su descubrimiento.
Marina, se sentía a gusto con él, completa, sin duda. Ella, al sentir que Román la apretaba a su cuerpo, no quiso quedar atrás, y pegó su cabeza al pecho de él. Pensó divertida, al notar como su cabeza tenía un lugar perfecto en el pecho del joven, que la abrazaba con fuerza. Marina, no podía dar crédito a lo que su corazón le dictaba en tan poco tiempo, notó como Román se había adueñado de él, no, Román, ya habitaba en el corazón de ella, más bien en su corazón y su alma.
Marina alzó su mirada, encontrándose con la mirada azul grisáceo, llena de amor de Román. Ella le brindó una hermosa sonrisa, que él disfrutó con admiración. Esa sonrisa, lo transportaba a un lugar lejano, donde sentía que podría estar junto con ella... juntos, por siempre.
Él acercó su rostro al de ella, con lentitud, sin prisa, disfrutando el aroma que despedía Marina, quien lo esperaba, ansiosa.
"En donde escondo un beso
Con matiz de una ilusión."
De improviso, Román detuvo su camino.
"¿Realmente, esto estará bien?" - pensó mientras que observaba la mirada confusa de Marina.
"Se nos va acabando el trago.
Sin saber que es lo que hago.
Si contengo mis instintos
O jamás te dejo ir."
No, nunca dejaría que ella se fuera de su lado, eso jamás.
Marina, parecía asustada, por la repentina retirada de Román, ella no quería que esa sensación desapareciera de ella, aquella que le indicaba que él era el amor de su vida.
Él notó de inmediato la mirada asustada de la chica, y para evitar cualquier mal entendido, la miró, trasmitiéndole con esa mirada que ella era, y quizá siempre había sido, la dueña de su amor. Román, sonrió complacido, al notar la sonrisa alegre de Marina.
"Es que no sabes lo que tú me haces sentir"
Si tú pudieras un minuto estar en mí
Tal vez te fundirías
A esta hoguera de mi sangre
Y vivirías aquí y yo abrazado a ti.
Él reanudó el camino hacia los labios, que temblaban, esperándolo. El camino le pareció interminable a Román, pero a la vez, necesitaba alargar aquel instante, para mantenerlo siempre en su memoria. Mientras se acercaba a los labios de ella, se deleitó con acariciar la espalda desnuda de Marina, mirándola profundamente a los ojos... un hechizo... un anhelo escondido... una pasión... una respuesta... Tan lento como comenzó, llegó aquella tan ansiada caricia. Él la beso, disfrutando de aquellos, dulces labios. Ella lo besó, disfrutando aquellos cálidos labios.
Las manos de Román dejaron la espalda de Marina, para pasar al cuello de ella, para así evitar una posible retirada de ella. Por su parte, Marina se aferró con fuerza a su cuello, temiendo soltarlo, y evitar aquel contacto.
Un beso... que alimentaba... que demostraba amor... que protegía... un simple beso puede transmitir, toneladas de sentimientos... Marina y Román, no se encontraban ausentes de eso, ya que miles de sentimientos recorrieron los cuerpos de los jóvenes abrazados, tales como: protección, Marina, se sentía protegida en los brazos de Román, y él también se sentía así, puesto que sabía que Marina, le brindaría aquello y mucho más, tal como el amor que se profesaban con aquella simple caricia. Amor que juraron, con aquel beso, profesarse por siempre, prometiéndose así, que no se defraudarían, porque estaban hechos el uno al otro, reconociéndose como almas gemelas.
Y es que no sabes lo que tú me haces sentir
Que no hay momento que yo pueda estar sin ti
Me absorbes el espacio
Y despacio me haces tuyo
Muere el orgullo en mí
Y es que no puedo estar sin ti.
La balada terminó con solo un par de jóvenes escondidos en un balcón, abrazados dulcemente. Después de un minuto se soltaron y ambos soltaron una amplia y ruidosa carcajada, en una semilocura alegre y cálida. Marina se aferró otra vez a su cuello mientras él la abrazaba, rozando suavemente su espalda
Llevame contigo – dijo muy suavemente a su oído Marina, solo para él.
Marina...
Llevame contigo, alejémonos de todo esto que hay aquí, de las mentiras, de las traiciones, seamos solo tú y yo solo esta noche... por favor.
Si, Vámonos.
