By Sariluri

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- Sariluri: Weno, weno, weno... por donde empiezo?? porque se me pira la pinza y al final acabo escaneandome la cara un domingo por la noche!!!

- Perry: Entre otras cosas!! Lo de que te se pira la pinza es por los porros, ami tambien me pasa, tengo unas lagunas mentales... ¿y tú quien ereeeees?

- Sariluri: Si anda bonito, tomate un gelocatil y a la cama!! No te esfuerces tanto que te va a salir cáncer de colon!! Lo que pasa esque ultimamente tengo muchos examamenes y cosa que hacer y parece q mi intelectualidad...

- Perry: Que valeeee Siracusa!!! Que no me quemes la oreja!!! Que no me cuentes tu vida troncaaaa!!!

- Sariluri: Perry, no empecemos a tocar los ambientes genitales!!! Si quieres me ayudas a contestar los reviews y sino ya sabes lo que hay. Amos a ver...

Lara!! la más mejor del mundo mundial que siempre me deja reviews!!! Muac wapaaa!! No te me atragantes que sino no puedes seguir leyendo Perry Maison!!! Gracias por las molestias de leerte estos chaps tan aburridos!!! Pues nada, a seguir comiendo Nocilla, alimento de los campeones!! Eso de que tienes la sartén por el mango ¬¬, nose, soy una mente perversa!!!

- Perry: Si, un poco enferma!!

- Sariluri: Que te calles!!! Por cierto, manda recuerdos al Hardcore que no ha podido hoy en día estar con nosotros.

- Perry: Si padece sirrosis el mariconazo!!! Mira que le dije: Deja esa botella de White Label!! Pero dijo: no, que me lo pimplo de chupito en una muela...!!! Además, dile a Lara que mande pa porros que será mejor recibido!!

- Sariluri: Que desagradable eres Perry!! Tiene una camiseta mia y demás merchandaising!!!

- Perry: Si, de ese que regalan con las cajas de cereales y se pone la gente para pintar la casa o limpiar por ahí cerdadas!!

- Sariluri: En fin, el siguiente revieweringinging es Lego o mi fantasía sessual personificada en hombre humano XDD!!! No se que decirte, ya lo sabes todo... y que me encantan tus reviews, son lo mejor!!! Besiños!!

- Perry: Al Legolas ese le voy a dar de ostias!!!

- Sariluri: No te pongas celoso anda!!! También me mandan reviews mis coleguis del foro!!! Ale y Finny la camaleonica!!! Que ilu, gracias!!! Aver si os conectais mas perras!!! Y Ale dice que Hadcore es su idolo!! (q imaginación, pobre chica)

- Perry: Y yo que?? Si, esque yo soy el puto dios viviente!!!

- Sariluri: Siii... ¬¬

Bueno y a Tommy Mckellen, que es mi puto dios!!! Que no me habia enterao q seguias publicando, pero voy a visitar tu peich y leerme los chaps!!! Aver avisao!!! Seguiré leyendo a Vane!! :p

Y sin mas dilación, el capitulo 4:

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El motero de las llaves

BUM.
Llamaron otra vez. Dumbo dio un grave ronquido, como un cerdo, despertándose bruscamente, cayendo al suelo, en el lugar que había estado su primo Perry, que menos mal que se había levantado el chaval.

—¿Lo qué? —preguntó estúpidamente.

Se oyó un crujido detrás de ellos y tío Verdor apareció en la habitación. Llevaba un bazoca en las manos, de esos con los que Dumbo solía amenazar a su madre, porque no le quería comprar una vaca asada: ya sabían lo que contenía el paquete alargado que había llevado, que tenía una sospechosa forma de bazoca. Aunque no lo pareciera, llevaba un bazoca.

—¿Quién anda ahí? —gritó aconjonado—. ¡Le advierto... estoy armado hasta los dientes, las cejas y el muñón!

Hubo una pausa. Luego...

¡PUM-PATAPUM!

La puerta fue empujada con tal fuerza que se salió de los goznes y, con un golpe sordo, cayó al suelo.
Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera. Llevaba puesta su chupadecuero negra debajo de la cual podía verse una camiseta de Rock Zombie.

El gigante se abrió paso doblando la cabeza, que rozaba el techo. Se agachó, cogió la puerta y, sin esfuerzo, la volvió a poner en su lugar. El ruido de la tormenta se apagó un poco. Se volvió para mirarlos.

—Jode con la puerta ¿non? Podrías sacarte unas birritas. No ha sido un viaje fácil...egque engo seco, tronco -. Se desparramó en el sofá donde Dumbo estaba tan petrificado del miedo, que fue confundido con un cojín, encima del cual el extraño depositó su gigantesco trasero.

