Disclaimer: Ni que de decirl tiene que to esto no es mío, ni de la Rowling, sino de mi mente y perverso subsconsciente. Nunca lo he puesto, pero este fic puede provocar defectos en el cerebelo, pero que mu serios. Estais avisaos!

Capítulo 7: El sombrero Camacho.

La puerta se abrió de inmediato. Una bruja mu alta, de cabello mu negro y poncho mu verde esmeralda, esperaba allí. Tenía cara de mojqueo perpetuo, y el primer pensamiento de Perry fue "a esta me la follo yo antes de que acabe el primer año".

—Los novatos, aquí la RonaldMcDonalS —dijo Hardcore.

—Muchas gracias, Hardcore. Yo los llevaré desde aquí.

Abrió bien la puerta, pero bien abierta, de par en par. El vestíbulo de entrada era tan grande que hubieran podido meter toda la casa de los Duracel en él. Las paredes de piedra caliza con toques romanicos que se podían observar en la fotografía estaban iluminadas con resplandecientes antorchas como las de BMVA, el techo era tan alto que no se llegaba y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos de más parriba.

Siguieron a la profesora RonaldMcDonalS a través de un camino de baldosas amarillas. Perry podía oír el ruido de cientos de voces en su cabeza, tal vez no debería haberse comido esa última pastilla, pero la profesora RonaldMcDonalS dale que te pego con la movida. Llevó a los de primer año a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Se reunieron allí, todos juntos y revueltos, más cerca unos de otros de lo que deberían, diciendo cosas como "quita tu sobaco de mi boca" o "coño, deja de morderme un pie" y mirando con nerviosismo a su alrededor, a ver si alguno metía mano.

—Bienvenidos a Hodasnon —dijo la profesora RonaldMcDonalS—. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que os senteis a la mesa y os pongaís a comer como cerdos deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hodasnon, estarán pegados a vosotros como granos en vuestro culo. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas (y sin mariconadas, eh?) y pasaréis el tiempo libre en la Sala Conjunta de la casa comiéndoos unas rulas.

»Las cuatro casas se llaman Grifoabierto, HunfrieBoggart, Robocow y Stamoswenos. Cada casa tiene su propia noble historia, unas más que otras pero amos...y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hodasnon, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen megapuntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan y punto para el equipo de las chicas. Al finalizar el año, la casa que obtenga más megapuntos será premiada con una de ostias, porque las copas se nos han acabado, ala a cascarla a Parla.
»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Os sugiero que no hagáis el ridículo y sonriáis a la cámara pa una foto pa la posteridad.

Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Nevaditos, que le tapaba la cara, en la nariz manchada de Ron y en el desorden en general y dijo algo como "y esta es la nueva generación". Con nerviosismo, Perry trató de aplastar su cabello-pelo-rebelde-graso-en-las-raíces-y-roto-en-las-puntas-porque-no-cuido-la-salud-de-mi-cabello, pero no pudo.

—Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia y me haya bebido mis dos chupitos de orujo correspondiente—dijo la profesora RonaldMcDonalS—. Por favor, esperad tranquilos y que os cunda el pánico.

Salió de la habitación. Perry tragó con dificultad y empezó a tener un tic en el ojo.

—Y a todo esto ¿Cómo hacen para seleccionarnos? —preguntó a Ron.

—Creo que es una especie de prueba como las del Gran Prix. JB dice que él tuvo que vestirse de bolo gigante, pero creo que era una coña marinera.

El corazón de Perry dio un terrible salto de esos que si te descuidas se sale del pecho por la nariz. ¿Una prueba¿Del Gran Prix¿Delante de todo el colegio? Pero si él había venido solo, se le había olvidado llevar a todos los paletos de su pueblo "Montesinos del Prado Verde"... ¿Qué haría¡Tampoco había llamado al alcalde para la prueba de la patata caliente! Hay que joderse¿cómo se le podía haber olvidado algo tan importante? Miró aun con su tic, que parecía perforar su ojo derecho a modo de piercing, a su alrededor y vio que los demás tampoco habían avisado a sus respectivos pueblos y habitantes. Nadie hablaba mucho, salvo Germen Jander, que susurraba muy deprisa frases solo actas para pijos de su condición. Perry intentó no escucharla porque le hacía sentir nauseas tanta tontería. Nunca había estado tan nervioso, nunca, ni siquiera cuando, por equivocación hechó maría en la comida del perro de la tía Margaritaseisdedos y el cucho se pilló un ciego que no veas y casi le da un paro cardíaco. Pero finalmente se salvó aunque los efectos secundarios fueron de estar bailando la Barbacoa de Georgi Dann todo el verano. Claro los Duracel se pillaron un mosqueo muy gordo y dijeron que le iban a internar en un centro de desintoxicación para que dejara el cannabis. Mantuvo los ojos fijos en la puerta. En cualquier momento, la profesora RonaldMcDonalS regresaría y lo llevaría a su juicio final, al fin de los días, al Apocalipsis now, al armagedón, al... amos al desastre desastroso.

Entonces sucedió algo que le hizo dar un salto en el aire que ni el Morfeo en Matrix... Muchos de los que estaban atrás gritaron.

—¿Qué cojones...?