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El barco iba ya lejos de la costa, la brisa marina soplaba con tranquilidad. Ella estaba sobre la cubierta, quitó un par de orquillas de su cabello, que cayó en caudales sobre su espalda y hombros, de forma voluptuosa, arrastrado suavemente por la brisa. Miraba el cielo estrellado, lejos de todo, del ruido, de la gente de la luz, el cielo brillaba en todo su esplendor. Cruzó una estrella fugaz delante de ella, y cual pequeña, pidió un deseo... su deseo se hizo presente en su espalda, cuando las fuertes manos de Román rodearon su cintura y se posaron sobre su vientre, hundiendo su cabeza en su cuello, sobre su cabello suave, dando en ese lugar un suave y delicado beso. Ella volteó, lo abrazó y lo besó. Lo besó con dulzura, con emoción, con pasión... posó sus manos sobre su pecho, desabrochando un par de sus botones.
¿qué haces? – dijo el un poco sorprendido.
hazme el amor esta noche – dijo suavemente sobre su oído - déjame ser tuya desde esta noche para siempre.
No hubo mas palabras, la sola cercanía de ese abrazo, la sola presencia, daba con un callado y apasionado beso el sí a esa petición. Marina lo tomó de una mano y lo condujo a su camarote, entraron los dos y se dirigieron hacia una sencilla pero amplia cama de madera, con un colchón delgado y sabanas blancas. Ella se adelantó a su paso y le dio la espalda, subió su manos a su cuello y las hundió en su cabello rizado, tomó las puntas de la atadura de su vestido y las desamarró. El vestido cayó delicadamente por su cuerpo, dándole una perspectiva atractiva de sus delicadas piernas y su espalda desnuda, cubierta hasta la mitad por su cabello, que en la oscuridad tenía un profundo tono negro, sin perder ese delicado tono azulado. Volteó, lo deslumbró con su cuerpo desnudo delicado, tostado por el sol, las líneas marcando todas las curvas en su cuerpo, y su mirada profunda y seductora. Se acercó a él y lo condujo junto a ella... admirando al mismo tiempo su cuerpo fuerte y trazado con líneas diferentes pero igualmente atractivas, seductoras, pronto dirigió su mirada a sus ojos azules para hundirse en ella... él, en cuanto puso los ojos en los suyos, se dio inicio al más maravilloso de los encuentros: el de dos almas gemelas, en que las cuestiones del cuerpo físico pasan a ocupar un nivel inferior. El calor de los ojos de los enamorados derrite la barrera que la carne impone y los deja pasar de lleno a la contemplación del alma, que al ser idéntica reconoce la energía el compañero como propia... pues la fusión entre ellas es total y a todos los niveles. Así como hay un lugar en el cuerpo de la mujer para ser ocupado por el miembro viril, entre átomo y átomo de cada cuerpo hay una espacio para ser ocupad por la energía del alma gemela... una penetración reciproca, pues cada espacio se convierte al mismo tiempo en el contenedor y el contenido del otro: en la fuente y el agua, en el sol y la luna, en el mar y al arena, en el pene y la vagina. La sensación de penetrar solo es equiparable a la de sentirse penetrado. La de mojar, a al de sentirse mojado. La de amamantar a la de sentirse amamantado. Al de recibir el tibio esperma en el vientre, a la de eyacularlo, los dos son motivo de orgasmo. Y cuando todos y cada uno de los espacios entre átomo y átomo de las células del cuerpo han sido cubiertos y han cubierto, viene un orgasmo profundo, intenso prolongado... en medio de ese éxtasis dos nombres se le revelaron y no pudieron contener es su garganta, ese nombre que no supieron pronunciar al conocerse se le había declarado.
Ranma...
Akane...
Una secuencia de imágenes extrañas atravesó por su mente en ese momento, ellos mismo, en formas y cuerpos diferentes pero amándose tal y como lo hacían en ese momento... como lo que eran, dos almas afines... deleitándose... compenetrándose... llenándose... amándose. La fusión de las dos almas era total, ya no había nada que una no supiera de la otra, pues formaban un solo ser. La recuperación de su estado original los hizo conocedores de la verdad. Cada uno vio en el rostro el otro los rostros diferentes que había tenido en todas sus vidas anteriores... la entrega de sus almas y su cuerpos en su primer entrega total les reveló la verdad, su amor no nacía de este tiempo, su amor nacía de un punto lejano donde se había prometido amor eterno... afines... y amándose... como almas gemelas... el mar, al noche, la brisa, y el cielo estrellado guardo esa entrega de almas, resguardo esa energía amorosa, y los llevo a un sueño de reposo, después de hacer por primera vez en todas su vidas realmente el amor.
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El barco no regreso al puerto si no hasta el día siguiente. Toda la noche estuvo anclado lejos de la bahía. Al regresar una persona lo esperaba en silencio. Al ver al capitán acompañado se llenó de rencor y solo miró. Ellos bajaron del barco, abrazados, enteros, sin miedo de nada.