—¿Te importaría salir de mi culo, boladegrasa? —dijo el desconocido.
Dumbo salió como pudo de allí y corrió a esconderse junto a su madre, que estaba agazapada detrás de tío Verdor. El acojone podía sentirse en el ambiente...

—¡Ah! ¡Aquí está el Perry! ¡Que pasa tron! ¡Cuánto tiempo, ¿no macho?! —dijo el gigante —. Bueno vieja, enrollate un poco. ¿Qué pasa con esas birras?

Perry levantó la vista ante el rostro feroz y peludo, y vio que los ojos negros le sonreían, bueno, sonreir sonreir, tenía más pinta de llevar encima un moco de caballo.

—La última vez que te vi eras sólo una mierdacrio —dijo el gigante—. ¡Te pareces mazo a tu viejo, pero tienes los ojos de tu vieja la coneja!
Tío Verdor dejó escapar un curioso sonido (ppfffffffffffff), algo olia mal, sospechosamente.

—¡Le exijo que se vaya enseguida, cooññiiiioooo! —dijo—. ¡Esto es allanamiento de morada, robo con intimidación! ¡Te van a caer 8 años! ¡Como poco!

—Anda, achanta, no me calientes que no quisiera... que ni puedo, ni debo, ni quieres, ¡te jode con el viejo! —dijo el gigante. Se estiró, arrebató el bazoca a tío Verdor, y de un mordisco, lo jodio mu malamenete y lo arrojó a un rincón de la habitación.

Tío Verdor hizo otro ruido extraño (pfffffffffffff) ((N/A: otra vez)) (((N/A: ya me vale con los paréntesis))), y el ambiente comenzó a estar cargadito.

—Amos, Perry —dijo el gigante, dando la espalda a los Duracel—, te deseo un mu jappi berdey tu yu. Tengo algo patí. Está un poco...perjudicao, y...en el viaje... le he hechao mano, pero es una mierda de primera.

Del bolsillo interior de su cupadecuero negro sacó una bolsita, de estas con abrefácil. Perry la abrió con dedos temblorosos. En el interior había un gran pedrolo de chocolate, con «Jappi Berdey, Perry» escrito en la piedra, escarbado, como si le faltaran trozos.

Perry miró al gigante. Iba a darle las gracias, pero se había fumado la mitad de la piedra, y le estaban dando las taquicardias de la muerte, en lugar de eso, para ser educado, y no tirarle de los pelos de la nariz dijo:

—Vaya mierda más buena. ¡Esto si que pone, y no la mierda de la señora Pigg! A todo esto. ¿Y tu quien coño eres?

El gigante rió entre dientes.

—¡Buaaaaaa, es verdaaaaaa! ¡Fumetus Hardcore, pa servirle a Dios, señora, a sus pies! ¡Guardián de las Llaves de mi casa y de mi Moto, aparte de los Terrenos de Hodasnon!

Extendió una mano gigantesca y sacudió todo el brazo de Perry, produciéndole una dislocación de cuerpo entero hablando en texnicolor.

—¿Qué pasa con las birras, non? ¿Qué no me vais a poner na?—dijo, frotándose las manos—. Pero me conformo con un lingotazo. ¿Nos ponemos un peloti?

Pero como nadie le ponía un misero na de na, se levantó, mirando las bolsas de Doritos arrugadas, y dejó escapar una risa despectiva.

—¡Serán cabrones los viejos estos, que no me querían poner unas tapitas! Se inclinó ante la chimenea. Los demás no podían ver qué estaba haciendo, oyendo de fondo un goteo extraño. Pero cuando un momento después se dio la vuelta, subiéndose la bragueta...

—¡¡¡Jode que pedazo de meada!!! Egque no he parao en una gasolinera a cambiarle el agua al canario.

El gigante volvió a sentarse en el sofá, que se hundió bajo su peso, y comenzó a sacar toda clase de cosas de los bolsillos de su chupadecuero: una pipa pa fumar, una cachimba, una bolsita de maría, un ladrillo de hachís, un folio de tripis, una barra de pegamento y medio del que no tiene remedio, un turulo de plata, una bolsa de pastillas, un paquete de papel de fumar y una botella de Jack Daniels, de la que tomó un trago antes de empezar a liarse una peazo de L... Muy pronto, la chavola estaba llena del aroma del canuto de mi primo, que ya se había fumado medio. Nadie dijo una palabra mientras el gigante maquinaba, pero cuando sacó las primeras seis pastillas, Dumbo comenzó a impacientarse. Tío Verdor dijo en tono cortante:

—No toques nada que te conozco, y te pierdes, Dumbo.

El gigante lanzó una risa sombría.

—A esa morsa marina que es su hijo, mas le vale mantener las manitas lejos de la mercancía, Duracel, que no quisiera o quisiere.