Resopló. Lo mismo hicieron los que estaban alrededor. Unos veinte fantasmikos acababan de pasar a través de la pared de atrás. De un color blanco perla y ligeramente transparentes, se deslizaban por la habitación, hablando unos con otros, casi sin mirar a los de primer año. Por lo visto, estaban discutiendo. El que parecía un monje gordo y pequeño, decía:

—Queridos hermanos, perdonar y olvidar. Yo digo que deberíamos darle una segunda oportunidad a Pive...María Santísima

—Mirá Fraile, que tu lleves la cabeza como si te hubieran cagado encima no quiere decir que todos seamos puros y castos y vayamos a perdonar al cacho de cabr...¡Anda mira, si hay niños aquí¡Que mala influencia!

El fantasmiko, con gorguera y medias, se había dado cuenta de pronto de la presencia de los de primer año.
Nadie respondió.

—¡Carne fresca¡Que pena que ya no se practican torturas de la Inquisición!—dijo el Fraile Gordo, sonriendo a todos—. Estáis esperando la selección¿no?

Algunos asintieron un poco acojonados con lo de las torturas.

—¡Espero veros en HunfrieBoggart—continuó el Fraile—. Mi antigua casa, ya sabéis. ¡Ayyy, que tiempos aquellos, cuando Sam me la tocaba una y otra vez!

—Engaaa amonosss —dijo una voz aguda—. La Ceremonia va a empezar.

La profesora RonaldMcDonalS había vuelto y parecía más contenta que antes. Uno a uno, los fantasmikos flotaron a través de la pared opuesta.

—Ahora formad una hilera —dijo la profesora a los de primer año— y seguidme. Un, dos, tres, cuatro, ar, ar, vamos soldados.

Con la extraña sensación de sentirse peor que Robocop en un desguace de chatarra, Perry se puso detrás de un chico de pelo claro, con Ron tras él. Salieron de la habitación, volvieron a cruzar el vestíbulo, pasaron por unas puertas dobles y entraron en el Gran Comedor.

Perry nunca habría imaginado un lugar tan extraño y espléndido. Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas (en realidad no flotaban, estaban colgados de hilos y esque andaban escasos de efectos especiales), donde los demás estudiantes ya estaban sentados. En las mesas había platos, cubiertos y copas Danonino peti-suis. En una tarima, en la cabecera del comedor, había otra gran mesa, donde se sentaban los profesores. La profesora RonaldMcDonalS condujo allí a los alumnos de primer año y después de un "descansen ar" los hizo detener y formar una fila delante de los otros alumnos, con los profesores a sus espaldas. Los cientos de rostros que los miraban parecían pálidas linternas bajo la luz brillante de las velas que daba un tono asin, como de acojone total de la casa del terror. Para evitar todas las miradas, Perry levantó la vista y vio un techo de terciopelo negro, salpicado de estrellas. Oyó susurrar a Germen: «Es superguay y superreal, igualito que el salón de mi casa. Muy in. Es un superhechizo supermágico, divino y con mucha marcha para que parezca como el cielo de fuera, lo leí en la historia de Hodasnon, te lo juro, me estoy estresando un poco».

Era difícil creer que allí hubiera techo y que el Gran Comedor no se abriera directamente a los cielos.

Perry bajó la vista rápidamente, mientras la profesora RonaldMcDonalS ponía en silencio un taburete de cuatro patas frente a los de primer año. Encima del taburete puso un sombrero de esos de bufón con cascabelitos un poco ridículo. El sombrero estaba remendado, raído y muy sucio. Amos que como poco había sido el sombrero de Sara Montiel en sus comienzos.

Tal vez tenían que intentar sacar un conejo del sombrero pa la cena o ponérselo y bailar un poco pa hacer el ridículo un rato, pensó Perry algo irreflexiblemente, amos lo típico de los payasos de la tele... Al darse cuenta de que todos los del comedor contemplaban el sombrero muy atontitos, Perry también lo hizo. Durante unos pocos segundos, se hizo un silencio completo, notándose una tensión en el ambiente... pasó una pelusa gigante que como poco era de la acumulación de pelusa de los pies de Perry durante 10 años (o más, que te voy a contar). Entonces el sombrero se movió. Una rasgadura cerca del borde se abrió, ancha como una boca, y el sombrero comenzó a marcarse una rap:

Si ¿que pasa? Soy feo de cojones, pero si os molesta-joder pos no mires mamones.
Te comeré la oreja si dices que apesto o parecido,
porque yo soy la ostia chaval, amos que te has creido.
Que si, que si, que hay más bonitos sombreros,
Pero yo soy el Sombrero Camacho el rey de los raperos.
Yo lo veo todo, todo en tu cabeza,
así que no te molestes en disimular que tu vecina te la pone tiesa,
has tenido pensamientos impuros o eres homosexual,
poque lo voy a ver igual. Asín que amos, pruébame y llenate la cabeza de piojos,
pa poder saber si te quedas en una casa, en otra o simplemente pasas,
te damos el voleto y te vas pa tu puta casa.
Enga ahora, abre los ojos.
Puedes pertenecer a Grifoabierto, Donde tienen más guevos que Mamerto.
Puedes pertenecer a HunfrieBoggart donde son un poco imbeciles, que se vayan a cagar.
O tal vez a los listos de los Robocow, Que cambian un duro por un Bollicau, O tal vez en Stamoswenos En el que si es bueno y barato dos veces weno.
¡Así que pruébame¡No tengas miedo de pillar el sífilis o el sida!
¡Y si no recibirás la ostia de tu vida!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga macho.
Porque soy el Sombrero Camacho.