Marina – la llamó antes de verla irse.
Dime.
Esta noche me voy de Ángeles de Sal – le dijo serio, y ella sintió una sensación extraña en el pecho.
"¿es que acaso quiere dejarme?"
quiero dejar atrás todo lo malo que encontré aquí, quiero irme... pero...
pero...
No quiero irme solo, ven conmigo, quiero que vengas conmigo – le dijo con cariño mientras, de nuevo, se acercaba a ella y ella descubría una enorme y feliz sonrisa, que supo que sería feliz de ver hasta el último día de su vida – quiero que seas mi esposa, la madre de mis hijos, mi compañera para toda la vida.
Román, yo... - primero agacho la mirada - "lejos de Ángeles de Sal, lejos de todas mis penas... cerca de él... si, a donde sea siempre junto a él" – si me iré contigo, a donde quiera que vayas, solo quiero estar contigo.
Marina, mi Marina - La abrazo de nuevo y se despidió de ella con un dulce beso... sin saberlo los dos, el último.
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Esa tarde, mientras él preparaba el barco para un largo viaje sin retorno, una persona lo miraba con profundo odio.
¿Te vas? – le dijo una voz femenina a su espalda.
Uriel...
Dime ¿te vas? – dijo tristemente.
Si me voy, me alejo de tu camino.
No te vayas, por favor – dijo en una voz triste como si estuviera a punto de llorar – no puedo perderte, no quiero perderte.
Lo siento, yo sí quiero irme, tengo que irme.
Pero no te iras solo ¿verdad? te llevas a "esa" – dijo cuando una lágrima resbalaba en su mejilla.
Si, me voy con ella y no puedes detenernos.
Tienes mala memoria Román – dijo mientras mas lágrimas caían por sus ojos.
¿Porque? – dijo intrigado.
Recuerdas lo último que te dije – metió la mano en su bolso y sacó un arma ante la mirada sorprendida y confusa de Román, mientras veía como apuntaba contra él – si no eres para mi no serás para nadie.
Apuntó y tiró del gatillo con mucha puntería. El estruendo y la fuerza del disparo la arrojó hacía atrás. Al levantarse solo vio un hilo de sangre que corría desde la proa del barco, que atravesaba el nombre de la embarcación, bautizada igual que ella... después apuntó de nuevo y tiró del gatillo... después nada más.
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El sol muere a todo mi alrededor, la noche pronto cubrira todo con su negro manto, el mar delante de mi, esa mistica criatura... y la llamo criatura por que solo una criatura, una criatura viva, prodria tener todos los dones del mar...la belleza, la fuerza, la vida, los secretos del mar... ninguna criatura mas con este aroma a sal y tierra unidos, el color infinito del cielo como una copia de él...no... solo una criatura viva podria tener todos los dones del mar y mas aun inundar todos tus sentidos con ellos, el aroma de vida en el aire, la suavidad de la brisa, los colores del cielo y el sol muriendo dentro de él...no... no piede ser solo agua salada, es una criatura que vive, siente, llora y se enfurece; que en sus pasiones puede regalar belleza y existencia y en sus rencores deja escapar todo su poder sin riendas trayendo consigo incluso la muerte... la noche a caido por fin despues de dias de dolor, de ver tu cuerpo en el ataud, sin tu mirada, con tus ojos cerrados, sin poder perderme en ellos, ya nada tiene caso, ya solo quiero irme perderme donde tú estas, ir contigo donde nadie nos encuentre... ahora lo se, nuestras almas estaban predestinadas a estar juntas, ire contigo, no importa como o cuando, se que volveremos a encontrarnos, lo se, lo siento en mi corazón, se que sin importar que, solo es cuestion de tiempo...
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Miró el mar delante de ella y pensó, tranquila, serena, como pasó en un mismo día, del abrazo al desamparo, del apaciguamiento al desasosiego, de la embriaguez a la cordura, de la plenitud al vacío... miró el oscuro mar delante de ella, tiró el cuaderno y su lápiz. Caminó segura, tranquila, consciente, convencida que en la inmensidad de él encontraría remanso y paz para su dolor. Lo había perdido todo, pero sentía dentro de sí que lo encontraría de nuevo... caminó convencida que, dentro del mar, encontraría de nuevo esos ojos que la hacían olvidar todo, que eran su paz, su luz y su vida, que en medio del mar lo encontraría a él... solo era cuestión de tiempo, caminó y nadie supo mas de ella, solo la gente encontró ese cuaderno en la playa, mojado y borroso, donde al final de la ultima página se podía ver el último pensamiento de aquella mujer:
"sin importar cuánto tarde, cuánto me cueste… o cuantas vidas tenga que pasar, te encontrare de nuevo… te volveré a encontrar… alma mía y estaremos juntos por siempre… no me daré por vencida…te lo prometo.