Le pasó el canuto a Perry, el cual estaba tan enmonao que pensó que nunca había probado algo tan maravilloso, pero todavía no podía quitarle los ojos de encima al gigante. Por último, como nadie parecía dispuesto a explicar nada, dijo:

—Lo siento tronco, pero todavía sigo sin saber quién coño eres.

El gigante tomó un par de pastillas de las amarillas, le dio un trago al Jack Daniels para empujar y se secó la boca con el dorso de la mano.

—Pues llamarme Hardcore —contesto—. Es como me se conoce en el barrio. Y como te iba diciendo, soy el ama de las llaves de Hodasnon. Ya lo sabrás todo sobre Hodasnon, ¿non?

—¿No jodas, non?

— ¡No! ¡Hodasnon!

—Pues... yo no... no me cosco de la movida—dijo Perry

Hardcore parecía impresionado.

—Perdona tron —dijo rápidamente Perry

—¿Perdona? —preguntó Hardcore, volviéndose a mirar a los Duracel, que retrocedieron hasta quedar ocultos por las sombras—. ¡Estos son los que tienen que pedir perdón! Lo sabía, tronco, sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero nunca pensé que no supieras nada de Hodasnon. ¿Tu que te creías que tus padres se ponían de tripis hasta las orejas? ¡Pues si! ¡Pero solo en las fiestas del pueblo!

—¿Lo qué? —preguntó Perry

—¿C"MO QUE LO QUÉ? —bramó Hardcore—. ¡Espera un momentito, que se va a cagar la perra!

Se puso de pie de un salto. En toa su mala ostia parecía en toavia más grande de en lo que era. Los Duracel estaban agazapados contra la pared.

—Amos a ver ¿Quién me va a decir —rugió a los Duracel— lo ca pasao aquí, ¡este chaval!, no sabe na... de NAAAAA?

Perry pensó que se estaba pasando un pelín. Después de todo, se había currado algunos sufis, y esooo y sus notas no eran tan malas.

—Yo sé algunas cosas —dijo—. Puedo hacer sumas, restas, multiplicaciones, divi...wenoooo, las divisiones ya no. Me cuestan un poco más.

Pero Hardcore simplemente agitó la mano.

—Me refiero a nuestra movida. Tronco, tu movida. Mi movida. La movida de tus viejos.

—¿Qué movida? ¿De que me hablas?

Hardcore lo miró como de mu mal rollo.

—¡DURACEL! —bramó.

Tío Verdor, que estaba muy pálido, susurró algo que sonaba como tinkiwiski. Hardcore, enfurecido, contempló a Perry.

—Pero tú tienes que saber algo sobre tu vieja la coneja y tu viejo el pellejo —dijo—. Quiero decir, ellos son de la pandi. Tú eres de la pandi.

—¿Cómo? ¿Mis viejos... eran de la pandi? ¿No jodas, non?

—Egque no te coscas...no te coscas chaval —Hardcore se pasó los dedos por el pelo, alborotando los piojos, clavándole una mirada de asombro de esas de "¡¿pero que me estás contando?!"—. ¿De verdad que no sabes que eran de la pandi? —dijo por último.

De pronto, tío Verdor recuperó la voz

—¡Deténgase! —ordenó—. ¡Deténgase ahora mismo, señor! ¡Le prohíbo que le diga nada al muchacho!

Un hombre más valiente que Verdor Duracel se habría acojonado mazo ante la mirada furiosa que le dirigió Hardcore. Cuando éste habló, temblaba de rabia.

—¿Qué no se lo has dicho? ¿Qué no le has contao nada de la carta que Gandalf le dejó? ¡No me, no me, que me...! ¡Pero tronco, si yo estaba allí! ¡Vi que Gandalf la dejaba, Duracel! ¿Y que coño has hecho durante todos estos años?

—¿Qué pasa aquí quesque no me cosco ni del nodo? —dijo Perry en tono anhelante.

—¡DETÉNGASE! ¡SE LO PROHÍBO! —rugió tío Verdor aterrado.

Tía Putania dejó escapar un gemido de horror (eiiiiiiin).

—Voy a pisarles la jeta —dijo Hardcore—. Perry debes saber que eres un mago...un mago de la pandi.

Se produjo un silencio en la chavola. Sólo podía oírse el mar y el silbido del viento, pasó una pelusa gigante, biribiribinnnn.

—¿Lo qué soy? —dijo Perry con voz entrecortada.

—Pos un mago, tron —respondió Hardcore, sentándose otra vez en el sofá, que crujió y se hundió—. Y mu weno, espero, que si no voy a quedar un poco como el culo, tronco. Con unos viejos como los tuyos ¿qué coño podías ser? Y va ser hora de que leas la carta (musica de tiburón).