Todo el comedor estalló en aplausos cuando el sombrero terminó su canción. Éste se inclinó hacia las cuatro mesas y luego se quedó rígido otra vez.

—¡Menuda mierda de canción¡Es peor que los Bee Gees con afonía!—susurró Ron a Perry.

Perry sonrió débilmente. Sí, probarse el sombrero era mucho mejor que escuchar la canción de nuevo ya nos estamos despeinando y to lo que haga falta, pero habría deseado no tener que hacerlo en presencia de todos, algo más intimo y privado, un "face to face" con el sombrero absurdo ese. El sombrero parecía exigir mucho, y Perry no se sentía valiente ni ingenioso ni nada de eso para pasar los controles de calidad más rigurosos. Si el sombrero hubiera mencionado una casa para la gente inadaptada que se encontraba apagada o fuera de cobertura, ésa habría sido la suya.
La profesora RonaldMcDonalS se adelantaba con un gran rollo de pergamino.

—Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen —dijo—. ¡Abottella, Ana!

Una niña de rostro rosado y trenzas rubias asi como un poco pijilla salió de la fila, se puso el sombrero, que la tapó hasta los ojos, y se sentó. Un momento de pausa.

—¡HUNFRIEBOGGART!—gritó el sombrero.

La mesa de la derecha aplaudió mientras Ana iba a sentarse con los de HunfrieBoggart. Perry vio al fantasmiko del Fraile Gordo saludando con alegría a la niña (que depravado el fantasmita, joe).

—¡Bonos, Seusan!

—¡HUNFRIEBOGGART! —gritó otra vez el sombrero, y Seusan se apresuró a sentarse al lado de Ana.

—¡Boduro, Terra!

—¡ROBOCOW!

La segunda mesa a la izquierda aplaudió esta vez. Varios Robocows se levantaron para estrechar la mano de Terra, mientras se reunía con ellos.

Blockbuster, Mande también fue a Robocow, pero Bronca, Larmando resultó la primera nueva Grifoabierto, en la mesa más alejada de la izquierda, que estalló en ¡vivas¡oles! y ¡toreros! Perry pudo ver a los hermanos gemelos de Ron, silbando a la tía buena.

Buestra, Minimilk fue a Stamoswenos. Tal vez era la imaginación de Perry; no era nada personal, pero después de todo lo que había oído sobre Stamoswenos, pero le pareció que era un grupo de agquerosos.

Comenzaba a sentirse mu malamanete. Recordó lo que pasaba en las clases de gimnasia de su antiguo colegio, cuando se escogían a los jugadores para los equipos. Siempre había sido el último en ser elegido, ni siquiera pa ocupar el banquillo, no porque fuera malo, bueno... también era un poco paquete, nunca había sido mu wuen deportista, pero su primo Dumbo hacía el resto.

—¡Fernando-Unpoco, Justino!

—¡HUNFRIEBOGGART!

Perry notó que, algunas veces, el sombrero gritaba el nombre de la casa de inmediato, pero otras tardaba un poco en decidirse.

—Frívolas, Seamos. —El muchacho de cabello de color excremento, que estaba al lado de Perry en la fila, estuvo sentado un minuto entero, antes de que el sombrero lo declarara un Grifoabierto.

—Jander, Germen.

Germen casi corrió hasta el taburete y se puso el sombrero, muy nerviosa.

—¡GRIFOABIERTO! —gritó el sombrero. Ron gruñó.

Un pensamiento mumalo, mumalo, mumalo atacó a Perry, uno de aquellos mumalos pensamientos que aparecen cuando uno está muy rallado para rallarte un poco más. ¿Y si a él no lo elegían para ninguna casa¿Y si se quedaba sentado con el sombrero sobre los ojos, hasta las proximas Navidades y le daban el voleto pa casa como había dicho el Sombrero Camacho?

Cuando Nevaditoss Losdonuts, el chico que perdía su rana (y aceite), fue llamado, se tropezó con el taburete. El sombrero tardó un largo rato en decidirse. Cuando finalmente gritó¡GRIFOABIERTO, Nevaditos salió corriendo, todavía con el sombrero puesto y tuvo que devolverlo, entre las risas de todos, a MacDuras, Moras.

Malodehuevos se adelantó al oír su nombre (N/A: un momento, para, alto, Malodehuevos se supone que va detrás de Maison) y de inmediato obtuvo su deseo: el sombrero apenas tocó su cabeza y gritó¡STAMOSWENOS! (N/A: esque es lo malo de cambiar los nombres en el fic, como una mala traducción, es lo que hay).

Malodehuevos fue a reunirse con sus amigos Tango y Cash, con aire de creerselo. Ya no quedaba mucha gente, y finalmente:

—¡Maison; Perry!

Mientras Perry se adelantaba, los murmullos se extendieron súbitamente como cuando comes cocido y los gases se apoderan de ti.

—¿Ha dicho Maison?

—¿Loqué?

—¿Ese Perry Maison?

Lo último que Perry vio, antes de que el sombrero le tapara los ojos, fue el comedor lleno de gente que trataba de pasar las barreras de seguridad para poder idolatrar al chico, sumando a las quinceañeras desde las mesas de sus respectivas casas. Al momento siguiente, miraba el oscuro interior del sombrero. Esperó.