Akane Tendo.
Fin de te conozco
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Notas de las autoras:
Huuuuu ahora si que me quedo algo largo no lo creen creo que es uno de los capítulos mas largos en todo el fic y es que francamente fue el que mas lata me dio pues pase mucho mas tiempo en este que en ningún otro bueno quizá pase un poco mas o igual en el capitulo final pero francamente me encanto como quedo creo que es uno de los capítulos que mas me gustan ahora les diré por que
Por la simple y sencilla razón de que amo el mar lo siento en mi sangre a pesar de que nunca lo he visto, cualquiera diría que en otra vida fui sirena :) ; ya me dejo de tonteras y van las explicaciones del fic
1. bueno la primera en este fic conté con la ayuda de mi amiguísima Rakane con el song fic le di mucha lata con él de hecho solo iba a conseguirme la canción pero le nació y lo hizo bueno mejor que ella se los explique
Rakane: así es, estuve mucho tiempo buscando la canción adecuada, hasta que un día en la radio, la escuche, y supe que sería perfecta para este capítulo, y gracias a Mimi-chan, pude escribir esa escena, pues cuando la escuché, se me vino a la cabeza, la escena entera, y bueno ahí esta el resultado. Espero que les guste.
2. algunas partes del fic que estan entre dos gatos es parte de un libro de mi autora favorita, lo leí en medio de la formación de este fic y esta parte me sorprendió incluso a mi misma encajaba perfectamente en el fic así que no me resistí a ponerla ojala y les guste el libro es "la ley del amor" de la autora Laura Esquivel la misma autora de "como agua para chocolate" (mas de 300 mil ejemplares vendidos en lengua española y un millón en lengua inglesa o0)en verdad si lo pueden leer o conseguir por hay les va a encantar es un libro único una trama loquísima de intercambio de almas y Ángeles y demonios y muy interactivo pues trae un disco que tiene que escuchar mientras lees entre arias de opera y danzones buenísimos pero bueno consíganlo les aseguro que no se van a arrepentir
3. bueno en todos los fic me decidí por lugares reales en tiempos reales aunque inciertos quizá la descripción de los lugares y los acontecimientos te ayudan a ubicarte en el lugar pues nunca ponía la fecha en este capitulo fue todo lo contrario en este aspecto pongo como lugar "isla Ángeles de Sal en algún lugar del mediterráneo" la isla es una isla inventada para otra historia original que estoy escribiendo llamada Ángela, no les puedo contar mucho al respecto pues no estoy muy avanzada en ella y no es un fic ni nada por el estilo es de hecho una historia para mis hijos un proyecto muy a futuro si a alguien le interesa solo díganmelo una probadita de dos capítulos al menos no les voy a negar… bueno vuelvo a mi planeta la isla consta de varios lugares que como la playa de la virgen de la soledad donde ocurren todos los acontecimientos, el restaurante estaba en la playa de arcángeles pero dado que no se pudo acomodar lo dejamos a la expectativa. La historia se desarrolla en los años 20 entre el día 4 de julio ( el día de mi cumpleaños )…y el día 5 de julio después solo tres días antes de la muerte de Akane) creo que en espacio y tiempo es todo.
4. bueno solo pongo lo obvio tiene una pequeña parte lima espero y les guste muy fina a decir verdad
Bueno por ahora es todo agradezco su interés por el fic a todas las personas que lo han seguido, espero y no decepcionarlos pues he puesto mucho esfuerzo en el espero y en verdad que les este gustando.
f-zelda: gracias por tus comentarios, espero sigas la historia el climax esta en el presente espero y te guste.
Kei-Kugodgy: muchas gracias por el honor de incluirme en tus favoritos, leere tus historias y te mandare un largo review espero que esa tortuosa manera mia te siga gustando jeje
sango: niña no te preocupes no todo le fic es tragico... y ya avandona a ese aleman no te conviene.
Hitomi Kansaki Fanel: gracias por tu fe en mi y seguir mi historia y si tu o alguien por alliiiii cree que me molestan tus reviews dale un par de patadas por mi y dile que esta loco me encanta recibir tus review me da la impresion que eres mi fan jajajajajaja
por favor dejenme algun review sip
gracias
Bie lao Mimi Chan