Perry extendió la mano para coger, finalmente, el sobre amarillento, dirigido, con tinta verde esmeralda al «Señor P. Maison, El Suelo mu duro de la Chavola en la Roca, El Mar». Sacó la carta y leyó:

COLEGIO HODASNON DE MAGIAPOTAGIA

Director: Gandalf (Orden de Merlín, Primera Clase, Gran Hechicero, Jefe de Magos,
JefeSupremo, Confederación Internacional de Magos... vamos la ostia).

Querido señor Maison:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hodasnon de Magiapotagia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su Lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente, Miyerva RonaldMcDonalS Directora adjunta

Las preguntas estallaban en la cabeza de Perry como fuegos artificiales, o tal vez eran los efectos del porro que se había fumado a pachas con el Hardcore, no lo sabía mu bien. Pero después de unos minutos, tartamudeó:

—¿Qués eso de que esperan mi lechuza?

—¿Qué tu vieja era una chuza? Un poquito de respeto, que está criando malvas la jodía perra—dijo Hardcore. Metió mano al bolsillo sacó un sospechoso aparato electrico usado para todo tipo de perversiones sexuales.

—Jode, esto no es — dijo introduciendo rápidamente aquel aparato en su bolsillo, y buscando en el otro sacó una lechuza (N/A: una de verdad, de los que tiene plumas), una gran pluma y un rollo de pergamino. Con la lengua entre los dientes, escribió una nota que Perry pudo leer al revés.

¡Coño Gandalf!: ¿Qué pasa machote?
Le dao a Perry su carta. Me lo yebo de compritas.
El tiempo está jodidamente. Espero que usted esté bien.

Muchos besos: Hardcore

Hardcore enrolló la nota y se la dio a la lechuza, que la cogió con el pico. Después fue hasta la puerta y lanzó a la lechuza en la tormenta, pero en ese justo momento un rayo cayó sobre este, friendo a la pobre lechuza. Entonces volvió y se sentó, un poco hecho polvo por la prematura perdida de su lechuza en aquella terrible tormenta, pero después de dos segundos de reflexión sobre la vida, y la muerte...

—Jode, como se me pira la perola. ¡Fuma y bebe, que la vida es breve! —dijo Hardcore como si no hubiera pasado nada. Pero en aquel momento tío Verdor, todavía con el rostro rojo como un tomate, la nariz como un pimiento, y en general todo el huerto en si, muy encabronado, se acercó a la chimenea, pero visto lo visto y el regalito reciente de Hardcore, prefirió separarse un poco de la susodicha.

—Él no irá porque lo digo yo. Punto pelota —dijo.
Hardcore gruñó.

—¿Pero tú de que vas carroza? Intentando cortarle el rollo al chaval, ¿un muggre como tú?—dijo.

—¿Lo qué? —preguntó interesado Perry.

—Un muggre —respondió Hardcore—. Es como llamamos a la gente «no-mágica» o en otras palabras un «¿turs tonto o que?» como ellos. Y tú tron, has estado de mal rollo con los más grandes muggres que haya visto.

—Cuando lo adoptamos, juramos que íbamos a detener toda esa basura —dijo tío Verdor—. ¡Juramos que le íbamos a sacar del mundo de las drogas alucinógenas! ¡Un mago, no me jodas!

—¿Joder, pero que lo sabíais? —preguntó Perry—. Lo sabíais y no me lo habeis contado. Joder troncoooo...que mala sangre que teneis...

—¡Saber! —chilló de pronto tía Putania—. ¡Saber! ¡Posi lo sabíamos, si! ¿Y qué? ¿Cómo no ibas a serlo, siendo lo que era mi condenada hermana delaspelotas? Oh, ella recibió una carta como ésta de ese... ese colegiomierda, y desapareció, y namás volvía a casa por Navidades a comer turrón, con los bolsillos llenos de ranas, y convertía las tazas de té en ratas, ratas en tazas de té, y ratas en tetazas... Yo era la única que la veía tal como era: ¡una anormal, una kinki, una golfa y una yonqui! Pero para mi madre y mi padre, que vaaaa, para ellos era «Lola hizo esto» y «Lola hizo esto otro, aquello y de más allá». ¡Estaban orgullosisisimos de tener una bruja en la familia!

Se detuvo un momento, y después de coger una bolsa de papel marrón, colocársela en la boca y respirar profundamente continuó. Parecía que hacía años que deseaba decir todo aquello, que su madre Lola le había causado un trauma infantil de esos de tres pares de narices, y que iba a estar rajando sobre ello hasta Navidad, porque cuando le daban cuerda...

—Luego conoció a ese Maison que era un pandillero juvenil y se fueron y se casaron e hicieron cosas malas y guarras de esas que hacen los recien casados, y se divorciaron y se volvieron a casar y te tuvieron a ti, y por supuesto que yo sabía que ibas a ser igual, igual de raroraroraro, un... un desgraciaoooo. ¡Y luego, encima, hubo ese atentado y nosotros no tuvimos mas remedio que quedarnos contigo!