—Mmmm —dijo una vocecita en su oreja—. Fichálo pap� fichálo. Chungo. Muy chungo. Lo que se dice cualidades... como que no tienes ¿no? Pero tampoco es pa hacerte un feo mu malo. Eso si, los tienes bien puestos, aunque eres un poco corto mentalmente hablando... Entonces¿ande te pongo¡Imparable!

Perry se aferró a los bordes del taburete haciendo unos grabados muy curiosos con sus uñas y pensó: «En Stamoswenos no, en Stamoswenos no».

—En Stamoswenos no¿eh? —dijo la vocecita—. ¿A que te meto en Stamoswenos por listo? Que eres un listo. Mira que me estás quemando, que sepas que este no es un trabajo muy apropiado para ir tocando los webos, y menos pa ir exigiendo, Diossss tengo que ir a mi sindicato... en fin me lo juego al pinto pinto y... ¡GRIFOABIERTO!

Perry oyó al sombrero gritar la última palabra a todo el comedor. Se quitó el sombrero y anduvo, algo mareado, hacia la mesa de Grifoabierto. Se veía que las pastillas se le habían subido a la cabeza un pelín después de levantarse de repente. Estaba tan shockeado de haber tenido tanta suerte con el pinto pinto gorgorito, saca la mano de... (y no os penseis mal), y no lo hubiera puesto en Stamoswenos, que casi le entran ganas de darle un beso en los morros a la RonalMcDonalls, pero luego sus dos celulas cerebrales hicieron conexión con los saltos de alegría que estaba dando y pensó que no era muy buena idea.

Martiniconlimón el pelota se puso de pie y le estrechó el miembro vigorosamente, mientras los gemelos Whisky gritaban: «¡Maison capullo queremos un hijo tuyo!». Perry se sentó en el lado opuesto al fantasmiko que había visto antes. Éste le dio una palmada en el brazo, y sintió como un subidón muy guapo de repente.

Podía ver bien la Mesa Alta. En la punta, cerca de él, estaba Hardcore, que lo miró y levantó los pulgares a la vez que movía la lengua rítmicamente por fuera de la boca. Perry le sonrió y susurró "hay tontorrón, que luego lo celebramos". Y allí, en el centro de la Mesa Alta, en una gran silla de oro que le debería haber costado una pasta gansa, estaba sentado Gandalf. Perry lo reconoció de inmediato, por el cromo de las ranas de chocolate. El pelo lleno mierda, el poncho raído, la cara de viejo verde salido de una historia para no dormir...era él fijo. Perry también vio al profesor Qui-Gon Jinn, el nervioso joven del Babero Chorreante. Estaba muy extravagante, con un gran turbante púrpura, a lo Carmen Miranda, con su piña, su platano, sus uvitas colgando por una lado, su papaya... muy mono él.

Moonlightyear primo de Buzz... Nottysi... Parkimetron... Después unas gemelas, Patí y Pamí... Más tarde Personaleintransferible, Sally-Orra...

Y ya quedaban solamente tres alumnos para seleccionar. A Tuquesabes, Lisamelpelo le tocó Robocow, y después le llegó el turno a Ron. Tenía una palidez verdosa. Bastante parecida al tono de su pelo y Perry se liaba un peta mu curioso mientras tanto por debajo de la mesa pa después de la cena. Un segundo más tarde, el sombrero gritó¡GRIFOABIERTO!

Perry aplaudió con fuerza, y en el intento casi de disloca las muñecas, las barbies y las barriguitas, mientras el porro descansaba ya liado en su oreja, a lo que Ron se dejaba caer en la silla más próxima.

—Bien hecho machote, estoy orgulloso de ti —dijo Martiniconlimón Whisky dándole un beso en los morros de esos de película muda a modo de tornillo, por encima de Perry que se quedó to loco con las muestras tan efusivas de incesto de aquella familia, mientras que Zairy, Blas era seleccionado para Stamoswenos. La profesora RonaldMcDonalS enrolló el pergamino y se llevó a la boca, parecía estar buscando algo... espera, ahora acababa de sacar un encendedor y lo encendía colocándolo en su boca...

Perry miró distraido su plato de oro vacío. Tenía más hambre que el perro de un ciego. Los pasteles habían quedado enterrados en un oscuro pasado de su tránsito intestinal.

Gandalf se había puesto de pie. Miraba con expresión característica de un viejo verde que se acaba de cruzar con una colegiala de uniforme... pues esa y con los brazos muy abiertos dejando escapar un tufillo, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí, muriéndose de agco.

—¡Bienvenidos! —dijo—. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hodasnon! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero dedicaros unas pocas palabras. Y aquí están¡La profesora RonalMcDonalls y yo, queremos anunciaros que practicamos cada noche las técnicas más desarrolladas del yoga! (que os creíais desgraciaos). ¡La concha tu madre¡Apoculo¡Todoacien¡Sufroincontinenciaurinaria!... ¡Va por ustedes!

Se volvió a sentar. Todos aplaudieron y vitorearon, algunas le tiraron las bragas con el número de teléfono apuntado. Perry no sabía si reír o llorar o que.

—Está... un poquito perjudicao¿no? —preguntó con aire inseguro a Martiniconlimón.

—¿Perjudicao? —dijo Martiniconlimón con frivolidad—. ¡Es el puto amo¡El mejor mago del mundomundial sin condición alguna! Pero hay que reconocer... que se comió muchos tripis en su juventud, sí. ¿Quies papas, Perry?