Perry se había puesto tan pálido que daba miedo mirarle. Sentía que tenía los huevos en la garganta, pero tan pronto como recuperó la voz, preguntó:

—¿Atentado? ¿De esos con bomba y to? ¿De esos con Bin Laden y la peña? (N/A: Vale hemos entendido el concepto) ¡Pero joder, me dijisteis que habían muerto de Hepatitis C! ¿Es que nunca nadie me cuenta la verdad?

—¿HEPATITIS C? —rugió Hardcore dando un salto digno de las olimpiadas, sin hacer ni puto caso a Perry, tan de mal rollo que los Duracel volvieron al rincón—. ¿Pero troncos de que vais? ¿Cómo coño iban a poder morir Lola y Johnny Maison de Hepatitis C? ¡Hombre, de vez en cuando se metían por la vena...pero joder, tronco, que tenían un poquito de porfavor! ¡Que Perry Maison no conozca su propia historia tronco, cuando ha salido en todas las revistas del corazón!

—¿Comorl? ¿¡Explicamelón!? —preguntó Perry con tono de apremio.

La malalecheagria se desvaneció del rostro de Hardcore, como si alguna sustancia ingerida anteriormente acabara de actuar sobre su sistema nervioso.

—Joerrrr, en la vida tronco, en la vida...me dejais de piedra caliza... —dijo en voz baja y con aire de mu malamente—. Eg que no, elegí un mal día para dejar la cafeína. Cuando Gandalf me dijo que podía tener problemas con los pedos mentales de tus tios, le dije "Anda anda, que no andas na", pero si que me están comiendo el tarro un poco. Ah, Perry, CABR"N, te tengo que contar tu movida, tronco. No puedes ir a Hodasnon sin saberlo.
Lanzó una mirada, de esas que mantan na mas mirarte (N/A: de esas mismas), a los Duracel.

—Buaaaaaa, la verdad egque de la movida no me enteré en su día, porque iba con un ciego que no veas... asi que la movida en si, dicha en todos los aspectos posibles delavidaydelamor no puedo contartela, pero...enga me voy a enrollar un poquito y te lo voy a contar, tronco.
Se sentó, miró fijamente a la meada de la chimenea durante unos instantes, ensimismándose en sus mismo pensamietos y luego continuó.

—Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos, Tres fueron entregados a los Elfos, Siete a los Enanos y Nueve a los Hombres, pero hubo un cachondo que se quedó con uno pa la saca, El Señor Ogcuro... — dijo Hardcore imitando un tono de voz de película de terror.

—¿Einq?

—Wueno... si, ¿que pasa? ¡Eso es de otra peli! Pero egque tron, no se me permite ni un poquito de por favor. Joder... egque el nombre en si del tío...me da un poco de acojone...no me gusta decirlo... sino voy borracho.

—¿Po qué?

—Joderrr, elegí un mal día para dejar los calmantes para caballos. Perry, la pandi todavía tiene miedo. Nos perseguían como a perrys (N/A: sin ofender). Jo tronco, me cuesta, me cuesta... Mira tronco, estaba ese mago que, como no era de la pandi, se volvió... chungo. Tan chungo como te puedas imaginar. Chungo. Más chungo todavía. Era tan chungo que se atrevía a beber la leche directamente del cartón. Su nombre era.
Hardcore tragó, pero egque no.

—¿Quiere escribirlo? ¿Writing in the teibol? —sugirió Perry.

—Quegque no se escribir joderrrr... las clases de lengua las pasaba dibujando bigote y barba a los espermatozoides del último tema... Engaaaa... VALDEMORILLO. —Hardcore se estremeció—. Puff que mal rollo, ¿non? Mira chaval, haciendo una síntesis del poblema y pa que tu corta mente pueda entenderlo, este mago tan chungo, comenzó a acumular seguidores (ahí tos a la saca), a los mortisdelamuerte. Algunos porque eran unos cagaos de la vida, otros porque eran unos enfermos, otros porque les había prometido un apartamento en la playa... y mu chungo Perry, mu chungo. Eran días negros, estaba toel puto día lloviendo, yo no se que coño pasaba. No te podías fiar ni de tu madre, ni de tu sombra, ni na... Sucedían cosas mu malas. Él se estaba apoderando de todo, lo quería to pa él, menuo ansias estaba hecho el cabronazo. Por supuesto, algunos se le opusieron pero él dijo "Amuerete ya", y los mató. Jorrible. Más jorrible que ver a la RonalMcDonalls en tanga. Uno de los sitios más molones era Hodasnon. Egque hay que tener en cuen ca que Gandalf era el namber wuan, amos el único al que Tu-ya-sabes-quien-te-digo-y-si-no-vas-y-lo-cascas-que-a-mi-me-da-cagalera-decirlo, temía. Amos, la ostia. No se atrevía a venirse a la fiesta.

»Ahora bien, tus viejos eran la mejor bruja y el mejor mago con los que yo maya ido de botellón en mi vida (si que sabían colocarse). ¡Amos la ostia también! ¡Los mejores de la pandi! Pero "el Chungo" nunca los quiso de su parte... Y egque eran coleguis de Gandalf, y pa que queremos más...

»Amos, que yo no se que coño hacía un día delante de la puerta de vuestra kelly, yo que sé, tronco, yo que sé... Igual solo quería pediros un poco de arroz para la paella valenciana, o quizá simplemente os quería criando malvas, ¿yo que se tron? La movida egque al ser el día de Halloween, y con tos los putos niños pidiendo caramelos, tus viejos bajaron la guardia...tu viejo se puso chungo, y... los frieron.

De pronto, Hardcore sacó un pañuelo mu sucio mu sucio, amos que si le pilla sanidad le dejan sin derecho a la paternidad, y se sonó la nariz con un sonido que daba como un poco de asco.

—Disculpa que no llore tronco, que me da mazo palo lo de tus viejos —dijo—. Pero egque este verano unos pollos me picaron en los ojos y me dejaron sin lagrimales, asi que no puedo...pero es mazo triste... porque se fueron pal otro barrio asín sin avisar debiéndome pelas, y no me moló un cacho...¿sabes como te digo...noooo?

—Ahora listen to me, niñatomierding —gruñó—: si a lo mejor es verdad y todo que eres mu raroraroraro, pero seguramente es a» Amos que Tu-ya-sabes-quien-te-digo-y-si-no-vas-y-lo-cascas-que-a-mi-me-da-cagalera-decirlo los mató, pero como tú tienes más cara que espalda y un morrostro que te cagas, cuando trató de matarte va y la palma, asin sin aviso ni ensayo previo, dejandote con el tatuaje ese tan ridículo en eso que tú llamas cara.

Algo muy doloroso estaba sucediendo en la mente de Perry, por primera vez en su vida...¡estaba pensando! Y eso le dolía horrores. Mientras Hardcore iba terminando la historia, durante la que Perry había estado cantando "somos novioooos", recordó la cegadora luz verde del gabinete del piercing y del tatuaje con más claridad de lo que la había recordado antes y, por primera vez en su vida, y si su intuición femenina/ masculina, singular plural no le engañaba, amos, él creía que no se trataba de la luz del gabinete del piercing y del tatuaje, sino de otra cosa mariposa. Es más, se estaba acordando de una puta risa chistérica y alcohólica de su último pedo.

Hardcore lo miraba como que mu mal.

—Servidor te sacó de tú kelly to destrozá, por orden del Gandalf este que te comento que a la que descuidas te lo come to. Estabas to aplastao y escuchimizao entre los escombros, y como que me diste un poco de pena. Luego te llevé con esta gentuza...

—Anda ya, atomapoculo —dijo tío Verdor.

Perry dio un respingo que le hizo salir de su ensimismamiento ensimismo in himself. Casi había olvidado que los Duracel estaban allí. Tío Verdor parecía haber recuperado sus cojones, más que nada porque se había despegado un poquito de la pared. Miraba a Hardcore con mu malauva y tenía los puños cerrados y apretados, y el culo seguramente que lo tenía también mu cerrado lgo que se cura a ostias. Y todo eso sobre tus padres... Posi, raros eran lo suyo, dios me libre, en mi opinión, están mejor criando malvas... Recibieron lo suyo por meterse en esos sitios tan raros que frecuentaban... Es lo mínimo: siempre supe que iban a terminar a dos metros bajo tierra...

Pero en aquel momento Hardcore se levantó del sofá con cara de espantapájaros y sacó de su chupadecuero un paraguas rosado con un estampado de flores. Apuntando a tío Verdor, como si aquello fuera Escalibur, y dijo:

—¡Menos gritos....Milagritos, que te meto...!

Ante el peligro de ser pinchado en un ojo, como poco, por la punta de un paraguas empuñado por un gigante barbudo, el valor de tío Verdor se esfumó como un gas, nunca mejor dicho. Se aplastó contra la pared y permaneció en silencio.

—¡Joderrr macho, estás podrio, esto no se va en la vida! —dijo Hardcore, respirando con dificultad y sentándose otra vez en el sofá, que aquella vez se aplastó hasta el suelo.

Perry, entre tanto, todavía tenía preguntas que hacer, cientos de ellas, porque ante todo, ante ser el niño que fumó, que acabó con Valdemorillo, quiero quien Tu-ya-sabes-quien-te-digo-y-si-no-vas-y-lo-cascas-que-a-mi-me-da-cagalera-decirlo, ante todo eso, era un verdadero coñazo.

—Pero ¿qué sucedió con Val... perdón, quiero decir con Tu-ya-sabes-quien-te-digo-y-si-no-vas-y-lo-cascas-que-a-mi-me-da-cagalera-decirlo?