Perry se quedó con la boca abierta, tan abierta que a poco se le cuela una lechuza que hacía un vuelo rasante pa saludar a los chavales. Los platos que había frente a él de pronto estuvieron llenos de comida. ¡Esto si que es comida rápida! Nunca había visto tantas cosas que le gustara comer sobre una mesa, aquello parecía un bufete libre: había pollo al limón, arroz tres delicias, cerdo con mermelada roja de esa, chino picado con bambú... amos que seguro que venía del chino que había en la esquina.

Los Duracel nunca habían matado de hambre a Perry, bueno, si... el chico sufría desnutrición severa. Dumbo se comía lo suyo, lo de sus padres, lo de Perry y lo del perro si podía, aunque no le gustara al muy cerdo... Perry llenó su plato con un poco de todo asín estilo gorrón de barra libre, salvo los tallarines picantes, que los veía muy chungos luego le entraban ardores y no dormía, y comenzó a engullir y engullir. Todo estaba mu rico.

—Eso debe ser delicioso —dijo con tristeza el fantasmiko del subidón, observando a Perry mientras éste echaba salsa a su arroz frito.

—¿No puede jamar, o que¿Que putada, no? Ya me jodería

—Mira el niño que majo, dan ganas de masticarle el páncreas o untarle mantequilla al lado de un hormiguero de hormigas asesinas del Amazonas. Esque no he comido desde ayer —dijo el fantasmiko—. Esque estoy con gastroenteritis crónica y me voy por to los laos, pero se echa de menos el sabor de los restos de comida entre los dientes. Creo que no me he presentado¿o que? Sir Michola de Mismy-Pompis a su servicio hasta pasado mañana. Fantasmiko Residente de la Torre de Grifoabierto, en la habitación de invitados y visitas esperadas e inesperadas permanentes de gorroneo.

—¡Coñoooo, yo sé quien eres! —dijo Ron de repenete—. Mi hermano me lo contó. ¡Usted es Mich Buchanan el Casi Extratesticulado¡El de los vigilantes de la playa!

—No me gusta recordar mi otra vida con los Baywatch... ni con el coche fantástico...

—Michael, vámonos... Michael, deja a las pivitas... Michael, no me dejes en doble fila... Michael, Michael que viene la grúa... – dijo Ron imitando la voz del susodicho coche —. Por cierto¿tu no deberías estar muerto...?

—Y no lo estoy, solo sobreactuo... Además yo preferiría que me llamaran Sir Michola de Mismy... —comenzó a decir el fantasmiko con cara malaostia, pero lo interrumpió Seamos Frívolas, el del pelo color excremento.

—¿Casi Extratesticulado¿Cómo se puede estar casi extratesticulado?

Sir Michola pareció muy molesto, como si su conversación no resultara como la había planeado... amos, que no le molaba que hablaran de sus huevos según en que sentido...

—¡Mira chaval, no me quemes¡Si me quieres ver el rabo te lo enseño en privado, que aquí hay señoras y niños pequeños¡No quiero tener problemas con la ley!—dijo enfadado. Pareció complacido ante la mirada de "que tío más borde, si yo solo preguntaba" que le echó Seamos. Éste tosió y dijo¡Así que nuevos Grifoabiertos! A ver si este año por fin ganais el campeonato para la casa porque hay que joderse... Que estáis muy poco sueltos en ese sentido. Amos que yo no quiero desanimaros, pero sois unos mierdas ¡Stamoswenos ha ganado la copa seis veces seguidas! El Barón Satánico se ha vuelto un chulo, no hay quien lo soporte... Él es el fantasmiko de Stamoswenos. Así que yo no quiero presionaros ni mucho menos, y me da igual lo que os hayan dicho en vuestras casas, o como se diga en vuestro pueblo, pero aquí lo importante si es ganar.

Perry miró hacia la mesa de Stamoswenos y vio un fantasmiko demasiado feo para uso público sentado allí, con un parche en el ojo y con cara de pocker, un rostro con una cicatriz y las ropas manchadas de algo plateado que vete tu a saber que era. Perry prefirió no opinar porque estaba cenando y no era plan de regurgitar la comida. Estaba justo al lado de Malodehuevos que, como Perry disfrutó ya que la venganza se sirve en plato frío y le estaba cogiendo el gusto, no parecía "ssuperalegre".

—¿Cómo es que está todo lleno de... esa cosa? —preguntó Seamos con gran interés morboso.

—No te gustaría saberlo —dijo con un escalofrío Mich Casi Extratesticulado.

Cuando hubieron comido todo lo que quisieron hasta reventar y comenzaban a hacer concursos de eruptos, las sobras de comida desaparecieron de los platos, dejándolos tan limpios como los dejaría un lavavajillas Bosh. Un momento más tarde aparecieron los postres. Trozos de helados de todos los gustos que uno se pudiera imaginar (fresa, chocolate, pistacho, tutifruti, pasas con almendras, turrón Lacasa, almendras con pasas, nata, mmm que hambre); Pastelitos de Manzana, Torrijas, Huesitos de Santo, yemas de Santa Teresa, MM, Conguitos, Lacasitos, Donuts, Donetes, Bollicaos, Kinder Sorpresa, Kinder Bueno, Ferrero Roché, Mars, Toblerone, Kit-Kat, arroz con leche, arroz sin leche...