—Wena pregunta, Perry, mu wena pregunta es más ma legro de que me la hagas. Eso lo quisiera saber yo también. Cuando lo sepas me llamas y me lo cuentas.

—Venga hombre, no me times, que seguro que sabes algo— dijo Perry más cansino que la vida, pinchando a Hardcore al que le estaban dando unas ganas asesinas de romper su paraguas en la cabeza del chico (N/A: entre otras cosas).

»Peña mu loca que dice que la palmó pa siempre. Pero es tan chungo, tan chungo que no creo que haya muerto pa siempre, yo creo que sa muerto por temporadas. Otros dicen que todavía está por ahí, buscando... en los contenedores, a ver si encuentra algo, pero a mi no me engañan. La gente de su pandi, los mortisdelamuerte, volvieron con nosotros. Algunos salieron como me despierto yo todas las mañanas, sin saber quien soy, donde estoy, y que me he fumado.

»La pandi cree que todavía está en alguna parte, pero que perdió las ganas de to, menos la vergüenza provocada por haber sido derrotado por un criomierda como tú, y por eso se esconde el mu cabronazo. Porque algo que tienes y no se quecoñoserá acabó con él. Algo pasó esa noche tronco, y no me invitasteis, me cagüen la puta, que mala sangre... Pero amos, que no se que te hechaban en los potitos de canijo, porque ya debía ser...vamos... la ostia.

Hardcore miró a Perry con afecto y respeto, pero Perry, en lugar de sentirse complacido y orgulloso, estaba casi seguro de que había una terrible equivocación. Levantó una ceja, luego la otra, luego las dos. ¿Un mago? ¿Él? ¡Enga ya, no me toques la moral! ¿Dónde estaban las cámaras ocultas? Había sido maltratado toda su vida bajo los abusos de Dumbo, tía Putania y tío Verdor. Si realmente era un mago, ¿por qué no había venido a por él la tíabuena que debía transportarle a la feliz tierra de las drogas alucinógenas y el sexo salvaje y desenfrenado? Si alguna vez derrotó al más grande brujo del mundo, ¿cómo es que no sabía ni sonarse los mocos? (N/A: porque se limpiaba con la manga, eso que quede mu clarito)

—Hardcore, ¿estas seguro de que buscas a Perry Maison?— Hardcore asintió—. Osea ¿P-E-R-R-Y (ESPACIO) M-A-I-S-O-N? — este volvió a asentir—, ¿pero de verdad de la buena?, yo creo que el porro (N/A: y todo lo que se mete en el organismo hablando en general), le ha sentado un poquito mu malamente. No creo que yo pueda ser un mago...un mago de la pandi.

Para su sorpresa, Hardcore se rió entre dientes (N/A:dejando ver su gingivitis avanzada, por si alguien se pensaba que iba a tener sonrisa profident), lo que empezaba a acrecentar sus sospechas de que era por el porro.

—¿Coooomo que no eres un mago tronco? Aver, que me estas jartando un rato ya tron ¿Qué pasa, que nunca te ocurren cosas mazo raras cuando estás asustao o mogqueao...o que, o como, o quien, o yasta bien queres mu cansino?

Perry contempló la meada de la chimenea durante unos instantes. Le parecía realmente asqueroso ¿Cómo podía mear tanto alguien? Vale que era un peazo de alguien, pero aun asín...Su mente se desvió hacia donde se tenía que desviar, a la derecha para hacer colisionar sus dos neuronas y tener procesos cerebrales de las personas humanas. Si pensaba en ello... algunas cosas raras sí que había hecho, y habían sucedido cuando él, Perry, estaba molesto o enfadado: jugando a la caza del perry con la banda de Dumbo, y se había encontrado haciendo de Spider-man por ahí; temeroso de ir al colegio con aquel ridículo corte de pelo, éste le había crecido de nuevo en forma de tupé de Elvis y, la última vez que Dumbo le pegó, ¿no se vengó de él, "igcocientemente"? ¿No le había soltado encima la anaconda? Bueno, quizás ese ejemplo no era el más valioso, ya que él mismo había quitado los tornillos de la urna para coger a la serpiente que le habría el apetito...por cierto de apetito, tenía más hambre que el perro de un ciego, lo de fumar hachis es mu malo pa los pobres...¿Que significaba entonces? ¿Era un fraude como mago? ¿Pero era o no era de la pandi? ¿Por qué coño le miraba ese tío tan raro así? ¿Qué coño le iba a decir ahora?
Perry miró de nuevo a Hardcore, sonriendo, y vio que el gigante lo miraba radiante.

—¿Ves tronco, ves? —dijo Hardcore—. Conque Perry Maison no es un mago... Ya verás la que montan pa recibirte en Hodasnon.Wuaaaaaaaaa el hijo del Johnny que viene... que viene... chist chist.

Pero tío Verdor no iba a rendirse sin luchar.

—¡QUE NO VA A IR COÑIIIIOOOO! —dijo con desagrado—. Irá a la escuela secundaria Estoeslabomba y nos besará el culo hasta su primera Comunión por ello. Ya he leído yo esas cartas de mierda y necesitará toda clase de chorradas: libros de hechizos, batutas y...

—Si el chaval quiere ir, un gran muggre como usted no le va a cortar el rollo —gruñó Hardcore—. ¡Cortar el rollo al hijo de Lola y Johnny Maison pa que no vaya a Hodasnon! ¿Te se ha ido la olla o que, tron? Está fichao allí desde que era un espermatozoide en un huevo de su padre. Irá a un colegio de Magiapotagia de puta madre. Siete años allí y no le conocerá ni su madre. Estará con otros chavales desequilibrados como él, y se lo va a pasar que te cagas. Y estará con el tío más cojonudo que Hodasnon haya tenido por director: Er Gandalf...

—¡NO DOY NI UN PUTO DURO PARA QUE ALGÚN VIEJO CHOCHO DE MIERDA LE ENSEÑE A SACAR UN CONEJO DE UNA CHISTERA! —gritó tío Verdor.

Pero me parece a mi, que esta vez la cara de que daba más miedo que los Lunnis cuando te mandan a la cama. Hardcore empuñó su paraguas de un estupendo y muy de moda estampado y lo agitó sobre su cabeza. Ya estaba, iba a sacarle un ojo fijo.

—¡MIRA TRONCO... —bramó— ...MIRA QUE YO CASI NUNCA ME PIERDO DE ESTA Y DE MIL MANERAS, PERO TE ESTAS PASANDO YA! ¡AL GANDALF NO ME LO VERDEES, QUE COJO TU JETA Y LA METO EN LA PARED!

Agitó el paraguas en el aire para apuntar a Dumbo. Se produjo un relámpago de luz violeta, un sonido como de un petardo, un agudo chillido y, al momento siguiente, Dumbo saltaba, con las manos sobre su gorda cara, mientras gemía de dolor. Cuando este gritaba, Perry vio una nariz de cerdo en medio de su cara, pero le parecía que estaba mejor asi que como era antes, por lo menos hacía juego con su enorme culo.

Tío Verdor rugió. Empujó a tía Putania y a Dumbo a la otra habitación, lanzó una última mirada de estas de "me he acordado de toda tu dinastía en un solo momento" a Hardcore y cerró con fuerza la puerta detrás de ellos.
Hardcore miró su paraguas divino de la muerte, con su superestampado de flores y se tiró de la barba.

—Joder, egque cuando me pierdoooo —dijo con pesar—, pero no ma salio bien tronco, joerr egque en Transformer no era mu weno más que na porque estaba siempre en la cafeta del cole jugando al mus que ya te ensañare mis trofeos pero amos que eso es otra historia. Quise convertirlo en un cerdo, pero egque poco se podía hacer porque yastaba hecho...amos que tu primo paece un cerdo de esos con el rabito tan molón que paece un muelle.

—Podías habérselo puesto —sugirió Perry.

—¿Y quién te dice a ti que no lo lleva?, de propina, porque otra cosa no pero yo como los de Fagor que lo que hacemos lo hacemos bien.

Miró de reojo a Perry, bajo sus cejas pobladas.

—Pero tú no digas naaaa, tronco —dijo—. Egque hace años que me quitaron el carné de moto... amos, que no puedo hacer Magiapotagia, hablando en texnicolor. Hombre tronco, tengo unos contactos y con unas cuantas llamadas conseguí permiso para hacer un poco, pero poco y que no se entere nadieee...

—¿Y por qué no puedes hacer Magiapotagia? —preguntó Perry.

—Bueno... yo fui también a Hodasnon y, si he de ser franco...

— Pero no puedes, Franco ha muerto...

— Yasta el cansino.......Lo que quiero decir tron, y no me interrumpas joderrr, egque me expulsaron. En el tercer año. Me rompieron la batuta en dos. Pero el Gandalf dejó que me quedara como ama de llaves. Es un tío putamadre.

—¿Por qué te expulsaron?

—Pooozi que sa quedao wena tarde tronco...pero yo me voy pal sobre ya mismo ya —dijo Hardcore cambiando rápidamente de tema—. Mañana nos piramos a la ciudad de compritas y esas cosas que hacen los machotes...

Se quitó su chupadecuero negra y se la entregó a Perry

—Toma macho, que hace un frío de rasca mamá. Tápate un pokito quegque me vas con unas pintas de yoquesequé —dijo—. ¡Pero cuidaito con meter la mano en la mercancía, que te la corto y no precisamente la mano!