A Perry se le salían los ojos y empezaba a tener los síntomas más claros de estar poseído por el demonio, ya que los ojos se le salían, y empezaba a bañar el babas a todos los de su alrededor. Solo de ver todo aquello se le picaban las muelas.

—Yo soy mitad y mitad... no os penseis mal, no es que sea bisexual ni nada, quiero decir—dijo Seamos— ...mi padre es muggre y un poco gilipollas también. Cuando veía a mamá cocinar cosas como sapos y culebras en un caldero el creía que estaba mejorando su técnica en cocina oriental. Se llevó un disgusto cuando se enteró.

—¿De lo de la magia? — preguntó Perry.

—No, de que le ponía los cuernos con el lechero, el butanero, el vecino del cuarto...Fue una sorpresa algo desagradable para él.

Los demás rieron, pero seguro que al hombre no le había hecho ni puta gracia.

—¿Y tú, Nevaditos? —dijo Ron.

—Bueno, mi abuela me crió y ella es una bruja —dijo Nevaditos—, pero la familia creyó que yo era todo un muggre, durante años. Mi tío abuelo Algilipollao trataba de sorprenderme infraganti y forzarme a que saliera del armario. Más majo él...una vez casi me ahoga, cuando quiso tirarme al agua en el puerto de Navacerrada, pero no pasó nada hasta que cumplí ocho años. El tío abuelo Algi había ido a echar la partidilla de por las tardes al bar y me tenía cogido con la correa por si me escapaba descolgandome de una ventana del piso de arriba, cuando mi tía abuela Eduvigis le llamó al móvil y él, "accidentalmente", me soltó. Pero yo reboté, y me fui botando hasta mi casa, donde de los botes, pude ver a mi abuela haciendo calceta en la azotea, mientras hablaba con mi abuelo. Se dió un susto la pobre cuando vio asomar mi cabeza por la barandilla que por poco no tenemos un disgusto. Entonces fue cuando mi abuela se pispó del percal, y me mandaron pa acá. El tío abuelo Algi estaba tan contento que me compró mi rana, que la muy hijadeputa nunca está donde tiene que estar.

Al otro lado de Perry, Martiniconlimón Whisky y Germen estaban calentándole la oreja. («Osea de verdad, esque como te lo digo, amos a ver...amos a ver si me entiendes paleto, estoy superemocionada emotivamente hablando. Tengo unas superganas tremendas de la muerte de que empiecen las clases; yo estoy superinteresada en Transformer, ya sabes, convertir a mi padre en una mujer, por supuestísimo, que debe ser supersuperdifícil. Pero amos, para alguien como yo... será coser y cantar, no como para este...populacho...»)

Perry, que comenzaba a sentirse reconfortado y somnoliento, por el porro que se había fumado después de cenar y que todavía estaba apurando, miró otra vez hacia la Mesa Alta. Hardcore bebía una jarra de cerveza tamaño cubo de reciclaje. La profesora RonaldMcDonalS marujeaba con el profesor Gandalf, diciéndole cositas al oido (mmm...las cuales, prefiero no citar). El profesor Qui-Gon Jinn, con su monísimo turbante de Mamachicho, conversaba con un profesor de grasiento pelo negro, nariz ganchuda y piel cetrina.

Todo sucedió mu rápido. El profesor de nariz ganchuda que parecía no conocer el champú miró por encima de la pera del turbante de Qui-Gon Jinn, directamente a los ojos de Perry... y un dolor agudo golpeó a Perry en la tatuaje de la frente.

—¡Ay! —Perry se llevó una mano a la cabeza.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Martiniconlimón

—Que me duele el conejo... ¡el del tatuaje coñiiooo!

El dolor desapareció tan derepenete como había aparecido. Era difícil olvidar la experiencia mixtica-sexuarl-religiosa que tuvo Perry cuando el profesor lo miró, una sensación muy chunga que no le gustó ni un cacho.

—¿Quién es el feo ese que está de movida con el profesor Qui-Gon Jinn? —preguntó a Martiniconlimón.

—Oh¿ya conocías a Qui-Gon Jinn, entonces? (menudo enchufe). No es raro que parezca tan nervioso, esque tuvo una infancia muy traumática...ése es el profesor Snupy. Su materia es Cociones, pero no le mola un pelo... Todo el mundo sabe que es una petarda y que se pasa el día bajo la mesa del despacho del Director pa ver si le puede ascender porque quiere el puesto de Qui-Gon Jinn. Snupy sabe mucho mucho mucho sobre la Defensa Contra el Lado Ogcuro de la Fuerza.

Perry vigiló sospechosamente a Snupy durante un rato, pero el profesor no volvió a mirarlo.
Por último, también acabaron con los postres los muy cerdos, y el profesor Gandalf se puso nuevamente de pie. Todo el salón permaneció en silencio como si de una persona importante se tratase.

—Ejem (caraspeo)(tos asquerosa)(carraspeo)... sólo unas pocas palabras estúpidas y sin sentido, ahora que todos no hemos puesto las botas. Tengo unos pocos anuncios que haceros para el comienzo del año:

»Oferta Carrefour - Filetes de Ternera (1ª), DoSx3EuRoS...quiero decir... que los de primer año no debéis ir de parranda por ahí los sabados por la noche, aunque que no debais no quiere decir que luego no lo hagais.

Los ojos relucientes de Gandalf apuntaron en dirección a los gemelos Whisky, quienes le estaban haciendo señales de "llamanos" con la mano en su oreja. El Director les hizo con la mano una señal de "luego, luego".

—El señor Ambrosio, el mayordomo, chacha, persona de mantenimiento, electricista, fontanero, puta y persona de confianza y humana en general de este colegio que practica sadomasoquismo, me ha pedido que os advierta que como os pille haciendo relaciones sociales en el armario de la limpieza os pega una somanta de palos que vais a dar palmas con las orejas.

»A todo esto, la selección para el queteladás tendrá lugar a la semana que viene no, a la siguiente. Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, deben ponerse en contacto con la capitana Hook.

»Y para finalizar en gilipolleces de una vez, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no quieran ver a RonalMcDonalls en tanga de leopardo, haciendo el salto del tigre, sobre la sábana africana de la cama.

Perry rió, pero fue uno de los pocos que lo hizo. La verdad, el chaval no tenía sentido de la oportunidad ninguno.

—¿A pero... no era un chiste? —murmuró a Martiniconlimón.

—Pa mi que si —dijo Martiniconlimón, mirando ceñudo a Gandalf—. Es raro, porque habitualmente nos invita a sus orgía. Creo que, al menos, podía tener un poquito de por favor e invitarnos a nosotros, los pelotas.

—¡Y ahora, antes de que vayamos al sobre y cada oveja con su pareja, cantemos el himno nacional! —exclamó Gandalf. Perry notó que las sonrisas y relaciones sociales de los otros profesores se habían vuelto un poco tensas, a RonalMcDonalls parecía estar dándole un calambre del esfuerzo.

Gandalf cogió un mando a distancia y le dió a un botón. Una pantalla de televisión gigante de plasma TFX salió de a saber tu de donde y se elevó sobre las mesas. La pantalla se encendió y en ella comenzaron a salir unas letras amarillas que iban tiñéndose de azul según avanzaba la música Dolbi Surraund.

—¡Coñiiiio¡Un karaoke! — dijo Perry sorprendido.

—¡Que cada uno elija su melodía favorita¡Ahora en tonos polifonicos para tu movil! —dijo Gandalf—. ¡Amos allá

Y todo el colegio vociferó:

Hodasnon, Hodasnon Hodasnon te quiero.
Lalalalaralala lalalalaralala En el mundo entero.
Amos todos a a estudiar O lo vamos a intentar Carnaval te quierooooo.
digo...Hodasnon te quiero.
Si yo tuviera una mopafácil Si yo tuviera una mopafácil Si yo tuviera una mopafácil Por ahí yo volaría...

Amos a la cama que hay que dascansar Para que mañana podamos magiapotagiear (o algo).

Wenas noches hasta mañana .
Las Lumis y los niños nos vamos a la cama.
Nos vamos a la piltra.
Nos vamos al sobre.
Nos vamos a la cama.
Wenas noches hasta mañana.

Cada uno terminó la canción a su puta bola. Al final sólo quedaron los gemelos Whisky, quienes hicieron una coreografía ensayada previamente y exhibición de estriptease digna de los Full Monty. Eran las 3 de la mañana cuando terminaron, mientras la profesora RonalMcDonalls les metía peleones y sioqués en la tanga (N/A: no sé, la mujer como es un poquito miope igual se creía que era una hucha), que se les iban a cierta parte del mismo en el que resultaban un tanto incómodos. Cuando terminaron por fín Gandalf fue uno de los que aplaudió con más entusiasmo... le había molado el numerito...

—¡Me ha molado el numerito! — (N/A¿que os decía?) dijo, enjugándose los ojos de la emoción—. ¡Pos ahora 200 puntos para cada uno, porque vuestro padre es amigo mío! Y ahora, es hora de ir a la cama, las Lumis y los niñiiosss... ¡Salid al paso, al trote, al galope, galope, galope! (N/A¡esque a este hombre las anfetas le sientan de un maaaal!)

Los novatos de Grifoabierto siguieron a Martiniconlimón a través mares y mares de alumnos, luchando contra la marea, recibiendo empujones, tirones de pelo, dislocamientos y heridas en órganos más profundos, salieron del Gran Comedor y subieron por la escalera de mármol. Las piernas de Perry otra vez parecían de plomo, y esque el muy cachondo se había metido los kicos y las pipas de calabaza en el calcetín de contrabando, a pesar de que estaba prohibido comer después de las 12 de la noche porque después se convertían en Gremmlings malignos. Estaba tan entorrijao que ni se sorprendió al ver que la gente de los retratos, a lo largo de los pasillos, susurraba y los señalaba al pasar (N/A: la verdad pa que, si ya lo había visto otras veces cuando se pasaba con las pastillas de diseño marca "Harry Potter"); o cuando Martiniconlimón en dos oportunidades los hizo pasar por puertas ocultas detrás de paneles corredizos y tapices que colgaban de las paredes (N/A: amos hombre, ni mucho menos... en sitios peores había entrado en su vida como para ser quisquilloso a estas alturas de la vida). Subieron más escaleras, bostezando y arrastrando los pies y comiéndose de vez en cuando los escalones dejando las marcas de los colmillos, cuando Perry comenzaba a cansarse de tanto subir y cagarse en la dinastía del arquitecto del castillo por no poner ascensores, se detuvieron de repenete.

Unos bastoncillos de oidos gigantes flotaban en el aire, por encima de ellos. Perry creía que esto era demasiado... nota mental: no juntar las drogas con el alcohol 96. Entonces vio como los bastoncillos intentaban introducirse en las orejas de Martiniconlimón, aplastándole el cráneo.

—Pive —gritó Martiniconlimón a los de primer año—. Es un pesaodeloscojones, lo que en las películas llaman postresgays. —Levantó la voz—: Pive, deja las bromitas ¿vale?.

La respuesta fue un ruido fuerte y grosero, como si se desinflara un globo, amos paque andarse con tonterías, fue el ruido de una ventosidad, muy claramente.

—¿Quieres que vaya a buscar al Barón Satánico? Así os hechais un baile o una partidita de mus.
Se produjo un chasquido y un hombrecito, con pinta de gnomo de jardín pero sin barba y más feo, apareció, flotando en el aire con las piernas cruzadas que parecía hindú y empuñando los bastones llenos de cera de oido.

—¡Oooooh! —dijo, con un maligno cacareo—. ¡Qué miedo¡Mira como tiemblo!

De pronto se abalanzó sobre ellos. Todos se agacharon.

—Pues si eres un poco tonto me toca un huevo... asi que quítate de enmedio. Vete, Pive, o vas a mi madre. ¡Lo digo en serio! —gritó enfadado Martiniconlimón.

Pive hizo sonar su lengua y desapareció, dejando caer los bastones sobre la cabeza de Nevaditos. Lo oyeron alejarse con un zumbido, haciendo mucho ruido y pocas nueces... parecía que lo de la madre de Martiniconlimón había dado resultados satisfactorios.

—Mucho cuidado con ese —dijo Martiniconlimón, mientras seguían avanzando—. El Señor Ogcuro Sauron es el único que puede controlarlos a todos, ni siquiera nos escucha a los pelotas. Aquístamos.
Al final del pasillo colgaba un retrato de una mujer muy gorda, con un vestido de seda rosa.

—¿Contraseña? —preguntó.

—Qué me abras coño—dijo Martiniconlimón, y el retrato se balanceó hacia delante y dejó ver un agujero redondo en la pared. Todos se amontonaron para pasar (Nevaditos necesitó ayuda) y se encontraron en la Sala Conjuntade Grifoabierto; era una sala enorme llena de jacuzzi, con sus salas de terapia, camas de masaje... mu chulo todo.

Martiniconlimón condujo a las niñas a través de una puerta, hacia sus dormitorios (N/A: será pervertido!), y a los niños por otra puerta. Al final de una escalera de caracol encontraron, por fin, sus camas, cinco camas asin mu chulas ellas con edredones de los twinis, de los teletubies, los Lunnis, Doraemon y Pokémon y de cansados para conversar, se pusieron sus pijamas y se metieron en el sobre. Sus baúlesdelosrecuerdoses ya estaban allí.

—Pedazo de papeo¿no? —murmuró Ron a Perry, a través de las cortinas—. ¡Fuera, Barnie! Te estás comiendo la bolsita de hachís.

—¡Jesús!

—Gracias.

Perry que entoavía se había quedado con hambre (N/A: esque el pobre llevaba sin comer nada sólido desde hacía 10 años por lo menos... tenía un poco hambre), estaba a punto de preguntar a Ron si le quedaba algún donete deshecho, pero se sobó de inmediato.

Tal vez Perry se había pasado un poco en la cena, le gustaba cenar fuertecillo porque tuvo un sueño de rayao. Tenía puesto el turbante del profesor Qui-Gon Jinn y las uvas de este se le caían, mientras bailaba el baile de las Mamachicho, porque estaban de fiesta. A Perry cada vez las frutas de su turbante pesaban más y más y más... hasta que las uvas parecían melocolones y los melocotones sandias... Perry intentó quitárselo, pero como pesaba tanto no podía consigo mismo y su metabolismo, y entonces apareció Malodehuevos, que iba vestido de Mamachicho con muchos volantes y tocando unas maracas. Luego Malodehuevos se convirtió en el profesor de nariz ganchuda, Snupy, que agitaba sus hombros siguiendo el ritmo de la música y bailando la conga con movimientos sessuales... Perry se despertó, temblando y empapado en sudor.

—Joder que pesadilla más horrible... weno... a dormir —y se volvió a dormir tan pancho y tan ancho. Al día siguiente, cuando se despertó, no recordaba nada de aquel sueño... menos mal... que traumático.

Pos esto ya está chavales, hasta aki que hemos llegao! Os ha gustao si o si? Ok me alegro. Se que mi manera de escribir da un poquito de pena, pero weno, que veais que sigo escribiendo y que voy a seguir hasta el final aunque tarde mil años! Pos eso, va por ustedes.

Melocoton: muchas gracias por tu review, me hizo mucha ilusión porque hacía que no recibía niguno bastante tiempo, asin que me decidi a publicar el siguiente para que puedas seguir leyendo more and more!
No te preocupes porq tu familia te mire con cara rara, si es lo que pasa por ser unos frikis, ya se acostumbrarán como los míos que ya mi se inmutan los pobres! jeje, pos muchas grasias por tus elogios de verdad y espero que te siga gustando toa esta chorradilla que escribo. Mesillos